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II. ACTIVIDADES DE LA ORGANIZACION

Pesca: Informe del octavo período de sesiones del COFI 1

10. El Consejo aprobó en general el informe del octavo período de sesiones del Comité de Pesca y expresó su satisfacción por la eficacia y la gran competencia técnica con que dicho Comité sigue desempeñando sus funciones.

11. El Consejo estudió las cuestiones de fondo señaladas a su atención por el Comité de Pesca 2 y resolvió al respecto lo que sigue:

a) autorizó al Director General a consultar a todos los países calificados para ser miembros de un órgano pesquero proyectado para el Atlántico Centro Occidental y, guiándose por esas consultas, a tomar las medidas necesarias para instituir ese órgano de conformidad con las disposiciones pertinentes de los Textos Fundamentales de la FAO, en la inteligencia de que no se ocupará de la ordenación y la reglamentación de las pesquerías:

b) coincidió con el criterio del Comité de Pesca de que no se introduzcan por ahora alteraciones en la estructura básica y la condición jurídica' del Comité ni en el Artículo XXX-6 del Reglamento General de la Organización que determina sus funciones. Acordó también que, una vez que expire el período de prueba de cuatro años de admisión abierta, vuelvan a revisarse la estructura, la condición jurídica y las funciones del Comité.

12. El Consejo se ocupó también de otros muchos asuntos derivados del informe del octavo período de sesiones del Comité de Pesca a cuyo respecto podría facilitar a este Comité alguna orientación.

13. En particular, el Consejo se mostró de acuerdo con las observaciones del Comité de Pesca acerca de las recomendaciones de la Conferencia Técnica sobre ordenación y desarrollo pesqueros (Vancouver, febrero 1973). Destacó en especial la necesidad de que se cumplan las recomendaciones sobre perfeccionamiento de los sistemas de datos pesqueros, enseñanza y capacitación en ordenación y desarrollo de recursos pesqueros y acuicultura, incluida la celebración de la Conferencia Técnica sobre Acuicultura. Se subrayó la importancia de conservar las poblaciones pesqueras, así como la decisiva función que en este aspecto desempeñan los organismos regionales de pesca. Algunos participantes propugnaron la creación de fondos voluntarios regionales, como el recomendado por el Consejo de Pesca del Indo-Pacífico, si bien un participante reiteró sus reservas en lo relativo a un fondo voluntario global. El Consejo acordó que se investiguen simultáneamente las diversas propuestas de obtención de fondos extrapresupuestarios.

14. El Consejo se mostró complacido de la continua aportación de la FAO a los preparativos de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

1 CL 60/5, CL 60/PV/11 y CL 60/PV/17.
2 Véanse también los siguientes párrafos 204–206 (en el tema 21(c).

15. El Consejo se congratuló de las observaciones del Comité de Pesca sobre las actividades ordinarias y de campo proyectadas para 1974–75. Hizo suyos los criterios expuestos en materia de prioridades, si bien algunos participantes estimaron que el Comité de Pesca debiera prestar especial atención en los futuros períodos de sesiones a las pesquerías artesanales, a los puertos pesqueros y a todas las cuestiones económicas, sociales, biológicas y técnicas de las pesquerías continentales. Sobre este particular se sugirió que el Comité de Pesca estudie la creación de un subcomité que se ocupe de las pesquerías continentales. Se destacó también la importancia de la labor de la FAO en lo que respecta a la protección del medio acuático. En cuanto a la nueva estructura proyectada para el Departamento de Pesca, algunos participantes estimaron que sus actividades ganarían con ello en eficacia y coordinación, en tanto otros manifestaron su inquietud ante el aumento de cargos de categoría superior en un momento en que había de reducirse el número de puestos de categoría profesional. El Consejo tomó nota de la afirmación hecha por el Director General de que se está haciendo todo lo posible para conseguir, tanto de fuera como de dentro del Departamento, los candidatos para los nuevos altos cargos que mejor puedan contribuir a reforzar realmente el Departamento; no se procederá al ascenso automático del personal existente. Se insistió en la necesidad de mantener la dotación y la eficiencia del personal técnico del Departamento para que éste pueda desempeñar su cometido en la esfera de la pesca mundial.

16. Un participante hizo referencia a las atribuciones del Grupo de Trabajo del CAIRM sobre Mamíferos Marinos y puso de relieve la importancia posible de esos recursos como fuente de proteínas y de otros productos.

Programa provisional del segundo período de sesiones del COAG, 1974 1

17. Como había solicitado en su 59o período de sesiones, el Consejo examinó el Programa provisional para el segundo período de sesiones del Comité de Agricultura (COAG), que el Director General había preparado en consulta con el Presidente del Comité.

18. El Consejo aprobó los temas propuestos para el Programa provisional y consideró que el método seguido estaba de acuerdo con el mandato que la Conferencia de 1971 le había atribuido, según el cual el Comité debe realizar exámenes y evaluaciones periódicos de los problemas agrícolas, con carácter muy selectivo y sobre una base multidisciplinal, que tenga en cuenta los aspectos técnicos, económicos, institucionales, sociales y estructurales.

19. El Consejo insistió en que la labor del Comité debe orientarse hacia el programa y la acción, prestando especial atención a los programas de trabajo de la FAO a medio y largo plazo en los sectores seleccionados para ser examinados detalladamente, velando por que la programación y la ejecución se aborden en forma integrada. Los documentos de trabajo deben presentar la experiencia de los estados miembros en los diversos sectores y su objeto debe ser permitir al Comité aclarar la naturaleza de las medidas necesarias por parte de la FAO y de los gobiernos de los Estados Miembros.

20. Algunos participantes indicaron que la plena deliberación, sobre una base multidisciplinal de las cuestiones propuestas suponía la inclusión de varios especialistas en cada una de las delegaciones del Comité, y manifestaron sus dudas respecto a que las deliberaciones en las reuniones plenarias de este Comité pudieran ser lo bastante profundas para justificar la asistencia de tales delegaciones.

21. El Consejo tomó nota de que, si el Comité podía considerar con provecho el tema Tecnología de la producción de alimentos y realización de objetivos sociales, ello permitiría un debate más general, en el seno del Comité, de las perspectivas y prioridades de desarrollo agrícola a plazo medio, prestando especial atención a uno de los dilemas más cruciales que tienen ante sí los países en desarrollo: cómo acelerar la adopción, lo más amplia posible, de una tecnología adecuada para la producción, elaboración y distribución de alimentos, acelerando contemporáneamente el logro de los objetivos sociales del desarrollo rural, incluida la ocupación plena y una mejor distribución de los ingresos. Tomó nota asimismo de que, como innovación, este tema del Programa sería presentado y discutido por un cuadro de destacados expertos especializados en diversos sectores que pudiera poner de relieve las cuestiones que ha de examinar el Comité. Se acordó esta innovación con carácter experimental y algunos miembros subrayaron lo importante que es conseguir que las deliberaciones no sean demasiado teóricas y que los expertos no consuman el tiempo de que deben disponer los delegados.

22. El Consejo tomó nota de que la inclusión del tema Mejora de la productividad en las zonas de precipitación escasa era consecuencia de los debates sobre el problema de los ambientes menos favorables que habían tenido lugar en el primer período de sesiones del Comité, en el cual se recomendó que se siguiera trabajando sobre este determinado tipo de medio. El Consejo aprobó la propuesta de que el examen de este tema del Programa fuese interdisciplinal e insistió en la necesidad de examinar a fondo las experiencias y progresos realizados en los Estados Miembros para introducir estas zonas en la corriente del desarrollo agrícola.

1 CL 60/10, CL 60/PV/6, CL 60/PV/7 y CL/PV/18.

23. Se consideró que el tema Fomento Pecuario para la Producción de Carnes tenía gran importancia, dadas las perspectivas muy favorables de la demanda en los mercados de los países desarrollados, donde los precios son altos. El Consejo sostuvo el criterio de que, para que el tema fuera pertinente para un número mayor de países, se ampliase de manera que incluyera tanto la producción de leche como la de carne. En su consecuencia se convino en que el tema se titulase “Fomento pecuario para la producción de carne y leche”. El Consejo propuso que el documento de trabajo hiciera mención también del examen efectuado por el Grupo Intergubernamental sobre la Carne de una propuesta para realizar un plan de la FAO para el fomento de la carne, así como de los progresos hechos por el Plan Internacional para Coordinar el Fomento Lechero. Algunos miembros insistieron en que las medidas internacionales propuestas para mejorar los recursos proteínicos de origen animal no debían dar lugar a que se prestara menor atención a la promoción de las proteínas de pescado y sobre todo de las vegetales, que seguirán constituyendo una fuente importante de proteínas en los países en desarrollo por muchos años aún.

24. El Consejo se declaró de acuerdo con la inclusión del tema Fertilizantes (Utilización Producción y Comercio), reconociendo la importante función de los fertilizantes como uno de los principales insumos para el desarrollo agrícola, especialmente dada la disponibilidad de nuevas variedades de gran rendimiento posible, que reaccionan muy bien a los fertilizantes. Tomó nota de que el documento de trabajo incluirá consideraciones técnicas y económicas, tales como investigación técnica y extensión, sistemas de comercialización y crédito, y fuentes de abastecimiento de fertilizantes.

