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EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION.

Estado de la Agricultura y la Alimentación. 19741

9. El Consejo examinó la situación mundial de la agricultura y la alimentación basándose para ello en la reseña de mediados de año publicada en el número de junio de 1974 del Boletín Mensual de Economía y Estadística Agrícolas y en una declaración más breve, preparada a mediados de octubre, que se presentó al período de sesiones y se publicará en el número de noviembre del Boletín Mensual, en la que pone al día la información del documento anteriormente citado y se dan en especial algunas estimaciones provisionales de la producción de 1974. En el debate se tuvo también en cuenta la amplia documentación preparada para la Conferencia Mundial de la Alimentación y las deliberaciones de dicha Conferencia y de su Comisión Preparatoria sobre esta cuestión.

10. El Consejo tomó nota de que en 1974 se había seguido por primera vez el sistema experimental aprobado en su 59o período de sesiones y en el 17o período de sesiones de la Conferencia, en virtud del cual ya no se prepara para someterla al examen del Consejo una versión preliminar del informe completo El Estado de la Agricultura y la Alimentación, sino que sustituye por informes periódicos publicados en el Boletín Mensual. El Consejo se mostró satisfecho con los documentos que se habían preparado en virtud de este nuevo sistema, especialmente dadas las muchas incertidumbres de la actual situación mundial de la agricultura y la alimentación, y consideró que debía seguirse aplicando ese sistema experimental. Se sugirió que el sistema vaya mejorando a medida que se desarrolle el sistema de información global y alerta sobre la alimentación y la agricultura propuesto por la Conferencia Mundial de la Alimentación. El Consejo recomendó que se haga cuanto sea posible para evitar duplicaciones innecesarias entre El Estado de la Agricultura y la Alimentación, la Situación de los Productos Básicos y los diversos informes periódicos que han de formar parte de este sistema, y que todos ellos, en la medida de lo posible, se complementen. Tomó nota también de las recomendaciones del Comité del Programa de que se examine de nuevo toda esta cuestión una vez que haya transcurrido el período experimental y se mejore el contenido, especialmente por lo que se refiere a las secciones regionales. 2

11. El Consejo tomó nota de que por primera vez había sido posible incluir una estimación de la cantidad anual total de ayuda al desarrollo orientada hacia el sector agrícola y de que esta información podría ampliarse y analizarse con más detalle en años futuros si los gobiernos miembros facilitarna más datos al respecto. El Consejo apeló a los Estados Miembros para que ayudaran a facilitar tal información. Algunos miembros consideraron que, al analizar la situación actual, se habían exagerado los efectos del aumento de los precios del petróleo, mientras no se habían subrayado suficientemente los de la inestabilidad de los tipos de cambio monetario. Con respecto a los efectos de los aumentos de los precios del petróleo varios miembros creían que la cuestión era digna de estudios posteriores. Varios miembros recalcaron la utilidad de disponer de más información y análisis sobre una base nacional más bien que regional. Entre los temas a los que, por deseos de diversos miembros, debe darse mayor atención en el futuro, figuran las inversiones en el sector agrícola, tanto de fuentes nacionales como extranjeras, las repercusiones de la ayuda al desarrollo, los precios de los insumos y del transporte, así como los de los productos agrícolas, la relación entre los costos agrícolas y los precios agrícolas, las relaciones demográficas, la nutrición, el sector forestal (incluido el suministro de papel, dada su importancia para los programas de enseñanza y extensión), una distinción más clara entre la producción pesquera destinada al consumo humano directo y la destinada a otros fines, las respuestas y reacciones de las políticas nacionales a los principales cambios que afectan al sector, como los de la crisis enérgética y monetaria.

1 CL 64/2, CL 64/2-Sup.1, CL 64/PV/2. CL 64/PV/3, CL 64/PV/18.
2 CL 64/7, párrafos 82–83.

12. El Consejo convino en que el texto completo del informe anual El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación, que ha de publicarse a finales de cada año, debe concentrarse en el análisis de las políticas alimentarias y agrícolas y en las tendencias a largo plazo. Tomó nota de que la mejora de éste y otros informes periódicos sobre la situación mundial y las perspectivas de la agricultura y la alimentación depende en buena parte de que mejore la información facilitada por los gobiernos miembros, para lo que en muchos casos será necesario aumentar la asistencia técnica a muchos países en desarrollo en lo relativo a estimaciones y pronósticos tempestivos de las cosechas. Se consideró que es necesario poder evaluar rápidamente los efectos que pueden tener en la producción condiciones meteorológicas anormales y que contemporáneamente es preciso esforzarse por disponer de pronósticos meteorológicos más fidedignos.

13. El Consejo convino en que uno de los mejores servicios que la documentación podía ofrecer era analizar las políticas alimentarias y agrícolas de los Estados Miembros en cuanto influyen en la situación global, prestando especial atención a las variaciones de sus políticas en función de los cambios de la situación en esferas como los balances alimentario, demográfico y nutricional. La evolución y evaluación de estas políticas integradas permitiría establecer una importante vinculación entre el trabajo del Consejo y el del Consejo Mundial de la Alimentación, cuya creación ha sido recomendada por la Conferencia Mundial de la Alimentación.

14. El Conse se mostró preocupado por el hecho de que la situación mundial de la agricultura y la alimentación ha empeorado en los últimos meses, en especial por lo que se refiere a los suministros de cereales, debido principalmente a que el tiempo ha sido una vez más desfavorable en algunas importantes regiones productoras. En 1974 no se han recogido las abundantes cosechas que tan urgentemente se necesitaban para reponer las existencias y lograr un grado razonable de seguridad. La producción mundial de cereales ha disminuido en 1974 por segunda vez en tres años, probablemente en una cifra tan alta como 40 ó 50 millones de toneladas. El informe de la FAO indica que es probable que las existencias mundiales de cereales (excluidas las de la China y la U.R.S.S.) disminuyan a menos de 100 millones de toneladas para mediados de 1975, es decir, menos de la mitad de las cifras de 1970. De esa manera, equivaldrán solamente al 11 por ciento del consumo mundial, mientras la FAO calcula que el nivel mínimo necesario para garantizar una suficiente seguridad alimentaria mundial es del 17 al 18 por ciento. Los precios en los mercados de exportación (exceptuados los del arroz) han comenzado a aumentar de nuevo, aunque en las últimas semanas se han estabilizado. Prosigue el aumento de los precios de los alimentos al por menor.

15. En 1974 la producción de alimentos ha disminuido sustancialmente en dos regiones que, por diferentes razones, son las más importantes desde el punto de vista de los suministros mundiales de alimentos: América del Norte, principal exportador de alimentos y el Lejano Oriente, donde vive la mayoría de la población mundial y de las personas mal nutridas. Las primeras estimaciones de la FAO indicaban que, si la producción mundial total y los productos alimentarios agrícolas alcanzaran las cifras del año anterior, se debería principalmente al aumento de los sacrificios de reses, especialmente en Europa occidental, que neutralizaría el descenso de la producción de cereales. Por tanto, eso no entrañaría grandes beneficios para los suministros de alimentos de los países en desarrollo cuyas escaseces de alimentos son más críticas.

16. El Consejo tomó nota con preocupación de que, juntamente con la continua escasez general de alimentos, especialmente de cereales básicos, sigue siendo crítica la situación de varios de los principales insumos esenciales para la producción de alimentos. La escasez y los altos precios de los fertilizantes químicos no han mostrado indicios de reducirse desde hace algún tiempo. Los suministros de algunos plaguicidas importantes empiezan a escasear y hay indicios de que este problema pueda llegar a ser crítico. Varios países se enfrentan con la escasez de combustible y energía eléctrica para las bombas de riego y para otras actividades esenciales relacionadas con la producción agrícola. Esta situación tiene gravísimas consecuencias para la producción en los países menos desarrollados y los países más gravemente afectados. Como medio importante para contrarrestar los efectos negativos del tiempo en la producción se mencionó la expansión de las instalaciones de riego.

