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3 Evolución y situación actual del sector forestal

APORTE DEL SECTOR FORESTAL AL PIB Y AL EMPLEO

El sector forestal es importante en la economía de los países de la subregión. Sin embargo la contribución al PIB de este sector no lo evidencia. El cuadro 13 muestra el aporte del sector forestal al PIB por países de Centroamérica. Este aporte oscila desde el 0,5% de Panamá hasta el 3,1% de Honduras. Guatemala participa con un 2,6% y Belice con un 1,6%. El aporte del sector forestal al PIB del resto de los países, incluyendo México es inferior al 1%.

CUADRO 13. Contribución del sector forestal al producto interno bruto (PIB) por país

País

Contribución al PIB (%)

Fuente

México

    0,81

    Torres, 2004

Guatemala

    2,56

    Castillo, 2001

Honduras

    3,10

    Benítez y Valdez, 2002

Nicaragua

    menor al 1%

    Araquistain, 2003.

Salvador

    0,72

    Cuellar, 2003.

Belice

    1,60

    Departamento Forestal de Belice 2004

Costa Rica

    0,87

    ONF, 2002.

Panamá

    0,50

    FAO, 2001.

Sin embargo, estas cifras están subestimadas ya que en el sistema de cuentas nacionales de los países de la subregión se ha incluido solamente el rubro de las exportaciones de madera aserrada y los ingresos por el aprovechamiento de la madera procedente de los bosques naturales y este rubro se ha incluido dentro del conjunto de actividades de la agricultura, la silvicultura, la caza y la pesca (sector primario/materias primas).

La industria primaria y secundaria de la madera se contabilizada en el sector industrial, en conjunto con todo el parque industrial de los países. Por otro lado, el transporte, tanto de madera en troza como de madera aserrada y productos elaborados, está incluido en la cuenta de transporte. El crecimiento de las plantaciones, como crecimiento del capital forestal, no se contabiliza lo mismo que la actividad profesional y técnica de servicios forestales. Tampoco vienen contabilizadas las pérdidas del capital natural, producido de la utilización no sostenible de los recursos ni los servicios ambientales que brindan los ecosistemas forestales a la sociedad.

Costa Rica ha realizado esfuerzos para que en las cuentas nacionales del país se refleje el verdadero aporte del sector forestal al PIB. Uno de los estudios realizados mostró que la contribución del sector forestal al PIB supera el 5% en comparación con la cifra del 1% históricamente notificada, si se incluyen en estas sumas todos los bienes y servicios producidos a lo largo de toda la cadena forestal productiva (ONF, 2002).

El cuadro 14 presenta el número de empleos que genera el sector forestal, principalmente el formal, que oscila entre el 0,22% y el 2,50% de la Población económicamente activa (PEA) de los países. Los países donde el sector aporta mayor cantidad de empleo son Honduras, Costa Rica y Guatemala. Estos valores son aproximados, dado que no se encontraron estudios detallados que permitan establecer con certeza la cantidad de puestos de trabajo en el sector formal y el informal que se generan a partir de las actividades forestales en los países.

En México la PEA que percibe sueldos de las actividades derivadas de la silvicultura y el aprovechamiento forestal es solamente el 0,36%. En el caso de Costa Rica se estima que el sector forestal ofrece un total de 18 247 empleos permanentes y que alrededor de 8 000 empresas giran alrededor del negocio de la madera. En El Salvador no se dispone de información sobre el número de personas empleadas en el sector, pero es relativamente bajo comparado con otros sectores agrícolas e industriales.

CUADRO 14. Número de empleos generados por la actividad forestal y su importancia en relación a la PEA

País

N° de empleos

Actividad que incluye

Relación empleo forestal/PEA

México

98 000

496 515

1. Silvicultura y aprovechamiento

2. Industria forestal

 

Belice

nd

 

nd

Guatemala

34 849

1 000

1. Silvicultura e industria forestal

2. Recolección de semillas y producción de plantas

0,97%

El Salvador

nd

 

nd

Honduras

36 878

24 000

1. Industria forestal

2. Otras actividades

2,50%

Nicaragua

6 000

2 414

5 999

1. Ordenación de bosques naturales

2. Sector industrial

3. Fábricas de muebles (PYMES)

0,76%

Costa Rica

6 873

5 283

4 771

314

901

150

    Sector primario

    Sector secundario

    Sector construcción

    Sector transporte

    Sector comercio

    Sector gubernamental

1,13%

Panamá

2 581

    Industria forestal

0,22%

nd: no disponible.
Fuente: Elaborado a partir de los datos de los informes nacionales.

Para los nicaragüenses el sector forestal y agropecuario de Nicaragua, generan aproximadamente el 40% del empleo total y de éstos el sector forestal aporta un 12%, lo cual evidencia que es una actividad importante, especialmente en la zona atlántica de este país. En Honduras, además del empleo que genera el aserrío y la transformación de la materia prima, la recolección de leña emplea a unas 27 mil familias en el sector rural. En Costa Rica, Guatemala y Panamá se generan empleos en el establecimiento y mantenimiento de las plantaciones forestales.

En la mayoría de los países no se tiene contabilizada la cantidad de puestos de trabajo que se ubican en el sector «informal» de la economía, es decir, el empleo temporal y que se realiza por «tarea», ligado a las actividades como el transporte de madera, la recolección de leña, plantas y semillas, entre otras. Por ejemplo, Guatemala emplea a unas 1000 personas en la recolección de semillas y la producción de plantas (véase cuadro 14). Sin embargo, no hay información cuantitativa y veraz sobre la cantidad de personas que realizan actividades en el sector informal en los diferentes países de la subregión.

IMPORTANCIA DEL SECTOR FORESTAL

Los países de Centroamérica y México poseen el 12% de la riqueza biológica del mundo en apenas un 2% del territorio del planeta, tierras que están bañadas por el Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe. Sus ecosistemas naturales van desde arrecifes coralinos (posee la segunda barrera coralífera más importante del mundo, cuya longitud alcanza los 1 600 kilómetros a lo largo de las costas de México, Belice, Guatemala, y Honduras) y bosques húmedos tropicales bajos, hasta sabanas de pino, tierras leñosas semiáridas, praderas y bosques montanos, todo lo cual configura aproximadamente 22 ecoregiones distintas. Esta región es el puente entre América del Norte y América del Sur, por lo tanto su inconfundible ambiente tropical presenta una gran diversidad de especies, climas y suelos en relieves que van desde la plataforma submarina hasta los 5 000 metros de altura sobre el nivel del mar.

El cuadro 15 muestra especies de plantas vasculares de la región, unas 81 215 (21 227 son endémicas). Además, existen alrededor de 12 mil vertebrados, entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, de los cuales, 182 mamíferos y 130 aves consideradas endémicas. La región alberga un total de 5 802 especies de aves, siendo como región el segundo lugar en mundo con la más alta diversidad de avifauna, después de los Andes. Se encuentran altos índices de endemismo en la Sierra Madre de Chiapas, en los Altos Cuchumatanes en Guatemala, en la Sierra de las Minas en Guatemala, así como en las Montañas Maya de Belice, la Cordillera de Talamanca en Costa Rica y en las Serranías del Darién. Hoy día existen alrededor de 4 477 especies que ven amenazada su existencia en la región, de las cuales 4 070 son plantas vasculares, 342 vertebrados y 65 invertebrados (véase cuadro 16).

CUADRO 15. Especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces y plantas conocidas en la subregión

País

Número de especies conocidas

Mamíferos

Aves

Reptiles

Anfibios

Peces

Plantas

Belice

163

518

121

42

117

4,000

Guatemala

251

738

214

112

297

8,681

El Salvador

129

518

100

33

194

7,000

Honduras

228

717

210

111

46

7,524

Nicaragua

200

482

161

59

50

7,950

Costa Rica

243

857

235

182

135

10,979

Panamá

232

930

228

170

146

9,000

México

491

769

687

285

384

26,071

Total

1 937

5 529

1 953

994

1 359

81 215

Fuentes: Estrategia nacional para la conservación de la biodiversidad y Plan de acción. Guatemala, 1999. Estrategia nacional de conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Costa Rica, 2000. Estrategia nacional de biodiversidad. Panamá, 2000. Estrategia nacional de diversidad biológica. El Salvador, 2000. Estrategia nacional de biodiversidad y Plan de acción. Honduras, 2000. Estrategia Nacional de Biodiversidad. Belice, 1998. GEO, 2000.

CUADRO 16. Especies amenazadas en la subregión de Centroamérica y México

País Número de especies endémicas

Número de especies amenazadas

Mamíferos

Aves

Plantas

Mamíferos

Aves

Plantas

Reptiles

Anfibios

Peces

Inverte-brados

Belice

0

0

150

5

1

57

5

0

4

1

 

Guatemala

3

1

1 171

8

4

355

9

0

0

8

El Salvador

0

0

17

2

0

42

6

0

0

1

Honduras

2

1

148

7

4

96

7

0

0

2

Nicaragua

2

0

40

4

3

98

7

0

0

2

Costa Rica

7

6

950

14

3

527

7

1

0

9

Panamá

16

9

1 222

17

10

1 302

7

0

1

2

México

140

92

12 500

64

36

1 593

18

3

86

40

Total

170

109

16 198

121

61

4 070

66

4

90

65

Fuentes: GEO, 2000. América Latina y el Caribe, perspectivas del medio ambiente. PNUMA

CAMBIO EN LA CUBIERTA FORESTAL

La FAO informa que en el año 2000, Centroamérica contaba con 17,8 millones de hectáreas de bosques remanentes (véase cuadro 17). Durante la década de los noventa se presentaron grandes variaciones en cuanto a la pérdida de bosques entre países. Nicaragua perdió 117 000 hectáreas, lo que representa una tasa de deforestación del 3% anual. El Salvador, por su parte, perdió 7 000 ha/año equivalentes al 4,6% de los bosques existentes. Nicaragua es considerado el país con la mayor pérdida de bosques en toda la región. Esto está relacionado con el consumo de madera para leña, el cual supera doce veces el volumen de la materia prima utilizada por la industria forestal de ese país. La pérdida de cubierta forestal natural en México durante la década 1990-2000 fue el doble del área perdida en Centroamérica. La superficie de bosques per cápita es de 0,5 hectáreas, fluctuando entre 0,015 y 5,7 hectáreas per cápita. La disponibilidad de bosques por habitante en la subregión es menor a la de África, Europa, América del Norte y América del Sur, la supera sólo Asia.

CUADRO 17. Superficie forestal y cambios en la cubierta forestal en la subregión para el período 1990-2000

País

Área forestal 2000

Cambios en cubierta forestal
1990-2000

Miles de hectáreas

% del territorio

Miles de hectáreas/año

Porcentaje/año

México*

55 205

28.9

-630

-1.0

Centroamérica

Belice

1 348

59.1

-36

-2.3

Costa Rica

1 968

38.5

-16

-0.8

El Salvador

121

5.8

-7

-4.6

Guatemala

2 850

26.3

-54

-1.7

Honduras

5 383

48.1

-59

-1.0

Nicaragua

3 278

27.0

-117

-3.0

Panamá

2 876

38.6

-52

-1.6

Total

17 824

34.9

-341

-2,1

Fuentes: FAO (2001). Segundo informe sobre desarrollo humano en Centroamérica y Panamá (2003). INDUFOR, 2001.

BOSQUES NATURALES

Bosques en áreas protegidas

Centroamérica y México han creado 706 áreas de conservación activa de la biodiversidad con una superficie total de aproximadamente 29 millones de hectáreas. Estas áreas han sido administradas por el Estado y recientemente han comenzado a surgir nuevas iniciativas de conservación que utilizan diversos arreglos entre gobiernos centrales, gobiernos locales, organizaciones comunales y empresa privada.

El cuadro 18 muestra el número de áreas protegidas en la subregión. Se observa que en 1987 había un total de 227 áreas declaradas y que 10 años después en 1997, esta cifra aumentó a 411. De igual forma, el número de áreas propuestas pasó de 89 a 391 en esa misma década. En la mayoría de los países centroamericanos, estas áreas están mal atendidas, con escasa vigilancia, infraestructura y planificación. El total de personal trabajando en los 8 millones de hectáreas es de sólo 1 814 funcionarios de los cuales el 48% está en Costa Rica y el 26% en Guatemala, revelando una situación de indefensión en Belice, Nicaragua, Honduras y Panamá. Además, sólo el 88% está en el campo, el 20% de las áreas tiene planes de ordenación y muchos de ellos sin ejecutar, un 76% no tienen planes operativos y un 58% no poseen planes de control y vigilancia.

En el año 2003, el total de áreas silvestres protegidas ascendió a 706, siendo Costa Rica, México y Guatemala, las que superan las 100 (véase cuadro 19). Sin embargo, en México las áreas protegidas sólo representan el 8% del territorio y para Costa Rica y Guatemala oscilan entre 25 y 30%. Se destaca Belice, ya que casi el 50% de su territorio se concentra en 74 áreas protegidas.

Cuadro 18. Número de áreas protegidas en Centroamérica para 1987 y 1997

País

Áreas Protegidas en 1987

Áreas Protegidas en 1997

Declaradas

Propuestas

Total

Declaradas

Propuestas

Total

    Belice

10

2

12

54

24

78

    Costa Rica

73

0

73

126

0

126

    El Salvador

6

22

28

4

121

125

    Guatemala

52

21

73

70

135

205

    Honduras

35

10

45

42

65

107

    Nicaragua

30

2

32

75

21

96

    Panamá

21

32

53

40

25

65

    Total

227

89

316

411

391

802

Fuente: Toumasjukka, T. 1996. Estado del sector forestal en Centroamérica. UICN/ORMA, CCAD, CCAB-AP.

Los bosques que se encuentran dentro de estas áreas están dedicados a la producción de servicios ambientales.

