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3 Analisis y evaluación de la base informativa proveida por los Países

3.1 Consideraciones previas

El programa FRA, basa sus cálculos y estimaciones finales en los documentos proveidos por los países participantes en el programa, sea en forma directa o a través de consultorías específicas que, en todos los casos recojen y analizan la información proveída por los países correspondientes, sobre la cobertura forestal en diferentes períodos.

La cobertura forestal de un determinado territorio se refiere a la presencia física en un determinado momento, de vegetación contínua o fragmentada, definida como bosque, es decir un tipo de vegetación leñosa de un porte mínimo de 5 metros de altura total en su estado adulto y con una cubierta mínima del 10% de las copas de los árboles sobre la supercicie del suelo; dentro de esta clasificación se incorporan los bosques densos (> 40% de cobertura), los bosques abiertos (> 10% to < 40% de cobertura), los bosques fragmentados ( en rodales aislados pero que en su conjunto llegan a cubrir extensiones mínimas de 0.5 ha), y los bosques secundarios adultos o también conocidos en Inglés como long forest fallow (estadío avanzado de una regeneración natural del bosque que originalmente cubría el área, con una edad actual superior a los 7 años aproximadamente). (FRA2000 Working paper 1, 1998)

La identificación y clasificación de los tipos de vegetación forestal, aunque parezca una labor reltivamente simple, se vuelve bastante compleja cuando las referencias y los documentos cartográficos son elaborados en formas muy distintas de acuerdo al sistema de clasificación que cada país, institución o autor utiliza, de acuerdo a un determinado fin para el cual se elabora el estudio correspondiente. En particular la complejidad ecoflorística de la región amazónica así como su enorme superficie , son factores que han determinado la adopción de variados y complejos sistemas de clasificación a su vez basados en criterios distintos, lo cual hace difícil una evaluación global de la vegetación y sobretotodo la comparación entre dos o mas documentos, aún tratandose del mismo país y de la misma región.

Los sistemas universales de clasificación de la vegetación tienden a una simplificación de los tipos de vegetación en ecosistemas o biomas, desde los niveles más amplios como i. Formaciones forestales, ii. Formaciones arbustivas, iii. Formaciones herbáceas y iv. Formaciones desérticas (Shimper 1903), a su vez estas grandes unidades pueden ser ser sub-divididas en ecosistemas específicos en base a criterios climáticos más específicos y aún en base a la densidad o composición de la vegetación, como por ejemplo la clasificación hecha por Burt & Davy (1938) en que las formaciones arbóreas o forestales se subdividen de acuerdo con gradientes de humedad y características florísticas, lo mismo sucede con las formaciones herbáceas.

Probablemente uno de los sistemas de clasificación de la vegetación más difundido, es el de Aubreville (1953) el mismo que luego fué adoptado como sistema oficial para la clasificación de los tipos de vegetación forestal en el continente africano (sistema de clasificación de Yamgambi), en el que se combinan criterios climáticos, edáficos y de densidad. El sistema adoptado por la UNESCO (1973) es también un excelente aporte a la uniformización de los sistemas de clasificación de la vegetación; J.P Lanly (1983) también elaboró un sistema de clasificación de la vegetación forestal, en este caso con el fin de permitir una recopilación ordenada y sistematizada de referencias sobre la cubierta forestal y sus cambios, es decir adecuado a las necesidades del programa ERF (evaluación de los recursos forestales) que permite incorporar todos los tipos de vegetación forestal o no forestal en un esquema bastante simple basado en una condición previa de composición florística genérica (latifoliadas y coníferas) y de densidad (bosques densos y abiertos), posteriormente en las diferentes reuniones de expertos forestales del FRA ( Kodka I, II y II) este sistema se fué reajustando gradualmente a fin de dar paso a un esquema muy simple de agrupación de tipos de vegetación.

El sistema de clasificación FRA, que es válido tanto para la evaluación de la cubierta forestal por países o regiones, sea en base a referencias directas provenientes de los países, como de imágenes de satélite, se reduce a dos grandes grupos de vegetación : i. Formaciones forestales y, ii. Otras tierras con formaciones leñosas. La primera gran unidad agrupa sub-divisiones que van desde el bosque denso hasta el bosque secundario adulto (long fallow), pasando por los bosques abiertos y los fragmentados; en el segundo grupo se incorporan todas las formaciones arbustivas o sub-arbóreas de consistencia leñosa.

En una primera visión del sistema, éste aparece como suficientemente simple como para permitir una rápida y efectiva agrupación de todos los tipos de vegetación, lo cual a su vez permite hacer comparaciones válidas y consistentes sobre las coberturas forestales entre dos o mas informes provenientes de diferentes autores o instituciones en periodos diferentes o similares, sin embargo ello no es tan simple si se considera que en muchos casos los informes o documentos cartográficos de los países usan denominaciones o definiciones que son difíciles que agrupar entre sí, sea por que en algunos casos prima el criterio ecológico o florístico antes que el fisionómico, ya que la clasificación usada por el FRA es fundamentalmente un sistema basado en las características fisionómicas de la cubierta vegetal (densidad y altura). Por otro lado la definición adoptada de bosque como aquella formación que tiene un mínimo de cobertura del 10% de copas, hace relativamente difícil separar con precisión el límite de este nivel de densidad, tanto en el terreno como en las imágenes de satélite o fotografías aéreas.

