Página precedente Indice Página siguiente


SESION II. INFORMES DE PAISES

ARGENTINA

Introducción

El desarrollo social y económico de la Argentina se ha respaldado históricamente en una oferta relativamente abundante y equilibrada de energía basada principalmente en fuentes convencionales apoyadas por políticas orientadas exclusivamente al desarrollo de las mismas.

Los sectores modernos de la sociedad cuentan con una cobertura energética razonable y ésta se verá significativamente fortalecida por el establecimiento y aplicación, en el marco de la Reforma del Estado impulsada por el Gobierno Nacional, de normas y regulaciones que alientan y estimulan la participación activa del sector privado en la producción, transporte y distribución de electricidad, hidrocarburos líquidos y gas natural, permitiendo de esta manera que sea una actividad más dentro de la economía general donde la rentabilidad está estrechamente asociada con el riesgo y la eficiencia empresarial.

Paralelamente, coexiste un medio rural, diferente a la región pampeana, caracterizado por la elevada participación de actividades primarias en la conformación de su producto bruto, donde la incidencia de agentes minifundistas y pequeños productores del tipo familiar es elevada. Estos soportan escasez de recursos naturales y financieros, usufructúan parcelas pequeñas en función del núcleo familiar, la remuneración de la mano de obra es baja, el acceso al crédito y a tecnologías más modernas es dificultoso, la asistencia técnica que reciben es insuficiente y como consecuencia de su debilidad organizativa tienen poco poder de negociación en los mercados. Por la baja calidad de vida, por el escaso beneficio del trabajo y por la falta de esperanza en un futuro mejor, estas regiones rurales se convierten paulatinamente en fuertes expulsoras de población.

Un programa que tienda a revertir esta situación, debe necesariamente contemplar los siguientes aspectos:

En definitiva, se trata de diseñar las estrategias para el desarrollo rural sostenible, en las cuales la dendroenergía, además de contribuir a mejorar el medio ambiente, puede constituirse en un elemento dinamizador del mismo a través de programas de recuperación de bosques degradados y tierras marginales, programas de uso racional y eficiente de los dendroenergéticos en las operaciones y procesos de transformación y de complementación e integración con sistemas productivos existentes.

Breve descripción de la situación energética

La distribución del consumo de energía en los distintos sectores de la economía era en 1991 la siguiente: Transporte 34,2%; Industrial 30%; Residencial 24,1%; Comercial y Público 6%; Agro 5,7%. Se destaca un fuerte crecimiento de la participación del transporte con respecto a otros años. Por otro lado, la dependencia de la economía de los derivados del petróleo y gas natural, es significativa. En efecto, ambas fuentes representaban en 1991 casi el 80% del consumo total de energía del país.

Basados en la información tomada del Balance Energético Nacional (formato OLADE), la leña como tal, que representaba alrededor del 1% del total, se consumía sólo en el sector residencial. Nada más alejado de la realidad que esto, pues es suficientemente conocido que muchas agroindustrias (tabaco, yerba mate, té, aceites vegetales, jugos cítricos, secado de madera, secado de granos, entre otros) son fuertemente dependientes de la leña. En los Cuadros 1 y 2 respectivamente, se muestra la importancia de la biomasa en la Región Noreste de Argentina, NEA y el consumo total de las mismas en cada uno de los usos.

Cuadro 1. Región NEA (excepto Santa Fe). Importancia de la biomasa como fuente de energía (en tep)

SectorLeñaRestos biomasaCarbón vegetalGN+G LPDerivados petróleoEnergía eléctricaOtrosTotal
Doméstico Urbano88 125-11 56258 23812 10263 56885233 680
Doméstico Rural207 820-3 03110 58923 2535 246155250 094
Doméstico Total295 945-14 59368 82735 35568 814240483 774
Productivo Rural18 757--26276 3883 482489299 142
Industria118 567125 54314 652-148 64171 4531 123479 979
Transporte----657 976132-658 108
Servicios3 874-2 2256 96417 20433 0742063 361
Total437 143125 54331 47075 8171 135 564176 9551 8721 984 364

Fuente: Elaboración propia en base al Estudio NEA.

Desde el punto de vista estadístico, referirse en la actualidad al consumo de leña a nivel nacional no tiene sentido, dado que el sistema de recolección de información es aún deficiente, subestimándose el consumo de dicho energético. Por otro lado, aún no se ha incorporado en los balances nacionales la información obtenida durante la ejecución del Programa de Estudios Energéticos Regionales, tanto en la Región NEA como en la Provincia de Buenos Aires.

El recurso forestal. Situaciones de escasez de leña e impactos en el medio ambiente. Actividades en marcha

La Argentina no escapa al decepcionante fenómeno de la deforestación que se observa a nivel mundial. En la actualidad, y con referencia al patrimonio forestal original, se han perdido alrededor de las dos terceras partes de las masas boscosas nativas. Considerando la tasa anual de deforestación, el punto de extinción para nuestros bosques se proyecta hacia el año 2025–2028, el cual es compatible con las proyeccciones de FAO para el hemisferio sur (Merenson, 1992).