17. Se convino que eran urgentes medidas necesarias para afrontar la doble escasez de alimentos y de medios para producirlos. Algunos miembros expresaron su desilusión por el hecho de que la Conferencia Mundial de la Alimentación hubiera realizado pocos progresos tangibles respecto a estos problemas inmediatos, y expresaron la esperanza de que empezaran a tomarse medidas para alcanzar los objetivos propuestos para 1975–76 en las diversas resoluciones. Es especialmente necesario asegurar la distribución equitativa de los suministros de alimentos disponibles hasta que empiecen a recogerse las cosechas del próximo año, prestando especial atención a las necesidades de los países más gravemente afectados.

18. A este respecto, el Consejo aprobó la iniciativa del Director General de convocar una consulta de los principales países exportadores e importadores de alimentos y le alabó por la celeridad con que ha actuado en tal vital cuestión. Algunos miembros aludieron a la declaración complementaria de El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación que indica que los suministros disponibles de cereales en el mundo para la campaña 1974–75 deberían ser suficientes para satisfacer todas las necesidades esenciales para el consumo humano, aunque se presentaban graves problemas de distribución, incluidos los financieros, que significaría que muchos de los países más perjudicados no podrían obtener las importaciones necesarias a menos que se les ayudase. Recalcaron la necesidad de proceder con cautela, dependiendo en todo lo posible de las fuerzas del mercado y evitando dramatizar excesivamente la situación ya que ello podría estimular otros aumentos de precios. Reconocieron un problema de pagos y que la ayuda con respecto a ellos debería proceder de la comunidad mundial en conjunto. Varios miembros insistieron en que, independientemente de las estadísticas actuales, las dificultades de muchos países en desarrollo eran reales y era necesario seguir haciendo lo posible para asegurar que se cubran sus moderadas necesidades. Algunos de estos países tienen graves dificultades de balanza de pagos. Por tanto, se insistió también en la necesidad de aumentar las subvenciones o de llegar a acuerdos sobre préstamos en términos de favor o retrasos de los pagos.

19. Algunos miembros señalaron la disminución de los ingresos de sus países por concepto de exportación de productos forestales y expresaron el deseo de que esta situación se reflejara en el estudio. Algunos otros sugirieron que algunos acontecimientos importantes, como la escasez de papel, merecían mayor atención, indicando las medidas que había tomado la Organización.

20. También es necesario, para que las cosechas de 1975 sean lo mayores posibles, asegurar una distribución equilibrada de los escasos medios de producción. El Plan Internacional de la FAO de Suministro de Fertilizantes reviste especial importancia a este respecto y necesita pleno apoyo de los Estados Miembros que están en condiciones de contribuir a él. El Consejo insistió en que no es suficiente asegurar suministros materiales, sino que es necesaria también ayuda financiera sustancial para los numerosos países en desarrollo que se encuentran con graves dificultades de balanza de pagos. Tomó nota de que la Operación de Emergencia de las Naciones Unidas podía ser una fuente importante de asistencia a este respecto y apoyó enérgicamente las actividades de la FAO de servicio da dicha operación y de cooperación con ella.

Problemas de productos básicos y comercio: Informe del 49o período de sesiones del CPPB (octubre de 1974)1

21. Dado que el 49o período de sesiones del Comité de Problemas de Productos Básicos se celebró con anterioridad a la Conferencia Mundial de la Alimentación, se hizo notar al Consejo que algunas cuestiones tratadas en el informe del Comité habrían de ser examinadas también a la luz de los resultados de esa Conferencia.

1 CL 64/8, CL 64/PV/8, CL/PV/18.

22. El Consejo hizo suya la evaluación del Comité de la actual situación mundial de los productos agropecuarios y de las perspectivas a corto y a largo plazo. Tomó nota con inquietud de las consecuencias para la agricultura mundial de la reciente evolución de la economía mundial, caracterizada en especial por elevados índices de inflación, crecientes desequilibrios de balanza de pagos, perspectivas de bajos índices de crecimiento económico y de continua inestabilidad monetaria. Asimismo tomó nota de la gravedad de la presente situación alimentaria mundial y de la crítica dependencia del mundo para su abastecimiento alimentario de las cosechas de la actual campaña, por haberse agotado las reservas de productos alimenticios básicos durante los dos últimos años. En consecuencia, el Consejo reconoció que la incertidumbre y la inestabilidad de los mercados de productos agropecuarios continuarán probablemente por algún tiempo en términos igualmente insólitos. En el contexto de la evaluación del comercio de productos agropecuarios, el Consejo notó una disminución continua de la parte correspondiente a los países en desarrollo en las exportaciones agropecuarias mundiales. La fuerte subida de los precios de los insumos agropecuarios y de los costos de las manufacturas han impedido a los países y a sus productores beneficiarse plenamente de los recientes aumentos de precios de los productos básicos, factor de considerable importancia para los países en desarrollo.

23. El Consejo aceptó la conclusión del Comité de que la creciente interdependencia de los países significaba que esos problemas sólo podrían resolverse mediante cooperación y consulta internacionales y teniendo plenamente en cuenta los intereses de los países en desarrollo, tanto en la esfera agropecuaria como en el ámbito más amplio de la economía.

24. El Consejo tomó nota de la conformidad general del Comité en el sentido de que las consultas intergubernamentales intensivas, en cumplimiento de la Resolución 83(III) de la UNCTAD han resultado de provecho, p. ej. al ayudar a los gobiernos a prepararse para las negociaciones comerciales multilaterales en el GATT; también tomó nota de que, a juicio de los países en desarrollo, las consultas no han alcanzado plenamente los objetivos para los que habían sido convocadas. El Consejo acordó que el CPPB y sus órganos auxiliares prosigan el examen de las propuestas y sugestiones incluidas en los informes de las consultas intensivas con el fin de alcanzar resultados concretos en materia de acceso a los mercados y de política de precios. Algunos miembros recalcaron que, a este respecto, la Declaración y el Programa de Acción sobre creación de un nuevo orden económico internacional, aprobados en el sexto período de sesiones especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas deberían ser tenidos en cuenta. El Consejo hizo notar que el Secretario General de la UNCTAD está preparando un programa integral de productos básicos articulado sobre múltiples productos y múltiples dimensiones y en el que tratará de obtener la colaboración de la FAO.

25. Algunos miembros propusieron que, al desaparecer los excedentes, procedía examinar la función del Subcomité de Colocación de Excedentes. A su juicio, sin perjuicio de seguir fiscalizando todas las ventas de comestibles en condiciones de favor y la aplicación de los principios de colocación de excedentes de la FAO, el Subcomité de Colocación de Excedentes debería intervenir además en las disposiciones complementarias de la Conferencia Mundial de la Alimentación, y sus funciones servir a los proyectados Comités de Seguridad Alimentaria Mundial y de Políticas y Programas de Ayuda Alimentaria. Se observó al respecto que el CPPB 2 ha considerado prematuro tomar decisiones sobre funciones, responsabilidades, cambio de nombre y ubicación del Subcomité de Colocación de Excedentes, mientras no se adopten medidas complementarias de la Conferencia Mundial de la Alimentación. El Consejo manifestó que esperaba hacer sugerencias a su debido tiempo.

26. El Consejo tomó nota de la evolución de las orientaciones y del calendario para la preparación de una Estrategia provisional del reajuste agrícola internacional por parte del Director General para su presentación a la Conferencia de la FAO en su 18o período de sesiones. Destacó la necesidad de que en esa Estrategia se tengan presentes las recomendaciones pertinentes de la Conferencia Mundial de la Alimentación y de las Conferencias Regionales de la FAO. Muchos coincidieron en que, de no reunirse el CPPB la primavera próxima, se estudiaría la posibilidad de crear un grupo especial de trabajo que asesorase al Director General sobre sus proyectos de propuestas para la Estrategia. El Consejo aprobó el calendario confeccionado por la Secretaría, el cual prevé la presentación al Consejo, en su período de sesiones de mediados de 1975, de un proyecto provisional de la Estrategia.

