Página precedente Indice Página siguiente


Introducción

STEPHEN G. REYNOLDS Y ENRIQUE ARIAS JIMÉNEZ[1]

ANTECEDENTES GENERALES DE OPUNTIA

El uso humano de Opuntia se realizó en México desde épocas prehispánicas, donde jugaron un importante papel en la economía agrícola del imperio Azteca. El maíz (Zea mays), el agave (Agave spp.), y Opuntia (nopal) son las plantas cultivadas más antiguas de México.

Existen tres pasos cruciales en la transición del uso de plantas silvestres a cultivos planeados:

Opuntia es ahora parte del paisaje natural y de los sistemas agrícolas de muchas regiónes del mundo. Típicamente, existen tres sistemas principales de producción: comunidades de cactus silvestre, huertas familiares, y plantaciones comerciales intensivas. Las Opuntias se han adaptado perfectamente a zonas áridas caracterizadas por condiciones secas, lluvia errática y suelos pobres expuestos a la erosión. Funcionando como cosechas vitales en casos des sequía extremos para humanos y animales. Algunas especies son inclusive consideradas como plantas naturalizadas en países como Sudáfrica y Australia, donde las condiciones ambientales son particularmente favorables.

En años recientes, se han intensificado las plantaciones para fruta o producción de forraje, así como paravegetales o nopalitos y cochinilla, en muchos países de África, América, Asia y Europa. Hay un creciente interés por Opuntia, con énfasis en O. ficus-indica, y en el importante papel que desempeñan y seguramente seguirán proponiendo para el éxito de sistemas agrícolas sustentables en zonas áridas y semiáridas, donde agricultores y ganaderos deben concentrarse en aquellas especies que pueden no solo sobrevivir sino producir económicamente. Así, Opuntia, se ha convertido en un recurso inagotable de productos y usos, inicialmente como planta silvestre, y después, como cultivo de subsistencia y comercial; contribuyendo a la seguridad alimenticia de poblaciones en áreas agrícolas marginadas.

BOTÁNICA

Existen casi 300 especies del género Opuntia (Scheinvar, 1995). Solamente en México, Bravo (1978) registró 104 especies y variedades.

De acuerdo con Scheinvar (1995), el nombre “Opuntia” viene de un antiguo pueblo griego en la región de Leocrid, Beocia: Opus, u Opuntia, en donde Tournefort encontró una planta con espinas que le recordó a la Opuntia americana, que incluye 11 subgéneros: Opuntia, Consolea, Austrocylindropuntia, Brasilopuntia, Corynopuntia, Cilindropuntia, Grusonia, Marenopuntia, Nopalea, Stenopuntia y Tephrocactus.

La taxonomía es complicada por diferentes razones: sus fenotipos, que varían en gran medida de acuerdo a las condiciones ecológicas y la poliploidía, con un gran número de poblaciones que se reproducen vegetativa y sexualmente; así como a la existencia de numerosos híbridos interespecíficos. Ya que casi todas las especies florecen durante el mismo período del año y no hay barreras biológicas que las separen.

Scheinvar (1995) menciona nueve especies silvestres de Opuntia (O. hyptiacantha Web; O. joconostle Web; O. lindheimeri (Griff. y Haare) Bens.; O. matudae Schneinv.; O. robusta Wendl. var. robusta; O. sarca Griff. ex Scheinv.; O. streptacantha Lem.; O .tomentosa SD. var. tomentosa y var. herrerae Scheinv.) y tres especies cultivadas (O. albicarpa sp. nov.; O. ficus-indica (L.) Mill.; O. robusta Wendl. var. larreyi (Web.) Bravo), así como una especie cultivada del subgénero Nopalea (O. cochenillifera (L.) Mill.), y ofrece descripciones detalladas de cada una.

La evolución de los miembros de los subgéneros de Opuntia en ambientes áridos y semiáridos ha conducido al desarrollo de diversas características de adaptación anatómica, morfológica y fisiológica; y estructuras particulares de plantas, como fueron descritas por Sudzuki Hills (1995).