CUADRO 19. Número y superficie de las áreas silvestres protegidas en la subregión (2003)

País

Número de áreas silvestres protegidas

Extensión
(hectáreas)

% del territorio nacional

    Belice

74

    1,071,664

    47,2

    Guatemala

120

    3,192,997

    29,4

    El Salvador

3

    7,110

    0,33

    Honduras

76

    2,220,111

    19,7

    Nicaragua

76

    2,242,193

    17,0

    Costa Rica

155

    1,288,565

    25,2

    Panamá

50

    2,941,386

    26,0

    México (1997)

152

    15,975,900

    8,3

    Total

706

    28,939,926

    12

Fuente: UICN-CCAD 2003. Estado del sistema centroamericano de áreas protegidas

Bosques de producción

México

El 77% de la superficie forestal total es considerada con potencial para la producción de madera y productos forestales no madereros, y el 22% requiere de algún tipo de restauración. Se estima que el área con potencial productivo sostenible es de 22 millones de hectáreas, de las cuales 11 millones corresponden a bosques de coníferas y latifoliadas, 7 millones son de selvas altas y medianas, 4 millones son de latifoliadas de clima templado. De este total se cree que solamente alrededor de 9 millones de hectáreas están bajo ordenación y otras 2,5 millones de hectáreas lo estuvieron en algún momento.

Se estima que las existencias volumétricas suman aproximadamente 2 800 millones de m³. Sin embargo, solamente entre el 15 y el 22% del potencial de tala anual producido por los bosques y selvas mexicanas, es aprovechado con fines industriales. Los bosques de coníferas proveen cerca del 95% de la madera industrial. Cabe mencionar que el aprovechamiento de leña ha alcanzado, y en algunos períodos, ha sobrepasado el potencial productivo nacional.

Belice

Cerca del 65% del área total forestal corresponde a bosques latifoliados (14 190 km²), además se pueden encontrar bosques latifoliados abiertos (120 km²), bosques de pino (576 km²), bosques de pino abiertos, manglares, matorrales y bosques secundarios entre otros.

Guatemala

El 48,5 % del territorio guatemalteco (18 914 km²), son bosques que se encuentran fuera de las áreas protegidas (sin considerar los bosques secundarios). En 1998, el área de bosque natural bajo ordenación era de 126 000 hectáreas aproximadamente, disminuyendo en 1999 a 111 700. En 2000 las hectáreas de bosque bajo ordenación aumentaron considerablemente (378 500 hectáreas), sin embargo, nuevamente disminuyeron en el 2001 a 77 000. En ese período (1998-2001), los bosques naturales bajo ordenación eran 693 000 hectáreas.

En la última década Guatemala se ha esforzado para apoyar la ordenación de bosques naturales a través de diferentes instrumentos, como los modelos simplificados para la ordenación de coníferas o para bosques latifoliados y el programa de incentivos forestales (PINFOR); entre otros. Cabe mencionar que el 70% de los bosques naturales bajo ordenación forestal están dentro de las áreas protegidas, y corresponde a las áreas concesionadas del Petén. Es importante mencionar que entre 1999 y 2001, el volumen promedio de madera aprovechada fue de 575 000m³.

El Salvador

El área forestal de El Salvador es bastante reducida debido a un proceso de tala masiva con el fin de dar lugar a la producción de añil, café y algodón. Actualmente, sólo posee pequeñas superficies residuales de bosques tropicales latifoliados, áreas reducidas de mangle, bosque de coníferas muy disperso y bosque mixto. El área de bosque nuboso existente es catalogada como la superficie forestal más importante de este país (véase figura 11).

FIGURA 11. Estimación de la superficie forestal en El Salvador (2002)
(miles de km²)

Fuente: Elaborado a partir de la información presentada por Cuellar et al, 2003.

Honduras

De las 17,8 millones de hectáreas de bosques en Centroamérica, Honduras cuenta con aproximadamente 6 millones, o sea, el 34% de los bosques de la región, distribuidas en tres tipos: Bosque latifoliado, Bosque de pino y Bosque mixto (véase cuadro 20). Esta cifra corresponde al 48,1% de la superficie de dicho país. El 88% del total de la superficie hondureña es de vocación forestal (9,86 millones de hectáreas); esto lo convierte en el país con mayor potencial productivo de bienes y servicios forestales de la región.

De los casi 6 millones de hectáreas de bosques, el 34% (2 millones de hectáreas) son de producción forestal y las restantes 4 millones son para protección forestal, de las cuales el 62% están dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y el restante 38% son áreas de micro cuencas dedicadas a la protección hidrológica.

El bosque de pino es el más importante para Honduras desde el punto de vista económico. En los últimos cinco años ha tenido una producción promedio de madera de 755 500 m³. Sin embargo la producción potencial de estos bosques podría alcanzar los 3,3 millones de m³. En la actualidad el 97% de la actividad forestal industrial se basa en el aprovechamiento de este tipo de bosque, no sólo por la materia prima que provee, sino también por otros productos que se extraen y que son de valor comercial.

Honduras por su parte, hasta el año 2002 había aprobado 868 planes de ordenación, lo que equivale a una superficie de 1,84 millones de hectáreas con una tala anual permisible aprobada de 2,3 millones de m³, donde la mayor parte de la superficie corresponde a los bosques de pino y solamente 118 000 hectáreas a bosque latifoliado

CUADRO 20 Distribución de la cubierta forestal en Honduras

Tipo de bosque

Superficie de bosques (hectáreas)

Planes de ordenación forestal (POF), bosques de producción
(hectáreas)

Total

Protección

Producción

Pinares

(incluye pinares mixtos)

3,071,800

1,525,990

(49,7% de pinares)

1,545,810

(50,3% de pinares)

481,714 con POF nacional

(218,286 sin POF nacional)

534,435 con POF privado o ejidal

(311,375 sin POF privado o ejidal)

Latifoliado

2,917,800

2,442,800
(83,% de latifoliado)

475,000 (16,3% de latifoliado)

98,080 con POF nacional

(326,920 sin POF nacional)

(20,000 sin de POF ejidal)

(30,000 sin de POF privado)

Total

5,989,600

3,968,790 (66,3% del bosque total)

2,020,810 (33,7% del bosque total)

 

% del territorio nacional

53,2

35,

18

 

Fuente: ORGUT. 2003. Estrategia de Negocios Forestales para Honduras.

Nicaragua

La ordenación de bosques se inicia a partir de 1990. Actualmente se dispone de una cubierta forestal de 5 619 533 hectáreas, de las cuales el 90% corresponde a bosques latifoliados y el restante 10% a bosques de coníferas.

Las áreas bajo ordenación forestal se han incrementado significativamente en la última década, solamente para el año 2000 se aprobaron 126 Planes generales de ordenación forestal con un área aproximada a las 29 000 hectáreas, cada hectárea con un rendimiento promedio de 27,21 m³ por un total de 787 mil metros cúbicos aproximadamente. En el año 2002, se habían aprobado cerca de 157 planes con un área total de 47 656 hectáreas. En cuanto al aprovechamiento forestal de madera en rollo, en 1996 se extrajeron 192 506 m³ en total, reduciéndose en el año 2000 a 111 000 m³ aproximadamente.

Es importante mencionar que la cubierta de bosques productivos está concentrada principalmente en la región del Atlántico, donde existe una menor densidad de población pero con una tasa de crecimiento constante que se relaciona con la disminución del bosque natural y la ampliación de la frontera agrícola.

Costa Rica

Para el año 2000, de acuerdo con estudios realizados1 se determinó que el área con cubierta forestal (ecosistemas forestales de copa superior al 80%), era de 2,3 millones de hectáreas, que equivale a un 45.4% de la superficie total.

Entre 1997 y el primer trimestre de 2001, en Costa Rica el SINAC autorizó la tala de 116 250 árboles en planes de ordenación forestal y 376 871 árboles en inventarios forestales, con un promedio anual de 123 280 árboles. El área total afectada directa o indirectamente por los volúmenes de tala bajo planes de ordenación forestal es de aproximadamente 23 250 hectáreas de bosque, utilizando un promedio de tala de 5 árboles/ha. En 2001, el volumen autorizado para la tala por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) fue de 350 530 m³ en rollo, tanto de bosques naturales como de potreros arbolados (Drews, 2002).

La madera que consume la industria proviene un 12% de planes de ordenación , el 34% de terrenos agropecuarios sin bosque, el 19% de plantaciones forestales y el restante 35% se estima que proviene de tala ilegal, por lo que no se tiene certeza del tipo de ecosistema del que proviene.

Panamá

Panamá cuenta con una cubierta forestal que se aproxima a los 3 millones de hectáreas, como se expone en el cuadro 21, de las cuales el 52% corresponde a bosques de protección, el 11% son bosques productivos, el 6% manglar y el restante corresponde a algún tipo de bosque no clasificado.

CUADRO 21 Estimación de la superficie forestal en Panamá por tipo en 1998

Descripción

Superficie/hectáreas

    Bosque de producción

          350 000

    Bosque de protección

          1 584 682

    Manglares

          170 827

    Cubierta de bosque no clasificada

          946 795

    Total

          3 052 304

Fuente: Estrategia nacional ambiental, 1998, citado en Tendencias y perspectivas del subsector forestal nacional.
Panamá, 2002.

La ordenación forestal ha estado limitada por la pérdida de los bosques nativos como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola. La extracción de madera en Panamá se lleva a cabo bajo varios esquemas, como por ejemplo las concesiones forestales, permisos especiales, permisos comunitarios o indígenas, entre otros. De 1980 a 1990, se dieron en concesión cerca de 78 000 hectáreas de bosques productivos. En la última década (1991-2000), se otorgaron 28 concesiones (67 150 hectáreas), 17 permisos en fincas privadas (3 389 hectáreas) y 66 permisos comunitarios (15 069 hectáreas).

Entre 1993 y el año 2000, le fue autorizado a las comunidades indígenas un volumen de 113 289 m³. Sin embargo, el volumen extraído en ese mismo período fue de 58 124 m³. Esto representó una superficie de poco más de 15 000 hectáreas.

Mediante permisos forestales en fincas privadas de 1998 al 2000, se autorizó un volumen total de 42 000 m³ aproximadamente, pero en este caso el volumen extraído fue poco más de los 43 mil metros cúbicos.

En el cuadro 22 se presenta el resumen de la producción de madera en Centroamérica y México.

CUADRO 22 Producción de madera en Centroamérica y México

País

Producción de madera

México

• La producción de madera industrial en 1998 fue:

    - Autorizada: 7,7 millones de m3/año
    - No autorizada: 13,3 millones de m3

• En el 2000 el volumen autorizado fue 9 millones de m³.

• Se estima que solo el 15% (8,6 millones de hectáreas), de la superficie total arbolada (55,2 millones de hectáreas), está bajo algún tipo de ordenación técnica, aunque se calcula que cerca del 38% tiene potencial para la producción nacional.

• El incremento anual total en volumen de madera de los bosques de coníferas se estima en cerca de 25 millones de metros cúbicos, 10 millones corresponden a bosques mezclados de coníferas y latifoliados.

Belice

• La producción total nacional en 1999 fue 1 676 524 m³, y la producción sostenible fue 392 564 m³.

Guatemala

• Volumen promedio de la madera cosechada de 1999 al 2001 con destino a la industria forestal fue: 575 000 m³.

• Volumen cosechado ilegalmente: 724 100 a 862 500 m³.

• Volumen promedio autorizado de 1999 al 2001 de leña: 404 837 m³.

El Salvador

• Volumen estimado en planes de ordenación al 2003: 134 150 m³.

• En el año 2002 la producción forestal fue:

    - madera para leña: 4 121 937 m3
    - Madera aserrada: 58 000 m3
    - madera en rollo: 4 803 937 m3
    - madera en rollo industrial: 682 000 m3

Honduras

• Entre 1997 y el 2001, se aprovechó en promedio al año 759 000 m³.

• En planes de ordenación la tala anual permisible aprobada para el año 2002 fue de 2 308 776 m³, la mayoría en bosques de pino.

La producción potencial de los bosques naturales de pino podría ser 3,3 millones de m³, en los últimos cinco años en promedio, los bosques de pino han producido 755 500 m3/año.

Nicaragua

• La producción de madera en el 2000 se estimó en 787 027 m³

• En Planes operativos anuales, se autorizó la tala de 104 303 m³

• La madera en rollo autorizada por el INAFOR en aprovechamientos forestales para el año 2000 fue de 110 881 m³.

Se estima que existen aproximadamente 134 millones de m3 de madera, 23 millones corresponde a bosques de coníferas y el resto a latifoliadas.

Costa Rica

• Volumen autorizado de tala: 350 530 m3 (bosque natural y árboles de potrero).

• La oferta de madera en el 2002: 1 055 526 m3

Panamá

• Para el año 2000 se autorizaron los siguientes volúmenes de madera:

    - Concesiones forestales: 41 071 m3
    - Permisos especiales: 166 657 m3
    - Permisos comunitarios: 5 813 m3
    - Permisos de subsistencia: 24 459 m3

• El volumen autorizado en comunidades indígenas fue en el año 2000 de 113 298 m3y se extrajo solamente 58 124 m3.

• En permisos forestales en fincas privadas se autorizó la tala de
13 894 m3r y se extrajeron 16 657 m3.

Fuente: Elaborado a partir de los informes nacionales.

En relación al rol del Estado en la ordenación forestal de la región, (De Camino, 2003) indica que en la subregión la ordenación de los bosques productores de madera, tanto nacionales, como ejidales y privados, tiene roles mezclados coexistentes que van desde Estado interventor/ ejecutor. El Estado es ejecutor de ordenación forestal en Belice y Honduras. Traspasa derechos en concesiones o en usufructos y permisos al sector privado y a comunidades en Guatemala, Honduras y Panamá.

El Estado es subsidiario en Guatemala, Costa Rica y Panamá, pues fomenta la ordenación forestal y las plantaciones a través de incentivos como subsidios, pago de servicios ambientales y exenciones tributarias. En El Salvador, la nueva ley contempla incentivos y las leyes en discusión en Nicaragua y Honduras también los incluyen.

El Estado ha adoptado además una tendencia general a la descentralización, la cual está lejos de ser completa. Ésta se manifiesta por la mayor autonomía y poder de cesión de las oficinas regionales de la autoridad forestal (Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica) y en la gestión de bosques por parte de municipalidades (Guatemala, Nicaragua, Honduras).

