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Mesa 2. Capacitación y Asistencia Técnica

Moderador: Dr. Esteban Valtierra Pacheco
Relator: Dr. Humberto Vaquera Huerta

SERVICIOS INTEGRADOS DE ASISTENCIA TÉCNICA

Sr. Alberto Gómez Flores
Coordinador Ejecutivo Nacional de la UNORCA

RESUMEN

En la ponencia se abordan cuatro puntos: qué esperamos de la asistencia técnica, experiencia de la UNORCA en capacitación, problemática que observamos en cuanto a los servicios integrados de asistencia técnica, y algunas propuestas para considerarse en un sistema de asistencia técnica.

Consideramos que la asistencia técnica debe estar acorde con la realidad y problemática a resolver en el sector, rural, sin perder de vista que lo conforman familias con actividades económico-productivas, socioculturales y políticas, además de la diversidad de actores sociales, de recursos y de problemáticas.

La UNORCA ha fomentado un proceso de capacitación continuo, que pretende contribuir al cambio de actitudes, mayor participación, perfeccionamiento de habilidades y destrezas.

Hemos observado inconformidad por parte de los productores con respecto al SINDER debido a que es un sistema un tanto cerrado, porque no recibe sugerencias hechas por los productores para mejorar la asistencia. Por otra parte, tenemos problemas por causa de la poca responsabilidad de varios de los técnicos de nivel superior con los productores, en cuanto al Programa de Equipamiento Rural porque no son posibles los subsidios a productores de bajos ingresos. En el PEAT, observamos problemas por la duración de los contratos y responsabilidades de los técnicos. Creemos que tiene poca o nula factibilidad el sistema gradual para que los productores paguen los servicios de los técnicos de manera paulatina y creciente, dado que la agricultura es una actividad de alto riesgo por las condiciones climáticas, los vaivenes de los precios al productor, las alzas a los costos de los insumos, etc. Por lo tanto, esta actividad siempre requerirá de un trato especial de subsidios bien dirigidos y aplicados que fomente la productividad de los pequeños productores.

La asistencia técnica debe ser un rubro y una acción integrada dentro de un marco de planificación comunitaria, de tal forma que sea posible coordinar esfuerzos y a la vez lograr avanzar en un proyecto de fortalecimiento de capacidades.

Finalmente termino recalcando que sólo cuando podamos fortalecer cuadros de promotores campesinos y de técnicos medios, así como el apoyo de asesores y técnicos de nivel superior podremos desencadenar procesos más consistentes que nos dibujen una participación social responsable y comprometida con su propio desarrollo, sus decisiones, capacidades y aptitudes.

Agradezco cordialmente la invitación hecha por el Dr. Benjamín Figueroa Sandoval, Director General del Colegio de Postgraduados, así como la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y la FAO para presentar en este taller algunos comentarios reflexiones y sugerencias desde nuestro muy particular punto de vista.

SERVICIOS INTEGRADOS DE ASISTENCIA TÉCNICA

La presentación tocará cuatro puntos; en el primer punto abordará sobre qué esperamos de la asistencia técnica; en el segundo punto y siendo congruente con el anterior se compartirá la experiencia de la UNORCA en capacitación; en el tercer punto señalaré cuál es la problemática que observamos en cuanto a los servicios integrados de asistencia técnica, y como cuarto punto y último, se presentarán propuestas a ser consideradas en un sistema de asistencia técnica.

QUÉ ESPERAMOS SOBRE LA ASISTENCIA TÉCNICA.

Consideramos que la asistencia técnica debe abarcar distintos rubros muy acordes con la realidad y problemática a resolver en el sector rural, como términos generales, esto no se discute, pero lo que está en discusión son las formas y las estrategias y los objetivos reales a atender. Posteriormente, detallaré con mayor profundidad.

Partiendo que el sector rural lo conforman familias con actividades económicos-productivas, socioculturales y políticas, nos obliga a considerar la diversidad de actores sociales, de recursos y de problemáticas. Bajo esta consideración, en el sector rural tenemos productores ya sean ejidatarios o propietarios, tenemos jornaleros, personas de edad madura o muy jóvenes y tenemos mujeres con iniciativas productivas para incrementar sus ingresos y mejorar la condición de la familia. Con esta amplitud de actores sociales también se diversifican las acciones posibles para contribuir al desarrollo rural.

De esta manera, la capacitación que observamos necesaria es sobre temas específicos para la producción agrícola, pecuaria, forestal y acuícola, comercialización, mercadotecnia, industrialización de la materia prima; además de asuntos relacionados con política social y económica, bienestar social, legislación y derechos humanos e indígenas. Debiendo corresponder a las necesidades de la gente e ir acorde a las condiciones actuales de pobreza, ambientales, productivas y comerciales, debemos considerar esto con la objetividad apremiante.

