ZIMBABWE* (19 de mayo)
Se están recogiendo las cosechas de la temporada principal sembradas en noviembre y diciembre de 2003. Una misión conjunta de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos del PMA y la FAO estuvo en el país durante una parte del período previsto. Tomando como base las visitas realizadas durante la travesía, y las entrevistas a informantes del lugar, la misión estimó que la producción total de alimentos de este año sería incluso menor que el volumen de 980 000 toneladas del año pasado. El déficit total de alimentos (equivalente a la necesidad de importaciones) podría superar el millón de toneladas. Las estimaciones finales serían comunicadas por la FAO y el PMA en la primera quincena de junio. La merma de la producción se atribuye al retraso e irregularidad de las precipitaciones, a la escasez de semillas de calidad, a los altos costos locales de los fertilizantes, a la falta de animales de tiro y tractores, a una ulterior disminución de la utilización de granjas comerciales en gran escala, y a los efectos de la pandemia del VIH/SIDA. En octubre, al principio de la campaña agrícola, muy pocos agricultores estaban en condiciones de sembrar maíz debido a la insuficiencia y dispersión de los chaparrones, y la racha seca que derivó de ello destruyó muchas de las primeras plantaciones. En efecto, las lluvias comenzaron en gran parte del país a final de diciembre y principios de enero, retrasando en muchas zonas el comienzo de la temporada del maíz y sorgo.
En los últimos años, la producción interna de cereales ha cubierto menos de la mitad de las necesidades del país. Una inflación galopante, situada actualmente en un 600 por ciento anual, está reduciendo ulteriormente el poder adquisitivo y limitando, en consecuencia, el acceso a los alimentos para la mayoría de los grupos vulnerables. Los datos correspondientes a la distribución mensual de alimentos del PMA en el marco de la actual operación de urgencia (OU) indican que entre julio de 2003 y abril de 2004 se distribuyó un total de 314 357 toneladas de alimentos, previéndose para mayo y junio una distribución de 10 000 toneladas. El número de los beneficiarios alcanzó en marzo de 2004 el nivel máximo de 4,4 millones.