25. El Consejo tomó nota de que el tema Reforma Agraria se había examinado en el primer período de sesiones del Comité, el cual propuso que se incluyera como tema fundamental en el programa de su segundo período de sesiones. El Consejo pidió, sin embargo, que, al preparar el documento de trabajo, la Secretaría tuviera en cuenta que el concepto de reforma agraria está bastante bien definido y que muchos países han iniciado programas importantes. Tomó nota de que las experiencias realizadas en un país no son necesariamente aplicables a otros países. Además, las decisiones sobre políticas deben corresponder a los países interesados, mientras que los programas de la FAO versan principalmente sobre medios técnicos y problemas de ejecución, incluidos los aspectos financiarios, en el contexto del desarrollo rural integrado.

26. El Consejo convino en que al tratar del tema Mandato y Métodos de Trabajo del Comité de Agricultura debe examinarse y evaluarse la experiencia adquirida durante el primero y el segundo período de sesiones, en beneficio del trabajo futuro del Comité, que habría de ser cada vez más pertinente para los objetivos de la Organización. Debe prestarse especial atención a evaluar la forma de debatir las prioridades a medio y largo plazo dentro de cada tema fundamental del programa. El Comité habrá de estudiar además la forma de la orientación programática de sus actividades.

27. El Consejo tomó nota de que las cuestiones concretas incluidas en el tema Asuntos dimanantes de los períodos de sesiones de los órganos rectores sólo podrían determinarse después del 60o período de sesiones del Consejo y el 17o período de sesiones de la Conferencia. Se recordó la decisión del 59o período de sesiones del Comité de que se incluya en este tema un examen de los programas de campo.

28. El Consejo pidió al Director General que, en consulta con el Presidente del Comité, último el programa provisional para el segundo período de sesiones, teniendo en cuenta los pareceres expresados por los miembros del Consejo. De acuerdo con el Reglamento del COAG, el Programa provisional se distribuirá al menos con dos meses de antelación al período de sesiones a todos los Estados Miembros y Miembros Asociados de la Organización, junto con los documentos de trabajo preparados por la Secretaría sobre cada tema del programa.

29. El Consejo acordó que, para permitir un examen detallado de cada uno de los asuntos del Programa, será necesario que la duración del segundo período de sesiones del Comité sea de dos semanas, y que se convoque en la segunda quincena de abril de 1974.

30. El Consejo invitó al Director General a estudiar las actas de las deliberaciones del Consejo sobre este tema, y a que si considerase útil hacer nuevas propuestas para mejorar los procedimientos del Comité, las presente al próximo período de sesiones del Consejo o de la Conferencia.

Medidas encaminadas a reforzar la estructura de la FAO en la esfera del desarrollo rural, especialmente de la reforma agraria 1

31. El Consejo examinó el informe del Director General sobre las medidas adoptadas para reforzar la estructura de la FAO en materia de desarrollo rural, especialmente de la reforma agraria, mediante la creación de una nueva Dirección de Recursos Humanos e Instituciones.

32. La idea básica con que se había afrontado el problema era que “la forma más cabal de lograr todos los beneficios de una reforma agraria es dentro del marco más amplio de un programa de desarrollo rural integrado”. Inicialmente, se había creado en la Dirección una Dependencia de Política y Planificación, para preparar el enfoque general del problema del desarrollo rural integrado que había de seguir la Dirección y la FAO en su conjunto. Pero la experiencia adquirida durante el año pasado ha indicado que este principio básico podía llevarse a la práctica con mayor eficacia introduciendo algunas nuevas disposiciones en la Dirección.

33. Se informó al Consejo de que, de acuerdo con estas disposiciones, la responsabilidad en cuanto a las directrices generales de política y programación en materia de desarrollo rural integrado y reforma agraria recaerá en el Director de la Dirección, que contará con la ayuda de asesores especiales asignados a su oficina. Esto hará posible determinar las contribuciones necesarias de todos los Servicios de la Dirección y ofrecerá al mismo tiempo una base mejor para las actividades conjuntas o relacionadas entre sí en estos sectores con otras dependencias de la Organización. A tal fin, tal vez conviniera crear un Grupo de Trabajo Interdireccional sobre Desarrollo Rural Integrado y Reforma Agraria.

34. El Consejo se mostró satisfecho por las medidas adoptadas hasta la fecha por el Director General, las aprobó y convino con el enfoque básico del desarrollo rural integrado como forma de lograr los objetivos del desarrollo socioeconómico, pero varios miembros insistieron en que la reforma agraria constituye en algunos países el punto de partida de esos programas de desarrollo y un requisito previo para el desarrollo rural integrado. El Consejo reconoció que las nuevas disposiciones indicadas por el Director General tal vez fueran convenientes a medida que se avanzara en la evaluación y desarrollo de todas las posibilidades de la nueva Dirección.

35. El Consejo encareció que los métodos utilizados para abordar el desarrollo rural integrado y la reforma agraria se ajusten a las características y necesidades especiales de cada país, y no se trasplanten simplemente de otras regiones o países. Insistió, sin embargo, en la importancia del estudio de las cooperativas y otras estructuras asociativas existentes de tenencia de la tierra y de producción que habían resultado fructuosas y de su adaptación para facilitar la participación de las poblaciones y la adopción de una tecnología avanzada.

36. En vista de su importancia, varios miembros propusieron un examen constante de las estructuras de tenencia de la tierra y de producción y de su adaptación a los procesos de desarrollo económico y social en los diversos países. Sobre este particular el delegado de Francia informó al Consejo de que su Gobierno está dispuesto a patrocinar un estudio sobre Sistemas de Protección Agrícola y Social y Ayudas Estructurales en Europa. El delegado húngaro declaró que su Gobierno estaba dispuesto a patrocinar en 1974 un seminario para fomentar la promoción de las cooperativas agrícolas y la ayuda a las mismas, (incluida la función del COPAC en este sector) durante el Segundo Decenio para el Desarrollo. El delegado del Paquistán informó también al Consejo de que, con ayuda del PNUD y de la FAO, su Gobierno organizaría para finales de 1973 un seminario sobre desarrollo rural integrado, en el que se prestará especial atención a un estudio sobre los diferentes aspectos de la cuestión.

1 CL 60/12, CL 60/PV/7 y CL 60/PV/18.

37. El Consejo convino en que era necesaria la participación popular en los programas de reforma agraria y en todo el proceso de desarrollo rural. Para lograr esta participación se convino en que debe prestarse apoyo a los programas especiales de capacitación e instrucción y que en estos programas han de participar los beneficiarios, así como los funcionarios del gobierno y los técnicos.

38. Aunque se reconoció ampliamente que las políticas de desarrollo rural integrado y de reforma agraria son cuestión de orden interior de los países correspondientes, se convino, sin embargo, en que la FAO y otras organizaciones internacionales faciliten asistencia técnica y financiera a los países que la soliciten para la ejecución de tales programas.

39. Al expresar su satisfacción por los cambios orgánicos efectuados por la FAO para realizar sus programas de desarrollo rural integrado y de reforma agraria, el Consejo señaló, sin embargo, que no bastan unos simples cambios de nombre para resolver las dificultades que surjan y que la FAO ha de superar en estos sectores y, por consiguiente, propuso que se revisen y evalúen continuamente los programas.

Fertilizantes (Utilización, Producción y Comercio) 1

40. El Consejo examinó la propuesta del Director General de convocar una consulta intergubernamental especial lo antes posible para analizar la situación mundial de la oferta y los precios de los fertilizantes, teniendo en cuenta la preocupación expresada por el Consejo al estudiar otros temas del programa.

41. Algunos miembros hicieron observar que la situación de la oferta y los precios plantea graves problemas, ya que es esencial disponer de suministros suficientes de fertilizantes, a precios razonables, para sus programas de producción de alimentos, sobre todo de los basados en variedades de cereales de gran rendimiento. Varios miembros estimaron que sería conveniente desarrollar la producción nacional de fertilizantes. Ahora bien, esto no es económicamente viable para muchos países a causa de la limitación de sus mercados y, en tales circunstancias, es necesario importar los fertilizantes requeridos. El Consejo reconoció que la elevación de los precios de los fertilizantes no obedece sólo a la actual insuficiencia de la oferta para cubrir la creciente demanda, sino también al incremento de los costos de transporte y producción. Se subrayó que un mercado más estable interesa tanto a los exportadores como a los importadores de fertilizantes.

42. El Consejo se mostró de acuerdo con la propuesta del Director General de convocar una consulta intergubernamental especial sobre fertilizantes lo antes posible, con la participación de los representantes de la industria, y de la UNCTAD, la ONUDI y el BIRF.

43. El Consejo observó que esta consulta especial se ocupará principalmente de la situación y tendencias actuales de la producción, el consumo y el comercio de fertilizantes. La Consulta debe examinar la conveniencia de establecer un organismo intergubernamental permanente de la FAO sobre fertilizantes y, si lo estima necesario, proponer sus funciones al examen del Consejo y la Conferencia en noviembre de 1973.

Cuestiones dimanantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el ECOSOC, el CAC y el Consejo de Administración del PNUD 2

44. El Consejo tomó nota de la información facilitada sobre cuestiones de especial interés que se habían suscitado recientemente en los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el ECOSOC y el CAC, así como de las consiguientes medidas adoptadas o propuestas.

