Toda entidad educativa (escuela, academia, instituto, universidad) organiza su trabajo de manera que los estudiantes atendidos por ella alcancen un conjunto de objetivos previamente establecidos. Estos objetivos se organizan de diversas maneras: por grados o cursos (v.g. primero, segundo tercero, etc.); por áreas (v.g., Letras, Ciencias, Arte); por líneas de acción, materias o asignaturas (v.g. Lenguaje, Matemática, Historia). El conjunto de estos objetivos, debidamente organizado, recibe el nombre de estructura curricular.
Con frecuencia, en una estructura curricular se hallan enunciados también los contenidos, sobre todo cuando es necesario precisar los límites de los objetivos.
Ejemplos:
En el objetivo "Resolver problemas tomados de la vida real aplicando la técnica de adición" el objetivo lo dice todo y no necesita tener adjunta una relación de contenidos; pero en el objetivo "Describir con precisión seres y procesos del mundo vegetal" sí se hace necesario delimitar los contenidos, puesto que el cúmulo de "seres y procesos del mundo vegetal" es demasiado grande para que pueda ser objeto de estudio durante un cierto lapso. Entonces conviene especificar los contenidos mediante una sumilla de los temas que abarca el objetivo. Para el caso de este ejemplo, los contenidos que componen la sumilla podrían ser: "Las plantas. Clasificación según su estructura. Partes de la planta. Funciones de la raíz, el tallo y las hojas. El proceso de nutrición de las plantas y su necesidad de agua".
Como se ve, la sumilla de contenidos adjunta al objetivo consigue que éste sea mejor comprendido.
En base a lo anterior, se puede definir la estructura curricular como "el cuerpo orgánico de objetivos y contenidos que se espera lograr a través de una acción educativa".
Cuando se trata de un sistema educativo nacional, conformado por un número considerable de centros de enseñanza, el conjunto del sistema se rige por una estructura curricular básica (ECB), que tiene valor normativo para todas las instituciones dedicadas a la educación.
La ECB contiene los objetivos y contenidos que deberán ser alcanzados por los alumnos atendidos, pero no puede ser aplicada tal como está dispuesta: necesita pasar por un proceso de adecuación. Esta necesidad de una adecuación se explica por las diversidades que existen en cualquier país. Las regiones presentan grandes diferencias geográficas, sociales, culturales, económicas. Ahora bien, la ECB no puede acoger todas las peculiaridades; ni siquiera es deseable que lo haga. Lo que conviene es lo contrario: que la ECB esté formada por elementos generales, pero con la posibilidad de que estos componentes sea ajustados a cada realidad mediante un proceso de adecuación curricular.
En todos los sistemas, la ECB es la base para la planificación curricular en los centros educativos (escuelas, colegios). Permite introducir modificaciones en los objetivos y contenidos, de manera que respondan mejor a las necesidades y posibilidades de quienes van a ser educados allí. Esta tarea recibe el nombre de adecuación del currículo y suele estar encomendada a las dependencias regionales o departamentales del sector educación.
Como producto de la adecuación que se efectúa en cada lugar, se tienen diversas estructuras curriculares, más cercanas a las respectivas realidades, pero emparentadas entre sí por pertenecer a un tronco común. De este modo se conserva la unidad del sistema pero al mismo tiempo se desarrolla un programa curricular más cercano a la realidad.
Lamentablemente, no siempre se hace esta adecuación y, en vez de aplicar una estructura curricular adecuada a la región, se aplica directamente la ECB nacional. Este hecho tiene consecuencias negativas que afectan tanto a los alumnos como a los profesores.
Cuando trabajan con una estructura curricular que no ha sido adecuada, los maestros sufren perjuicios que producen sentimientos de descontento frente a su labor:
1) Al tener que enseñar contenidos que no corresponden a la realidad que los circunda, no pueden aplicar técnicas activas (realización de visitas, recorridos, observación panorámica, etc). Deben contentarse con explicar oralmente las cosas, sin permitir que los alumnos sean los verdaderos artífices de su propio aprendizaje. Será un aprendizaje repetitivo.
