El Sexto Congreso Forestal Mundial ha adoptado como tema «el papel del bosque de la economía mundial», lo que revela que los que se ocupan de este importante recurso natural tienen conciencia de que su ordenación debe reflejar al mismo tiempo la transformación y el desarrollo del mundo actual y contribuir a este proceso.
El presente estudio versa sobre uno de los varios productos importantes que aporta el bosque: la madera. En él se trata de exponer, con ocasión del Congreso, los resultados a que se ha llegado en la serie de importantes evaluaciones, nacionales y regionales, de los recursos y necesidades madereros, que en los últimos años han abarcado sistemáticamente a casi todos los países del mundo. El conjunto de estudios que han culminado en éste constituye, en efecto, el primer análisis profundo e integral de los acontecimientos mundiales pasados y en perspectiva en el sector de la madera.
La mayoría de estos estudios regionales básicos hicieron algo más que establecer meramente los hechos relativos al desarrollo pasado del sector y al cálculo de su evolución futura. Trataron, además, de proporcionar una orientación razonada a las políticas que habrá que seguir, y al orden de prioridad que merecen los diferentes tipos de programas y medidas, para que el sector se desarrolle de un modo racional.
En un plano mundial, los debates y resoluciones del Congreso Forestal Mundial serán los que aporten estas líneas directrices. Este estudio tiene por objeto proporcionar los antecedentes y la estructura precisos para esos debates, se propone ofrecer un análisis coordinado de la evolución pasada y en perspectiva en el ámbito de la producción, comercio y consumo de la madera y sus productos en el período hasta 1975, y aclarar los problemas y perspectivas con que se enfrentarán el sector forestal y el de las industrias forestales en los años venideros. Dada esta finalidad, el estudio no se ocupa de las funciones del bosque que no se refieran a la producción de madera, ni entra en el detalle de las técnicas, instituciones y políticas que intervienen en el desarrollo de los montes e industrias forestales, no por desconocimiento de la importancia que aquellas tienen en la estructuración de este desarrollo, sino porque se tratan de un modo más apropiado en otro lugar.
Pero este estudio, a su vez, plantea cuestiones que han de tener repercusiones importantes en las políticas y prácticas relativas al bosque y a las industrias forestales, y descubre que va a producirse un cambio profundo en el futuro inmediato. La demanda de madera aumenta, hoy día, en cantidades tan fabulosas que impone un grave esfuerzo a la capacidad de muchas de las fuentes de suministro tradicionales. El uso de la madera está también cambiando de carácter, absorbiendo la mayor parte del necesario aumento de volumen la madera destinada a las industrias de la pasta y los tableros, que exigen más bien fibra leñosa que madera normal de dimensiones especiales. Estos cambios plantean, con creciente apremio, la cuestión de dilucidar si bastan aún o no los conceptos y las prácticas de ordenación forestal actuales. ¿Se orienta la ordenación forestal a producir, del mejor modo posible, el tipo de madera que hará falta en los años venideros, en las cantidades que se necesitarán, y en la forma que aprovecha del modo más racional los recursos del sector?
El ritmo y la magnitud del aumento de las necesidades plantean también la cuestión de la adecuación de la actual estructura geográfica de la oferta, que aún se halla concentrada, intensa y estrechamente, en el hemisferio septentrional. Parece haber necesidad de que los recursos y las industrias forestales de otras partes del mundo se desarrollen de modo considerable para satisfacer su creciente demanda interna y también para contribuir a colmar los déficit que están surgiendo en algunos de los países de elevado consumo. Pero los países de estas otras partes del mundo son, generalmente, los que todavía se hallan insuficientemente dotados del capital, conocimientos técnicos, pericia y demás recursos necesarios para mantener el impulso de crecimiento de los países industrializados. Surge por ello la cuestión de determinar el modo de lograr esta expansión necesaria.
Por ello, por encima de cualquiera otra consideración, también en este caso se plantea el problema de la suficiencia o insuficiencia de datos relativos al sector forestal. La producción de madera es quizá única' dados sus extensos horizontes temporales, en cuanto a la necesidad de ser planificada con anticipación. A medida que se acelera el ritmo de transformación del sector maderero y que aumenta rápidamente en volumen y complejidad, ¿podrá éste desenvolverse eficazmente con los limitados conocimientos actuales de la extensión, naturaleza y relaciones mutuas de los recursos forestales; de la economía de la oferta de madera; de los usos finales de ésta y de sus productos, para no mencionar más que unas pocas de las zonas en que los datos son, por desgracia, insuficientes?
Estas son nada más que tres de las cuestiones que surgen de una rápida lectura del estudio, pero quizá basten para subrayar la magnitud y extensión del problema que ha de abordar el sector y que tendrá que afrontar el Sexto Congreso Forestal Mundial en sus debates acerca del futuro de los enormes recursos forestales del mundo de las grandes industrias que toman su materia prima del bosque, y de los múltiples productos que el bosque y las industrias suministran.
Agradecimiento
El presente estudio se ha apoyado, en gran parte, al igual que los estudios regionales que le han precedido, sobre antecedentes preparados para este fin por los órganos oficiales de los diversos países en contestación a un cuestionario de la FAO. La Secretaría desea expresar su agradecimiento por el valioso material recibido.