Las especies del subgénero Opuntia spp. han desarrollado adaptaciones estructurales, fenológicas y fisiológicas favorables para su desarrollo en ambientes áridos, donde el agua es la principal limitante en la mayoría de los vegetales. Su adaptación más notable es su reproducción asincrónica, y su Metabolismo delÁcido Crasuláceo (MAC), el cual, combinado con adaptaciones estructurales, tales como la suculencia, le permiten sobrevivir largos períodos de sequía, y alcanzar niveles de producción aceptables inclusive en años de sequías realmente severas.

TERMINOLOGÍA

En este libro, el término Opuntia se usa al referirse al género completo, donde el mas conocido es Opuntia ficus-indica. Previamente, Opuntia fue usado indistintamente para referirse tanto a la planta como a la fruta.

Otros términos importantes utilizados en el presente libro incluyen:

Opuntia ficus-indica

Nombres comunes:

CACTUSNET

Atendiendo la petición de varios países miembros se creó una red internacional, la CACTUSNET, establecida en Guadalajara, México, 1993, bajo los auspicios de la FAO, con la idea de incrementar la cooperación entre científicos, técnicos y productores de diferentes países, y para facilitar el intercambio de información, conocimiento y cooperación técnica sobre Opuntia. La cooperación en la colección, conservación, evaluación y uso de los recursos genéticos germoplasma. Asimismo, así como la promoción de los beneficios ecológicos y sociales de la Opuntia también son objetivos de la red. Desde entonces se han integrado un total de 22 países. A partir de Octubre del año 2000, la Universidad de Guadalajara en México, y las Universidades de Regio Calabria y de Palermo en Italia, han organizado la coordinación general, con la coordinación del Instituto Nacional para Investigación Agrícola en Túnez. Las reuniones se llevan a cabo cada cuatro años, en conjunción con el Congreso Internacional de Tuna y Cochinilla. Además, se han realizado reuniones regiónales y de grupos de trabajo en Angola, Argentina, Chile, Italia, México, Perú y Sudáfrica sobre varios otros temas, entre los que destacan factores post-cosecha, recursos genéticos, cochinilla, forraje, producción frutal, etc.

Algunos de los resultados tangibles de la cooperación a través de CACTUSNET, han sido la publicación en 1995, del libro en la FAO: “Agroecology and uses of cactus pear” (Agro-ecología, cultivo y usos del nopal), el cual ya ha sido traducido al español y actualmente esta siendo traducido al árabe. Así como la producción de la Lista de Descriptores de los recursos genéticos de Opuntia, y la Gaceta anual de CACTUSNET (CACTUSNET Newsletter). La quinta edición, publicada en marzo del 2000, se enfocó al uso de Opuntia como forraje y esta disponible en la página web del Grupo de Pastizales de la FAO: http://www-data.fao.org/WAICENT/FAOINFO/AGRICULT/AGP/AGPC/doc/publicat/Cactusnt/cactus1.html

La presente publicación es también un ejemplo de la cooperación voluntaria de instituciones públicas y privadas que participan en CACTUSNET.

OPUNTIA COMO FORRAJE

Felker (1995) nos ha ofrecido una excelente introducción al uso de la Opuntia como forraje y una síntesis de recomendaciones para el uso del cactus y el manejo de alimentación de ganado. Donde se citan excelentesreseñas regiónales que cubren los usos del cactus como forraje en el Norte de África (Monjauze y Le Houerou, 1965), Sudáfrica (De Kock, 1980; Wessels, 1988), México (e.g. Flores y Aguirre, 1979; Fuentes, 1991), Brasil (Domínguez, 1963) y Estados Unidos (e.g. Russell y Felker, 1978 a, b; Hanselka y Paschal, 1990). El trabajo de Griffiths en Texas, durante las primeras dos décadas del siglo pasado, constituyó también el inicio en el cultivo de Opuntia como forraje.

Opuntia es particularmente atractiva como alimento por su eficiencia al convertir el agua en materia seca, y por tanto, en energía digestible (Nobel, 1995). Este cacto es útil no solo porque sobrevive a las sequías, sino también por su conversión es más eficiente que la de pastizales C3 y las plantas C4 de hoja ancha. La generación de biomasa por unidad de agua es en promedio tres veces más alta que en plantas C4, y cinco veces más que en plantas C3. Bajo condiciones óptimas, los diferentes tipos de plantas pueden producir cantidades similares de materia seca por área de superficie, pero bajo condiciones áridas y semiáridas, las plantas CAM son superiores a las C3 y C4.

