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CAPÍTULO 4: BREVE PANORAMA DE LOS SISTEMAS AGRÍCOLAS


Si bien entre los varios organismos que se ocupan de desarrollo agrícola existen diversas perspectivas su significado y su aplicación práctica acerca de los sistemas agrícolas, en el presente documento se prestará especial atención al enfoque utilizado por la FAO en sus esfuerzos en favor del desarrollo agrícola sostenible. Para explicar debidamente este planteamiento y sus semejanzas y con el enfoque de los MVS, así como las enseñanzas que ofrece, en esta sección se expondrá brevemente la manera en que la FAO entiende este enfoque así como algunas de sus aplicaciones. Ahora bien, para una visión más amplia de este sistema, el lector podrá consultar la publicación “Farming Systems and Poverty: Improving Farmers’ Livelihoods in a Changing World”, por John Dixon y Aidan Gulliver (FAO).

El enfoque de los sistemas agrícolas utilizado por la FAO[90] reconoce una fuerte interrelación entre la pobreza y el hambre, como se ilustra a continuación:

Falta de ingresos suficientes ® Inseguridad alimentaria ® Disminución de la productividad laboral, del rendimiento escolar y de la resistencia a las enfermedades ® Reducción de los ingresos

Por consiguiente, se considera que el desarrollo agrícola tiene un papel fundamental en la reducción de la pobreza, en las zonas tanto urbanas como rurales.

4.1 ¿Qué son los sistemas agrícolas?

Según los agricultores, sus fincas son sistemas por derecho propio, cuyos recursos pueden ser aprovechados pueden aprovechar de acuerdo con sus necesidades. Entre éstos figuran:

- los recursos naturales, como los diferentes tipos de tierras, una variedad de recursos hídricos y el acceso a la propiedad comunal;

- el clima y la biodiversidad;

- el capital humano;

- el capital social; y

- el capital financiero.

De esta forma, parecen muy semejantes a los enfoques de los MVS pues abarcan todos los activos al alcance de los hogares agrícolas. El conjunto formado por el hogar, sus recursos, los flujos de recursos y las interacciones a nivel de cada finca se denomina ”sistema agrícola”[91]. Su funcionamiento puede estar influenciado en gran medida por factores externos, como las políticas, las instituciones, los mercados y los vínculos de información. De esta manera, el enfoque de los sistemas agrícolas reconoce la existencia del componente de política, instituciones y procesos del marco de los MVS elaborado por el DDI.

Así pues, un sistema agrícola puede definirse como una población de fincas individuales que presentan cierta semejanza en cuanto a sus bases de recursos, modalidades empresariales, en modos de vida en el hogar y dificultades; para las que serían recomendables estrategias e intervenciones de desarrollo parecidas[92]. En este sentido parecen seguir el mismo proceso de reflexión del enfoque de los MVS, al reconocer que es preciso adaptar las intervenciones de desarrollo a cada región y tipo de agricultura.

El enfoque de los sistemas agrícolas nació en los años setenta y desde entonces la visión “de arriba abajo” del desarrollo económico comenzó a modificarse radicalmente hasta adquirir un carácter más global. Ahora bien, es necesario señalar que el tema central del enfoque de los sistemas agrícolas en el tiempo ha sufrido ajustes y modificaciones, y es evidente que algunos de sus defensores, como Keating et al[93] y Kaya et al[94], siguen centrando sus esfuerzos en la extensión de los servicios técnicos en favor de las fincas en pequeña escala. Por otra parte, Dixon et al[95] indican que los aspectos socioeconómicos de los sistemas agrícolas han recibido mayor atención, a juzgar por el objetivo más amplio consistente en mejorar los modos de vida y aumentar la seguridad alimentaria. Se opina que los instrumentos analíticos van adquiriendo un carácter cada vez más participativo, y se atribuye mayor importancia a los conocimientos locales, la planificación de grupo y el seguimiento.

Figura 4.1: Representación esquemática de los sistemas agrícolas[96]

Los sistemas agrícolas pueden clasificarse en ocho categorías generales, en función del clima, los recursos, etc. de que dispongan los agricultores de una región dada[97]:

Análogamente a los otros enfoques de desarrollo examinados en este documento, el enfoque de los sistemas agrícolas toma en cuenta las diversas estrategias a las que pueden recurrir los pequeños agricultores para salir de la pobreza. Dixon et al enumeran cinco de ellas:

- intensificación de los sistemas de producción existentes;
- diversificación de la producción y la elaboración;
- ampliación de la finca o del rebaño;
- aumento de los ingresos no agrícolas; y
- abandono completo del sector agrícola dentro de un sistema agrícola específico.

(En la imagen siguiente se puede observar un modo de incrementar los ingresos no agrícolas. Se trata de una mujer de Sri Lanka que utiliza una máquina de coser suministrada por las Naciones Unidas, para coser prendas de vestir, que luego venderá).

