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La demanda global de madera en el mundo hasta 1975

Queda ahora por examinar la cuantía del volumen que añaden a las cantidades totales de madera las necesidades futuras de cantidades adicionales de cada uno de los diferentes productos de la madera. Con objeto de asentar las bases para el análisis de los problemas y perspectivas referentes al aumento de los suministros de madera y sus productos que ocupará gran parte del resto de este estudio, es pertinente considerar a qué ritmo crecen las necesidades, qué cantidades del producto y de la materia prima se precisarán en 1975, y bajo qué forma y dónde serán necesarios dichos materiales.

En el Cuadro II-31 figuran las estimaciones del aumento global del consumo mundial de madera y sus productos para 1975, que es probable guarden relación con el incremento que se supone experimentarán la población y la renta en ese período. Es importante tener en cuenta que los niveles de consumo estimado sólo se lograrán si se produce esa conjunción especial de factores de población, renta, precio, etc.; y que un curso diferente de los parámetros subyacentes iría acompañado probablemente no sólo de un nivel global de consumo más alto o más bajo en 1975, sino también de una mezcla distinta de los productos y de una distribución del consumo diversa entre las diferentes regiones. Sin embargo, hay motivos de todo orden para creer que la estructura general de las necesidades y también los órdenes de magnitud que aquí damos se aproximarán mucho a la realidad.

CUADRO. II-31 - Estimación de los cambios experimentados en el consumo mundial de madera y sus productos, 1960-62 a 1975




Unidades de millón


1960-62


1975

Aumentos en 1961-75

Volumen

Indice

PRODUCTOS MADEREROS

1961 = 100

Madera aserrada

m3 (aserrada)

346,20

427,30

81,10

123

Productos derivados de la pasta1

tm

77,50

161,90

84,40

209

Paneles2

m3 (aserrada)

30,50

75,80

45,30

248

Madera rolliza

m3 (rolliza)

188,00

185,00

- 3,00

98

Leña

m3 (rolliza)

1088,00

1199,00

111,00

110

MADERA EN BRUTO3

Trozas para aserrío y para chapas

m3 (rolliza)

629,10

812,00

183,00

129

Madera para pasta4

m3 (rolliza)

226,30

493,00

267,00

218

Otras maderas para uso industrial

m3 (rolliza)

188,00

185,00

- 3,00

98

Total madera uso industrial

m3 (rolliza)

1043,00

1490,00

447,00

143

Leña

m3 (rolliza)

1088,00

1199,00

111,00

110

TOTAL


2131,00

2689,00

558,00

126

1 Excluye la pasta soluble e incluye algunos productos de fibras no leñosas.
2 Excluye las chapas.
3 Véase la nota 3 al pie del Cuadro II-2.
4 Incluye la madera rolliza utilizada para la fabricación de tableros de partículas y de fibras.

Las estimaciones recogidas en el Cuadro II-31 indican que en 1975 el manda necesitará probablemente unos 560 millones de m3 anuales más de materia prima de madera que en 1961, lo que supone un aumento de un 25 por ciento respecto a un consumo total por año de bastante más de 2700 millones de m3 de madera rolliza.19 De los datos consignados en el cuadro y de los puntos expuestos anteriormente en el capítulo se desprenden algunas tendencias importantes. En primer lugar, existe un aumento firme del aprovechamiento de la madera como materia prima industrial con preferencia a su empleo como material para ser quemado o utilizado en su estado bruto. Continúan utilizándose cantidades enormes de madera rolliza para leña y construcción, pero el incremento de la utilización global de madera en lo futuro, como en los últimos años, nacerá de sus crecientes aplicaciones industriales. Además, el consumo de los productos industriales de la madera más elaborados es el que aumenta más de prisa. Como los productos tales como el papel y el tablero contrachapado tienen valores unitarios por m3 de madera en bruto más altos que los de productos más sencillos, como la aserrada, su proporción de incremento en la mezcla de productos de la madera hace que el valor de los utilizados en el mundo se eleve con mayor rapidez que el volumen de la madera empleada. Entre 1951 y 1961, el volumen de madera rolliza empleada en el mundo se elevó en un 15 por ciento aproximadamente, mientras que, durante el mismo período, el valor (a precios constantes) de los productos madereros primarios utilizados aumentó alrededor del 35 por ciento. De modo semejante, el aumento ulterior del volumen de la madera aprovechada anualmente, que se estima en un 25 por ciento para 1975, significaría un incremento del 60 por ciento en el valor real de los productos madereros consumidos cada año (véase Cuadro II-25). A este índice de desarrollo, el aprovechamiento de los productos madereros utilizados en el mundo, en términos de valor real, se duplica cada 20 ó 21 años.