Un aspecto que debe tenerse en cuenta en relación a la densidad mínima de cobertura (10%) es el referente al uso actual de la tierra o el propósito del uso (es decir no solamente el concepto de densidad de árboles), ya que en algunos casos, sobretodo en las regiones semiáridas, se presentan formaciones forestales naturales (tipo sabana) que tienen coberturas del 10% o entre 10 y 40%, lo cual es relativamente fácil de identificar, sin embargo en zonas sub-húmedas y húmedas también se presentan este tipo de formaciones que, casi en su totalidad, son producto de la conversión del uso de la tierra ( de forestal denso a áreas de pastoreo por ejemplo), en que la cobertura arbórea remanente puede tener fácilmente un 10%, como sombra para el ganado, ello también sucede con las plantaciones de café en que se plantan árboles o se dejan árboles para sombra del cultivo y en muchos países (como en Centroamérica) estas áreas pueden tener grandes superficies.

3.2 Los sistemas de clasificación forestal en la América Latina

La mayor parte de los primeros mapas forestales o de vegetación elaborados en la América Latina, utilizando sistemas modernos de cartografía, es decir mediante el uso de imágenes de satélite o radar, datan de la década del 70 y fueron elaborados con el objetivo de obtener una visión panorámica o global sobre la disponibilidad, ubicación, superficie y potencial de los recursos forestales a nivel de tipos de bosque, pero al mismo tiempo sucede que cada mapa producido utiliza por lo general criterios de clasificación diferentes, tal como ya se mencionó anteriormente, los más comunmente usados son el criterio ecológico (potencial florístico), ecoflorístico (bioclimático-florístico) y fisionómico, aunque este último no necesariamente como un sistema en sí, sinó como integrante de otro sistema principal. (FAO, GCP/RLA/081/JPN w.p No.7)

El criterio florístico, bastante utilizado por ejemplo en Colombia, Venezuela y México, considera la caracterización de la comunidad vegetal en cuanto a la dominancia de un grupo de especies forestales que lo componen o integran, a ello normalmente se agregan criterios florísticos de niveles caducifolios así como fisinómicos de densidad y altura, e incluso fisiografía o condiciones edáficas (zonas planas inundables, montañas etc)

El criterio fisionómico, que es el que más directamente se adapta al sitema FRA, es muy fácil de interpretar y clasificar, una vez que está elaborado el mapa o las estadísticas, sin embargo enfrenta la dificultad de interpretación para diferenciar los niveles de densidad, utilizando imágenes de satélite o radar, así como por ejemplo la separación entre estratos de bosque denso y bosque secundario adulto, bosque secundario adulto con bosque secundario joven etc. lo cual requiere no solo una buena experiencia en el manejo de este tipo de imágenes sino también un buen conocimiento del terreno o del contexto en que se encuentra el área que está siendo interpretada, el background o el conocimeinto acumulado del fotointérprete, puesto al servicio de la fotointerpretación.

Algunos ejemplos:

3.2.1 Brasil

La gran extensión superficial del Brasil permite contar con un territorio extremamente complejo en términos de ecosistemas y de tipos de vegetación, que puede apreciarse claramente en la propia sub-división del territorio nacional en 5 regiones: i. Norte, que comprende mayormente los estados integrantes de la región amazónica en los que predomina el bosque húmedo tropical denso siempreverde, ii. Noroeste, que se encuentra en las zonas de frontera con el Perú y Bolivia, en esta región también predomina la vegetación de tipo bosque húmedo tropical denso, además se encuentran otros tipos de vegetación muy extendidos como es el cerrado (bosque húmedo con un período de sequía relativamente largo), así como la zona del gran pantanal en el estado de Mato Grosso, iii. Noreste que es la región típica del semi-árido brasilero con una cubierta vegetal natural predominante denominada como caatinga o sertão, que puede ser arbórea, arborea-arbustiva o arbustiva, también se encuentra el tipo de bosque cerrado y bosque húmedo tropical denso (estado de Bahía), iv. Sudeste predominantemente cubierto por formaciones de cerrado, pantanales (Mato Grosso del Sur) y campos o sabanas y, finalmente v. Sur que es típico de la zona transicional del tropical al temperado en que predominan los bosques mixtos de coníferas y latifoliadas. (Brasil IBGE, 1992)

A lo largo de casi todo el litoral brasilero y a partir del estado de Santa Catarina (Sur), hasta el estado de Rio Grande do Norte (Noreste) se presenta una franja de vegetación costera tropical húmeda llamada “mata atlántica” que está en vias de extinsión (queda menos del 3% de la cobertura original), en la parte litoral de la región del Noreste se presenta también un tipo de vegetación arbustivo-herbáceo típico de dunas.

