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Indicadores de la FAO para la oferta y la demanda de cereales a escala mundial
El coeficiente entre las existencias mundiales finales de cereales en 2007/08 y la utilización tendencial mundial de cereales en la próxima campaña descenderá, según los pronósticos, a 19,2 por ciento, el nivel más bajo de los últimos cinco años. El aumento de la utilización probablemente absorba la mayor parte del incremento previsto en la producción mundial de cereales de 2007, manteniendo por consiguiente a niveles muy bajos las existencias mundiales finales. Se pronostica que el coeficiente correspondiente al trigo caerá verticalmente a 23,1 por ciento, muy por debajo del 34 por ciento observado durante la primera mitad del decenio. Contrariamente a las previsiones hechas en un período anterior de la campaña, ahora se prevé que el coeficiente correspondiente a los cereales secundarios disminuya ulteriormente respecto al nivel ya bajo del año pasado, a sólo 15 por ciento. Análogamente, en el caso del arroz las informaciones más recientes apuntan a una situación de la oferta y la demanda más difícil de lo que se había previsto, pronosticándose ahora que el coeficiente entre las existencias y la utilización disminuirá a 23,5 por ciento, el nivel también más bajo de los últimos cinco años y situado muy por debajo de la media de la primera mitad del decenio.
Terminadas ya las cosechas de 2007 en los principales países exportadores de cereales, el coeficiente estimado entre sus suministros totales de cereales en 2007/08 y las necesidades normales del mercado se ha vuelto más seguro, confirmándose las previsiones anteriores de un excedente de sólo 18 por ciento, marginalmente superior al de la campaña anterior, pero todavía un nivel relativamente bajo si se considera que a mediados de los años 2000 la cifra superaba el 30 por ciento. Ello indica que sólo ha habido una pequeña mejora de su capacidad para satisfacer la demanda mundial de importaciones de trigo y cereales secundarios y que es probable que en la nueva campaña la situación del mercado siga siendo difícil.
El coeficiente entre las existencias finales de trigo de los grandes exportadores y su desaparición total al final de las campañas 2007/08 se pronostica en un nivel bajo de sólo 11,7 por ciento. Los altos precios del trigo en los mercados internacionales ya están determinando un aumento de las facturas de las importaciones de los PBIDA y, de no registrarse un aumento apreciable de la producción en 2008, podrían seguirse consecuencias importantes para las perspectivas de la oferta y la demanda. En cuanto a los cereales secundarios, se prevé que el coeficiente descienda ulteriormente respecto al nivel ya bajo del año anterior. El rápido crecimiento de la demanda de biocombustibles debería mantener los suministros exportables de maíz en niveles excepcionalmente estrechos, incluso con una producción récord. El coeficiente correspondiente al arroz debería disminuir, pero relativamente menos que en el caso de los cereales.
Se estima que la producción mundial de cereales de 2007 subirá un 4,6 por ciento, lo que representaría una recuperación relativamente fuerte tras dos años consecutivos de contracción. Sin embargo, en vista de la situación muy equilibrada demostrada por los tres primeros indicadores, es necesario que 2008 sea también un año bueno, especialmente para el trigo.
Después de cuatro años de crecimiento sostenido, la producción de cereales de los PBIDA en 2007 se estima sólo marginalmente superior a la del año anterior, lo que significa una situación del suministro menos cómoda para la nueva campaña 2007/08. Si se excluyen China (Continental) y la India, que representan aproximadamente dos terceras partes de la producción total de cereales, se estima que en el resto de los PBIDA la producción haya disminuido en un 2,2 por ciento tras dos años consecutivos de aumentos sustanciales. Es probable que esta circunstancia, unida al hecho del crecimiento demográfico, induzca a algunos PBIDA a aumentar las importaciones para satisfacer sus necesidades de consumo; lo cual, en un momento en el que los precios internacionales de los cereales se encuentran a niveles tan altos, gravará enormemente sobre los recursos financieros de dichos países.
La creciente dificultad de la balanza mundial de cereales en 2007/08 ha hecho subir los precios de todos los cereales. El aumento más significativo se ha dado en el trigo, cuyo índice de precios ha aumentado durante los primeros siete meses de la actual campaña comercial (julio de 2007 a enero de 2008) en más de un 74,5 por ciento respecto al promedio de 2006/07. En el caso del maíz, el aumento de los precios ha sido menos significativo (cerca del 20 por ciento), pero después de haber aumentado también el año anterior casi un 45 por ciento. En cuanto al arroz, en 2007 se ha registrado un aumento moderado del 17 por ciento. Estos aumentos están contribuyendo a un alza apreciable de las facturas correspondientes a las importaciones de cereales de los PBIDA en 2007/08, que, según los pronósticos, subirán un 35 por ciento hasta alcanzar los 33 mil millones de dólares EE.UU. aproximadamente. Dado que también el año anterior la factura de las importaciones de cereales había aumentado de forma pronunciada, la situación actual de los PBIDA es de lo más gravosa, especialmente en el caso de los países que necesitan más importaciones para cubrir el déficit de su producción interna.
