Página precedenteIndicePágina siguiente

ANEXO II - CARACTERÍSTICAS EDÁFICAS, CLIMÁTICAS Y SISTEMA AGROECOLÓGIO

EL SUELO

Las características, tanto físicas como químicas, del suelo son fundamentales para un adecuado desarrollo de los cítricos.

Definir el suelo ideal para el cultivo de cítricos resulta difícil, dado que se necesitan conjugar características de muy diversa naturaleza, y que en ocasiones se mueven en direcciones opuestas. Así pues, el óptimo se encuentra en una situación intermedia.

Los suelos de la Comunidad Valenciana, en aquellas zonas donde el cultivo de cítricos está más desarrollado, como es la zona objeto de estudio, presentan unas características comunes como pueden ser, el tratarse, en general, de suelos profundos que permiten un buen desarrollo radicular, garantizando así tanto el anclaje como la nutrición adecuada del árbol. En relación con la textura de los mismos, nos encontramos con suelos desde arenosos hasta arcillosos, predominando aquellos con bajo poder de retención de agua, y carácter calizo (Agustí M, 2000).

Por otra parte, las características químicas de los suelos son muy variables, y en estos momentos depende en gran medida de los programas de fertilización desarrollados a lo largo de los años de cultivo de los mismos. No obstante, podemos afirmar que existe frecuentemente una presencia de síntomas de deficiencia, especialmente en micronutrientes y Mg; una correlación baja entre su contenido en elementos minerales y la concentración foliar de los mismos; y una estrecha relación entre el contenido en potasio de los suelos y el vigor del arbolado.

EL CLIMA

El clima es un factor limitante para el desarrollo de las plantas, y en este sentido, todos los elementos que influyen en la configuración del mismo afectan de forma determinante en el desarrollo y cultivo de los cítricos.

Así, los cítricos se desarrollan entre los 40ºN y 40ºS de latitud. Al mismo tiempo, la altitud es otro de los factores a tener en cuenta cuando queremos comparar explotaciones citrícolas ubicadas en zonas diferentes, pues se ha comprobado diferencias en al menos dos características, el fotoperíodo y las variaciones térmicas estacionales, que sin duda afectan al desarrollo del cultivo y en consecuencia al método de cultivo que siga el productor. En el caso del presente estudio, la altitud a la que se encuentran las explotaciones objeto del estudio es en todo caso por debajo de los 100 metros de altitud sobre el nivel del mar.

No obstante, la variable que más afecta en el desarrollo vegetativo, floración, cuajado y calidad de los frutos, es la temperatura. Entre los 23 y 34 grados centígrados se sitúa la temperatura óptima del cultivo, si bien puede soportar temperaturas mayores y menores, en función del momento del ciclo anual en que se encuentre. En el caso de la Comunidad Valenciana, las temperaturas en la fase activa del árbol oscilan entre los valores indicados como óptimos, mientras que en la fase donde el árbol se encuentra parado, se alcanzan temperaturas muy inferiores (entre los 5 y 15ºC), si bien el efecto sobre el árbol no es negativo, pues es cuando se encuentra en estado vegetativo.

La Humedad Relativa afecta a la calidad del fruto, si bien los cítricos pueden adaptarse a condiciones extremas de este factor. En la zona objeto de estudio, los valores normales medios de la humedad relativa se sitúan entre el 40 y 60%.

Las necesidades hídricas de los cítricos están muy estudiadas, estando cifradas entre 7.500 y 12.000 m3/ha. La influencia de este factor en el cultivo es determinante, pues lo no aportado por la lluvia deberá ser aportado por la acción del propio agricultor, con el efecto directo que esto tiene sobre el sistema de producción y por ende, sobre los costes de producción. La pluviometría de la zona de cultivo analizada es de XXXX mm., si bien está muy desigualmente distribuida, con períodos de lluvias torrenciales, seguidos de otros muy secos, lo que hace inevitable el aporte de agua de riego.

La clasificación agroclimática de Papadakis permite establecer analogías climáticas en regiones de la misma latitud, con posibles aplicaciones para la introducción de nuevas variedades o ecotipos, y para una mejor ordenación de zonas óptimas de cultivo.

Los resultados obtenidos han sido los siguientes:

Termometría:

  Ene. Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Ago. Sept. Oct. Nov. Dic.
ELHD   16                   14
ELHME 6                      
ELHMI       19             11  

INVIERNO:

Mes más frío: Enero.
Temp. media de las mínimas absolutas del mes más frío: -0.10 ºC.
Temp. media de las mínimas del mes más frío: 5.10 ºC.
Temp. media de las máximas del mes más frío: 15.40 ºC.
Tipo de invierno: Citrus citrus (Ci).

VERANO:

Media de las máximas del semestre más cálido: 27.35 ºC.
Tipo de verano: Algodón menos cálido (g).
RÉGIMEN TÉRMICO: Subtropical semicálido (Su).

Pluviometría:

  Ene. Feb. Marzo Abril May. Junio Julio Agos. Sept. Oct. Nov. Dic.
ETP 19.91 24.46 40.04 52.29 87.61 120.0 157.5 156.3 108.6 68.07 37.41 23.55
Ih 2.154 1.586 1.000 1.000 0.299 0.174 0.158 0.083 0.594 1.361 1.790 3.039

Precipitación anual: 525.9 mm.
ETP anual: 895.9 mm.
Índice de humedad anual (Ih): 0.586
Agua de lavado (Ln): 139.5 mm. < 20% ETP anual.

RÉGIMEN DE HUMEDAD: Mediterráneo seco (Me).

TIPO CLIMÁTICO: MEDITERRÁNEO SUBTROPICAL (Su, Me).

PLAGAS

En el cultivo de cítricos, las plagas juegan un papel muy importante, tanto desde el punto de vista de la producción como de la calidad de los frutos, lo que puede afectar seriamente a su rentabilidad, y de ahí la importancia de su estudio.

En la zona de producción que abarca el presente estudio, encontramos como plagas principales las siguientes:

ENFERMEDADES

 


Página precedenteInicìo de páginaPágina siguiente