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ESPECIES EN PELIGRO - RECURSOS GENETICOS EN PELIGRO

por

Gren Lucas
Secretario
Threatened Plants Committee of IUCN
c/o The Herbarium
Royal Botanic Gardens
Kew, Inglaterra

A los especialistas forestales les preocupa con razón la reducción y disminución de diversas importantes poblaciones silvestres arbóreas, pero han dedicado menos actividad e interés a los árboles como especies cuya existencia se encuentra en peligro y cuyos posibles beneficios poco se han aprovechado o ni tan siquiera estudiado. Uno de los objetivos del “IUCN Threatened Plants Committee”, establecido en 1974, es corregir este desequilibrio de modo que pueda disponerse de datos para contribuir a garantizar la supervivencia del mayor número posible de especies, de preferencia en sus habitats originales donde la evolución natural puede continuar y es posible mantener la diversidad natural, así como en semilleros, jardines botánicos y otras formas de preservación ex situ. Cada especie es por su propia naturaleza expresión única de recursos y posibilidades genéticas que normalmente el hombre no puede volver a crear a partir de otros afines, por lo cual es conveniente su protección y conservación siempre que sea posible. Desde luego, debe disponerse de datos para que las personas encargadas de la gestión de tierras puedan adoptar decisiones plenamente evaluadas en ésta y otras esferas.

Para completar las listas de especies en peligro preparadas en varios lugares del mundo y poner de relieve las posibles pérdidas de especies que puedan registrarse, el “Threatened Plants Committee” ha publicado recientemente la primera parte del IUCN Plant Red Data Book 1. En él figura información pormenorizada (Red Data sheets) sobre 250 plantas raras en peligro de todo el mundo, cuidadosamente escogidas para poner de manifiesto la variedad de amenanazas y los diferentes grupos y zonas más afectados, así como para señalar las especies amenazadas de especial interés botánico u hortícola o de especial importancia y posibilidades económicas. En lo que se refiere a dichas especies se proporcionan datos sobre su situación en materia de conservación, amenazas a su supervivencia, distribución y hábitats, junto con una breve descripción y una evaluación de su interés y posible utilidad para el hombre. Destacan por su importancia las secciones relativas a las medidas de conservación ya adoptadas para garantizar su supervivencia y las propuestas sobre la acción futura necesaria. La finalidad no es sólo centrar la atención en estas 250 especies únicamente y sentar las bases para su conservación, sino también demostrar mediante ejemplos las crecientes y permanentes amenazas que pesan sobre los ecosistemas naturales del mundo y la diversidad de plantas que contienen. A medida que pase el tiempo y se disponga de mayor información, se publicarán nuevos volúmenes del Plant Red Data Book, en los que figurarán información sobre nuevas especies amenazadas, así como versiones actualizadas de las ya incluidas cuando se hayan registrado cambios importantes en su situación y conservación. Además los capítulos introductorios incluyen una versión revisada del famoso “Action Treatment” del UICN, preparado originalmente por la “Survival Service Commission” de Sir Peter Scott, como guía de lo que todos, profesionales o aficionados, representados o representantes, pueden hacer para fomentar la supervivencia de las especies.

La mayoría de las 250 plantas incluidas (el 1% de las especies que se estima están amenazadas) son hierbas y arbustos, pero también existe un porcentaje considerable de árboles, a pesar de la gran dificultad que supone el identificar las especies amenazadas en ecosistemas forestales completos que se encuentran en peligro, por ejemplo la mayoría de selvas. En lo que se refiere a alguno de estos árboles, la información reunida es la proporcionada por los expertos del Grupo de Trabajo sobre conservación de recursos genéticos de la IUFRO. El TPC agradece a estos especialistas, y en especial a su presidente, el Profesor Larry Roche de la Universidad de Bangor, su autorización para utilizar esos datos tan útiles sobre las especies amenazadas. Su labor abarca también importantes especies forestales como el Pinus caribaea y la Nesogordonia papavifera que no se encuentran amenazados a nivel de especie, pero que registra disminución y varias proveniencias amenazadas. Cabe esperar que en breve se publiquen bajo los auspicios de la FAO todos los resultados de esta actividad y que el equipo del TPC pueda contribuir en la medida de sus posibilidades.

