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I Contexto de la reunión: Iniciativas para una producción y un comercio hortícola social y ambientalmente responsable

(Los capítulos I y II formaron parte del documento de fondo de la reunión enviado con anterioridad a ésta)

La sensibilidad pública sobre los temas de la producción agrícola y el comercio ha venido aumentando durante los últimos veinte años. Las crisis por la inocuidad en los alimentos y por las epidemias de enfermedades de los animales ha intensificado las inquietudes sobre las prácticas agrícolas intensivas. Los consumidores también han adquirido un mayor conocimiento acerca de las condiciones laborales y de los problemas que enfrentan los pequeños agricultores debido a los bajos precios de los productos.

Existe un creciente número de códigos de conducta para las compañías, algunos de los cuales se han extendido por la cadena de productos hasta llegar a los productores. Adicionalmente, las inquietudes de los consumidores han dado lugar a un número de iniciativas de certificación y/o etiquetado de productos, algunas auspiciadas por Organizaciones No Gubernamentales y otras por el sector privado. La certificación y etiquetado social y medioambiental son mecanismos con orientación al mercado que utilizan los incentivos de éste para fomentar mejoras en la gestión por encima del nivel mínimo requerido por ley para implementar las leyes que, de otra forma, serían difíciles de hacer cumplir o para sugerir un marco de condiciones donde las leyes formales pueden no existir. Con frecuencia hacen referencia a los tratados y convenios internacionales, a veces traduciéndoles a normas verificables para la implementación directa por los productores y/o vendedores. De esta manera, los programas voluntarios de certificación son complementarios a las estructuras regulativas e (ínter) gubernamentales y a los sindicatos, pero no las reemplazan, ni tienen la capacidad de hacerlo.

1.1 Los principales programas para el establecimiento de normas sociales y ambientales y de certificación en el sector de productos hortícolas tropicales

Las normas y códigos nacionales: Existen numerosas normas y códigos de conducta que dan tratamiento a los temas sociales y ambientales. Algunos han sido elaborados individualmente por una industria específica, mientras que otros son elaborados por coaliciones más amplias que pueden incluir a gobiernos, a ONG y a asociaciones de consumidores. Un ejemplo es el “Compromiso Ambiental” de la industria bananera de Costa Rica con monitoreo interno. Otro es el código de prácticas del consejo keniano de flores para las normas en la producción de oro y plata (Silver and Gold Standards Code of Practice of the Kenyan Flower Council) con monitoreo por el Bureau Veritas. El tercer ejemplo es el programa “Green Food Programme” en la China, con etiquetas de grados (A y AA), este último con la intención de que se le reconozca en los mercados internacionales como etiqueta de producto orgánico. De ningún modo son estos ejemplos exhaustivos, pero sirven para ilustrar una amplia gama de áreas geográficas, sistemas agrícolas y métodos de implementación de tales normas nacionales.

COLEACP Sistema armonizado para códigos de buena práctica en el sector de la horticultura:
COLEACP es una asociación multidisciplinaria de exportadores, importadores y otros interesados del comercio hortícola de la Unión Europea y de los países ACP. A fin de mejorar el reconocimiento de los productos ACP y de responder a las demandas para unas condiciones de producción social y ambientalmente responsables, COLEACP tomó la iniciativa de impulsar asociaciones de exportación hortícola para luego pasar a la armonización de sus Códigos de Prácticas. Actualmente están participando (diciembre 2002) trece asociaciones de productos frescos de nueve países de África y del Caribe. La estructura pretende proveer un conjunto mínimo de normas sociales y ambientales, y para la inocuidad en la alimentación, para su incorporación en los códigos nacionales.

Programa para la Agricultura Sostenible de SAN/Rainforest Alliance: La Red de la Agricultura Sostenible (SAN, antiguamente llamada red para la conservación de la agricultura (Conservation Agriculture Network - CAN)) es una coalición de ONG ambientalistas en las Américas. El programa ha establecido normas para métodos más sostenibles de producción para cinco productos tropicales: banano, cítricos, café, cacao y helechos/plantas ornamentales. Inicialmente el programa enfocaba el impacto ambiental de los métodos de producción y la conservación del hábitat, pero cada vez más incorpora normas para las relaciones de la comunidad y las condiciones laborales. La organización Rainforest Alliance es la fuerza principal detrás de la iniciativa y es el secretariado de SAN. El proyecto un “Banano Mejor” (Better Banana Project) y los sellos “ECO-OK” serán reemplazados por una nueva etiqueta “Certificado Rainforest Alliance”. Hasta el momento casi no se han utilizado las etiquetas sobre el producto, sino más en las actividades de relaciones públicas de los productores certificados y en las relaciones entre los productores y los compradores (importadores, mayoristas y minoristas).

