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Medios para el tratamiento y eliminación de los afluentes en la industria de la pasta y el papel

SECRETARÍA DE LA FAO

En los últimos anos, el problema de la contaminación de las aguas ha recibido una atención cada vez mayor y con frecuencia aparecen en la prensa diaria y en las revistas especializadas artículos relativos a este tema. En muchos países, la contaminación de las aguas ha adquirido tales proporciones que las autoridades de sanidad pública han declarado las aguas de ciertas zonas no aptas para el consumo, y en algunos casos incluso han prohibido bañarse en ellas. La contaminación de las aguas también ha destruido o alejado las formas vivas de muchos cursos de agua.

Los afluentes de los centros de población y de muchas industrias contaminan las aguas y algunos de ellos contienen incluso sustancias químicas tóxicas. Esto no es lo corriente en el caso de los afluentes de la industria de la pasta y el papel, pero, debido a la magnitud de esta industria y al hecho de que se sirve de grandes cantidades de agua para sus operaciones, la contaminación es un aspecto primordial de este tipo de industria.

La capacidad actual de la industria mundial establecida de pasta y papel es de alrededor de 100 millones de tm de pasta y 120 millones de tm de papel y cartón por año. Suponiendo que el volumen medio de afluentes de las fábricas de pasta y papel sea de 200 m³ por tonelada de pasta y de papel, los afluentes totales descargados por esta industria en todo el mundo serían de 40.000 millones de m³ por año. Antes del tratamiento externo puede calcularse que los afluentes contienen un total de 40 a 50 millones de toneladas de materia sólida en suspensión. Esta enorme cifra subraya la importancia del tratamiento externo de los afluentes. Este tratamiento puede reducir en grado notable la cantidad de materias sólidas en suspensión, que de otra forma contaminaría las aguas circundantes a las fábricas.

Al objeto de limitar los daños y de preservar la calidad de las aguas continentales, algunos países han negado el permiso de establecer nuevas fábricas de pasta y papel en determinadas localidades. También se han adoptado o se han hecho más estrictas las normas y disposiciones por las que se obliga a la industria existente a depurar sus afluentes antes de descargarlos en lagos o ríos.

El problema de la contaminación de las aguas y del tratamiento de los afluentes en el sector de la pasta y el papel fue discutido en la séptima reunión del Comité Asesor sobre la Pasta y el Papel, en noviembre de 1966. Se puso de manifiesto la gravedad del problema, sobre todo por los representantes de países desarrollados y densamente poblados, donde las fábricas de pasta y papel descargan sus afluentes en lagos y ríos.

Poco después se celebraron otras dos reuniones que trataban de la contaminación de las aguas en relación con la industria de la pasta y el papel: la Conferencia nacional canadiense sobre la contaminación y nuestro ambiente, celebrada en Montreal y la Reunión especial de expertos para el estudio de los aspectos económicos de la lucha contra la contaminación de las aguas, celebrada en Ginebra y organizada por la Comisión Económica para Europa (CEPE). Un año después, en octubre de 1967, tuvo lugar en Vancouver la tercera Conferencia sobre depuración del aire y los cursos de agua en relación con la industria de la pasta y el papel. Los problemas propios de la eliminación de los afluentes fueron también discutidos en la Conferencia internacional sobre contaminación de las aguas, que se celebró en Nueva York en noviembre de 1967.

