Este último capitulo no es un resumen, proque todas las secciones y capítulos que preceden están ya muy condensados. Se destina a poner de manifiesto algunos aspectos de los programas de desarrollo de las zonas montañosas de las cuencas hidrográficas y de sus poblaciones.
Hay que reconocer que la experiencia pasada es casi siempre desalentadora, principalmente porque es el Estado el que ha "hecho", el que ha "pagado", mientras que los principales interesados, los miembros de las colectividades locales, no han sido más que instrumentos ,y no participantes o socios.
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1/ El movimiento cooperativo africano: más fracasos que éxitos. René Dumont (Revue francaise d'études politiquea africaines. No. 59. 1970.)
2/ Véase la nota 1/ al pie de la página 109.
3/ Banco Mundial. "Preliminary Guidelines for designing watershed rehabilitation projects for bank financing", por John S. Spears y Raymond D.H. Rowe. Documento preparado para el Segundo Simposio del Banco Mundial sobre el Sector Agrícola. 1981.
Todas las actividades preliminares a los programas de desarrollo de las zonas montanosas exigen mucho tiempo. Hay que contar por generaciones para obtener una perspectiva suficiente que permita evaluar el cambio duradero de actitud y de costumbres, de comportamiento de los individuos y las comunidades, y apreciar las tendencias que se dibujan. Ahora bien, la mayor parte de los programas cometen el error capital de querer ir demasiado de prisa.
| El desarrollo es un proceso que tiene una iniciación muy lenta, que sufre muchos fracasos y retrocesos, antes de avanzar. |
El perfeccionamiento técnico y el progreso económico permiten el desarrollo del Hombre, y el desarrollo del Hombre favorece el progreso.
En todos los casos en que la ordenación de cuencas hidrográficas se ha combinado con medidas encaminadas a eliminar el desempleo, como ocurrió en Túnez, principalmente, no ha habido una continuación y una gran paste de las obras y otras realizaciones no se han mantenido.
También con frecuencia la planificación ha dejado que desear, por no haberse tenido en cuenta las necesidades de las poblaciones interesadas.
Para asegurar la protección de las zonas superiores de las cuencas hidrográficas, aguas arriba de los embalses, como han demostrado algunos casos, es preciso prever un presupuesto equivalente al 10 - 25%, por término medio, del costo de la construcción de la presa misma, sin perjuicio de que se trate de asegurar la rentabilidad de las medidas adoptadas contra la erosión.
Es indispensable que, mediante una información intensiva, el conjunto de la poblaci6n se percate de la gravedad del problema y que acepte los sacrificios necesarios para su solución. Este es el caso de Corea del Sud, entre otros.
Al desarrollo integrado de las zonas montañosas se oponen algunos frenos, algunos obstáculos que no pueden eliminarse más que por un cambio de actitud, por la evolución del comportamiento de los grupos de la población que poseen el poder de utilizar los bienes elementales de la producción, a saber: el sol y el agua, y que dominan los circuitos del suministro de insumos y los de la comercialización de los productos.
Según su origen y naturaleza se distinguen:
- limitaciones de orden cultural, prohibiciones, normas consuetudinarias en lo tocante a la función de las mujeres y los jóvenes;
- limitaciones en materia económica y social;
- obstáculos de carácter físico y técnico;
- frenos derivados de la debilidad de las estructuras sociales, de las instituciones, de la administración.
Las sociedades tradicionales son a menudo estáticas; se esfuerzan por conservar un equilibrio que ha sido el objetivo esencial de numerosas generaciones.
"La vida tradicional tiene su lógica, que no es la del desarrollo".
En efecto, el cambio supone la redefinición rápida de las situaciones. Ahora bien, la situación ha cambiado. La explosión demográfica ha provocado situaciones dramáticas porque se ha roto el equilibrio Hombre : Recursos naturales.
Una mejor valorización de estos recursos renovables, gracias a la tecnología moderna, puede permitir restablecer el equilibrio, para una o dos generaciones. Pero ¿después? Será necesario adoptar medidas que mantengan el equilibrio indispensable entre la producción y la población.
Algunos especialistas confían mucho en la instrucción de las jóvenes y en su participación en las actividades de desarrollo, para restablecer el equilibrio.
En cuanto a los jóvenes, ocurre frecuentemente que abandonen su familia, su aldea, porque se sienten frustrados por el hecho de que no pueden participar en el desarrollo de su comunidad como desearían, a causa de las normas consuetudinarias.
La principal es indudablemente la falta o la insuficiencia del acceso de los gricultores, ganaderos, productores forestales y otros a los elementos básicos de la producción: el suelo y el agua.
La redistribución de estos bienes en favor de los productores, o el establecimiento de contratos equitativos entre propietarios y productores, que sirvan para asegurar a estos últimos la seguridad a largo plazo en el disfrute de estos bienes, son indispensables para estimular la producción.
Las formas de ocupación de las tierras varían enormemente de una región a otra; son con frecuencia muy complejas y deben aclararse antes de toda intervención en el régimen de la propiedad rural y en el sistema de explotación.
En las zonas montañosas, hay muchas tierras de propiedad estatal. A veces, la administración de estas tierras se ha confiado a las autoridades locales, en interés de las poblaciones. Este es el caso de Nepal. En Honduras, son las cooperativas o las asociaciones de agricultores las que las explotan. Pero se trata de excepciones. La mayor parte de estas tierras, generalmente boscosas o de pastos, están superexplotadas.
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1/ G. Gosselin, en "Développement et tradition dans les sociétés rurales africaines". BIT. Ginebra.
2/Algunos países, India y Egipto, entre otros, han tomado tales medidas; otros no las admiten.