El sistema de clasificación de la vegetación forestal natural del Brasil, se basa en el primer mapa de cubierta forestal elaborado por el Instituto Brasilero de Desarrollo Forestal (IBDF, 1980), mediante el uso de imágenes de satélite y estableciendo un esquema de clasificación bastante simplificado en 1983, el mismo instituto establece un sistema de clasificación más completo en que se incorporan unidades y definiciones propios para cada región geográfica y estado, así por ejemplo para el estado de Minas Gerais, la clasificación es: mata, mata de jaiba, cerradon, cerrado, capoeira, caatinga. Para los estados del Sur se establece un sistema básico de sabana, bosque ombrófilo denso, bosque ombrófilo semidenso, bosque estacional deciduo, bosque ombrófilo mixto y manglar. El mapa ecológigo el Brasil elaborado por J. Tosi (1983) diferencia 28 zonas de vida natural, entre las que predomina el bosque húmedo tropical de la cuenca amazónica.

El proyecto RADAM Brasil establece, para el caso del recurso forestal un sistema de clasificación de 5 niveles, i. clases : forestal y campestre, ii. Sub clases : ombrófila, estacional, iii. Grupos: higrofita, higrofita-xerofita, xeromorfa, iv. Sub grupos o formaciones: densa, abierta, mixta, semidecidual, decidual, campinarana, sabana , sabana estépica y estepa y, v. formaciones: aluvial, terrazas bajas, sub-montana, alto-montana.

3.2.2 Colombia

Colombia es otro caso en el que los sistemas de clasificación utilizados son bastante diferentes, dependiendo de los autores y los períodos

El primer mapa de bosques de Colombia elaborado en 1966 (INDERENA.....)se llevó a cabo con el uso de fotografías aéreas y verificaciones de campo, definiendose unidades de vegetación forestal bastante simplificadas como: bosque primario, bosque secundario, bosque primario en proceso de tala, cardonal, vegetación desértica, sin bosque, zonas erodadas y manglares.

El segundo mapa de bosques fue inicado en 1978 (IGAC-INDERENA-CONIF 1984) para lo cual se divide el país en cinco regiones: Pacífico, Central, Andina, Orinoquia y Amazónia y el sistema de clasificación utilizado se basa en criterios fisiográficos complementados con factores climáticos y edáficos. Un primer nivel de la clasificación es el piso altitudinal, un segundo nivel la potencialidad de uso del bosque (comercial, no comercial), el tercer nivel es el grado de intervención (sin intervención, intervenido), el cuarto nivel es el paisaje fisiográfico (aluvial, terrazas, colinas y serranías).

Con posterioridad a este mapa, Colombia ha elaborado varios otros en los que se delimitan los tipos de vegetación más importantes a nivel nacional, sin embargo en todos los casos el sistema de clasificación utilizado o los criterios de clasificación son distintos y en algunos casos bastante extensos o complicados. El mapa Indicativo de Zonificación de Areas Forestales (INDERENA-IGAC 1997), se elaboró con el objetivo de identificar y delimitar la áreas forestales del país agrupandolas en protectoras, protectoras-productoras y productoras, este mapa presenta la zonificación forestal de Colombia en dos niveles, el primero a la escala de 1/500,000 de alcance regional y otro de 1/1,500,000 de alcance nacional.

El Mapa de coberturas vegetales, Uso y Ocupación del Territorio (IDEAM 1996) fue elaborado mediante el procesamiento de 67 imágenes de satélite LANDSAT TM, definiéndose 10 grandes clases de cobertura: selvas y bosques, agroecosistemas, sabanas, pantanos, xerofitia, páramos, cobertura rupícola, manglares, cobertura hídrica y asentamientos humanos, habiendose indentificado un total de 39 unidades o tipos de vegetación, agrupados por regiones, condición edáfica y de humedad.

3.2.3 Perú

El primer mapa forestal del Perú (Malleux 1975) fue elaborado teniendo en consideración la capacidad de uso de los bosques ( accesibilidad y densidad), nivel de heterogeneidad (homogéneos y heterogeneos), tierras de aptitud forestal o con potencial forestal (matorrales, tierras aptas para plantaciones), bosques de producción (limitaciones de orden topográfico y tipo de vegetación), el sistema detallado de clasificación, tiene 5 niveles: i. paisaje: aluvial, colinoso, ii. limitaciones edáficas o topográficas : inundables, no inundables, colinas bajas colinas altas, montañas, iii. Condición edáfica y topográfica: permanentemente o temporalmente inundables, bosques de galería, terrazas altas, terrazas baja, bosques de colinas clase I, II y III , iv. asociaciones específicas y, v. densidad y altura del dosel (vigor de vegetación).