La asistencia técnica deber ser un rubro y una acción integrada dentro de un marco de planificación comunitaria, de tal forma que sea posible coordinar esfuerzos y a la vez lograr avanzar en un proyecto comunitario de fortalecimiento de capacidades.

Creemos que mediante los procesos de planificación comunitaria podremos definir la misión, visión y acción de la comunidad. En un inicio nos permitirá un diagnóstico y análisis de la realidad, logrando identificar las necesidades prioritarias tanto de recursos como de capacitación, que posteriormente nos permitirá definir y reforzar acciones y proyectos así como los responsables.

EXPERIENCIA DE LA UNORCA EN CAPACITACIÓN.

La UNORCA como agrupación que aglutina a organizaciones regionales de tercer piso observa la situación del sector rural desde una perspectiva amplia, lo que nos obliga a pensar y realizar acciones eficaces para resolver las demandas, ya sea que surja de un productor o miembro en lo individual de la UNORCA, hasta las demandas que recibimos en colectivo, la experiencia nos impulsa a identificar una visión de acción para estar acorde con la base de la UNORCA, entre éstas hemos realizado distintas actividades, dentro de las que consideramos más importantes, tenemos la formación de promotores y la capacitación de productores y mujeres.

Es de gran importancia y necesidad urgente la formación de cuadros dirigentes con la capacidad de hacer frente a los retos actuales, se requiere a la par fortalecer la capacidad autogestiva de los campesinos e indígenas para impulsar programas de desarrollo comunitarios que incluyan tanto alternativas económico-productivas viables, prácticas sustentables y socialmente aceptados, como la oportunidad de tener el control de los procesos productivos y comerciales.

La UNORCA ha fomentado un proceso de capacitación continuo, el cual pretende contribuir al cambio de actitudes, que fomente la participación, amplíe y perfeccione las habilidades y destrezas, así como amplíe la visión de los miembros de las organizaciones. La capacitación se ha dado en el ámbito nacional, regional y local y se ha enfocado a fortalecer las actividades que desarrollan las organizaciones campesinas. En el ámbito nacional destacan los cursos impartidos de interés general, por ejemplo, legislación agraria y elaboración de proyectos de inversión; en el ámbito regional y local, la capacitación atiende a problemas o proyectos específicos de las organizaciones.

En cuanto a los ejes de capacitación de la UNORCA abarca aspectos de organización, producción, transformación, agroindustria, comercialización, planeación y manejo sustentable de recursos naturales.

Nuestra experiencia en capacitación ha dado resultados muy variados, en algunos casos buenos porque a partir de la capacitación se han iniciado procesos para elaborar programas de desarrollo orientados a fortalecer la organización y sus proyectos; obviamente la capacitación es un apoyo a los procesos que las organizaciones ya vienen desarrollando.

Se tiene la experiencia de formación de promotores campesinos en materia agraria, esta experiencia nos enseñó que si los promotores no reciben un apoyo económico por sus actividades de promoción, se dedican a otros asuntos que les permitan sostener a su familia; por lo que consideramos que debería existir un sistema de becarios campesinos, de tal forma que se aproveche la capacidad de los promotores para promover los conocimientos de tal suerte que se dé un efecto multiplicador.

En la actualidad, la UNORCA sigue impulsando la formación y capacitación en asuntos que considera prioritarios para lograr la autogestión comunitaria; como ejemplos destacan los talleres de “Planeación, manejo de recursos naturales y desarrollo sustentable” realizados en las regiones de la UNORCA durante más de tres años; los talleres dieron como resultado la detección de necesidades de capacitación en torno a la diversidad de problemas que enfrentan en las regiones y, quizás lo más importante, en la capacitación que obtienen los participantes para iniciar procesos de planificación comunitaria. Los talleres se realizaron con el apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU).

También destaca el “Programa de Formación de Promotores Campesinos Ambientales”, el cual durante el año pasado capacitó a cerca de 40 jóvenes (hombres y mujeres), éste se caracterizó por dar una capacitación integral y amplia que cubriera a todas las necesidades que existen dentro de las organizaciones campesinas, es decir, se formaron generalistas para tener la capacidad de soluciones prácticas a los problemas ambientales y productivos bajo el uso de herramientas metodológicas, legales y prácticas. Esta experiencia fue posible gracias al Programa de Cooperación entre el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y la SEMARNAP de México.

Cabe aclarar que nuestra preocupación en la capacitación se ha centrado en cada miembro, en cada grupo social, en cada sociedad, en cada organización de la UNORCA.

LOS SERVICIOS INTEGRADOS DE ASISTENCIA TÉCNICA.

De acuerdo a las demandas de las organizaciones de productores quienes son los receptores de la asistencia técnica fomentada por el gobierno federal a través del Sistema Nacional de Capacitación y Extensión Rural Integral (SINDER), hemos observado una gran inconformidad debido a que vemos que es un sistema un tanto cerrado, porque no es posible que éste reciba u adopte sugerencias hechas por los productores con el objeto de mejorar la asistencia y tener una mayor participación en la definición de la política del SINDER.