El Estado sólo regulador se presenta en Costa Rica, país en que los bosques nacionales (Patrimonio forestal del estado) se dedican sólo a la protección y no a la producción.

Tala ilegal

Las estimaciones sobre tala ilegal en México muestran que el país pierde entre 775 mil ha/año y 2 millones de ha/año. Según las estimaciones oficiales, en los últimos años hubo una pérdida de cubierta de 1,1 millones de hectáreas. Además, para 1998 el volumen de producción de madera industrial no autorizado fue de 13 millones de m³ aproximadamente, o sea, el 65% del total extraído en ese año2 (véase cuadro 23).

Guatemala revela que se pierden cerca de 90 mil hectáreas por año, principalmente en la Franja Transversal del Norte y en las selvas del Petén. Según los informes de la FAO, este país experimenta una pérdida del 1,7% anual de la cubierta boscosa, o sea 54 mil ha/año. Además, se estima que el volumen extraído ilegalmente oscila entre un 30% y un 50% del volumen cosechado por año (entre 724 100 y 862 500 m³).

En Honduras se estima una pérdida de la cubierta boscosa de 80 mil a 108 mil ha/año. La tasa de deforestación oscila entre 55 mil a 120 mil hectáreas por año, esto para dar paso principalmente a usos no sostenibles del suelo. La tala ilegal en Honduras se estima entre un 30-40% del volumen total autorizado por COHDEFOR (ORGUT, 2003). Esto se expone en la figura 12.

La tala y el transporte ilegal comportan una serie de consecuencias en Honduras:

• Exclusión de los grupos más pobres del comercio legal (por causa de la tenencia de la tierra y los costos de transacción, burocracia, requerimientos técnicos) que para ellos se transforma en un lujo y una salida del negocio por falta de rentabilidad (CREMBLAH, FEHCAFOOR, AFE-COHDEFOR, NICAMBIENTAL, INAFOR, ODI, 2003).

• Pérdida de recaudación de impuestos por el Estado y los Gobiernos municipales (entre 7 y 9 millones de dólares EE.UU. al año en Honduras) (REMBLAH, FEHCAFOR, ODI, 2002).

• Competencia desleal con los legales, la caída de los precios en las subastas y en general de la madera en pie, en los impuestos sobre la venta y las rentas y las tarifas de exportación, cuando hay exportación ilegal.

• Impactos ambientales sobre agua, suelos y biodiversidad.

• Conflictos sociales.

FIGURA 12. Tala legal e ilegal de madera en Honduras, 2003

Es preocupante la situación en Nicaragua, ya que de acuerdo a recientes estudios se estima que alrededor del 60% de los volúmenes de tala registrados provienen de la tala ilegal. Otro estudio revela que se tala ilegalmente de 30 000 a 35 000 m³ de bosques latifoliados y entre 110 000 y 135 000 m³ de bosques de coníferas.

Costa Rica, presenta una tasa de deforestación de 16 000 ha/año. La madera que consume el mercado costarricense, proviene en un 75% de bosques, plantaciones forestales y terrenos agropecuarios. Se estima que solamente el 46% de la madera que se consume proviene de áreas forestales sostenibles (plantaciones y planes de ordenación del bosque), y el porcentaje restante es producto de la tala ilegal. (Plan Nacional de Desarrollo Forestal 2001-2010).

Panamá presenta una tasa de deforestación del 1,85% y los resultados de los diferentes inventarios forestales muestran una variación importante en la cubierta forestal, lo que hace suponer una tasa anual de deforestación de más de 50 000 ha/año.

CUADRO 23. Volumen estimado (m³) producto de la tala ilegal de madera en los países de la subregión

País

m³/año

Observaciones

    México

    775 000 a 1 980 000

    Principalmente en las selvas

    Belice

    26 000 a 36 000

 

    Guatemala

    54 000 a 90 000

 

    El Salvador

    724 100 a 862 500

 

    Honduras

    55 000 a 120 000

    Pinares y bosque latifoliado

    Nicaragua

    30 000 a 35 000
    110 000 a 135 000

    Bosques latifoliados
    Bosques de coníferas

    Costa Rica

    250 000 a 300 000

    Bosques naturales

    Panamá

    50 000

 

    Total

    2 a 3,6 millones de m³/año

 

Fuente: Estudios nacionales sobre la situación del sector forestal. Proyecto ESFAL-FAO. 2003.

Del Camino (2003), indica que la deforestación anual del 2,1% de los bosques de diferentes países, especialmente Belice, Guatemala, Nicaragua y Panamá es un indicador general de no sostenibilidad de la ordenación forestal. Sin embargo, la mera existencia de bosques en los países de Centroamérica, aunque no sean objeto de aprovechamiento, ni sean sometidos a intervención, garantizarían un aporte al desarrollo sostenible, puesto que en forma natural se producirían servicios ambientales. En ese sentido, se ha producido una disminución de las pérdidas por concepto de producción de servicios ambientales con respecto a períodos anteriores.

El mismo autor indica que la deforestación revela por una parte, que el bosque no tiene valor para la economía, porque es menos rentable que sus usos alternativos o porque existe un desconocimiento de sus valores, que además no se comercian en el mercado. El problema radica en que las estadísticas que se usan para el cálculo del PIB en los países, no incluyen los beneficios por concepto de servicios ambientales como protección de fuentes de agua y de biodiversidad, conservación del paisaje y fijación y almacenamiento de carbono. Además, hay productos de gran importancia como la leña, de la cuál dependen más de la mitad de los hogares de la región, así como muchas industrias artesanales que se registran parcialmente en las cuentas nacionales.

PLANTACIONES FORESTALES

Centroamérica y México cuentan con un área plantada de poco más de un millón de hectáreas. Los siete países centroamericanos representan en conjunto el 42% de esa superficie plantada. De las 462 000 hectáreas plantadas en Centroamérica, el 38,5% del área corresponde a Costa Rica, el 28,8% a Guatemala, el 10% a Honduras y el 10% a Nicaragua, un 8,7 % a Panamá, solamente un 3% a El Salvador y menos del 1% a Belice (3 000 hectáreas). En la figura 13 se muestra la distribución por país, considerando el área total que se ha establecido según informes de la administración forestal de cada país.

El área plantada responde en gran medida a los programas de incentivos que han desarrollado los países de la región y a los proyectos de cooperación internacional que han facilitado los procesos de producción forestal.

FIGURA 13. Superficie de plantaciones forestales con fines industriales por país (2000)
Miles de hectáreas

* Toma en cuenta sólo las plantaciones comerciales.

México

Las plantaciones forestales en México fueron instaladas con dos objetivos: proteger y restaurar áreas y producir madera para la industria forestal. Para cumplir el primer objetivo se han establecido hasta 1999 cerca de 590 000 hectáreas, cifra estimada puesto que no existe un verdadero inventario de estas plantaciones, para cumplir el segundo objetivo solamente se, han establecido alrededor de 34 000 hectáreas, que corresponde a las plantaciones comerciales.

Belice

En el caso de Belice, de acuerdo a datos de la FAO, existían aproximadamente 3 000 hectáreas de plantaciones en el año 2000.

Guatemala

Guatemala desde 1996 pone en marcha su Programa de Incentivos Forestales denominado PINFOR. Este programa es financiado a través de aporte estatal establecido en la Ley Forestal del país y ha permitido que durante los últimos 7-8 años, Guatemala haya incrementado su área de plantaciones hasta 133 000 hectáreas. Se ha registrado que desde 1980 a 1999 se habrían plantado más de 78 000 hectáreas y a partir de 2000 se incrementó la tasa de reforestación.

El Salvador

En el caso de El Salvador, se establece hasta el 2003 con la Ley Forestal un Programa de Incentivos para el establecimiento de plantaciones. Sin embargo, el establecimiento de plantaciones forestales tiene su origen en la política forestal de los años setenta de este país, donde se promovía esta actividad con el objetivo de conservar los recursos naturales como el agua y el suelo, además de la producción de madera. Es así como la inversión pública y privada evoluciona pasando de 2 700 hectáreas en 1976 a más de 15 000 en 1985 (véase cuadro 24).

CUADRO 24. Superficie de plantaciones forestales en propiedades privadas y estatales en El Salvador
(1980-1985) (área acumulada)

Tipo

Hectáreas reforestadas por año

1980

1981

1982

1983

1984

1985

    Privado

3578

3578

3578

3578

3578

3578

    Estatal

5588

7465

9205

10050

11083

11571

    Total

9166

11043

12783

13628

14661

15149

Fuente: Cuellar et al., 2003. Tendencias y perspectivas del sector forestal en El Salvador del siglo XXI.

En 1997 se tenían registradas 6 174 hectáreas de plantaciones forestales, donde las especies más cultivadas fueron Teca (Tectona grandis), pino (Pinus spp.), madrecacao (Gliricidia sepium) y eucalipto (Eucalyptus spp.). Esta primera especie ha continuado siendo también para el año 2003 la especie que ocupa mayor superficie (47% del total), seguida por el ciprés (Cupressus lusitanica), con un 14% del área total reforestada. La actual cubierta de bosques plantados representa solamente un 0,15% de la superficie salvadoreña, existe una subestimación en los datos actuales, ya que solamente se incluye el área de plantaciones forestales registradas y no el total de las existentes (Cuellar et al., 2003).

Honduras

La abundancia de recursos forestales en Honduras, junto con la ausencia de incentivos financieros, ha hecho que la producción de madera a través de plantaciones forestales no haya tenido mayor auge.

El Plan de Desarrollo Forestal de Honduras notifica un total de 26 000 hectáreas de plantaciones forestales establecidas en el país, 9 000 hectáreas de plantaciones de coníferas y 17 000 de latifoliadas (PLANFOR, 1966).

Nicaragua

El sector forestal en Nicaragua es a partir de 2003 prioritario en su política de promoción de inversiones y eso estimulará el establecimiento de plantaciones. La reforestación ha sido impulsada por los proyectos de cooperación internacional entre los que se destacan el proyecto MADELEÑA, ejecutado en la década de los ochenta y los proyectos POSAF y PROCAFOR desarrollados desde la segunda mitad de la década de los noventa hasta el presente.

El establecimiento de plantaciones forestales en Nicaragua inicia en los años sesenta. Entre 1970 y 1980, el área plantada era de aproximadamente 20 000 hectáreas. Para el quinquenio siguiente (1980-1985) solamente se establecieron 1 470 hectáreas. De 1990 a 1995 el proceso de reforestación se acelera y se plantan aproximadamente 12 470. A finales del año 2000, el número era de 12 000 ha/año distribuidas en 4 000 hectáreas de bosque latifoliado y 8 000 hectáreas de bosque de coníferas. Esto significa que desde 1970 hasta 2000 se establecieron aproximadamente 58 500 hectáreas. De acuerdo con los informes de la FAO, el área plantada en el año 2000 es de 46 000 hectáreas.

Costa Rica

En Costa Rica, el programa de incentivos a la reforestación empezó en 1979. En 1996 el país organiza y pone en marcha un novedoso programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) a las plantaciones forestales. Tanto los incentivos que se brindaron desde 1979 a 1996 como el PSA que opera en la actualidad han logrado impulsar el establecimiento y ordenación de plantaciones forestales en el país.

El área total reforestada en Costa Rica en 2001 fue de alrededor de 160 000 hectáreas. Sin embargo, algunas de esas plantaciones han sido aprovechadas y otras se han abandonado, tal es el caso de la mayoría de las plantaciones de laurel en el país. En el cuadro 25 se observa la distribución del área por especie. Para el 2001, el MINAE autorizó el aprovechamiento de 264 397 m³ de madera en rollo proveniente de plantaciones forestales.

CUADRO 25. Área reforestada en Costa Rica por especie (1979-2001)

Especie (Nombre común)

Área reforestada

hectáreas

%

    Melina

      66 046

40,3

    Teca

      28 000

17,5

    Laurel

      18 000

11,2

    Pochote

      17 020

10,7

    Eucalipto deglupta

      13 000

8,1

    Pinus spp.

      4 700

3,0

    Ciprés

      5 000

3,1

    Jaúl

      2 600

1,6

    Otras especies nativas

      7 200

4,5

    Total

      159 843

100

Fuente: Cámara costarricense forestal, 2003.

Panamá

Panamá también ha contado con un Programa de incentivos forestales que ha facilitado el establecimiento de aproximadamente 40 000 hectáreas de plantaciones (véase figura 14). La reforestación tuvo un aumento importante en el año 1995 y 1996, disminuyendo en los siguientes años.

La principal especie utilizada en el establecimiento de plantaciones forestales es la teca, la cual representa cerca del 60% de la superficie total reforestada de 1992 al año 2000. La otra especie de importancia para este país es el pino, con un área efectiva de 10 481 hectáreas (25%), otras especies plantadas también son el cedro espino, la acacia y la caoba africana, entre otras.

FIGURA 14. Superficie de plantaciones forestales establecidas en Panamá (1992-2000)
(en hectáreas)

Fuente: Castillo, S. (2003), en Tendencias y perspectivas del subsector forestal nacional, Panamá.

Según Rodríguez (2003) existen en toda la región más 23 millones de hectáreas con características de clima y suelo aptas para la restauración y/o establecimiento de plantaciones, de estas últimas un alto porcentaje presenta rendimientos altos que permiten competir en el contexto internacional. Por otro lado, la experiencia generada en plantaciones comerciales, permite visualizar las oportunidades de establecer plantaciones en mayores superficies, aunado lo anterior al potencial de especies existentes con altos rendimientos volumétricos y buena aceptación en los mercados internacionales.

POLITICA Y LEGISLACION FORESTAL

En el cuadro 26 se resume la situación de los países de la región en sus aspectos político y legal (De Camino, 2003).

México

A principios del año 2003, México da a conocer el nuevo marco normativo forestal, el cual incluye por primera vez el concepto de servicios ambientales y obliga a incluir este concepto en el aprovechamiento forestal. Además, se definen mecanismos de monitoreo a la administración de recursos. Como la mayor parte de las políticas y legislaciones en la región, no existe mayor regulación para el aprovechamiento de los productos forestales no madereros (PFNM). Con la creación de la Comisión Nacional Forestal en el 2003, se ha dado un aumento en los programas de apoyo para las actividades forestales.

