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Plaguicidas Obsoletos

Existen muchos tipos de plaguicidas: Insecticidas, fungicidas, herbicidas, larvicidas, acaricidas, rodenticidas, molusquicidas, nematicidas, aficidas. Cerca de un millar de componentes activos se utilizan para producir la amplia gama de plaguicidas en todo el mundo. Más aún, estos componentes se presentan en miles de formulaciones diferentes.

Todas estas formulaciones se degradan con el tiempo y los derivados químicos que se originan a medida que el plaguicida se deteriora pueden resultar aún más tóxicos que el producto inicial.

Las reservas de plaguicidas caducados a menudo están mal almacenadas y los recipientes se oxidan y tienen pérdidas. En un mismo local de almacenamiento, los químicos de diversos productos pueden mezclarse y producir un cenagal tóxico.

Debido a esta gran complejidad química, detener la acumulación de plaguicidas caducados no depende de una sola solución.

¿Cuándo llegan a caducidad los plaguicidas?

Los plaguicidas sólo son eficaces durante un determinado período de tiempo. Su vida útil depende de los componentes activos que llevan y del tipo de formulación.

A menos que se estipule lo contrario en la etiqueta, estos productos normalmente tienen una vida útil de dos años a partir de la fecha de fabricación. Durante este período, el fabricante garantiza la calidad del producto, a condición de que sea almacenado siguiendo las instrucciones establecidas en la etiqueta. No siempre es fácil determinar si los plaguicidas viejos se han deteriorado hasta el punto en que ya no se pueden utilizar. Un período de almacenamiento mayor a dos años, o más allá de la fecha de caducidad indicada en la etiqueta, no significa automáticamente que los productos estarán en mal estado. Con frecuencia los plaguicidas pueden ser almacenados por un tiempo mucho mayor a la fecha de caducidad anunciada. Sin embargo, también puede suceder que un mal almacenamiento acelere la deterioración y que el producto se vuelva inutilizable mucho antes de su fecha de caducidad.

A menudo resulta visible que un plaguicida que ya ha caducado está en malas condiciones. Ciertas formulaciones de líquidos translúcidos pueden originar copos o cristales. Las emulsiones y los polvos pueden solidificarse. Esto es más difícil de identificar en los productos cuyas propiedades químicas han cambiado y sin embargo su apariencia sigue igual. En tales casos, se hace necesario realizar análisis químicos en laboratorio para determinar si el producto todavía es utilizable. Hasta que no se haya concluido dicho análisis, se debe considerar el producto inutilizable.

Algunos plaguicidas pueden ser eficaces, pero no se pueden utilizar por prohibiciones que se les impone por motivos de protección ambiental y salud pública. Estos plaguicidas también se consideran inutilizables.

Algunos sitios de almacenamiento tienen productos que todavía pueden ser utilizados, pero que son rechazados. Puede haber una diversidad de razones para ello: que haya exceso de almacenamiento, que la plaga haya sido en parte controlada, que haya problemas logísticos para la distribución y hasta formulaciones de productos que no se adapten a los equipos disponibles para aplicarlos.

Puede ocurrir que los plaguicidas rechazados aún sean utilizables. Sin embargo, las existencias que no están siendo utilizadas, conllevan un alto riesgo de volverse inutilizables debido al prolongado almacenamiento.

Para más detalles sobre las causas de la obsolescencia de plaguicidas, favor consultar la sección "¿Por qué tenemos este problema?".

La peligrosidad de los plaguicidas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 3 millones de personas por año resultan envenenadas con plaguicidas, la mayoría de éstas en países en desarrollo. Cada año mueren alrededor de 20.000 de estas víctimas de envenenamiento.

Los plaguicidas pueden absorberse al contacto de la piel, ser inhalados en forma de polvo o vapor, o ingeridos en la comida o el agua contaminada. Muchas personas, especialmente los niños, han sucumbido víctimas de envenenamiento al beber plaguicidas de botellas que normalmente se utilizan para almacenar bebidas corrientes.
Cuando los plaguicidas se han deteriorado y se han filtrado de sus recipientes o se han caído de bolsas agujereadas, el peligro de envenenamiento es muy elevado, especialmente para los menores. Hay muchos ejemplos de niños y niñas jugando, ganado pastando, gente trabajando, cocinando, halando agua y cultivando cerca de envases de plaguicidas abandonados y perforados.