1 CL 64/8, párr. 155.

27. El Consejo tomó nota de que el 49o período de sesiones del CPPB, emprendió un examen de su labor y misión propias en el futuro, y aprobó su decisión de examinar este asunto a fondo en otra reunión más adelante. A juicio de algunos miembros, una vez concluida la Conferencia Mundial de la Alimentación, el CPPB debería actuar de modo más destacado como catalizador en sectores donde hace falta adoptar medidas y decisiones de política. También puede desempeñar una función más destacada en el examen de la relación mutua entre los mercados de productos básicos en un contexto más amplio de lo que es posible dentro de los distintos y más especializados Grupos internacionales de productos básicos, imprimiendo así una nueva dimensión a su propia labor y a la de sus órganos auxiliares.

28. El Consejo estudió la propuesta del CPPB de celebrar dos períodos de sesiones en 1975, uno en primavera y otro en otoño, así como el programa propuesto 1 para el de primavera. A juicio de algunos miembros, el CPPB debería reunirse en primavera para estudiar las últimas novedades de la situación mundial de los productos y de la alimentación, las cuestiones dimanantes de la Conferencia Mundial de la Alimentación y la Estrategia provisional del Director General en materia de reajuste agrícola internacional. Otros opinaron que el período de sesiones de primavera no era necesario. Indicaron que ya se habían adoptado medidas para afrontar la actual situación; que el CPPB estaría en mejores condiciones de evaluar las consecuencias de las actividades complementarias de la Conferencia Mundial de la Alimentación en el mes de octubre, ya que los nuevos organismos estarían aún en primavera en una etapa inicial de formación. Con objeto de asociar a los gobiernos a la tarea de elaborar orientaciones políticas para el reajuste agrícola internacional, estos miembros indicaron que podría convocarse un grupo de trabajo intergubernamental para la primavera de 1975 que examinara la estrategia provisional del Director General y sometiera sus opiniones a la consideración del Consejo en su período de sesiones de mediados de 1975. Se expresó también la opinión de que un período de sesiones del CPPB aseguraría una asistencia mayor de los gobiernos, a un nivel técnico superior, que una reunión de un grupo especial de trabajo encargado de examinar sólo el proyecto de estrategia para el reajuste agrícola. La única época en que resultaría práctico convocar una reunión del CPPB o de un grupo especial de trabajo es los primeros días de mayo. El Consejo llegó a la conclusión de que el Director General debiera iniciar los preparativos para la convocación, a primeros de mayo, de una consulta especial en la cual podrían participar todos los Estados Miembros y cuya misión sería examinar la propuesta estrategia para el reajuste agrícola internacional. También acordó que, en su período de sesiones de marzo de 1975, considerará si para entonces se ha llegado a una fase de la acción complementaria de la Conferencia Mundial de la Alimentación en que el CPPB pueda examinar útilmente sus funciones futuras y las de sus órganos auxiliares. Si el Consejo llega a la conclusión de que tal examen está indicado entonces, decidirá que el Director General convoque un período de sesiones del CPPB con esa finalidad, así como para la consideración de la estrategia propuesta. De no ser así, el examen lo haría una consulta especial.

Conferencia Mundial de la Alimentación (Roma, noviembre de 1974): Acción complementaria por parte de la FAO2

29. El Consejo tuvo ocasión de examinar los textos no oficiales de las resoluciones y declaraciones adoptadas por la Conferencia Mundial de la Alimentación 3 que se distribuyeron en espera de la edición por las Naciones Unidas del Informe oficial de la Conferencia. El Consejo tuvo también ante sí un compendio de los extractos de esas resoluciones, donde figuraban los párrafos dispositivos que parecían requerir una acción específica por parte de la FAO 4 y una nota del Director General en que se presentaban algunas sugestiones preliminares sobre las medidas que el Consejo podría tomar en su actual período de sesiones. 5 En el curso del período de sesiones, el Director General distribuyó un “Esbozo preliminar de la posible forma del Programa de Labores y Presupuesto para 1976–77”. 6

1 CL 64/8, párr. 170.
2 CL 64/LIM/3, CL 64/LIM/4, CL 64/LIM/8, CL 64/LIM/11, CL 64/INF/12, CL 64/INF/14, CL 64/PV/9, CL 64/PV/10, CL 64/PV/15, CL 64/PV/16, CL 64/PV/19.
3 CL 64/INF/12.
4 CL 64/LIM/3.
5 CL 64/LIM/4.
6 CL 64/LIM/8.

30. El Consejo se felicitó de las conclusiones y decisiones de la Conferencia Mundial de la Alimentación, que preparaban el terreno para un fortalecimiento considerable de la cooperación internacional para hacer frente al problema de la alimentación mundial. El verdadero impacto de la Conferencia dependerá, sin embargo, de la forma en que se dé cumplimiento a sus recomendaciones. Teniendo presentes la gravedad del problema y la importancia de mantener el impulso dado en la Conferencia, el Consejo estimó que la FAO deberá responder a esas decisiones con la mayor rapidez y eficacia posibles. En este espíritu hizo un examen preliminar de las conclusiones de la Conferencia en espera de las decisiones oficiales que tomen sobre las mismas el ECOSOC y la Asamblea General. El representante de las Naciones Unidas tomó nota con satisfacción del deseo del Consejo de no prejuzgar en el momento actual los resultados de las próximas deliberaciones del ECOSOC y de la Asamblea General sobre el informe de la Conferencia, y de tener plenamente en cuenta las pertinentes deliberaciones de los órganos competentes de las Naciones Unidas sobre la estructura de la colaboración; entre organismos para el logro de los objetivos de la Conferencia.

31. El Consejo reconoció que debían empezarse a poner en práctica ciertas recomendaciones de la Conferencia Mundial de la Alimentación, particularmente las mencionadas en el documento CL 64/LIM/4, tan pronto como fueran sancionadas por el Consejo Económico y Social y la Asamblea General. A este fin, el Consejo autorizó al Director General a contraer compromisos de gastos en 1975 hasta un máximo de 1 millón de dólares, cifra que debería examinar nuevamente el Consejo en su período de sesiones de marzo de 1975. Los compromisos que no se refirieran claramente a obligaciones continuas, se someterían, siempre que fuera posible, al previo examen de los Comités del Programa y de Finanzas, pero en casos urgentes el Director General podría contraerlos e informar a los dos Comités ex post facto. Los compromisos referentes a obligaciones continuas deberían someterse antes al examen de los Comités del Programa y de Finanzas en su reunión extraordinaria conjunta. Varios miembros sugirieron la conveniencia de que esos compromisos fueran sometidos también al examen del período de sesiones del Consejo de marzo de 1975. El Consejo delegó, sin embargo, facultades a ambos Comités para aprobar dichos compromisos. Los fondos para cubrirlos deberían buscarse primero en las economías del programa cuando fuera posible y, en segundo lugar, si fuera necesario, en las economías de divisas realizadas en 1974 o que pudieran realizarse en 1975.

32. El Consejo expresó su complacencia por el enfoque general y las propuestas hechas por el Director General en el documento CL 64/LIM/4, que habían facilitado sus debates y conclusiones. Le autorizó a llevar a la práctica estas propuestas teniendo en cuenta las observaciones del Consejo que constan en este informe. Tomó nota de la intención del Director General de mantener a los gobiernos de los Estados Miembros informados de las novedades durante los meses venideros, a través también de sus representantes en Roma.

