Debate general sobre las tendencias y desafíos en la agricultura, los montes, la pesca y la seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, y las acciones de la FAO en la Región.
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
1. Destacó que el contexto internacional tiene una incidencia determinante en el proceso de desarrollo social y económico de los países de la Región y consecuentemente sobre su seguridad alimentaria. Es necesario un sistema internacional basado en los principios de justicia y equidad que favorezca una mayor cooperación bilateral y multilateral, más eficiente y oportuna, con apertura renovada a la cooperación Sur-Sur, y que se cumplan los compromisos internacionales en materia de ayuda oficial para el desarrollo y se incrementen las inversiones y flujos financieros. Asimismo, debe promoverse el acceso a nuevas tecnologías y a un comercio de bienes y servicios más equitativo, especialmente de productos agrícolas.
2. Reiteró que es fundamental el establecimiento de un sistema de comercio internacional equitativo y el cumplimiento del mandato de la Conferencia Ministerial de Doha. La reforma del sistema de comercio debe incluir compromisos específicos de los países desarrollados para introducir mejoras sustanciales en el acceso a los mercados de productos agrícolas, reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su remoción progresiva y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión en el comercio.
3. Tomó nota de la reanudación de las negociaciones multilaterales e instó a los países a avanzar rápidamente en la implementación del mandato y del espíritu de Doha para que la Ronda multilateral sea la “Ronda del Desarrollo”.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
4. Respaldó las iniciativas específicas desarrolladas en atención a las prioridades fijadas en la 25ª Conferencia Regional, así como la instrumentación de las orientaciones generadas en las Conferencias Regionales 26ª y 27ª. En particular, el desarrollo de las alianzas productivas, el impulso a los fondos fiduciarios, la ejecución de proyectos regionales y el desarrollo de metodologías de evaluación de políticas y programas.
5. Subrayó que la Región tiene necesidades específicas y condiciones de pobreza e inseguridad alimentaria que deben ser investigadas y analizadas con criterios propios, para lo cual necesita del apoyo y la cooperación técnica de la FAO en la elaboración de un plan estratégico regional. A este respecto la Conferencia solicitó el establecimiento de un mecanismo institucional, con las siguientes funciones: a) seguir la evolución de la cooperación técnica de la FAO en la Región; b) presentar propuestas tendientes a perfeccionar y modernizar los mecanismos de la cooperación técnica de la FAO; y c) tratar de las estrategias y medios de implementación y evaluación de los programas de cooperación de la FAO en la Región.
6. Reconoció la pertinencia de realizar estudios para determinar la incidencia negativa sobre la seguridad alimentaria, derivada de la condición geográfica de los países en desarrollo sin litoral marítimo, a fin de establecer proyectos y programas tendientes a paliar esta situación.
7. Recomendó adoptar la sistematización de nuevos temas emergentes para la cooperación técnica de la FAO en la Región:
8. Recomendó que la FAO busque fórmulas que permitan el incremento de la cooperación técnica en la Región, mediante mecanismos participativos, optimizando el uso de las capacidades existentes en los países. Asimismo, también debe fortalecerse la complementariedad en las acciones de las distintas agencias internacionales de cooperación.
9. Recomendó que se reconozca la necesidad de aplicar un trato diferenciado a los países menos adelantados y a los estados insulares, en especial a los importadores netos de alimentos. En este sentido, el “Programa de Barbados para los Estados Insulares” constituye un sólido basamento para el desarrollo de sus capacidades agropecuarias, forestales y pesqueras. La FAO debe cumplir un papel relevante en su aplicación.
10. Recomendó que la FAO profundice su labor en el fortalecimiento de las capacidades de negociación internacional de los países de la Región, habida cuenta de la creciente diversidad y complejidad de los temas y el continuo proceso de negociaciones que se lleva a cabo en los diferentes ámbitos multilaterales (OMC, Codex, OIE, y CIMF).
11. Recomendó que la FAO realice análisis sobre el desarrollo de una industria procesadora exportadora de las materias primas en que en la Región es competitiva, como alternativa para que los productores y campesinos de los países en desarrollo salgan de la pobreza. Para ello es conveniente que la FAO prepare estudios que evalúen el impacto del escalonamiento y de los picos arancelarios de los países desarrollados para el desarrollo de una industria exportadora con mayor valor agregado en los países en desarrollo.
Seguimiento a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después. Perspectiva Regional
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
12. Destacó las interrelaciones entre la pobreza, la desigualdad y la lucha contra la inseguridad alimentaria. Es necesario lograr mayor eficacia y competitividad; simultáneamente, es indispensable revertir el actual proceso que conduce a una creciente desigualdad socioeconómica en la Región.
13. Reconoció que existe una fuerte heterogeneidad en la agricultura de la Región, en la que convive un sector moderno, competitivo e inserto en los mercados con otro sector de productores a escala muy pequeña que actualmente no tiene condiciones para competir en los mercados y cuyo desarrollo requiere de políticas específicas que respondan a una estrategia de desarrollo progresivo en base a actividades agrícolas y no agrícolas.
14. Constató que el desarrollo rural y la seguridad alimentaria son procesos de largo plazo que van más allá de los límites de un período de gobierno y requieren el establecimiento de políticas de Estado que mantengan continuidad en el largo plazo.
15. Reconoció que una estrategia exitosa de seguridad alimentaria implica la acción conjunta del Estado, el sector privado, la sociedad civil y la cooperación internacional, en un marco coherente, armónico y altamente participativo.
16. Acogió las preocupaciones planteadas por el COAG relativas a las recomendaciones sobre el “Informe de la Consulta de Expertos OMS/FAO 916 sobre Dietas, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónicas”, las que pueden repercutir negativamente en el sector agrícola de la Región.
