FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 06/05 - SOMALIA* (1 de junio)

SOMALIA* (1 de junio)

Tras las preocupaciones que existían acerca del retraso de las lluvias “gu” en algunas de las principales zonas productoras del sur de Somalia, a mediados de abril se recibieron unas lluvias buenas que mejoraron las perspectivas iniciales para las cosechas de cereales de la temporada principal de 2005 que se recogerán a partir de agosto. Ahora bien, las intensas lluvias recibidas tanto en Somalia como en las tierras altas etíopes han provocado inundaciones que han desplazado a cientos de familias y destruyeron grandes extensiones de tierras agrícolas. Los cultivos en pie también corren grandes riesgos de inundaciones y destrucción debido a las fuertes lluvias actuales que deberían continuar durante todo el mes de junio. La temporada gu es la principal estación de las lluvias (abril-junio), sobre la que se basa en años normales alrededor del 70-80 por ciento de la producción cerealera anual.

En otras partes, como en las regiones principalmente ganaderas del noroeste, nordeste y en algunas partes de la región central, las lluvias gu comenzaron temprano y fueron considerablemente superiores a lo normal, hasta en un 120 a 300 por ciento de la media a largo plazo. Ello ha mejorado la situación de aguas y pastizales pero también causó inundaciones repentinas, que provocaron las pérdidas de vidas humanas, el desplazamiento de personas y la destrucción de infraestructuras, perturbando también las intervenciones de socorro en algunas partes.

Continúa habiendo graves preocupaciones humanitarias como consecuencia de los efectos acumulados de una serie de sequías y de la inseguridad. Una encuesta realizada últimamente sobre la malnutrición en los campamentos de PDI de Bosaso observó una tasa de malnutrición aguda de 20,3 por ciento y tasas elevadas de mortalidad infantil. Diversos indicadores sugieren, además, que los niveles de malnutrición continúan siendo apreciablemente superiores a lo normal en algunas partes de Gedo, del valle inferior del río Juba y del norte de la región de Gagadud. Los conflictos entre clanes registrados últimamente en algunas partes también han desplazado a un gran número de personas y perturbado las actividades económicas generales y de subsistencia. En total, se estima que un millón de personas vulnerables necesitan ayuda humanitaria.