1 El primer indicador es la relación entre las existencias mundiales finales de cereales en una determinada campaña y la utilización mundial de cereales en la campaña sucesiva. La utilización en 2008/09 es un valor tendencial basado en una extrapolación del período 1997/98-2006/07.
2 El segundo indicador es la relación entre los suministros (es decir, la suma de la producción, las existencias de apertura y las importaciones) de cereales (trigo y cereales secundarios) de los exportadores y sus necesidades de mercado normales (entendidas como la utilización interna más las exportaciones de los tres años anteriores). Los principales exportadores de cereales son: Argentina, Australia, Canadá, UE y Estados Unidos).
3 El tercer indicador es la relación entre las existencias finales, por tipo de cereal, de los principales exportadores, y su desaparición total (el consumo interno más las exportaciones). Los principales exportadores de trigo y cereales secundarios son: Argentina, Australia, Canadá, UE y Estados Unidos. Los principales exportadores de arroz son: India, Pakistán, Tailandia, Estados Unidos y Viet Nam.
4 El cuarto indicador muestra la variación de un año a otro de la producción total de cereales a nivel mundial.
5&6 En vista del hecho de que los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) son muy vulnerables a las variaciones de su propia producción y, por tanto, de sus suministros, el quinto indicador de la FAO mide la variación de la producción de los PBIDA. El sexto indicador muestra la variación anual de la producción en los PBIDA, excluyendo China e India, los dos principales productores del grupo.
7 El séptimo indicador demuestra la evolución de los precios de los cereales en los mercados mundiales en base a las variaciones observadas en determinados índices de precios.
Medidas adoptadas por los Gobiernos para limitar el impacto del aumento vertiginoso de los precios internacionales de los cereales en el consumo humano
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A partir de principios de 2007 los precios internacionales de exportación de los cereales han aumentado considerablemente; lo cual, combinado con el alza sustancial de los precios del petróleo y de los fletes, ha hecho subir de forma pronunciada el precio de los alimentos básicos en todos los países del mundo. Con objeto de limitar el impacto del aumento de los precios de los cereales en el consumo humano interno, los Gobiernos de los países tanto importadores como exportadores de cereales han adoptado una serie de medidas de política. He aquí las últimas novedades:
África del Norte: en Marruecos, el Gobierno redujo al máximo los aranceles de las importaciones de trigo, y está examinando la posibilidad de privatizar las importaciones de trigo blando y de conceder subvenciones a los importadores que compren por encima de un cierto precio de referencia. En Egipto, el Gobierno ha aumentado considerablemente las subvenciones a los alimentos y ha firmado un acuerdo bilateral con Kazajstán por 1 millón de toneladas de trigo que se entregarán durante 2008 a un precio preferencial. África occidental: en Benin y el Senegal, para compensar el pronunciado aumento de los precios de los cereales los Gobiernos han adoptado una serie de medidas, tales como controles de precios y exención de aranceles. África oriental: en Etiopía, el Gobierno ha prohibido las exportaciones de los cereales principales y la acumulación de cereales, así como ha suspendido las compras locales del PMA para las intervenciones de emergencia. Ha impuesto también una recargo temporal del diez por ciento sobre las importaciones de objetos suntuarios para financiar las intervenciones en materia de subvenciones a los alimentos, tales como la distribución de trigo a precios subvencionados a los hogares urbanos de bajos ingresos. África austral: en Sudáfrica, están previstos ajustes del monto pagado a los pobres en concepto de donativos destinados a mitigar las repercusiones del aumento de los precios de los alimentos. En Zambia, tras las inundaciones registradas últimamente en el país, y a pesar de los abundantes excedentes exportables de maíz de la campaña comercial 2007/08 (mayo/abril), el Gobierno ha prohibido todos los nuevos contratos de exportación. En Zimbabwe, el Gobierno continúa controlando las importaciones de maíz, trigo y sorgo, que se venden a precios subvencionados. Aunque el aumento de los precios de importación se ha visto mitigado este año por un contrato temprano de importación de 400 000 toneladas de maíz de Malawi, la inflación interna de los precios al consumidor (calculada en noviembre de 2007 en más de 26 000 por ciento) reduce drásticamente el poder adquisitivo de los consumidores.