Otro aspecto importante que observamos es la poca responsabilidad de varios de los técnicos de nivel superior con los productores, de tal forma que no prestan servicios, no dan asistencia, y en los casos en que dan asistencia no se da una vinculación efectiva entre el prestador del servicio y los productores, de manera que el técnico propone cosas que no son viables técnicamente, ni económicamente ni muchos menos socialmente.

En el SINDER se identifica claramente en su política un asunto muy complicado, es decir, el SINDER considera un Programa de Capacitación y Extensión, un Programa Elemental de Asistencia Técnica y un Programa de Equipamiento Rural. Este último programa tiene el objetivo de apoyar a los productores mediante subsidios, pero estos subsidios no son posibles a productores de bajos ingresos ni aun cuando sólo deban pagar el 50% del costo de alguna maquinaria o equipo, por lo que incluso se ha solicitado se incremente el porcentaje de este apoyo, y facilitar que haya más productores beneficiados.

Pero no sólo es esto, también hay un asunto de muy poca ética profesional, dado que los técnicos al igual que los vendedores del equipo rural fomentan la compra de esté por parte de los productores, aun cuando no sea viable en la región, por ejemplo la tractorización y mecanización en zonas de ladera, que no sólo ocasionan un gasto económico, sino también ambiental y hasta social.

En cuanto al PEAT, observamos problemas. Cuando se contrata un técnico y se responsabiliza de 600 a 800 ha y las atiende durante seis meses, tiempo en que dura su contrato; no es posible obtener resultados favorables, dado que el proceso de asistencia por parte del técnico y la confianza que éste va logrando con los productores se trunca cada que terminan los contratos. Pareciera que la asistencia técnica sólo debe ser en un periodo, lo que no indican acciones a muy corto plazo; mientras que la necesidad real es que requerimos la asistencia técnica y la capacitación como un proceso continuo, por ejemplo en el tiempo que no se tiene un cultivo en el campo podemos juntos con los técnicos realizar prácticas de restauración, viveros, manejo postcosecha, comercialización, organización, etcétera.

Otro aspecto importante es que lo técnicos no son elegidos por los productores, ni tampoco definen sus actividades, lo que en muchas ocasiones, sobre todo cuando los productores están bien organizados, los técnicos no realizan actividades que realmente la organización demanda y necesita. De manera que identificamos un aparente divorcio entre los productores, los promotores comunitarios, los líderes y los prestadores de servicios profesionales. Este divorcio que se da entre los técnicos y la organización podría no existir de haber una mayor flexibilidad por parte de los propios mecanismos del SINDER, que permita realizar convenios de participación y colaboración

Otro problema que observamos y consideramos muy delicado, es la poca factibilidad de un sistema gradual para que los productores paguen los servicios de los técnicos de manera paulatina y creciente. Hasta la fecha la agricultura mexicana no ha tenido el despegue que se especulaba con todas las reformas legales y de instrumentos que se han implementado, sino por el contrario se sigue en una crisis económica y productiva y se está agravando con los efectos de los impactos ambientales, comerciales y económicos.

Este programa implica un cuestionamiento sobre la factibilidad de que los productores se vayan “acostumbrando a pagar los servicios técnicos”, la realidad es que la mayoría de los productores no los van a poder pagar, de tal suerte que caeremos en un mayor rezago; no dudamos en que la capacitación es necesaria, sino lo que no podemos asumir es pagar todos los costos de capacitación; Los agricultores seguiremos requiriendo subsidios por parte del gobierno federal para amortiguar los costos y permanecer en nuestros ejidos y comunidades.

No se trata solamente de un problema de rentabilidad, sino que debemos de considerar que la agricultura es una actividad de alto riesgo por las condiciones climáticas, los vaivenes de los precios al productor, las alzas a los costos de los insumos, etc. Por lo tanto esta actividad siempre requerirá de un trato especial con subsidios bien dirigidos y aplicados que fomente la productividad de los pequeños productores.

PROPUESTAS PARA CONSIDERAR EN UN SISTEMA DE ASISTENCIA TÉCNICA.

Nuestra propuesta se basa en los mecanismos que nos otorga la planificación participativa, por que sólo cuando la comunidad se involucra, participa y logra consensos para un beneficio común, se logra diseñar programas de desarrollo comunitario con proyectos y actividades encaminadas a un fin común.

Debemos dejar de improvisar y tener una agricultura planeada bajo mecanismo que nos permitan acceder a un desarrollo comunitario. Para ello, es importante considerar la experiencia acumulada para la gestión de las organizaciones.

Los productores deberán ser capacitados y apoyados para que puedan tomar las medidas adecuadas de organización y defensa de sus productos.