17. Instó a los gobiernos de los países de la Región a que brinden su apoyo político al proceso negociador sobre el Conjunto de Directrices Voluntarias para alcanzar la realización progresiva del Derecho a una Alimentación Adecuada. Asimismo, la Conferencia reconoció el papel crucial que tiene la cooperación internacional en la realización de este derecho.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
18. Recomendó que la FAO apoye la caracterización y sistematización de las nuevas líneas estratégicas. Reconoció que las tendencias actuales en la seguridad alimentaria revelan tanto la insuficiencia de las políticas implementadas hasta ahora como la necesidad de definir nuevas líneas de acción.
19. Recomendó que la FAO continúe el trabajo de análisis de las tendencias y temas emergentes, e instando a los países a un mayor involucramiento en la preparación de los estudios correspondientes.
Iniciativa para revisar y actualizar políticas y estrategias nacionales sobre agricultura, desarrollo rural y seguridad alimentaria
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
20. Reconoció que las actuales políticas de desarrollo implican una corresponsabilidad del gobierno y los agentes privados, y por ello los procesos de concertación constituyen elementos esenciales para su ejecución.
21. Enfatizó la importancia del enfoque de desarrollo de base territorial, dentro de la definición de las estrategias de desarrollo rural y de seguridad alimentaria. En este enfoque deben considerarse las actividades agrícolas y no agrícolas, así como el carácter de los diferentes tipos de agentes, destacándose el papel de la mujer tanto en la producción como en la mejor asignación de los recursos y el mejoramiento de los niveles de vida y de seguridad alimentaria de la población rural.
22. Reconoció que las políticas para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria deben responder, simultáneamente, a requerimientos de competitividad y transformación productiva, y a prioridades de la lucha contra la pobreza. Se trata de políticas multisectoriales que implican la participación de diversos ministerios, instancias descentralizadas de gobierno y agentes privados, en un marco altamente complejo que requiere procesos de concertación.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
23. Recomendó que la FAO refuerce y amplíe la acción de mecanismos de capacitación masiva para todos los actores en las prioridades del desarrollo rural y la seguridad alimentaria, poniendo como ejemplo el proyecto FAO-FODEPAL, y solicitó que la FAO procure obtener fondos adicionales para este objetivo.
24. Recomendó que la FAO realice estudios sobre el proceso de emigración de la población rural, principalmente hacia países desarrollados, con el objetivo de identificar programas de inversión que se basen en las remesas, mediante el desarrollo de proyectos en beneficio de las familias rurales, a fin de crear nuevas fuentes de trabajo que reduzcan el éxodo de esa población.
Seguridad alimentaria como estrategia de desarrollo rural
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
25. Reconoció que la seguridad alimentaria es un concepto amplio tanto en su alcance como en sus efectos. En el primer caso incluye los elementos de disponibilidad, acceso, calidad y utilización, así como los factores que inciden en cada uno de éstos. En el segundo aspecto se destaca su papel en la erradicación de la pobreza, el aumento de capacidades productivas para el desarrollo, la inclusión social, la igualdad de oportunidades y la construcción de una sociedad justa.
26. Subrayó la necesidad de que la estrategia de seguridad alimentaria no se limite a paliar los efectos del hambre o dar soluciones puntuales a los casos de desnutrición; el eje fundamental de la estrategia debe atacar las condiciones que permiten que la subnutrición se presente. Esto implica atacar las causas de la exclusión social, la marginación y la pobreza, a través de un enfoque ampliamente participativo, centrado en las personas.
27. Enfatizó que el crecimiento económico es necesario para superar la pobreza y erradicar el hambre, pero no es una condición suficiente. Destacó la importancia del carácter del crecimiento, esencialmente de sus consecuencias distributivas y los efectos sobre la equidad. Asimismo, señaló que es fundamental la voluntad política y la participación efectiva del conjunto de la sociedad para orientar el desarrollo hacia la equidad, a través de reformas estructurales para la inclusión social.
28. Reconoció que las causas de la inseguridad alimentaria tienen raíces históricas que obedecen a las condiciones sociales que han prevalecido. A ello se añade el efecto de las prácticas proteccionistas en el comercio internacional y los subsidios a los productos agrícolas que aplican los países desarrollados. La Conferencia reclamó el cumplimiento de los tres pilares de Doha. Asimismo, recalcó la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para el desarrollo, subrayando la necesidad de aprovechar mejor las posibilidades de integración subregional y la cooperación Sur-Sur.
29. Señaló la necesidad de un mayor involucramiento de la población en condiciones de pobreza, a fin de aumentar su capacidad de negociación para participar en los procesos decisorios de su desarrollo.
30. Reconoció que la seguridad alimentaria es parte integral de una estrategia para lograr el desarrollo rural, y también el desarrollo rural es una estrategia esencial para garantizar la seguridad alimentaria. En esta interacción, destacó la necesidad de considerar el desarrollo rural como estrategia de base territorial; asimismo, reconceptualizar a la agricultura más allá de la producción primaria, incorporando su articulación vertical en las cadenas producción- transformación- comercialización-consumo.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
31. Reconoció que el análisis sobre la seguridad alimentaria debe ir más allá del diagnóstico e incorporar en la estrategia no solamente lineamientos de mediano y largo plazo. Recomendó también que la FAO efectúe acciones inmediatas y de corto plazo, y defina mecanismos para darles seguimiento, con el objeto de evaluar su impacto y replicabilidad, así como desarrollar nuevas acciones en un ámbito amplio, que va mucho más allá del fomento productivo y que incorporan enfoques multisectoriales, con participación de las distintas instancias de gobierno, así como la participación del sector privado y de la sociedad civil.
32. Recomendó que la FAO prepare un estudio sobre el potencial y los medios para la ampliación del comercio de productos agrícolas, oriundos de la agricultura familiar, intrarregional como instrumento de desarrollo social y económico.
