El costo del transporte del carbón vegetal, en términos
de unidades de energía de calor, es muy inferior al del transporte
de la leña, ya que el valor calorífico del carbón
vegetal es casi el doble del de la leña seca. De allí que
el carbón vegetal puede tolerar un costo de transporte relativamente
alto y la implicación es que el carbón vegetal debería
fabricarse en lo posible, cerca de la fuente de la madera, para ser luego
transportado a su mercado. Estas logisticas de transporte son muy importantes
al programar los métodos de producción de carbón vegetal.
Factores importantes en el transporte del carbón vegetal son:
- Baja densidad bruta que requiere el transporte y manipuleo de grandes
volúmenes
- Fragilidad, que tiende a producir carbonilla "fina'', en cada etapa
del manipuleo y del transporte
- Tendencia del carbón vegetal fresco a calentarse y encenderse
expontáneamente, por la absorción del oxígeno del
aire.
Los productores tradicionales no consideran que sea práctico el manipuleo y el transporte suelto, en cuyo caso el embolsado del carbón vegetal es necesario. Pero cuando se transportan regularmente grandes cantidades de carbón vegetal, entre el centro de producción y de distribución deberá desarrollarse el transporte suelto sin embolsar, para mantener bajos los costos de empaque, transporte y manipuleo.
El carbón vegetal absorbe fácilmente el agua y, por lo
tanto, encerados u otras cubiertas, deberán emplearse durante el
transporte para evitar que se moje. Existe siempre el riesgo que el carbón
se moje con la lluvia, durante los pocos días de su curado al costado
del horno. El carbón curado debe ser trasladado, lo más pronto
que fuese posible y práctico, para evitar este peligro. En los lugares
donde deben acumularse grandes cantidades de carbón, antes del transporte,
pueden usarse coberturas de hojas plásticas, o un depósito
de hierro galvanizado de costados abiertos. Debe hacerse lo posible para
evitar un doble manipuleo cerca del horno, lo que llevaría a una
desperdiciosa producción de carbonilla fina y a costos innecesarios
de mano de obra.
Debe ser suficientemente grande que permita contener la cantidad de carbón vegetal que debe ser guardada en circunstancias no comunes, p. ej., durante una prolongada época de lluvias o un período con escaso transporte ferroviario. El galpón de almacenamiento deberá. ser dividido en secciones, de aproximadamente 2.000 m3 cada una, separadas por paredes. Debe estar techado y debe tener adecuadas facilidades para el manipuleo fácil y rápido del carbón vegetal, cuando llega y cuando se quita. La descarga al depósito de almacenamiento, puede hacerse desde el exterior, por medio de una rampa de madera a metálica, y la carga de los vagones de ferrocarril y camiones por medio de puertas levadizas de madera o metálicas, operadas a mano. No debe permitirse el ingreso de los camiones en el depósito, por el peligro de incendio para los motores de combustión interna y por los camioneros fumadores. Pueden usarse también cintas transportadoras, pero debe limitarse al mínimo la mecanización puesto que es cara. La altura de los montones de carbón vegetal debe ser inferior a los seis metros, para evitar el encendido expontáneo. La altura de caída del carbón que ingresa, debe ser la menor posible (máximo de dos metros), para limitar la generación de carbonilla fina. El carbón vegetal deberá ser descargado sobre una pendiente de carbón formada naturalmente y debe reducirse al mínimo cualquier manipuleo puesto que cada movimiento produce una cierta cantidad de carbonilla. El galpón debe ser bien ventilado y abierto en sus cuatro costados para tener rápido y fácil acceso en el caso de incendios. No deberá tener columnas intermedias en la expansión del techo.
La extructura del edificio podrá ser de ladrillo, de cemento
o metálica. El techo deberá ser preferentemente de hojas
galvanizadae pero puede también usarse asbesto. El piso puede ser
de ladrillo,.piedra, cemento o aun tierra apisonada. Deberá disponerse,
en diferentes puntos, de cañerías de agua con conexiones
de tubos para el caso de íncendi pero el mejor método, en
ese caso para salvar el carbón vegetal, es de empujar afuera el
carbón que no se ha quemado, por medio de tractores equipados con
topadoras.
Foto 37. Camión y acoplado con costados altos para el transporte
de carbón vegetal.
Observar la ubicación de las puertas de descarga sobre los
costados.
Salta, Argentina. Foto J. Bim.
Muchos camioneros prefieren llevar el carbón vegetal en bolsas de arpillera (alrededor de 25 kg/bolsa, o 11 bolsas/m3 de carb6n). De esta manera se pueden usar camiones de carga general, que en su viaje de vuelta, pueden traer otras mercaderías. El carbón embolsado ocupa más espacio que el carbón suelto, que se ,asienta,, durante el transporte con una pérdida del 2 - 5% del volumen.