Guatemala

La política forestal en Guatemala tiene una clara orientación hacia el fomento de la actividad productiva. El Programa de Incentivos Forestales ha sido uno de los 32 instrumentos de política que se ha implementado con éxito. La Ley Forestal creó el Instituto Nacional de Bosques (INAB) que se encarga de velar por el buen manejo de los recursos forestales del país. En el año 2000 se creó el Consejo de estándares de ordenación forestal sostenible con el fin de debatir temas relacionados a la ordenación sostenible y a la transformación de productos.

El INAB ha impulsado un modelo de administración forestal municipal fomentando la creación de Oficinas Forestales Municipales. Actualmente, de 331 municipalidades el 33% ya cuenta con este tipo de oficinas, donde se les brinda los servicios forestales necesarios a los vecinos. El sector industrial viene trabajando desde finales de los noventa en el desarrollo de «cluster» forestales con el objetivo de elevar la competitividad de las empresas del sector forestal.

Honduras

En el año 2000 Honduras inició un proceso de formulación de una nueva Ley Forestal, la cual en 2003 todavía estaba en proceso de discusión. En esta nueva versión se propone la modernización de la actual administración forestal, creando de esta manera un ente descentralizado llamado Servicio Forestal que se hará cargo de la aplicación de la política forestal.

En el año 2002 COHDEFOR, entidad encargada de velar por el buen manejo de los recursos forestales en el país, formuló una Estrategia Nacional de Protección Forestal, con el fin de prevenir y controlar los incendios y las plagas forestales. Algunas políticas orientadoras en la formulación de dicha estrategia son el combate a la pobreza, la participación comunitaria y los planes de ordenación como instrumento de gestión forestal. En 2003 se desarrolló la Estrategia de resinación, la cual se propone involucrar más a las comunidades, ejecutar programas de promoción, asistencia técnica y organizacional.

Como parte de estos procesos de definición y revisión de políticas, la Administración Forestal del Estado elaboró un Plan de acción forestal a largo plazo (1995-2015) con el objetivo de proponer soluciones y acciones para resolver la problemática del sector forestal.

El Salvador

En mayo de 2002 en El Salvador se aprobó la nueva Ley Forestal, la cual tiene como objetivo incrementar, manejar y aprovechar de forma sostenible los recursos forestales y desarrollar la industria maderera. Esta ley creó la Comisión forestal para el desarrollo tecnológico e industrial forestal, que junto con el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Economía tienen la responsabilidad de desarrollar programas de incentivos para propiciar el desarrollo forestal.

Existe en El Salvador una política forestal y un Plan de ordenamiento y desarrollo territorial, el cual incluye una propuesta sectorial para el desarrollo de la producción forestal.

La baja de los precios del café provocó que la Fundación Salvadoreña para Investigaciones del café incorporara la actividad forestal como una opción para la diversificación de ingresos para los productores, incluyendo en este caso especies forestales de sombra. Además de la diversidad de productos que se pueden obtener de este sistema integrado, el PROCAFE (Fundación Salvadoreña para Investigaciones del Café) considera la posibilidad de provisión y compensación de servicios ambientales tales como biodiversidad y agua. Adicionalmente existe un programa nacional de frutas y establecimiento de plantaciones de marañón con el fin de recuperar cubierta arbórea y generar ingresos económicos.

Con apoyo del GEF(Global Environment Facility) se elaboró el proyecto ECOSERVICIOS, el cual busca establecer un sistema nacional de pago por servicios ambientales.

Nicaragua

La Política Forestal de Nicaragua fue publicada oficialmente en el año 2001 y plantea cinco acciones concretas: el ordenamiento del territorio, el fomento, la protección forestal, la investigación y la regulación y control. Aunque en Nicaragua existen políticas y legislación en torno al sector forestal, la limitada capacidad institucional y de recursos ha limitado su implementación. En este país se ha venido trabajando durante los últimos 6 o 7 años en la formulación de una nueva ley forestal.

En 2003 se aprobó la Ley de conservación, fomento y desarrollo sostenible del sector forestal, en la cual se establecen una serie de incentivos fiscales, se crea el FONADEFO (Fondo Nacional de Desarrollo Forestal), se definen claramente sanciones y se otorga presupuesto al INAFOR (Instituto Nacional Forestal) entre otras medidas prioritarias para el desarrollo forestal.

Ese mismo año, el actual gobierno identificó e incorporó al sector forestal en la Estrategia nacional de desarrollo, considerándolo como uno de los ejes de desarrollo del país. Con ello, el gobierno busca una mayor inversión extranjera en el sector forestal a fin de incrementar la cubierta forestal a través de plantaciones forestales con fines industriales, incrementar las fuentes de empleo rural, prestar el servicio ambiental de mitigación de gases de efecto invernadero y otros servicios propios de estos ecosistemas.

Actualmente, se encuentra en fase de preparación el Programa de desarrollo forestal, apoyado por el Banco Mundial. Éste tiene como propósito contribuir con el desarrollo sostenible del sector forestal nicaragüense, para que a largo plazo se constituya en eje fundamental de la economía.

Costa Rica

Desde 1993 Costa Rica cuenta con una política forestal establecida por el entonces Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas (MIRENEM) hoy Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). Sin embargo, ya desde 1969 el país contaba con una Ley Forestal. En 1996 se aprobó la Ley Forestal N° 7575 en la cual se crea el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). El objetivo era descentralizar la acción del ministerio y trabajar en áreas de conservación, establecer el pago por servicios ambientales a los propietarios de bosques y plantaciones forestales por los servicios que estos ecosistemas prestan, establecer mayores requisitos para la ordenación de los bosques, estableciendo la necesidad de contar con criterios e indicadores de sostenibilidad y establecer mayores penas para los infractores a la ley, éstas y otras son las mejoras efectuada por la ley.

En 1998 se inició un proceso de análisis de las políticas forestales en Costa Rica y para el 2001 ese proceso culminó con el Plan Nacional de Desarrollo Forestal (PNDF) 2001-2010. El proceso continúa y se formuló el Plan de Acción 2004-2010 con el objetivo de señalar las pautas para la ejecución del PNDF.

Panamá

En Panamá existe una estrategia nacional del ambiente, sin embargo la aplicación de ésta no llega a los niveles requeridos. A principios del 2003 se diseñó la Política nacional forestal y se ha trabajado en la elaboración de instrumentos como el Sistema Nacional de Información Ambiental, la Valoración ambiental de los recursos forestales y su incorporación en el sistema de Cuentas nacionales, el Plan nacional de desarrollo forestal y otros instrumentos que a deberían contribuir a aplicar una ordenación forestal sostenible. La Ley Forestal otorga incentivos al establecimiento y mantenimiento de plantaciones forestales.

La falta de recursos financieros para invertir en el sector forestal ha contribuido en gran medida a limitar la adopción y el uso de tecnología apropiada en la actividad forestal. En cuanto a tecnología, no se han experimentado cambios, por lo tanto se considera la actividad industrial poco importante para la economía nacional.

A nivel regional existe un sistema centroamericano de integración que creó la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, que ha propiciado acuerdos que han llevado a los países de la región a suscribir los principales convenios internacionales en materia de ambiente, lo cual se ha traducido en acuerdos y convenios regionales.

El cuadro 26 presenta un resumen de los aspectos políticos y legales más relevantes del sector forestal de los países de Centroamérica.

CUADRO 26 Síntesis de aspectos políticos y legales en el sector forestal en los países de Centroamérica

Tema

País

Belice

El Salvador

Guatemala

Honduras

Nicaragua

Costa Rica

Panamá

Política forestal

De 1954, en revisión

En aprobación

Disponible desde 1999. En proceso de difusión

1996 en PLANFOR (PAF)

Aprobada en 2001

Sí, 2001

En proceso

Política áreas Protegidas

Comisión nal. formada en 1998

 

Incluye Biodiversidad. 1999

Del 2001

 

Sí, 2000

 

Ley forestal

De 1980

De 2002

De 1996

Proyecto en discusión en Congreso

Reglamento 1993, modificado en 1998. Proyecto en discusión en Congreso

1996

1994 y Ley de incentivos

Ley de parques o áreas protegidas

De 1981

       

 

PAFT

1989

Intención reactivar

Vigente, papel coordinador

1992

1992

1988

Finales ochenta

Normas técnicas

 

Para planes

de ordenación

   

   

Criterios e indicadores

 

Definidos

En proceso de formulación

En proceso de formulación

Si , en proceso de endoso por FSC

Sí, están en la Ley Forestal

En proceso

«Cluster»forestal

   

Institucionalizado, en operación

     

Programa de incentivos

   

1997, PINFOR

   

Sí, FONAFIFO

Plan nacional forestal

Sí, en proceso

 

Cambios institucionales

   

Creación INAB y fortalecimiento de CONAP

Ninguno substancial

Creación de MAGFOR e INAFOR

SINAC y MINAE

Ninguno substancial

Comisión u oficina nacional forestal

 

No

Fuente: De Camino, R. 2003.

TENENCIA DE LA TIERRA FORESTAL

La información que generan los censos nacionales sobre la tenencia de la tierra se refiere a la distribución de la propiedad agrícola por categorías de tamaño (De Camino, R. 2003). Sin embargo, esos informes no brindan mayor detalle sobre la estructura de propiedad de los bosques. Esta información es indispensable para seleccionar las estrategias de manejo de los recursos en cada uno de los países de la región. En la década de los noventa se manifiesta en la región una tendencia a ceder derechos de uso y aprovechamiento de la ordenación forestal a los pobladores, comunidades indígenas y empresas privadas.

Panamá

Se han identificado los siguientes problemas centrales relacionados con la estructura de propiedad de los recursos y relacionados con la colonización de tierras (Toumasjukka, 1996; Segura, 1997):

• Colonización de los bosques por población marginada para la agricultura de subsistencia debido a la degradación de tierras agropecuarias, problemas de tenencia de tierra y fácil acceso a bosques. Se trata de una colonización inducida por diversas causas, incluyendo políticas de tenencia de la tierra y de construcción de infraestructura vial.

• Toma especulativa de tierras debido a los intereses ganaderos de ampliar sus propiedades.

• Aprovechamiento forestal sin una ordenación adecuada debido al poco control de las concesiones, visión a corto plazo de los concesionarios y tala clandestina.

• Inseguridad de invertir en el aprovechamiento forestal, debido a la amenaza que representan los colonizadores y a la falta de mecanismos del gobierno para brindar seguridad a la inversión.

Elton, et al. 1997, menciona aspectos relevantes sobre este tema, por ejemplo que gran parte del área boscosa de Panamá es área habitada por pueblos indígenas y en estas áreas el avance de la frontera agrícola y la conversión de bosques para otros usos tiene una estrecha relación con los derechos indígenas sobre la tierra y es fuente de conflictos; que el área principal de bosques latifoliados en Panamá es el Darién. En ese territorio hay conflictos de tenencia por propiedad mal definida. Por una parte están los bosques del Estado, que son otorgados en concesión forestal, por otra, las tierras que reclaman las comunidades indígenas y finalmente la colonización de tierras de agricultores desplazados; que los bosques de producción en Panamá no han sido delimitados ni catastrados y no constituyen un patrimonio efectivamente controlado por el Estado. El aprovechamiento comercial se realiza en tierras del Estado a través de concesiones forestales. También existe la modalidad de permisos comunitarios en la ley forestal, pero que no tienen referente en superficie, sino en volumen de tala permitido; existen problemas de reconocimiento de tierras a los pueblos indígenas que se sobreponen con áreas de concesión y falta la titulación de tierras campesinas; es necesario tomar varias medidas urgentes en relación a las tierras forestales que incluyen el reconocimiento de los derechos indígenas de tierras colectivas; revisar el catastro rural en áreas críticas para diseñar políticas que den mayor claridad y seguridad jurídica en cuanto a derechos de propiedad y control de la especulación de tierras de aptitud forestal y revisar la política de titulación de tierras.

Costa Rica

En Costa Rica existe la propiedad privada de la tierra y la propiedad estatal, o sea, el Patrimonio del Estado, que son las tierras que pertenecen al Estado.

La degradación de suelos es uno de los problemas del país. Algunas de las causas son la falta de ordenamiento territorial, la colonización espontánea realizada por nacionales o por los inmigrantes, principalmente en zonas de frontera, el uso de prácticas agrícolas insostenibles y la sobreexplotación. Se han producido conflictos de tenencia de la tierra entre el IDA (Instituto de Desarrollo Agrícola) y el MINAE dentro de la áreas protegidas, en las cuales se asignaron tierras a agricultores (Segura, 1997). Sin embargo, la ocupación ilegal ha disminuido considerablemente y muchos propietarios tienen respaldo legal sobre sus propiedades.

La propiedad de los bosques tanto naturales primarios e intervenidos como secundarios, está en manos privadas y son por lo general propiedades pequeñas con bosques de superficie pequeña. Los propietarios, por lo general, están organizados, en cooperativas o en asociaciones de propietarios. Los bosques en su mayoría están muy intervenidos y son de pequeño tamaño (entre 10 y 20 hectáreas de bosques secundarios y entre 50 y 100 de bosques naturales). Por lo general los propietarios tienen varios usos de la tierra en sus fincas y se dedican a varios rubros productivos agrícolas, ganaderos y forestales. Las principales concentraciones de bosques y propietarios forestales están en las regiones Huetar Norte, Volcánica Central, Guanacaste, y Sur, siendo las dos primeras las de mayor concentración de bosques naturales. Es importante destacar desde el punto de vista de la ordenación forestal, la característica de los pequeños propietarios forestales organizados.

Nicaragua

En Nicaragua la falta de seguridad e indefinición en la tenencia de la tierra es uno de los mayores problemas del sector forestal. Existe una ausencia de demarcación legítima de tierras de las comunidades indígenas. En el pasado, el Estado ha otorgado concesiones de tierras reclamadas por comunidades indígenas (Shión y Ambrogi, 1997). Continúan los procesos de colonización espontánea y la entrega de tierras forestales para la agricultura (Toumasjukka, 1996).