Desarrollo económico y social como base para la implementación de las acciones de la FAO en América Latina y el Caribe
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
33. Señaló que en el análisis del desarrollo económico y social debe considerarse la interdependencia entre los aspectos económicos, sociales y culturales del desarrollo que tengan como finalidad mejorar las condiciones de vida de la población rural. Las acciones de desarrollo deben expresar no solamente el crecimiento económico, sino también las formas de distribución de los frutos de ese desarrollo y la manera de superar las desigualdades sociales y la pobreza.
34. Subrayó la importancia del seguimiento y la evaluación de los programas y proyectos de desarrollo rural para la orientación de las nuevas acciones de cooperación. Señaló que el seguimiento y la evaluación no deben reducirse a los aspectos administrativos sobre la realización de las acciones comprometidas y la ejecución de los presupuestos asignados, sino que deben permitir un verdadero análisis del impacto de esas actividades. Recomendó que dichas evaluaciones se realicen en diferentes etapas de los proyectos, a fin de reorientar la marcha de los programas o aprender lecciones de las experiencias para diseñar nuevas fases o nuevos proyectos.
35. Reconoció que existen posibilidades para mejorar los programas de cooperación técnica de los organismos internacionales para el desarrollo rural; pero destacó que la ayuda internacional canalizada a través de la cooperación multilateral es más transparente y más independiente de las prioridades de los donantes, por lo que puede reflejar mejor las demandas de los países beneficiarios.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
36. Reconoció la importancia del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria, PESA, y recomendó que la FAO, junto con los países de la Región, establezca criterios y mecanismos de evaluación sobre el impacto de este programa.
37. Reconoció su preocupación por la reducción de los recursos de cooperación técnica que se canalizan a los países de la Región, considerando la creciente disparidad regional en este aspecto. Manifestó la necesidad de optimizar la eficiencia en el uso de estos recursos, señalando la conveniencia de crear mecanismos de acompañamiento y evaluación de la cooperación de la FAO en la Región para mejorar la focalización.
38. Reiteró la conveniencia de contratar, tal como se viene realizando, a expertos nacionales, cuando proceda, considerando que éstos conocen a cabalidad la realidad nacional y se reduce el costo de los proyectos de cooperación técnica.
39. Recomendó que se revise la organización de las misiones de cooperación técnica de la FAO a los países, a fin de asegurar que no haya duplicaciones ni descoordinaciones entre ellas. Además, consideró que deben revisarse también las relaciones entre las diferentes instancias de la FAO (Sede, Oficinas Regionales y Oficinas Nacionales) en la preparación de los proyectos de cooperación técnica, asegurando que estos esfuerzos complementen adecuadamente las capacidades nacionales. A este respecto, la Conferencia fue informada por el Representante Regional de la FAO sobre la misión de evaluación del proceso de descentralización de la FAO en la Región.
40. Recomendó que se establezca un grupo de trabajo institucional permanente de composición abierta a todos los países de la Región. Ese grupo de trabajo debe seguir la evolución de la cooperación técnica de la FAO en la Región, con el objetivo de presentar propuestas tendientes a perfeccionar y modernizar los mecanismos de cooperación técnica de la FAO, así como tratar las estrategias y medios de implementación y evaluación de los programas de cooperación de la FAO en la Región, en un marco estratégico coherente con las realidades nacionales de los países de la Región, según un referencial establecido periódicamente por la Conferencia Regional.
41. Recomendó que los resultados de ese grupo de trabajo sean presentados durante las próximas Conferencias Regionales, las que dedicarían una sesión especial para tratar exclusivamente la cooperación técnica.
Marco estratégico de la FAO para cerrar la brecha digital en el medio rural
A la atención de los gobiernos
La Conferencia:
42. Recomendó apoyar el nuevo programa estratégico de la FAO titulado “Programa para colmar la brecha digital en el medio rural a fin de reducir la inseguridad alimentaria y la pobreza”.
A la atención de la FAO
La Conferencia:
43. Recomendó que la FAO presente un balance de los programas que hasta la fecha se han implementado, así como las actividades que se adelantan para coordinar y unificar los esfuerzos de las instituciones nacionales en la reducción de la brecha digital en las zonas rurales.
44. Destacó la importancia de tomar en consideración en la formulación de este nuevo programa los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, y las iniciativas puestas en marcha por organismos internacionales en la Región, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, entre otros.
45. Acogió con beneplácito la idea de desarrollar esquemas de cooperación Sur-Sur en el marco de la ejecución de este nuevo programa estratégico de la FAO.
46. Recomendó que se mantenga el COAIM y que se prepare una reunión del mismo para el año 2005.
47. La 28ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe se celebró en Ciudad de Guatemala, Guatemala, del 26 al 30 de abril de 2004. El Comité Técnico se reunió los días 26 y 27 de abril. Asistieron delegaciones de 24 Estados Miembros de la FAO en la Región y observadores de países de otras regiones, así como representantes de diversos organismos de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales, internacionales y nacionales. La lista de participantes figura en el Apéndice “C”.
48. La Conferencia fue inaugurada por el Presidente de la República de Guatemala. La ceremonia inaugural contó con la presencia del Director General de la FAO, el Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, el Ministro de Agricultura de Guatemala y el Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
49. El Director General de la FAO inició la ceremonia inaugural agradeciendo al Presidente de la República y, por su intermedio, al pueblo de Guatemala, por acoger la Conferencia Regional. Asimismo, dio la bienvenida a los delegados de los países de la Región y expresó su deseo de que los trabajos que se inician logren impulsar el aporte de América Latina y el Caribe a la seguridad alimentaria de la Región y del mundo.