Presenta especial intereś para los especialistas forestales del Africa Oriental y es típica de las especies arbóreas incluidas la Vepris glandulosa (anteriormente del gene monotípico Tecleopsis), de las cutáceas. En el pasado se utilizó para fabricar bastones y otros objetos de madera, e incluso quizás lanzas, dardos y flechas. En cambio ahora es una especie tan rara que ni tan sólo se utiliza para estos fines, ya que únicamente se conoce la existencia de 8 árboles y varios retoños en un solo lugar próximo a Muguga (Kenya). Afortunadamente, esta localidad se encuentra dentro de la reserva de 15,5 hectáreas de la finca de la Organización de Investigación Agrícola y Forestal de Muguga, la cual intenta propagar la especie por medio de semillas. Otros árboles amenazados se encuentran en lugares menos afortunados. Por ejemplo, del Zanthoxylum paniculatum, árbol aromático de hoja caduca, también de las rutáceas, sólo existen que se sepa dos individuos en la isla Rodrigues (Océano Indico), donde el bosque endémico se ha visto devastado por los cultivos y la introducción de plantas y animales, hasta el punto de que 32 de las 34 especies endémicas registradas se encuentran actualmente extinguidas o en peligro. Quizás el ejemplo más extremo descubierto hasta ahora sea el de una nueva especie de Diospyros (ébano verdadero), todavía no descrita, de la que sólo se conoce un único árbol, viejo y amenazado, en Mauricio. Prácticamente se trata de una especie dioica (es decir, que posee flores masculinas y femeninas en árboles distintos), de modo que a menos que se encuentre un árbol macho para completar el femenino existente, esta especie, si no se reproduce vegetativamente, se extinguirá irremediablemente. Incluso si se encuentra un ejemplar masculino, serán precisos grandes esfuerzos para asegurar una fecundación cruzada efectiva, recoger la semilla en el momento adecuado, obtener el retoño y plantarlo posteriormente en un lugar adecuado donde pueda estar protegido de los animales y plantas exóticas que tan perjudiciales han sido para la mayoría de la vegetación forestal endémica de la isla. Este árbol podría tener gran utilidad para el hombre, ya que puede proporcionar ébano, producto que representaría un importante ingreso para Mauricio. Este árbol es relativamente mayor y más robusto que las otras especies de Diospyros que se encuentran en las islas Mascareñas. Además, según las palabras finales de la “Red Data Sheet”, “por tratarse de un grupo de tanta importancia económica, es especialmente importante que se conserven y aprovechen en común los fondos de genes de todos sus miembros para que en el futuro puedan utilizarse y aprovecharse con fines de mejoramiento genético”.

Después de los grandes daños causados por la enfermedad holandesa del olmo en Inglaterra se ha prestado gran atención a los parientes de los olmos ingleses que puedan presentar resistencia a la enfermedad. No carece de importancia el hecho de que uno de los parientes que muestran resistencia, el Ulmus wallichiana, del Himalaya, sea una especie en peligro, ya que en toda la cordillera se utiliza para alimentar al ganado. En una visita efectuada recientemente al Himalaya, el botánico holandés y especialista en olmos, Señor H. M. Heybroek, sólo encontró tres ejemplares en flor de este árbol, además de los existentes en una reserva de caza de Dachigam (Cachemira), a pesar de que se considera una especie antes frecuente desde el Nuristán central, en Afganistán, hasta el Nepal pasando por Pakistán y Cachemira. Este ejemplo muestra claramente la interdependencia de todos los países en lo que se refiere a la flora.

Otros árboles incluidos en el Red Data Book como especies raras y amenazadas de interés forestal son el Cupressus dupreziana de Argelia, el C. macrocarpa, que crece en dos lugares de la costa del Pacífico en California, el Juniperus bermudiana, el Betula uber (abedul raro recientemente redescubierto en los Apalaches meridionales), el Vateria seychellarum (dipterocarpio en peligro, extendido irregularmente, de las Seychelles), el Drypetes caustica, de Mauricio y la Reunión, el Neowaeraea phyllanthoides, de las islas Hawai, el Cladrastis lutea, de los Estados Unidos de América, el Serianthes nelsonii, de Guam, el Sophoro toromiro (el único árbol que existe en la isla de Pascua) y diversos eucaliptos australianos. Entre los parientes importantes de los árboles frutales figuran el Punica protopunica, único pariente silvestre del granado, cuyas últimas noticias se remontan al año 1967 cuando sólo existían cuatro ejemplares viejos en la Isla de Socotra, el Olea laperrinei de las montañas del Sahel y el Sahara, y una nueva especie de Ceratonia (algarrobo) que subsiste en unas pocas localidades de Omán. Un ejemplo extraordinario es el del Persea theobromifolia, reducido a unos 12 individuos que se encuentran en la reserva excepcionalmente rica de Río Palenque en Ecuador. Se trata no sólo de un pariente próximo del aguacate, que podría tener gran valor genético en el futuro, sino también de un árbol maderero que tuvo gran importancia económica en el pasado. En esta diminuta reserva de 0,8 km2 se encuentran casi 50 especies no conocidas en ningún otro lugar del mundo. La reserva posee una de las mayores variedades de plantas del mundo, que puede cifrarse en aproximadamente 600 especies por km2. Este caso increíble es un claro ejemplo de la desesperada necesidad de una labor de conservación y la importancia para el futuro de la humanidad de asegurar la supervivencia de estas especies.

Sin embargo, las especies clasificadas constituyen tan sólo un pequeño porcentaje de los árboles amenazados. El “Threatened Plants Committee” estina que a escala mundial existen por lo menos 25 000 especies de plantas fanerógamas casi extinguidas o en grave peligro, de modo que las 250 especies incluidas en The IUCN Plant Red Data Book son tan sólo la parte emergida del iceberg. El salvamento de estas plantas, muchas de las cuales podrían tener gran utilidad en el futuro, es de la máxima importancia para todos y debería constituir un importante componente de los programas de todas las organizaciones que se ocupan de la tierra y los recursos naturales.

1 Preparado por Gren Lucas y Hugh Synge. Publicado por la UICN. 540 págs. Para pedidos, dirigirse a: TPC, c/o The Herbarium, Royal Botanic Gardens, Kew, Richmond, Surrey, Reino Unido. Precio: 10 libras esterlinas (o 20 dólares de los Estados Unidos), incluido el envío por correo de superficie a todo el mundo.


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