En el sector rural, la actividad agrícola debe generar empleos, dado que la escasez de trabajo en el campo ha contribuido a una fuente emigración a otras partes de México y a Estados Unidos. La generación de empleo podría favorecerse a través de la capacitación técnica en procesamiento de la materia prima, un ejemplo innegable de esto, es el caso de productores forestales dado el gran beneficio que dan a sus comunidades al ofrecer mayores empleos e ingresos a las unidades familiares campesinas e indígenas, a la par del fortalecimiento en la gestión de pequeñas empresas.

Ahora bien, las pequeñas empresas comunitarias son las que requieren mucho apoyo, desde el conocimiento como una forma de homogeneizar los intereses diversos para la producción hasta poder brindar capacitación a un gran número de miembros de la comunidad en los numerosos aspectos de la gestión (técnica, productiva, administrativa y empresarial) de una empresa comunitaria.

Para echar a andar un programa o un proyecto productivo requerimos tener una visión amplia y firme para dar los siguientes pasos que son la inversión en beneficio de la empresa (infraestructura productiva) y posteriormente la inversión en beneficio social para toda la comunidad (escuelas, clínicas de salud, caminos y obras comunitarias de abastecimiento de agua, etc.), de forma incluyente, equitativa y justa.

Otros aspectos que hay que tomar en cuenta es la capacidad de las empresas sociales para competir en un mercado que exige seriedad y consistencia en la producción, así como su capacidad para impulsar la manufactura de materia prima con el objeto de agregar mayor valor a la producción. Con asistencia técnica podría facilitarse un poco a las comunidades formular propuestas viables.

Por nuestra parte seguiremos impulsando procesos de formación y capacitación de promotores campesinos que apoyarán el trabajo propositivo de las organizaciones locales y regionales y que darán soluciones y alternativas a las demandas de nuestros miembros.

Sin duda alguna el trabajo y la función de los técnicos de nivel superior es valiosa en el sector rural. Sin embargo, habría que revisar más las condiciones de trabajo de éstos y su función en colaboración con promotores campesinos y las organizaciones sociales y rurales.

Finalmente, es importante recalcar que sólo cuando podamos fortalecer cuadros de promotores campesinos y de técnicos medios, así como el apoyo de asesores y técnicos de nivel superior podremos desencadenar procesos más consistentes que nos dibujen una participación social responsable y comprometida con su propio desarrollo, sus decisiones, capacidades y aptitudes.

ASISTENCIA TÉCNICA A PEQUEÑOS PRODUCTORES DE CAFÉ

Lic. Miguel Tejero Villicaña
Asesor General de la Coordinadora Estatal
de Productores de Café de Oaxaca

Quiero agradecer al Colegio de Postgraduados por haber creado un foro que consideramos que va a continuar y que creemos que es de una gran importancia. Puede ser un foro de discusión, de intercambio de experiencias de intercambio incluso de trabajo entre las organizaciones campesinas, el sector público y el sector académico.

El tema en el que voy exponer es sobre Asistencia Técnica, pero para entender el proceso de asistencia técnica y capacitación en nuestra organización, creemos que es necesario el conocer primero la organización.

Nuestra organización se remonta al año de 1989 y surge fundamentalmente por dos causas: Una es debido al proceso de desincorporación del aparato del Estado que daba atención a los productores de café, el IMECAFE, y por otro lado, a la ruptura de las cláusulas económicas de la Organización Internacional del Café. Ese año se anuncia, en el mes de septiembre de 1989, el proceso de desincorporación por parte de la Comisión Intersecretarial Gasto Financiamiento del Instituto Mexicano del Café, en un proceso que consideramos fue muy acelerado, en un proceso de seis meses se acaba con treinta años de investigación sobre las actividades cafetaleras. Se acaba con una biblioteca hecha durante 20 años, biblioteca que no ha aparecido, se acaba con la posibilidad del acceso al crédito, al microcrédito de más de 250,000 familias, se acaba con 20 años de esfuerzos organizativos por parte del Estado Mexicano que conformó unidades económicas de producción y comercialización en todas las comunidades, se acaba con el posicionamiento comercial del café mexicano en los mercados internacionales y se acaba con las posibilidades de desarrollo de los pequeños productores de café.

En Oaxaca se acentúa el problema mucho más, 58 mil familias se quedan prácticamente “colgadas de la brocha”; 58 mil pequeños productores de café se encuentran sin la posibilidad de financiamiento, de la organización de la asistencia técnica, de la capacitación, de la comercialización de su producto, etc. A partir de ahí, un grupo de organizaciones regionales se dan a la tarea de reagrupar a la Unión Estatal de Productores de Café (UEPC). En sí, era el organizar a los desorganizados, organizar y darle coherencia a las unidades que había creado el IMECAFE. Esto desde luego es un proceso donde lo primero que se hace es darles capacidad jurídica a organizaciones regionales y organizaciones de segundo piso. En aquel entonces se forman diferentes tipos de figuras jurídicas: asociaciones agrícolas, uniones de comunidades, uniones de ejidos, sectores de producción de comunidades, sociedades cooperativas y otras figuras jurídicas dependiendo sobre todo de la tenencia de la tierra de la mayoría de los productores.