33. El Consejo estimó que sería prematuro cualquier debate sobre el propuesto Consejo Mundial de la Alimentación o llegar a una decisión acerca de los preparativos detallados concernientes a la Secretaría mientras la Asamblea General no tome una decisión sobre la recomendación de la Conferencia Mundial de la Alimentación. Convino, sin embargo, en que el Director General debe estar en condiciones de facilitar inmediatamente los servicios necesarios al nuevo organismo si fuera creado oficialmente por la Asamblea General en su actual período de sesiones. A ese fin, autorizó al Director General a ofrecer cuatro puestos de categoría profesional, más los correspondientes servicios de secretaría y conexos. El Consejo tomó nota de la intención del Director General de nombrar un alto funcionario de la Organización, que desempeñaría el cargo de jefe de la secretaría provisional así creada, además de sus funciones normales.

34. En espera del establecimiento del propuesto Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, el Consejo autorizó al Director General a convocar una o más consultas especiales sobre seguridad alimentaria mundial, a las que tengan acceso todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas y los Estados Miembros y Miembros Asociados de la FAO y que se encarguen de las funciones sugeridas en las resoluciones de la Conferencia Mundial de la Alimentación sobre esta materia.

35. Por lo que respecta a la propuesta reconstitución del Comité Intergubernamental del Programa Mundial de Alimentos, el Consejo oyó una sugerencia del Director Ejecutivo para que el Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General de la FAO, en consulta con él, convoquen una reunión especial a la que tengan acceso todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas y los Estados Miembros y Miembros Asociados de la FAO para estudiar las cuestiones específicas planteadas por la recomendación de la Conferencia Mudnial de la Alimentación. Las recomendaciones de dicha reunión especial, que podría celebrarse en unión con el próximo período de sesiones del Comité Intergubernamental en marzo de 1975, se presentarían al Consejo Económico y Social y al Consejo de la FAO, los que a su vez formularían recomendaciones a la Asamblea General y a la Conferencia de la FAO.

36. A la luz de esta sugerencia, el Consejo pidió al Director Ejecutivo que, en consulta con el Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General de la FAO, prepare un informe sobre toda la cuestión de la reconstitución del CIG como Comité de Políticas y Programas de Ayuda Alimentaria, desde el punto de vista de la composición, distribución geográfica de los miembros, periodicidad de las reuniones, desempeño de las antiguas y nuevas funciones, y acuerdos necesarios para ejercer sus mayores responsabilidades. El Consejo recomendó al Secretario General y al Director General que convoquen una consulta especial, a la que tengan acceso todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas y los Miembros y Miembros Asociados de la FAO para examinar el informe y hacer recomendaciones al ECOSOC y al Consejo de la FAO. El Consejo propuso además que la consulta especial se convoque para los días 26 y 27 de marzo de 1975, inmediatamente después del 27o período de sesiones del CIG, que durará del 17 al 25 de marzo de 1975.

37. El Consejo convino en que el Sistema Global de Información y Alerta sobre la Alimentación y la Agricultura, recomendado por la Conferencia Mundial de la Alimentación, se establezca en la FAO, incorporando en el mismo las actividades conexas de la FAO que ya existen en ese sector, y pidió al Director General (a) que adopte las medidas necesarias dentro del Programa Ordinario para crear el Sistema tan pronto como sea posible y recabar la cooperación de la OMM, del Consejo Internacional del Trigo y de otras organizaciones interesadas, según proceda y (b) que presente al Consejo, en su período de sesiones de marzo de 1975, propuestas específicas sobre los acuerdos de trabajo necesarios para poner plenamente en funcionamiento el Sistema, según lo previsto por la Conferencia Mundial de la Alimentación. Un miembro reservó su posición a propósito del Sistema.

38. El Consejo aprobó la participación de la FAO, en la calidad que le corresponda, en la organización del Grupo Consultivo sobre Producción e Inversiones Alimentarias en los países en desarrollo, propuesto por la Conferencia Mundial de la Alimentación. Se señaló también la posibilidad de utilizar esos métodos para la extensión y el crédito agrícolas y para el desarrollo rural. El Consejo estimó, sin embargo, que probablemente habría que modificar el modelo satisfactorio del Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales para que pudiera utilizarse con igual éxito en éstos y en otros casos.

39. El Consejo estimó que era prematuro examinar los servicios que la FAO podría prestar al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola propuesto. Tocaría al Fondo mismo, una vez creado, indicar las modalidades de la cooperación que desee establecer con la FAO.

40. El Consejo convino en que las recomendaciones de la Conferencia tendrán un gran impacto en la Organización y pidió que se procediera a un minucioso reexamen de las prioridades de la FAO. Las nuevas actividades pedidas por la Conferencia deben en primer lugar realizarse mediante una modificación del orden de prioridades y una concentración de los esfuerzos; en la medida en que las nuevas prioridades no puedan costearse de esta forma, deberán recabarse recursos adicionales. En el examen de las prioridades habrá que tomar también debidamente en cuenta las recomendaciones de las conferencias regionales, así como las zonas de programas que se salen de la esfera de la Conferencia Mundial de la Alimentación.

41. El Consejo tomó nota del contenido del documento CL 64/LIM/8 y del Corrigendum del mismo, y de los puntos de vista del Director General según los cuales para dar una respuesta eficaz a las recomendaciones de la Conferencia sería necesario en 1976–77 un aumento del Programa del orden del 32 por ciento en términos reales, lo que representa un nivel presupuestario total de alrededor de 191 millones de dólares para el bienio. El Consejo escuchó algunas observaciones preliminares según las cuales el documento abarcaba un terreno extenso y complejo y necesitaría un examen detenido. El Consejo pidió al Comité del Programa y al Comité de Finanzas que a partir del 15 de enero de 1975 celebraran una reunión conjunta extraordinaria para examinar el documento CL 64/LIM/8, y su Corrigendum, junto con la información suplementaria que el Director General preparará antes de esa fecha. Se sugirió que el Director General no ahorre esfuerzos para enviar el informe del Comité a los miembros lo más rápidamente posible y que, además, informe a los representantes de los Estados Miembros en Roma acerca de los resultados de los debates en la reunión conjunta. En especial, los dos Comités deben tener en cuenta las decisiones que el Consejo Económico y Social y la Asamblea General tomarán en breve sobre el informe de la Conferencia Mundial de la Alimentación.

42. Las recomendaciones de los Comités del Programa y de Finanzas serán examinadas por el Consejo en un período de sesiones cuya fecha se fijó para los días 10 a 14 de marzo de 1975. El Consejo instó al Director General a hacer cuanto esté en sus manos para asegurar que la documentación para ese período de sesiones se distribuya con la mayor antelación posible. En dicho período de sesiones, el Consejo examinará (a) las repercusiones de la Conferencia Mundial de la Alimentación en los programas de la FAO para 1975 y años ulteriores; (b) las consecuencias presupuestarias y (c) el efecto que tienen para la FAO las recomendaciones institucionales de la Conferencia Mundial de la Alimentación y las decisiones que para entonces hayan tomado sobre ellas el Consejo Económico y Social y la Asamblea General. A la luz de los pareceres del Consejo sobre los puntos (a) y (b), el Director General preparará entonces su Resumen del Programa de Labores y Presupuesto para 1976–77. El tema (c) no podrá examinarse más que preliminarmente en el citado período de sesiones. A tal fin, el Director General presentará un documento relativo a todos los aspectos de esta cuestión. De ser necesario, podrán tomarse posteriormente las medidas oportunas para preparar una reseña de la acción necesaria, para su examen a fondo por el Consejo en su período de sesiones de mediados de 1975 (66o). Se sugirió que ese período de sesiones podría programarse para el mes de julio, de modo que se disponga de tiempo suficiente para que los Comités del Programa y de Finanzas puedan examinar el Resumen del Programa de Labores y Presupuesto y para que los Comités pertinentes y los Estados Miembros puedan examinar otras cuestiones. La decisión definitiva sobre esta cuestión se dejó en manos del Presidente del Consejo y del Director General, a la luz de otras reuniones.