Figura 4.2: Una mujer de Sri Lanka cose prendas de vestir para venderlas, en el ámbito de un programa de las Naciones Unidas[98]

Fotografía: G. Bizzari

Al reconocer estas estrategias de reducción de los riesgos de pobreza, el análisis de los sistemas agrícolas logra establecer diversos puntos de entrada para la prestación de asistencia en el proceso de desarrollo agrícola sostenible. Estas cinco estrategias se mencionan también en los enfoques de los MVS así como en la gestion des terroirs y en diferentes métodos que se aplican en América Latina y el Caribe.

4.2 Factores determinantes de los sistemas agrícolas

En los distintos sistemas agrícolas influyen factores diversos, lo que brinda a los analistas y a los que se ocupan de desarrollo la oportunidad de elaborar categorías temáticas generales y prescribir un conjunto flexible de posibles proyectos, y al mismo tiempo reconocer la heterogeneidad dentro de esas categorías. En la presente sección se examinan brevemente los factores que determinan un sistema agrícola.

4.2.1 Los recursos naturales y el clima

La interacción entre los recursos naturales, el clima y la población representa la base de los sistemas agrícolas. El rápido crecimiento demográfico registrado en muchos países en desarrollo, junto con la marcada orientación hacia el incremento de la producción que caracterizó a las agencias de desarrollo en los años setenta y ochenta, ha dado lugar a la intensificación de la agricultura. Esto ha provocado una desmesurada sobreexplotación de las tierras boscosas y de los ecosistemas naturales, lo que a su vez ha puesto en peligro la biodiversidad de muchas regiones en las que se realizan actividades de desarrollo. El resultado ha sido una creciente tensión entre los objetivos de desarrollo y los de conservación, y en opinión de muchos se trata de una situación que puede resolverse sólo excluyendo a uno de los dos objetivos, en lugar de reconocer la relación simbiótica entre las dos dimensiones. El resultado es un panorama en que los cambios climáticos mundiales ocasionan una mayor inseguridad alimentaria; por ende, se agravan considerablemente los riesgos para los modos de vida de los hogares y esto se traduce en la intensificación de la producción agrícola y en una consiguiente carga adicional sobre el medio ambiente. Sin embargo, en los últimos años, algunos enfoques de desarrollo, como el de los sistemas agrícolas, han intentado romper este ciclo de degradación del medio ambiente e inseguridad alimentaria mediante el reconocimiento de la interdependencia de ambos factores, en vez de considerar que se excluyan mutuamente.

4.2.2 Ciencias y tecnologías

En los últimos decenios las inversiones en la esfera de las ciencias y tecnologías agrícolas han aumentado con rapidez. Los enfoques basados en el desarrollo rural integrado y en los sistemas agrícolas han estimulado la adopción de métodos científicos y un mayor uso de las tecnologías en el sector agrícola para tratar de superar el problema de la pobreza rural. No obstante, los pequeños agricultores más pobres de las zonas marginales han recibido escasos beneficios de esas inversiones. En efecto, existen muy pocas investigaciones en esfera de la tecnología integrada dirigidas a diversificar los modos de vida de los pequeños agricultores y aumentar la sostenibilidad de las actividades de aprovechamiento de la tierra. Sin embargo, en los últimos anos se ha modificado gradualmente la orientación de la agenda mundial de investigación a medida que se ha ido conociendo la valiosa función que esos agricultores desempeñan en relación con el desarrollo. Se trata de un hecho importante para los enfoques de desarrollo rural centrados en las personas, incluyendo el enfoque de los MVS, ya que trata de crear capital humano y mejorar los modos de vida agrícolas en las zonas rurales.

4.2.3 Liberalización del comercio y desarrollo del mercado

En los años ochenta el FMI y el Banco Mundial impulsaron la ejecución de programas de ajuste estructural en muchos países en desarrollo, que a corto plazo casi nunca lograron asegurar servicios adecuados para las pequeñas explotaciones marginales ya que los bienes públicos se fueron privatizando con rapidez y el gobierno dejó de intervenir. Aún así, Dixon et al[99] creen que la ulterior liberalización del comercio abrirá nuevas posibilidades de mercado a los agricultores del mundo en desarrollo, ya que provocará una mayor competitividad, y con el tiempo redundará en un mayor bienestar de los pequeños agricultores de las zonas marginales. Sin embargo, es preciso advertir que este hecho no es ineluctable pues se verá afectado en buena parte por las subvenciones que se continúan otorgando a los agricultores en la UE y en los Estados Unidos. Probablemente, las fuerzas de mercado externas seguirán teniendo un enorme impacto en los modos de vida de la población rural pobre. El enfoque de los sistemas agrícolas, los enfoques que se desarrollan en América Latina y el Caribe y el enfoque de los MVS tratan de lograr cierta sostenibilidad de los medios de sustento de los agricultores para que éstos puedan enfrentar los profundos cambios de las condiciones de mercado y de las políticas gubernamentales, y de esta manera no resulten perjudicados de gravedad por las nuevas políticas internacionales de comercio agrícola.