45. En relación con el problema de las proteínas, el Consejo estimó que deben iniciarse medidas concretas y pidió al Director General que estudie la posibilidad de preparar un plan decenal para procurar poner fin a las insuficientes condiciones alimentarias y nutricionales que imperan entre las poblaciones necesitadas.

1 CL 60/PV/8 y CL 60/PV/17.
2 CL 60/13, CL 60/PV/8 y CL 60/PV/17.

Consultas Intergubernamentales Intensivas sobre Productos Básicos en cumplimiento de la Resolución 83 (III) de la UNCTAD 1

46. El Consejo recordó que, en su 59o período de sesiones, había ratificado la opinión del CPPB de que la FAO tenía una importante aportación que hacer en las actividades que habían de emprenderse en cumplimiento de la Resolución 83 (III) de la UNCTAD relativa a las “Consultas Intergubernamentales Intensivas sobre Productos Básicos en relación con el Acceso a los Mercados y las Políticas de Precios”. Se informó al Consejo de las deliberaciones de la Comisión de Productos Básicos de la UNCTAD, en su séptima reunión (especial), en torno al programa de consultas intergubernamentales intensivas sobre productos previstas en esa resolución. La Comisión de la UNCTAD había invitado a los oportunos grupos intergubernamentales sobre productos, creados en el seno de la FAO, a celebrar lo antes posible consultas intensivas especiales, a las que tuvieran acceso todos los Estados Miembros de la UNCTAD interesados, para tratar de los productos que se conviniere y que entrasen en sus respectivas esferas de actividad. En cuanto a los productos agrícolas respecto a los cuales no existen grupos intergubernamentales, el Secretario General de la UNCTAD y el Director General fueron invitados a cooperar plenamente en la convocatoria y organización de tales consultas. Todas ellas habían de darse por terminadas a fines de 1974. Se había pedido al Secretario General de la UNCTAD que, después de consultar con los gobiernos interesados, y de acuerdo con ellos decidiese qué productos habían de constituir el tema de las consultas.

47. Se informó también al Consejo que el Secretario General de la UNCTAD había comunicado al Director General que en general se estaba de acuerdo en proseguir los preparativos para la celebración de las consultas intergubernamentales sobre bananas, frutos cítricos, arroz, cereales (excluido el trigo), fibras duras, yute, semillas oleaginosas, aceites y grasas, té, tabaco y cueros y pieles, durante la primera mitad del período de 18 meses que finaliza en diciembre de 1974, sin perjuicio de sucesivas consultas intergubernamentales sobre otros productos en la segunda mitad de dicho período.

48. El Consejo tomó nota de que la decisión de la Comisión de Productos Básicos de la UNCTAD está en armonía con su propio criterio de que los grupos intergubernamentales existentes se utilicen al máximo en estas consultas. El Consejo reafirmó que las consultas futuras deben constituir una ocasión para poner a disposición de la comunidad internacional los conocimientos técnicos acumulados por la FAO en el transcurso de los años, sobre cuestiones relativas a problemas de productos básicos y sobre el comercio internacional de productos agrícolas y, en particular, sobre los medios de abordar los problemas relativos al acceso a los mercados y a las políticas de precios. El Consejo abrigaba la esperanza de que las consultas contribuyeran de modo importante a las negociaciones sobre comercio multilateral en el GATT. Asimismo expresó la esperanza el Consejo de que las consultas conduzcan a resultados concretos y significativos en materia de liberalización del comercio y políticas de precios en la primera parte de los años 70, según se prevé en la Resolución 83 (III) de la UNCTAD.

49. El Consejo estimó que los preparativos iniciales hechos por el Director General y el Secretario General de la UNCTAD para comenzar el programa de Consultas Intensivas representa un hecho nuevo y positivo en la cooperación entre las dos organizaciones, a nivel de la Secretaría. Se exhortó a las Secretarías a preseverar en sus esfuerzos en pro de una cooperación ulterior. El Consejo insistió en la necesidad de que se prepare y distribuya con anticipación a las consultas la documentación suficiente que ayude a los Gobiernos a preparar, a su vez, su participación en ellas. El Consejo tomó nota de que el calendario de las reuniones impondrá a la Secretaría de la FAO mayores cargas de trabajo y pidió al Director General que continúe concediendo la preferencia máxima a la ejecución del programa. El Consejo quedó enterado de que el Director General está dispuesto a asignar los recursos adicionales que necesita la Dirección directamente interesada, en la prestación del servicio de consultas y de que ya se han tomado medidas para reforzar la cooperación con la UNCTAD. Algunos miembros pidieron que, a ser posible, las consultas se celebren en un período de sesiones, cada una de ellas, y de preferencia conjuntamente con las reuniones de los grupos intergubernamentales interesados.

1 CL 60/26, CL 60/INF/10, CL 60/PV/8 y CL 60/PV/17.

50. Con vistas a facilitar la iniciación oportuna de las consultas intergubernamentales, en estrecha cooperación con la UNCTAD y con la plena participación de los estados interesados, según se recomendó en la resolución de la Comisión de Productos Básicos de la UNCTAD, el Consejo autorizó al Director General a:

  1. convocar, en cooperación con el Secretario General de la UNCTAD, consultas intergubernamentales sobre los productos agrícolas que puedan ser incluidos en el programa que tiene la UNCTAD en consideración;

  2. invitar a los Estados interesados, Miembros de la FAO o de la UNCTAD, a participar en las consultas sobre productos que se celebren dentro del marco de los grupos intergubernamentales existentes sobre productos o que se convoquen en forma de consultas especiales.

51. El Consejo pidió al Director General que mantenga informado al CPPB y al Consejo de la evolución del programa de las consultas intergubernamentales intensivas sobre productos básicos.

Contribución de la FAO para ayudar a las próximas negociaciones comerciales multilaterales del GATT 1

52. El Consejo escuchó una declaración referente a la forma en que la FAO está dispuesta a prestar su asistencia para facilitar las futuras negociaciones multilaterales sobre comercio que han de iniciarse en el GATT, poniendo a disposición todo el cúmulo de técnicas y conocimientos sobre cuestiones de productos agrícolas tras la experiencia adquirida con ocasión de las negociaciones Kennedy, en las que la asistencia de la FAO consistió en suministrar datos técnicos, documentos de trabajo y opiniones expertas sobre diversas cuestiones relativas a productos básicos surgidas en el curso de las negociaciones. Como en aquella ocasión, la FAO está dispuesta a participar activamente en las consultas sobre productos, anteriores a las negociaciones. En un plano más general, gran parte de la labor que realiza actualmente la FAO podría constituir un antecedente analítico para las negociaciones del GATT como, por ejemplo, el estudio sobre el reajuste internacional de la agricultura y los estudios en que éste se basa, las propuestas para la formación de reservas de alimentos, los acuerdos extraoficiales sobre productos básicos elaborados por los grupos intergubernamentales sobre productos y toda la serie de estudios e investigaciones emprendidas por esos grupos. Las consultas intensivas sobre productos básicos celebradas en virtud de resoluciones de la UNCTAD podrían también servir de base para las negociaciones producto por producto. El Consejo quedó enterado de que el GATT había solicitado de la FAO que se hiciese representar en las reuniones del Comité Preparatorio para las negociaciones multilaterales sobre comercio, y de que la FAO destinaría a Ginebra a un oficial de enlace con el GATT y la UNCTAD.

53. El Consejo estimó que las negociaciones multilaterales sobre comercio que se espera iniciar en el GATT más avanzado el año 1973, representan una ocasión única para que la comunidad internacional aborde y resuelva muchos de los problemas pendientes de comercio y desarrollo. El Consejo estimó que la FAO puede y debe representar un papel importante al prestar asistencia en las negociaciones, particularmente en cuanto se refieran a productos agrícolas y comercio, poniendo a disposición de la Secretaría del GATT y de los gobiernos miembros de la FAO, en la medida de lo posible sus conocimientos técnicos y la información pendiente. Convino en que la aportación de la FAO, tal como queda bosquejada, ayudará a los Gobiernos a prepararse para las negociaciones y a determinar las posibles formas de resolver los problemas de productos agrícolas en los organismos del GATT interesados en las negociaciones. Consideró, sin embargo, que el CPPB, en su próximo período de sesiones, debe estudiar de nuevo la contribución de la FAO a las negociaciones multilaterales sobre comercio, teniendo en cuenta las decisiones ulteriores a que se llegue en el seno del GATT. Por tanto, recomendó que la cuestión de las negociaciones multilaterales sobre comercio figuren como tema permanente en el programa del CPPB y que continúe el debate en el Consejo en períodos de sesiones pos posteriores.

1CL 60/PV/9 y CL 60/PV/17.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, junio 1972): Actividades de la FAO 1

54. El Consejo reconoció la importancia cada vez mayor de los problemas del medio e insistió en que debe tenerse en cuenta la diversidad de estos problemas dentro de cada país, y también la que existe entre los países en desarrollo y los desarrollados. Si bien algunos problemas ecológicos van unidos al exceso de industrialización y a la abundancia, otros están vinculados a la presión demográfica, al estado de pobreza y al subdesarrollo. En muchos países en desarrollo, la mejora del medio humano dependerá esencialmente de la aceleración del desarrollo y de la ordenación racional de los recursos naturales en favor del bienestar de las poblaciones cada vez más numerosas.