19 Los diferentes productos de la madera se engloban y comparan entre sí, expresándolos en términos de la materia prima que se necesita para producirlos. En la práctica, una gran parte de la materia prima que emplean las industrias de la pasta de madera y de los tableros de partículas y de fibra son residuos de madera procedentes de otras industrias. (En el Capítulo IV se encontrará un análisis de la cuantía de la materia prima de madera del mundo que corresponde a los residuos, junto con el examen de las tendencias de las relaciones de transformación entre la materia prima y el producto elaborado para cada industria.) Estas estimaciones sirven sólo para indicar los amplios órdenes de magnitud que implican, y se han utilizado los factores tipo de conversión de la FAO para todas las regiones y diferentes períodos de tiempo.

Este hecho sirve para subrayar el siguiente punto: que el consumo de productos madereros aumenta muy de prisa. Con completa independencia de la parte de aumento del valor real del producto del sector forestal que es debido a los desplazamientos de preferencia dentro de los productos del sector forestal en favor de aquellos que rinden más tanto materialmente como en valor por unidad de madera (desplazamiento necesario si la madera ha de conservar su lugar en una economía mundial cuyo constante desarrollo radica en la capacidad de aprovechar los recursos mundiales con eficacia siempre creciente), los volúmenes de la madera utilizada anualmente crecen en muchas partes del mundo a una velocidad mayor que a principios de siglo.

En parte, esta tendencia ascendente en el uso de la madera no es sino una consecuencia del cambio experimentado en los conceptos y políticas económicas mundiales. La preocupación del período de anteguerra por la estabilidad económica ha cedido el paso a un empeño en pos del desarrollo económico, y la demanda de madera ha aumentado junto con el desarrollo general que se ha experimentado en muchas partes del mundo. El signo de los años próximos será un esfuerzo constante, tanto de parte de los países desarrollados como de los que se hallan en desarrollo, para mantener, y si es posible elevar, el ritmo del desarrollo económico. Es probable, por consiguiente, que continúe su efecto propulsor en el aprovechamiento de la madera, que quedará aminorado en las vastas partes del mundo donde la mayoría de la madera utilizada se consume en forma de leña y de postes, por el hecho de que la elevación de la renta rara vez incrementa el consumo de estos productos; hablando en términos de utilización por persona, el consumo en realidad tiende a disminuir. (En gran parte del mundo, tampoco el consumo de madera aserrada reacciona gran cosa ante la elevación de los ingresos.) Pero es probable que el rápido ritmo del crecimiento demográfico siga impulsando el uso global de la madera.

FIGURA 2. - Aumento estimado del consumo de madera industrial, 1950-52 a 1975

Sin embargo, donde el aumento de la demanda global de madera ha adquirido una nueva dimensión es en los países en que la desviación de la estructura del consumo de madera ha llegado hasta el punto de que una gran parte de la madera utilizada se consume actualmente en forma de pasta y paneles. La mayor rapidez del incremento del consumo de estos productos se ha debido en gran parte, como ha quedado expuesto en este capítulo, a que los mismos han sustituido la madera aserrada en muchas de sus aplicaciones. Como estos productos de madera reconstituida son más eficaces que la madera aserrada, en lo que se refiere a la cantidad de producto que se obtiene de una misma unidad de madera bruta, este desplazamiento ha ocasionado un empleo general de la madera más económico. Como se muestra en el Cuadro II-32, el uso general de la madera en Europa, durante los 40 años anteriores a la mitad del siglo, no aumentó en absoluto, y en los Estados Unidos ni siquiera se incrementó el aprovechamiento total de la madera industrial. A principios de siglo, la utilización de la madera en forma normal había pasado su punto cumbre, hablando en términos de intensidad del aprovechamiento, en la mayoría de esos países20 y a partir de esa época fue perdiendo terreno - en favor de materiales ajenos a la madera y de formas reconstituidas de ésta - a un ritmo que, en gran parte si no por completo, compensaba los efectos del crecimiento demográfico y de los ingresos.

