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11 Conclusiones

Sobre la base de la consulta con una amplia gama de factores sociales y de un análisis lo más profundo posible, se ha generado un panorama del sector forestal hacia el año 2020.

Queda de manifiesto la existencia de importantes progresos logrados en los últimos años en prácticamente todas las áreas y mucha tarea por realizar.

Tal vez, la más importante, sea la de aglutinar y coordinar la enorme cantidad de iniciativas positivas que no tienen hoy una real conexión entre sí ni una difusión suficientemente adecuada.

En el transcurso del trabajo, se ha encontrado una enorme cantidad de funcionarios, industriales, profesionales e investigadores con voluntad y deseo de llevar al sector al lugar que su potencial permite.

La primer conclusión a extraer, que fue consensuada en las últimas reuniones realizadas es la realización de un Plan Forestal Nacional.

Para llevar adelante dicho plan es imprescindible contar con información básica: estadísticas e inventarios forestales, no sólo para la información maderera sino también para la relacionada con los productos no madereros.

Luego, es imprescindible identificar mercados en los cuales se volcará la producción del sector que, necesariamente, va a tener como destino el mundo. Esta identificación de mercados debiera estar vinculada con políticas activas de atracción de inversores para proyectos industriales. Hasta el momento se está generando una importante oferta maderera pero con una demanda incierta. Esta generación de oferta de madera debe ser continua, dado que los picos y valles imposibilitan proyectos futuros.

En este sentido debe destacarse que es altamente probable que los grupos Arauco y CMPC realicen en los próximos diez años inversiones en fábricas de pulpa de escala internacional. Además, el primero de los grupos citados, está haciendo inversiones en aserraderos y plantas de tableros MDF. Simultáneamente, un grupo de capitales nacionales, Papel Misionero, planea hacer una importante inversión para ampliar su capacidad productiva y exportadora. Este potencial dinamismo de inversiones no se da en el sector, en este nivel de montos proyectados, desde 1982/1983, ocasión en la que todavía estaba trabajando el BANADE.

Este trabajo fue realizado en el término de cuatro meses y puede ser considerado un mojón más en las tareas realizadas que debe ser continuado en sus distintas áreas, preferentemente, por medio de comisiones de trabajo que permitan consolidar y amalgamar la gran cantidad de esfuerzos que se están realizando en el sector forestal.

Para la continuación de este trabajo, que es un eslabón en la cadena de lo ya realizado y lo que queda por hacer, debiera realizarse con profesionales argentinos, tanto del sector público como del sector privado, asistidos por expertos internacionales en los campos que sea preciso. Al mismo tiempo, debe prestarse atención a la capacitación de esos profesionales, lo que permitirá aprovechar sobre la base de esta capacidad humana, los recursos físicos del país.

El aporte industrial al desarrollo forestal es impostergable. El diálogo entre sectores es absolutamente imprescindible. La fijación de objetivos claros para el desarrollo futuro de un sector que sin planificación pierde toda su fuerza, es una prioridad absoluta.

Existe la voluntad por realizarlo y la capacidad de trabajo en conjunto debiera ser el camino para lograrlo.

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