FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 10/04 - NICARAGUA* (1 de octubre)

NICARAGUA* (1 de octubre)

La recolección de las cosechas de maíz y frijoles de la primera temporada de 2004/05 está terminada. Un tiempo seco prolongado desde mayo hasta finales de julio causó cuantiosos daños a los cultivos alimentarios de la primera temporada de 2004/05, principalmente maíz y frijoles. Las municipalidades más afectadas, que han sufrido pérdidas del 50 al 100 por ciento de las siembras, se encuentran en los departamentos del norte y noroeste de León, Chinandega, Madriz, Estelí y Matagalpa. Las estimaciones provisionales del Ministerio de Agricultura indican pérdidas de alrededor de 63 000 hectáreas de maíz y 22 000 hectáreas de frijoles. Lo cual representa una reducción de la superficie cultivada con maíz de alrededor del 23 por ciento respecto del buen nivel del mismo período del año pasado. La primera temporada representa aproximadamente el 60 por ciento de la producción anual total de maíz (primera, segunda y tercera temporadas) y, por lo tanto, el tiempo seco prolongado de la campaña actual afectará negativamente a la producción de 2004. Con respecto al frijol, que se cultiva principalmente en la tercera temporada, la reducción de la superficie cultivada en la primera temporada se estima en alrededor de un 8 por ciento. Con objeto de sostener la producción de las cosechas de maíz y frijoles de la segunda temporada “de postrera”, que se están sembrando actualmente, el Ministerio de Agricultura distribuyó semillas certificadas y fertilizantes a los agricultores afectados por la sequía en los departamentos de León y Chinandega utilizando fondos del programa ‘Libra por libra’. Las necesidades de importación en la campaña comercial 2004/05 (julio/junio) se pronostican en 125 000 toneladas de trigo, 80 000 toneladas de maíz y 110 000 toneladas de arroz.

La comunidad internacional continúa entregando asistencia alimentaria, en particular a las municipalidades de Río Blanco y Matiguás en el departamento de Matagalpa y a la de Prinzapolka en la región autónoma del Atlántico Norte, gravemente afectadas por las inundaciones de principios de julio.