Cuadro 2. Región NEA (Excepto Santa Fe). Consumo neto total por fuente en cada uso (en tep).

FuenteCocciónCalentar
Agua
CalefacciónCalor ProcesadoSecadoFríoFuerza motrizIluminación
Leña222 26034 25042 69063 40072 120-2 420 
Restos Biomasa---125 534--- 
Carbón Vegetal7 2293761 025-16 000-- 
GND + GLP60 40010 7301 136----1 887
Derivados Petróleo4 52611 5558 15174 37065 55011 510943 81013 494
Energía Eléctrica-5 0584 415-7 61037 67083 81038 264
Otros-----3001 694-
Total294 41561 96957 417263 304161 28049 4801 031 74053 645

Fuente: Elaboración propia en base al Estudio NEA.

Contribuyen a la creciente pérdida de masas boscosas nativas las siguientes causas principales muy conocidas y comunes a cada una de las formaciones fitogeográficas :

De acuerdo con las estimaciones existentes, más de un tercio de la superficie total de la Argentina está más o menos afectada, o por lo menos amenazada por la desertificación. Las zonas más amenazadas son la meseta Patagónica, parte del Monte Occidental y la Puna, en el norte del país. Como zonas débilmente amenazadas se pueden indicar: parte del Parque Chaqueño (Chaco Semiárido) y partes del bosque Puntano-Pampeano.

Con excepción de aquellas zonas muy amenazadas por la desertificación, donde la población es escasa, no puede decirse que en la Argentina existen situaciones de aguda escasez de leña. Sí nos podemos referir a situaciones donde el déficit de leña es previsible a pesar de que el balance actual arroje un saldo levemente positivo, por ejemplo en el sur de la Provincia de Misiones, donde la leña de monte nativo es intensamente empleada en el procesado industrial de la yerba mate y té o en partes del Parque Chaqueño Arido donde, debido a la explotación irracional del bosque, el sobrepastoreo y en general el mal uso de la tierra, importantes zonas presentan una estructura del tipo fachinal caracterizada por un arbustal denso y algunos ejemplares de especies nativas de cierto valor económico.

Diversas actividades, que involucran a distintas instituciones gubernamentales (nacionales y provinciales) y no gubernamentales, apoyadas en muchos casos por agencias de cooperación internacional, se desarrollan en diferentes regiones del país con vistas a revertir situaciones críticas y consecuentemente promover el desarrollo sostenible del medio rural.

En este sentido, se pueden destacar las actividades en dos campos de acción de las siguientes instituciones:

  1. Desarrollo, promoción e implantación de sistemas de producción múltiple autosostenidos (agroforestería, forestería comunitaria, sistemas agro-silvopastoriles).

  2. Desarrollo, validación, y transferencia de tecnologías para la utilización eficiente y ambientalmente compatible de la biomasa forestal como combustible primario, tanto en las operaciones y procesos productivos como en el sector residencial.

Marco político, institucional y legal para el fomento de la dendroenergía

En la Argentina aún no es posible referirse a un plan o programa director para el desarrollo rural, y consecuentemente al rol de la dendroenergía como uno de los elementos dinamizadores del mismo.

Las actividades y experiencias mencionadas anteriormente y en general otras acciones, se llevan a cabo con el apoyo de programas nacionales o regionales dentro del marco de políticas de carácter parcial normalmente vinculadas con promociones especiales; por ejemplo, el reciente Régimen de Promoción para Forestaciones de Pequeños Productores y Desarrollo Regional Forestal -Resolución 845 de la Secretaría de Agricultura (SAGP)-, que indudablemente marca el inicio de una nueva etapa en el sector forestal.

En el marco institucional, los conceptos de dendroenergía, agrosilvicultura, agroforestería y su incorporación a las estrategias de desarrollo rural y forestal de las comunidades, aún no ha sido contemplado por las autoridades del orden nacional, aunque se advierte una definida posición en algunas instituciones acerca del rol que pueden y deben jugar los sistemas agroforestales en dicho desarrollo (Kozarik, 1992).

Dos hechos auspiciosos deben ser destacados: la creación y definición de responsabilidades y acciones de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano (SRNAH) y la definición de la nueva estructura de la Secretaría de Energía. En ambos casos, las acciones previstas contemplan, entre otros aspectos, el desarrollo de programas y proyectos para la utilización sostenible de las masas boscosas nativas, en el primero, y la utilización de fuentes renovables de energía en un contexto de preservación ambiental, en el segundo.

Por último, se señala que la SRNAH, a través de la Dirección de Recursos Forestales Nativos, y la SAGP, a través de la Dirección de Desarrollo Forestal, se encuentran trabajando en la elaboración del Plan de Acción Forestal Argentino y en la nueva Reglamentación de la Ley sobre Defensa de la Riqueza Forestal.