20 En los Estados Unidos, por ejemplo, el consumo de madera aserrada por persona en 1900 se duplicó en relación a 1950 (si bien en 1950 había aumentado otra vez considerablemente desde el bajo nivel a que había descendido en los años treinta), y el volumen total del consumo anual de madera aserrada en los primeros años del siglo no ha vuelto a ser alcanzado. (Servicio Forestal de los E.U.A., Timber resources for America's future, Wáshington, D.C., Forest Resource Report N° 14.) El consumo de madera aserrada ha aumentado en realidad, muy rápidamente en la segunda mitad del siglo XIX y debe tenerse en cuenta la existencia de períodos anteriores de rápida expansión del uso de la madera normal, cuando este producto constituía el material principal que se empleaba en la construcción, y anteriormente cuando la madera era una fuente importante de combustible y energía.

CUADRO II-32. - Consumo de madera en Europa, U.R.S.S., Estados Unidos y Japón durante el pasado y estimación del consumo futuro


1913

1925-29

1935-38

1950

1960

1970

1975

2000

EUROPA

Millones de m3 de madera rolliza o su equivalente en madera rolliza

Madera para uso industrial

138

153

173

169

1245


350


Leña

136

144

129

118

1108


93


Total

274

297

302

287

1353


443


U.R.S.S.

Madera para uso industrial


267

3130

158

1245

4310



Leña


255

397

105

1101

480



Total


2122

3227

263

1346

4390



ESTADOS UNIDOS

Madera para uso industrial

264

240

185

5290

6302

347

376

588

Leña


85

120

557

632

28

25

15

Total


325

305

5347

6334

375

404

603

JAPÓN

Madera para uso industrial


713

721

26

159


101


Leña


51

840

31

116


12


Total


64

61

57

175


113


FUENTES: Naciones Unidas/FAO. European timber trends and prospects: a new appraisal, 1950-1975. Nueva York, 1964. Buchholz, Erwin. Die Waldwirtschaft und Holzindustrie der Sowjetunion, München, BLV, 1961. Servicio Forestal de los E.U.A. Timber trends in the United States. Wáshington, D.C. 1965. Forest Resource Report N° 17 y Timber resources for America's future. Wáshington, D.C., 1958. Forest Resource Report N° 14. Japón. Ministerio de Agricultura y Montes. Anuarios estadísticos. Tokio (Japón). Agencia forestal. La agricultura en el Japón. Tokio, 1960.
1 1961.
2 1929.
3 1935-37.
4 Extracciones planificadas.
5 1952.
6 1962.
7 Extracciones.
8 1936-38.

Pero, a mediados de siglo, las cantidades de pasta de madera y de paneles utilizadas en ambas regiones han aumentado al extremo de absorber una gran proporción de las cantidades globales de madera consumida. Por consiguiente, las necesidades totales de madera han comenzado a aumentar nuevo, reflejando el creciente volumen de las cantidades de materia prima necesarias para abastecer el incremento constante y rápido que experimenta el consumo de papel, cartón, tableros contrachapados, de fibra y de partículas. Como hemos visto en este capítulo, se espera que la demanda de estos productos continúe aumentando vivamente a tenor del nuevo incremento de los ingresos en estas regiones, y llegue a dominar cada vez más la estructura del consumo de la madera.

Como puede verse en la serie del Cuadro II-32, es probable que la consiguiente repercusión en las necesidades globales de madera sea sorprendente, especialmente si se la observa en contraste con los cambios mucho más limitados de épocas anteriores del mismo siglo. Se pronostica que el consumo total de madera industrial en Europa se duplicará más o menos en el cuarto de siglo hasta 1975, período en el que se supone aumentará de un quinto a una mitad la proporción de madera industrial consumida en forma de pasta y de paneles y que el uso global de toda la madera se eleve en una mitad. En los Estados Unidos, la tendencia será similar y se calcula, en la serie expuesta en el Cuadro II-3221 que en dicho país, a finales de siglo, el consumo anual de madera industrial será el doble de lo que fue en la primera mitad del siglo y que el uso total de la madera superará al de mediados de siglo en un 75 por ciento aproximadamente.