50. Expresó que la humanidad ha logrado metas que a principio del siglo pasado parecían inalcanzables, como la conquista del espacio; sin embargo, el objetivo, fundamental, de erradicar el hambre, que hubiera parecido más viable de alcanzar, dadas las capacidades para lograrlo, aún no se ha conseguido. Más de 842 millones de personas hambrientas esperan aún una respuesta. Por tanto, reiteró su exhortación para que los países realicen los esfuerzos necesarios para alcanzar los objetivos que ellos mismos fijaron durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
51. El Presidente de la República de Guatemala señaló que su Gobierno ha definido como una alta prioridad de su gestión el mejoramiento de los niveles de nutrición infantil, manifestando que los actuales indicadores representan una dolorosa realidad que debe ser superada. Expresó su esperanza de que en la Conferencia se planteen ideas para contribuir al diseño de acciones eficaces en ese sentido.
52. Subrayó que en atención a la elevada prioridad que tiene el mejoramiento de la seguridad alimentaria en el país, especialmente el combate a la subnutrición infantil, la cooperación de la FAO adquiere aún más relevancia. Destacó que no solamente se emprenderán acciones asistenciales, sino que se buscará atacar las causas de la inseguridad alimentaria. Entre otros elementos, deberá considerarse el incremento de la productividad agrícola y el desarrollo de la competitividad del sistema económico nacional.
53. Finalmente, deseó éxito a los trabajos que se inician y declaró inaugurada la Conferencia.
54. La Conferencia eligió por unanimidad a los integrantes de la Mesa de la Conferencia que figuran en el Apéndice “C”.
55. La Conferencia aprobó el programa y el calendario que se incluyen en el Apéndice “B”.
56. El Director General manifestó su preocupación por el avance lento, inestable y heterogéneo que los diferentes países han logrado en materia de seguridad alimentaria. Durante la primera mitad de los años 90 el número de personas subnutridas en el mundo disminuyó en 37 millones; por el contrario, durante la segunda mitad de esa década se ha incrementado en 18 millones. En 1999-2001 había 842 millones de personas subnutridas en el mundo. A ese ritmo de progreso, el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, de disminuir a la mitad el número de personas hambrientas antes del año 2015, se alcanzará en el año 2150.
57. Señaló que en América Latina y el Caribe se han logrado resultados relativamente más alentadores. La población subnutrida en la Región pasó del 13 por ciento en 1990-1992 al 10 por ciento en 1999-2001. Si los esfuerzos en la lucha contra el hambre prosiguen, la proporción podría caer hasta el 6 por ciento en 2015. Destacó que algunos países han establecido la lucha contra el hambre como una clara prioridad nacional, mencionando al programa “Hambre Cero” emprendido por el Gobierno de Brasil y el “Frente contra el hambre” que acaba de poner en marcha el Gobierno de Guatemala. Sin embargo, también indicó que cinco países de la Región se han visto afectados por crisis alimentarias en 2002, principalmente por desastres climáticos y por la crisis del mercado del café.
58. Subrayó la importancia de que en la Región se logren también mayores avances en la lucha contra la pobreza. Algunos países no han logrado superar el estancamiento económico y las desigualdades en la distribución de la renta. El grado de desigualdad en la Región es el más grave en el mundo y se ha agudizado.
59. Indicó que esta Conferencia es una excelente oportunidad para reflexionar sobre los avances alcanzados y los nuevos esfuerzos necesarios para corregir las tendencias negativas o acelerar el ritmo de progreso en la lucha contra la inseguridad alimentaria en la Región.
60. La Conferencia fue informada por el Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe sobre las acciones tomadas en atención a las recomendaciones de la 27ª Conferencia Regional, realizada en La Habana, Cuba. Además de la exposición, se ofreció a la Conferencia la posibilidad de consultar documentos que detallan la evolución del desarrollo agrícola y rural de los países de la Región, y el desempeño de la FAO2.
61. La Conferencia respaldó las iniciativas específicas desarrolladas en atención a las prioridades fijadas en la 25ª Conferencia Regional, así como la instrumentación de las orientaciones generadas en las conferencias regionales 26ª y 27ª. En particular, el desarrollo de las alianzas productivas, el impulso a los fondos fiduciarios, la ejecución de proyectos regionales y el desarrollo de metodologías de evaluación de políticas y programas.
62. La Conferencia enfatizó que, no obstante la Región se encuentra constituida, en gran parte, por países de ingreso per capita medio, convive con dramáticos “bolsones de pobreza”. Por esto se debe prestar la debida atención a la tendencia perversa de los índices macroeconómicos de distorsionar la realidad. Es también importante evitar la adopción de criterios de evaluación política foránea, distintos de la realidad, de los métodos de trabajo y de la voluntad de cada país, como aquello del “buen gobierno”3 .
63. La Conferencia enfatizó que el hambre es la consecuencia más grave de un proceso de desarrollo desigual, donde la exclusión social conduce a la pobreza absoluta. Los derechos humanos no están plenamente respetados mientras no se elimine el hambre y sus causas. La seguridad alimentaria constituye un elemento indispensable para lograr sociedades justas, no discriminantes y no excluyentes.
64. La Conferencia destacó que el contexto internacional tiene una incidencia determinante en el proceso de desarrollo social y económico de los países de la Región y consecuentemente sobre su seguridad alimentaria. Es necesario un sistema internacional basado en los principios de justicia y equidad que favorezca una mayor cooperación bilateral y multilateral, más eficiente y oportuna, con apertura renovada a la cooperación Sur-Sur, y que se cumplan los compromisos internacionales en materia de ayuda oficial para el desarrollo y se incrementen las inversiones y flujos financieros. Asimismo, debe promoverse el acceso a nuevas tecnologías y a un comercio de bienes y servicios más equitativo, especialmente de productos agrícolas.