4.2.4 Políticas, instituciones y bienes públicos

Recientemente ha habido un desplazamiento en la escena internacional y nacional, hacia la descentralización de los gobiernos y la privatización de los servicios. No obstante, la marginalización de los pequeños agricultores y los hogares encabezados por mujeres sigue agravándose debido a que el sector privado no ha sustituido eficazmente los servicios que anteriormente brindaba el gobierno y por lo general la sociedad civil no ha logrado subsanar estas deficiencias. Los cambios de políticas tienen un efecto radical en los incentivos a la producción en el ámbito de los sistemas agrícolas. Este hecho se hace ulterior eco de la crítica dirigida a los enfoques de los MVS y de la gestion des terroirs de que éstos deberían hacer más hincapié en la función de la política y de la formulación de políticas públicas, mientras que el enfoque basado en los sistemas agrícolas reconoce el papel de las políticas, las instituciones y los bienes públicos (véase la figura 4.1). En el marco del enfoque de la gestion des terroirs, se recomendó que en los procesos de formulación de las leyes y las políticas públicas se institucionalizara la participación y el papel preponderante de las organizaciones comunitarias locales, lo que en el caso en cuestión responde a las necesidades de ambos enfoques (gestion des terroirs y MVS).

4.2.5 La información y el capital humano

La exigencia de mejorar la información y realzar el capital humano ha sido un hecho reconocido, mientras se siguen desarrollando diversos programas de alfabetización así como la ampliación del acceso a la educación primaria. Sin embargo, con la propagación del VIH/SIDA y los continuos conflictos civiles, en los países en desarrollo ha aumentado el número de hogares encabezados por mujeres. Actualmente, en su mayoría, son desatendidos por los servicios de extensión agrícola, aunque los enfoques examinados en este informe se dedican cada vez más a este aspecto. Aún así, se trata de un problema grave que todos estos enfoques tendrán que enfrentar en el campo una y otra vez.

Figura 4.3: Mujeres atendiendo a una clase de alfabetización en el marco de un proyecto de desarrollo rural en el Perú[100].

Fotografía: A. Odul

4.3 Reconocimiento de las diferencias culturales y religiosas

Gracias a la categorización de distintos tipos de sistemas en una misma región y entre regiones diferentes, el enfoque de los sistemas agrícolas permite ajustar las intervenciones de desarrollo de forma mucho más acertada que en el pasado. Por su reconocimiento de la importancia del capital social y humano y de las políticas, los procesos y las instituciones, este planteamiento guarda diversas semejanzas con otros enfoques centrados en las personas, por ejemplo el de los MVS. Gracias a esto, en muchas zonas en que se ha venido aplicando directamente, prepara las bases para una transición menos problemática hacia la adopción de prácticas más participativas y más orientadas hacia la población. El enfoque de los MVS podría conseguir resultados muy positivos en la lucha contra la pobreza rural si aprovechara los fundamentos de los sistemas agrícolas y modificara sus intervenciones para dar cabida a las diferencias culturales y regionales. En el enfoque de los sistemas agrícolas, se reconoce con mayor fuerza que algunos elementos de los sistemas agrícolas tradicionales:

  1. permiten a los participantes reducir o compartir los riesgos;

  2. aprovechan eficientemente los recursos; y

  3. solucionan los conflictos relacionados con la distribución de los recursos mientras aseguran una sostenibilidad a largo plazo del limitado patrimonio de recursos naturales.

Lo mismo puede ser referido al enfoque relativo a la gestion des terroirs, lo que debe representar una útil enseñanza para el enfoque de los MVS a la hora de poner en práctica sus principios en el campo. Este reconocimiento es patente asimismo en los nuevos enfoques que van apareciendo en América Latina y el Caribe.


[90] Dixon, J., Gulliver, A., Gibbon, D., Hall, M. (2001): Farming Systems and Poverty.
[91] Dixon, J. et al (2001): ibid.
[92] Dixon, J. et al (2001): ibid
[93] Keating, B.A., McCowan, R.L. (2001): Advances in Farming Systems Analysis and Intervention.
[94] Kaya, B., Hildebrande, P.E.; Nair, P.K.R. (2000): Modelling Changes in Farming Systems.
[95] Dixon, J. et al (2001): Farming Systems and Poverty.
[96] Extraído de Dixon, J. et al (2001): ibid., pág. 20.
[97] Dixon, J. et al (2001): ibid., pág. 11.
[98] Extraída de la base digital de imágenes de la FAO (Mediabase): www1.fao.org/media_user/_home.html
[99] Dixon, J. et al (2001): Farming Systems and Poverty.
[100] Extraída de la base digital de imágenes de la FAO (Mediabase): www1.fao.org/media_user/_home.html

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