55. El Consejo tomó nota de que se ha llegado a un alto grado de acuerdo entre el orden de prioridades del programa que se están estudiando en el primer período de sesiones del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (UNEP), y el propuesto por la FAO para el Programa Ordinario de 1974–75. El Consejo se manifestó de acuerdo con esas prioridades y recalcó la importancia de la función de la FAO en materia de vigilancia y ordenación de los recursos naturales de la agricultura, los montes y la pesca. Se subrayó la necesidad de un mayor esfuerzo en las esferas del intercambio de información y de los programas de capacitación para los países en desarrollo, con respecto a las prácticas de gestión que permitan la conservación de la capacidad productiva a largo plazo de los recursos naturales e impida los efectos nocivos de algunos productos agroquímicos.

56. En lo que respecta a la puesta en práctica de este orden de prioridades, el Consejo convino en que los programas hace tiempo establecidos por la FAO en este sector deberán mantenerse en el bienio 1974/75 a su nivel actual, ateniéndose a las asignaciones de prioridad propuestas para los subprogramas de que se trata. Toda ulterior ampliación de estas actividades por encima de dicho nivel y especialmente las actividades nuevas deberán en la medida de lo posible, financiarse con recursos extrapresupuestarios, entre ellos el Fondo del Medio Humano. El Consejo reconoció no obstante que será preciso seguir evaluando la repercusión de las recomendaciones de la Conferencia de Estocolmo en los programas de la FAO, guiándose tanto por las propuestas detalladas contenidas en el Programa de Labores y Presupuesto para 1974/75 como por la ulterior evolución de la cooperación entre la FAO y la UNEP. Por ello pidió al Director General que presente a los próximos períodos de sesiones del Consejo y la Conferencia un informe más detallado sobre los programas propuestos por la FAO en la esfera de los recursos naturales y el medio ambiente, prestando particular atención a sus necesidades de cooperación multidisciplinal dentro de la FAO en esas esferas y de vínculos más estrechos entre los subprogramas sectoriales correspondientes.

57. El Consejo recomendó que se refuerce la colaboración establecida entre las Secretarías de la FAO y del UNEP ya que a la FAO corresponde un papel importante en la ejecución del Plan de Acción de la Conferencia de Estocolmo, mientras que la labor de la Secretaría del UNEP es sobre todo de coordinación y estímulo. También se puso de relieve la necesidad de una cooperación estrecha entre la FAO y otras organizaciones intergubernamentales, tanto pertenecientes al sistema de las Naciones Unidas como ajenas al mismo, así como la necesidad de evitar la duplicación de esfuerzos.

58. El Consejo, no obstante, manifestó cierta inquietud sobre el mayor volumen de trabajo que recaerá sobre la FAO como resultado de su participación en el Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. El Consejo tomó nota de que los nuevos procedimientos cooperativos previstos por el UNEP no contendrán consignaciones para una tarifa fija de gastos del organismo de ejecución como en el caso del PNUD. El Consejo aprobó las medidas propuestas para atender a las necesidades crecientes de enlace y cooperación con la Secretaría del UNEP, aunque algunos miembros consideraron que tales medidas podrán resultar insuficientes. El Consejo, reconociendo que el apoyo a la infraestructura del Programa de las Actividades cooperativas UNEP/FAO tendrá que ser sufragado en su mayor parte con cargo al Presupuesto Ordinario de la FAO, recomendó que esta materia sea estudiada más a fondo en el próximo período de sesiones de la Conferencia.

1 CL 60/14 y CL 60/PV/9.

Informe del Comité Examinador sobre la División Mixta FAO/OIEA de Energía Atómica en la Agricultura y la Alimentación (AGE) 1

59. El Consejo manifestó su reconocimiento a los Directores Generales de la FAO y de la OIEA por haber puesto en práctica con tanta rapidez su recomendación de crear un Comité Examinador encargado de revisar el programa y las actividades de la División Mixta FAO/OIEA.

60. El Consejo aprobó el informe, análisis y recomendaciones del Comité Examinador, las observaciones del Director General y las recomendaciones del Comité del Programa. El Consejo consideró que el informe del Comité Examinador ha contribuido a aclarar la estructura y las actividades sumamente complejas del programa de la División Mixta. Expresó su satisfacción con la orientación de las actividades de la División en función de los problemas y encareció que se haga cuanto sea posible para lograr que toda información conseguida sea trasladada con la máxima rapidez posible a sus posibles usuarios. Se llamó la atención sobre el carácter complementario, más que competitivo, de esas actividades en cuanto a los planteamientos corrientes de la solución de problemas de importancia práctica y sobre la contribución de los programas coordinados de investigación.

61. El Consejo recalcó la necesidad de una continua vigilancia respecto a las aplicaciones de la energía atómica. El Consejo refrendó la conveniencia de que se presente al Comité del Programa en su próximo período de sesiones un documento de trabajo que contenga más detalles sobre los distintos programas, incluyendo un análisis de costos y beneficios y ejemplos de cooperación con otras Direcciones de la FAO. El Consejo estimó que, después de examinar estos detalles, el Comité del Programa deberá informar de sus conclusiones al Consejo, el cual estudiará entonces si se precisa un nuevo examen más a fondo del programa.

62. El Consejo insistió en la necesidad de establecer una coordinación adecuada a nivel nacional entre las autoridades encargadas de la energía atómica y de la agricultura, coordinación que podría reflejarse después en el plano internacional.

63. El Consejo tomó nota de la conclusión del Comité Examinador de que ya se ha hecho todo lo posible para conseguir la cooperación entre la División Mixta y las demás Direcciones de la FAO, pero subrayó la importancia que atribuye a la ulterior recomendación en el sentido de que la coordinación debe constituir un empeño permanente a todos los niveles de la programación y ejecución de los programas de interés común. El análisis y las recomendaciones del Comité Examinador proporcionan la base necesaria para intensificar la cooperación en lo futuro.

Cooperación FAO/PNUD (evolución en los gastos generales de Organismo de Ejecución del PNUD) 2

64. Debido a que este tema está estrechamente relacionado con el Informe de la Dependencia Común de Inspección de las Naciones Unidas sobre la introducción de una contabilidad de costos en las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, el Consejo examinó ambos temas conjuntamente.

65. Por lo que se refiere al nuevo sistema de determinación de costos establecido por el CCCA, el Consejo tomó nota de que la fase I del sistema se había introducido en los organismos principales a partir del 1o de enero de 1973 y que se esperaba que su aplicación permitiría aprovechar mejor los costos, ofreciendo al mismo tiempo una base para decisiones normativas sobre el importe de los reembolsos a la FAO de los gastos generales relacionados con las actividades del PNUD. Se le informó de que la Unesco y el PNUD participaban en el Grupo de Trabajo creado por el CCCA y que esto permitiría emplear el sistema uniformemente en todas las organizaciones de las Naciones Unidas.

66. Por lo que se refiere a la propuesta de la Dependencia Común de Inspección relativa a la creación de un pequeño “fondo de modernización”, el Consejo coincidió con el punto de vista del Comité de Finanzas de que no debe aprobarse la creación de dicho Fondo.

1 CL 60/3, párrafos 51–54, CL 60/15, CL 60/PV/9 y CL 60/PV/17.
2 CL 60/3, párrafos 10, 166–174 y 251–255; CL 60/16, CL 60/16 Add. 1 y CL 60/PV/16.

67. El Consejo se mostró igualmente de acuerdo con el Comité de Finanzas en que no hay necesidad de “dar carácter oficial” al Grupo de Trabajo del CCCA, ya que este órgano podía convocarse en cualquier momento que lo requiriese el CCCA.

68. En cuanto al problema relativo a los gastos generales de Organismo de Ejecución del PNUD, el Consejo tomó nota de que el Sr. Henderson, ex-Auditor General de Canadá y ex-Auditor Externo de las Naciones Unidas y del PNUD, había comenzado a estudiar si estaba o no bien fundada la petición del PNUD de que se saldaran las sumas correspondientes a gastos generales de Organismo de Ejecución asignadas a la FAO antes de 1972. Se informó al Consejo de que el informe Henderson no estará listo hasta el otoño de 1973.

69. El Consejo pidió que en su 61o período de sesiones, en el que examinará el Programa de Labores y Presupuesto para 1974–75, se le facilite información al día sobre la tendencia del volumen de los proyectos del PNUD.

Dependencia Común de Inspección de las Naciones Unidas

Informe sobre la introducción de una contabilidad de costos en las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas 1

70. Al examinar los gastos generales de organismo de ejecución, el Consejo tomó nota del informe de la Dependencia Común de Inspección de las Naciones Unidas sobre la introducción de una contabilidad de costos en ls organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, junto con las observaciones hechas a este informe por el Director General y por los Comités del Programa y de Finanzas. Consideró que el informe aportaba una contribución importante a la introducción de un sistema uniforme de contabilidad de costos dentro de las Naciones Unidas.