65. La Conferencia reiteró que es fundamental el establecimiento de un sistema de comercio internacional equitativo y el cumplimiento del mandato de la Conferencia Ministerial de Doha. La reforma del sistema de comercio debe incluir compromisos específicos de los países desarrollados para introducir mejoras sustanciales en el acceso a los mercados de productos agrícolas; reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su remoción progresiva; reducciones sustanciales de la ayuda interna, causante de distorsión en el comercio.
66. La Conferencia tomó nota de la reanudación de las negociaciones multilaterales e instó a los países a avanzar rápidamente en la implementación del mandato y del espíritu de Doha para que la Ronda multilateral sea la “Ronda del Desarrollo”.
67. La Conferencia subrayó que la Región tiene necesidades específicas y condiciones de pobreza e inseguridad alimentaria que deben ser investigadas y analizadas con criterios propios, para lo cual necesita del apoyo y la cooperación técnica de la FAO, en la elaboración de un plan estratégico regional. A este respecto, la Conferencia solicitó el establecimiento de un mecanismo institucional, con las siguientes funciones: a) seguir la evolución de la cooperación técnica de la FAO en la Región; b) presentar propuestas tendientes a perfeccionar y modernizar los mecanismos de la cooperación técnica de la FAO; y c) tratar las estrategias y medios de implementación y evaluación de los programas de cooperación de la FAO en la Región.
68. La Conferencia reconoció la pertinencia de realizar estudios para determinar la incidencia negativa derivada de la condición geográfica de los países en desarrollo sin litoral marítimo sobre la seguridad alimentaria, a fin de establecer proyectos y programas tendientes a paliar esta situación.
La Conferencia recomendó:
69. Adoptar la sistematización de nuevos temas emergentes para la cooperación técnica de la FAO en la Región:
70. Que la FAO preste especial atención a la situación de la pesca, los recursos forestales y el desarrollo sostenible de las montañas. La Conferencia expresó su respaldo a la aplicación del Código de Conducta para la Pesca Responsable y su reconocimiento a las actividades de la FAO en apoyo de la Alianza Internacional para el Desarrollo sostenible de la Montaña, solicitando que se destinen fondos para estos programas.
71. Que la FAO busque fórmulas que permitan el incremento de la cooperación técnica en la Región, mediante mecanismos participativos, optimizando el uso de las capacidades existentes en los países. Asimismo, también debe fortalecerse la complementariedad en las acciones de las distintas agencias internacionales de cooperación.
72. Que se reconozca la necesidad de aplicar un trato diferenciado a los países menos adelantados y a los estados insulares, en especial a los importadores netos de alimentos. En este sentido, el “Programa de Barbados para los Estados Insulares” constituye un sólido basamento para el desarrollo de sus capacidades agropecuarias, forestales y pesqueras. La FAO debe cumplir un papel relevante en su aplicación.
73. Que la FAO profundice su labor en el fortalecimiento de las capacidades de negociación internacional de los países de la Región, habida cuenta de la creciente diversidad y complejidad de los temas y el continuo proceso de negociaciones que se lleva a cabo en los diferentes ámbitos multilaterales (OMC, Codex, OIE, y CIMF).
74. Que la FAO realice análisis sobre el desarrollo de una industria procesadora exportadora de las materias primas en que en la Región es competitiva, como alternativa para que los productores y campesinos de los países en desarrollo salgan de la pobreza. Para ello es conveniente que la FAO prepare estudios que evalúen el impacto del escalonamiento y de los picos arancelarios de los países desarrollados para el desarrollo de una industria exportadora con mayor valor agregado en los países en desarrollo.
75. La Conferencia fue informada por el Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe sobre los avances en la seguridad alimentaria en el ámbito regional y subregional. Se destacaron las interrelaciones entre la pobreza y la desigualdad y la lucha contra la inseguridad alimentaria. Por un lado, es necesario lograr mayor eficacia y competitividad; simultáneamente, es indispensable revertir el actual proceso que conduce a una creciente desigualdad socioeconómica en la Región.
76. La Conferencia reconoció que las tendencias actuales en la seguridad alimentaria revelan tanto la insuficiencia de las políticas implementadas hasta la fecha como la necesidad de definir nuevas líneas de acción y recomendó que la FAO apoye la caracterización y sistematización de las nuevas líneas estratégicas.
77. La Conferencia reconoció que existe una fuerte heterogeneidad en la agricultura de la Región, en la que convive un sector moderno, competitivo e inserto en los mercados con otro sector de productores a escala muy pequeña que no tiene condiciones actuales para competir en los mercados y cuyo desarrollo requiere de políticas específicas que respondan a una estrategia de desarrollo progresivo en base a actividades agrícolas y no agrícolas.
78. La Conferencia constató que el desarrollo rural y la seguridad alimentaria son procesos de largo plazo que van más allá de los límites de un período de gobierno y requieren el establecimiento de políticas de Estado que mantengan continuidad en el largo plazo.
79. La Conferencia reconoció que una estrategia exitosa de seguridad alimentaria implica la acción conjunta del Estado, el sector privado, la sociedad civil y la cooperación internacional, en un marco coherente, armónico y altamente participativo.
80. La Conferencia acogió las preocupaciones planteadas por el COAG relativas a las recomendaciones sobre el “Informe de la Consulta de Expertos OMS/FAO 916 sobre Dietas, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónicas”, las que pueden repercutir negativamente en el sector agrícola de la Región.
81. La Conferencia instó a los gobiernos de los países de la Región a que brinden su apoyo político al proceso negociador sobre el Conjunto de Directrices Voluntarias para alcanzar la realización progresiva del Derecho a una Alimentación Adecuada. Asimismo, la Conferencia reconoció el papel crucial que tiene la cooperación internacional en la realización de este derecho.