21 Timber trends in the United States, Cuadro 45 pág. 64-65.

En el Japón, otro de los principales países consumidores donde una gran parte de la madera utilizada se consume actualmente en forma de pasta y de paneles, parece también que el uso general de la madera se haya elevado muy poco en el curso de los 35 años de los que se poseen datos. El uso de la madera para fines industriales ha aumentado firmemente, al impulso del rapidísimo desarrollo económico del país, pero, en su conjunto, ha experimentado el contrapeso de la veloz disminución del consumo de leña. En el intervalo hasta 1975, se espera que el uso de pasta de madera y de paneles, que ya es alto, aumente tan rápidamente que, a pesar de que el abandono de la madera aserrada es mucho más intenso de lo que ha sido en el pasado, la totalidad de las necesidades anuales de madera que siente el país se incrementen también probablemente en un margen mucho más amplio del experimentado en ningún período semejante durante el anterior cuarto de siglo.

Por el contrario, en la U.R.S.S., que absorbe, poco más o menos, otra cuarta parte de toda la madera industrial que se consume en el mundo, la naturaleza y el ritmo del cambio han sido un tanto diferentes. Las cantidades globales de madera consumida han venido aumentando rápidamente durante un período prolongado, debido al veloz desarrollo de la economía del país y al uso constante, y en realidad creciente, de la madera en forma aserrada y rolliza. Ahora que existe mayor abundancia de materiales sucedáneos, se espera que el consumo de madera aserrada y de madera rolliza descienda bruscamente, al extremo de que el país experimentará probablemente la contención del alza de las necesidades generales de madera que ya se produjo anteriormente en Norteamérica y Europa. Por consiguiente, se espera que las necesidades totales de madera del país, a corto plazo, aumenten más despacio que en los últimos años. Pero, a la larga, el actual desplazamiento rápido en favor del empleo de la madera en forma reconstituida con preferencia a la madera normal es probable que impulse, a su debido tiempo, el uso global de la madera, con renovado vigor, como ha sucedido en los demás países consumidores principales.

En conjunto, por lo tanto, la estructura cambiante del uso de la madera produce transformaciones muy importantes en la economía de su consumo y producción. En primer lugar, como se ha observado anteriormente, las cantidades adicionales de madera que necesitarán las principales regiones consumidoras serán mucho mayores que en la primera mitad del siglo, y en Europa y los Estados Unidos esta situación ofrecerá un fuerte contraste con los cambios anteriores, más modestos, de la demanda, contraste que inevitablemente se sentirá con mayor intensidad aún en el sector de la oferta (como se indicó anteriormente, se espera que en 1975, el total de las necesidades anuales de madera industrial en Europa, por ejemplo, ascienda al doble de la cifra a que llegó en la mayor parte de la primera mitad del siglo.)

En segundo lugar, las variaciones que entraña este aumento de las necesidades significan un cambio en la composición de la materia prima de la madera que ha de suministrarse. Como se muestra en el Cuadro II-31, no se espera que la demanda de madera aserrada, ni por lo tanto la de troncos serradizos, aumente muy de prisa, aunque las cantidades exigidas serán, sin embargo, considerables. Se estima que la cantidad de troncos serradizos que harán falta en 1975 superará a la correspondiente al año 1961 en unos 140 millones de m3. La demanda de rollos para chapas aumentará rápidamente y es probable que las necesidades anuales se eleven en 40 millones de m3 por lo menos, durante este período. Dada la exigencia de forma y calidad buenas y, por lo general, la de grandes dimensiones, es ésta una demanda cuya satisfacción revestirá probablemente especial dificultad. Pero el aumento de las necesidades, con mucho el más importante tanto en cuanto a las cantidades que exige como a causa del ritmo a que crece, va a producirse en el ámbito de la madera para pasta. Es de suponer que las necesidades de esta madera en 1975 superen a las de 1961 en unos 265 millones de m3. Como la madera para pasta se saca generalmente de los tamaños más pequeños o de calidad más pobre de la madera rolliza y de los residuos de madera, la demanda va a dirigirse cada vez más hacia la cantidad de madera con preferencia a su calidad, forma y tamaño. Dado que la ordenación tradicional de la producción forestal se encamina primordialmente a producir trozas de dimensiones y calidad propias para el aserrío, este desplazamiento en la estructura de la demanda en favor de madera como materia prima tendrá probablemente repercusiones importantes en el sector de la producción maderera.22

22 En algunas zonas, este desplazamiento de la demanda respecto a la calidad y tamaño de la madera para pasta en favor de la cantidad quizá sea atendida en parte por la disminución concurrente del aprovechamiento para leña de la madera que sirvo para la fabricación de pasta. No obstante, se espera que este efecto tenga sólo una aplicación Imitada; gran parte de la madera que en la actualidad se utiliza como leña no es todavía aprovechable, desde el punto de vista técnico o, más comúnmente, desde el económico, para fines industriales.