Los cactus, y específicamente Opuntia spp., han constituido una fuente de forraje extremadamente útil en tiempos de sequía, primordialmente porque proveen de energía digerible, agua y vitaminas no solo para el ganado, pues también ha sido usada como forraje para cerdos. Sin embargo, debe ser combinado con otros alimentos para complementar la dieta diaria, debido a que Opuntia tiene bajos contenidos de proteína, a pesar de ser rica en carbohidratos y calcio. Ya que crece en tierras severamente degradadas, su uso es importante por su abundancia en áreas donde muy pocos cultivos logran desarrollarse y producir. Se estima que, alrededor del mundo, se cultivan 900 000 hectáreas de Opuntia para producción de forraje.

Mientras las variedades sin espina necesitan protegerse contra los herbívoros, las variedades más tolerantes al frío con espinas no requieren de tanta protección. Sin embargo, es necesario quemar las espinas antes de poder utilizarlo como forraje para el ganado.

Felker (1995) señaló la falta de investigación y desarrollo serios, y sugirió áreas prioritarias para realizar investigaciones sobre el uso de Opuntia como forraje.

PREOCUPACIONES AMBIENTALES

Opuntia spp. está siendo utilizada en programas para prevenir la erosión del suelo y combatir la desertificación, ya que tiene una gran capacidad de adaptación en tierras pobres, inapropiadas para otro tipo de cultivos, y son ideales para responder a los cambios ambientales globales, como el incremento en los niveles del CO2 atmosférico. Opuntia también es importante para cubrir regiónes áridas y semiáridas, debido a que las distintas especies pueden sobrevivir y extenderse bajo condiciones de lluvia escasa y errática, así como altas temperaturas, y desempeñan también un importante papel en la protección de la fauna local.

Sin embargo, esta capacidad de adaptación y rápida expansión han causado problemas, principalmente en donde se introdujo y se ha desarrollado en la ausencia de enemigos naturales y manejo apropiado, para convertirse en maleza nociva en varios países. En la publicación de la FAO de Agro-ecología, cultivo y usos de la tuna, un capítulo escrito por Brutsch y Zimmermann fue enfocado a las especies silvestres que amenazaban los recursos genéticos de las plantas nativas, y también a los medios de control integrados, mecánicos, químicos o biológicos que se han desarrollado. El control biológico ha sido particularmente exitoso en lugares como Australia y Sudáfrica. Sin embargo, los problemas de países desarrollados no son necesariamente los mismos que en los países menos desarrollados, pues lo que podría ser considerado como maleza en unos países, puede ser una fuente económica importante de alimentación en otros. Por lo que diferentes países e inclusive diferentes áreas dentro del país, pueden tener visiones diferentes de la Opuntia.

Este libro enfatiza a Opuntia como un valioso recurso natural, que no es aprovechado al máximo en muchos países, pero que puede proveer de forraje a ganado, y contribuir con las actividades económicas para la seguridad alimenticia de poblaciones en áreas agrícolas marginadas.

PROPÓSITO DEL LIBRO

Varias publicaciones han tratado el tema de Opuntia. Anteriormente, a través de CACTUSNET, la FAO publicó Agro-ecología, cultivo y usos de la tuna. La presente publicación enfoca primordialmente el uso de Opuntia como forraje, y su objetivo es presentar resultados e investigaciones en un solo volumen. Aquí se incluyen desde tos relacionados con los primeros usos de la Opuntia como forraje en México y su ecofisiología, así como sobre recursos genéticos y cultivo para la producción de forraje en México, Brasil,EUA, Chile, Argentina, Asia Occidental y el Norte de África, Etiopía y Sudáfrica. El capítulo final trata de la producción de Opuntia bajo condiciones de hidroponía, seguida por una bibliografía extensa y anexos de sitios de Internet relacionados. Esperamos que el presente libro logre su propósito al proveer a los lectores con una referencia actual en el uso de Opuntia como forraje para ganado, recopilando en un volumen los trabajos previos y actuales, y planteando las perspectivas sobre el futuro de la especie.


[1] Stephen G. REYNOLDS. Enrique ARIAS JIMENEZ Grupo de Pastizales y Cultivos Forrajeros División de Producción y Protección Vegetal, FAO

Página precedente Inicìo de página Página siguiente