82. La Conferencia sugirió que la FAO revise las cifras sobre desnutrición que fueron presentadas4, en particular sobre la metodología y las fuentes de información utilizadas en la construcción de los indicadores incluidos en esos documentos.
83. La Conferencia recomendó que la FAO continúe el trabajo de análisis de las tendencias y temas emergentes, e instando a los países a un mayor involucramiento en la preparación de los estudios correspondientes.
84. La Conferencia fue informada sobre la actualización de las políticas para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. Además del enriquecimiento de los contenidos, el eje principal de la actualización responde a las características y modalidades de la ejecución, considerando que se trata de políticas multisectoriales, de dimensión territorial y gestión participativa.
85. La Conferencia reconoció que las actuales políticas de desarrollo implican una corresponsabilidad del gobierno y los agentes privados, y por ello los procesos de concertación constituyen elementos esenciales para su ejecución.
86. La Conferencia enfatizó la importancia del enfoque de desarrollo de base territorial, dentro de la definición de las estrategias de desarrollo rural y de seguridad alimentaria. En este enfoque se deben considerar las actividades agrícolas y no agrícolas, así como el carácter de los diferentes tipos de agentes, destacándose el papel de la mujer tanto en la producción como en la mejor asignación de los recursos y el mejoramiento de los niveles de vida y de seguridad alimentaria de la población rural.
87. La Conferencia reconoció que las políticas para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria deben responder, simultáneamente, a requerimientos de competitividad y transformación productiva, y a prioridades de la lucha contra la pobreza. Se trata de políticas multisectoriales que implican la participación de diversos ministerios, instancias descentralizadas de gobierno y agentes privados, en un marco altamente complejo que requiere procesos de concertación.
88. La Conferencia recomendó que la FAO refuerce y amplíe la acción de mecanismos de capacitación masiva para todos los actores en las prioridades del desarrollo rural y la seguridad alimentaria, poniendo como ejemplo el proyecto FAO-FODEPAL, y solicitó que la FAO procure obtener fondos adicionales para este objetivo.
89. La Conferencia recomendó que la FAO realice estudios sobre el proceso de emigración de la población rural, principalmente hacia países desarrollados, con el objetivo de identificar programas de inversión que se basen en las remesas, mediante el desarrollo de proyectos en beneficio de las familias rurales, a fin de crear nuevas fuentes de trabajo que reduzcan el éxodo de esa población.
90. La Conferencia fue informada sobre los resultados y conclusiones de las reuniones de las comisiones regionales COPACO, COPESCAL, COFLAC y CODEGALAC. En cada caso, se destacaron las tendencias identificadas y se explicaron las recomendaciones acordadas.
91. La Conferencia agradeció la preparación y presentación de los respectivos informes.
92. La Conferencia expresó su beneplácito por los esfuerzos de la FAO para apoyar las actividades de la CODEGALAC, la cual había venido trabajando con precariedad e insuficiencias. También destacó la importancia de esta Comisión en relación a aspectos altamente prioritarios de sanidad animal y control de enfermedades transfronterizas. Asimismo, recomendó que la FAO prepare proyectos regionales de cooperación técnica para apoyar el establecimiento de una secretaría técnica que conduzca las actividades de la CODEGALAC.
93. La Conferencia destacó que la FAO es la instancia especializada para establecer medidas de manejo sobre especies marinas, lo que deberá verse reflejado en la redacción sobre las relaciones de la FAO con la CITES, respecto de las medidas de conservación y aprovechamiento de las especies marinas de importancia comercial.
94. La Conferencia recomendó que la FAO prepare proyectos regionales de cooperación técnica para apoyar actividades de capacitación en el manejo sostenible de los recursos forestales. Asimismo, solicitó que se movilicen fuentes de financiamiento para contribuir a que el conjunto de los países tenga posibilidad de participar en las reuniones de la COFLAC.
95. El Subdirector General y Representante Regional de la FAO inauguró el Comité Técnico, dando la bienvenida a los delegados y observadores, y agradeciendo al Gobierno y al pueblo de Guatemala su patrocinio para la realización del evento.
96. El Comité eligió por unanimidad a los integrantes de la Mesa del Comité Técnico que figuran en el Apéndice “C”.
97. El Comité aprobó el programa y el calendario, documentos LARC/04/1-Rev.1 y LARC/04/INF/2-Rev.2 (ver Programa en el Apéndice “B”).
El Comité recomienda:
98. Reconocer que la seguridad alimentaria es un concepto amplio que involucra la realización de una sociedad justa, no discriminante y no excluyente. La seguridad alimentaria existe con la realización del desarrollo social y económico equilibrado e integral.
99. Subrayar que el concepto de desarrollo social y económico debe ser analizado desde una perspectiva integral. Análisis sectoriales y selectivos sirven para comprender la composición del todo y de sus aspectos más dramáticos, pero pueden distorsionar el propio entendimiento del proceso de desarrollo que, por su naturaleza, debe comprender el conjunto de factores y acciones en el campo económico y social, de forma global y equilibrada.
100. Reconocer que la seguridad alimentaria es un concepto amplio tanto en su alcance como en sus efectos. En el primer caso incluye los elementos de disponibilidad, acceso, calidad y utilización, así como los factores que inciden en cada uno de éstos. En el segundo aspecto se destaca su papel en la erradicación de la pobreza, el aumento de capacidades productivas para el desarrollo, la inclusión social, la igualdad de oportunidades y la construcción de una sociedad justa.
101. Subrayar la necesidad de que la estrategia de seguridad alimentaria no se limite a paliar los efectos del hambre o dar soluciones puntuales a los casos de desnutrición; el eje fundamental de la estrategia debe atacar las condiciones que permiten que la subnutrición se presente. Esto implica atacar las causas de la exclusión social, la marginación y la pobreza, a través de un enfoque ampliamente participativo, centrado en las personas.