Orgánico: La producción orgánica es la gestión holística del ecosistema agrícola que pone énfasis sobre los procesos biológicos y minimiza el uso de recursos no renovables. Esto incluye el mantenimiento de la fertilidad del suelo mediante el uso y reciclaje de materiales orgánicos. El uso de fertilizantes sintéticos y plaguicidas está prohibido. La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM) ha formulado cinco normas o estándares básicos, sobre los cuales los certificadores orgánicos pueden basar su estándar, con miras a una armonización internacional. Como lo dice su nombre, el Servicio Internacional de Acreditación Orgánica (IOAS) acredita los organismos de certificación que cuentan con programas de certificación orgánica la cual cumple con los estándares IFOAM. Durante la revisión de los Estándares Básicos de IFOAM, se fortalecieron los estándares para la gestión de ecosistemas. Continuas discusiones tienen lugar sobre si los estándares deben también incluir criterios para las condiciones laborales y sobre otros temas sociales, a los cuales sólo se les hace una referencia muy general.

Debido al creciente mercado de productos orgánicos, muchos países se han dado a la labor de elaborar sus propias regulaciones nacionales para estar en capacidad de proteger a sus productores y a sus consumidores de productos que falsamente proclaman ser orgánicos. La FAO / la Comisión del Codex Alimentarios de la Organización Mundial de la Salud, ha formulado directrices para el etiquetado de alimentos producidos orgánicamente, con miras a la armonización de las regulaciones nacionales.

El Comercio Justo: Las iniciativas del comercio justo pretenden facilitar un mejor acceso al mercado y mejores condiciones de comercio a los pequeños productores. Ello incluye el pago de un suplemento (prima) a los productores para la inversión en mejoras sociales y ambientales. En las unidades de producción de mayor tamaño, un objetivo adicional es el de mejorar las condiciones para los trabajadores. Las organizaciones de etiquetado del comercio justo (Fairtrade Labelling Organizations - FLO International) es una organización central que abarca a 17 iniciativas nacionales de etiquetado del comercio justo, que también incluye la representación de productores y comerciantes dentro de su junta directiva. FLO ha elaborado criterios de producción con orientación social y ambiental, que distinguen entre la producción por pequeños productores y la de plantación. Además, se han formulado estándares para el comercio, a los cuales deben dar cumplimiento los comerciantes licenciados por FLO. De manera complementaria a los estándares genéricos, existen estándares específicos para los productos. Actualmente los estándares de FLO existen para el café, el té, el cacao, la caña de azúcar, miel, fruta fresca, jugos o zumos de frutas, el banano, el arroz y las pelotas deportivas. Los estándares para el vino y las flores cortadas están siendo elaborados. A partir de enero de 2003 la unidad de certificación pasará a ser un organismo de certificación legalmente independiente.

El Código de Prácticas Laborales de la CIOSL/ITS: La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres adoptó, en diciembre de 1997, un texto para un “Código Básico de Prácticas Laborales”. El código tiene como objetivo establecer una lista de normas mínimas para su inclusión en todos los códigos de conducta de prácticas laborales. La idea central de este código es que los códigos de conducta deben incorporar la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva. El Código Básico pretende asistir a toda organización sindical en las negociaciones con empresas y en el trabajo de campañas con ONG que involucre los códigos de conducta. También puede utilizarse como punto de referencia en la evaluación y adopción unilateral de códigos de prácticas laborales.

Responsabilidad Social Internacional SA 8000: Esta norma para el sitio de trabajo fue elaborada inicialmente para la industria manufacturera en 1998 por la organización Social Accountability International (SAI). Es, en su esencia, muy parecida a la del Código Básico de CIOSL/ITS y promueve la implementación de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativos a la justicia social y a las condiciones laborales. Los convenios incluyen la prohibición del trabajo infantil forzoso, la ejecución de un ambiente laboral seguro y sano, los derechos de libre asociación sindical y a la negociación colectiva. SAI acredita a los organismos de certificación y audita las plantas de producción. Las empresas que realizan una importante cantidad de subcontratos con fuentes externas de suministro, pueden afiliarse al programa de miembros signatarios, que requiere que la compañía realice un plan para la adaptación de las plantas de la propia empresa, así como las de los abastecedores, a la certificación SA 8000 dentro de un período determinado de tiempo e informar públicamente sobre su progreso. El SA 8000 fue aprobado para su uso en el sector de la agricultura en 2000 y hasta el momento se han certificado 11 plantas agrícolas para el cultivo, empaque y procesamiento de banano, piña, tabaco y vino.

La Iniciativa del Comercio Ético(ETI): La Ethical Trade Initiative es una alianza de interesados múltiples en el Reino Unido. Cuenta con una estructura tripartita en la cual están representados las ONG, los sindicatos y el sector privado. La ETI enfoca el trabajo que las empresas contratan de fuentes externas, en particular, de las cadenas de minoristas. La ETI es una iniciativa de aprendizaje para ganar una perspectiva interna sobre la manera de ampliar e implementar las normas sociales. Para ello ha elaborado un Código de Base con 9 principios, con base en los convenios de la OIT. El Código de Base es parecido a la norma SA 8000. Las empresas involucradas en los programas de evaluación ejecutiva interna de negocios de la ETI evalúan el cumplimiento del Código Base ETI y subsecuentemente tratan de rectificar las discrepancias que surgieran en las evaluaciones. La ETI conduce varios proyectos piloto para aprender sobre: el monitoreo de la implementación del Código Base; la implementación de las normas laborales fundamentales como parte de la gestión de la cadena de suministro de cualquier país; la aplicación del Código Base en circunstancias que sean identificadas como potencialmente problemáticas, e implementando aspectos particulares del Código Base.