43. El Consejo pidió a los Comités del Programa y de Finanzas que presten plena atención, en su reunión conjunta extraordinaria, a la cuestión de la descentralización, en la que muchos miembros han insistido y que el Director General ha planteado en los párrafos 70–73 del documento CL 64/LIM/8. Varios miembros expresaron también su apoyo a la propuesta contenida en el párrafo 76 de ese documento acerca de una reserva no programada, parte de la cual estará a disposición de las oficinas regionales y otra parte a disposición de las oficinas centrales para asistencia técnica no programada.

44. El Consejo pidió al Director General que transmita el informe de sus deliberaciones sobre esta cuestión al Secretario General de las Naciones Unidas, para que ayuden al ECOSOC y a la Asamblea General en su examen del informe de la Conferencia Mundial de la Alimentación.

Seguridad Alimentaria Mundial

- Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial1

45. El Consejo examinó el texto del propuesto Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial que le había transmitido el Comité de Problemas de Productos Básicos (CPPB) en la redacción aprobada por el Grupo Especial de Trabajo sobre Seguridad Alimentaria Mundial. En sus observaciones preliminares, el Presidente del Comité de Problemas de Productos Básicos se refirió específicamente a los comentarios y las recomendaciones del CPPB sobre el Compromiso, contenidas en el informe de su 49o período de sesiones.

1 CL 64/8 párrs. 41–67, CL 64/PV/16, CL 64/PV/19.

46. El Consejo tomó nota de que el texto del Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial representa el resultado positivo de una conciliación delicadamente equilibrada de muchos puntos de vista diferentes. Se propugnó en general la aprobación del Compromiso y su rápida transmisión por el Director General a todos los gobiernos. El Consejo convino en que el Compromiso debe verse a la luz de los comentarios y las recomendaciones hechas por el Comité de Problemas de Productos Básicos en su 49o período de sesiones. En particular, reconoció que, si bien la adopción de políticas apropiadas en materia de reservas constituye un elemento esencial de la seguridad alimentaria mundial, es igualmente importante si no más urgente, acelerar la producción de alimentos, particularmente en los países en desarrollo. Dadas las dificultades con que se enfrentan los países en desarrollo para la acumulación y mantenimiento de existencias, así como para la organización del almacenamiento, el Consejo subrayó la urgente necesidad de ayudar a dichos países a formar y reponer sus reservas mediante ayuda alimentaria y asistencia financiera, así como a crear medios suficientes de almacenamiento. El Consejo acordó al respecto que el contenido de las consultas intergubernamentales previstas en la Sección VI del Compromiso debe interpretarse apliamente y que, en la consideración de toda medida de política dirigida a poner remedio a la situación, según se prevé en el párrafo 16(c) del Compromiso, se debe incluir también los progresos logrados en la prestación de ayuda alimentaria y de asistencia financiera a los países en desarrollo para la satisfacción de las necesidades mínimas de cereales, el mantenimiento de reservas y la creación de medios de almacenamiento.

47. Algunos miembros estimaron que las disposiciones referentes a las “salvaguardias necesarias” del párrafo 7 de este Compromiso debieran expresarse en términos más coercitivos.

48. El Consejo tomó nota del parecer de la Asesoría Jurídica, manifestado al 49o período de sesiones del CPPB, de que el Compromiso no debería considerarse como un convenio o acuerdo internacional obligatorio jurídicamente, sino como una promesa basada en la confianza mutua y la buena fe, que encierra el deseo de los gobiernos de conseguir determinados objetivos acordados de una actividad nacional e internacional concertada. 1

49. Respecto de los productos que ha de abarcar el Compromiso, el Consejo convino en que, inicialmente, debe referirse ante todo a cereales. El Consejo tomó nota también de que, a la larga, pudiera ampliarse su ámbito para comprender asimismo otros alimentos básicos.

50. El Consejo puso de relieve que un sistema amplio de información alimentaria constituye un elemento vital del Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial y expresó la esperanza de que los gobiernos proporcionen datos actualizados sobre cuestiones de alimentación y agricultura, según se prevé en el Compromiso. Varios miembros observaron que será necesario abordar diversas cuestiones técnicas y prácticas con objeto de poder ejecutar eficazmente el Compromiso. El Consejo expresó al respecto su satisfacción por el proyecto de celebrar en febrero de 1975 una consulta de expertos para examinar tales cuestiones.

51. El Consejo tomó nota de que la Resolución XVIII de la Conferencia Mundial de la Alimentación recomienda que las directrices internacionales para la creación de reservas o fondos destinados a satisfacer las necesidades internacionales en situaciones de urgencia se formulen como parte del Compromiso propuesto con el fin de lograr una coordinación eficaz de esas reservas y conseguir que el socorro alimentario llegue a los grupos más necesitados y vulnerable de los países en desarrollo. En un esfuerzo por cumplir con lo dispuesto en el párrafo 6 de la Resolución XVIII de la Conferencia Mundial de la Alimentación, se sugirió el texto provisional para una adición al párrafo 6 del Compromiso, que el Consejo transmitió a los gobiernos para que lo examinen: “A tal fin (a) los gobiernos deben comprometerse, siempre que sea posible, a identificar, dentro del marco de sus políticas nacionales, las existencias o fondos asignados para casos de urgencia, y (b) los probables países beneficiarios deben preparar planes o programas adecuados para asegurar que el socorro alimentario llegue directamente a los grupos más necesitados y vulnerables, sin retrasos ni pérdidas.” 2

1 CL 64/8 párrs. 52–53.

2 Un miembro propuso que, tan pronto como sea posible, el Director General elabore las directrices internacionales sobre existencias para casos de urgencia, recomendadas en la Declaración Universal para la Erradicación del Hambre y la Malnutrición, adoptada por la Conferencia Mundial de la Alimentación, y que someta tales directrices a consideración del 18o período de sesiones de la Conferencia.

52. En cuanto a las actividades complementarias, el Consejo pidió al Director General que transmita el Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial a todos los Estados Miembros y Miembros Asociados de la FAO invitándoles a comunicar su conformidad en adoptar los objetivos, políticas y directrices contenidos en el Compromiso. Pidió también al Director General que transmita el Compromiso a los Estados no miembros de la FAO, que lo sean de las Naciones Unidas, llamando su atención sobre la importancia de la participación universal de todos los países en el logro de la seguridad alimentaria mundial e invitándoles a participar en la ejecución del Compromiso. Se sugirió que la consulta especial sobre Seguridad Alimentaria Mundial debiera celebrarse en mayo de 1975. También se sugirió que examine las cuestiones relativas a la creación de un comité permanente de seguridad alimentaria mundial y que haga un análisis general de la situación de la seguridad alimentaria mundial y, en particular, de la posición relativa a la aprobación del Compromiso por cada gobierno. Tras este análisis, los gobiernos estarían en mejores condiciones para estudiar qué otras medidas son necesarias para acelerar la ejecución del Compromiso.

53. El Consejo, en consecuencia, aprobó 1 la Resolución siguiente:

Resolución 1/64

COMPROMISO INTERNACIONAL SOBRE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

EL CONSEJO,

Recordando la Resolución de la Conferencia 3/73 sobre Seguridad Alimentaria Mundial,

Reafirmando la urgente necesidad de adoptar medidas internacionales eficaces con el fin de conseguir que haya en todo tiempo existencias mundiales suficientes de alimentos básicos para evitar la escasez aguda de alimentos en el supuesto de mala cosecha generalizada, desastres naturales o de otro tipo, para mantener una expansión constante del consumo en países con un bajo nivel de ingesta por habitante y contrarrestar las fluctuaciones de la producción y los precios,

Tomada nota de los resultados y recomendaciones presentados, en cumplimiento de la Resolución 3/73 de la Conferencia por el Grupo Especial de Trabajo sobre Seguridad Alimentaria Mundial (CCP: 74/14) y prestando especial consideración a las observaciones y recomendaciones del Comité de Problemas de Productos Básicos en su 49o período de sesiones (CL 64/8),

Tomando nota, además, de las Resoluciones XVI, XVII y XVIII de la Conferencia Mundial de la Alimentación, y particularmente del párrafo dispositivo 4 de la Resolución XVII y el párrafo dispositivo 6 de la Resolución XVIII,

Reconociendo las necesidades de asistencia que tienen los países en desarrollo para aumentar su producción alimentaria y formar sus reservas nacionales,

1. Aprueba el Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial que aparece en el Anexo.

2. Pide al Director General que transmita la presente Resolución y el adjunto Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial a (a) todos los Estados Miembros y Miembros Asociados de la FAO, invitándoles a manifestar su conformidad en adoptar los objetivos, políticas y directrices contenidas en el Compromiso, y (b) a los Estados no miembros de la FAO que sean miembros de las Naciones Unidas, de cualquiera de sus organismos especializados o de la OIEA, que tengan un interés sustancial en la producción, el consumo y el comercio mundial de alimentos, principalmente de cereales, destacando la importancia de la participación universal de todos los países en el logro de la seguridad alimentaria mundial, e invitándoles a colaborar en el cumplimiento del Compromiso.