Conclusiones y recomendaciones

La Argentina no escapa al fenómeno de la deforestación causada principalmente por la incorrecta asignación de usos de la tierra y la explotación irracional a que son sometidas las masas boscosas nativas, lo que conduce al paulatino deterioro ecológico y a un más pronunciado empobrecimiento de las comunidades rurales.

La recuperación del recurso forestal en zonas degradadas y marginales es prioritario, dado que el mismo es vital para el mantenimiento ambiental y consecuentemente para lograr sistemas productivos autosostenidos de uso múltiple.

La componente energética por excelencia de estos sistemas productivos es la dendroenergía, dado que la misma puede constituirse en uno de los elementos dinamizadores del desarrollo rural sostenible, mediante el desarrollo de programas específicos de recuperación de masas boscosas degradadas y tierras marginales, de programas sobre uso racional y eficiente de la biomasa como fuente primaria de energía y de programas de integración y complementación con sistemas productivos locales.

Diversas actividades se desarrollan en el país involucrando a instituciones que trabajan en el campo de los sistemas productivos de uso múltiple como a aquéllas que actúan en temas específicamente dendroenergéticos. Una mayor integración de objetivos y acciones, como así también la directa responsabilidad en la ejecución de los proyectos que se diseñen en el marco de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía, coadyuvará indudablemente en la consecución de resultados esperados en el camino de la búsqueda de soluciones válidas a los problemas que se registran en el medio rural.

Bibliografía Consultada

GTZ, Documentación sobre la Cooperación Técnica Alemana en la Argentina. Boletín Actividades de GTZ, 1993.

GTZ, Boletín del Proyecto “Desarrollo Agroforestal en Comunidades Rurales del Noroeste Argentino”, 1993, № 2, 3, 4, 5, 6.

INSTITUTO DE ECONOMIA ENERGETICA/FUNDACION BARILOCHE. Análisis de la Contribución de la Biomasa Forestal a la Producción de Energía en América Latina y el Caribe. Buenos Aires, 1991.

INSTITUTO FORESTAL NACIONAL. Argentina Forestal. Síntesis de la Situación. Políticas y Proyecciones. Corrientes, Argentina, 1988.

INSTITUTO SUBTROPICAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES. Documento Mesa Redonda sobre “Sistemas Agroforestales en Misiones”, Misiones, Argentina, Junio 1992.

KARLIN, W. y COIRINI, R. Sistemas Agroforestales para Pequeños Productores de Zonas Aridas. Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, Argentina, 1991.

KOZARIK, J.C. Los Sistemas Agroforestales en la Argentina. Serie Técnica № 2, Instituto Subtropical de Investigaciones Forestales. Misiones, Argentina, 1992.

MERENSON, C. Desarrollo Sustentable Deforestación. Plan Forestal Argentino. Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano. Buenos Aires, 1992.

SECRETARIA DE ENERGIA DE LA NACION. Anuario de Combustibles, 1991; Anuario de Energía Eléctrica, 1991.

BOLIVIA

Sin duda alguna, la biomasa forestal en el contexto latinoamericano es importante dentro de lo que significa el desarrollo rural de nuestras regiones. Este hecho ha sido analizado y plasmado en valiosas experiencias y recomendaciones, y en encuentros tales como los llevados a cabo por la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía en San José, Costa Rica en 1990 y en Itajuba, Brasil en octubre de 1991.

En Bolivia los esfuerzos realizados con la leña y el carbón vegetal principalmente, están siendo encaminados hacia un adecuado manejo del recurso forestal. Este objetivo ha sido reforzado con la adopción de medidas políticas tales como “La Pausa Ecológica Histórica”, promulgada en 1991 y que dentro del capítulo referente a la leña y carbón vegetal como materiales generadores de energía, apunta principalmente a la protección ambiental, a la sostenibilidad del bosque y al mejoramiento de los sistemas de producción de carbón vegetal.

De acuerdo a los programas y planes tanto nacionales como regionales, se han realizado diversas actividades que están permitiendo cuantificar y analizar el aprovechamiento de la leña en el ámbito rural, concientizando inicialmente al poblador rural sobre el uso racional del recurso para su propio beneficio.

Como marco referencial se pueden mencionar dos proyectos que en la actualidad se vienen desarrollando.

1. Proyecto uso de la leña y otros combustibles en la pequeña industria

Este proyecto, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Suecia a través del Stockholm Environment Institute (SEI) y la participación de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL) de Guayaquil, Ecuador, tiene un alcance nacional, abarcando los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba y Chuquisaca. En una primera etapa, el Centro de Desarrollo Forestal (CDF) es el ente gubernamental de contraparte.