Los gobiernos conocen estas limitaciones. Se han dictado leyes para eliminarlas; se han preparado programas de reforma agraria y creado organismos para realizarlas; a pesar de todo, los progresos son lentos, porque las personas "acomodadas" luchan por conservar sus privilegios.
En otras partes, los programas de reforma agraria no se limitan a asegurar el acceso de los productores al suelo y al agua. Preven también la adopción de medidas con objeto de que los productores reciban el mayor beneficio posible de sus actividades. Para alcanzar este objetivo es preciso que los productores:
- posean todos una buena formación profesional (sin distinción de sexo);
- puedan procurarse los factores complementarios de producción en condiciones razonables, para hallarse en grado de aplicar la tecnología más apropiada;
- dispongan de los medios necesarios para la transformación, la elaboración de sus productos, con el fin de poder elevar sus ingresos y su nivel de vida gracias al valor añadido;
- controlen los circuitos comerciales hasta el estadio más próximo posible al consumidor;
- tengan acceso al crédito en condiciones razonables.
| Las instituciones cooperativas y similares permiten a los productores, sobre todo a los pequeños, disponer, en las mejores condiciones, de los servicios enumerados ut supra. |
La tecnología moderna dispone de todo un arsenal de medios que permiten la ejecución de trabajos gigantescos. Pero, el acceso a estos medios cuesta caro y no está al alcance de las poblaciones de las zonas superiores de las cuencas hidrográficas.El verdadero obstáculo reside pues en la disponibilidad de los fondos necesarios.
Con el tiempo, con la perseverancia, la buena voluntad y la unión de los interesados, pueden vencerse los obstáculos de carácter físico y técnico. En el pasado se han realizado trabajos enormes de conservación de suelos y de explotación de aguas en el arco alpino, pero también en extensas regiones montañosas de Asia y de América Latina.
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1/ La Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, (Roma, 12-2O julio 1979) ha subrayado, entre otras cosas, la importancia del acceso de los productores a la tierra, al agua y a los demás recursos naturales; la necesidad de la integración de la mujer en el desarrollo rural; el acceso a los factores de producción, a los mercados y a los servicios (véase el documento WCARRD/REP, julio 1979. Informe. FAO, Roma).
de las estructuras sociales,
de las instituciones,
de la administración.
El desarrollo, especialmente el de las zonas montañosas, no puede conseguirse de una manera duradera más que con la participación efectiva de las poblaciones interesadas, en un esfuerzo colectivo. Sólo se han registrado éxitos en los casos en que las colectividades estaban bien estructuradas, bien organizadas, institucionalmente, y en las que el grado de instrucción, de alfabetización, era relativamente elevado.
Las capas de la población más jóvenes, instruidas, son a menudo las más accesibles.
No se constituyen fácilmente instituciones cooperativas y similares de finalidad económica. Mientras no pueden funcionar normalmente, estas instituciones representan un freno más que una ayuda para el desarrollo.
La instrucción de los jóvenes, la alfabetización de los adultos, orientadas hacia objetivos precisos: producción, valoración de los productos, modernización de las estruoturas, etc. deben estimularse por todos los medios. No basta con considerarlos como complementos de las actividades de desarrollo, sino que hay que verlos como elementos fundamentales de los programas.
No ha de perderse de vista nunca el hecho de que la comunidad debe perseguir por sus propios medios la obra comenzada.
En cuanto a la administración, convendrá que ésta se ponga al servicio de los que desempeñan las funciones técnicas y les facilite la tarea en lugar de complicársela. Sus oficinas deben estar descentralizadas al nivel de las zonas de las actividades y delegarse en los funcionarios principales más poderes de decisión en materia financiera y administrativa.
La insuficiencia de personal competente constituye un impedimento grave.
Existen efectos colaterales favorables:
- aumento de la confianza mutua;
- mejor empleo del tiempo de la población local;
- menos resignación fatalista en cuanto a su suerte;
- desarrollo de hábitos de trabajo;
- la población ve dilatarse sus perspectivas y su horizonte;
La optimización del aprovechamiento de los recursos del ambiente montano y la protección de los valores de la zona aguas abajo en zonas densamente pobladas como los Himalaya en Nepal, no se puede lograr sino mediante una participación masiva de la población.
- menos sumisión a los "ricos" y a los "poderosos";
- actitud más realista hacia el ahorro, el crédito, y efectos colaterales desfavorables.
-si hay demasiados estímulos materiales y están distribuidos de una manera poco sensata, existe el peligro de discordia; por otra parte, los beneficiarios adquieren la costumbre de recibir asistencia;
- si los objetivos "sociales" preceden y superan a los objetivos "económicos", surge el descontento en la población, al no poder satisfacer sus necesidades de bienestar por sus propios medios.
Cada actividad del conjunto del programa debe ser objeto de una evaluación, tanto la extensión, las instituciones, las estructuras, la enseñanza, la alfabetización, la administración, como las realizaciones técnicas, sin olvidar el análisis crítico de los métodos aplicados.
La evaluación deberá tembién ser subjetiva y ocuparse de la actitud de las poblaciones (por grupos económicos y sociales) frente al programa, del grado de participación en las diversas actividades, del desarrollo económico y social de los individuos y las comunidades.
Los estudiantes y profesores de las universidades participan a veces en tales evaluaciones, en el ámbito de las actividades exteriores de las instituciones de enseñanza superior. Así ocurrió especialmente en Pakistán.
Por este medio, los futuros dirigentes del país se enfrentan directamente con los problemas plantedos por la conservación de los recursos naturales renovables y por el desarrollo de las zonas montañosas de las cuencas hidrográficas. Para que esta contribución sea fructífera a los programas, es preciso que esté bien preparada, es decir, que las universidades estén asociadas a los programas en el estadio de la concepción, que dicha contribución continúe y no sea solamente ocasional.
