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EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

Situación alimentaria actual en el mundo: Informe provisional del Director General 1

6. El Consejo examinó la situación alimentaria actual en el mundo basándose en el informe provisional del Director General. Convino en que este informe constituye una base útil y bastante realista para sus debates, y destacó el importante papel que desempeña la FAO al contribuir de esta manera al análisis y a la posible solución de los problemas alimentarios del mundo. Expresó la esperanza de que, con la aplicación gradual de las recomendaciones de la Conferencia Mundial de la Alimentación relativas al sistema mundial de información alimentaria, la FAO estará en condiciones de mejorar aún más sus actuales sistemas de información y análisis, facilitando de esta manera la pronta determinación de los programas de actividades preferentes.

7. Si bien en los últimos tres meses se ha registrado alguna mejora en las perspectivas de la situación alimentaria mundial, el Consejo puso de relieve que subsisten aún muchas causas de preocupación, que no se refieren solamente a la producción de alimentos como tal, sino a desajustes económicos en los países y en el ámbito internacional. Por consiguiente, en lo que respecta a los suministros básicos de alimentos el mundo sigue dependiendo de los resultados de una campaña a otra, y la verdadera seguridad alimentaria mundial exigirá un esfuerzo prolongado. La producción mundial de cereales ha disminuido en 1974 por segunda vez en tres años, y las reservas excedentarias de los principales países exportadores habrán disminuido aún más al terminar sus respectivas campañas de 1974/75. El total de las reservas de excedentes de cereales (con exclusión de China y la U.R.S.S.) podría bajar a menos de 100 millones de toneladas al terminar las campañas agrícolas de 1974/75, y el efecto sobre esta cifra de la disminución de la demanda de cereales forrajeros es, sin embargo, incierto.

8. Se ha instado a los agricultores de muchos países a que aumenten la superficie de cultivo de cereales. Sus intenciones y el incremento de la superficie de cultivo, parecen indicar perspectivas favorables para 1975 y un acrecentamiento de hasta 8 por ciento en la producción de trigo y cereales secundarios. Teniendo en cuenta la baja del 4 por ciento registrada en 1974, este aumento podría permitir un cierto grado de reposición de las reservas que habían disminuido peligrosamente. El Consejo, sin embargo, insistió en que debe procederse con cautela en esta mejora, porque la baja de los precios de los cereales, aunque alivia las dificultades de los países importadores, podría inducir a los agricultores de los principales países exportadores de cereales a alterar sus proyectos de siembra. Además, podría ocurrir que el aspecto de la campaña agrícola cambiase bruscamente por el mal tiempo, como ocurrió en 1974.

9. Aun cuando la situación de los suministros de los fertilizantes ha mejorado ligeramente para algunos países, esa situación básica sigue siendo de penuria. Los precios de los mercados mundiales se mantienen en un nivel muy alto, y algunos países han comunicado una disminución del empleo de fertilizantes. La incapacidad de muchos países en desarrollo para importar una cantidad suficiente de fertilizantes es especialmente grave, ya que la importación de una cantidad equivalente de alimentos es aún más costosa. La escasez de plaguicidas y el costo muy elevado de la energía, especialmente para el riego mediante bombas, crean nuevas dificultades en algunas zonas.

10. Tales dificultades afectan más especialmente a los países en desarrollo. En estos países la producción de alimentos por habitante fue más baja en 1974 que en 1970, y como consecuencia de la escasez y del elevado precio de los suministros en los mercados mundiales, los suministros efectivos de alimentos por habitante han disminuido en muchos de ellos, y el aumento de los precios al consumidor ha afectado gravemente a los consumidores más pobres. Si bien ha sido posible evitar que se generalizara el hambre, el número ya muy elevado de personas que sufren de grave malnutrición ha aumentado desde la evaluación hecha por la FAO al respecto en 1970.

11. Los países en desarrollo han tenido que prescindir de importaciones esenciales de bienes de capital necesarios para el desarrollo, con objeto de destinar las escasas divisas que poseen a la compra de alimentos y fertilizantes a precios más altos, cuando los precios obtenidos por sus propias exportaciones a los países desarrollados se han rezagado mucho respecto a los precios de los artículos manufacturados y del equipo importados por ellos. Los países en desarrollo estiman que las perspectivas han empeorado a causa del temor dominante de recesión en los países desarrollados.

12. El Consejo expresó su satisfacción por los esfuerzos especiales que ha desplegado la comunidad internacional en favor de los 33 países más seriamente afectados (MSA). Las necesidades no satisfechas de importaciones de cereales de estos países, hasta el 30 de junio de 1975 (que se habían estimado en 7,5 millones de toneladas en noviembre de 1974), se habían reducido a 4 millones de toneladas a mediados de febrero de 1975. La Operación de Emergencia de las Naciones Unidas y el Plan Internacional de Suministro de Fertilizantes han facilitado mucho las compras imprescindibles de alimentos y fertilizantes de estos países. La considerable ayuda recibida de nuevos donantes ha ayudado a muchos países a contratar importaciones en condiciones comerciales.