En Oaxaca, hay dos zonas cafetaleras muy importantes donde se acuerpan aproximadamente el 35% de los productores de café, tienen todavía una indefinición en la tenencia de la tierra. Nos referimos a toda la Sierra Norte. La misión de la organización, es el fomentar e implementar programas de desarrollo integral de las familias cafetaleras. Lo podríamos definir con una frase: “nuestra misión es el vivir mejor”, nada más, algo tan sencillo pero tan complicado como eso. Aquí ya no hablamos de los productores de café. Desde un inicio nos planteamos la necesidad de organizar al conjunto de la familia que produce el café. En Oaxaca, el 95% de los productores son indígenas y que realizan todas las actividades de la producción, de manera familiar y no es exclusivamente el productor de café el que las realiza, sino toda la familia participa en su realización.

Aparte en la misión teníamos una serie de objetivos concretos, como el promover el desarrollo de la cultura democrática de nuestras comunidades y organizaciones. Muchos de los productores que dieron origen a la Coordinadora venían de otras organizaciones campesinas, pero no habían visto muchos resultados. Y no habían visto muchos resultados, no solamente económicos, sino también no habían visto resultados en el modelo de participación de productores en la organización. Otro objetivo era crear los mecanismos necesarios para retomar, rescatar, revalorar y desarrollar la cultura de los pueblos indios y de los productores. Otro, promover la conciencia social de los agremiados, fomentar el desarrollo integral de la cafeticultura, promover la organización y participación de las mujeres campesinas, apoyar la gestión y obtención de créditos para los cafeticultores y fomentar la diversificación de cultivos y la agricultura orgánica. Estos siguen siendo los grandes objetivos todavía no cumplidos de la Coordinadora Estatal de Productores de Café.

Hoy en la CEPCO, nos hemos hecho de cuatro prácticas que consideramos fundamentales. Una es la democracia interna. Nos parece importantísimo el que se dé un proceso de apropiación por parte de todos los productores, tanto de la organización como de todos los aparatos económicos. Desde luego que puedan escoger a sus dirigentes y los puedan revocar en cualquier momento. Otro principio es el de la pluralidad política y pluralidad religiosa y pluralidad de todo tipo. En la Coordinadora Estatal hay militantes de todos los partidos políticos, pero sin embargo, la Coordinadora no pertenece a ninguno de estos, partidos. Exactamente ocurre con las religiones, hay de diferentes religiones y sin embargo podemos coexistir y convivir porque nuestra única bandera es el café. Entonces eso es lo que nos une.

Otro de nuestros principios es la transparencia en el uso de los recursos. Haciendo un recuento de los fracasos de las organizaciones campesinas en la historia, nos dimos cuenta que muchos de estos fracasos se debían a una falta de claridad en el uso de los recursos. Muchas veces solamente por problemas de administración, ni siquiera de corrupción, pero este era uno de los problemas por eso nosotros hicimos como práctica lo contrario, la necesidad de que tanto las organizaciones comunitarias como regionales, como las organizaciones estatales la obligación de estar rindiendo cuentas continuamente y que haya un proceso de fiscalización continua y la última práctica es la autonomía de las organizaciones regionales.

Coincidimos todas las organizaciones regionales que constituimos la coordinadora en los principios y en las líneas que en los congresos establecemos, sin embargo, cada una de las organizaciones regionales tiene autonomía propia para desarrollar esa línea en su región. Hoy la Coordinadora Estatal, la componen 40 organizaciones regionales, Estamos en 71 municipios, y aproximadamente en 930 comunidades y agrupamos a 23,000 pequeños productores de café. Entonces esto les puede dar la idea de la complejidad que supone la organización de estos pequeños productores.

La dispersión es muy grande, la simple atención en esos municipios hace que sea una tarea no muy sencilla. Hay que decir que el perfil de nuestros socios, partiendo de un padrón individualizado de los productores, es que el 75% de nuestros agremiados, son hombres y el 25% son mujeres aproximadamente. A pesar de eso, en un trabajo que hacemos, atendemos no solamente a las socias productoras, sino a las compañeras de los productores. El 95% de nuestros agremiados son indígenas de diferentes pueblos: hay chatinos, chinantecos, mazatecos, mixes, zapotecos, mixtecos, triquis y cuicatecos, o sea, es una variedad tremenda. Por esto nuestra organización respeta la autonomía de cada una de las organizaciones porque incluso tienen forma de organización comunitaria diferente estos pueblos.