Las principales concentraciones de bosques húmedos tropicales se encuentran en tres regiones del país: Río San Juan, la RAAN (Región Autónoma Atlántico Nord) y la RAAS (Región Autónoma Atlántico Sur). En la RAAN y la RAAS, el estado define a la mayoría de las superficies de bosques como nacionales. Sin embargo, los Gobiernos de las regiones autónomas y las comunidades indígenas no aceptan este planteamiento y las comunidades individuales tienen reclamos sobre la propiedad del bosque. Las comunidades Miskito y Mayagna son las principales comunidades reclamantes de tierras. El Estado ha otorgado concesiones forestales que no han podido prosperar por falta de claridad de tenencia, pues los pueblos indígenas han impugnado legalmente las concesiones.

Los bosques de coníferas, ubicados principalmente en las Segovias, son de propiedad privada, mientras que los pinares de la RAAN y la RAAS son bosques nacionales, pero son también reclamados por comunidades indígenas y también invadidos a causa del progreso de la frontera agrícola.

El Salvador

El minifundismo coincide con la pobreza y con las regiones en que se concentran los terrenos de laderas de vocación forestal. Aproximadamente 270 a 385 mil hectáreas son de minifundistas en terrenos de ladera. Problemas asociados con la propiedad de la tierra son: la extensificación de cultivos de granos básicos debido a prácticas poco sostenibles en agricultura de laderas y a un colapso en los medios de vida de población rural y escasez de reservas de tierras agrícolas para ampliar la producción de alimentos (Barry et al., 2000).

En El Salvador no hay superficies significativas de bosques tropicales húmedos o secos, ni tampoco de pinares para la ordenación forestal sostenible.

Honduras

En Honduras los bosques son de propiedad privada, de ejidatarios representados por las municipales y las tierras nacionales las cuales están bajo la administración directa de COHDEFOR.

En Honduras (Toumasjukka, 1996) se han identificado los siguientes problemas en relación a la tenencia de la tierra y son a saber:

• El avance de la frontera agrícola.

• La expansión de la ganadería, caficultura y camaronicultura en bosques latifoliados.

• Las políticas agropecuarias incompatibles con un uso sostenible del recurso forestal.

• Las tomas especulativas de las tierras forestales latifoliadas, favorecidas por la ausencia de una política nacional de ordenamiento territorial.

• La poca capacidad de control del Estado.

• La no titulación de tierras de vocación forestal y por lo tanto la inseguridad de tenencia (Suazo et al., 1997).

El Estado es el principal propietario forestal del país: posee el 30% de bosques de coníferas, el 100% de los manglares y el 60% de bosques de latifoliadas. Las Municipalidades son también propietarios importantes de bosques, especialmente en las zonas de pinares.

El Estado ha entregado permisos de usufructo de bosques latifoliados a comunidades en la región Atlántica del país (Atlántida, Mosquitia y Río Platano). Las operaciones de las comunidades que tienen usufructos forestales son pequeñas y medianas.

En los pinares que pertenecen al Estado hay ocupación de individuos y agrupaciones de campesinos y ganaderos, lo que dificulta la operación del sistema de subastas, puesto que los ocupantes exigen lo que se llama el «impuesto de guerra» a aquellos que ganan los derechos de aprovechamiento, encareciendo los costos de las operaciones.

Guatemala

Guatemala es un país de minifundio en el altiplano, con alta densidad de población y pocas tierras. Hace 20 años las fincas menores de 7 hectáreas constituían el 87,3%, pero sólo ocupaban el 15% del área total del país. Se produjeron así movimientos migratorios al norte dirigidos como espontáneos para ocupar las selvas del Petén por parte de los campesinos sin tierra del altiplano (De Cáliz, 1997).

Desde principios de siglo y hasta mediados de los años noventa, la situación de tenencia de la tierra en la región de Petén, la más importante formación de bosque latifoliado del país y una de las más importantes de Centroamérica, fue bastante caótica, con la coexistencia de varios grupos con derechos sobre las áreas, como los concesionarios industriales trabajando en bosques nacionales, pero con concesiones con un alto grado de incertidumbre, bosques municipales no aprovechados, colonizadores espontáneos, áreas de propiedad militar (FYDEP, Empresa Nacional de Fomento y Desarrollo Económico del Petén), parques nacionales, etc.

Desde mediados de los noventa, la situación de tenencia ha cambiado radicalmente. Se creó la Reserva de la Biosfera Maya, con parques nacionales y otras áreas de conservación, una Zona de uso múltiple (ZUM) y una Zona de amortiguamiento. La ZUM está siendo adjudicada en concesiones principalmente a comunidades locales en las zonas forestales o en barrios de los pueblos aledaños. También se han otorgado una cantidad menor de concesiones industriales. Se ha estabilizado de esa forma la tenencia de la tierra en la región. Adicionalmente, la población inmigrante se ha organizado en cooperativas que están manejando sus UMF y también la propiedad municipal está tomando un perfil más destacado en la ordenación forestal. También existe la propiedad privada, hacia el sur del Petén

En los pinares la propiedad privada, la propiedad municipal y las comunidades locales, principalmente de origen indígena, tienen derechos sobre los mismos. El Estado no tiene propiedad dominante sobre los pinares del país.

Belice

El estado posee la mayor parte de los bosques del país y el aprovechamiento es en base a concesiones. Existen diferentes tipos de concesiones:

• las de aprovechamiento de bosques a 20 años con planes de ordenación,

• las concesiones madereras que no aseguran un rendimiento sostenible,

• los permisos de conversión de uso de la tierra,

• las concesiones de baja monta principalmente para usuarios rurales,

• las concesiones para extraer chicle,

• las concesiones para operar negocios turísticos.

Adicionalmente fue creada la Reserva del Río Bravo la cual tiene una administración privada por el «Programme for Belice» por acuerdo con el Gobierno (Simón et al., 2000). Los bosques en manos del Estado se encuentran en nueve reservas forestales mayores, sólo tres de ellas bajo ordenación forestal. El control de las áreas lo tiene el estado y las concesiones son sólo para cosecha y no para la ordenación forestal.

No hay información disponible sobre las tierras forestales privadas y su uso, debido a la carencia de un inventario forestal nacional y a la existencia de vacíos en las estadísticas forestales (Toumasjukka, 1996).

En general, los problemas de tenencia de la tierra se presentan debido a la ausencia del Estado de sus propias tierras y a la ocupación efectuada por diferentes protagonistas, tanto locales como del sector empresarial. Por lo tanto, la tenencia de la tierra constituye uno de los mayores obstáculos para una buena ordenación forestal.

México

En México se estima que poco más del 15% de la superficie total del país es de propiedad privada y el resto es de propiedad federal, estatal o municipal. Aproximadamente el 80% de la superficie total del país se encuentra bajo el esquema de propiedad ejidal-comunal y sólo el 50,2% de los núcleos agrarios poseen terrenos forestales.

AMENAZAS A LOS RECURSOS FORESTALES

Uno de los principales problemas ambientales en la región es el deterioro del suelo debido a prácticas no sostenibles de su uso. El impacto se presenta por la pérdida de recursos causada por severos procesos de erosión y por su contaminación a causa de la aplicación excesiva de plaguicidas.

Rodríguez, (2003) menciona que en los últimos 18 años, el área de suelo arable o de labranza se incrementó en 3,7 millones de hectáreas, de los cuales 2,0 millones corresponden a México, y 1,7 millones a Centroamérica (véase cuadro 27), por otro lado, el área de cultivos permanentes aumentó en cerca 1 millón de hectáreas. Sin embargo, en estudios realizados por el CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical) y el WRI (World Resources Institute) se menciona que estos suelos han sufrido un descenso en productividad y rendimientos, particularmente en suelos de laderas. La productividad y la capacidad de carga de los pastizales de la región también acusan un descenso.

El avance de la frontera agrícola continúa en algunos países de la región provocando un impacto negativo en la biodiversidad. La frontera agrícola ha venido funcionado como válvula de escape social en muchos países de la región, proceso que continúa en países como México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. En el caso de El Salvador y Costa Rica el proceso está casi detenido. El hecho más visible de este avance se presentó con la conversión masiva de bosques en pastizales durante los años sesenta y ochenta. Durante el período 1970-1988, el área de praderas y tierras de pastoreo permanente aumentó en Centroamérica y México en un 10,6% (de 84 a 93 millones de hectáreas). Para la mayoría de los países, la frontera constituye un espacio clave para los pequeños productores de granos básicos y con bajos niveles de tecnificación, muchos de ellos ubicados en zonas de laderas.

Otra amenaza a los recursos forestales son los incendios en la región. Los incendios se presentan por las prácticas tradicionales de uso inadecuado del fuego en la agricultura, por quemas intencionales en zonas forestales y problemas de litigio por la tenencia de la tierra, entre otros. Estos provocan pérdidas de biodiversidad, emisiones de CO2 y afectan el paisaje disminuyendo las posibilidades de recreación y el ecoturismo.

En 1997-1998, el efecto del Niño en México causó un total de 14 302 siniestros que destruyeron aproximadamente 0,58 millones de hectáreas (SEMARNAP, 2003) y en Centroamérica su destrucción superó más de 1,5 millones de hectáreas de bosques, de éstos un millón de hectáreas eran terrenos agropecuarios equivalentes a un 5% del territorio de la región, con pérdidas económicas valoradas en 14 millones de dólares EE.UU. (CCAD, 2002 y 2003).

CUADRO 27 Tierras arables en la subregión Centroamérica y México

País

Superficie terrestre (miles hectáreas)

Porcentaje de irrigación de la superficie agrícola

Área total

Tierras arables y cultivos permanentes

Tierras en otros usos

Total

Arables o de labranza

Cultivos permanentes

1980

1998

1980

1998

1980

1998

1980

1998

1980

1998

Belice

2,280

52

89

45

64

7

25

2,228

2,191

1,9

3,4

Guatemala

10,843

1,750

1,905

1,270

1,360

480

545

9,093

8,938

5,0

6,0

El Salvador

2,072

800

810

558

560

242

250

1,275

1,262

13,8

14,7

Honduras

11,189

1,757

2,045

1,560

1,695

197

350

9,432

9,144

4,1

3,6

Nicaragua

12,142

1,329

2,746

1,151

2,467

178

289

10,811

9,394

6,0

3,2

Costa Rica

5,106

506

505

283

225

223

280

4,600

4,601

12,1

25,0

Panamá

7,443

555

655

435

500

120

155

6,888

6,788

5,0,

4,9

México

190,869

24,530

27,300

23,000

25,200

1,530

2,100

166,339

163,569

20,3

23,8

Total

241,942

31,309

36,055

28,302

32,061

2,977

3,994

210,663

205,887

-

-

Fuentes: GEO 2000. América Latina y el Caribe. Perspectivas del medio ambiente. PNUMA.

INDUSTRIA FORESTAL

La industria forestal en la región está conformada por empresas dedicadas a la transformación primaria y a la transformación secundaria de la madera3.

Industria primaria (o transformación primaria de la madera)

La transformación primaria de la madera se realiza en la región, principalmente, en aserraderos. Se estima que en la actualidad (2003) operan aproximadamente 757 aserraderos. Además, existen grupos de productores (cooperativas o asociaciones de productores) que asierran o manufacturan en forma artesanal (manual o con motosierra) las trozas y venden bloques o madera aserrada en el mercado local (véase cuadro 28).

Existen grupos de campesinos en Guatemala, Honduras y Nicaragua que utilizan todavía sierras manuales. Estos asierran la madera para venderla en bloques o en tablas o para abastecer sus talleres de ebanistería. Utilizan también motosierra y motosierra con marco y, en la última década se ha popularizado el uso de aserraderos portátiles, asegurando un rendimiento mayor y disminuyendo los costos de transporte a la industria. Este sistema se ha popularizado en Costa Rica, principalmente para el aprovechamiento de madera de plantaciones forestales.

Esta industria artesanal opera, en un alto porcentaje en condiciones de informalidad, ya que su volumen de operación es bajo y dentro de las áreas boscosas, por lo que muchos de ellos no realizan los trámites requeridos por el servicio forestal de los países para realizar el aprovechamiento de la madera.

Existen además 45 plantas de chapa y madera contrachapada tableros contrachapados en la región a saber: 2 en Nicaragua, 3 en Costa Rica, 3 en Honduras, 3 en Guatemala, 2 en Panamá, 4 en Belice, 48 en México (además de 17 plantas productoras de tableros de madera), en cambio en El Salvador no hay ninguna.

Los aserraderos, en su mayoría, presentan un notable atraso tecnológico, no sólo en cuanto a su maquinaria sino en cuanto a procesos de producción. Es una industria que ha operado por debajo de su capacidad instalada (tiene capacidad ociosa) y con bajos coeficientes de aprovechamiento de la madera. Esas dos características permiten inferir que su utilidad financiera ha sido tan alta que les ha permitido trabajar en forma ineficiente y obtener ganancias. Es indudable que esto ha afectado a otros eslabones de la cadena productiva. Es importante señalar que la mayoría de los dueños de estos aserraderos se dedican a otras actividades productivas y/o comerciales que generan ingresos, por lo tanto, no dependen completamente de la actividad forestal.

Esta industria ha manejado los precios del mercado de la madera en rollo en base a sus rendimientos, los cuales son bajos, y aprovechando de esa ventaja se constituye en la mayor compradora de trozas del mercado.

La calidad de los productos generados por esta industria es baja para el mercado nacional y, solamente en los casos en que exportan o abastecen a empresas exportadoras, la calidad se ajusta a los estándares de mercados más exigentes. Un ejemplo de ello es la producción de madera para uso en la construcción para la exportación en Honduras.

Uno de los mecanismos que ha facilitado su operación, son los sistemas de medición de madera en troza, los cuales castigan al productor a través de la aplicación de fórmulas que reducen el volumen real, de la medición en la punta delgada de las trozas y de la aplicación de castigos ligados al diámetro y a la longitud. Parte de la utilidad financiera de esta industria ha sido obtenida a través de la disminución del ingreso del dueño de la madera.

