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PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS

Séptimo informe anual del Comité Intergubernamental y examen del programa en preparación para la Cuarta Conferencia de Promesas de Contribuciones1

125. El Consejo tomó nota del Séptimo Informe Anual del Comité Intergubernamental (CIG) del Programa Mundial de Alimentos Naciones Unidas/FAO al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y al Consejo de la FAO 2. Dicho informe abarca el período comprendido entre el 25 de abril de 1968 y el 13 de mayo de 1969. Consta de un breve documento de introducción que acompaña los informes de los períodos de sesiones 14o 3 y 15o 4 y comprende un proyecto de resolución, cuya aprobación el CIG en su 15o período de sesiones recomendó a ambos Consejos, para que éstos, a su vez, lo presentaran a la Asamblea General y a la Conferencia de la FAO. Comprende, asimismo, un informe preliminar 5 sobre las medidas adoptadas por el CIG para la ejecución de las disposiciones de la Resolución 2462 (XXIII) de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre ayuda multilateral en materia de alimentos, para consideración por parte del Consejo de la FAO y del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

1 Véanse también los párrafos 32 a 35 supra.
2 CL 52/19.
3 WFP/IGC: 14/20.
4 WFP/IGC: 15/23.
5 WFP/IGC: 15/22.

126. Al presentar el informe, el Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) señaló que el PMA atraviesa por una etapa de transición hacia su madurez, que se manifiesta en el incremento acelerado de sus actividades, en el número de peticiones para poner en marcha proyectos de gran envergadura y en la proporción creciente de fondos comprometidos. Todo parece indicar ahora que en breve plazo la demanda de ayuda del PMA va a superar la cuantía de los recursos disponibles. En 1968 el total de fondos comprometidos aumentó a 203 millones de dólares y es posible que en 1969 ascienda a 400 millones de dólares si los recursos lo permiten. Por lo que se refiere a la magnitud de los proyectos, los dos más importantes aprobados en 1969 superan los 42 y 45 millones de dólares, respectivamente.

127. En cuanto a recursos, el Director Ejecutivo puso de relieve la importancia de las contribuciones al Convenio sobre Ayuda Alimentaria encauzadas por los gobiernos a través del PMA, que habían elevado las disponibilidades para 1969–70 de 136 millones de dólares a casi 170 millones de dólares. Si la Comunidad Económica Europea decide encauzar una parte de sus cuantiosos excedentes de productos lácteos a través del Programa, los recursos disponibles para el período podrían superar la meta de 200 millones de dólares. Esas contribuciones, no obstante, no bastarían para hacer frente a la expansión actual de las actividades del PMA en consecuencia con la demanda actual y futura y, lo que es más, es posible que después de 1971 no se disponga ya de cereales con arreglo al Convenio sobre Ayuda Alimentaria. Por eso es necesidad imperativa la de que las promesas de contribuciones para el bienio de 1971–72 sean suficientes. Por consiguiente, el Director Ejecutivo recomienda vivamente al Consejo que apruebe el proyecto de resolución que tiene ante sí y en el cual se presenta un proyecto de resolución para la Conferencia que señala como meta la cifra de 300 millones de dólares recomendada por el CIG.

128. Por lo que se refiere a la Resolución 2462 (XXIII) de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la que se pide a los órganos rectores del PMA que estudien el papel que desempeñan la ayuda alimentaria y demás clases de ayuda en especie para el desarrollo económico, el Director Ejecutivo informó de que se había nombrado un Comité de los Siete encargado de llevar a cabo, con la colaboración del PMA, las Naciones Unidas y la FAO, la labor preliminar en la que el CIG se basaría para elevar un informe sobre esta cuestión al Consejo Económico y Social y al Consejo de la FAO. La primera reunión del citado Comité se celebraría el 21 de julio de 1969; la segunda en octubre de 1969; la tercera, hacia fines de enero de 1970. El Director Ejecutivo hizo hincapié en la importancia que atribuye a ese estudio para las actividades futuras del PMA y por el papel considerable que había de desempeñar en el Segundo Decenio para el Desarrollo.

129. El Consejo acogió con beneplácito la exposición del Director Ejecutivo y aprobó la contribución que está aportando el Programa para promover el desarrollo económico, particularmente el desarrollo de los recursos humanos, y para hacer frente a las necesidades de alimentos en casos de urgencia. La mayoría de los miembros del Consejo se complació ante el hecho de que la meta fijada para las promesas de contribuciones para 1971–72 se hubiese cifrado en 300 millones de dólares si bien algunos opinaron que sería difícil alcanzarla. Se recordó al Consejo que el hecho de que fuese aceptada no comprometía a las países a incrementar sus promesas de contribuciones, pero muchos de los miembros instaron a que no se escatimaran los esfuerzos para alcanzar dicha meta.

130. Algunos miembros señalaron la posibilidad de que dentro de poco el PMA tuviese que poner un freno a la aprobación de proyectos a fin de mantenerse dentro de los límites de los recursos disponibles y sugirió que para ello tal vez pronto se necesitaría un sistema de prioridades geográficas y de otro tipo. El Consejo aceptó en general la tendencia en favor de proyectos de gran envergadura aunque puso de relieve, a la vez, la necesidad de que ello no fuera a expensas de los proyectos más reducidos que son especialmente esenciales para el progreso de los países más necesitados.

131. El Consejo tomó nota de las medidas tomadas por el CIG y esperaba con interés recibir su informe. Varios miembros instaron a que se ampliara la ayuda del PMA para incluir artículos no alimentarios, sugiriendo algunos que se comenzará con uno o dos elementos de producción, por ejemplo fertilizantes y herramientas agrícolas. Algunos se preguntaron si el PMA era el organismo apropiado para esto y se expresó la esperanza de que el Comité de los Siete incluyese en su estudio recomendaciones sobre la cuestión.