Otra característica de nuestros productores es que son productores minifundistas, el promedio de superficie con café que tienen es de dos hectáreas, y una muy baja productividad, estamos aproximadamente en seis quintales de café por hectárea. El promedio nacional es de 10 quintales por hectárea y en Costa Rica, el promedio aproximado de producción es de 45 quintales, Hay finqueros que llegan a producir de 60 a 80 quintales por hectárea. Esto lo digo comparativamente para darnos cuenta del nivel en que viven los compañeros. Por otro lado, las comunidades están totalmente aisladas y sin servicios. Están en las montañas, el café se produce en una franja aproximadamente de 600 a 1300 metros sobre el nivel del mar, entonces están en todas las sierras y prácticamente sin infraestructura, ni para la producción ni infraestructura de servicios.

Otra característica y es que el promedio de hijos de cada una de las familias es de 5 hijos por familia, para llegar a este promedio quiere decir que hay familias que tienen de 10 a 12 hijos, impresionante, pero también pensemos en la siguiente generación cuando el productor tiene dos hectáreas para repartir entre 5 hijos, lo que puede llegar a suponer esto.

Quisiera exponer un poco de lo que tuvimos que hacer para formar nuestra organización. Este un esfuerzo que nos ayudó lsabel Cruz de AMUCSS, porque la verdad es que nosotros no sabíamos, no teníamos ni siquiera la capacidad de poder hacer un organigrama más o menos coherente. A pesar de que la CEPCO nace en 1989, el único programa inicial con el que comienza, es precisamente el de gestoría y políticas publicas. En el 89, los productores cuando se organizan lo único que hacen es exigir al Gobierno el papel que ellos creían que debía jugar en ese momento el Estado Mexicano, pero de inmediato surge el problema de la comercialización que era un problema sentido. Al retirarse el INMECAFE, todos los productores quedan a merced de los intermediarios, de los coyotes locales, de los comerciantes, y ven la necesidad de que de manera conjunta se podría hacer el esfuerzo para llegar a comercializar su producto. Se forma una sociedad mercantil, una Sociedad Anónima de Capital Variable, que es la Comercializadora Agropecuaria del Estado de Oaxaca (CAEO), empresa que comienza a realizar toda la actividad de comercialización, tanto en el interior como todas las actividades de exportación.

Desde ese mismo año, creamos una empresa en Estados Unidos con una marca Propia, Haste Harvest, que comercializa al menudeo el producto seleccionado. La comercializadora es importante y juega un papel clave por algo que consideramos que es fundamental, aglutina prácticamente a todos los productores. Hay funciones de la comercialización que lo realizan las organizaciones regionales, cada uno de los grupos comunitarios, pero la comercialización es algo que consigue dar una integración vertical a todos los productores y que además, aunque sean pequeños productores con niveles de producción pequeños, al juntar muchos poquitos, podemos llegar a economías de escala de una manera muy importante y hacernos competitivos, incluso con cualquier empresa comercializadora, tanto nacional como internacional. Esto es lo que forma CAEO.

En la búsqueda de alternativas empezamos a trabajar tres nichos de mercado que con los que considerábamos que teníamos ventajas sobre otros comercializadores y es el nicho de la calidad. Nos lanzamos a los cafés especiales, a los cafés gourmets, porque nosotros si teníamos el control de la producción y el control de la calidad, que es algo que los intermediarios, los comercializadores no lo pueden tener nunca. Nosotros seleccionábamos nuestros cafés e incluso una parte muy importante de nuestra producción que no comercializamos se la entregamos a los coyotes, pero desde luego no es el café de alta calidad. Ocupamos ese nicho de los cafés de alta calidad, ocupamos el nicho café del mercado justo, se llama, o mercado solidario o mercado alternativo, primero en la Unión Europea a través de Mas Havelar, Transfer Tray y después en la Unión Americana desde el año pasado ya en Japón, Canadá y demás. Y un tercer nicho que nos lanzamos desde el principio, en el nicho del café orgánico. Como ustedes saben, México es el principal productor de café orgánico de todo el mundo y, en concreto, Oaxaca es el principal estado de café orgánico de México. Desde el año 1990 nos lanzamos a la reconversión de cultivos hacia lo orgánico y hoy aproximadamente entre el 10 y el 15% de los productores de la CEPCO ya son inspeccionados y certificados como productores orgánicos y se comercializa esa producción con diferenciales bastante buenos aproximadamente es un 25%. Una nueva empresa que consideramos muy importante, es ECO (Empresas Campesinas de Oaxaca), que tiene la función de creación de empresas rurales no agropecuarios, con la idea de generar empleo, o sea intentar que esos cuatro hijos que están produciendo café, esos cuatro migrantes potenciales que estamos produciendo, pueden tener alternativas de empleo más permanentes, desde luego no vamos a solucionar nosotros todo el problema del empleo rural, pero creemos que tenemos también una responsabilidad social como organizaciones campesinas, el empezar a crear estas empresas no agropecuarios, las zonas rurales. De momento estamos haciendo pantalones de mezclilla y los lavamos y la verdad que es una fuente de generación de empleo bastante importante.