102. Enfatizar que el crecimiento económico es necesario para superar la pobreza y erradicar el hambre, pero no es una condición suficiente. Destacó la importancia del carácter del crecimiento, esencialmente de sus consecuencias distributivas y los efectos sobre la equidad. Asimismo, señaló que es fundamental la voluntad política y la participación efectiva del conjunto de la sociedad para orientar el desarrollo hacia la equidad, a través de reformas estructurales para la inclusión social.
103. Reconocer que las causas de la inseguridad alimentaria tienen raíces históricas que obedecen a las condiciones sociales que han prevalecido. A ello se añade el efecto de las prácticas proteccionistas en el comercio internacional y los subsidios a los productos agrícolas que aplican los países desarrollados. El Comité reclamó el cumplimiento de los tres pilares de Doha. Asimismo, recalcó la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para el desarrollo, subrayando la necesidad de aprovechar mejor las posibilidades de integración subregional y la cooperación Sur-Sur.
104. Reconocer que el análisis sobre la seguridad alimentaria debe ir más allá del diagnóstico e incorporar en la estrategia no solamente lineamientos de mediano y largo plazo. Recomienda también que la FAO efectúe acciones inmediatas y de corto plazo, y defina mecanismos para darles seguimiento, con el objeto de evaluar su impacto y replicabilidad, así como desarrollar nuevas acciones en un ámbito amplio, que va mucho más allá del fomento productivo y que incorporan enfoques multisectoriales, con participación de las distintas instancias de gobierno, así como la participación del sector privado y de la sociedad civil.
105. Señalar la necesidad de un mayor involucramiento de la población en condiciones de pobreza, a fin de aumentar su capacidad de negociación para participar en los procesos decisorios de su desarrollo.
106. Reconocer que la seguridad alimentaria es parte integral de una estrategia para lograr el desarrollo rural, y también el desarrollo rural es una estrategia esencial para garantizar la seguridad alimentaria. En esta interacción, destacó la necesidad de considerar el desarrollo rural como estrategia de base territorial; asimismo, reconceptualizar a la agricultura más allá de la producción primaria, incorporando su articulación vertical en las cadenas producción- transformación- comercialización-consumo.
107. Que la FAO prepare un estudio sobre el potencial y los medios para la ampliación del comercio de productos agrícolas, oriundos de la agricultura familiar, intrarregional como instrumento de desarrollo social y económico.
El Comité recomienda:
108. Señalar que en el análisis del desarrollo económico y social debe considerarse la interdependencia entre los aspectos económicos, sociales y culturales del desarrollo que tengan como finalidad mejorar las condiciones de vida de la población rural. Las acciones de desarrollo deben expresar no solamente el crecimiento económico, sino también las formas de distribución de los frutos de ese desarrollo y la manera de superar las desigualdades sociales y la pobreza.
109. Reconocer que el enfoque para el análisis del desarrollo económico y social debe también ampliarse a las relaciones urbano-rurales.
110. Subrayar la importancia del seguimiento y la evaluación de los programas y proyectos de desarrollo rural para la orientación de las nuevas acciones de cooperación. Señaló que el seguimiento y la evaluación no deben reducirse a los aspectos administrativos sobre la realización de las acciones comprometidas y la ejecución de los presupuestos asignados, sino que deben permitir un verdadero análisis del impacto de esas actividades. Recomendó que dichas evaluaciones se realicen en diferentes etapas de los proyectos, a fin de reorientar la marcha de los programas o aprender lecciones de las experiencias para diseñar nuevas fases o nuevos proyectos.
111. Reconocer la importancia del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria, PESA, y recomendó que la FAO, junto con los países de la Región, establezca criterios y mecanismos de evaluación sobre el impacto de este programa.
112. Reconocer que existen posibilidades para mejorar los programas de cooperación técnica de los organismos internacionales para el desarrollo rural; pero destacó que la ayuda internacional canalizada a través de la cooperación multilateral es más transparente y más independiente de las prioridades de los donantes, por lo que puede reflejar mejor las demandas de los países beneficiarios.
113. Reconocer su preocupación por la reducción de los recursos de cooperación técnica que se canalizan a los países de la Región, considerando la creciente disparidad regional en este aspecto. Manifestó la necesidad de optimizar la eficiencia en el uso de estos recursos, señalando la conveniencia de crear mecanismos de acompañamiento y evaluación de la cooperación de la FAO en la Región para mejorar la focalización.
114. Reiterar la conveniencia de contratar, tal como se viene realizando, a expertos nacionales, cuando proceda, considerando que éstos conocen a cabalidad la realidad nacional y se reduce el costo de los proyectos de cooperación técnica.
115. Que se revise la organización de las misiones de cooperación técnica de la FAO a los países, a fin de asegurar que no haya duplicaciones ni descoordinaciones entre ellas. Además, consideró que deben revisarse también las relaciones entre las diferentes instancias de la FAO (Sede, Oficinas Regionales y Oficinas Nacionales) en la preparación de los proyectos de cooperación técnica, asegurando que estos esfuerzos complementen adecuadamente las capacidades nacionales. A este respecto, el Comité fue informado por el Representante Regional de la FAO sobre la misión de evaluación del proceso de descentralización de la FAO en la Región.
116. Que se establezca un grupo de trabajo institucional permanente de composición abierta a todos los países de la Región. Ese grupo de trabajo debe seguir la evolución de la cooperación técnica de la FAO en la Región, con el objetivo de presentar propuestas tendientes a perfeccionar y modernizar los mecanismos de cooperación técnica de la FAO, así como tratar las estrategias y medios de implementación y evaluación de los programas de cooperación de la FAO en la Región, en un marco estratégico coherente con las realidades nacionales de los países de la Región, según un referencial establecido periódicamente por la Conferencia Regional.