132. Varios miembros pusieron de relieve la importancia que reviste el Segundo Decenio para el Desarrollo e instaron a que en el examen de proyectos futuros se tenga en cuenta la contribución que el PMA puede aportar a esos esfuerzos. Se recomendó a este respecto que prosiga la estrecha colaboración con otros programas, especialmente la Campaña Mundial contra el Hambre.

133. En lo que atañe a otras contribuciones del Convenio sobre Ayuda Alimentaria, el representante de Bélgica consideró que su Gobierno podría encauzar parte de su contribución a través del PMA. Varios representantes expresaron el temor de que tal vez fuese imprudente depender demasiado del Convenio sobre Ayuda Alimentaria y de contribuciones de excedentes ocasionales. Otros instaron a que se racionalizara la ayuda alimentaria colocándola más bien sobre una base de producción organizada que sobre la de los excedentes.

134. Al examinar el proyecto de resolución del Consejo propuesto por el CIG, el Consejo convino en modificarlo añadiendo al proyecto de resolución que va a transmitir a la Conferencia el siguiente párrafo dispositivo:

Insta a los gobiernos que han hecho promesas de contribuciones en productos o servicios para el período 1969–70 a que hagan todos los esfuerzos posibles para traspasar y habilitar en el período 1971–72 toda parte de esas promesas que no se hubiese aprovechado al finalizar el año 1970 y a que indiquen que están dispuestos a efectuar ese traspaso cuando anuncien sus promesas en la Cuarta Conferencia sobre Promesas de Contribuciones.”

135. El Consejo aprobó a continuación, con una abstención, el siguiente proyecto de resolución:

Resolución No 3/52

EXAMEN DEL PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS

EL CONSEJO

Habiendo considerado el Séptimo Informe Anual del Comité Intergubernamental del Programa Mundial de Alimentos;

Tomando nota de la recomendación del Comité Intergubernamental relativa al objetivo de las contribuciones voluntarias para el período 1971–72;

Recordando la Resolución 2462 (XXIII) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se reconocía la competencia y experiencia especiales del Programa Mundial de Alimentos en el ámbito de la ayuda alimentaria multilateral:

  1. Somete a la consideración y aprobación de la Conferencia de la FAO el proyecto de resolución que se acompaña;

  2. Insta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas y a los miembros y miembros asociados de la Organización para la Agricultura y la Alimentación a que hagan los preparativos necesarios para anunciar sus promesas en la Cuarta Conferencia sobre Promesas de Contribuciones para el Programa Mundial de Alimentos.

PROYECTO DE RESOLUCION PARA LA CONFERENCIA

Examen del Programa Mundial de Alimentos

LA CONFERENCIA

Recordando las disposiciones de la Resolución 2095 (XX) (4/65), en el sentido de que el Programa Mundial de Alimentos ha de examinarse antes de cada conferencia sobre promesas de contribuciones;

Recordando que el párrafo 4 de la parte dispositiva de la Resolución 2290 (XXII) (7/67) estipula que, a reserva del examen arriba mencionado, la próxima Conferencia sobre Promesas de Contribuciones se convoque, a más tardar, a principios de 1970, invitándose a los gobiernos a que prometan contribuciones para los años 1971 y 1972, con miras a alcanzar el objetivo que recomiendan la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación;

Tomando nota de que el examen del programa lo han llevado a cabo el Comité Intergubernamental del Programa Mundial de Alimentos en su 15o período de sesiones y el Consejo en su 52o período de sesiones;

Habiendo considerado la Resolución 3/52 del Consejo así como las recomendaciones formuladas por el Comité Intergubernamental;

Reconociendo el valor de la ayuda alimentaria multilateral tal como la lleva a cabo el Programa Mundial de Alimentos desde su iniciación y la necesidad de continuar sus actividades, lo mismo como forma de inversión de capital que como medio para atender a las necesidades urgentes de alimentos:

  1. Establece para los dos años de 1971 y 1972 un objetivo de 300 millones de dólares EE.UU. para las contribuciones voluntarias, la tercera parte del cual consistirá en dinero y servicios, y espera que dichos recursos se amplíen en virtud de contribuciones considerables de otras procedencias, en reconocimiento del probable volumen que alcanzarán las solicitudes de proyectos bien fundados y de la capacidad del Programa para operar a un nivel más alto;

  2. Insta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas y a los miembros y miembros asociados de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a que hagan todos los esfuerzos posibles para asegurar la plena consecución de ese objetivo;

  3. Insta a los gobiernos que han hecho promesas de contribuciones en productos o servicios para el período 1969–70 a que hagan todos los esfuerzos posibles por traspasar y habilitar en el período 1971–72 toda parte de esas promesas que no se hubiese aprovechado al finalizar el año 1970, y a que indiquen que están dispuestos a efectuar ese traspaso cuando anuncien sus promesas en la Cuarta Conferencia sobre Promesas de Contribuciones;

  4. Pide al Secretario General que, en cooperación con el Director General de la FAO, convoque para este fin a principios de 1970 una conferencia sobre promesas de contribuciones en la Sede de las Naciones Unidas;

  5. Decide que la próxima conferencia de promesas de contribuciones, a reserva del examen previsto en la Resolución 2095 (XX) (4/65), se convoque, a más tardar, a principios de 1972, invitándose entonces a los gobiernos a que ofrezcan contribuciones para los años 1973 y 1974, con miras a alcanzar el objetivo que recomienden la Asamblea General y la Conferencia de la FAO.


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