Eso sería en el ámbito de la empresa comercializadora, pero CEPCO aparte de la gestoría y política publicas, comienza con un programa de trabajo con mujeres. Proyectos de mujeres, por un lado, proyectos de traspatio, proyectos productivos de mujeres, no solamente proyectos de traspatio, sino proyectos mucho más integrales, mucho más grandes. Hay otra serie de programas dentro de la Coordinadora, como es el de Vivienda, es el Programa de Orgánico y de Asistencia Técnica. Es importante que se entienda un poco esta estructura para darse cuenta de la complejidad que pequeños productores de café se apropien de esto y la necesidad que tuvo este programa de desarrollo de un proyecto de Asistencia Técnica y Capacitación, desde un inicio.

Para hacer todo el programa de Asistencia Técnica y Capacitación, nos basamos en la misión que tenemos como CEPCO, que era “vivir mejor”, pero vimos que era necesario saber cuál era la situación real en cada una de las microrregiones de la Coordinadora. Con los técnicos nos dimos a la tarea de hacer pequeñas evaluaciones, lo que se llaman pequeñas evaluaciones rurales rápidas, pequeñas diagnósticos que nos fueran definiendo cuáles eran los sistemas de producción y de qué vivían las familias, las unidades domésticas en las diferentes zonas donde tiene presencia la coordinadora.

Identificamos en todas estas zonas tres sistemas de producción típicos que son los más representativos: el sistema que llamamos Café-Café, el sistema Cafe-Milpa y el sistema de Café-Jornaleo. Esto se hizo para llegar después a algo mucho más sistemático, sobre la distribución de los ingresos en las familias o de qué vivían las familias campesinas indígenas en esas microrregiones y cómo ocupaban su tiempo. Pensamos que era necesario, para ver cuáles iban a ser los programas que íbamos a realizar. Por ejemplo, en sistemas, el sistema de Café-Jornaleo, el café supone el 45% de los ingresos de esas familias, pero solamente le meten el 20% del tiempo de las familias. Hay otras fuentes de ingreso como es la de jornaleo y migración17 y hay un ingrediente que se llama “apoyo” en el que contamos los subsidios y el crédito. Se llame PROCAMPO, se llame ALIANZA, se llame apoyos del INI, apoyos indirectos de FONAES, diferentes apoyos que llegan a las comunidades, que son subsidios.

El tiempo de la familia está bastante dividido, en todos los sistemas de producción por lo que teníamos que tomar en cuenta Asistencia Técnica y la Capacitación. Si nosotros hubiéramos ido con el viejo esquema, no el esquema que hoy tiene el sistema SINDER, en donde el técnico, el capacitador, el extensionista buscaba, exclusivamente aumentar la producción y la productividad, el esquema hubiera sido rechazado de inmediato por parte de las familias, por parte de las comunidades. La idea es que el técnico entendiendo esto, proporcione asesoría y capacitación a todos las actividades de la unidad doméstica. Ese es un poco la idea que tenemos tanto del técnico comunitario, como del extensionista.

En el año 94 la Comisión Nacional Bancaria, después de dos años de peleas, nos dio la autorización para operar nuestra unión de crédito: La Unión Estatal de Crédito de Productores de Café de Oaxaca. Es un organismo que hasta ahora nos ha solucionado sobre todo para cubrir las necesidades de crédito de avío agrícola para los productores y de avío industrial para el acopio y comercialización de nuestras actividades. En el año 96 creamos un fideicomiso para captar el microahorro de los productores de café, a pesar de su situación, a pesar de lo pobres que son, hay momentos o de manera permanente, existe la posibilidad de captar ese ahorro.

Hay que decir que el capital para formar la unión de crédito es puesto por los productores en función de una lógica y fue la recuperación del subsidio. Desde que comenzamos a recibir apoyos del INI-Solidaridad en 1989, hasta posteriormente otros apoyos que se han recibido, sobre todo de la SAGAR (ALIANZA, PROCAMPO, FONAES, que han tenido un factor importante) hemos creado la concepción en los productores de la recuperación de estos subsidios; o sea, no ver el subsidio como el “maná” que nos deja caer el gobierno desde el cielo y que año con año está obligado a dárnoslo, sino ver la posibilidad de que ese subsidio se recupere, pero que se recupere para ellos mismos, no que se recupere para el gobierno, sino que sirva como mecanismo de capitalización de cada una de las familias, de las comunidades y de las organizaciones regionales. Gracias a eso, pudimos armar toda una estructura financiera que consideramos que está funcionando actualmente.

En materia de Asistencia Técnica y Capacitación, lo que sí intentamos desde un principio, es que toda la Asistencia Técnica y Capacitación, cubriera o se llevara en la mente, la misión y los objetivos de la organización. Misión y objetivos que habían sido acordados y hechos por todos los productores, pero de otro lado, el interés de que la Asistencia Técnica fuera personalizada. No era una Asistencia Técnica muy generalizada, sino personalizada e intentando que la Asistencia Técnica fuera continua. Se trataba de evitar hacer una parcela demostrativa o un tallercito y a ver cuándo nos volvemos a ver, sino que le proceso de Asistencia Técnica y Capacitación, fuera continuo.