Industria secundaria (o transformación secundaria de la madera)

La industria forestal secundaria en la región está constituida por fábricas de muebles, puertas, ventanas, artesanías de madera, palilleras, etc. (véase cuadro 28).

La mayoría de las empresas dedicadas a la producción de muebles se clasifican como pequeñas y medianas. Un alto porcentaje trabaja por pedido en la fabricación de los muebles, o sea, que producen tantos muebles como clientes tienen, de diversos tamaños, estilos y precios. Por lo tanto, la rentabilidad que generan no es suficiente para reinvertir en mejora tecnológica.

Existe además, gran cantidad de productores artesanales que se encuentran en la informalidad y que también trabajan por pedido. Su volumen de producción es muy bajo y se puede calificar como una actividad de subsistencia.

Estas pequeñas y medianas empresas no cuentan con maquinaria moderna, mantienen una escala de producción muy baja y la calidad de sus productos es regular, sin embargo, el nicho de mercado al cual dirigen su producción, acepta esa calidad.

CUADRO 28 Situación actual de la industria forestal en Centroamérica y México

País

Industria primaria

Industria secundaria

Guatemala

Existen 261 aserraderos (Castillo, 2003). El 58% de las empresas operan desde hace más de 15 años y sólo un 5% se consideran empresas nuevas. Entre industria primaria y secundaria existen 96 empresas exportadoras. El aprovechamiento promedio es del 55% y el restante 45% se pierde en el aserrío. El aserrín y la viruta son comercializados como subproductos.

Se compone de dos tipos de empresas: las que se dedican a la fabricación de muebles en pequeña escala, especialmente para el mercado nacional y las empresas grandes que exportan, principalmente a EE.UU.

Existen 213 empresas dedicadas a la transformación secundaria de la madera y 60 pequeñas y medianas carpinterías.

La venta de madera y sus productos se da en 604 locales comerciales (depósitos de madera y ventas de materiales para construcción).

Honduras

Existen 138 aserraderos.

Bajos índices de utilización: 52,3% (221,7 pies tablares por m³).

Se utiliza entre el 40-50% de la capacidad instalada.

Alta concentración: el 2,9% de los aserraderos (4) producen el 22,2% de la producción, mientras el 69% de estos (95) producen el 17,5% de la producción total.

Una de las industrias de tableros contrachapados concentra el 98,5% de la producción.

Siete empresas abastecen el 45% del mercado nacional y el 50% del mercado de exportación.

Existen 3 fábricas de tableros y alrededor de 200 mueblerías.

Inversión: 100 millones de dólares EE.UU.

Crecimiento del 17% anual en los últimos 5 años.

Volumen de ventas: 100 millones de dólares EE.UU. por año.

Se exporta el 60% de la producción.

Las exportaciones representan el 50% del valor de las exportaciones forestales totales del país.

Destino de exportación: Estados Unidos.

Hay gran cantidad de talleres de carpintería.

Nicaragua

108 aserraderos (De Cuellar, 2003). Del total de aserraderos se considera que en gran proporción son móviles y de poca capacidad, y que en su mayoría están operando a un 60% de su capacidad instalada.

Existen 2 plantas de contrachapado.

Hay gran cantidad de talleres de carpintería.

Los procesos de transformación secundaria y terciaria, como el contrachapado también se realizan, aunque de modo tradicional y en la mayoría de los casos con tecnología obsoleta.

El Salvador

Falta información

Falta información

Belice

45 aserraderos con una capacidad instalada de 200 000 m3 anuales. La industria trabaja al 50% de dicha capacidad

(60 000 a 100 000 m³). La distribución es la siguiente: 3 aserraderos procesan 18%.

* 10 aserraderos procesan el 30%.

* 32 aserraderos procesan el 52%

El pino constituye el 50% de la madera aprovechada, la caoba el 8,4% y el 41,6% corresponde a 28 especies.

De los 6 588 m³ de caoba procesados en 1998, solo el 14% se procesó en el país en carpinterías para la construcción de muebles y otros.

Costa Rica

Existen 118 aserraderos tradicionales (diámetros mayores) que producen anualmente 337,942 m³. Estos aserraderos tienen maquinarias viejas, operan entre el 30% y el 60% de su capacidad instalada, el 50% presentan problemas para el abastecimiento de materia prima, el rendimiento oscila entre el 45-55% lo que genera grandes desperdicios en el procesamiento de la madera.

Además, existen 23 aserraderos que procesan la madera de plantaciones forestales (pequeñas dimensiones) que producen 80 000 m³/año. Esta industria se ha desarrollado alrededor de las plantaciones de teca y melina y están ubicados principalmente en la zona norte del país.

Los aserraderos portátiles que operan en el país son 72 y producen un total de 97 826 m3/año. Se ubican principalmente en el aprovechamiento de madera de raleos de plantaciones forestales.

La producción de estos aserraderos se comercializa en 901 depósitos de materiales y se estima que por esta vía se colocan en el mercado 84 485 m³/año.

Existen 3 fábricas de tableros que producen 16 953 m³/año. Existen 700 fábricas de puertas, más 700 que operan informalmente. Estas producen 26 714 m³/año.

Existen 18 fábricas de puertas y marcos que exportan en un 99% a EE.UU. Una planta industrial exporta más de 1 millón dólares/año. Tres plantas exportan alrededor de 5 millones anuales; siete exportan alrededor de 12 000; siete exportan pequeñas cantidades que no superan los 1 000 dólares/año. Existen además gran cantidad de fábricas de puertas que abastecen el mercado nacional.

Existen 1400 mueblerías que producen alrededor de 26 714 m³ anuales. De éstas, el 50% opera en el mercado formal y el restante 50% en el mercado informal. El 80% son pequeñas y medianas empresas y solamente el 5% es considerado como empresas grandes. El 18,2% del monto total de las exportaciones forestales de Costa Rica corresponde a muebles (partida arancelaria 4403). Son las empresas grandes las que destinan parte de su producción a la exportación.

Existen 24 empresas dedicadas a la fabricación de tarimas, que significa 74 874 m³/año y las cuales utilizan principalmente madera de plantaciones forestales. Un 3,3% de las exportaciones corresponde a este producto.

Los principales productos que se elaboran en el país son muebles, puertas, tableros de fibra, tablillas y molduras, además de tarimas.

Panamá

Existen 44 aserraderos. Esta industria utiliza alrededor de 90 especies (año 1999). Entre otras las especies que más se utilizan son: Cativo 21%, Espavel 17%, Cedro espino 18%y Cedro amargo 16%.

 

México

1 250 aserraderos instalados.

Existen: 1139 fábricas de muebles formalmente establecidas; 132 empresas maquiladoras de muebles; 490 fábricas de cajas; 48 fábrica de chapas y madera contrachapada; 17 fábricas de tableros de madera; 11 plantas de impregnación; 64 fábricas de papel y pasta; 315 instalaciones productivas de diverso tipo.

Fuente: Informes nacionales

LA PRODUCCIÓN FORESTAL

Productos forestales madereros

Hasta la fecha, el producto forestal más importante en la región es la madera. En el cuadro 29 se presenta la información sobre producción de madera en cada uno de los países de la subregión.

CUADRO 29. Producción de madera en los países de la subregión Centroamérica y México

País

Producción de madera

Observaciones

Guatemala

El 70% de la producción nacional proviene de los bosques naturales de coníferas.

La producción de madera en rollo con fines industriales fue de 1999 al 2001 de un promedio de 570 000 m³

Del total de madera que se procesa en la industria el 68% es madera para aserrar, el 14% madera elaborada, el 9% para la fabricación de chapas terciadas y aglomerados y el restante para manufacturas varias.

Honduras

Para el año 2000 se autorizó la tala de 755 500 m3 de madera de los cuales el 98,5% corresponde a madera de pino y el 1,5 % de madera latifoliada.

Desde 1997, el volumen autorizado para la tala ha aumentado en un 10% anual. Una estimación de consumo de madera en rollo de pino hecha en 2000 indica que éste supera el millón de m³, producto de la tala no autorizada o tala ilegal.

Nicaragua

En los últimos años el volumen aserrado ha sido inferior a los 300 000 m³/año. En el año 2002 se aprovecharon cerca de 118 especies de madera por un total de 101 580 árboles. Las especies más utilizadas son Caoba (Switenia macrophylla), cedro macho (Carapa guianensis), ceiba (Ceiba pentandra), genízaro (Pithecellobium saman), maría (Calophyllum brasiliense), Pino (Pinus maximinoii).

 

Salvador

Se estimó que en 1991 la demanda total anual de madera en troza fue superior a la oferta sostenible del recurso, provocando un déficit estimado de 766 000 m³.

 

Belice

La industria procesó en 1998 un total de 60 145 metros cúbicos/rollo, de los cuales solamente un 39% procedía de concesiones forestales ligadas a industrias existentes. En 1999 procesó 48 733 m³.

Se aprovechan un total de 30 especies. El pino aporta un 50% del volumen total, la caoba un 8% y el 41,6% restante procede de otras 28 especies.

Costa Rica

El consumo aparente es de 1,2 millones de m³ en rollo. El consumo de madera aserrada es aproximadamente de 500 mil m³/año.

Las maderas que se emplean son tanto de bosque natural como de plantaciones nativas o exóticas.

Panamá

La principal fuente de materia prima son los bosques naturales. La producción de madera aserrada en los últimos diez años representa en promedio 55 000 m³ por año. Para 1999, el 72% del volumen aserrado es de cativo, espavel, cedro espino y cedro amargo.

La madera es empleada por el sector construcción y el de transformación secundaria (mueblerías, fábricas de puertas, ventanas, etc.)

El producto más demandado y consumido es el papel y sus derivados.

México

La producción de madera industrial en rollo disminuyó un 29% de 1985 a 1995, pasando de 8,9 millones de m³ a 6,3 millones de m³ anuales.

La madera de coníferas se destina principalmente para producir madera aserrada (79%) y para producir celulosa (12%).

En el cuadro 30 se observa el consumo de leña para Centroamérica y México. Esta región consume aproximadamente 26 millones de m³ de leña.

CUADRO 30. Consumo de leña en Centroamérica y México

País

Consumo de leña

Observaciones

México

En el año 2001, el uso de la madera para leña y autoconsumo fue de 36 millones de m³.

Se estima que en 1994, el consumo de leña fue de aproximadamente 40 millones de m³ de madera sólida (29 millones de toneladas).

El consumo de leña sigue siendo alto y se concentra en la región central del país, en donde se estima que la madera aporta casi el 40% de la energía consumida por los hogares. A nivel nacional, la leña constituye alrededor del 7% del total de la energía primaria consumida en el país.

Se considera que el consumo de leña es igual al volumen que se industrializa y es consumida principalmente por la población rural.

El consumo doméstico de leña en las áreas rurales es de 2 kg/habitante/año.

Además de la leña, también se consume carbón y para generar éste se necesitan cerca de 6 kg de leña para producir un kilogramo de carbón y anualmente se consume en los poblados rurales 2 260kg.

Guatemala

En 1999 se notificó un consumo de 13,8 millones de m³ de leña.

La leña es la principal fuente de energía.

El consumo de leña anual es mayor a un m³ per cápita.

Belice

El consumo anual per cápita es de 0,34 m³, para un consumo total de 81 600 m³.

 

El Salvador

La demanda total actual es de 5,6 millones de m3 para un consumo per cápita de 0,84 m³.

El abastecimiento de leña es un problema grave.

El 47% de la energía primaria consumida en el país proviene de la leña.

En el año 2002 el 30% de los hogares urbanos y el 63% de los hogares rurales, utilizaron la leña como combustible para cocinar.

Actualmente se importa leña de países centroamericanos.

Honduras

Se consumen anualmente 7 millones de m³, para un consumo per cápita de 1,08 m³.

Las principales fuentes de energía consumidas son las de origen biomásico, concretamente la leña. En 1999, el consumo de este tipo de energía fue del 52% del consumo total.

Nicaragua

El consumo actual de leña es de 5,3 millones de m³ al año, para un consumo per cápita de 1,11 m³.

La leña constituye la principal fuente de energía (55% con respecto a las otras).

El 98% de los hogares rurales usa leña para cocinar, mientras que en los hogares pobres urbanos su uso alcanza el 87%.

Costa Rica

Datos no disponibles

Datos no disponibles

Panamá

El consumo total promedio de leña en viviendas es de 1 127 580 m3/año. En 1998 se consumió en establecimientos comerciales 187 279 m3.

El consumo promedio por familia es de aproximadamente 4 000 kg/año.

Fuente: Informes nacionales.

Productos forestales no madereros

El uso de productos no madereros en la subregión es de gran importancia en las comunidades campesinas e indígenas que habitan dentro y en los alrededores de las áreas boscosas. Sin embargo, la cantidad de productos no madereros que se utilizan comercialmente es reducida. A continuación se mencionan algunos ejemplos:

• La población de Honduras utiliza más de 300 especies de la flora para autoconsumo y comercialización de subsistencia con fines de alimentación, medicamentos, fibras, látex, resinas, taninos y ornamentales. Desde 1960, se resinan los pinos con el fin de producir aguarrás, colofonia, dipenol y aceite de pino (en 2002 la producción fue de
15 240 barriles de resina).

• En Guatemala el chicle (Manilkara achras), el xate (Chamaedorea spp.) y la pimienta gorda (Pimienta dioca) son los productos más importantes en la economía guatemalteca. En los últimos diez años han surgido nuevos productos pero menos significativos que los anteriores.

• En México se utilizan cerca de 1 000 productos no madereros, de lo cuales 70 son comunes en el mercado con una producción anual de 68 000 toneladas, entre éstos se destacan la goma, la cera, la fibra, fritos, los hongo, las cortezas, entre otros. La mayoría de estos productos son de uso doméstico, sin embargo existe infraestructura industrial para los PFNM más importantes de México como son la resina de pino, lechuguilla, palmilla, orégano y candelilla.

• Los productos forestales no madereros en Costa Rica, son básicamente plantas medicinales tales como la cuculmeca y la uña de gato, además de otras plantas comunes de consumo nacional.