CUADRO II-33. - Estimación cambio experimentado en el consumo anual de madera entre 1960-62 y 1975



Madera aserrada

Paneles2

Productos derivados de la pasta3

Madera rolliza

Total de madera para uso industrial

Leña

Total

Millones de m3 en equivalente de madera bruta1

EUROPA

+ 15,8

+ 20,9

+ 76,1

- 12,8

+ 4100,0

- 33,9

+ 66,1

de la cual:

Europa noroccidental4

+ 9,7

+ 12,1

+ 49,2

- 5,3

+ 65,7

- 12,4

+ 53,3

U.R.S.S.

+ 18,7

+ 19,0

+ 31,6

- 7,4

+ 61,9

- 21,0

+ 41,0

AMÉRICA DEL NORTE

+ 23,3

+ 22,0

+ 51,4

- 7,6

+ 89,1

- 12,0

+ 77,0

de la cual:

Estados Unidos

+ 21,2

+ 19,7

+ 46,7

- 7,3

+ 80,3

- 11,0

+ 69,0

AMÉRICA LATINA

+ 21,7

+ 2,1

+ 11,6

+ 3,6

+ 39,0

+ 28,0

+ 67,0

AFRICA

+ 6,0

+ 1,6

+ 4,5

+ 3,2

+ 15,3

+ 63,0

+ 78,0

de la cual:

Africa meridional

+ 0, 3

+ 1,5

- 0,6

+ 1,2

+ 1,0

+ 2,0


ASIA-PACÍFICO

+ 55,4

+ 11,9

+ 55,8

+ 17,6

+ 140,7

+ 87,0

+ 228,0

de la cual:

Japón

+ 20,8

+ 6,1

+ 26,1

+ 0,9

+ 53,9

- 3,0

+ 51,0

China continental

+ 16,4

+ 2,7

+ 16,1

+ 5,5

+ 40,7

+ 10,0

+ 51,0

Pacífico

+ 3,0

+ 0,2

+ 3,0

+ 0,0

+ 6,2

- 1,0

+ 5,0

1 Véase nota 3 al pie del Cuadro II-2.
2 Excluidas las chapas.
3 Excluida la pasta soluble.
4 CEE, Reino Unido e Irlanda.

En tercer lugar, existe la cuestión de determinar dónde han de surgir las necesidades adicionales, que se muestra en el Cuadro II-33. Como las tendencias del consumo se relacionan tan estrechamente con los cambios subyacentes en la actividad económica, es necesario tener en cuenta, al comparar las estimaciones anticipadas para las diferentes regiones, los índices de desarrollo económico que se dieron por supuestos para cada una en el Capítulo I. Pero, aunque el desarrollo económico resulte más rápido o más lento de lo que se ha supuesto, está claro que harán falta enormes cantidades adicionales de madera en zonas como Europa noroccidental y Japón, que tienen ya que importar una parte importante de sus necesidades, por ejemplo de especies frondosas de los trópicos. De la medida en que ese crecimiento ulterior de la demanda pueda ser atendido con recursos nacionales o con una ampliación del comercio sólo podrá tratarse después del examen de la situación de la oferta en los capítulos siguientes.

Por último, uno de los supuestos básicos sobre el que se asienta la mayoría de las estimaciones anticipadas contenidas en este estudio ha sido el de que la relación entre los precios de los productos madereros y los de sus sustitutivos más próximos no se alterará en el período hasta 1975. Pero la evaluación anterior indica que los cambios en magnitud, ritmo y estructura de la demanda de productos madereros, según aquel supuesto, serán tales que es indudable gravarán seriamente el sector del abastecimiento. Por lo tanto, otra línea de investigación que habrá de seguirse en el resto de este estudio será la que lleve a examinar si es o no probable que los precios puedan ser mantenidos en la relación supuesta, y, si la respuesta es negativa, a considerar el modo en que es probable reaccionen los precios más altos que resulten en lo que respecta al uso de la madera en la economía mundial. Por ahora, bastará, para acabar este capítulo, llamar la atención una vez más sobre el hecho de que las estimaciones precedentes se hallan vinculadas a este supuesto: estos niveles de consumo estimados para 1975 no se alcanzarán si la supuesta relación de precios ha cambiado considerablemente para entonces.