Cuando los plaguicidas se dispersan en el medioambiente, toda una comunidad puede verse afectada por el envenenamiento crónico. Los síntomas del envenenamiento crónico incluyen acalambramiento o debilidad de los brazos, piernas, pies o manos, estado letárgico, pérdida de la memoria, la concentración y ansiedad. Estar expuesto a plaguicidas afecta el sistema reproductivo, provocando infertilidad, pérdida temprana de embarazos, abortos espontáneos y muerte fetal. Se sabe que muchos plaguicidas provocan cáncer. El impacto en la salud y en el medioambiente depende tanto del tipo de plaguicida como del grado de exposición al mismo.

Clasificación OMS de plaguicidas por peligrosidad

La OMS clasifica los plaguicidas por orden de peligrosidad tomando como referencia la dosis letal (DL) promedio oral o cutánea. Una medición llamada LD50 (siglas en inglés) se calcula midiendo el número de miligramos de componente activo por kilogramo del peso del cuerpo, necesario para matar el 50% de un muestreo de animales - con frecuencia ratas. Cada plaguicida es luego clasificado en cuatro categorías: 

  • Ia, extremadamente peligroso
  • Ib, altamente peligroso;
  • II, moderadamente peligroso; y
  • III, ligeramente peligroso.


http://www.who.int/ipcs/publications/pesticides_hazard/en/index.html

Debido a que los agricultores en los países en desarrollo a menudo no disponen de la capacitación o los equipos para hacer un manejo seguro de los plaguicidas, la FAO recomienda que los plaguicidas de las categorías Ia, Ib y, preferentemente II, no sean utilizados en los países en desarrollo. Sin embargo, se continúa distribuyendo y vendiendo plaguicidas extremadamente peligrosos en los países en desarrollo, lo cual constituye un elevado porcentaje de la acumulación de plaguicidas caducados.

Productos que no han sido identificados, siempre deberían ser considerados según la mayor peligrosidad siguiendo las normas de la OMS. Esto incluye recipientes que no tienen sus etiquetas, productos que han sido trasvasados a otros contenedores y materiales que han sido contaminados por productos no identificados. En Africa y Cercano Oriente, los productos desconocidos representan aproximadamente 7% de todos los plaguicidas caducados. Esto incluye plaguicidas sin etiquetas o plaguicidas a granel que han sido mezclados.

Organoclorados: los plaguicidas COPs

Los plaguicidas órganoclorados contienen carbón y átomos de cloro mezclados. Son químicos altamente tóxicos.

Los órganoclorados no se descomponen fácilmente y pueden permanecer activos en el medioambiente durante mucho tiempo. Pueden evaporarse en los climas cálidos, luego desplazarse por la atmósfera y asentarse nuevamente en zonas frías. Mientras se mueven en la cadena alimenticia, se vuelven más concentrados. Los niveles más elevados de órganoclorados están en los humanos, en los pájaros que comen peces y en los mamíferos marinos.

Debido a su persistencia en el medioambiente, los químicos órganoclorados son conocidos como Contaminantes Orgánicos Persistentes o "COP". Muchos plaguicidas órganoclorados, particularmente el dieldrin, fueron muy utilizados en las campañas para erradicar la langosta depredadora en Africa. Sin embargo, en la medida que se adquirió mayor conciencia de los peligros que conllevan los Contaminantes Orgánicos Persistentes, los plaguicidas órganoclorados fueron prohibidos en las campañas contra la langosta depredadora.

La Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, adoptada en 2001, apunta a eliminar o a restringir seriamente la producción de Contaminantes Orgánicos Persistentes. La Convención identificó específicamente 12 productos para su eliminación. De estos, nueve son plaguicidas:

  • aldrin
  • chlordano
  • endrin 
  • dieldrin
  • heptacloro
  • DDT
  • Toxafeno (Camfecloro)
  • Mirex
  • hexachlorobenzeno (HCB)

 
Para obtener información sobre estos leer informaciones en el sition de La Convención de Estocolmo

Al ser prohibidos, estos plaguicidas inmediatamente dejaron de ser utilizables. Como resultado de ello, los plaguicidas COP representan ahora más del 20% de las existencias de plaguicidas caducados en Africa.