Servicios ambientales

Existe en la región un marco jurídico que ha permitido, en algunos países, iniciar un proceso de diseño de sistemas de producción y comercialización de servicios ambientales. Tal es el caso de Costa Rica que en su Ley Forestal 7575 del 5 de febrero 1996, reconoce cuatro servicios ambientales que brindan los ecosistemas. Este mecanismo de cobro y pago por servicios ambientales tiene poco más de seis años de ejecución, lo cual coloca a este país como líder en la implementación de ese sistema.

En el caso de El Salvador, existe una iniciativa gubernamental que busca establecer un Sistema Nacional de Pago por Servicios Ambientales, a través del proyecto ECOSERVICIOS, el cual sería ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

En Guatemala, la gestión de los servicios ambientales, principalmente relacionados con la provisión de agua, es cada vez más importante, por lo tanto se hace necesario el desarrollo e implementación de una política de pago por servicios ambientales a los propietarios de bosques. En los últimos cinco años, el Estado ha mostrado interés en reconocer y compensar económicamente a los propietarios de bosques por los servicios ambientales que éstos brindan a través de diferentes programas como el Programa de Incentivos Forestales y el Programa de Apoyo a la Reconversión Productiva, donde lo que se busca principalmente es la protección y la ordenación sostenible del recurso bosque.

En relación al servicio ambiental de almacenamiento de carbono, Segura, Kanninen, Alfaro y Campo (2000) estiman que las 18 millones de hectáreas de bosques naturales en la subregión tienen almacenado un total de 3 240 millones de toneladas de CO2, a razón de 180 toneladas de CO2/ha en biomasa aérea, raíces y suelos.

En el caso de Costa Rica, se estima que las 100 000 hectáreas de plantaciones forestales que están siendo manejadas para la producción de bienes y servicios, contribuyen con la limpieza de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono cada año, a razón de 10 toneladas de CO2/ha/año.

La implementación de un mecanismo de pago por servicios ambientales en Nicaragua es más difícil, ya que los altos niveles de pobreza y los bajos ingresos de la población, así como la presión fiscal del gobierno, reducen las posibilidades de que se destinen recursos ordinarios del gobierno o que la población nicaragüense esté dispuesta a pagar alguno de los servicios que brindan los ecosistemas. El potencial con que cuenta Nicaragua, está más destinado a la venta de estos servicios a sectores externos, como la venta de carbono y turismo.

México cuenta con alrededor de 4,6 millones de hectáreas con potencial para diferentes alternativas de cultivo forestal o agroforestal con alta producción de carbono. Se estima que el potencial de captura de carbono varía entre 33,3–113,4 millones de toneladas de carbono. Adicionalmente, existe en el país aproximadamente 1 millón de hectáreas potenciales para reforestación con un potencial de captura entre 30,7-85,5 millones de toneladas.

MERCADO Y COMERCIO FORESTAL DE PRODUCTOS MADEREROS

La industria de transformación primaria en la región produce, en su mayoría productos de baja calidad, porque el mercado nacional no es exigente en calidad. El mayor consumidor de la madera que producen los aserraderos es el sector de la construcción. Sin embargo, la competencia con otros productos sustitutivos como el hierro, el aluminio, el concreto y el plástico han provocado una disminución en la demanda de madera por parte del sector de la construcción.

La venta de madera en troza y aserrada (y para algunos productos de madera) en el mercado nacional no se realiza a través de una gestión comercial que considera las necesidades del cliente y la atención oportuna de sus demandas. Tradicionalmente, el cliente o simplemente el “comprador de madera aserrada” han tenido que ajustarse a las existencias del mercado en cuanto a especies, calidades, dimensiones, etc.

Es importante destacar que ningún país de la región exporta trozas. El producto con menor valor agregado que se comercializa en la región es la madera aserrada. Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas de la FAO en el caso de Belice, Nicaragua, Honduras y Guatemala, las exportaciones de madera aserrada significan más del 50 % de las exportaciones de productos forestales4. La exportación de madera aserrada, así como de tableros de madera es importante en la subregión en el total de las exportaciones de los siete países.

Guatemala

Aproximadamente el 90% del total de madera que se aprovecha anualmente en Guatemala tiene como destino el mercado interno y solamente un 10% se exporta. De ese 10%, el 39% tiene como destino El Salvador, seguido por Estados Unidos y República Dominicana, además de otros países como Honduras, México, Costa Rica e Italia son en total 33 países. Los principales productos de exportación son la madera aserrada, chapa y madera contrachapada. Por otro lado, los productos forestales que se importan provienen de Costa Rica (31%), México (14%), Estados Unidos (11%) y de otros 44 países del resto del mundo. Se estima que solamente el 6% de las empresas exportan.

Belice

De los 6 588 m³ de caoba procesados en 1998, el 86% se exportó.

El Salvador

En el Salvador más del 40 % del total de sus importaciones es madera aserrada, principalmente de pino, para abastecer sus principales industrias (Alfaro y Jiménez, 2002). Sus principales socios comerciales son Guatemala, Honduras y Estados Unidos. En el año 2001 los productos más importantes que exportó El Salvador fueron los artículos de pasta, papel o cartón (70%), madera en bruto o descuadrada (8%) y pasta de papel y desperdicios (10%). En cuanto a las importaciones para el mismo año, el papel y el cartón se ubicaron como los primeros productos (46%), seguido por la madera desbastada o trabajada (22%), entre otros.

Honduras

En Honduras, siete empresas abastecen el 45% del mercado nacional y el 50% del mercado de exportación de la industria forestal primaria. Abastecen en su mayoría a la industria de la construcción y, en menor grado, a los fabricantes de muebles, puertas y ventanas. Su principal destino de exportación es el Caribe con el 62%.

Nicaragua

Los principales países de destino para las exportaciones forestales de Nicaragua son El Salvador, Costa Rica, Honduras, Guatemala y E.E.U.U. entre otros. Las exportaciones han mostrado un incremento en el volumen, siendo la madera aserrada de pino su principal producto y sus principales compradores han sido Honduras, El Salvador, República Dominicana y Cuba. Sin embargo, el valor agregado de la industria forestal (madera, corcho, papel y productos de papel) de Nicaragua es baja, solamente representó unos 196 millones de los 4 842 millones que generó en valor agregado el sector industrial en 2001. En los últimos tres años los productos más importantes de las exportaciones han sido: la madera aserrada (de pino y latifoliadas), madera contrachapada y láminas de contrachapadas, muebles, piezas para la construcción, asientos, además de madera densificada y tableros de partículas.

Las importaciones de productos forestales por su parte, provienen de Costa Rica y Estados Unidos.

Costa Rica

En Costa Rica la mayor demanda de madera proviene del sector de la construcción, principalmente para la construcción de viviendas. A nivel internacional se sostienen importantes negocios con Estados Unidos, ya que el 45% de las exportaciones en el año 2002, se dirigieron a este país. Entre los principales productos que se exportaron a EE.UU. están las puertas (36%), los tableros de madera (12%), las tablillas y molduras (9%), los muebles (7%), entre otros. Además de Estados Unidos, Costa Rica colocó el 26% de sus exportaciones en el mercado centroamericano.

Por otra parte, los productos importados durante el 2002, provenían en un 22% de Estados Unidos donde predominan los muebles de madera, las chapas laminadas, la madera aserrada, los tableros de fibra, entre otros. También Chile y Nicaragua proveen de productos forestales a Costa Rica.

Panamá

En Panamá, las chapas y tableros de madera así como la madera aserrada son los principales productos forestales de exportación. También cuenta con una industria mueblera exportadora.

En 1999, Panamá estimó un consumo de productos forestales de 66 839 m³ de madera aserrada y tableros y de 85 699 toneladas de pasta y papel. El principal mercado de la industria es local.

México

Se estima que en México, la industria de aserrío solamente puede cubrir el 76% del consumo anual, por lo que el 24% es importado. Tanto para la fabricación de muebles como madera contrachapada, chapas y tableros, se emplea la madera importada proveniente principalmente de Estados Unidos, además de productos ya elaborados.

En la fabricación de muebles tradicionalmente se usaba la madera nacional (pino y algunas latifoliadas), sin embargo el abastecimiento de este material se vuelve cada vez más inseguro, de ahí que las importaciones de madera aserrada, chapas y tableros de madera se hayan incrementado en los últimos años. Los principales países proveedores son Estados Unidos, Brasil, Chile, Bolivia, Perú y Guatemala.

Por su parte, las exportaciones en el caso de muebles, tiene como destino casi en su totalidad Estados Unidos.

COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS FORESTALES MADEREROS

Considerando los productos forestales producidos en la subregión, a continuación se presenta el detalle de las exportaciones e importaciones por producto.

Exportaciones

Tableros

De las 65 plantas de tableros existentes en la subregión, la mayoría exporta sus productos a otros países centroamericanos y al Caribe.

Costa Rica es el principal exportador de tableros de madera. Este producto constituye el 52% de las exportaciones forestales totales del país. El segundo lugar lo ocupa Belice con un 24,4% de sus exportaciones totales en este producto, luego Guatemala, Nicaragua, Honduras.

Productos con valor agregado: muebles, puertas y artesanía

En la región 5 países exportan muebles, principalmente al mercado norteamericano. En la actualidad Honduras está entre los 5 países de América Latina con mayor exportación de muebles a Estados Unidos, compitiendo con Brasil, México y Chile. El Salvador exportó en el 2001 un total de 5,8 millones de dólares EE.UU. en muebles de madera con destino a Guatemala (29,3%), Nicaragua (25,9%) y Honduras (22,4%). En 1999 de enero a setiembre, Panamá exportó 27 657 dólares principalmente hacia Nicaragua (94%) y el resto a Puerto Rico y a la zona libre de Colón. En el caso de Costa Rica las exportaciones alcanzaron los 2,6 millones de dólares para el 2000, dirigidas principalmente al mercado norteamericano.

Es importante resaltar que la industria mueblera centroamericana se ha visto severamente afectada por la importación de muebles de madera de Asia (China e India) y por el mobiliario estilo “home-made” procedentes de Estados Unidos elaborados con tableros de madera aglomerada.

En el caso de las puertas, en la región existe capacidad para la producción de éstas principalmente en Panamá, Costa Rica y Guatemala. La mayor parte de la producción se destina al mercado nacional. El país con una mayor exportación de este producto al mercado internacional es Costa Rica. Guatemala cuenta con una industria de puertas de cedro y otras especies valiosas dedicadas a la exportación que en 1998 representó 3,5 millones de dólares, con un 79% de ese monto destinado al mercado de Estados Unidos. Ese año Panamá exportó 107 585 dólares EE.UU. en puertas hacia Puerto Rico (PROCOMER, 2000).

Productos no madereros

En Honduras la resina cruda es vendida por las cooperativas a las industrias refinadoras (BAHR, MAYA y CINCO). Las industrias refinadoras nacionales abastecen el mercado nacional de algunos derivados como aguarrás y aceite de pino, sin embargo la mayor parte de la producción de los derivados como colofonia, aguarrás, aceite de pino y dipenol son exportados a Estados Unidos, México y algunos países de Europa.

La producción de PFNM en México, como las resinas y las ceras han sido tradicionalmente productos de alta demanda con mercados definidos, sin embargo ésta no ha experimentado incrementos en los últimos años debido a la presencia de productos sustitutivos e importados. Caso contrario sucede con los productos comestibles y medicinales que tienen mercados estacionales y muy variables, y por lo tanto la demanda ha aumentado.

Importaciones

Madera aserrada

Según la FAO (2003), el principal importador de madera aserrada es El Salvador con 14,6 millones de dólares EE.UU. seguido por Costa Rica con 8,1, Belice con 3,1, Panamá con 1,7, Honduras con 1,1 millones, Guatemala con 0,9 y Nicaragua con 0,24 millones.

Tableros

El principal importador de tableros es Costa Rica con 7,9 millones de dólares EE.UU., seguido por Guatemala con 7,7, Panamá con 6,7, Belice con 6,5, El Salvador con 6,2, Honduras con 3.0 y Nicaragua con 2,2 millones.

En Belice las importaciones de tableros representan el 51,7% de sus importaciones totales, mostrando la importancia de este rubro en el país. En Nicaragua el monto de importación de tableros representa sólo el 15,8% de sus importaciones, en Panamá, Costa Rica, Guatemala y Honduras equivale a menos del 10% del monto total importado

Productos con valor agregado: muebles, puertas y artesanía

Se importan de varios países y recientemente, la importación de los países asiáticos se ha incrementado sensiblemente.

Papel y cartón (empaque de banano)

Las importaciones de papel y cartón representan el mayor monto de importaciones forestales en todos los países excepto en Belice, donde la principal importación son los tableros. Cuando se incluye este rubro en la balanza comercial, todos los países muestran una balanza negativa.

El principal importador de papel y cartón es Costa Rica con 221,2 millones de dólares, seguido por Guatemala con 143,7 millones, El Salvador con 91,6, Honduras con 62,2, Panamá con 56,7, Nicaragua con 11,5 y Belice con 2,2 millones de dólares EE.UU.

Balanza comercial del sector forestal

Es difícil acceder al análisis comparativo de la balanza comercial de los países centroamericanos antes de 1997. Las estadísticas presentan las partidas arancelarias correspondientes a madera y productos de madera agrupadas de diferente forma. Desde el año 1997 se empezó a trabajar con el sistema arancelario armonizado, sin embargo, no todos los países presentan la información actualizada y claramente especificada. Por ejemplo, en la mayoría de las estadísticas el sector mueblero guatemalteco, las exportaciones de productos forestales se encuentra bajo el rubro de madera y manufacturas, mientras que las importaciones se definen como madera, carbón vegetal y manufacturas de madera, corcho y sus manufacturas, lo cual hace que la comparación no tenga los mismos productos de referencia ni del país ni entre países.

En la figura 15 se observa que Panamá presenta una balanza comercial forestal con un déficit promedio aproximado de 73 000 dólares. Las importaciones en el período 1995–2001, excepto en 1999, han sido superiores a las exportaciones, principalmente en el año 2000, donde el déficit supera los 130 000 dólares EE.UU.

FIGURA 15 Balanza comercial del sector forestal de Panamá
Miles de dólares

Fuente: Informes nacionales.