CUADRO II-A DEL ANEXO. - Consumo total estimado de productos madereros por millar de habitantes en 1960-62, según ea cuantía de la renta1


Cuantía de la renta


Región

Consumo por millar de habitantes

Madera aserrada

Paneles

Papel y cartón

Madera rolliza

Leña

$ E.U.A. por persona


m3

tm

m2

Más de 2000

Estados Unidos

467,4

80,0

190,9

93,6

214,0

1500 - 2000



Europa septentrional

491,5

55,9

104,1

218,0

984,0

Canadá

464,6

86,2

125,2

75,0

370,0

Región del Pacífico

419,7

25,4

78,5

71,3

570,2

1000 - 1500



CEE

169,3

22,4

63,2

70,0

215,0

Reino Unido e Irlanda

181,3

22,7

97,8

18,8

10,7

Europa central

168,1

19,1

36,0

134,5

352,3

500 - 1000




(Europa oriental)

202,2

13,3

26,8

133,0

170,4

(U.R.S.S.)

457,4

10,3

15,9

309,0

462,8

Africa meridional

63,0

8,1

21,4

118,0

136,0

Japón

308,7

16,0

53,1

73,0

167,0

300 - 500






Europa meridional

55,3

3,6

9,8

23,9

299,0

México

27,5

1,9

15,4

30,5

239,0

Región del Caribe

30,3

1,7

11,1

12,0

593,0

América del Sur septentrional

57,5

2,0

13,0

51,5

1052,1

América del Sur sudoriental

65,8

3,2

22,7

33,5

452,0

Cuenca mediterránea

57,0

8,4

11,1

6,8

43,4

150 - 300







América Central

70,6

1,7

6,4

60,0

1301,0

Brasil

75,7

3,3

9,4

34,1

1462,0

América del Sur sudoccidental

55,5

1,3

8,6

65,0

473,1

Africa septentrional

18,3

1,2

5,7

6,1

78,1

Asia sudoccidental

12,7

0,9

1,8

131,0

132,0

Península Arábiga

0,4

1,4

0,8

13,9

36,2

Asia oriental (menos el Japón)

24,2

3,3

7,8

31,0

289,0

Menos de 150





Africa occidental

9,2

0,5

0,8

42,2

709,0

Africa oriental

9,2

0,8

1,3

66,8

1053,9

Asia sudoriental continental

0,6

1,9

32,0

447,4


Asia sudoriental insular

28,1

1,6

1,8

57,7

853,3

Asia meridional

6,0

0,2

1,2

7,0

292,2

(China continental)

0,3

3,7

22,0

151,5


1 La medida de las rentas expuesta para todos los países, salvo los de economías de planificación centralizada, se basa en las estimaciones del producto nacional bruto publicadas en el Yearbook of national accounts statistics 1963, de las Naciones Unidas, Cuadro 3B (estas estimaciones se expresan en dólares E.U.A., utilizando un índice de paridad para la conversión de las unidades monetarias nacionales). Respecto a las economías de planificación centralizada, se ha intentado expresar el Producto material neto en términos comparables en líneas generales a medida del producto interno bruto utilizada para el resto del mundo, con objeto de completar la comparación de ámbito mundial intentada en este cuadro. Sin embargo, ese intento no puede proporcionar más que órdenes de magnitud muy amplias y quizá las subregiones que comprenden las economías de planificación centralizada pertenezcan en realidad a cuantías de rentas distintas de las indicadas en este cuadro.

