FAO Departamento de Pesca

Resultados de la Conferencia de Kyoto y documentos presentados

TENDENCIAS DE LA PRODUCCION ACUICOLA PERSPECTIVAS PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

por
J.F. Muir y C.G. Nugent

A lo largo de los diez últimos años, la acuicultura ha crecido a un ritmo cercano al 10 por cien al año, gracias a lo cual en 1992 se alcanzó la cifra total de 19,9 millones de toneladas, por un valor global de 33 800 millones de dólares EE.UU. Estas cifras suponen un notable aumento de la importancia de la acuicultura en el suministro de alimentos con respecto a la pesca de captura tradicional; teniendo en cuenta únicamente los productos pesqueros animales (peces, crustáceos, moluscos) destinados directamente al consumo humano, en 1992 la acuicultura duplicó la proporción de su contribución en porcentaje a los suministros de pescado para consumo humano.

Cabe esperar que el sector de la acuicultura seguirá creciendo, si bien a un ritmo que disminuirá con el tiempo, a medida que los recursos y los mercados se saturen y reduzcan las posibilidades de expansión. El crecimiento de la producción se conseguirá mejorando los rendimientos y la eficiencia, así como ampliando la infraestructura de la producción; en muchos ámbitos de este sector seguirá la tendencia a intensificar la producción. En una situación caracterizada por la estabilización o incluso el descenso de la pesca de captura, el crecimiento de la población y una demanda mundial de alimentos siempre creciente, el principal desafío que se presenta en la actualidad es el de examinar de nuevo la naturaleza y las posibilidades del sector y averiguar hasta qué punto puede la acuicultura satisfacer el incremento previsto de la demanda de sus productos.

Tomando como base el análisis de las tendencias actuales y la evolución prevista, se han preparado unas proyecciones escuetas que inevitablemente tienen mucho de conjetura. En ellas se indica que la producción acuícola total podría llegar a ser de 47 millones de toneladas en el año 2010, de las cuales 33 millones corresponderían a peces, crustáceos y moluscos producidos para el consumo humano. No cabe duda de que esta previsión es muy optimista, si bien no se sale de los límites de lo posible marcados por experiencias anteriores; los recursos y los mercados podrían asimilar este crecimiento aunque no es posible prever los factores ajenos al sector que podrían suponer serias limitaciones.

Es importante señalar que tanto en las estadísticas históricas como en las proyecciones para el futuro, una proporción considerable de la producción corresponde a las explotaciones semiintensivas de carpas en China y en menor grado en la India. Tan sólo a China le corresponde alrededor de la mitad de la producción acuícola total; por consiguiente, todos los análisis de las estadísticas de la acuicultura dependen directamente de la evolución de este sector en un sólo país, bien que muy grande. La mayor parte de estas actividades acuícolas tradicionales se llevan a cabo en pequeña escala en explotaciones familiares, y sus productos contribuyen de manera considerable al consumo local de alimentos, así como a mejorar la seguridad económica de las familias.

La acuicultura es una actividad enormemente variada, por lo que es necesario tener en cuenta esa diversidad, para comprender los factores que influyen en su desarrollo futuro. Esta diversidad debe tomarse en consideración para evaluar las necesidades de los recursos de todo tipo, para determinar la forma en que la acuicultura puede desarrollarse independientemente del sector pesquero, y para establecer las perspectivas para los productores de todos los niveles económicos o lugares y las posibilidades de explotar nuevos mercados. La diversidad del sector es la garantía de los beneficios que de él se derivan: alimentos, ingresos, empleo y oportunidades sociales.

Entre estos factores, cabe destacar la seguridad alimentaria. La acuicultura puede contribuir considerablemente a la seguridad alimentaria local proporcionando alimentos directamente al productor o a la comunidad inmediata, especialmente en muchas zonas de Asia. Esta contribución puede ser también indirecta; como actividad económica uniforme y fiable, especialmente en comparación con la pesca de captura tradicional, y como posibilidad de diversificación ofreciendo nuevas oportunidades. En aquellos lugares en que la seguridad alimentaria es un problema importante, los productores principales a menudo desarrollan su actividad en pequeña escala, en explotaciones familiares o comunitarias. Por lo que respecta a la orientación en materia de políticas y las opciones de objetivos de desarrollo concretos, la acuicultura ofrece la posibilidad de involucrar a los grupos desfavorecidos, con actividades orientadas a las mujeres o ayudando a los grupos desprovistos de tierras donde existan cuerpos de agua poco utilizados.

Se ha registrado una tendencia creciente de la influencia del sector comercial privado en detrimento del sector público tradicional. Ello ha comportado ventajas para el sector por lo que respecta a su eficiencia, competitividad y crecimiento dinámico, por lo que el sector privado (orientado al mercado) seguirá siendo el marco institucional adecuado para muchos aspectos del desarrollo de la acuicultura. No obstante, las instituciones del sector público seguirán desempeñando una importante función para asegurar que se obtengan los beneficios deseados y podrán facilitar orientaciones en materia de políticas generales y planificación, intervenir en la asignación de los recursos, prestar apoyo a la investigación, contribuir al mejoramiento de los recursos humanos y ofrecer un marco jurídico positivo para proteger a los productores y los consumidores y defender las oportunidades de los pequeños productores de entrar en el sector.

Uno de los aspectos fundamentales de la participación institucional es el que hace referencia a la integración del sector de la acuicultura en la ordenación general de los recursos naturales, tanto desde el punto de vista de la competencia por aprovechar los recursos entre este sector y otros usos económicos y sociales como desde el de la protección de la calidad de los recursos acuáticos idóneos para la producción acuícola.

La acuicultura debe asegurar su participación en la ordenación de los recursos por medio de las nuevas disciplinas relativas a la ordenación de la zona costera y de las cuencas hidrográficas, que entre las dos cubren la mayoría de los recursos acuáticos y tienen importancia para la producción acuícola. Los problemas de la sostenibilidad y de la conservación de la diversidad biológica tienen especial importancia para el desarrollo de la acuicultura a largo plazo.

Asimismo, para la acuicultura será importante prestar la debida atención al desarrollo de los recursos humanos a medida que el sector siga experimentando los importantes cambios y el crecimiento que están previstos. El apoyo a la investigación en ámbitos fundamentales de la ciencia y la tecnología será de vital importancia, dado que si bien los productores comerciales pueden resolver muchos problemas concretos, los productores en pequeña escala del sector semiintensivo, a quienes corresponde la mayor parte de la producción, seguirán necesitando dicho apoyo.