FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 10/05 - AUSTRALIA (11 de octubre)

AUSTRALIA (11 de octubre)

La recolección de los cereales de invierno de 2005 está apenas comenzando en algunas partes septentrionales del país. Las perspectivas para la producción de este año son mucho más favorables que al comienzo de la campaña. Tras unas condiciones atmosféricas muy secas imperantes durante el período de siembra principal, finalmente llegaron unas lluvias buenas en la segunda mitad de junio, justo a tiempo para una actividad intensiva de siembra tardía. Según los informes, como consecuencia del régimen pluvial imperante durante la campaña los agricultores han sembrado menos trigo, que normalmente se siembra en la primera parte del período de siembra, pero aumentaron la superficie sembrada con cebada, que se sembró después de las lluvias tardías, opción normal para las siembras tardías, ya que rinde relativamente mejor que el trigo. Se prevé que los rendimientos varíen mucho según las localidades, de suerte que en algunas zonas en las que las lluvias continuaron hasta septiembre, como Nuevo Gales del Sur, el rendimiento fue mejor que en otras que permanecieron más bien secas, como Queensland. Aunque los resultados iniciales de la cosecha son muy favorables, los pronósticos de la producción continúan variando mucho y no serán del todo seguros hasta que se recoja una cantidad mayor de la cosecha en todas las regiones del país. Sin embargo, ahora parece probable que la cosecha de trigo de 2005 sea por lo menos de 20 millones de toneladas, volumen cercano al del año pasado, mientras que la producción de cebada puede aumentar como consecuencia del incremento de la superficie sembrada hasta alcanzar por lo menos los 6,7 millones de toneladas.

La siembra de la cosecha de sorgo de verano (que se recogerá en 2006) se lleva a cabo en septiembre y octubre. Las perspectivas iniciales fueron relativamente favorables gracias a unos suministros de humedad del suelo suficientes para la siembra, acumulados con la llegada de las lluvias de invierno, y los primeros pronósticos provisionales indicaban un incremento de la superficie sembrada de aproximadamente un 10 por ciento, suponiendo que los agricultores utilizaran el barbecho que no pudo ser sembrado con cereales de invierno a causa de la sequía anterior. Sin embargo, el tiempo seco que continuó durante todo septiembre en Queensland ha reducido las expectativas en esa región, en la que se produce una gran parte de las cosechas de verano.