Este proyecto, dentro de su primera fase, tiene como finalidad elaborar un diagnóstico del uso de la leña en pequeñas industrias rurales, lo cual permitirá efectuar un análisis que lleve a la optimización de la utilización de los recursos dendroenergéticos. Además de la leña, se consideran pastos como la thola (Baccharis sp.) y combustibles de origen animal, en la parte altiplánica de Bolivia.

Sin duda alguna, la elaboración de este diagnóstico permitirá identificar las causas y efectos, tanto ambientales como la magnitud de la explotación de los recursos forestales, hecho que ha de permitir la adopción de medidas y decisiones dirigidas a la optimización de la utilización de este tipo de combustible en pequeñas industrias rurales.

2. Proyecto manejo de bosques y mejoramiento de sistemas de producción de carbón vegetal

La producción de carbón vegetal de uso industrial ha venido cobrando un gran interés dentro del desarrollo del sector forestal, debido principalmente, a los altos índices de explotación forestal que vienen registrándose en las zonas productoras.

Los principales consumidores de carbón vegetal son aquellas empresas dedicadas a la fundición de minerales, siendo la principal, la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF - Vinto), que requiere alrededor de 15 000 a 17 000 t/año de carbón, estando la planta trabajando a un 50% de su capacidad.

Dentro de este ámbito, el Centro de Desarrollo Forestal y la Empresa ENAF vienen ejecutando un proyecto en el departamento de La Paz, que permitirá dar los lineamientos para el manejo del recurso forestal y el mejoramiento y optimización de los sistemas de producción.

Las expectativas centradas en este proyecto y sus alcances permitirán extender su ámbito hacia otros departamentos productores de carbón, tales como Santa Cruz, Chuquisaca, y Cochabamba; esperando concretizar su ejecución a través del financiamiento externo.

Si bien los energéticos líquidos vienen expandiéndose en el mercado de las zonas rurales, Bolivia actualmente enfrenta problemas de transporte que incrementan en gran medida sus precios finales. Por otra parte, el bajo poder adquisitivo del campesino imposibilita la adquisición de estos combustibles, hecho que actualmente incrementa el uso de la leña como combustible doméstico.

Si bien las zonas rurales constituyen en su conjunto una gran masa consumidora de leña destinada al uso doméstico, existen problemas con el uso de la leña en cocinas, las que de una forma u otra podrían ser mejoradas para reducir el consumo de leña.

Dentro de este ámbito, regiones tales como la del Altiplano, se ven carentes de material vegetal originario, como es la thola, debido a la inexistencia de un manejo de esta especie y factores tales como el pastoreo y la agricultura que han mermado en forma alarmante su existencia, considerándose una zona prioritaria de atención.

Por otra parte, las regiones del sur del país, como los valles de Tarija, también se han convertido en puntos neurálgicos del consumo de leña, ya que actualmente los volúmenes de consumo han alcanzado serias expectativas, presentándose niveles de erosión que vienen afectando el sistema de cuencas de la región y alterando el equilibrio ecológico.

Zonas productoras de carbón vegetal, tales como Inquisivi en La Paz, regiones de los departamentos de Santa Cruz y Chuquisaca principalmente, requieren una atención prioritaria para obtener un adecuado manejo del recurso y alcanzar niveles óptimos de productividad en la conversión.

Además de los esfuerzos regionales que se vienen desarrollando, tales como los descritos anteriormente, el Plan de Acción Forestal de Bolivia ha concebido el problema dendroenergético principalmente en tres proyectos, que a la fecha se encuentran en la etapa de búsqueda de entidades financiadoras.

  1. Establecimiento de bosques energéticos (Departamentos: La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca)

  2. Sustitución del consumo de leña por gas licuado y/o natural (Departamento de Tarija)

  3. Estudio de factibilidad para el establecimiento de empresas forestales comunales (Nacional)

Sin duda alguna, la atención que merece este sector es prioritaria para mantener el equilibrio ecológico de las zonas rurales así como para reducir los impactos ambientales, dirigiendo toda acción a la optimización de los sistemas dendroenergéticos, basados especialmente en los actuales lineamientos de la Pausa Ecológica Histórica que fortalece la adopción de medidas técnicas, con miras al futuro inmediato.

Estadísticas dendroenergéticas

El estudio más detallado que se ha realizado en el país, fue elaborado bajo el auspicio de la OEA en 1995, dentro del Programa de Regionalización Energética, sentando las bases que diagnostica la situación dendroenergética. A partir de este estudio, se han realizado evaluaciones en aquellas regiones consideradas de importancia. Los datos que se detallan han sido proyectados en consideración a algunos parámetros de consumo y producción, según sea el caso, basados en los descritos en el estudio de referencia. Para el consumo de leña se tienen:

Zona Altiplánica2,05 kg/habitante-día
Zona de los Valles2,70 kg/habitante-día
Zona Tropical4,60 kg/habitante-día

Actualmente, las estadísticas del sector energético se centran en el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, que en la mayoría de los casos sólo abarcan datos de recursos energéticos líquidos.