3. Pide, además, al Director General que invite a los gobiernos interesados a que le informen de sus decisiones antes del 30 de marzo de 1975, y también a que le comuniquen las medidas que se proponen adoptar con arreglo al Compromiso.

4. Insta a los gobiernos a participar activamente en el cumplimiento de las cláusulas del Compromiso Internacional y en el logro de sus objetivos.

5. Exhorta a los gobiernos y a las organizaciones internacionales y regionales interesadas a que proporcionen la asistencia técnica, financiera y alimentaria necesarias en forma de subvenciones o de condiciones especialmente favorables, para formular y aplicar políticas nacionales apropiadas de existencias alimentarias en los países en desarrollo, incluida la ampliación de los medios de almacenamiento y transporte, dentro de las prioridades de su programa nacional de desarrollo, de tal modo que se hallen en condiciones de participar eficazmente en una política de seguridad alimentaria mundial.

1 Un miembro se reservó su posición respecto a la Resolución porque su gobierno opinaba que la ayuda alimentaria mundial prestada en condiciones de favor, según prevé el Compromiso, tiene un efecto perturbador sobre la economía de los países exportadores en desarrollo. Otro miembro se reservó asimismo su postura en cuanto a dicha Resolución basándose en que, según su gobierno, algunas cláusulas del Compromiso interesan a derechos soberanos de las naciones y algunas otras no están claras.

ANEXO A LA RESOLUCION 1/64

COMPROMISO INTERNACIONAL SOBRE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

I. Finalidades y responsabilidades comunes

1. Los gobiernos que se adhieren a este compromiso, teniendo en cuenta la Resolución 3/73 aprobada por la Conferencia de la FAO en su 17o período de sesiones y las Resoluciones XVI, XVII y XVIII de la Conferencia Mundial de la Alimentación, reconocen que la garantía de una seguridad alimentaria mundial es una responsabilidad conjunta de la entera comunidad internacional. Por lo tanto, se comprometen a cooperar haciendo cuanto pueden para asegurar en todo momento la disponibilidad de suficientes suministros mundiales de alimentos básicos, en primer lugar cereales, a fin de evitar escaseces agudas de alimentos en caso de malas cosechas generales o de catástrofes naturales, sosteniendo una expansión constante de la producción y el consumo y reduciendo las fluctuaciones en la producción y en los precios.

2. Reconociendo que la seguridad alimentaria ha de abordarse desde varios ángulos, especialmente fortaleciendo la producción básica de alimentos de los países en desarrollo, las políticas nacionales de reservas, los programas de ayuda alimentaria y otras medidas, incluyendo los acuerdos comerciales a largo plazo, los gobiernos se comprometen a adoptar medidas nacionales e internacionales para lograr un desarrollo acelerado de la producción de alimentos, cuando convenga, y en particular a ayudar a los países en desarrollo que son muy vulnerables a las fluctuaciones de las cosechas y donde aumentan las necesidades de consumo.

3. Por lo que se refiere a las políticas de reservas, todos los gobiernos, de acuerdo con sus necesidades institucionales y constitucionales, deberán:

  1. adoptar políticas sobre reservas de cereales 1 que tengan en cuenta las políticas de otros países y permitan mantener un nivel mínimo de seguridad de las reservas de cereales básicos de todo el mundo;

  2. revisar o establecer límites u objetivos para las reservas, o tomar medidas tendientes a ello, con el fin de mantener reservas de cereales en el país o en los grupos de países en cuestión por lo menos a los niveles que se consideren necesarios para asegurar la continuidad de los suministros, teniendo además en cuenta posibles situaciones de emergencia en casos de malas cosechas o catástrofes naturales 2;

  3. tomar medidas encaminadas a asegurar que las reservas sean reconstituidas tan pronto como sea posible cuando bajen a niveles inferiores al mínimo necesario para hacer frente a las escaseces de alimentos;

1 El término “reservas” significa los suministros de cereales que quedan en existencia a finales del año comercial del país en cuestión.

2 Se reconoce que algunos de los principales países exportadores de cereales, especialmente de arroz, son países en desarrollo que no disponen de los recursos de capital necesarios para mantener reservas superiores a las necesidades reales.

4. En períodos de escasez ayuda de alimentos, los países que tengan reservas en exceso de los niveles mínimos de seguridad para cubrir las necesidades y emergencias interiores se comprometen a hacer asequibles dichas existencias para la exportación en condiciones razonables.

II. Normas para la creación y el mantenimiento de reservas

5. En la formulación, revisión y/o reajuste de las políticas nacionales de reservas y de sus niveles mínimos deseables, los gobiernos deberán tener en consideración las siguientes normas, que constituyen el marco general dentro del cual cada país formulará sus propias políticas, de acuerdo con sus circunstancias peculiares:

  1. Vulnerabilidad a las malas cosechas debido a la sequía, las inundaciones y otros riesgos naturales, e importancia del consiguiente déficit de la producción nacional de cereales.

  2. Volumen de las necesidades anuales normales para el consumo interno y, en su caso, para la exportación.

  3. El grado de dependencia con respecto a las importaciones de cereales en condiciones normales y la escala de las posibles necesidades de importaciones de urgencia, en relación con el nivel medio del comercio mundial del producto en cuestión.

  4. El período que se necesita para que las importaciones sean organizadas y entregadas al país en períodos de urgencia o de escasez interna repentina, y el tiempo necesario para el transporte interno a los centros de consumo.

  5. El tiempo probable que se necesite para aumentar la producción de cereales en cantidad suficiente para reconstituir las reservas si éstas se han reducido a causa de escaseces de alimentos.

  6. La proporción de suministros nacionales que entra en los mercados comerciales.

  7. Las necesidades de cualquier programa gubernamental de distribución de cereales comestibles a los sectores vulnerables de la población.

  8. La conveniencia de ubicar las reservas en forma y en lugares tales que aseguren la disponibilidad de cereales para su entrega cuándo y dónde sea más probable que se requieran; y que, con los medios de almacenamiento y transporte disponibles, reduzcan al mínimo los gastos financieros correspondientes y que, además, cuando sea el caso, faciliten los envíos urgentes a los países beneficiarios en el tiempo más corto posible.

  9. Las promesas al PMA y otros programas internacionales de ayuda alimentaria y las asignaciones para programas bilaterales de ayuda alimentaria, incluyendo las promesas concretas para la constitución nacional y regional de reservas.

  10. El mantenimiento de una corriente regular de suministros a precios razonables para hacer frente a las variaciones previsibles en la demanda de los países importadores.

  11. La posibilidad de una interrupción en la corriente de suministros importados por sucesos que escapen al control del gobierno (huelgas portuarias en un país exportador, dificultades de transporte marítimo, etc.).