13. Esta respuesta de la comunidad internacional a la situación de urgencia a corto plazo constituye un gran estímulo para el Consejo. Se había atribuido nueva prioridad a las necesidades humanas en asuntos comerciales y de ayuda. Muchos países donantes han aumentado sus compromisos de asistencia financiera y técnica para la producción agrícola y de fertilizantes de los países en desarrollo y para ayudar a éstos a adquirir fertilizantes. Los compromisos de ayuda alimentaria para 1975 han alcanzado ya la cifra de 8,8 millones de toneladas de cereales, por lo que se hallan muy cerca del objetivo mínimo de 10 millones de toneladas fijado por la Conferencia Mundial de la Alimentación. Se han realizado buenos progresos en diversos debates internacionales sobre los aspectos operativos de la seguridad alimentaria mundial. Otras iniciativas importantes adoptadas recientemente, son el nuevo convenio sobre el comercio, ayuda y cooperación concertado entre la CEE y 46 países en desarrollo de Africa, el Caribe y el Pacífico y la propuesta de la UNCTAD para establecer un acuerdo sobre una serie de productos, que incluía 11 productos agrícolas, en un programa integrado sobre productos.

14. Aun tomando nota de todos estos indicios alentadores, el Consejo destacó los peligros de volver a una confianza injustificada y a la anterior situación de oscilaciones bruscas entre plétora y escasez y de inestabilidad de los precios. Hace falta una política bien meditada de estabilización de precios. Es preciso fomentar la rápida expansión de la producción de cereales, no sólo en los principales países exportadores, sino también en otras zonas con recursos potenciales intensificando la asistencia técnica y económica y para una mayor estabilidad de los precios dentro de límites razonables para proporcionar un incentivo suficiente a los productores. Si en 1975 se obtiene una gran cosecha de cereales, sería especialmente necesario prestar una minuciosa atención a los incentivos de precios durante los años siguientes. A este propósito, el Consejo acogió favorablemente las actuales iniciativas encaminadas a fomentar una expansión ordenada del comercio mundial de cereales a precios relativamente más estables, y tomó nota de las actividades de la FAO sobre el reajuste agrícola internacional.

15. Manifestó su interés por los resultados del “fundamentado análisis” de la oferta y la demanda de fertilizantes, que la Conferencia Mundial de la Alimentación encargó a la Comisión de Fertilizantes de la FAO como base de una política mundial de fertilizantes. Algunos miembros aludieron al hecho de que los precios de los fertilizantes en los mercados mundiales son mucho más altos que en los mercados nacionales de los países productores, y manifestaron que semejante situación suscitaba cada vez más preocupación.

16. Se sugirió la conveniencia de que la FAO estudiara la repercusión de la reciente evolución de los precios de los alimentos en los mercados internacionales sobre los precios nacionales de producción y de consumo, así como sobre la producción y el consumo. Aunque el Consejo comprendió que esto no entrañaría nuevos gastos, también sugirió a la FAO que estudiase con más detenimiento la correlación cuantitativa entre la utilización de fertilizantes y la producción de alimentos.

17. El Consejo estimó que todos los gobiernos deberán vigilar continuamente la evolución de la situación alimentaria y requirió la participación de todos los países en el Sistema Mundial de Información y Alerta sobre la Agricultura y la Alimentación. Es indispensable evaluar las probables necesidades de importación en 1975/76 lo antes posible, para poder adoptar con tiempo los remedios oportunos. Algunos miembros recomendaron que cuando fuera necesario la FAO convocara consultas periódicas entre los principales países exportadores e importadores. Otros miembros estimaron que como la FAO y el Consejo Internacional del Trigo seguían de cerca la situación, toda consulta futura podía quedar a discreción del Director General de la FAO.

18. El Consejo destacó la continua gravedad de los problemas de balanza de pagos de los países en desarrollo en general y especialmente de los más seriamente afectados, y la necesidad de adoptar medidas especiales para financiar sus importaciones indispensables, particularmente de alimentos, fertilizantes y otros insumos agrícolas. El desnivel de las importaciones será crítico en los próximos meses, en los que es imprescindible adoptar medidas urgentes, pero las dificultades de los Estados más seriamente afectados se prolongarán bastante más allá de fin de año. El Consejo pidió que el Director General someta esta cuestión a la atención del Consejo Mundial de la Alimentación para que adopte con urgencia las medidas pertinentes.

1 CL 65/6, CL 65/INF/8, CL 65/PV/1, CL 65/PV/2, CL 65/PV/9.


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