Los datos sobre producción y consumo de leña son actualmente estimaciones, sin embargo, los valores mostrados brindan un acertado espectro de este rubro, que viene a ser fortalecido con programas específicos en las áreas rurales.

En el caso del carbón vegetal, y dada la importancia que ha adquirido en la conservación y aprovechamiento del recurso forestal, se está volcando la atención en forma prioritaria a este rubro, mediante proyectos regionales que permitirán realizar un manejo adecuado del recurso forestal por medio de plantaciones energéticas, así como el mejoramiento de sistemas de producción que permitirán optimizar los volúmenes de aprovechamiento de los recursos forestales.

La recolección de datos para este rubro está a cargo del Centro de Desarrollo Forestal, a través de sus oficinas a nivel nacional. Los datos de consumo de leña y aprovechamiento forestal para la elaboración de carbón vegetal, revisten vital importancia, puesto que ello lleva a la adopción de políticas y lineamientos tendientes a la optimización de los sistemas dentroenergéticos.

Consumo nacional de energéticos sólidos orgánicos

AñoUnidadLeñaCarbón vegetalBagazoEstiércol secoTotal
1979t2 460 97911 288842 149437 3263 751 742
tep819 1898 184151 58791 4871 070 447
%76,530,7614,168,55100
1980t2 513 11115 440850 066449 5953 828 212
tep836 11110 980153 11994 0551 094 265
%76,42113,988,59100
1981t2 548 70118 573793 218453 3713 813 863
tep848 37813 465142 77994 8451 099 467
%77,161,2212,998,63100
1982t2 539 45416 274729 666458 4753 743 869
tep845 37911 799131 34095 9131 084 431
%77,951,0912,118,85100
1983t2 565 2059 781672 684461 6603 709 330
tep867 1064 343115 07399 1141 085 636
%79,160,6611,228,95100
1984t2 605 9325 989639 291473 7773 724 989
tep867 1064 343115 07399 1141 085 636
%79,870,410,69,13100
1985t2 681 3563 747679 105478 4083 842 616
tep891 7902 717122 239100 0841 116 830
%79,850,2410,958,96100

BRASIL

Apresentação

Este trabalho tem por objetivo apresentar a situação atual da dendroenergia no Brasil. São abordados aspectos institucionais com relação à política brasileira em dendroenergia bem como são apresentados alguns impactos ambientais associados ao uso da lenha. São apresentados ainda dados estatísticos sobre o consumo nacional de lenha e carvão vegetal e de outras fontes de energia primária, bem como a metodologia utilizada para a quantificação destes consumos. Finalmente analisa-se alguns aspectos de interesse para o Estado de Minas Gerais.

Política brasileira de dendroenergia

Não se pode afirmar que existe uma política definida para a dendroenergia à nível nacional. Na área governamental, o IBAMA - Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais, vinculado à Secretaria do Meio - Ambiente, é o responsável pela formulação da política florestal, além da promoção de medidas para utilização e desenvolvimento dos recursos dendroenergéticos no Brasil. Com relação à área energética, cabe à Secretaria Nacional de Energia, subordinada ao Ministério das Minas e Energia, o levantamento de dados estatísticos de produção e consumo para elaboração do Balanço Energético Nacional, além da Matriz Energética Nacional. Destaca-se ainda a existência de vários institutos de pesquisa vinculados à outros orgãos governamentais que também atuam, de forma isolada, em dendroenergia, além de instituições a níveis estadual e municipal e diversas outras de caráter privado. Desta forma, tem-se no Brasil uma estrutura bastante diversificada com relação ao tema[1].

Pode-se dizer que a política brasileira em dendroenergia se resume a uma política florestal com leis regulamentando a produção e o uso de recursos florestais. Mais recentemente, com a valorização dos aspectos ambientais através de legislação própria, a utilização da lenha volta a receber especial atenção. Considera-se que havendo bases para uma exploração sustentada e com seu uso bem conduzido, tem-se que o emprego da lenha caracteriza uma forma renovável de energia com efeitos ambientais desejáveis.

Em 1991, através da realização do Reexame da Matriz Energética Nacional pela Secretaria Nacional de Energia, foram formuladas recomendações onde se destaca a implantação de sistemas de planejamento energético descentralizado e Planos Diretores de Meio Ambiente para cada setor energético. Mais especificamente com relação à dendroenergia, propoem-se: a criação de linhas de créditos para financiar programas de reflorestamento com fins energéticos (ou com finalidades múltiplas), visando principalmente os pequenos e médios produtores rurais; que sejam proporcionados espaços para o uso racional da lenha e do carvão vegetal, coibindo o uso predatório das matas nativas e ainda que se viabilizem condições para a realização de programas de pesquisa e desenvolvimento nas áreas de produção e uso da madeira. Destaca-se que quaisquer que sejam as medidas tomadas, recomenda-se que sejam incorporadas variáveis sociais e ambientais no seu planejamento, implantação de operação, de forma compatível com a Política Nacional do Meio Ambiente[2].

