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Inventarios forestales mundiales

Una de las funciones de la FAO, desde su creación en 1945, ha sido la de informar acerca de los recursos forestales del mundo. Hasta la fecha, se han realizado cuatro inventarios forestales de alcance mundial (1948, 1953, 1958 y 1963) y los resultados obtenidos han sido publicados en la serie de inventarios forestales mundiales de la FAO.

Los datos ofrecidos en las evaluaciones de la Organización se han logrado mediante la remisión de cuestionarios a cada uno de los países y el cotejo posterior de los resultados. Cuando no existe información o ésta es insuficiente, el personal de la FAO realiza el cálculo más aproximado posible.

Hay grandes diferencias en la fidedignidad de los datos correspondientes a los distintos países, pero los cuatro esfuerzos principales citados, desarrollados a lo largo de un período de 20 años, para inventariar los montes del mundo, han proporcionado un conocimiento de sus recursos forestales que no se había alcanzado anteriormente. Se ha demostrado la extensión global de las superficies de bosque y la cantidad de madera que contienen en términos generales.

Esta cuestión exige la evaluación de las necesidades propias de un inventario forestal a escala internacional que pueda afrontar la FAO. En los anteriores inventarios forestales mundiales se trató de ofrecer un cuadro de la extensión de bosque existente en el mundo y de su productividad, con la esperanza de que esta información fuera útil para la formulación de las políticas forestales. La experiencia ha demostrado que este tipo de información de carácter tan general se ha utilizado más para analizar las tendencias y posibilidades que para la formulación de políticas a escala nacional. Ha servido para una finalidad útil y debe continuar haciéndolo, pero es insuficiente.

Evidentemente, la clase de información resultante de los pasados inventarios forestales mundiales ha de complementarse con nuevos datos sobre el emplazamiento, la extensión y la composición de los bosques, así como sobre sus posibilidades, en una medida no alcanzada por las publicaciones que la FAO ha dedicado hasta ahora a este tema. El enfoque más viable y práctico sería la presentación de los datos sobre recursos forestales por regiones que tengan alguna base de homogeneidad. Esta información se necesita también para planificar estudios de inversión, ya que permite individualizar zonas de interés que exigen una evaluación más detallada de los recursos forestales. Además, la planificación del aprovechamiento de la tierra requiere estos datos para la determinación racional de las superficies más aptas para la silvicultura, en atención a sus posibilidades de producción o funciones de protección. Esta clase de información sobre recursos sería especialmente valiosa para el Plan Indicativo Mundial de la FAO para el Desarrollo Agrícola.

Ya se ha dado un primer paso modificando los objetivos y la metodología de los inventarios forestales mundiales de la FAO. En lugar de intentar en cada inventario una evaluación de los recursos forestales de todo el mundo, se centra ahora la atención en determinadas regiones para cada uno de ellos. Actualmente se está levantando un inventario de la región europea y están bastante avanzados los preparativos para el correspondiente a Africa, habiendo de seguir los de otras regiones en años sucesivos. Cuando se hayan levantado los inventarios de todas las regiones del mundo, se hará un resumen mundial.

A los fines de evaluación de los recursos forestales, también vale la pena investigar el uso de los satélites espaciales como instrumentos de percepción remota. Se ha investigado durante algún tiempo sobre ellos y la posibilidad de servirse de estas plataformas de observación para la evaluación de los recursos de la tierra ha quedado demostrada. Desde estos satélites, con técnicas fotográficas que ya se utilizan, se pueden levantar mapas que muestren el aprovechamiento de la tierra, los cultivos, la cubierta forestal y otras cubiertas vegetativas. Aunque el detalle es mucho menor y la escala más pequeña de lo que puede obtenerse mediante los métodos fotográficos convencionales o aplicados desde tierra, cuyo carácter es más intensivo, el uso de satélites ofrece la ventaja especial de poder lograr una visión sinóptica de todo el mundo en cualquier momento y de repetirla cuando sea necesario. De este modo puede conseguirse un panorama total, aunque extenso, de la superficie boscosa del mundo cuando se quiera, reiterarlo a los intervalos escogidos, y evaluar los cambios que se experimenten durante dichos intervalos.

Quizá no esté muy lejano el día en que la información suministrada por satélites espaciales se utilice de forma muy análoga a como se emplea hoy día la aerofotografía convencional para los inventarios forestales. Por ello, los satélites espaciales, empleando técnicas de muestreo, pueden hacer realidad la posibilidad de un inventario forestal mundial trazado sobre una base uniforme.

Recolección de conos para ensayos de semilla de un ejemplar de cedro de California que crece en Inglaterra.

COMISION FORESTAL DE GRAN BRETAÑA


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