71. Se informó al Consejo de que el informe de la Dependencia Común de Inspección había sido solicitado por el Consejo de Administración del PNUD, que posteriormente había pedido que algunas de sus recomendaciones fueran examinadas de nuevo por el Grupo de Trabajo del CCCA. Las observaciones finales del CCCA y, tal vez también, las del CAC, se transmitirán a su debido tiempo a la FAO para que las examinen sus órganos rectores.

72. Aun coincidiendo con el CCCA en que la introducción en el momento actual de nuevas mejoras en el sistema propuesto podría retrasar la iniciación de la Fase I y en que debe hacerse lo posible por evitar la introducción de procedimientos engorrosos y costosos, algunos miembros consideraron que la idea de un cálculo de los costos proyecto por proyecto, o, al menos, por tipo de proyectos, sigue siendo un objetivo a largo plazo.

73. El Consejo convino en que registrar el tiempo de trabajo es fundamental para todo sistema de contabilidad de costos, y más importante aún, para la gestión de programas. Por tanto, el sistema no debe ser excesivamente complicado, y debe preverse una capacitación durante el servicio para lograr una mejor aceptación de registro del tiempo de trabajo por parte de los funcionarios y la aplicación eficaz de dicho sistema. A este respecto, se tomó nota de que la FAO utiliza ya otros métodos distintos del de registro del tiempo de trabajo para contabilizar el trabajo de carácter no sustantivo e interativo.

74. Por lo que se refiere a la recomendación contenida en el Informe de que se prepare un Manual sobre contabilidad de costos, se informó al Consejo de que el CCCA había considerado que era conveniente utilizar los recursos financieros disponibles para publicar primero un Manual sobre contabilidad general relativo a todo el sistema, y que más adelante podría publicarse un Manual dedicado en concreto a la contabilidad de costos.

75. El Consejo aprobó, en general, las observaciones del Director General a este Informe, y acogió complacido la propuesta de los Comités del Programa y de Finanzas de examinarlo de nuevo, junto con la información adicional procedente de órganos mixtos, y de comunicar sus recomendaciones a un período posterior de sesiones del Consejo.

1 CL 60/3, párrafos 78–79, 231–233 y 251–255; y CL 60/9(c).

Informe sobre comunicaciones en el Sistema de las Naciones Unidas 1

76. El Consejo tomó nota de este informe solicitado por el CAC y de las observaciones hechas al respecto por los Comités del Programa y de Finanzas. Acordó diferir el examen a fondo de las recomendaciones del informe hasta una sesión ulterior, cuando se le hayan presentado los puntos de vista del CAC y las observaciones adicionales de los Comités del Programa y de Finanzas.

Informe sobre la utilización de la flota (FAO) 2

77. El Consejo consideró que se trataba de un informe utilísimo, y aprobó, en general, las observaciones hechas sobre el mismo por el Director General y por los Comités del Programa y de Finanzas. Se prestó especial atención a algunas recomendaciones del informe, entre ellas las relativas a matriculación de embarcaciones, necesidad de un programa de pesca a plazo medio, evaluación previa y utilización de las contribuciones de contrapartida, flete y destino final de los barcos, uniformación del equipo, y establecimiento de un “pool” de barcos de pesca.

78. Se informó al Consejo de que, a propósito de la matriculación de las embarcaciones, a la FAO le había parecido conveniente matricular sus barcos en el país en que estuviera ubicado el proyecto de pesca, y utilizar el pabellón del mismo. En todos los barcos de la FAO ondea, además, la bandera de las Naciones Unidas. Por lo que se refiere al destino final de las embarcaciones, se informó al Consejo de que, de ordinario, éstas se entregaban al país beneficiario cuando eran necesarias para el posproyecto. Se informó igualmente al Consejo de que se fletaban embarcaciones cuando esa parecía la mejor solución para el país y el proyecto, y que, por lo que se refiere a la uniformación del equipo, se tendía hacia ella dentro de los límites del acceso a las instalaciones de servicio, las disponibilidades monetarias y otros factores.

79. Por lo que se refiere al “pool” de barcos de pesca, se informó al Consejo de que el PNUD había iniciado las conversaciones tendentes al establecimiento de dicho proyecto. Si se aprueba su creación, este “pool” permitirá a la Organización mayor flexibilidad y movilidad en la gestión de su flota pesquera. Se sugirió que las actividades de este “pool” sean autoamortizables. El Consejo recomendó que se informara a los órganos rectores sobre las repercusiones financieras y estructurales de esta operación.

80. Por último, se informó al Consejo de que se había aumentado de 1 000 dólares a 3 000 dólares la delegación de autoridad financiera a los directores de proyecto y que al próximo período de sesiones del Comité de Finanzas se presentará un informe sobre la delegación de mayor autoridad al Departamento de Pesca para la gestión de la flota.

Propuesta del Director General sobre medidas internacionales para asegurar suficientes existencias alimentarias básicas 3

81. El Consejo tuvo ante sí una Nota del Director General en la que se llama la atención sobre el problema de lograr la seguridad mundial contra las graves situaciones de escasez de alimentos y se presentan propuestas para la adopción de medidas internacionales con objeto de asegurar existencias suficientes de alimentos básicos.

82. El Consejo convino en que es éste un problema urgente de política alimentaria de interés vital para la población del mundo entero. Elogió al Director General por su oportuna iniciativa al poner sobre aviso al Consejo, al cual incumben responsabilidades básicas en esta esfera, y proponer la preparación de propuestas concretas para que los gobiernos las examinen. El Consejo confió en que estas propuestas representarán un método realista de abordar el problema siempre presente de la seguridad alimentaria mundial. La garantía de una disponibilidad suficiente de alimentos básicos constituye una obligación común de toda la comunidad internacional, y es esencial no sólo en el terreno humanitario sino también en lo que respecta a la estabilidad económica y social del mundo.

1 CL 60/9(a) y CL 60/3, párrafos 65–69 y 241.
2 CL 60/9(b), CL 60/3, párrafos 70–77 y 242–250 y CL 60/PV/16.
3 CL 60/11, CL 60/PV/5, CL 60/PV/6 y CL 60/PV/18.

83. El Consejo reconoció que el problema de la seguridad mundial contra la escasez de alimentos se ha venido agravando cada vez más como consecuencia de los importantes cambios registrados durante la última campaña en la situación mundial de la oferta de cereales. Después de varios años de suministros de cereales muy abundantes en los mercados internacionales, las malas cosechas y la inferior producción debida al tiempo desfavorable en varias partes del mundo han dado lugar a un agotamiento de las existencias y a una situación precaria de la oferta y la demanda mundiales. Por primera vez desde 1952, la nueva campaña se iniciará con un nivel de existencias de cereales en los países exportadores e importadores que no darán seguridad ninguna de contar con suministros suficientes para satisfacer la demanda mundial en caso de que se repitan en gran escala las malas cosechas. Los suministros de cereales en 1973/74 dependen casi por completo del resultado de las cosechas de 1973 y son por ello sumamente vulnerables a la incertidumbre del tiempo que pueda reinar en una sola estación. Aunque se han adoptado medidas para aumentar la producción, la demanda sigue siendo fuerte y se precisaría probablemente más de una estación, con un tiempo favorable, para alcanzar la reposición de las reservas en magnitud suficiente. Mientras tanto, el mundo estará insuficientemente protegido contra la escasez. El Consejo tomó nota de que en el momento actual la comunidad internacional no ha aceptado, en ningún sentido positivo, el concepto de un nivel mínimo seguro de reservas alimentarias básicas para el mundo entero.

84. Al presentar sus propuestas, el Director General señaló que el problema fundamental estriba en conseguir que las existencias alimentarias básicas se mantengan a niveles que garanticen una seguridad global en caso de un grave descalabro en las cosechas. A su modo de ver, no se necesita para ello un plan complejo y ambicioso de creación de una reserva mundial siguiendo las orientaciones de propuestas anteriores. Cree por el contrario que el objetivo de lograr un nivel mínimo de seguridad alimentaria mundial podría alcanzarse más sencillamente mediante un grado limitado de coordinación de las políticas nacionales sobre reservas, siempre que entre los gobiernos se pueda llegar al necesario entendimiento. El Director General puso de relieve que si bien el plan propuesto es voluntario y trata de reducir al mínimo las obligaciones de los gobiernos, el aceptar la propuesta supondrá que todos los países productores y consumidores habrán de adoptar medidas, cada uno según sus medios, para asegurar los suministros alimentarios de conformidad con un concepto convenido. Ello exigirá el compromiso de aceptar este concepto y la decisión de ponerlo en práctica mediante reajustes en las políticas vigentes sobre reservas.

85. Las propuestas constan de cuatro elementos principales. Primero, todos los países productores y consumidores, incluso los países en desarrollo, deberán cooperar en la elaboración de un concepto aceptable de seguridad alimentaria mundial mínima. Con ello se tratará de garantizar, por medio del mantenimiento de existencias nacionales, la disponibilidad en todo momento de suministros suficientes de cereales, que son los alimentos básicos del mundo, a fin de evitar graves escaseces de alimentos. Segundo, deberán celebrarse consultas intergubernamentales periódicas para determinar la suficiencia de las reservas mundiales frente a las necesidades mínimas y para recomendar la adopción de medidas si dichas reservas fueran insuficientes. Se necesitará un sistema perfeccionado de información internacional para recopilar los datos necesarios sobre las existencias y demás cuestiones pertinentes. Tercero, se recomendará a los Gobiernos normas de orientación voluntarias con respecto a sus políticas nacionales de existencias, a fin de que los países cuenten con una protección mínima contra las malas cosechas y, cuando sea posible, puedan contribuir a la seguridad alimentaria mundial. Cuarto, se reconocerá la situación especial de los países en desarrollo y se elaborará un programa internacional para ampliar y coordinar la ayuda a los países en desarrollo que deseen crear reservas nacionales de alimentos.