2) Para presentar una realidad con la que los niños no tienen contacto, precisan de un material didáctico que no poseen (láminas, fotografías, diapositivas). Al no contar con él, deben limitarse a la descripción verbal, que suele ser insuficiente.
3) Al examinar temas no relacionados con su realidad, no pueden aprovechar el potencial educativo del medio y contar con la colaboración de la comunidad.
4) Deben afrontar problemas de distracción, aprendizaje deficiente, poca participación de sus alumnos, que asumen este comportamiento por falta de motivación ante contenidos que sienten ajenos a su experiencia de vida. Esto conduce a muchos profesores a valorar en forma negativa a los niños campesinos, a quienes les atribuyen características que no tienen: pereza, desinterés, poca capacidad de atención, etc.
Los niños también son afectados por la aplicación de una estructura curricular que no ha sido adecuada. El perjuicio lo sufren principalmente los niños que viven en las áreas rurales, en las ciudades menores, en regiones que poseen poca similitud con la principal. Los perjuicios más notorios son:
Ejemplos:
1) No es raro encontrar en una ECB nacional el tema referente al agua potable, sus ventajas, características, el proceso de potabilización, etc. Este tema es, sin duda, conveniente para los alumnos de las ciudades, pero ¿lo es para niños del campo que no gozan de este servicio? ¿podrán siquiera comprender el concepto "agua potable"? Sin embargo, en muchos casos tienen que estudiar el tema tal como estaba en la ECB. Y pocas veces o nunca hablan de asuntos que pueden ser más pertinentes, como son, por ejemplo, las normas de higiene para usar el agua de los riachuelos, la forma de evitar la contaminación de los mismos, la necesidad de conservar los manantiales y los puquios.
2) En muchas ECB se propone el tratamiento de temas relativos al mar (el perfil del litoral, las corrientes marinas, la importancia económica de la pesca, etc.). Y si no se hizo la adecuación curricular conveniente, los profesores que viven en la sierra tendrán que "explicar" este tema, es decir, describir verbalmente el mar, tal vez con ayuda de algunas fotografías, pero dentro de los límites del aula. No les será posible ir a la costa, para que sus alumnos tengan una experiencia vivida del mar: observen el litoral; conversen con pescadores, manipulen los aparejos que emplean, conozcan siquiera algunos de los pescados que se obtienen. Nada de esto será posible. Pero, por otra parte, se habrá dejado de lado una referencia a la geografía de la región andina, la organización de la cuenca, su dinámica. Si se hubiera hecho la adecuación introduciendo contenidos más afines al alumno, los niños podrían elaborar maquetas, dibujar mapas, hacer recorridos, observar el panorama, trabajar, en fin, con una metodología activa, que es la única que asegura no sólo el aprendizaje de los contenidos sino el desarrollo de habilidades y aptitudes.
La adecuación de una ECB puede ser hecha en dos aspectos: atendiendo a las características de los alumnos con los que se va a trabajar y considerando las características geográficas, sociales y económicas de la región.
1) Modificaciones en función de las condiciones personales de los alumnos.
Al redactar la ECB se toma como base un perfil ideal del alumno, que resulta ser un ideal del promedio. Debido a ello, hay niños que están por encima del nivel propuesto y también hay niños que están por debajo. Entonces, al adecuar una estructura curricular es preciso formular cambios tomando en cuenta las características reales de los niños con los que se trabaja.
Gracias a estos cambios, la estructura curricular consigue ponerse a la altura de los niños que van a trabajar con ella, proponiéndoles metas que están siempre por delante pero que son alcanzables.