117. Que los resultados de ese grupo de trabajo sean presentados durante las próximas Conferencias Regionales, las que dedicarían una sesión especial para tratar exclusivamente la cooperación técnica.
El Comité recomienda:
118. Expresar su beneplácito por la iniciativa de establecer el Año 2004 como el Año Internacional del Arroz (AIA), cuyas acciones están siendo conducidas por la FAO. Señaló la oportunidad e importancia de esta iniciativa y destacó las posibilidades de la misma para la superación de limitaciones en relación a productividad, disminución de la brecha del rendimiento, necesidad de la conservación y uso de recursos genéticos, y desarrollo de políticas de protección a los pequeños productores y productoras de arroz.
119. Apoyar las distintas iniciativas del AIA y solicitó a la FAO favorecer y apoyar los intercambios entre países, y difundir experiencias exitosas de manejo integrado de la producción de arroz para pequeños y medianos productores, incluyendo la posibilidad de apoyos económicos para compensar los efectos de las políticas de ajuste, nuevas variedades, manejo de los recursos hídricos y control de plagas y enfermedades, que están disponibles en algunos de los países productores de la Región. Este esfuerzo permitiría vincular dichas iniciativas a los resultados a nivel regional que conducen los centros del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional para el cultivo.
120. Que la FAO apoye la divulgación de la información sobre aspectos de inocuidad en arroz, incluyendo el arroz genéticamente modificado, con base en las normas acordadas en el marco del Codex, haciéndola accesible a los consumidores, agricultores y gestores de política.
El Comité recomienda:
121. Apoyar al nuevo programa estratégico de la FAO titulado “Programa para colmar la brecha digital en el medio rural a fin de reducir la inseguridad alimentaria y la pobreza”.
122. Que la FAO presente un balance de los programas que hasta la fecha se han implementado, así como las actividades que se adelantan para coordinar y unificar los esfuerzos de las instituciones nacionales en la reducción de la brecha digital en las zonas rurales.
123. Destacar la importancia de tomar en consideración en la formulación de este nuevo programa los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, y las iniciativas puestas en marcha por organismos internacionales en la Región, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, entre otros.
124. Acoger con beneplácito la idea de desarrollar esquemas de cooperación Sur-Sur en el marco de la ejecución de este nuevo programa estratégico de la FAO.
125. Que se mantenga el COAIM y que se prepare una reunión del mismo para el año 2005.
126. El Comité aprobó, en lo general, el Informe presentado por la Relatoría. Después de algunas modificaciones y adiciones, aprobó por unanimidad el presente informe.
127. El Comité reiteró su agradecimiento al Gobierno y al pueblo de la República de Guatemala por su hospitalidad
128. El Presidente del Comité Técnico agradeció la participación de los delegados y clausuró la reunión del Comité Técnico.
129. La Conferencia tomó nota, con satisfacción, del ofrecimiento de la Delegación de Venezuela para hospedar la 29ª Conferencia Regional de la FAO, a ser celebrada en 2006. Este ofrecimiento fue respaldado unánimemente por las delegaciones presentes. Además, solicitó al Director General que tomara en cuenta la recomendación de la Conferencia para decidir el lugar y la fecha de celebración tras consultar con el Gobierno de Venezuela.
130. La delegación de Venezuela hizo una presentación sobre elementos de los programas de apoyo a la producción y la distribución de alimentos que está llevando a cabo el actual gobierno.
131. El Secretario de la Conferencia aclaró que la Declaración Final de la 3ª Consulta Regional para América Latina y el Caribe para las Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones de la Sociedad Civil, es estrictamente un resultado del proceso de consulta que la FAO propició para estimular que la sociedad civil se expresara en temas como seguridad alimentaria y presentara sus propias recomendaciones y conclusiones al respecto, bajo el principio de plena autonomía.
132. La Conferencia aprobó por unanimidad el Informe. Asimismo, aprobó el Informe del Comité Técnico, el cual forma parte integral de este documento.
133. La Conferencia expresó su agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Guatemala por la cálida acogida, por haber hospedado este evento y por haber propiciado un ambiente que brindó a todos los participantes una grata estadía.
134. El Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe expresó su satisfacción por la relevancia de las recomendaciones generadas en la Conferencia, especialmente, la orientación para enfrentar la lucha contra el hambre con un enfoque integral y participativo, que sume los esfuerzos de gobiernos, sector privado e industria agroalimentaria, sociedad civil y cooperación internacional con énfasis en alianzas estratégicas, cadenas productivas y desarrollo regional. Asimismo, destacó el establecimiento de mecanismos de acompañamiento y evaluación de los programas de cooperación internacional, en particular de la acción de la FAO, por parte de los países de la Región. Finalmente, reiteró su agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Guatemala por la organización de la Conferencia Regional.
135. El Presidente en Funciones de la República de Guatemala congratuló a las delegaciones por los resultados alcanzados en la Conferencia y expresó su convencimiento de que el esfuerzo realizado constituye un avance significativo en la estrategia de lucha contra el hambre en la Región. En nombre del Gobierno y pueblo de Guatemala agradeció a las delegaciones por el trabajo desempeñado.
136. El Presidente agradeció a las delegaciones su activa participación y el alto nivel de las deliberaciones, y clausuró la 28a Conferencia Regional.
1 El texto completo de la declaración (documento LARC/04/INF4) se reproduce en el Apéndice “A”.
2 “Notas de desempeño de FAO en ALC. 1994-2004” (LARC/04/INF/5) y “Tendencias y retos en la agricultura, los bosques y la pesca en la Región”.
3 “good governance”.
4 Seguimiento de los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después. Dimensiones Regionales (Documento LARC/04/4)