La figura 16 muestra que las exportaciones en Nicaragua han sido bastante irregulares entre 1995–2001, pero siempre superiores a las importaciones. La balanza comercial es positiva en los seis años expuestos. En estos datos no está incluido el rubro papel y cartón.

FIGURA 16 Balanza comercial de productos forestales en Nicaragua

Fuente: Informes nacionales

La balanza comercial en productos forestales para Guatemala es deficitaria como lo muestra la figura 17. Cabe mencionar que el rubro papel y cartón, es lo que más se importa y por consiguiente es el que está ejerciendo el efecto negativo en la balanza comercial. Si se excluye del análisis el papel y el cartón la balanza comercial forestal es positiva. Se destaca el hecho de que las exportaciones muestran una tendencia ligeramente creciente.

FIGURA 17 Balanza comercial de productos forestales en Guatemala
Millones de dólares

Fuente: Informes nacionales.

El Salvador presenta la balanza comercial de productos forestales negativa, aumentando ésta sensiblemente a partir de 1998. Tanto las exportaciones como las importaciones han aumentado en los últimos cinco años (1996–2001), teniendo éste último los mayores valores.

FIGURA 18. Balanza comercial de productos forestales en El Salvador
Miles de dólares EE.UU.

Fuente: Informes nacionales.

La figura 19 muestra la balanza comercial forestal en México, incluyendo la madera contrachapada, tableros aglomerados y tableros de fibra. Las importaciones a partir de 1995 han sido crecientes mientras que las exportaciones desde el 1994 al 1999 han presentado variaciones importantes. La balanza comercial para este tipo de productos es negativa, siendo más visible este déficit en los tres últimos años de la gráfica.

FIGURA 19 Balanza comercial de productos forestales
(madera contrachapada y tableros aglomerados) en México (toneladas)

Fuente: Informes nacionales.

En Costa Rica se observa (véase figura 20) que entre 2000 y 2003, las exportaciones se han mantenido, después de haber tenido un fuerte incremento entre 1998–1999. Las importaciones han ido creciendo en relación a los valores de 1999–1998 a una tasa promedio anual del 16%. La balanza comercial del sector forestal incluye madera, muebles de madera y manufacturas y es negativa a partir del año 2001.

FIGURA 20 Balanza comercial de productos forestales en Costa Rica
Millones de dólares EE.UU.

Fuente: Datos de PROCOMER, 2000

En México, la balanza comercial para madera aserrada de pino entre 1996–1998 es negativa. En ese mismo período las importaciones han aumentado, alcanzando en 1999 aproximadamente 2,7 millones de m³, como se expone en el cuadro 31.

CUADRO 31 Importaciones y exportaciones de madera aserrada de pino en México
Miles de m³

Fuente

1996

1997

1998

1999

    Importación

1022

1177

1718

2731

    Exportación

374

361

251

475

    Balance

-648

-816

-1467

-2256

Fuente: Informe nacional.

CONCLUSIONES RELATIVAS A LA EVOLUCIÓN Y A LA SITUACIÓN ACTUAL DEL SECTOR FORESTAL

La situación actual tiende a mantener las tendencias que se señalan a continuación.

En contraste con la riqueza natural de los países mesoamericanos, éstos enfrentan un serio problema causado por los altos niveles de pobreza y extrema pobreza en que vive una gran parte de sus habitantes. La población crece rápidamente (más del 2%) y este crecimiento demográfico y los altos niveles de pobreza, junto a la dependencia de la población de la agricultura y de los recursos naturales, ha dado lugar a la explotación insostenible de los recursos naturales, a la contaminación de las aguas, a la erosión del suelo, a la sedimentación y a la deforestación. La pobreza en la región es un elemento que tiene una fuerte inherencia en la definición de la política nacional de los países.

La tasa de deforestación se mantiene alta en los países de la región debido a dos fenómenos que son de carácter permanente: la expansión de la frontera agrícola y la tala de árboles para uso como combustible. Sin embargo, la tasa de deforestación en la última década es menor que en las décadas anteriores, tanto por aumento de control como por depresión económica en los usos alternativos (especialmente ganadería). Además, los países han impuesto restricciones legales para el cambio del uso de la tierra de bosques a cualquier otro uso.

Las tasas de deforestación continuarán a corto plazo de la misma manera que actualmente, debido principalmente a la expansión de la frontera agrícola y a las necesidades de abastecimiento de leña. Las políticas y las leyes vigentes, así como la institucionalidad actual no van a incidir en un cambio a corto plazo, hasta que no se atiendan las relaciones intersectoriales en forma práctica con sectores como la agricultura.

Políticas y legislación forestal

Existen problemas de tenencia de la tierra que limitan la ordenación forestal. Esto ligado al exceso de regulación e intervención estatal que encarecen los procesos de ordenación forestal, a la desarticulación de estas regulaciones del resto de las regulaciones de los otros sectores que compiten por el uso de la tierra y los recursos en los países y las instituciones forestales encargadas de aplicar la legislación forestal débil, que se concentran en aplicar procedimientos burocráticos y no tienen capacidad de seguimiento y control en campo, provocan severas limitaciones para la ordenación forestal en el campo y también provocan un grado considerable de ilegalidad y de corrupción.

Las reglas del juego no siempre son claras en todos los países. En Costa Rica, la variación de las condiciones para la promoción de la inversión extranjera a través de la eliminación de incentivos como el no pago de impuestos de renta a plantaciones establecidas con recursos propios ha alejado a inversionistas extranjeros que en el pasado reforestaran superficies importantes. Además de la eliminación del Pago por servicios ambientales a la ordenación de bosques en ese país.

La gran mayoría de los países de la subregión poseen un PNDF, sin embargo, el gran reto es que no se quede en el papel y si no que se implementen los servicios forestales. Todo parece indicar que en el entorno actual de los países, lentamente la prioridad del sector forestal está progresando en las agendas nacionales.

El aprovechamiento de bosques con fines industriales se reduce a una proporción relativamente pequeña de la capacidad productiva del recurso forestal en Guatemala, Nicaragua y Honduras. Sin embargo, el aprovechamiento de leña ha llevado a la degradación de muchas masas y, posiblemente, sea el factor de mayor riesgo en el deterioro de esos recursos en los próximo 20 años.

La ordenación forestal. Un avance importante en la región lo constituye la definición de las condiciones de una buena ordenación forestal a través de la definición de principios, criterios e indicadores para ellos; Costa Rica y Nicaragua los han definido en procesos participativos. En Costa Rica están incorporados dentro de la normativa y son obligatorios. En Honduras, Panamá y Guatemala están en proceso de definición, (Flores, Membreño, 2001).

Sin embargo, su utilidad en el mejoramiento de la ordenación forestal, dependerá de que a su vez no se transformen en requisitos imposibles de cumplir o que no se disponga de los mecanismos de control.

El progreso hacia la ordenación forestal pasa en Centroamérica por la clarificación de los derechos de tenencia y por la decisión política de enfrentar los problemas que de año en año se agravan.

Un hecho importante es que las grandes masas boscosas de la subregión están en regiones transfronterizas habitadas por indígenas que están tomando un papel más activo en la defensa de sus derechos ligados al aprovechamiento y a la conservación de esas áreas.

Las plantaciones forestales en la mayoría de los países de la región, no han generado los ingresos económicos esperados por sus propietarios, debido principalmente a la carencia de ordenación, lo cual se ve reflejado en la calidad de las mismas.

En muchas industrias la tecnología empleada en la transformación de la materia prima es obsoleta, se opera en algunos casos solamente con un 50% de la capacidad instalada y adicionalmente los desperdicios que se generan en el procesamiento de la madera superan el 50% del volumen total.

La producción de madera y productos no madereros: El producto más importante extraído de los bosques de la región es la madera, tanto para fines industriales como para leña. En el caso de Guatemala, Honduras y Nicaragua, el uso de leña alcanza prácticamente el 70% del aprovechamiento total del recurso. Sin embargo, el aprovechamiento de productos no madereros con fines comerciales es de gran importancia en Guatemala. Ejemplo de ello es el xate, el chicle y la pimienta. También en Honduras con la producción y exportación de resinas.

El mercado actual de los PFNM se concentra en productos con mercados muy cerrados y específicos. Son pocos los que se comercializan generando ingresos, en su mayoría son de autoconsumo y productos muy localizados.

La producción de servicios ambientales. Los países van hacia a una mayor concentración de población urbana y estas poblaciones tienen mayores demandas ambientalistas. A mediano plazo, los países atenderán las oportunidades que se están generando en torno a los servicios ambientales, específicamente la venta de carbono. En los países en que existe un plan o una estrategia forestal, darán sus primeros pasos en la implementación de esta herramienta, sin embargo aún sin resultados visibles o cuantificables en cuanto al aumento de la cubierta forestal o al desarrollo de una industria forestal más competitiva. La ordenación forestal sostenible se está apenas profundizando a nivel político y de organizaciones vinculadas con el sector forestal

A largo plazo, la venta de carbono y otros servicios ambientales será un hecho para algunos países de la región. Las oportunidades con respecto a la apertura comercial, favorecerán a los países que evolucionaron con las tendencias y que por supuesto se posicionaron en un mercado competitivo. El consumo de leña, puede que disminuya, si la población tiene acceso a otras fuentes de energía que se hayan desarrollado en el tiempo.

El comercio forestal consiste básicamente en productos de bajo valor agregado y en ocasiones de baja calidad. Normalmente se opera en mercados tradicionales y no se emplea información estratégica que permita detectar oportunidades, en cuanto a nuevos mercados, nuevos productos o la combinación de ambos.

Quizás algunos países sean más atractivos para la inversión extranjera y ésta aumente. Nicaragua, por ejemplo, apunta al desarrollo turístico, siempre y cuando exista seguridad ciudadana.

El mercado de productos forestales. Existe poca información sobre el mercado de los productos forestales, así como información estadística que permita realizar un análisis de la evolución del mercado interno de los países,

En materia comercial, no sólo es necesario analizar el comportamiento de las exportaciones e importaciones de los países, sino también la participación y el dinamismo de estas exportaciones en los mercados de destino. Es relevante que los sistemas nacionales de estadísticas forestales incorporen la información referente al porcentaje que representan las exportaciones de madera y productos de madera en el mercado de destino a fin de identificar si realmente la participación del país en la demanda total de estos productos en los países importadores está aumentando, decreciendo o si está estancada. Esto permite identificar las oportunidades que tienen estos productos en dichos mercados (estrellas nacientes, menguantes, oportunidades perdidas y retrocesos).

La falta de estadísticas confiables y detalladas sobre el flujo comercial en materia forestal constituye un límite para la planificación del desarrollo del sector. No solo es necesario conocer los problemas que enfrentan las empresas dedicadas a la producción, industrialización y comercialización de la madera y los productos elaborados con ésta, sino que es necesario conocer la dinámica de los mercados forestales, tanto a nivel interno como externo. Sin esta información es muy difícil reorientar la producción en función de las necesidades del mercado.

La dinámica que ha adquirido el mercado de la madera y de los productos forestales en la última década, principalmente a causa de la búsqueda de mercados alternativos por parte de los grandes productores, debe ser analizada por los empresarios del sector a nivel centroamericano para identificar oportunidades y amenazas. Sin este análisis, no es posible proponer hacia dónde debe dirigirse la industria regional.

Un hecho evidente es que hay que reconocer que existe un mercado para maderas preciosas y que el consumo de leña va a aumentar, tanto para uso doméstico como industrial. Por ejemplo, fábricas de teja en Honduras y El Salvador. Esto va ligado a que no hay expectativa de electrificación rural en Centroamérica.

Balanza comercial forestal. Para todos los países de la región, excepto Nicaragua, ésta fue deficitaria. En los últimos años ha habido una tendencia de aumento en las importaciones.

Cultura forestal. La cultura forestal en los países no deberá sufrir cambios fuertes a corto plazo, como tampoco se reducirá la pobreza. Mientras exista pobreza y demanda por espacio, la presión que se ejerce sobre los bosques persistirá. Sin embargo, en la actualidad existe más articulación entre grupos que tienen interés en los bosques, que hay una tendencia hacia la forestería urbana, la coordinación de áreas silvestres protegidas y que existe más articulación de oferta y demanda de bienes y servicios ambientales.

A pesar de lo crítico de la situación, no se pueden desconocer algunos hechos que se señalan a continuación:

• El tema de los servicios ambientales y la necesidad de produndizarlos en el flujo financiero de los propietarios de bosques y plantaciones forestales ha creado mayor conciencia sobre el valor integral del bosque, tanto desde la perspectiva de su propietario como de la sociedad en general. Algunos países han iniciado con el pago por servicios ambientales, a nivel del reconocimiento del tema en su legislación nacional (Costa Rica y Guatemala) y están implementando esos sistemas. Esto ha creado oportunidades adicionales para que el sector del turismo, el sector productor de hidroenergía y otros aporten recursos financieros para apoyar la ordenación forestal y la conservación.

• Existe un mayor conocimiento científico y técnico para poner áreas de bosque natural bajo ordenación sostenible, destacándose algunos ejemplos como la Reserva de la Biosfera Maya en Petén y los casos de la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (FUNDECON) y de la Comisión de Desarrollo Forestal de la Zona Norte (CODEFORSA) en Costa Rica.

• El aumento de la tasa de establecimiento de plantaciones forestales en la última década, especialmente en Guatemala, Costa Rica y Panamá, donde los sistemas de incentivos y pago por servicios ambientales han impulsado el proceso.

1 Estudios realizados por la Universidad de Alberta, Canadá con apoyo del Centro Científico Tropical (CCT) y el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), con el uso de imágenes de satélite LANDSAT para el año 2000.

2 El volumen autorizado en 1998 fue de 7,7 millones de m³ y en 2000 fue de 9,8 millones de m³.

3 Industria forestal primaria: Es la industria que realiza el primer proceso de la madera en rollo o cualquier otra materia prima no maderera proveniente del bosque. Industria forestal secundaria: es la industria que procesa productos provenientes de una industria forestal primaria.

4 La FAO clasifica como productos forestales a la madera aserrada, tableros de madera, pasta de madera, papel y cartón, madera en rollo industrial y otros.

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