CUADRO II-B DEL ANEXO. - Consumo de madera aserrada, 1960-62 y estimación para 1975



Consumo total

Consumo total por millar de habitantes

Porcentaje medio anual de cambio en el consumo total

1960-621

1975

1960-62

1975

1956-612 real

1961-75 estimación

EUROPA

Millones de m3

m3 por 1000 habitantes

Porcentaje

Europa septentrional

9,93

8,60

492

384

+ 2,2

- 1,0

CEE

28,99

34,00

169

180

+ 2,4

+ 1,1

Reino Unido e Irlanda

10,10

10,70

181

181

+ 1,4

+ 0,4

Europa central

5,24

5,80

168

161

+ 4,6

+ 0,7

Europa meridional

4,23

7,10

55

77

+ 7,0

+ 3,8

Europa oriental

19,82

21,10

202

192

+ 0,3

+ 0,4

Total

78,31

87,30

173

172

+ 2,0

+ 0,8

U.R.S.S.

99,72

111,00

457

426

+ 5,6

+ 0,8

AMÉRICA DEL NORTE

Canadá

8,49

9,70

465

393

- 3,3

+ 1,0

Estados Unidos

85,88

98,20

467

440

- 1,4

+ 1,0

Total

94,37

107,90

467

436

- 1,6

+ 1,0

AMÉRICA LATINA

México

0,99

2,40

28

41

- 3,4

+ 6,4

América Central

0,87

1,90

71

99

+ 6,0

+ 5,8

Región del Caribe

0,61

1,60

30

57

+ 2,0

+ 7,0

América del Sur septentrional

1,58

3,50

58

78

+ 0,1

+ 5,8

América del Sur sudoccidental

1,21

1,40

56

45

+ 7,6

+ 1,2

Brasil

5,43

11,40

76

105

+ 2,9

+ 5,4

América del Sur sudoriental

1,70

2,60

66

80

- 3,5

+ 3,1

Total

12,39

24,70

58

77

- 1,2

+ 5,1

AFRICA

Occidental

(0,89)

1,08

2,80

9

17

+ 4,5

+ 7,0

Oriental

(0,60)

0,81

1,60

9

13

- 2,9

+ 5,1

Septentrional

(1,07)

1,01

1,70

18

21

+4,6

+ 3,9

Meridional

1,14

1,30

63

52

- 0,1

+ 1,1

Total

(3,70)

4,05

7,50

15

19

+ 1,6

+ 4,5

CERCANO ORIENTE3

Cuenca mediterránea

0,65

1,20

57

69

+ 4,7

+ 4,2

Asia sudoccidental

0,53

1,10

13

18

+ 11,8

+ 5,1

Península Arábiga

(0,03)

0,15

0,20

10

12

+ 5,1

+ 2,0

Total

(1,20)

1,33

2,50

20

26

+ 7,5

+ 4,6

LEJANO ORIENTE

Asia sudoriental continental

(2,27)

2,55

4,20

26

30

- 1,0

+ 3,6

Asia sudoriental insular

(2,75)

3,60

5,90

28

32

- 0,8

+ 3,5

Asia meridional

(1,83)

3,31

5,80

6

8

+ 2,5

+ 4,1

Japón

(27,80)

29,03

41,00

309

386

+ 5,5

+ 2,4

Asia oriental (menos el Japón)

(0,94)

1,18

2,10

24

29

+ 3,2

+ 4,3

Total

(35,35)

39,67

59,00

43

46

+ 4,3

+ 2,8

PACÍFICO

5,80

7,50

420

420

+ 0,5

+ 1,9

CHINA CONTINENTAL

10,53

20,00

16

25

+ 2,4

+ 4,7

TOTAL MUNDIAL

(341,04)

346,17

427,30

114

109

+ 2,0

+ 1,5

1 Las cifras para 1900-62 se refieren al promedio anual total estimado del consumo. Cuando el consumo registrado ofrece diferencias importantes, las cifras se dan entre paréntesis. Para la explicación de las diferencias, véase el Apéndice.
2 Se refiere al aumento del consumo registrado.
3 En esta región, una proporción considerable de la madera aserrada que se consume se importa en forma manufacturada. Esta no se incluye en las cifras correspondientes a 1960-62, pero se tiene en cuenta en los cálculos relativos a 1975.

CUADRO II-C DEL ANEXO. - Consumo de paneles a base de madera, 1960-621 y estimación para 1975

CUADRO II-D DEL ANEXO. - Consumo de pasta soluble, y papel y cartón, 1960-621 y estimación para 1975

CUADRO II-E DEL ANEXO. - Consumo de madera rolliza y de leña, 1960-62 y estimación para 1975


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