  12. La situación especial de los países en desarrollo, tal como se expone en el Capítulo IV, infra.

6. Las dificultades especiales de diversos países en desarrollo para mantener existencias nacionales al nivel mínimo conveniente imponen una responsabilidad adicional al resto de la comunidad internacional en la salvaguardia de la seguridad alimentaria mundial. Los gobiernos deberán tenerlo en cuenta cuando fijen sus metas u objetivos en materia de reservas y deberán, en la medida de lo posible, asignar existencias o fondos para hacer frente a las necesidades internacionales de urgencia.

III. Salvaguardias necesarias

7. Teniendo presente los graves problemas que han surgido en el pasado debidos a la acumulación y colocación de grandes excedentes agrícolas, los gobiernos deben dar la máxima consideración a las posibles repercusiones que en la estructura de la producción y el comercio pudiera tener la realización de la política de seguridad alimentaria mundial. Los gobiernos debieran seguir observando a este respecto los principios y obligaciones consultivas que se han desarrollado en la FAO y en el Subcomité Consultivo sobre Colocación de Excedentes, y que pudieran modificarse y ampliarse según fuere necesario.

8. Con este fin:

  1. todos los países deberán tratar de organizar sus políticas nacionales de existencias de alimentos en forma que eviten efectos perjudiciales en la estructura de la producción o del comercio internacional, prestando especial atención a los intereses de los países en desarrollo, que dependen en gran medida de las exportaciones de alimentos.

  2. los gobiernos deberán reconocer la necesidad de promover el empleo eficaz de los recursos agrícolas mundiales y estudiar medidas tendientes a dar a los productores una protección suficiente contra los efectos que sobre los precios mundiales tengan la acumulación, retenciones y salida de existencias mantenidas como resultado de este Compromiso.

IV. Asistencia especial a los países en desarrollo

9. Para promover la participación efectiva de los países en desarrollo en este Compromiso a fin de lograr los objetivos de una seguridad alimentaria mundial, es imperativo asegurar una disponibilidad adecuada de cereales y, por consiguiente, una aceleración del ritmo de aumento de su producción. Para ello es preciso que los países en desarrollo revisen constantemente sus políticas generales de producción agrícola y los diversos caminos que pueden seguir, y se requiere el apoyo activo de la comunidad internacional a los programas de desarrollo de dichos países dentro del contexto de sus prioridades nacionales de desarrollo. Las organizaciones internacionales financieras y técnicas correspondientes, los países desarrollados y otros países contribuidores en potencia deben adoptar urgentemente las medidas necesarias para permitir a los países en desarrollo conseguir la asistencia financiera, técnica y material necesaria, y en especial los fertilizantes y otros medios de producción que les hacen falta para aumentar su producción agrícola.

10. Es preciso asimismo seguir contando con los programas bilaterales de ayuda alimentaria y con el Programa Mundial de Alimentos para resolver escaseces que no puedan atenderse mediante un intercambio comercial normal, así como las escaseces imprevistas y las situaciones de urgencia.

11. La asistencia internacional desempeña también un papel importante en la prestación de ayuda alimentaria y asistencia financiera en condiciones de favor o en forma de subvención para cubrir las necesidades mínimas de cereales y el mantenimiento de existencias, y especialmente de existencias de urgencia, en los países en desarrollo, para la investigación sobre la creación de instalaciones de almacenamiento que se adapten a la situación de esos países, y en dar asesoramiento sobre las políticas de existencias y otras conexas dentro del contexto de los programas nacionales de desarrollo. Los países desarrollados y otros contribuidores potenciales, así como los correspondientes organismos internacionales y regionales de desarrollo debieran prestar más asistencia para localizar y movilizar los recursos que necesiten los países en desarrollo a esos fines.

12. Por lo que respecta en particular al PMA, la medida en que puede ayudar a los países en desarrollo proporcionando ayuda alimentaria para la constitución de reservas nacionales está fuertemente restringida por su situación financiera y sus prioridades. Por ello, los gobiernos debieran estudiar la posibilidad de proporcionar al PMA recursos adicionales para que el Programa pueda desempeñar en el mayor grado posible su papel de ayudar a los países en desarrollo a conseguir la seguridad alimentaria, así como en operaciones de urgencia.

V. Sistema de información

13. El funcionamiento efectivo del sistema de seguridad alimentaria mundial dependerá en gran medida de la disponibilidad de información oportuna y suficiente. Los gobiernos de los Estados Miembros de la FAO deberán proporcionar al Director General, con regularidad, toda la información disponible sobre el volumen de las reservas nacionales, los programas y políticas oficiales de mantenimiento de reservas, las disponibilidades de exportación y las necesidades de importación presentes y previsibles de cereales, y los aspectos pertinentes de la situación de la oferta y la demanda, así como sobre la ayuda prestada a los programas de producción de alimentos en los países en desarrollo. Deberá invitarse a otros gobiernos a que faciliten una información análoga. Con el fin de evitar repercusiones desfavorables en el mercado en particular, el Director General de la FAO deberá garantizar, cuando así lo solicite un gobierno, que los datos proporcionados por ese gobierno al sistema de información sólo se darán a conocer, en forma restringida, a los gobiernos adheridos al Compromiso.

14. Para que todos los gobiernos estén directamente informados de los hechos que corrientemente se registren en la situación cerealista internacional durante los períodos de escasez mundial de suministros, el Director General de la FAO deberá preparar, con carácter trimestral o con mayor frecuencia, evaluaciones concisas y documentadas de la situación y las perspectivas, que deberán distribuirse prontamente a los gobiernos.

15. Para la recogida y análisis de informaciones y estadísticas, el Director General de la FAO deberá recabar la asistencia del Consejo Internacional del Trigo y de otras organizaciones intergubernamentales interesadas.

VI. Consultas intergubernamentales

16. La suficiencia de la producción y reservas mundiales de cereales deberán ser objeto de continuo examen, a fin de que se puedan adoptar medidas oportunas para mantener una seguridad alimentaria mundial. Con este fin, los gobiernos que se adhieran a este Compromiso deberán con la asistencia de la FAO y otras organizaciones intergubernamentales interesadas, consultarse entre sí para:

  1. analizar los avances conseguidos en la aceleración de la producción de cereales en los países en desarrollo y la ayuda que se les presta con ese fin, especialmente por lo que respecta al suministro de elementos esenciales para la producción agrícola.

  2. efectuar evaluaciones periódicas de la suficiencia del nivel y previsible de las existencias en los países exportadores e importadores considerados en conjunto, para asegurar una corriente regular de suministros de cereales que permitan atender a las necesidades de los mercados internos y mundiales, incluidas las de ayuda alimentaria, en épocas de cosechas escasas o de cosechas muy malas; deberán tenerse en cuenta las consideraciones expuestas en las normas; y

  3. examinar aquellas medidas de política, a corto plazo y a plazo más largo, que se consideren necesarias para remediar cualquier dificultad prevista en la garantía del suministro suficiente de cereales para una seguridad alimentaria mundial mínima.

VII. Cláusula para la revisión del Compromiso

17. Este Compromiso, con sus disposiciones y normas, quizás tenga que ser revisado, especialmente si futuras negociaciones internacionales llevaran a los gobiernos a la adopción de compromisos concretos que afectasen sustancialmente al presente Compromiso.

- Evaluación de la situación de las existencias mundiales de cereales1

54. La Conferencia de la FAO, en la Resolución 3/73 sobre Seguridad Alimentaria Mundial, había pedido al Consejo que examinase la situación relativa a las políticas nacionales de existencias, que le asesorase sobre la adopción de medidas ulteriores y que iniciase evaluaciones de la situación mundial, actual y futura, respecto a existencias de cereales, a la luz de los objetivos de la seguridad alimentaria mundial. El Consejo estudió al respecto el documento CL 64/27 que la Secretaría ha preparado teniendo en cuenta los comentarios del Comité de Problemas de Productos Básicos, del Grupo Intergubernamental sobre Cereales y del Consejo Internacional del Trigo.