86. El Consejo tomó nota de que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en su 54o período de sesiones de mayo de 1973 aprobó una resolución que respaldaba el análisis del problema realizado por el Director General, recalcaba que la seguridad de disponer de suministros alimentarios suficientes constituye una responsabilidad común de la comunidad internacional y acogía favorablemente la intención de presentar propuestas al Consejo de la FAO.

87. El Consejo convino en que si bien las propuestas forzosamente se presentan ahora en términos generales, representan una manera razonable de abordar el problema.

88. El Consejo subrayó que debería estudiarse detenidamente la posibilidad de que la realización de la propuesta tenga efectos más amplios, efectos que podrían repercutir a largo plazo tanto sobre la estructura de la producción mundial como sobre el comercio mundial. La experiencia de los dos principales países exportadores de cereales ha demostrado las dificultades que entraña la evaluación del nivel adecuado de acumulación de existencias, la administración de las mismas, y el evitar una acumulación excesiva de suministros. Tampoco hay que perder de vista la estrategia aceptada de común acuerdo para el Segundo Decenio del Desarrollo. Se observó asimismo a este respecto que será preciso asegurar que el Programa no estimule indirectamente un producción alimentaria antieconómica, sobre todo en los países desarrollados que tienen una capacidad muy considerable de producción y practican políticas de apoyo a la agricultura; se señaló la importancia de evitar que se estimule la producción indebidamente con el fin de no provocar la aparición de excedentes estructurados y de perturbaciones en el comercio internacional, que redundarían particularmente en desventaja de los países en desarrollo que dependen en gran medida de las exportaciones agrícolas como fuente de divisas y de recursos del capital para el desarrollo. Además el plan que ha presentado el Director General debería, pues, comprender los medios necesarios para evitar esos riesgos.

89. Muchos miembros estimaron que el documento debía aclarar la relación entre las propuestas, los reajustes agrícolas internacionales y las negociaciones comerciales multilaterales del GATT.

90. El Consejo convino en que debe ser objeto de especial atención la situación de los países en desarrollo, tanto importadores como exportadores. El principio de la autosuficiencia sobre el que se sustentan las propuestas obtuvo un amplio apoyo. La mayoría de los países en desarrollo, dados sus problemas de balanza de pagos, tendrán que acumular sus existencias con la producción interna en cuanto sea factible, lo que significa al asignar sus escasos recursos de capital que debe concederse prioridad a la creación de una base de producción alimentaria. Por consiguiente, la ejecución de este propósito exigirá tiempo, quizá varios años, especialmente si se tiene en cuenta la escasez actual de existencias, y las propuestas deben distinguir claramente entre la situación a corto y a largo plazo. A corto plazo, habrá que seguir afrontando las situaciones de escasez aguda y de urgencia con programas bilaterales de ayuda alimentaria y con el Programa Mundial de Alimentos. Se sugirió que la finalidad inicial sea la reposición de existencias hasta alcanzar la cuantía operativa normal y, a más largo plazo, podrá estudiarse la posibilidad de constituir reservas para atender a situaciones críticas y escaseces graves que se presenten por la pérdida de cosechas. Hay que tener en cuenta el creciente consumo mundial de alimentos. En general, habrá que formular detenidamente, dentro del contexto de las prioridades nacionales de desarrollo, de los programas bilaterales y multilaterales de asistencia y de los reajustes internacionales de la producción y el comercio agrícolas, los programas nacionales de constitución de reservas.

91. El costo, el origen y el mecanismo de financiación de las existencias nacionales de alimentos y otros servicios afines constituirá un problema fundamental. Será necesaria la asistencia internacional para construir los almacenes y la infraestructura y para conseguir una buena gestión y otros servicios en los países en desarrollo. Será preciso estudiar los problemas que crea el deterioro de los alimentos almacenados. Es preciso aclarar los objetivos de las políticas de existencias mínimas, así como el emplazamiento de las existencias y de las fuentes de suministro. Habrá que estudiar ulteriormente la posibilidad de que los organismos internacionales, regionales y bilaterales de desarrollo faciliten asistencia especial para los programas nacionales de reservas, y formular las posibles maneras de determinar y movilizar los recursos que necesitan los países en desarrollo. Debe revaluarse también la función del Programa Mundial de Alimentos en la ayuda a los proyectos nacionales de reservas, que hasta la fecha ha sido limitada. Se tomó nota de que en las consultas preliminares que el Director General había celebrado con diversos organismos internacionales (BIRF, FIM, Naciones Unidas, UNCTAD, PNUD y PMA) se han determinado ya varios de los aspectos en que podrían desempeñar una función más importante ayudando a los países interesados en desarrollo en ese sector.

92. Durante el debate, algunos miembros señalaron que la incapacidad de sus países para mantener reservas suficientes para contrarrestar las vastas fluctuaciones de las cosechas debidas a calamidades naturales y al mal tiempo había creado una precaria situación alimentaria y cierta inestabilidad. Al mismo tiempo, trastornaba su economía y su comercio, ya que en los años de sequía el aumento de las importaciones de alimentos, a precio elevado, iba acompañado con frecuencia de pérdidas debidas al sacrificio de ganado de exportación a bajo precio, mientras que en los años buenos los cereales se exportaban a precios inferiores y el ganado había de importarse a precios más altos para reconstituir los rebaños. Otros miembros informaron al Consejo sobre las ventajas obtenidas con las políticas positivas de existencias alimentarias que ya aplicaban sus Gobiernos y opinaron que las operaciones nacionales de creación de reservas se verían facilitadas por el sistema internacional de consultas y cooperación previsto en las propuestas.

93. Algunos miembros encarecieron una medida más audaz, que entrañara la gestión internacional de las existencias nacionales unida a un programa especial de expansión de la producción de alimentos en los países en desarrollo. Se propuso que se explorase la viabilidad de establecer un mecanismo, tal vez con carácter recíproco, mediante el cual los países pudieran destinar parte de sus existencias nacionales a ayudar a los países vecinos que sufran de escaseces temporales de alimentos. Otro de los miembros se mostró dispuesto a prestar ayuda para la rápida movilización de los abastecimientos, que constituye el problema crítico en casos de necesidad urgente de alimentos. Uno de los participantes sugirió que, al poner a punto este concepto, la FAO debía promover la negociación de acuerdos comerciales bilaterales a largo plazo para la entrega de cereales alimenticios básicos, como medio para asegurar una corriente regular de suministros. Se propuso que sería conveniente incorporar las disposiciones sobre existencias en los acuerdos internacionales sobre productos básicos, en vez de tratar separadamente este problema, y se pusieron de relieve las actividades del Consejo Internacional del Trigo. Se estimó, además, que el examen de las propuestas no deberá ocasionar retrasos en la ejecución del plan de suministros alimentarios de urgencia.

94. Si bien asociándose al propósito general de la propuesta y compartiendo la opinión de que el Director General debe especificar ahora el contenido y los procedimientos que entraña su propuesta, otros miembros expusieron una serie de factores que consideraban fundamentales para que la propuesta les resultase aceptable a sus gobiernos. Varios miembros subrayaron las obligaciones nacionales respecto a la política de producción y de acumulación de existencias y la necesidad de definir claramente los límites de la cooperación internacional prevista. Otros consideraron que el problema de la seguridad alimentaria mundial no es tanto cuestión de recursos globales como de asignación y distribución, aspectos a los que debe prestar detenida consideración un plan detallado. Se insistió en la idea de que debe concederse prioridad a acelerar el mejoramiento de la producción alimentaria en los países amenazados por situaciones de hambre. En su consecuencia, se manifestó que el costo adicional de la acumulación de existencias no deberá detener la financiación del desarrollo general.

95. Algunos miembros manifestaron que como quiera que el problema del hambre no es exclusivamente cuestión de producción de trigo ni siquiera de producción de cereales, deberán estudiarse en el plan otros productos.

96. El Consejo convino en que un elemento esencial para ello sería el de la creación de un sistema adecuado de información, y en que habían de estudiarse los procedimientos para informar acerca de los niveles de las existencias nacionales, la capacidad de almacenamiento, los programas de mantenimiento de reservas, las necesidades alimentarias y otros datos necesarios sobre la situación de la oferta y la demanda. Si se quiere que el plan sea amplio sería necesaria la cooperación de todas las naciones. Para una mejor evaluación de las perspectivas de la producción se precisará mejorar la presentación de informes sobre las cosechas de los países y las estadísticas de producción necesarias también para facilitar la administración y mantenimiento de las reservas nacionales de alimentos. El carácter estacional e imprevisible de la agricultura crea también grandes problemas para la administración de las existencias. Se insistió en la necesidad de tener plenamente en cuenta las tendencias a largo plazo de la producción, consumo y comercio mundiales de alimentos. La interrelación de los distintos cereales adquiere cada vez más importancia, debido al crecimiento eminentemente dinámico del aprovechamiento de los cereales para piensos, correspondiente a la fuerte demanda de carne. Deberán estudiarse atentamente los efectos de las sustituciones entre productos sobre los niveles de precios, la oferta y la demanda de mercado y, en consecuencia, sobre la situación de las existencias.

