FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 10/05 - GUATEMALA (26 de octubre)

GUATEMALA (26 de octubre)

Las lluvias torrenciales caídas desde principios de julio hasta finales de agosto han afectado a la capital y a los departamentos de Izabal, Alta Verapaz, Huehuetenango y San Marcos, causando inundaciones, aludes de lodo y daños a las infraestructuras urbanas y rurales. El 2 de octubre el huracán Stan azotó el país causando cuantiosos daños a los cultivos, las viviendas, la infraestructura y las redes eléctricas y telefónicas. El 6 de octubre, el gobierno de Guatemala declaró el país en estado de emergencia. Se estima que cerca de 300 000 personas han quedado afectadas, y el saldo es de más de 600 muertos. El PMA ha lanzado una operación de emergencia (OEM) por un valor de 14 095 272 dólares EE.UU. para prestar asistencia alimentaria a unas 285 000 personas durante un período de seis meses (desde octubre de 2005 hasta abril de 2006). La recolección de los cereales secundarios de la primera temporada de 2005 había terminado hacía poco y se había comenzado a sembrar las cosechas de cereales y frijoles de la segunda temporada. La superficie total plantada con maíz en 2005 se pronostica en un nivel medio de 614 000 hectáreas, con una producción estimada en alrededor de 1 millón de toneladas. El aumento de los precios del petróleo está afectando a los precios de los principales alimentos básicos, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria de los grupos más vulnerables y pobres de la población. Igual preocupación existe acerca de un posible incremento de los precios de los insumos agrícolas que podría causar una disminución de su utilización y una reducción de los rendimientos y la producción.

Las necesidades de importación de trigo y maíz para la campaña comercial 2005/06 (julio/junio) se habían pronosticado, respectivamente, en alrededor de 400 000 toneladas y 580 000 toneladas, volúmenes ligeramente mayores que los del año anterior. Con el respaldo del “Frente Nacional de Lucha contra el Hambre”, la comunidad internacional continúa prestando asistencia alimentaria a las familias rurales más afectadas por la inseguridad alimentaria, en particular los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas y lactantes que adolecen de una malnutrición aguda.