El segundo mapa forestal del Perú (INRENA 1995) fue elaborado teniendo en cuenta criterios diferentes al primero, lo que hace que hasta cierto punto sean difíciles de comparar con las unidades del primer mapa, en este caso primó sobretodo la condición de humedad y la fisiográfica: i. bosques secos : sabana, colinas, valles, ii. Formaciones especiales: manglares, matorrales de dunas, lomas, iii. Bosques húmedos: montañas, valles, llanura meádrica, terrazas, colinas y, iv. Otros: queñoales, pantanos, asguajales, sabana hidromófica, pacales, pajonal y áreas deforestadas.

Tal como se puede apreciar, en esta clasificación aparece la unidad de bosque secundario, lo cual por ejemplo no aparece en el primer mapa forestal del Perú, en este último caso, se delimita un mosaico de áreas agrícolas y bosques secundarios (tal como también se hizo en el primer mapa de cobertura vegetal y uso de la tierra de Bolivia) que se presentan en la región amazónica y a partir de lo cual se obtiene un porcentaje (70%) como área cubierta por bosques secundarios, lo cual quiere decir que del total del área talada con fines agropecuarios (agricultura itinerante) sólo el 30% está realmente ocupada por agricultura en producción y el resto (aunque una parte en rotación) se encuentra en condición de bosque secundario, joven o adulto.

3.2.4 Bolivia

Existen dos referencias nacionales principales que permiten hacer estimaciones sobre los estados de la cobertura forestal y sus cambios, con proyecciones derivadas hasta el año 2000, la primera referencia es el Mapa de Uso de la Tierra, elaborado por ERTSBOL en el año 1978 utilizando imágenes de satélite del año 1975, siendo uno de los primeros mapas de vegetación en la América Latina en el que se usó este tipo de imágenes; en dicho mapa a parte de la delimitación de los diferentes tipos de vegetación a nivel nacional, se presenta también los límites del “mosaico agricultura-bosque secundario”, igual que en caso peruano, a partir de lo cual se puede hacer un estimado de la extensión de los bosques secundarios. Este mapa ofrece buenos detalles en cuanto a los tipos de bosques o vegetación, para la zona baja o región de los llanos (región amazónica), sin embargo en las regiones altas, especialmente en la andina, no se presenta el mismo nivel de detalle.

La segunda Referencia es el Mapa Forestal de Bolivia elaborado y publicado por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente en el año 1995. Un tercer documento muy importante y que sirve de base para hacer las estimaciones de cubierta forestal es el elaborado por el Programa de Bosques Nativos Andinos, Ubicación de los Bosques Nativos Andinos ((PROBONA-1997). Este documento permite elaborar estimaciones con mayor precisión para esta región.

Los mapas forestales o de cobertura vegetal y de uso de la tierra no ofrecen información detallada sobre las formaciones de matorrales y bosques que se encuentran en el semiárido boliviano, particularmente en la región del Chaco, tampoco diferencia los bosques de crecimiento secundario. Por lo tanto para tener una estimación más exacta sobre la cobertura forestal del bosque nativo (denso y abierto) fue necesario hacer estimaciones sobre:

i. porcentaje de bosques secundarios en la región amazónica

ii. matorrales y otros tipos de vegetación leñosa

iii. cobertura boscosa en la región Andina

3.2.5 Mexico

México es el único país latinoamericano que cuenta con un sistema formal y permanente o continuo de inventario forestal nacional, el primer inventario forestal nacional fue iniciado en el año 1964 y terminado en 1985, habiéndose ejecutado en varias etapas o fases, de acuerdo con las regiones geográficas del país y las prioridades establecidas por estados, este inventario forestal nacional provee de una cartografía detallada mediante el uso de fotografías aéreas, controles y mediciones de campo (México IFN 1965-1985)

En el primer inventario forestal nacional, el sistema de clasificación de áreas forestales utilizado fue relativamente simple: bosques, selvas, superficie arbustiva, superficie de matorrales, areas perturbadas y vegetación hidrofila, la diferencia entre bosques y selvas es que en el primer caso se trata de formaciones arboladas propias de clima templado con presencia de coníferas y latifoliadas; los bosques se subdividen en mixtos y latifoliados, las selvas también son formaciones arbóreas pero de clima cálido-humedo y se sub-dividen en altas medianas y bajas; las superficies arbustivas son aquellas que comprenden la presencia de selvas bajas 5 a 10 mt de altura), chaparrales y mezquitales y los matorrales que son formaciones fundamentamentalmente arbustivas subdivididas en roretofilo, microfilo y crasicaule. Como resultado de esta cartografía se obtiene un área forestal (arbolada) igual a 60,279,000 ha. (para un año promedio 1978)

En 1991-1992 se llevó a cabo el Inventario Forestal Nacional de Gran Visión, mediante el uso de imágenes de satélite NOAA que cuentan con una resolución de 1 km, habiendose diferenciado las siguientes unidades: bosques templados, selvas medianas y altas, selvas bajas, vegetación arbustiva, pastizales, agricultura, zonas urbanas, agricultura de riego, desierto y cuerpos de agua., sin embargo para la integración final de resultados se definieron un total de 17 clases: coníferas, hojosas, bosque mesófilo, selvas medianas y altas, selvas bajas, manglares, mezquital y huizachales, selva baja caducifolia, chaparrales, matorral xerófito, otros tipos de vegetación, areas perturbadas, areas fuertemente perturbadas, uso agropecuario, cuerpos de agua, zonas urbanas y desiertos. (IFN de Gran Visión, 1992)