97. Por lo que respecta a las consultas intergubernamentales propuestas, el Consejo acordó que se utilice el mecanismo existente, incluidos el CPPB, el Grupo Intergubernamental sobre Cereales, el Grupo Intergubernamental sobre el Arroz y el Consejo Internacional del Trigo.

98. El Secretario Ejecutivo del Consejo Internacional del Trigo presentó una breve reseña sobre las actividades más recientes de su organización y expresó la creencia de que el Consejo del Trigo estará dispuesto, sin duda, a estudiar en qué forma pueda colaborar a desarrollar y poner in práctica las propuestas, especialmente porque podrían tener repercusiones en la nueva negociación del Convenio Internacional sobre el Trigo, que se someterá a debate en su próxima reunión de junio. A este respecto, el Consejo vio con satisfacción la estrecha cooperación que ya existe entre las Secretarías de la FAO y del Consejo Internacional del Trigo.

99. El observador de la Federación Internacional de Productores Agrícolas puso de relieve la responsabilidad fundamental que recae sobre los agricultores del mundo entero en cuanto a asegurar los suficientes suministros alimentarios y prometió el apoyo de su organización para la puesta en práctica de las propuestas.

100. El Consejo acordó que se adopten las medidas siguientes:

  1. El Director General deberá preparar propuestas concretas destinadas a poner en práctica el concepto de una política de seguridad alimentaria mundial mínima para que la Conferencia las estudie teniendo en cuenta los puntos de vista expuestos en este período de sesiones, del Consejo y el contenido del documento aprobado por el 17o período de sesiones del GIC titulado “La ayuda alimentaria y cuestiones afines durante el Segundo Decenio para el Desarrollo”.

  2. Estas propuestas deberán ser presentadas al CPPB para un examen preliminar, pidiéndole que asesore sobre los aspectos de política de productos básicos contenidos en las mismas, y en particular sobre las normas de orientación sugeridas para las políticas de reservas y el mecanismo consultivo.

  3. Se deberá pedir al Grupo Intergubernamental sobre Cereales que asesore por conducto del CPPB sobre el sistema de información necesario y sobre los problemas y procedimientos prácticos que supone la evaluación de la suficiencia de las reservas en relación con las necesidades mundiales. Deberá también efectuar una evaluación especial de la adecuación de los niveles actuales y previstos de las reservas. Se deberá pedir al Grupo Internacional sobre el Arroz que realice una evaluación análoga en su próximo período ordinario de sesiones.

  4. Deberá invitarse al Comité Intergubernamental del PMA a que revise sus procedimientos y políticas para ayudar a los países en desarrollo a crear reservas nacionales de alimentos.

  5. Deberá informarse al Consejo Internacional del Trigo de las propuestas e invitarle a considerar de qué manera podría participar en el examen y el plan que de él se derive.

  6. El Director General deberá invitar a los organismos de desarrollo internacional y regional interesados a que indiquen las formas concretas en que podrían ayudar a los países en desarrollo a participar de un modo efectivo.

  7. Los criterios de estos órganos y organizaciones internacionales se deberán transmitir a la Conferencia para que los examine junto con las propuestas del Director General.

101. En conclusión, el Director General puso de relieve que sus propuestas más detalladas se prepararán en forma que sean efectivas y aceptables. Ahora bien, las mismas no podrán remediar la situación de escasez inmediata. En vista de la precaria situación actual del suministro mundial de cereales, exhortó a los gobiernos a que preparen una planificación de urgencia para el caso en que la situación empeore a tal punto que se necesite una actuación muy rápida para proteger los suministros disponibles. El Consejo estuvo de acuerdo en que los gobiernos se dan plena cuenta de la gravedad del problema y reconocen que es urgente tomar las medidas necesarias.

Operación de socorro a la zona Saheliana 1

102. El Consejo examinó las medidas urgentes adoptadas por el Director General, de acuerdo con el Secretario General de las Naciones Unidas, para ayudar a los países de la zona sudano-saheliana del Africa occidental en sus decididos esfuerzos para superar los efectos de la continuada sequía.

103. El Consejo escuchó un discurso del Presidente de la República del Alto Volta, General Sangoulle Lamizana, cuyo texto se reproduce en el Apéndice E. El Consejo reconoció la gravedad de los sufrimientos humanos, los perjuicios económicos y los trastornos sociales que padece la región y agradeció al Presidente su presencia y su elocuente y conmovedora alocución.

104. El representante del Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. B. Morse, transmitió al Consejo el testimonio de su profunda y sentida preocupación personal ante situación tan trágica, así como de su decisión de procurar por todos los medios la más eficaz reacción de todo el sistema de las Naciones Unidas.

105. El Consejo aprobó por unanimidad las medidas adoptadas por el Director General para hacer frente a esa situación de extraordinaria gravedad. Se declaró convencido de que tales medidas representan lo que los pueblos del mundo esperan siempre del sistema de las Naciones Unidas y de que es procedente que, en la catastrófica situación examinada, la FAO se haya puesto al frente como el núcleo adecuado para todo el sistema de las Naciones Unidas. El Consejo expresó su reconocimiento por la colaboración entre la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) al actuar sin tardanza enviando suministros y socorros urgentes.

106. El Consejo reconoció con gratitud la útil actuación del representante especial del Director General para el problema saheliano, al llamar la atención sobre las urgentes necesidades que no han sido satisfechas por los anteriores programas de ayuda y persuadir a varios gobiernos a que incrementen esa ayuda, además de apoyar las operaciones de socorro por conducto del sistema de las Naciones Unidas.

107. El Consejo tomó nota con satisfacción de la respuesta cada vez más alentadora al llamamiento del 10 de mayo de 1973, por el que el Director General pedía contribuciones al Fondo Fiduciario de la FAO para la zona Saheliana. El Consejo aprobó los anticipos por un total de 900 000 dólares del Fondo de Operaciones, autorizados por el Director General en virtud del Artículo 6.2 (a) (iii) del Reglamento Financiero, para cubrir los gastos inmediatos de las medidas de socorro, en espera de que se acrediten al Fondo Fiduciario los donativos prometidos.

108. El Consejo atribuyó considerable importancia a la colaboración entre los gobiernos y las organizaciones interesadas, intergubernamentales y no gubernamentales, cuya contribución se reconoció, así como a la coordinación de sus actividades. Tal acción tiene importancia no sólo por lo que respecta a los socorros de urgencia, sino a los efectos de escalonar dichos socorros en medidas a medio y a largo plazo. Subrayó la importancia de la función coordinadora del Comité interestatal permanente creado por los seis gobiernos interesados en Uagadugú, Alto Volta, bajo la presidencia del Ministro de Agricultura del Alto Volta.

1 CL 60/LIM/5, CL 60/PV/10 y CL 60/PV/17.

109. El Consejo tomó nota de que los países donantes que hasta la fecha habían contribuido con carácter bilateral con más del 80 por ciento de la ayuda total a la zona Saheliana habían convenido en consultar con los organismos multilaterales, sobre todo con la FAO y el PMA para armonizar las actividades y especialmente para coordinar los envíos. Reconoció que la distribución de esos suministros desde los puertos de entrada hasta los centros interiores más necesitados no podía llevarse plenamente a cabo dentro de los plazos previstos por medio del transporte por ferrocarril, y carretera. Se impone la necesidad de puentes aéreos en gran escala, y el Consejo encareció a todos los gobiernos que dispongan de medios para ello, que colaboren en consecuencia. Reconoció el Consejo que esta operación logística exige la colaboración intensiva de todos los interesados y acordó que la FAO podría contribuir útilmente a facilitar la necesaria coordinación entre los gobiernos de la región y todas las partes interesadas.

110. El Consejo reconoció que es probable que durante 1973–74 se precise una ayuda alimentaria cuantiosa. Rogó encarecidamente a los donantes de dicha ayuda que estén preparados para facilitarla, que se comprometan con antelación suficiente y proyecten de común acuerdo la entrega en buen orden de los suministros.

111. El Consejo aprobó también las medidas adoptadas por el Director General para abordar los problemas a medio y a largo plazo. Reconoció la procedencia en este caso de una acción concertada de todo el sistema de las Naciones Unidas, bajo la dirección del Secretario General de las NU, de conformidad con la Resolución 1759 (LIV) del Consejo Económico y Social. Expresó el Consejo su convicción de la importancia de la misión de la FAO, en consonancia con sus obligaciones en materia de agricultura y alimentación. Reconoció que al ayudar a los gobiernos de la región afectada a desarrollar medidas a medio y a largo plazo, los donantes de ayuda exterior deberán orientarse según los deseos y las experiencias de los países afectados.