El proyecto hortícola de la ETI en Zimbabue resultó en la formación en este país de la asociación para la garantía ética agrícola (Agricultural Ethics Assurance Association of Zimbabwe - AEAAZ), una asociación tripartita de empresas locales, sindicatos y organizaciones de desarrollo. AEAAZ planea implementar un sistema de monitoreo y verificación de su propio código, que actualmente se encuentra en su versión preliminar.

Proyecto Race to the Top: Es un proyecto de colaboración de los principales minoristas de la multitud que existe en el Reino Unido y una alianza de organizaciones agrícolas, de conservación, laborales, de bienestar de los animales y del desarrollo sostenible. El proyecto está coordinado por el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (International Institute for Environment and Development – IIED). Éste le ofrecerá a los supermercados puntos de referencia independientes contra indicadores agrupados en siete módulos: medio ambiente (emisiones y residuos); precio justo a los productores; salarios y condiciones para los trabajadores; comunidades (fuentes locales); naturaleza (en la finca); bienestar de los animales y alimentos sanos. En 2002 se elaboraron los indicadores y las medidas y en 2003 se agruparán los datos de línea de base para medir el progreso realizado.

ISO 14001: Esta norma para los sistemas de gestión ambiental es parte de una serie de la Organización Internacional de Normalización (ISO). Ésta no establece objetivos cuantitativos y específicos de rendimiento, pero facilita un marco para un enfoque general estratégico para una política ambiental de la organización, planes y acciones, y persigue mejoras continuas. Un creciente número de granjas hortícolas están siendo certificadas mediante la norma ISO 14001.

EUREPGAP: EurepGap es un sistema de certificación impulsado por 22 cadenas de minoristas en gran escala que conforman el grupo principal de miembros de la asociación de minoristas Euro-Retailer Produce Association (EUREP). El enfoque central de las normas de buenas prácticas en la agricultura (GAP) recae sobre la inocuidad de la alimentación y la posibilidad de llegar hasta su origen. Éstas incluyen también normas ambientales (prácticas de lucha integrada) y sociales (temas de salud laboral), aunque han recibido críticas por su relativa ambigüedad. EurepGap también perseguía la armonización de requisitos para la higiene en la alimentación y el Máximo Límite de Residuos de plaguicidas en los alimentos. Este esfuerzo de armonización sólo ha tenido éxito en parte, si se considera que no todos los minoristas participan en este sistema y que las normas hacen referencia a las regulaciones gubernamentales existentes, que no son las mismas en todos los países europeos. EurepGap cuenta con una participación extendida de productores en el proceso de establecimiento de normas; los representantes de productores y minoristas ahora cuentan con el 50 por ciento de los puestos en el Comité Técnico responsable para las revisiones regulares. Con el tiempo, la certificación EurepGap puede pasar a ser obligatoria para aquellos productores que comercian con los minoristas que participan en EUREP.

1.2 La colaboración en la certificación social y ambiental

ISEAL Alliance: La Alianza de Etiquetado para la Acreditación Social y Ambiental Internacional, es un esfuerzo de organizaciones líderes en el establecimiento internacional de normas y estándares, la acreditación y el etiquetado, que sienten inquietud por los criterios sociales y ambientales en la certificación de productos y gestión de recursos renovables. Éstas abarcan a SAN, FLO, IFOAM, IOAS y SAI. Los objetivos principales de la Alianza son los de ganar la credibilidad y el reconocimiento de las organizaciones participantes, para defender intereses comunes y promover el mejoramiento profesional continuo de las actividades de sus miembros mediante el aprendizaje compartido, evaluación por iguales, elaboración de documentos de orientación y documentación de las mejores prácticas en el establecimiento de normas y procedimientos de certificación.

Proyecto SASA: cuatro miembros de ISEAL, a saber, FLO, IFOAM, SAI y SAN también se acometen al proyecto de la Responsabilidad Social en la Agricultura Sostenible (SASA sigla en inglés). Los objetivos del proyecto son la formación de alianzas entre las organizaciones y la elaboración de directrices e instrumentos para la auditoría social. El proyecto examina el impacto y las responsabilidades de los actores en la cadena de abastecimiento, las necesidades particulares de los productores en pequeña y mediana escala, y las posibilidades de auditorías integradas para los programas de certificación múltiple. A fin de lograr estos objetivos, se están realizando ocho auditorías piloto y organizando talleres que enfocan las normas específicas o procedimientos de certificación, por ejemplo, la certificación de un grupo de pequeños productores relativa a la auditoría social.

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