El tercer inventario forestal nacional ejecutado recientemente (SARH-1994) establece un sistema de clasificación más sistemático de los tipos de vegetación comenzando por un nivel genérico de i. Bosques (coniferas, coníferas y latifoliadas, latifoliadas), ii. Selvas (medianas, altas, otras formaciones), iii. vegetación de zonas áridas (arbustos y matorrales, iv. vegetación hidrófila y halófila y, v. areas forestales perturbadas, la superficie total arbolada en este inventario se estima en 50,108,583 ha.

3.2.6 El Salvador

El salvador es el país más densamente poblado en la américa latina y al mismo tiempo con la mayor tasa de deforestación anual, en 1975, la Dirección General de Recursos Naturales elaboró el mapa de uso de la tierra a nivel nacional, habiéndose delimitado los siguientes tipos de vegetación: bosque húmedo, bosque de coníferas abierto, bosque de coníferas cerrado, bosque latifoliado abierto, bosque latifoliado cerrado, bosque mixto abierto, bosque mixto cerrado, humedales, manglar, pantanos y otros

En un reciente estudio-resumen (DGRNR-MA-1996) de la cobertura forestal del El Salvador, se agrupan las formaciones boscosas en : bosque natural, coníferas, latifoliadas, bosque salado y plantaciones, en ambos casos el sistema de clasificación es bastante simple y permite una comparación de datos bastante rápida tal como puede apreciarse en la tabla adjunta.

Tabla 1. Distribución de los tipos de bosque en El Salvador.

1977

 

Bosque Natural

262,308.00

Bosque de Coniferas

48,477.00

Bosque Latifoliadas

90,759.00

Bosque Salado

45,283.00

Plantaciones

3,853.00

TOTAL

450,680.00

   

1990

 

Bosque Natural

37,210.00

Bosque de Coniferas

25,000.00

Bosque Latifoliadas

52,000.00

Bosque Salado

39,240.00

Plantaciones

4,841.00

TOTAL

158,291.00

3.2.6 Guatemala

El sistema de clasificación de bosques de Guatemala, al igual que el caso de El Salvador es bastante simple y permite una adecuada comparación o integración de datos sin mayores dificultades, en general se puede resumir el sistema de clasificación en lo siguiente: bosques de especies latifoliadas (incluyendo bosques cerrados y ralos), bosques de coníferas (cerrados y ralos), bosques mixtos (cerrados y ralos), bosques de mangle y bosques secundarios y matorrales, el primer mapa completo sobre la cobertura forestal de Guatemala fue elaborado en 1992 (PAFG-1992) utilizando imágenes de satélite LANDSAT de los años 1987 y 1988 .El segundo mapa forestal elaborado en 1999, establece una mejor diferenciación entre los bosques secundarios y la vegetación arbustiva, así la clasificación usada en este caso (INB-2000) incluye: bosque secundario o matorral, arbustos y cultivos, asociación de coníferas y cultivos, asociación de latifoliadas y cultivos, asociación bosque mixto y cultivos, bosque de latifoliadas, bosque de coníferas, bosque mixto, manglar y otros.

3.2.7 Chile

Chile es uno de los 3 países de la américa latina, ubicado en la regíon austral, de clima temperado; en general los tres países pertenecientes a esta región (Argentina, Chile y Uruguay) han dedicado más atención a los bosques de coníferas, y particularmente a las plantaciones forestales. Se puede decir que en Chile así como en los dos otros países mencionados, el bosque nativo está reducido a una mínima expresión y sólo es utilizado por la poblaciones rurales pobres como un recurso adicional como fuente de energía (leña), construcción de viviendas rústicas y otros usos menores, las principales formaciones de bosques productivos han perdido la mayor parte de su superficie original y su potencial productivo, debido a la intensa tala tanto para fines de explotación de madera así como para su conversión de uso para fines agrícolas y ganaderos.

Tradicionalmente Chile no ha dado mucha importancia a la cobertura forestal con bosques nativos, motivo por el cual existe una notoria escacéz de datos o los datos son incompletos, referidos únicamente a los bosques productores, tal como lo indican las estadísticas forestales provenientes de diversos mapas e inventarios forestales elaborados hasta hace poco.