Lejano oriente asiático: en China (Continental), tras la eliminación de la desgravación a la exportación del trigo, el arroz, el maíz y la soja en diciembre de 2007, el Gobierno introdujo, a partir del 1º de enero de 2008, derechos de exportación del 20 por ciento para el trigo, el trigo sarraceno, la cebada y la avena, y del 5 por ciento para el arroz, el maíz, el sorgo, el mijo y la soja. También aplicó un derecho de exportación del 25 por ciento a la harina de trigo y el almidón, y del 10 por ciento a las harinas de maíz, arroz y soja. Al mismo tiempo, para alentar la producción de cereales en 2008 ha anunciado la intención de aumentar los precios mínimos de compra de trigo y arroz, así como las subvenciones a los agricultores. La India ha suprimido hasta abril de 2009 el derecho de importación del 36 por ciento sobre la harina de trigo, y ha ampliado las importaciones libres de derecho de los comerciantes privados. También ha suspendido la prohibición de las exportaciones, pero aumentó el precio mínimo de exportación del arroz, de 425 dólares EE.UU. por tonelada a 500 dólares EE.UU. por tonelada. Indonesia ha suprimido el derecho del 5 por ciento sobre las importaciones de trigo y suspendió un derecho del 10 por ciento sobre la soja importada. Pakistán, que comenzó la campaña 2007/08 exportando grandes volúmenes de trigo, principalmente harina de trigo al Afganistán, ahora ha prohibido las exportaciones privadas de trigo a dicho país, e impuso un derecho del 35 por ciento a las exportaciones de trigo y productos derivados. También está comprando trigo en los mercados mundiales. En la República de Corea, a partir de enero de 2008 y por seis meses, los derechos de importación de trigo para molienda se han reducido de 1 por ciento a 0,5 por ciento; los del maíz, de 1,5 por ciento a 0,5 por ciento, y los de la soja y el maíz forrajero, de 2 por ciento a cero. Preocupado por el aumento de los precios de los alimentos, el Japón ha anunciado la creación de un departamento especial encargado de la seguridad alimentaria y la aplicación de medidas urgentes destinadas a diversificar sus compras en los mercados mundiales. Se informa que dentro de poco Malasia aplicará planes destinados a incrementar la producción de harina de trigo en respuesta a la escasez interna. En Mongolia, el Gobierno ha suprimido el impuesto al valor agregado sobre el trigo y la harina importados, con efecto a partir del 1º de enero de 2008. Cercano oriente asiático: en Arabia Saudita, el Gobierno anunció su plan para reducir, a partir de 2008, el precio de compra del trigo en un 12,5 por ciento por año, debido principalmente a la limitación de los recursos hídricos. Arabia Saudita subvenciona fuertemente la producción de trigo, que alcanza por término medio los 2,6 millones de toneladas por año, pero en base a la nueva política es probable que dentro de los próximos diez años el país se convierta en un importador de al menos 3 millones de toneladas de trigo. Con anterioridad, el Gobierno había anunciado asimismo planes destinados a alzar en un 20-30 por ciento, a partir de abril de 2008, el precio del trigo vendido en el mercado local. Turquía redujo los derechos de importación para el trigo de 130 por ciento a 8 por ciento; para el maíz, de 130 a 35 por ciento, y para la cebada, de 100 por ciento a cero. En Jordania, el Gobierno continúa subvencionando el trigo, pero a partir de octubre de 2007 ha suprimido su subvención a la cebada. También ha intensificado sus compras de trigo en los mercados mundiales y anunció su plan de aumentar las existencias hasta un nivel de consumo correspondiente a seis meses.
América Latina y el Caribe: en México, a partir de enero de 2008, en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá y los Estados Unidos, el Gobierno completó la eliminación de los contingentes y aranceles vigentes desde 1994 para proteger el maíz, las legumbres, la leche y el azúcar. Argentina volvió a abrir su registro de exportaciones de cereales. Durante un período de cinco meses se autorizará a exportar mensualmente hasta un máximo de 400 000 toneladas de trigo, mientras que los exportadores de maíz podrán registrar sus envíos a partir de mediados de febrero, pero todavía no se han anunciado las cantidades. Brasil está examinando la posibilidad de reducir o suprimir el impuesto de importación del 10 por ciento para el trigo no procedente de la Argentina, que ya está exento. En el Perú, se han suprimido los aranceles a las importaciones de trigo y maíz y de todas las harinas, que oscilaban entre 17 y 25 por ciento. En el Ecuador y Bolivia, los Gobiernos han introducido subvenciones a la producción de pan.
Europa: la UE suprimió el requisito de detracción obligatoria del 10 por ciento de las tierras para la campaña agrícola 2008, y posteriormente suspendió los derechos a la importación de cereales (excluidos la avena, el trigo sarraceno y el mijo) desde diciembre pasado hasta el final de la actual campaña comercial en junio de 2008. A partir de finales de enero de 2008, la Federación de Rusia ha aumentado los derechos de exportación de trigo de 10 por ciento a 40 por ciento (o sea, no menos de 105 euros por tonelada). Sin embargo, las exportaciones de harina de trigo no están sujetas a derecho y se informa que el país las ha impulsado. El Gobierno también está examinando la posibilidad de prorrogar hasta mayo de 2008 la congelación de precios de los productos alimenticios básicos, como el pan, la leche, el aceite de girasol y los huevos. Ucrania está estudiando la posibilidad de añadir la harina de trigo y de centeno a la lista de productos sujetos al control de precios estatal. El Gobierno está considerando también la posibilidad de aumentar, a partir de marzo de 2008, los contingentes de exportación de cereales desde 1,2 millones de toneladas establecidos en septiembre de 2007 hasta 2,4-2,9 millones de toneladas.
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