55. El Consejo tomó nota de que las existencias totales de cereales a fines del año agrícola 1973/74 habían bajado, registrándose este descenso en todos los cereales principales. Como la producción mundial de cereales en 1974 sería inferior a la de 1973 a causa de las condiciones meteorológicas desfavorables, se espera que las existencias de cereales disminuyan aún más durante la campaña de 1974/75. La cuantía de las existencias es inferior a las metas nacionales oficiales perseguidas en materia de reservas por un gran número de países, la mayoria de ellos en desarrollo, y principalmente por los países importadores de alimentos.

56. El Consejo también tomó nota de que el nivel de reservas es inferior al estimado por la Secretaría como un mínimo de seguridad requerido para cumplir los objetivos de la seguridad alimentaria mundial. Aunque el Consejo apreció la utilidad de los análisis de esta clase, se hicieron sugerencias para la introducción de posibles mejoras en la metodología utilizada.

57. El Consejo convino en que las reservas mundiales de cereales se hallan a un nivel muy bajo y constituyen una preocupación seria. Estimó que no debe perderse de vista la evolución de la situación alimentaria mundial en 1974/75 por si fuera necesario tomar medidas urgentes para salvaguardar la cuantía del consumo en el supuesto de malas cosechas en alguna de las regiones productoras principales.

58. El Consejo observó las medidas adoptadas por muchos gobiernos para examinar sus políticas nacionales de reservas y aumentar la producción de cereales con el propósito de reponer existencias. Subrayó que, al aplicar políticas de reservas, se debe prestar hoy día la debida atención para evitar que se agrave la situación ya tirante de la oferta y la demanda en 1974/75. No debe escatimarse esfuerzoalguno para aumentar los programas de asistencia (incluida la ayuda alimentaria, los fertilizantes y otros insumos) con el fin de reforzar la capacidad de producción cerealera de los países en desarrollo y de ejecutar sus programas nacionales de reservas con vistas a conseguir una distribución geográfica mejor de los suministros y las existencias de alimentos.

59. El Consejo pidió a todos los gobiernos que cooperen todo lo posible procurando suministrar a tiempo datos completos al Director General, con el fin de lograr el acopio e intercambio de toda la información necesaria a los fines de las consultas intergubernamentales sobre la seguridad alimentaria mundial.

Informe sobre la marcha del Plan Internacional de Suministro de Fertilizantes2

60. El Consejo tomó en consideración el primer informe sobre la marcha del Plan Internacional de Suministro de Fertilizantes (PIF), manifestó su acuerdo con las actividades y prioridades que se llevan a la práctica y manifestó su agradecimiento por las aportaciones hechas por varios gobiernos que permitieron al PIF iniciar sus actividades.

1 CL 64/8, CL 64/27, CL 64/PV/16.
2 CL 64/11, CL 64/11-Sup.1, CL 64/PV/6, CL 64/PV/7, CL 64/PV/8, CL 64/PV/18, CL 64/PV/19.

61. El Consejo manifestó al mismo tiempo su grave preocupación acerca de lo inadecuado y de la lentitud de las contribuciones prometidas en firme al Plan e invitó nuevamente a todos los gobiernos a que incrementen su ayuda destinando un volumen de fertilizantes, finanzas y servicios proporcionado a la magnitud y urgencia de las actuales necesidades mundiales de fertilizantes. Se solicitó del Director General de la FAO que reitere su llamamiento a todos los gobiernos, a las organizaciones internacionales y a la industria de fertilizantes para que refuercen su apoyo al Plan Internacional de Suministro de Fertilizantes, así como también su ayuda bilateral. Varios miembros indicaron al respecto que sus países habían aumentado sus contribuciones bilaterales de fertilizantes a países necesitados.

62. El Consejo, consciente de la actual situación de restricciones en los suministros mundiales de fertilizantes y de su continuo deterioro como consecuencia de nuevos incrementos en los precios, manifestó su preocupación acerca de las graves consecuencias para los países en desarrollo del incremento en la escasez de alimentos que podrían surgir si no se dispusiera a tiempo de suministros adecuados de fertilizantes. El Consejo solicitó que, en virtud de las actividades del PIF, se dedique especial atención a los países a que más gravemente afecte esta situación, ayudándoseles a obtener fertilizantes a precios razonables.

63. Se comprendió que los aspectos financieros desempeñan un papel cada vez más importante, y que, por tanto, es necesaria una planificación a medio y a largo plazo de las necesidades financieras conforme a lo previsto en las funciones de la Comisión de Fertilizantes. El Consejo reconoció la necesidad de préstamos a largo plazo en condiciones de favor y, por consiguiente, la necesidad de que colaboren en esta empresa internacional instituciones financieras.

64. El Consejo reiteró la necesidad de una información amplia sobre los programas de ayuda bilaterales y multilaterales de fertilizantes e instó a los gobiernos de los Estados Miembros a que cooperen plenamente con la FAO facilitando esta información lo antes posible. Se recalcó la importancia del PIF para fomentar los contactos entre los países importadores y exportadores de fertilizantes y se tomó nota con satisfacción de las propuestas de la FAO para reuniones consultivas.

65. En el curso de las deliberaciones se recalcó la necesidad de una distribución más equitativa de fertilizantes y se invitó a los gobiernos a que concedieran prioridad a su uso para la producción alimentaria. Se hizo referencia a la reducción de su empleo para fines no agrícolas. También se instó a los gobiernos a que en vista de la actual situación de escasez de suministro de fertilizantes, se estimule activamente el uso más eficaz y económico de los abastecimientos existentes.

66. Considerando la conveniencia de incrementar la producción de fertilizantes en los países en desarrollo, el Consejo reiteró la importancia de mejorar la utilización de las fábricas de fertilizantes ya existentes, en los mismos y movilizar la ayuda técnica adicional y los medios financieros necesarios para la explotación de recursos naturales pertinentes y para crear nuevas fábricas, en dichos países especialmente en aquellos que tienen materias primas o acceso a ellas. A este respecto el Consejo subrayó la importancia de la labor de la ONUDI/FAO/Grupo de Trabajo del Banco Mundial acerca del financiamiento en condiciones de favor, de los proyectos relativos a los fertilizantes.

67. El Consejo también tomó nota de la importancia de un empleo mayor y más eficaz de materias orgánicas de toda índole que podrían mejorar la disponibilidad de nutrientes vegetales. La experiencia obtenida en este campo debiera propagarse ampliamente y llevarse a la práctica.

68. El Consejo puso de relieve que la FAO, al desempeñar sus funciones en el PIF, debe tener en cuenta los aspectos a medio y largo plazo de la situación mundial de los fertilizantes. Se sugirió al respecto que deben aclararse las relaciones del Plan, puesto en práctica por una dependencia de coordinación pequeña y temporal, con la labor general de la FAO en materia de fertilizantes. También se subrayó la necesidad de trabajos sobre proyecciones y análisis de la oferta y la demanda de fertilizantes a largo plazo.

69. Con respecto a la situación a plazo medio y más largo, el Consejo tomó nota de la resolución de la Conferencia Mundial de la Alimentación en que se pide a la Comisión de Fertilizantes que, en colaboración con los Estados Miembros de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales interesadas, emprenda un análisis positivo de la situación de la oferta y la demanda de fertilizantes a largo plazo que proporcione los elementos de una política mundial de fertilizantes, y tomó nota también de que la Comisión de Fertilizantes será guiada por el asesoramiento y las recomendaciones del Consejo Mundial de la Alimentación.

70. El Consejo solicitó que se someta otro informe sobre la marcha de las actividades del PIF a la Comisión de Fertilizantes en su próxima reunión, y aprobó que ésta se celebre lo antes posible, en fecha que decidirá el Presidente de la Comisión en consulta con el Director de la FAO

71. Se sugirió que durante algún tiempo este tema se incorpore para debate o decisión en el programa de futuros períodos de sesiones.


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