El informe de la reunión de la CEPE contiene información sobre las inversiones y gastos de funcionamiento del tratamiento de afluentes en varios países europeos. Por desgracia, no todos los datos son comparables, refiriéndose algunos al costo por m³ de afluentes diarios, algunos por tonelada diaria o anual de productos y otros como suma global de la inversión total en la fábrica o de los gastos totales de funcionamiento por año. Esto impide que puedan utilizarse todos los datos para llegar a un panorama global del costo en lo diferentes países y fábricas. Las inversiones necesarias dadas a conocer para el tratamiento de los afluentes varían desde sólo 20 dólares hasta la enorme cifra de 500 dólares por m³ diario de afluentes, a la vez que los costos de funcionamiento oscilan entre 0,02 y 0,08 dólares por m³ diario; las cifras más altas se refieren a las fábricas menores. En otro documento se cifran los costos como sigue: Pasta al bisulfito cálcico. Inversión: 15 por ciento de la inversión total en la fábrica. Costo de funcionamiento: 3 dólares por tonelada de pasta. Otras pastas al sulfito y al sulfato. Inversión: 5 por ciento de la inversión total en la fábrica. Gastos de funcionamiento: 2 dólares por tonelada de pasta. Papel. Inversión: 3 por ciento de la inversión total en la fábrica. Gastos de funcionamiento: 0,80 dólares por tonelada de papel.

Por supuesto, los costos dependen en alto grado de las condiciones locales, el volumen de los afluentes, la eliminación de lodos y el grado de depuración.

En un ejemplo en que la cantidad de afluentes purificados era de 10000 m³ en 24 horas, se muestra que, si la reducción de BOD¹ se eleva a 97 en lugar del 70 por ciento, la inversión y los gastos de funcionamiento quedarían casi duplicados.

¹ Demanda de oxígeno bioquímico.

El Report on primary and secondary treatment for Ontario mills - capital costs (Informe sobre tratamiento primario y secundario para las fábricas de Ontario: Gastos de instalación), por H, D. Paavila, da un resumen del costo estimado del tratamiento de afluentes de la industria de la pasta y el papel en la provincia de Ontario, suponiendo que se alcance el objetivo de reducir la materia sólida en suspensión hasta 50 partes por millón (p.p.m.) y el valor BOD en un 85 por ciento. Se subraya que los datos sobre las inversiones necesarias deben considerarse provisionales, ya que en casi ningún caso se han hecho estudios de ingeniería.

Las respuestas de 25 fábricas a un cuestionario indicaron que a principios de 1968 el volumen total de afluentes que exigía tratamiento era de alrededor de 1 millón de m³ por día. El total de materia sólida en suspensión que debe eliminarse de este volumen de efluentes se calcula en 400 tm aproximadamente. La inversión total necesaria para el tratamiento primario en estas 25 fábricas se estima en unos 25 millones de dólares, lo que corresponde a una inversión media aproximada de 53.000 dólares por tonelada diaria de materia sólida eliminada o bien a 25 dólares por m³ diario de afluentes que exigen tratamiento.

La inversión total necesaria para el tratamiento secundario al objeto de reducir el BOD en un 85 por ciento se estima que rebasaría los 50 millones de dólares, lo que corresponde a más de 50 dólares diarios por m³ de afluentes.

En un documento titulado Results of NCSI² industry survey of investment and cost of effluent treatment (Resultados de la encuesta industrial del NCSI sobre inversión y gastos de tratamiento de afluentes), por Russell O. Blosser, presentado en la Tercera Conferencia sobre depuración del aire y los cursos de agua respecto de la industria de la pasta y el papel, celebrada en Vancouver (Canadá), en octubre de 1967, y publicado en el número del 2 de febrero del Pulp and Paper Magazine of Canada, se dan datos recientes relativos a los Estados Unidos de América.

² NCSI = National Council of Stream Improvement Inc. Canadá.

Tomando como base los datos recibidos de 415 fábricas de pasta y papel, que representan el 82 por ciento de la industria de la pasta y el papel en los Estados Unidos, se preparó una estimación de los gastos totales de instalación y otros desembolsos conexos de la industria de la pasta y del papel en 1965 y del incremento esperado hasta 1969. Se desprende de ellos que la industria había gastado en el tratamiento y eliminación de afluentes un total de 168 millones de dólares liaste 1965, lo que representaba un incremento del 45 por ciento en sólo dos anos respecto del total de 1963. Los gastos anuales por instalación se espera que asciendan hasta 80 millones de dólares hacia 1968 y los gastos totales por instalación, calculados como costos de sustitución, hasta 500 millones hacia 1969.