112. El Consejo, en conclusión, expresó sus profundos sentimientos de pesar y solidaridad a las poblaciones de los seis países azotados por la sequía y formuló la esperanza de que una eficaz acción internacional aporte el socorro necesario y reduzca al mínimo los efectos de catástrofes semejantes en lo sucesivo.

Propuesta de una actividad permanente de la FAO dedicada a la memoria del difunto Lord Boyd Orr 1

113. El Consejo examinó una propuesta para la creación de una Biblioteca de Nutrición Lord Boyd Orr, dedicada a la memoria del primer Director General de la FAO.

114. El Consejo aprobó por unanimidad la propuesta que, a su juicio colmará una necesidad en la esfera de la alimentación y la nutrición. Recomendó, sin embargo, que esta nueva Biblioteca siga siendo una dependencia de la Biblioteca David Lubin de la sede de la FAO. Deberán facilitársele los medios y el espacio adecuados en un lugar escogido.

115. Se indicó a continuación que la contribución financiera solicitada para la creación de esta Biblioteca es sumamente reducida si se tiene en cuenta la función importante que desempeñar. El Consejo recomendó que, en vista del beneficio que los especialistas en nutrición de los países en desarrollo y de muchas empresas privadas podrán obtener de esta Biblioteca se deberá estudiar con todo detenimiento la posibilidad de crear un Fondo Fiduciario para esta nueva actividad financiado por fuentes externas como por ejemplo las industrias alimentarias. A este respecto, el Consejo opinó que el ámbito de la Biblioteca no deberá limitarse únicamente a las actividades nutricionales sino que deberá abarcar todas las actividades sobre alimentación y nutrición en sentido general; para reflejar esta idea deberá denominarse “Biblioteca Lord Boyd Orr de Alimentación y Nutrición”.

116. El Consejo tomó nota con satisfacción de la declaración del delegado del Reino Unido en el sentido de que, si la Conferencia aprueba esta propuesta, su Gobierno, a reserva de la aprobación del Parlamento, estará dispuesto a contribuir con una cantidad de 5 000 libras esterlinas para la compra de libros y publicaciones periódicas británicas durante un período de cinco años.

117. El Consejo consideró aceptable en general la propuesta de mejorar y ampliar el contenido del Noticiario de Nutrición de la FAO. No obstante, un miembro observó que el Noticiario actual tiene más carácter de publicación técnica que de noticiario. Si se ampliara en el sentido indicado en el documento, no deberá considerarsele como un mero noticiario y tal vez pudiera dársele el nuevo título de Diario de Alimentación y Nutrición de la FAO, dedicado a Lord Boyd Orr. El Consejo convino en que, antes de llevar a efecto esta propuesta, el Comité del Programa deberá examinar la futura presentación y contenido del actual Noticiario en relación con la política general de la FAO relativa a las publicaciones periódicas.

1 CL 60/17, CL 60/PV/8 y CL 60/PV/18.

Sistema internacional de información para la ciencia y tecnología agrícolas (AGRIS): Informe sobre la marcha de estas actividades 1

118. Se informó al Consejo de la situación referente a la aplicación del Sistema Internacional de Información para la Ciencia y Tecnología Agrícolas (AGRIS), en cumplimiento de la Resolución 4/71 adoptada por la Conferencia en el 16o período de sesiones. El Consejo tomó nota, con satisfacción, de que el proyecto AGRIS ha venido adquiriendo creciente interés y apoyo, en especie y en efectivo, por parte de los Gobiernos, las instituciones y otros organismos, y reiteró su propio apoyo al concepto de actividad cooperativa internacional de AGRIS para la eficaz divulgación de los conocimientos científicos y técnicos que son esenciales al desarrollo.

119. El Consejo observó que, en cuanto a AGRIS Nivel Uno (Sistema de conocimientos actuales) se está preparando con la colaboración de varios países e instituciones, una “edición experimental” de la bibliografía de AGRIS que estará pronta para su examen y evaluación a fines de septiembre de 1973. Se informó al Consejo de que los resultados de este experimento, y una evaluación del mismo, junto con una información detallada de costos y beneficios, se presentarán en otoño de 1973 a los períodos de sesiones de los Comités del Programa y de Finanzas del Consejo y la Conferencia.

120. El Consejo tomó nota de que, en cuanto a AGRIS Nivel Dos (Red de servicios especializados), los consultores están realizando estudios generales y específicos del sistema y sus usuarios.

121. Se informó al Consejo de que, a reserva de la aprobación definitiva de la Conferencia y si los recursos lo permiten, el Sistema de conocimientos actuales podrá comenzar a funcionar a fines de 1974 o principios de 1975. El Director General se propone informar a todos los Gobiernos con el fin de tener confirmación de su interés y apoyo, conseguir indicaciones preliminares de su intención de participar en el sistema, aisladamente o en unión de otros países, y obtener la designación de instituciones participantes.

122. El Consejo volvió a insistir en su interés por el proyecto AGRIS, apoyó las medidas ya adoptadas, subrayó la necesidad de que haya una plena cooperación entre los gobiernos y las organizaciones existentes con el fin de reforzar el proyecto y evitar la duplicación de actividades y costos, insistió en la función esencial de las bibliotecas - particularmente, la Biblioteca David Lubin Memorial - y pidió que en el 61o período de sesiones se le proporcione una información detallada sobre costos y beneficios para estar en condiciones de tomar decisiones respecto al proyecto AGRIS. El Consejo tomó nota de que el equipo de AGRIS había permitido que éste superara las expectativas originales, Hizo presente también que en las futuras labores el Director General deberá tener en cuenta la necesidad de mantener los costos en un nivel razonable, manteniendo en todo momento la calidad de la información facilitada por AGRIS y que pueda disponerse de ella oportunamente. El Consejo expresó asimismo su deseo de que la técnica de elaboración de datos empleada no sea excesivamente complicada para que resulte fácilmente accesible a todos los usuarios.

123. En cuanto a los efectos del proyecto AGRIS sobre la labor de la Biblioteca David Lubin el Consejo observó también con satisfacción que la propuesta nueva estructura de la Dirección de Bibliotecas y Documentación, en fase experimental, está encaminada no sólo a conservar la Biblioteca David Lublin como entidad claramente definida, sino a mantener y reforzar sus funciones, trasladando a ella el personal del Centro de Documentación y efectuando la fusión de servicios análogos (como los de referencia, reprografía y otros servicios a los usuarios). Además, el desarrollo de AGRIS suministrará a la Biblioteca medios adicionales para servir a sus usuarios. El Consejo tomó nota, sin embargo, de las manifestaciones del Director General de que, en vista de las observaciones de los Comités del Programa y de Finanzas, volverá a estudiar sus propuestas para reestructurar la Dirección de Bibliotecas y Documentación.

1 CL 60/18 y CL 60/PV/16.

Segundo informe sobre reuniones no previstas de los órganos de la FAO en el bienio de 1972–73 1

124. El Consejo recordó que, en su 16o período de sesiones, la Conferencia aprobó la lista de las reuniones y conferencias que habían de financiarse en 1972–73 con cargo al Programa Ordinario. Recordó igualmente que la Conferencia, en su 14o período de sesiones, reconoció que en circunstancias excepcionales podía ser necesaria la celebración de algunas reuniones no previstas y autorizó al Director General a hacer dichas excepciones cuando, en su opinión, fuera necesario, comunicándolo al Consejo en el período siguiente de sesiones. El Consejo, en su 59o período de sesiones (noviembre de 1972) insistió también en la necesidad de una planificación y un control más estrechos de las reuniones y pidió a los Comités del Programa y de Finanzas que examinaran el método de rendir informes sobre reuniones no previstas y suprimidas.

125. El Consejo tomó nota de que el Comité del Programa examinó este asunto en su 23o período de sesiones 2 y, tras modificar ligeramente los criterios aplicados por el Director General para la aprobación de las reuniones no previstas, consideró que el método actualmente en uso era satisfactorio, pero añadiendo que sería preferible presentar un informe sólo dos veces al bienio, a los períodos de sesiones otoñales del Consejo. El Consejo se mostró de acuerdo con esta propuesta y aprobó los criterios modificados, como sigue:

  1. la relación de la reunión no programada con el Programa de Labores aprobado, incluido el examen de las alternativas y la determinación de que la reunión propuesta sería el método mejor para alcanzar el objetivo del programa;

  2. la relación, si la hubiese, con otras conferencias y reuniones en la misma esfera de trabajo;

  3. el motivo de que la reunión no programada no se hubiera incluido en la lista aprobada por la Conferencia;

  4. aclarar si la reunión sustituye a otra reunión programada o si supone una adición a la lista ya aprobada;

  5. consecuencias financieras, si las hubiese.

126. El Consejo tomó nota de que entre el 1 de noviembre de 1972 y el 14 de mayo de 1973 se habían aprobado 18 reuniones no previstas y se habían suprimido 28. Lamentó que hubiera sido necesario suprimir reuniones incluidas en el Programa de Labores aprobado por la Conferencia y consideró que era necesario atenerse al programa todo lo posible. Reconoció, sin embargo, que la situación financiera en el bienio 1972–73 había sido excepcional.

127. En el Apéndice F figura una lista de las reuniones no previstas aprobadas y de las reuniones aprobadas suprimidas durante el período mencionado.

1 CL 60/7.
2 CL 60/3, párrafos 55–58.


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