En el proceso de capacitación veíamos que era necesario el concepto de Capacitación en el trabajo y para el trabajo. Podríamos juntar a muchas comunidades y darles un curso fuera, pero la verdad es que el aprovechamiento es mucho menor que sí hace la comunidad. Claro el esfuerzo desplegado es mayor cuando se hace la capacitación en muchas comunidades, pero el aprovechamiento es mucho mayor el hacerlo en la parcela con los productores.

En el sistema que tenemos de Asistencia Técnica, contemplamos cuatro niveles: uno que ha funcionado muy bien, sobre todo para todo lo que es la producción orgánica, el nivel de campesino a campesino. Lo más importante es el intercambio de experiencias de productores de una comunidad a otra comunidad. Es un nivel que aunque no está contemplado prácticamente en los sistemas actuales de Asistencia Técnica y Capacitación, los campesinos se entienden mejor de campesino a campesino, que muchas veces de extensionista a campesino. El segundo nivel que hemos creado es el de técnico comunitario a campesino, a los campesinos de una comunidad. El tercer nivel, es el de extensionista a organización, a técnico comunitario y a productor. El problema que tenemos es que no tenemos suficientes extensionistas.

Y el último nivel, es el de la Asistencia Técnica Especializada. Como pueden entender, el manejo de estos aparatos económicos como la Unión de Crédito, es bastante complejo y el hecho de dar capacitación gerencial, por un lado a los que están llevando estos aparatos económicos, como el hacer que permee toda la concepción de los aparatos económicos en las comunidades, necesitan de un nivel de Asistencia Técnica profesional, gerencial, de muy alto nivel.

Actualmente contamos con 150 técnicos comunitarios a los cuales no se les paga nada. Contamos, aparte de esto, con 16 extensionistas del sistema SINDER y aquí sí tenemos una experiencia contraria a la de UNORCA. Nosotros nos apropiamos del sistema SINDER, lo que hicimos fue agarrarlos en nuestras manos. A nosotros tampoco nos gustaba mucho que los contratara una dependencia de gobierno y que ellos lo pagaran. Muchas veces el extensionista o el técnico se debe a quien le paga, entonces lo primero que dijimos, en la Asistencia Técnica lo que tenemos que hacer es agarrarla en nuestras manos. Desde hace ya dos años, los técnicos SINDER, tanto los extensionistas como los técnicos comunitarios, son contratados por las organizaciones. Incluso el proceso de selección de los exámenes y todo, lo hacen las propias organizaciones, y quien les paga son las organizaciones. Los resultados que hemos tenido con estos extensionistas, han sido extraordinarios. Estos compañeros, de verdad, han adquirido un compromiso con las organizaciones regionales, mucho más allá de las exigencias que puede tener un programa de Asistencia Técnica y Capacitación. Son muchachos jóvenes, recién egresados fundamentalmente de Chapingo y del ITAO, un Tecnológico en Oaxaca, que se han llegado a comprometer totalmente con las organizaciones en todos los aspectos que necesita la organización.

En el ámbito central y para los programas contamos con un equipo multidisciplinario de nueve agrónomos, tanto para el programa de orgánico como para el programa de mujeres; para el programa de comercialización. Hay tres sociólogas y una antropóloga y lo mismo en el ámbito de licenciados en administración de empresas y contadores. Todo el proyecto de Asistencia Técnica y Capacitación, lo tenemos a través, por un lado del sistema SINDER de la Secretaría de Agricultura, con el pago de estos extensionistas de FONAES, ha contribuido a un proyecto de Asistencia Técnica de la organización de FIRA por reembolso de los créditos redescontados con ellos y de una fundación internacional, que es la fundación McArthur que está apoyando a todo el proyecto de manera integral de Asistencia Técnica y Capacitación.

Hay un tema que queda sobre la mesa de la discusión: ¿Quién debe pagar la Asistencia Técnica?. ¿Es posible que el Estado pague todo un sistema de Asistencia Técnica Integral?, ¿Es obligación del Estado dentro de su obligación de las políticas de fomento el que pague todo el sistema de Asistencia Técnica?. Me parece que sería costosísimo y nos parece que los productores a pesar de esto esfuerzos que son muy pequeñitos, si conseguimos hacer empresas que sean rentables, tenemos la capacidad como para poder contratar a nuestros propios técnicos y a nuestros propios especialistas. Eso sin quitar la obligación del Estado de que dé la Asistencia Técnica y Capacitación a sectores que desde luego hasta ahora, no han podido llegar a estos niveles.

17 jornaleo nos referimos en la región, intercambio de mano de obra o renta de la mano de obra de los miembros de una familia


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