Ejemplo:
En la ECB de Lenguaje se establece que los alumnos de cuarto grado deben "Leer en forma silenciosa textos sencillos...". Pero en una escuela cualquiera sucede que los niños que ingresan a ese grado cometen todavía muchos errores en la lectura oral (no leen con entonación apropiada a la puntuación, no regresan bien al comienzo de la línea, cambian u omiten palabras, etc.). Entonces, el profesor, considerando que todavía no es oportuno trabajar con la lectura silenciosa, decide mantener, en este grado, el objetivo que debió ser alcanzado en el grado anterior: "Leer en voz alta, con entonación adecuada y voz audible, textos...etc".
En este caso, ha introducido el cambio tomando en cuenta el nivel de lectura de los niños, que es una condición personal. Esto quiere decir que ha sido flexible y realista.
2) Modificaciones en función de la realidad geográfica, social y económica del medio.
Toda región tiene características propias, enfrenta problemas que pueden ser diferentes, se plantea proyectos o tiene ya realizaciones peculiares. Posee, en fin, elementos que la diferencian de las otras y sostienen su identidad. Esto obliga a reestructurar la ECB en función de estas características, lo que permite que la estructura curricular responda efectivamente a las necesidades educativas de la comunidad.
Ejemplo:
En la ECB de Ciencias Sociales de quinto grado se dispone que los alumnos sean capaces de "Describir las principales actividades económicas de la localidad: agricultura, ganadería, industria". Pero puede suceder que en una determinada región la principal actividad económica no sea ninguna de esas, sino la minería o la pesca. Observando esta situación, los profesores de la localidad incorporan el tema que más interesa, colocándolo en primer lugar y tocando someramente los otros. Han introducido un cambio en la ECB debido a la realidad del lugar.
3) Elementos susceptibles de modificación
Cuando se procede a un trabajo de adecuación de la estructura curricular, las modificaciones se realizan, principalmente, en los objetivos curriculares.
Los objetivos curriculares generalmente tienen tres elementos, que es preciso reconocer para introducir las modificaciones que convengan:
La conducta es lo que se espera que el niño pueda aprender o perfeccionar (escribir..., dibujar..., sembrar..., etc.). El nivel de calidad es el grado de eficiencia con que el alumno debe ejecutar la conducta mencionada o la manera como debe ejecutarla para poder considerarse que la ha adquirido (escribir con letra legible..., dibujar con precisión..., sembrar en línea..., etc).
Contenido es el objeto sobre el que recae la acción de la conducta (escribir con letra legible textos sencillos, dibujar con precisión las partes de una flor, sembrar en línea semillas de especies arbóreas, etc.).
Muchas veces, estos tres elementos no son expuestos de modo sencillo. Tampoco logran ser enunciados con absoluta precisión. En ocasiones, el nivel de logro queda sobreentendido, como sucede en el objetivo "Sumar números naturales del 0 al 9", o puede suceder también que los elementos no se encuentren en un orden mencionado ("Resolver problemas tomados de la realidad aplicando las técnicas de la multiplicación y división"). No obstante, conviene hacer un esfuerzo para conseguir la identificación y la comprensión de las partes que constituyen el objetivo.
Una vez identificados estos elementos se pueden efectuar las modificaciones. Estas modificaciones se introducen en el nivel de calidad o en el contenido; pocas veces es necesario modificar la conducta.
Ejemplos:
1) Si se tiene el objetivo "Escribir, con letra legible, textos sencillos de su creación" éste puede ser reformulado así: "Escribir, con letra legible, textos que le son dictados". En este caso, se habrá disminuido la exigencia del objetivo, pues no se pide al alumno que construya los textos que debe escribir: él va a limitarse a escribir "textos que le son dictados".
2) Se podría hacer la modificación de otra forma. Así, se podría decir "Escribir, con letra legible y sin errores ortográficos, textos sencillos de su creación". Como se ve, se ha añadido una nueva exigencia ("sin errores ortográficos"), no mencionada en el objetivo original. En ambos casos se ha modificado el nivel de calidad.
También puede suceder que el objetivo quede tal como estuvo propuesto originalmente, y que las modificaciones se hagan en la sumilla de contenidos.