No entanto, observa-se que muito pouco, ou quase nada, vem sendo realizado a nível nacional. A nosso ver, a própria situação econômica mundial e principalmente a recente situação política pela qual o Brasil passou e está passando, muito contribuiu para isto, uma vez que vários Ministérios foram desativados, o mesmo acontecendo com Secretarias e Institutos de Pesquisas, que se não foram desativados, foram sumariamente abandonados.

Desta forma, espera-se que com a tendência de estabilização política e econômica do país, possa-se concretizar uma política dendroenergética efetiva, constituida por objetivos, mecanismos e recursos, de forma a se ter o uso da lenha em bases racionais.

O uso da lenha no Brasil

A lenha, até os anos sessenta, era a fonte de energia mais importante para o país. No entanto, sua participação na Matriz Energética Brasileira, nos anos seguintes, foi se restringindo de forma bastante rápida, caindo de 42% em 1970 para 15% em 1990. No ano de 1992, a lenha foi responsável por cerca de 17% da produção de energia primária e a aproximadamente 14% do consumo total de energia no Brasil, correspondendo a uma demanda de cerca de 83 000 000 toneladas para aquele ano [3].

Os Quadros 1 e 2, a seguir, apresentam a evolução do consumo total de energia primária em TEP e %, respectivamente, ao longo dos últimos anos. Os Quadros 3 e 4 mostram, respectivamente para a lenha e o carvão vegetal, a variação do consumo e sua composição nos setores da economia nos últimos anos. Estes quadros foram elaborados com base no Balanço Energético Nacional, cuja metodologia será apresentada posteriormente.

Observa-se pelos quadros apresentados, que o consumo de lenha e carvão vegetal tem se mantido estável com tendência de queda nos dois últimos anos. Este fato se justifica pelo êxodo rural que vem ocorrendo no Brasil neste período, além da substituição da lenha por outros combustíveis tanto no setor residencial, onde seu consumo restringiu-se de forma acentuada com o uso do fogão a gás liquefeito de petróleo, quanto no setor agropecuário, este último de menor importância relativa.

Quadro 1. Consumo total de fontes primárias (1 000 tep)

CONSUMO TOTAL DE FONTES PRIMÁRIAS (10*3 tEP)

Quadro 1
Petróleo46.79454.31954.12459.5759.77159.91556.72659.261
Hidráulica24.04537.38348.31257.37759.3659.94563.15764.778
Lenha31.48330.69532.92232.15832.54128.1827.09125.469
Produtos da Cana4.6629.08216.34218.50617.96617.93719.52218.517
Outras4.3647.28111.97816.03515.77715.50617.61217.093

Observa-se ainda o crescimento significativo do consumo de lenha no setor industrial e principalmente no setor de transformação, sendo neste caso seu uso destinado quase que totalmente ao setor siderúrgico através do carvão vegetal.

Quadro 2. Consumo total de fontes primárias (%)

CONSUMO TOTAL DE FONTES PRIMÁRIAS (%)

Quadro 2
OUTRAS3,95,47,38,68,58,69,69,2
PRODUTOS DA CANA4,26,51010,19,79,910,610
LENHA28,322,120,117,517,615,514,713,8
HIDRÁULICA21,626,929,531,4323334,335
PETRÓLEO4239,133,132,432,23330,832

Metodoloqia para a lenha no balanço energético

No Brasil, a Secretaria Nacional de Energia é o orgão responsável pelo levantamento de dados estatísticos de produção e consumo de lenha e carvão vegetal para elaboração do Balanço Energético Nacional. Esta produção é determinada a partir dos dados de consumo, não se levando em conta a variação de estoques. Os dados de consumo setorial de lenha, à exceção das Indústria de Papel e Celulose, Cimento, Pelotização e de Não-Ferrosos, das quais são levantadas informações de consumo real, são obtidos através de interpolações ou extrapolações dos dados do projeto “Matriz Energética de 1970”, dos censos do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística, IBGE, e mediante correlações com o consumo setorial dos outros energéticos, como é o caso do Gás Liquefeito do Petróleo, GLP, no setor residencial. Para o carvão vegetal, o consumo setorial industrial é obtido diretamente dos consumidores e o consumo dos outros setores é obtido da mesma forma que a lenha. A produção de carvão vegetal é calculada através de seu consumo, levando-se em conta um percentual de perdas na distribuição e armazenagem [3].