Los camiones cargados con bolsas de arpillera tienen también una mayor tendencia a volcarse que cuando se carga con carbón suelto. La descarga de las bolsas de arpillera debe hacerse a mano, lo que es una desventaja.
Foto 38. Canastos usados para descargar carbón vegetal de
los hornos de ladrillo.
Obsérvese el camión de transporte de carbón
vegetal con los costados altos.
Minas Gerais, Brasil. Foto J. Bim.
Los camiones que llevan carbón a granel o suelto deben tener
sus costados más altos, de hasta 4 metros, con planchas laterales
de tipo reticulado para darle un volumen razonable, en correspondencia
con la capacidad de carga del camión.
Algunas grandes firmas transportan alrededor del 40% de su carbón vegetal por ferrocarril, y una usa también un sistema de cablecarril. La mayoría de los vagones de ferro- tienen una capacidad de 54 m3, algunos 80 m3, y recientemente se han hecho hacer algunos para 100 m3.
Existen aun algunos viejos vagones con una capacidad de 20 a 30 m3; estor. tienen el piso plano y grandes puertas de descarga, pero deben ser descargados a mano. Sin embargo, pueden también ser usados para otros productos en el flete de vuelta. Los vagones más nuevos y más grandes, tienen pisos inclinados y puertas para la autodescarga a ambos costados de la trocha, lo que permite descarga rápida y directamente en los recipientes para el carbón vegetal o en el depósito. A veces se cargan los vagones de ferrocarril al costado de la línea, directamente desde los camiones, pero más frecuentemente de una estación de recarga y depósito, a través de puertas operadas a mano o por transportadores.
Una firma ha iniciado el transporte de carbón por ferrocarril a distancias mayores de 700 km en grandes contenedores plásticos en forma de bolsas para 3 m3. Son significativos los ahorros en el costo de transporte comparado con el flete por camión.
Los contenedores plásticos además protegen el carbón
vegetal contra la humedad; se cargan con una grua mosca. La experiencia
puede amoscarse llenando los contenedores en las carboneras evitando así
el manipuleo de carbón vuelto entre el horno y el costado del ferrocarril.
El flete del carbón vegetal por ferrocarril se calcula sobre la
base de 300 kg/m3 de carbón. Todo movimiento en las estaciones de
carga y descarga lo hacen las empresas siderúrgicas que proporcionan
también todo el equipo necesario y se asumen todos los gastos. Los
vagones sin embargo pertenecen a la campañia de ferrocarriles que
es del gobierno.
El transporte por cable puede ser económico y eficiente, pero debe funcionar a una capacidad casi total, puesto que la inversión es grande y la operación debe ser continua para que resulte económica.
Es por lo tanto necesario que en la estación de carga se disponga
de carbón en forma continua y que el volumen de carbón enviado
sea muy vecino al de la capacidad. del cablecarril. En la fabricación
de carbón vegetal raramente se cumplen estas condiciones.
El transporte por agua es muy barato y deberá ser tomado en cuenta
cuando las condiciones son convenientes.
Un carbón vegetal que ha carbonizado a baja temperatura tiene un alto contenido de volátiles y un bajo contenido de carbono fijo; corroe los metales, el papel, las fibras y el material de empaque (pero no a las bolsas de hojas o tejido plástico), y tiende también a dar humo cuando se le quema. No se desintegra tan fácilmente, y por ello se puede transportar y manosear sin producir una excesiva cantidad (le carbonilla. Por otro lado, el carbón vegetal carbonizado hasta altas temperaturas tiene un elevado contenido de carbono fijo, bajo en volátiles y es mucho más friable (una excepción es el carbón vegetal carbonizado a muy altas temperaturas, de alrededor de 1.000 °C que se trata casi de carbono puro y puede ser bastante sólido. Este tipo de carbón vegetal raramente se encuentra en el mercado y por lo común no se fabrica para fines comerciales). Este carbón vegetal arde limpio, pero puede resultar difícil encenderlo. El producto intermedio ideal, cuando seco, tiene un contenido de carbono fijo de alrededor del 75%; un contenido de volátiles de alrededor del 20%; de cenizas cerca del 5% y una densidad aparente de alrededor de 250-300 kg/m3.
El agua es el principal adulterante que se encuentra en el carb6n vegetal. Es normal que un carbón vegetal de buena calidad tenga un contenido de humedad del 5-10%. más del lo% resulta excesivo e indica que se ha mojado por la lluvia o adulterado para aumentar su peso.
Es muy recomendable comprar el carbón vegetal por volumen, con
lo que se invalida el agregado de agua o de otros materiales adulterantes
y desanima la mezcla con carbonilla, puesto que esto reduciría al
mismo tiempo el volumen global. Por ello, un acuerdo en el momento de la
compra del carbón vegetal sobre una base volumétrica, conviene
tanto al vendedor como al comprador, siempre que haya un método
de medición previamente convenido.