Los gastos anuales totales del funcionamiento en la industria de los Estados Unidos ascendieron de 15 millones de dólares en 1959 hasta 27 millones de dólares en 1965 y se calcula que excederán de 50 millones en 1968 lo cual significa que el costo por tm de papel, que era de 0,69 dólares en 1965, podrá llegar hasta 1,10 dólares en 1968. Los desembolsos y gastos anuales calculados por tonelada métrica de pasta y papel producida por diversos tipos de fábricas se dieron como sigue:



Desembolsos de capital

Gastos de funcionamiento

$ EE.UU. por tm de capacidad diaria

$ EE.UU. por tm producida

Fábrica de papel, a base de papel viejo

800-1100

45-75

Fábrica de papel, no integrada

1100-2800

45-100

Fábrica integrada, de pasta kraft y papel

400-2800

17-150

Fábrica de pasta al sulfito y papel

2200--5500

90-165

Fábrica integrada, de pasta semiquímica (NSSC) y papel

5500

90

En el cuadro anterior puede verse que tanto los desembolsos como los gastos son mayores en las fábricas de pasta al sulfito.

También se han enumerado los desembolsos de capital y los gastos de funcionamiento para los diferentes procedimientos de tratamiento externo en la forma siguiente:



Desembolsos de capital

Gastos de funcionamiento

$ EE.UU. por tm de capacidad diaria

$ EE.UU. por tm

Primario - tinas de barro

500

25-30

Primario - mecánico

1000-1500

45-75

Primario - mecánico y deshidratante

1500-1750

55-130

Secundario - tinas de oxidación

1000-2000

25-35

Secundario - lodo activado

5000

245

Secundario - riego

2000

50

Como era de esperar, el tratamiento primario utilizando tinas de barro representa el menor costo de tratamiento, mientras que el costo asciende gradualmente a medida que el tratamiento se va mecanizando más.

Según estos datos, el tratamiento primario en tinas de barro seguido por un tratamiento secundario por riego es el procedimiento más económico de sanear las corrientes de agua. Sin embargo, esta clase de tratamiento de los afluentes no siempre es posible debido al volumen de agua que entra en juego y que exige zonas de riego muy extensas y tinas de barro muy grandes. Por ejemplo, suponiendo que una fábrica de pasta y papel con capacidad de 200 toneladas diarias tenga por término medio 200 m³ de afluente por tonelada de papel, el volumen diario será de 40.000 m³ lo que exige 40 ha de tinas de 1 m de profundidad, si es suficiente un tiempo de sedimentación de 24 horas.

Si no se tiene presente en el momento justo la necesidad del tratamiento y eliminación de afluentes, las fábricas de pasta y papel con frecuencia no están en condiciones de adoptar la solución menos costosa y, por consiguiente, se ven forzadas a recurrir a sistemas más mecanizados y, por ende, más caros. En consecuencia, es esencial que, al hacer estudios de viabilidad relativos a industrias de la pasta y el papel, se incluyan los elementos para el tratamiento de afluentes, aun en los casos en que en el momento de hacerse tales estudios no estén en vigor leyes relativas a la contaminación de las aguas. Las posteriores normas y disposiciones que son siempre de esperar podrían, de lo contrario, encarecer el establecimiento y funcionamiento de una instalación para el tratamiento de afluentes en grado mayor del necesario o podrán incluso obligar al cierre de la fábrica, como ya ha ocurrido en varios casos.

Sin duda se registrarán ulteriores perfeccionamientos técnicos en el sector del tratamiento de afluentes y se idearán nuevos procedimientos más eficaces y quizá menos costosos. La FAO agradecería la información que se podría obtener sobre los nuevos perfeccionamientos en los diversos países.

J.P.B.


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