La FAO apoya decididamente el uso sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. En su sentido más amplio, esto abarca el conjunto de las medidas de conservación, diversificación, adaptación, mejoramiento y entrega de materiales mejorados a los agricultores a través de los sistemas de semillas. El fitomejoramiento funciona como un puente entre la conservación en los bancos de genes y los sistemas de semillas que proporcionan variedades mejoradas a los agricultores.
La utilización sostenible de los RFAA tiene en cuenta los principios más generales de los enfoques ecológicos, económicos y socialmente racionales. Estos principios afrontan los desafíos de satisfacer las necesidades alimentarias básicas, generar ingresos para la población rural de escasos recursos y ofrecer las bases para la protección del ambiente. Pueden suponer diferentes soluciones y medidas técnicas, como la intensificación de la producción, el fitomejoramiento, la caracterización, la evaluación y el número de colecciones principales, el fortalecimiento y la ampliación de la base genética, la diversificación de la producción agrícola y la mayor diversidad de los cultivos, el desarrollo y la comercialización de la producción agrícola y la mayor diversidad de los cultivos, el desarrollo y comercialización de cultivos y especies subutilizadas, el apoyo a la producción y la distribución de semillas y la creación de nuevos mercados para las variedades locales y productos «ricos en diversidad». El uso sostenible de los RFAA también incluye la distribución justa y equitativa de los beneficios producidos por el uso de esos RFAA y la gestión de la agrobiodiversidad a través de estrategias apropiadas y la participación de las partes interesadas.