Estas existencias a menudo están mal almacenadas y los plaguicidas se están derramando en el medioambiente y contaminan los suelos y las aguas subterráneas. Además, su persistencia, que les confiere efectividad durante un tiempo muy prolongado, los convierte en una amenaza global para la salud y el medioambiente. Debido a esto, las existencias de plaguicidas COP con frecuencia son objeto de robos y de usos ilegales.

La mayoría de los plaguicidas COP incluidos en el Convenio de Estocolmo ya no se están produciendo. El DDT sigue siendo fabricado. Algunos países han solicitado y obtenido una excepción para el uso del DDT en las campañas contra la malaria. En estos casos, el DDT sólo debería utilizarse siguiendo las normas de la OMS (http://www.who.int/malaria/docs/FAQonDDT.pdf). Sin embargo, en países en los que el DDT se utiliza para fines de salud pública, con frecuencia se está "derramando" hacia otros sectores, como la agricultura, en el que su uso está prohibido.

Muchos otros plaguicidas organoclorados, con características similares a los plaguicidas COP, se siguen vendiendo y utilizando. Éstos incluyen:

  • pentabromodiphenyl
  • ether
  • chlordecone
  • hexabromobifenyl 
  • lindane

Los plaguicidas arriba mencionados han sido prohibidos en algunos países y sus gobiernos han propuesto oficialmente que sean considerados para su inclusión en la lista de químicos COP.

Organofosfatados - plaguicidas extremadamente peligrosos

La segunda generación de insecticidas fue hecha sobre la base de organofosfatos. Estos plaguicidas son mucho menos persistentes que los organoclorados, pero por otro lado son mucho más tóxicos.

Productos derivados de agentes nerviosos desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial, los plaguicidas organofosfatados son neurotoxinas que pueden atacar el sistema nervioso. La exposición a los organofosfatos puede provocar mareos, vómitos, ataques de epilepsia, parálisis, pérdida de funciones cerebrales y muerte. Casi la mitad de los plaguicidas de las clases 1a y 1b de la OMS son organofosfatados.

Muchos de los plaguicidas organofosfatados han sido prohibidos o su utilización ha sido severamente restringida en muchos países. Varios de los plaguicidas organofosfatados están en el proceso de Consentimiento Fundamentado Previo (CFP) del Convenio de Rotterdam. El Convenio de Rotterdam sobre el Consentimiento Fundamentado Previo aplicable a ciertos productos químicos y plaguicidas peligrosos adoptado en 1998, está concebido para ayudar a controlar la importación no deseada de plaguicidas y productos químicos prohibidos, severamente restringidos o extremadamente peligrosos, a los países en desarrollo. Los plaguicidas organofosfatados que actualmente se encuentran en la lista CFP son:

  • Paratión (clase Ia, OMS)
  • Paratión-metilo (clase Ia, OMS)
  • Fosfamidón (Clase Ib, OMS)
  • Metamidofos (Clase Ib, OMS)

Los plaguicidas organofosfatados tienen una vida útil más limitada que los organoclorados y pueden resultar física y químicamente alterados con el tiempo.

Piretroides sintéticos - menos tóxicos, más caros

Los piretroides sintéticos son químicos hechos a partir de insecticidas naturales fabricados con la flor del crisantemo. Desarrollados como una alternativa menos tóxica que los organofosfatados, sólo tres formulaciones de plaguicidas piretroides han sido clasificadas como altamente peligrosas por la OMS.

En los países industrializados, los piretroides sintéticos se utilizan ahora ampliamente en lugar de los plaguicidas organofosfatados. Sin embargo, son más caros, y los compradores de países en desarrollo con frecuencia prefieren adquirir los organofosfatados u organoclorados que todavía están en venta y son más baratos, aunque sean más peligrosos.

Re-envasando plaguicidas en Etiopía
Re-envasando plaguicidas en Etiopía

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Plaguicidas Obsoletos, Rechazados o Prohibidos