Quadro 3. Consumo de lenha (106t)

CONSUMO DE LENHA (10*6 t)

Quadro 3
TRANSFORMAÇÁO21.43329.75739.99543.19645.87750.87941.63238.495
AGROPECUÁRIO12.610.4299.0358.48.057.676.8
INDUSTRIAL11.9211.27219.87820.8219.8618.74317.38617.295
RESIDENCIAL56.33648.33238.09832.8530.84828.73525.68725.583

Destaca-se que no decorrer dos anos, foram feitas reavaliações de consumo setorial e assim, com a disponibilidade de dados do censo IBGE de 1980, além de informações recebidas de associações privadas relacionadas com os setores considerados e da análise de balanços energéticos de países vizinhos, adotou-se novos valores de densidades e poder calorífico para a lenha, concluindo-se nesta oportunidade que os dados levantados até então estavam subestimados. Desta forma, hoje adota-se no Brasil uma densidade de 390 Kg/m3st e um poder calorífico de 3 300 kCal/Kg para a lenha no setor industrial, ao passo que para seu uso no residencial adota-se uma densidade de 300 Kg/m3st [4]. Destaca-se ainda que para o caso do setor residencial, definiu-se uma nova série de consumo de lenha na cocção de alimentos a partir da análise dos seguintes dados de pesquisas [5]:

Quadro 4. Consumo de carvao vegetal (1 000 t)

CONSUMO DE CARVÃO VEGETAL (10*3 t)

Quadro 4
OUTROS0.1040.1220.1310.1180.1040.110.1050.11
RESIDENCIAL1.071.2861.3951.211.1661.0920.990.95
INDUSTRIAL3.4925.2077.6148.5019.19710.4538.4097.727

Cabe acrescentar que os dados apresentados hoje pelo Balanço Energético Nacional são estimativas não definitivas até que outras pesquisas possibilitem uma nova análise do assunto, mas certamente são mais depurados que os apresentados anteriormente.

A situação em Minas Gerais

O Estado de Minas Gerais localiza-se na Região Sudeste do Brasil, tendo sido responsável em 1991 por 16% da demanda final de energia do País. No que diz respeito à lenha e derivados, este Estado foi responsável neste período por 37% do total consumido, com destaque para o setor industrial com aproximadamente 77% deste valor, consumido basicamente como carvão vegetal em indústrias siderúrgicas, responsáveis por cerca de 34% do gusa produzido por siderúrgicas brasileiras.

Quadro 5. Fontes energéticas

Quadro 5

Fonte: CEMIG

Os Quadros 5 e 6 mostram a demanda regional de energia por setores e fontes energéticas, onde observa-se que o setor industrial é o maior consumidor de energia e também a importância da lenha e derivados, responsável por 32, 9% da demanda [6].

Devido à importância da lenha na Matriz Energética Estadual e verificando que um dos maiores problemas do Estado é o elevado consumo de lenha de matas nativas, cerca de 67% do total, provocando desequilíbrio ambiental acentuado, foi criada a Lei Florestal № 10561 de 1991, que estabelece um limite de 5 anos para que todo o carvão vegetal em Minas Gerais, seja produzido a partir de matas plantadas. Além disto, está sendo lançado o Plano Energético Integrado para Minas Gerais, sob responsabilidade da Companhia Energética de Minas Gerais, CEMIG, sob a coordenação do Conselho Estadual de Energia, onde apresenta-se diversas recomendações referentes à lenha e carvão vegetal.

Quadro 6. Consumo de lenha e derivados por sector

Quadro 6

Fonte: CEMIG

O Quadro 7, a seguir mostra a evolução da participação percentual de lenha de florestas nativas e plantadas, usada para fabricação de carvão e queima direta nos últimos anos.

Impactos ambientais

Com relação à aspectos ambientais pode-se afirmar que sãõ insignificantes os impactos associados ao uso da lenha para fins domésticos no Brasil, pois ainda que o volume consumido seja grande, apresenta-se disperso em todo território nacional. Contudo, existe impacto ambiental localizado devido a usos industriais, pouco quantificado, mas já atingindo níveis preocupantes. Citam-se a seguir algumas situações onde tais implicações negativas da dendroenergia são observadas. Um exemplo é o desmatamento por carvoeiros para fornecimento de redutor a ser empregado em alto fornos de pequenas siderúrgicas na Região Amazônica próxima ao Projeto Carajás, no Estado do Pará. No extremo Sul do País, extensas regiões têm sido desmatadas para fornecimento de lenha para secagem de fumo, acarretando inclusive preocupação quanto à viabilidade desta agroindústria. E em algumas regiões do semi-árido do Nordeste brasileiro a produção de carvão e lenha para agroindústrias diversas, com relevância para as indústrias cerâmicas, tem reduzido de modo intenso os recursos florestais nativos. Com excessão destas regiões do Nordeste do Brasil, que já foram estudadas pelo Projeto FAO-IBAMA e para as quais se espera algum tipo de ação para reversão desta situação, não existe ainda nenhuma outra ação efetiva de racionalização da produção e uso de lenha, buscando sua sustentabilidade e maximizando seus benefícios ambientais.