Las primeras estadísticas sobre la cubierta forestal en Chile se refieren sólo al área total de “bosque nativo” en su conjunto, sin establecer diferenciaciones en tipos o sub-tipos de bosques, sin embargo dependiendo de las fuentes de información o los períodos reportados, es posible encontrar sistemas de clasificación más detallados como el que se menciona en el documento sobre política de explotación forestal del bosque nativo de Chile ( FAO: TCP/CHI/0052-1991): bosque virgen, bosque intervenido, renoval (regeneración natural luego de la explotación , por semilla, rebrotes y eventualmente plantación), bosque degradado, bosque destruido (eliminación de la masa boscosa por quema o transformación del uso de la tierra para fines agropecuarios); en el informe sobre la situación forestal de Chile (CONIF- 1978) se presentan estadísticas sobre la cobertura forestal de Chile de acuerdo con tipos de vegetación por composición de especies: Araucaria, Cohiue, Valdiviano, Roble Raulí, Chilote, Langa, Alerce, Coihue-Magallanes, Coihue-Lenga, Puyaguatpi, Renonales; en ambos casos las estadísticas establecen superficies menores a los 9 millones de hectáreas, otras estadísticas hasta el año 90 ó 92 dan cifras más o menos similares, sin embargo en lo referente al bosque nativo denso y maduro (comercial), se mantiene una buena consistencia en los datos períodicos.

En 1999, la Universidad Austral de Chile, publica el Catastro Forestal Nacional de Chile en el que dán cifras actualizadas al año 1995 sobre la superficie forestal a nivel nacional, incluyendo los bosques nativos y sus subdivisiones, como sigue : bosque adulto denso, bosque adulto semidenso, bosque adulto abierto, renoval denso, renoval abierto, bosque adulto-renoval denso, bosque adulto-renoval semidenso y bosque adulto renoval abierto, bosque achaparrado y bosques mixtos, con una superficie total de 13,519,700 ha. Es decir prácticamente el doble que las cifras reportadas en años o periodos anteriores. El término de “renoval” se refiere básicamente a una fase nueva de crecimiento del bosque, mayormente debido a la regeneración natural, sea ésta por rebrotes o por semillas, luego de una explotación intensiva que en algunos casos puede ser consecuencia del cambio de uso de la tierra, por lo tanto es difícil diferenciar que parte o proporción de estos renovales son en realidad bosques secundarios.

El hecho de que en el último informe (Catastro Forestal Nacional) aparece una cifra bastante mayor a la reportada en períodos anteriores, supone necesariamente la incorporación de nuevos tipos de vegetación que anteriormente no estaban reportados, ello puede deberse a que siguiendo estrictamente la definición de bosque adoptada por la FAO (cobertura mínima de 10%) se han incorporado tipos de bosques no productores ( lo que aparentemente anteriormente no se hacía). Por ejemplo según la definición chilena, el bosque empieza sobre los 25 % de cobertura, lo cual ya abre un espacio importante para el ingreso de nuevas superficies de acuerdo con la definición de bosques adoptada por la FAO para el FRA, en el caso de los matorrales arborescentes son los matorrales que tienen una cobertura de arboles entre 10 y 25%, una cobertura de arbustos entre 10 y 100% y una cobertura de hierbas entre 0 y 100%.

3.3 Comentarios

Tal como es posible observar en el corto recuento sobre los sistemas de clasificación utilizados en diferentes países latinoamericanos, el primer problema que se confronta es el referente a la diversidad en la taxonomía utilizada para la clasificación de los tipos de vegetación o bosques. Esto es debido a que los diferentes mapas recopilados y analizados corresponden también a diferentes objetivos, a lo que se agrega el hecho de que no existe un proceso sistemático de mapificación forestal que permita hacer una seguimiento periódico sobre la evolución de la cobertura forestal a nivel nacional e incluso a nivel sub-nacional. En varios casos, sobretodo en los países con grandes superficies y una gran diversidad de tipos de vegetación, el problema aún se acentúa más en la intención de representar con mayor detalle o precisión las características específicas de los tipos de bosques que se presentan en cada región natural e incluso a nivel de la división política del país.

En general, la delimitación del bosque húmedo y denso aparece casi siempre con claridad en las diferentes leyendas, a pesar de que luego es sub-dividido en unidades diferenciadas por gradientes o niveles de humedad (Húmedo, muy húmedo, pluvial, higrófilo, sub-higrófilo, sub-húmedo etc) o en unidades fisiográficas (humedales, bosque ribereño, terrazas bajas, terrazas altas, colinas, montañas etc). El problema se complica cuando se comienza a entrar en niveles fisionómicos de densidad y altura, en general los bosques abiertos son denomidados como sabanas o bosques tipo sabana, como en el caso del Perú, Colombia y Venezuela, en otros casos se mencionan simplemente los bosques abiertos o “campos” que coincidentemente en el caso del Brasil se denominan como “cerrados” es decir bosques de zonas con períodos secos prolongados y que además tienen un estrato herbáceo, en el caso de este país también existe una denominación genérica para el bosque seco y abierto como “caatinga” que viene a ser un mosaico de vegetación arbórea, arbustiva y herbácea, que es difícil de diferenciar o separar, a pesar de que en algunos casos existe una predominancia de vegetación arbórea y en otros arbustiva, pero aquí nuevamente entra el concepto del porcentaje mínimo de cobertura (10% en el sistema adoptado por la FAO), y que hace aún más difícil diferenciar.

En Bolivia y Paraguay se presenta otro tipo de vegetación endémica o típica de la zona sub-tropical de Sudamérica, como es el caso del “chaco” cuya fisionomía se acerca a la de la caatinga pero en una región sub-tropical y más seca. Los matorrales y chaparrales mexicanos son también objeto de confusión en el caso en que exista un porcentaje importante de árboles (sobretodo en la clasificación genérica de matorral), dentro de lo cual por ejemplo se incorporan las llamadas “selvas bajas” caso de los mezquitales y huichazales de México

La delimitación del bosque secundario o también llamado “forest fallow” no siempre aparece en las leyendas de los mapas forestales o de cobertura vegetal de los países, a pesar de que últimamente se lo está considerando con mayor frecuencia y detalle, sin embargo su clasificación como bosque en sí, está aún en discusión teniendo en cuenta que del área total deforestada, un alto porcentaje es luego abandonado o dejada en “barbecho” por un cierto período que puede variar entre 3 a 15 años (aunque lo normal es hasta los 7 ó 10 años) de tal manera que siempre habrá una cobertura permanente y amplia de bosque secundario, aún cuando su distribución espacial se modifique por períodos. El hecho de que el bosque secundario está siendo motivo de especial interés con fines de aprovechamiento comercial de productos forestales maderables y no maderables, amerita de un análisis más integral o detenido sobre la posibilidad de incorporarlo dentro del dominio de la cobertura forestal, lo cual a su vez puede tener una gran importancia estratégica en la conservación del bosque amazónico particularmente, ya que en la mayor parte de los países, el bosque secundario se considera como parte del sistema agrícola (shifting cultivation) con lo cual cada año grandes extensiones de terreno confrontan no sólo un cambio de uso (que en un gran porcentaje es temporal-cíclico) sinó que pasan formalmente del dominio forestal al dominio agropecuario en las estadísticas nacionales.

3.4 Base de datos

En total se han acopiado 446 referencias bibliográficas para todos los países latinoamericanos, desde México, Centro América y Sud América (22 países), tal como se indica en la siguiente tabla.

Tabla 2. Referencias evelauadas por países.

PAIS

Número de referencias olectadas y revisadas

Número de referencias pre seleccionadas *

Argentina

32

2

Belize

19

3

Bolivia

19

4

Brasil

48

8

Chile

42

4

Colombia

32

5

Costa Rica

39

5

Ecuador

20

5

El Salvador

10

3

Guatemala

16

4

Guyana

6

0

Guyana Francesa

1

0

Honduras

17

4

Mexico

36

3

Nicaragua

14

3

Panama

15

5

Paraguay

12

7

Perú

16

2

Surinam

8

0

Uruguay

17

1

Venezuela

27

3

TOTAL

446

71

Es claro que no todas las referencias colectadas y revisadas contienen información sobre estadísticas suficientemente detalladas o confiables sobre la cobertura forestal y cambios en la cubierta vegetal, sin embargo todas ellas son importantes, ya que se ofrece informacióm complementaria de gran valor para la interpretación de los datos de otros informes o para hacer un juicio sobre la validéz de ciertos datos, lo que finalmete permite hacer una evaluación más completa y precisa de la información disponible con el fin de seleccionar aquellas que son relevantes o muy relevantes para las estimaciones sobre la cobertura forestal en cada país. De las 446 referencias revisadas 71 fueron preseleccionadas por el hecho de contar con información estadística válida para la estimación de la cubierta forestal .

3.5 Evaluación de las referencias

Las 71 referencias preseleccionadas fueron evaluadas de acuerdo con un procedimiento de calificación de los parámetros o aspectos mas relevantes de las referencias y que tienen una relación directa con el nivel de confiabilidad que puede tener cada una de las referencias, todos los parámetros tienen un valor que va desde 0 hasta 5 y un peso específico de conformidad con su gravitación o importancia en el cálculo de la cobertura y/o cam,bios, los siguientes parámetros fueron considerados:

Tabla 3. Parámetros de calificación en la evaluación de las referencias.

Parámetro

 

Descripción

Peso específico

Fuente de información

S

Se refiere a la institución o persona responsable de la ejecución del trabajo, el menor puntaje (hasta 3) se da cuando se trata de un autor individual o grupo de personas no necesariamente vinculadas a un organismo oficial , cuando se trata de un organismo público de

prestigio se otorga 4 y cuando existe el respaldo de un organismo internacional se califica con 5

0.15

Detalle de la información

D

El sistema adoptado por FRA, requiere de un mínimo de información, concerniente a: i. bosques densos ii. Bosques abiertos y, iii. otras

tierra formaciones leñosas (matorrales y otros); dependiendo de la existencia de esta información mínima, se aplica el puntaje, por

ejemplo si se cuenta con información bastante detallada que permite hacer un resumen en los tres niveles antes indicados, el puntaje

mínimo es 4, si tienen un solo nivel normalmente se califica con tres o menos .

0.20

Consistencia y respaldo

C

Este es el parámetro o factor más importante y se refiere al tipo de material cartográfico usado, control de campo, inventarios forestales y su grado de correspondencia lógica con los datos de otros informes.

Por ejemplo si fueron usadas imágenes de satélite, se hicieron

controles de campo y existen datos estadísticos de inventarios

forestales, se califica con 5; sin embargo si se trata de simples estimaciones el puntaje puede ser 2 o menor.

0.40

Antiguedad

T

Mapas o informes que tienen 5 o menos años de antiguedad se

califican con 5, entre 6 y 10 años se califica con 4; entre 11 y 15 con

3 y más de 15 con 2 o menos

0.25

Indice de confiabilidad

y consistencia

IC

Este valor se obtiene de la división del puntaje ponderado final de las referencias calificadas y dividido sobre 5, de tal forma que el valor máximo que puede tener el índice es 1.0

 

Fuente: J. Malleux

La sumatoria de la multiplicación del puntaje de cada parámetro por su peso específico da un puntaje final cuyo máximo puede ser 5, éstos puntajes finales se agrupan en 3 categorías :

a. de 0 a 3.0, bajo (rojo), se elimina o se mantiene en reserva en caso de no existir otra referencia mejor;

b. de 3.1 a 4.0, medio (amarillo), se escoje el más reciente o consistente;

c. superior a 4 alto (verde), se utiliza directamente.

A continuación se presenta un ejemplo de evaluación de las referencias pre-seleccionadas, por países con sus repectivos puntajes, las referencias seleccionadas para la estimación de la cobertura y los cambios, así como el índice final de confiabilidad de la información seleccionada.

Tabla 4. Ejemplo de evaluación de las referencias. País: Honduras

Superficie en hectáreas

Referencia

   

Dense Forest

Open Forest

O.W.

Land

T.Forest

T.Forest

Land

S

D

C

T

p

rs

pp

IC

Proyecto Inventario Forestal

FAO

1965

6,306,300

802,300

 

7,108,600

7,108,600

5

4

4

2

3.7

     

Suvey of

Pine

Forest

PNUD/

FAO

1968

4,849,600

2,014,900

244,300

6,864,500

7,108,800

5

4

4

2

3.7

     

Mesa

redonda Forestal

COHDEFOR

1988

4,036,000

855,000

159,000

4,891,000

5,050,000

4

4

5

4

3.8

X

   

Mapa

Forestal

COHDEFOR

1995

3,829,500

2,165,100

 

5,994,600

5,994,600

4

4

3

5

3.9

X

3.85

0.77

Donde:

Dense Forest = con cobertura superior al 40%

Open Fores t= cobertura entre 10 y 40 %

O.W.L = other wooden land, tierras cubiertas por vegertación arbustiva

T. Fores t= sumatoria de dense forest y open forest

T. Forest land = sumatoria dense forest, open forest y other wooden land

S = Fuente de información

D = Detalle de la información

C = Consistencia y respaldo técnico de la información

T = antiguedad de la información

P = puntaje obtenido por cada referencia

rs = Referencia seleccionada para los cálculos de cobertura y cambios

pp = puntaje promedio de las referencias seleccionadas

IC = Indice de confiabilidad general para las referencias seleccionadas por cada país.

Figura 1. Series históricas registradas para la cobertura forestal de Honduras

3.6 Resultados por países

El procedimiento anteriormente descrito fue aplicado a 17 países de la América Latina, en base a lo cual se puede obtener una calificación para cada una de las referencias previamente seleccionadas (pre-seleccionadas) con indicación del nivel de confiabilidad o de consistencia que cada una de ellas obtuvo luego de la calificación y , tal como se diseñó el procedimiento, de las referencias pre-seleccionadas se escogieron las dos mejor, de tal manera que con ellas se pueda hacer el cálculo de cambio sobre la cobertura forestal actual y proyectada hasta el 2000 (cuando no existe información muy reciente).

Entre las dos referencias seleccionadas se hizo la calificación del IC obteniendose el promedio final que supuestamente indica el grado de consistencia o de confiabilidad para los estimados de cobertura y de cambios a nivel de cada país, los resultados obtenidos son los siguientes:

Tabla 5. Valores de IC calculados por país.

País

IC

Argentina

0.69

Belize

0.78

Bolivia

0.77

Brasil

0.81

Chile

0.83

Colombia

0.75

Costa Rica

0.75

Ecuador

0.82

El Salvador

0.77

Guatemala

0.83

Honduras

0.77

Mexico

0.79

Nicaragua

0.81

Panamá

0.77

Paraguay

0.78

Perú

0.75

Venezuela

0.79

La representación gráfica de estos resultados es la siguiente:

Figura 2. Indices de consistencia, por países

Este gráfico indica que la mayor parte de los países analizados (12) tienen un índice de confiabilidad y consistencia debajo de 0.8 y sólo 5 superan este valor, lo cual en términos generales puede interpretarse que los datos obtenidos de los países, tienen una paroximación entre el 75 al 85%.


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