Ejemplo:
En una ECB el objetivo "Tener información básica sobre la situación geográfica del país" precisa sus contenidos mediante una sumilla:
"Ubicación en el continente. Latitud y longitud. Los límites actuales. Vías de comunicación más importantes con otros países". Pero se considera que se debe hacer algunas modificaciones: no es necesario precisar con detalle la longitud y latitud; lo que se debe hacer es mostrar la forma como el país está conectado con otros. Entonces, sin tocar el objetivo, se modifica la sumilla y se la deja así: "Ubicación del país en el continente. Límites actuales. Ubicación en la Cuenca del Pacífico. Vías de comunicación con los países vecinos y con aquellos con los cuales se comercia en la cuenca".
En base a lo expuesto hasta ahora, podemos reiterar una afirmación anterior: la adecuación es un reajuste que se hace principalmente en dos de los elementos de la ECB: los objetivos y los contenidos. Este reajuste puede consistir en la sustitución, añadido o supresión de ambos componentes.
Los pasos para llevar a cabo la adecuación de una estructura curricular son los siguientes:
Lo primero que se debe hacer es establecer un criterio de adecuación, indicando con claridad el sentido de los cambios que se pretenden introducir. Para ello se describe el estado final que tendrá la ECB después de su adecuación.
Ejemplo:
Al examinar la ECB, podemos decir: "La ECB no destaca suficientemente el papel de la mujer en la sociedad; en consecuencia, se le harán las modificaciones necesarias a fin de que contribuya a revalorar a la mujer como persona, con iguales derechos que el varón. Igualmente, deberá mostrar el papel que tiene la mujer en la vida familiar, social y económica de la comunidad". Al hacer esto, hemos establecido un criterio de adecuación.
Teniendo como fondo el criterio establecido, se practica la revisión del documento, identificando los lugares donde puede efectuarse un reajuste que satisfaga dicho criterio.
Ejemplo:
Si se encuentra un objetivo que dice, v.g., "Reconocer la participación de los miembros de la comunidad en las organizaciones sociales de la misma", se puede modificar dicho objetivo diciendo "Reconocer la participación de los miembros de la comunidad, en especial de las mujeres, en las organizaciones sociales de la misma". Este es un caso de adecuación modificando un objetivo.
Del mismo modo, se puede encontrar un contenido que podría ser modificado tomando en cuenta el criterio con el cual se está trabajando.
Ejemplo:
En una sumilla se dice: "Principales elementos que forman el medio: los valles, las sierras, los ríos". Esto puede ser suficiente, pero si deseamos dar una orientación ecológica a la enseñanza podríamos agregar el clima (temperatura, lluvias, vientos, etc.), el tipo de suelo (pedregoso, orgánico, etc.) y la vegetación. Entonces se estará cumpliendo con el criterio ya establecido para la adecuación, pero esta vez operando con un contenido.
Siempre existe la posibilidad de efectuar, si fuera necesario, un segundo reajuste a partir de otro criterio. Puede ser, por ejemplo, que interese orientar la estructura curricular hacia una revaloración de la cultura local. En este caso, se buscarán las oportunidades que presente la ECB para tratar temas relacionados con el arte, las costumbres domésticas, la expresión religiosa, etc.
En rigor, la adecuación no siempre se hace en todas las materias, y cuando se la practica pueden haber muchos modos de hacerlo. Puede suceder, por ejemplo, que se haga la adecuación de la ECB de Lenguaje y se deje sin cambios la de Matemática. Igualmente puede suceder que se aplique un criterio para la adecuación de una asignatura y otro diferente para alguna de las restantes.
Es importante, sin embargo, que las adecuaciones que se hagan no afecten la coherencia y el equilibrio de la estructura resultante; tampoco hay que olvidar que ésta debe conservar el espíritu y la direccionalidad de la ECB. Por eso, se deben considerar pocos criterios, asumiendo solamente propuestas valiosas y duraderas.