Quadro 7. Evolução da participação de lenha de florestas nativas e plantadas. Carvão e queima direta. 1983–1991

Quadro 7

Fonte: CEMIG

Concluindo, cabe destacar que, embora não existam evidentes processos de desertificação associados à utilização da lenha no Brasil e que o desmatamento que vem ocorrendo apresenta-se basicamente vinculado à questões de ocupação de solo e práticas agrícolas predatórias, há um amplo espaço para açoes de carácter ambiental, em especial para os contextos acima citados.

Ações para uma dendroenergia racional

Apesar da complexa estrutura institucional brasileira no tema e dos problemas citados anteriormente, quanto à implementação de uma política dendroenergética efetiva, alguns órgãos a nível estadual e mesmo de caráter privado, conseguiram realizar trabalhos no intuito de preservar e proteger os recursos florestais, estimulando a dendroenergia em bases racionais.

Este é o caso, por exemplo, do Estado de São Paulo e de Santa Catarina, através das denominadas “associações de reposição florestal”, formadas basicamente pelos próprios consumidores de madeira. Em condições normais, todos os pequenos e médios consumidores de lenha são obrigados a recolher uma taxa ao IBAMA, calculada de acordo com o volume de madeira utilizada, para a reposição florestal. Na prática, este dinheiro recolhido tem na maioria das vezes outras destinações que não a de reflorestamento, como deveria ser. Através destas associações, com autorização governamental, o dinheiro recolhido pelo consumo de lenha é aplicado para reflorestamento na região de consumo. Em São Paulo, doze associações de recuperação florestal foram responsáveis pelo plantio de 11 milhões de árvores nos últimos seis anos. Estas associações não partiram para a criação de florestas próprias, mas tornaram possível o plantio de árvores por agricultores da região, através da entrega de mudas e assistência técnica gratuita. Além disto, essa opção permitiu que a taxa antes recolhida ao Governo, fosse reduzida em cerca de quatro vezes.

Destaca-se que é priorizado o uso de áreas ociosas ou impróprias para o cultivo de alimentos e é incentivado o consorciamento do plantio com outras lavouras, como por exemplo o arroz ou milho, tendo-se assim uma fonte de recursos enquanto se espera o ponto de corte da árvore. Existe também a opção de se manter pastagens na mesma área. Outros estados tais como, Minas Gerais, Paraná e Mato Grosso do Sul estão abraçando esta idéia e iniciando a formação de associações semelhantes.

Conclusões

Estas notas procuraram mostrar que a lenha permanece como um energético básico no Brasil, e embora venha reduzindo sua participação na composição da demanda residencial, vê ampliada sua demanda industrial. Tal evolução indica a possibilidade de se incrementarem os efeitos negativos sobre o meio ambiente, que de um modo geral estão ausentes na oferta para usos domésticos, mas podem ser notados quando se considera o contexto industrial. Neste sentido ganham importância todas as ações que possam ser desenvolvidas visando ampliar a oferta de lenha em bases sustentáveis e incrementar a eficiência de sua utilização. Neste propósito, como uma forma de aproximação entre estudiosos e interessados em dendroenergia e de divulgação dos métodos e resultados neste campo, a Rede Brasileira de Cooperação Técnica em Dendroenergia pode tornar-se cada vez mais um instrumento efetivo.

Bibliografia

  1. NOGUEIRA, L.A.H., La Dendroenergia en Brasil, Oficina Regional de la FAO para America Latina y el Caribe, Santiago, 1992.

  2. MINISTÉRIO DA INFRAESTRUTURA, Reexame da Matriz Energética Nacional, (Decreto № 99503/1990), Brasília, 1991.

  3. DEPARTAMENTO NACIONAL DE DESENVOLVIMENTO ENERGÉTICO, Balanço Energético Nacional e Boletim do Balanço Energético Nacional, Secretaria Nacional de Energia, Brasilia, diversos anos, até 1992.

  4. COMITÊ COORDENADOR DO BALANÇO ENERGÉTICO NACIONAL, Novo Fator de Conversão para Lenha, Nota Técnica COBEN 04/88, Secretaria de Tecnologia, Ministério das Minas e Energia, Brasília, 1988.

  5. COMITÊ COORDENADOR DO BALANÇO ENERGÉTICO NACIONAL, Avaliação do Consumo Residencial de Lenha e Carvão Vegetal do Balanço Energético Nacional, Nota Técnica COBEN 07/88, Secretaria de Tecnologia, Ministério das Minas e Energia, Brasília, 1988.

  6. DEPARTAMENTO DE PLANEJAMENTO ENERGÉTICO/COMPANHIA ENERGÉTICA DE MINAS GERAIS, Balanço Energético de Minas Gerais - 1992, pré-print, Belo Horizonte, 1993.

  7. CONSELHO ESTADUAL DE ENERGIA/COMPANHIA ENERGÉTICA DE MINAS GERAIS, Plano Energético Integrado para Minas Gerais, Belo Horizonte, 1993.

  8. FURTADO, R., Reflorestamento, Revista Globo Rural, Editora Globo, São Paulo, agosto de 1993.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente