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LA PRODUCCIÓN DE VIDEO Y OTROS MATERIALES Y SU USO CON CAMPESINOS

Programas de Video

Como se mencionara en la Introducción de este Estudio de Caso, el proyecto ha producido casi mil programas de vídeo de unos 20 minutos de duración y han sido utilizados con unos 150 000 campesinos. Este es un logro considerable y esta sección se ocupará del modus operandi del proyecto en esta área.

Primero debe mencionarse que las actividades del proyecto están orientadas a satisfacer las necesidades del campesino investigando su información y necesidades antes de decidir que materiales deberán ser producidos. El proyecto también procura ser muy sensible a sus valores culturales y percepciones al planearse y producirse los materiales. Sin embargo, existen diversas opiniones en lo que respecta al éxito logrado en estos aspectos. La mayoría del personal del proyecto reclama que es una cuestión de rutina hacer participar a las comunidades campesinas en todas las etapas de la planificación y producción de materiales. Probablemente, como se mencionara antes, se trataría de una confusión entre el "Modelo Teóricos", lo que se está tratando de hacer, y el "Modelo Práctico", lo que realmente se está logrando bajo las limitaciones reales.

Sea como fuere, muchos observadores externos han comentado que debería haber una mayor participación de los campesinos en la producción Podría decirse, casi con seguridad, que un análisis objetivo demostraría que no ha habido suficiente participación campesina. Esto no se debe a que el proyecto no sea conciente de la necesidad de mayor participación sino más bien a que el proyecto ha venido trabajando bajo tal presión para asegurar su supervivencia que no han podido darle la atención debida. (La sección del presente documento destinada a la infraestructura y aspectos financieros incluye información más detallada sobre los problemas que se han tenido que enfrentar.)

Un número reducido de los productores de vídeo son especialistas en los temas de los programas que ellos producen. Por lo tanto, el proyecto ha tenido que buscar el contenido de sus programas en otras fuentes. Por lo general, esto se ha hecho recurriendo a instituciones de investigación, universidades y al personal de los proyectos de desarrollo que se estaba sirviendo.

El proyecto produce cursos en diferentes materias tales como irrigación, fertilizantes, alpacas, huertos domésticos, etc. Estos cursos son divididos en una serie de lecciones. Naturalmente, algunos cursos son más extensos que otros: el promedio es de ocho a 10 lecciones. Sin embargo, cursos como el de producción de ganado lechero contiene 17 lecciones. Mientras la duración promedio de cada lección es de unos 20 minutos, existen algunas lecciones de seis a siete minutos y otras exceden los 25 minutos. La extensión de los cursos depende de la posibilidad de subdividirlo en forma natural en varios capítulos, pero también se toma especial cuidado en no exceder el tiempo probable de atención del campesino. Precisamente por este último motivo parece haber una tendencia a reducir la duración de los programas.

La mayoría de los comentarios son vertidos en español. Sin embargo, cuando se ha estimado necesario, se ha utilizado el quechua y aymara (lenguas de la sierra) y el aguaruna (la lengua de mayor uso en la Selva).

Los productores de programas trabajan usualmente en grupos de dos y en estrecha cooperación con especialistas en la materia tratada a fin de asegurar el nivel técnico del contenido.

Los productores escriben un guión básico que es revisado por los especialistas antes de iniciar la grabación. Cuando la materia prima se encuentra registrada en vídeo el equipo retorna a las oficinas principales de Lima para su edición y discusión semi-final con los especialistas. Con esta versión semi-final acordada, el equipo regresa al campo y lo muestra a los campesinos por un período de prueba que puede durar más de un mes.

Durante este período, se discute detalladamente el material con 10 campesinos y se toma nota de los comentarios y críticas. A continuación se modifican los programas tomando en cuenta las conclusiones de este período de prueba y, sólo entonces, se define una versión final y se procede a preparar copias para su uso general. Es claro que solamente la flexibilidad y fácil edición del vídeo hace posible este proceso iterativo.

Como se mencionara en la sección corrrespondiente al Marco Conceptual, se reconoció desde un inicio que los materiales producidos debían ser localmente específicos (es decir debían reflejar las mismas condiciones de aquellos lugares donde se utilizaran). Por este motivo, la estrategia inicial fue establecer unidades de producción en diferentes lugares del país. Se considera que se requerían cinco unidades para lograr representar las variaciones de geografía física y humana del Perú. De esta manera se planificaron Centros Regionales en Puno, Iquitos, Lambayeque, Piura y Huancayo, llegando a establecerse los centros en los primeros tres lugares.

Este intento fracasó por diversos motivos, siendo el principal factor el hecho de que estos centros regionales nunca llegaron a disponer de la cantidad de personal capacitado requerido, así como del equipo y nivel de producción necesarios para lograr continuidad, credibilidad e impacto. Otro motivo fue la dificultad de establecer unidades de mantenimiento apropiados en dichos centros. Y por lo tanto, los equipos por repararse debían ser remitidos vía aérea hasta Lima para su reparación. Esto resultaba costoso y consumía mucho tiempo.

Nunca se tomó ninguna decisión deliberada para abandonar los centros regionales y nunca se pensó que podía haber algún sustituto para obtener materiales específicos de las localidades. Sin embargo, usualmente fue más fácil y económico enviar equipos de producción al campo durante el tiempo requerido para la grabación de un curso. Por otro lado, durante los últimos años el proyecto ha mostrado la tendencia a concentrar sus esfuerzos en un área geográfica específica, particularmente en la sierra, y cuando esto ocurre es usual abrir una oficina en dicha área.

Es difícil precisar cuanto tiempo toma la producción de un curso, pues varía considerablemente en función de la materia tratada. Sin embargo, un curso promedio de 10 lecciones, desde la investigación inicial hasta su montaje final, toma siete meses.

Los cursos producidos por el proyecto cubren un amplio rango de temas relacionados al desarrollo rural. Estos se encuentran agrupados en las siguientes categorías:

Como puede esperarse de cursos producidos en un período de muchos años por personal de diversas experiencias y niveles de capacitación la calidad de los programas tiende a ser irregular. Sin embargo, debe entenderse que, en este contexto, el término "calidad" es utilizado desde el punto de vista de una persona educada en occidente, para describir los componentes audiovisuales y la manera como el tema en estudio es estructurado. Esta apreciación es importante pues el juicio no toma en cuenta la calidad del "valor de uso" para la audiencia de destino, ni las percepciones de dicha audiencia.

Durante el transcurso de los años se ha discutido mucho sobre el término "calidad" en relación con los programas del proyecto. Es cierto que cuando los materiales son mostrados ante las agencias de desarrollo, siempre hay críticas. Parece ser que la mayoría de las personas juzgan automáticamente los programas conforme a los niveles de la televisión comercial que ven cotidianamente, y tienen la tendencia a olvidar para quién y con qué propósito se producen estos programas. Por ejemplo, son comunes los comentarios referentes al ritmo lento de los programas, cuando es un hecho que las comunidades campesinas con un alto nivel de analfabetismo no estarían en condiciones de aprovechar un ritmo tan rápido como el de los programas modernos de televisión.

Al respecto, es interesante mencionar que conforme a la evaluación más reciente que fuera auspiciada por la agencia bilateral suiza en 1986, el 31 por ciento de la muestra de 315 campesinos opinó que los cursos eran demasiado rápidos y solicitaron una repetición, a pesar de todas las precauciones que fueron tomadas para adoptar un ritmo muy lento de presentación.

Ante las criticas sobre la calidad de los programas, el personal de proyecto tiende a minimizar la Importancia de la calidad en el sentido convencional de un país desarrollado y en discusiones sostienen frecuentemente que dicho concepto carece de importancia siempre y cuando la imagen y el sonido puedan ser entendidos.

También es cierto que dicha calidad convencional no se logra solamente con un alto nivel de especialización y profesionalismo, sino que requiere del uso de equipo profesional muy sofisticado. Por razones obvias de economía y efectividad de costos, estos equipos están fuera del alcance de un proyecto como el CESPAC.

Sin embargo, existe una línea de pensamiento purista en el personal del proyecto que puede ser ilustrada mediante una anécdota referente a las pistas sonoras. En la mayoría de los programas producidos los narradores se expresan sin vida ni inflexión, tratándose realmente de miembros del personal que carecen de una voz entrenada y de talentos naturales para la narración. Pero el proyecto insiste en utilizar este sistema pues forma parte de la mística artesanal, evitando la introducción de normas y procedimientos del mundo audiovisual ligado al periodismo y entretenimiento. Cuando otro proyecto similar de América Latina, que fue apoyado técnicamente por el personal peruano, optó por utilizar actores profesionales en la narración de sus programas, los peruanos lo criticaron. Ellos indicaron que el uso de un profesional implicaba un mayor costo y que conllevaba el riesgo de que se podría imponer el ritmo de un texto escrito desplazando el aspecto visual a un segundo plano.

Sin embargo, desde un punto de vista occidental, los programas del otro proyecto parecen más atractivos y llenos de vida, precisamente porque la narración es más llena y expresiva.

Por supuesto que la respuesta final en este debate reside en la preferencia de los campesinos. Desafortunadamente, la actividad más débil del proyecto ha sido precisamente la investigación sobre las percepciones del campesino, qué aspectos captan y mantienen su interés y cómo ellos interpretan y decodifican lo que están viendo en términos de su propia realidad y experiencia. Varios factores explican esta falta de investigación y evaluación formativa, factores que serán cubiertos en la sección referente al marco institucional y financiero del proyecto. Sin embargo, es una pena que no se haya trabajado más para determinar que significa " calidad" para el campesino. Lograr esto constituiría un primer paso para el intento de mejorar esa calidad como medio de asegurar una máxima efectividad de los materiales.


Material Impreso

Se mencionó anteriormente que el vídeo es solamente parte de la metodología desarrollada por el proyecto; otros elementos son el material impreso, discusiones y el trabajo práctico.

El material impreso es de dos tipos básicos. Existe una Guía para el capacitador y una Guía para los Participantes en los Cursos. La primera proporciona información más detallada sobre el tema especifico del curso al técnico de campo que deberá estar presente durante el curso. El es responsable de guiar la discusión de los materiales de vídeo con los participantes, de responder a las preguntas y de supervisar el trabajo práctico. Es esencial que este técnico esté adecuadamente preparado, y considerando que, como en muchos países, los técnicos de campo tienen pocas oportunidades para actualizar sus conocimientos, la Guía para el Capacitador procura solucionar esta deficiencia. La Guía también incluye algunas orientaciones sobre cómo generar una buena dinámica de grupo durante las sesiones de capacitación.

La Guía para los Participantes en los Cursos es escrita en el lenguaje más simple posible y con muchas ilustraciones para lograr una fácil comprensión. Es distribuída entre los participantes del curso para su propio uso como una referencia futura que permita recordar diversos aspectos de lo aprendido.

Se ha indicado que existe cierta contradicción en el uso de este material impreso como parte de una metología que fue desarrollada precisamente para grupos de alto analfabetismo. Sin embargo, el proyecto considera que usualmente existe algún miembro del núcleo familiar, especialmente un joven, que puede leer y ayudar a sus padres a descifrar la Guía. También se sostiene que el mero acto de llevar a casa el material impreso, aún cuando la persona no puede leerlo, da una sensación de realización y satisfacción.

La producción del material impreso constituye una parte bastante costosa de las actividades del proyecto. Sería muy interesante realizar un análisis que determine en qué medida los materiales para los participantes cumplen los objetivos esperados.

Los programas de vídeo y el material impreso complementario forman el "paquete pedagógico''.


La Metodología en Funcionamiento en el Campo

Durante los primeros años del proyecto la mayoría de los cursos eran producidos para las cooperativas que habían sido creadas por la Ley de Reforma Agraria. Aún cuando ellas conformaban solamente el 25 por ciento de la población rural, el gobierno prefirió darles un trato prioritario. Adicionalmente todas las cooperativas disponían de un comité que decidía sobre asuntos de educación y necesidades de capacitación. Estos comités servían como un fácil punto de entrada para el proyecto. Sin embargo, con la reducción gradual de importancia de las cooperativas en el transcurso de los años ha habido una atención creciente de las necesidades de la población más pobre, especialmente de la sierra, y el proyecto cada día se ha hecho más activo en esta área.

Actualmente el proyecto trabaja usualmente en un área como resultado de un acuerdo o contrato con las autoridades locales o con una institución o programa de desarrollo específico. En muchos casos el proyecto suministra programas de capacitación. en vídeo bajo uno de los tres siguientes niveles de acuerdo:

La primera posibilidad es que el proyecto asuma la responsabilidad total en el planeamiento de la capacitación utilizando su propio personal (Esto se llama Capacitación. Directa.) En la segunda alternativa el proyecto asume la responsabilidad del planeamiento de la capacitación, en proveer materiales y entrenar el personal en su uso. Una vez entrenado, el personal es tomado por la institución contratante. (Este sistema es conocido como Capacitación Conducida.) La organización contratante obtiene asistencia técnica del proyecto, luego compra su propio equipo y programas y finalmente recibe asistencia del proyecto para aprender su uso. (Este sistema es llamado Capacitación Implantada.)

En el primer caso, que es aplicado usualmente en áreas pobres, el proyecto cubre los costos. Pero en los otros dos casos las organizaciones contratantes hacen una contribución considerable o inclusive cubren el costo total.

Las sesiones de capacitación con campesinos son organizadas usualmente sobre la base de una lección diaria. De tal manera un curso compuesto por 10 lecciones tomaría 10 días. En lo posible, las fechas son escogidas en coordinación con los campesinos y se procura interferir el mínimo posible en sus actividades normales. Por este motivo muchas lecciones son temprano en la mañana o en la tarde.

Un aspecto de particular importancia es el hecho de que la capacitación es llevada al lugar de trabajo del campesino, o al lugar más cercano posible. Esto soluciona los problemas inherentes a los sistemas que contemplan un Centro de Entrenamiento. En muchos países donde se han establecido centros de entrenamiento, ha resultado bastante difícil para los campesinos dejar su tierra durante una o dos semanas para asistir a los cursos de entrenamiento. Por otro lado, aún cuando pudieran hacerlo, estarían perdiendo un importante tiempo productivo salvo que los cursos sean programados durante el período de menos actividad. Pero este último caso implica mantener ociosa la capacitad del centro de entrenamiento durante un largo período.

La metodología peruana se inicia con una discusión introductoria del tema. Luego se transmite el vídeo del día y se procede a mayores discusiones sobre el contenido del programa. El objetivo del especialista en la materia en estudio, quien se encuentra presente, es ayudar a los campesinos a pensar sobre lo que han visto en el contexto de sus propias circunstancias y necesidades, y responder a sus preguntas. Después de esta importante sesión de discusión se procede a una sesión de trabajo práctico, si las circunstancias lo permiten. Una lección completa compuesta por el vídeo, la discusión y el trabajo práctico puede durar normalmente dos horas.

Se ha sostenido que existe una contradicción en el uso de un vídeo seguido por una sesión de trabajo debido a los motivos que se exponen a continuación. Una de las ventajas de cualquier presentación audiovisual es que puede unir el tiempo y el espacio; por ejemplo, los medios audiovisuales permiten a los campesinos observar todas las etapas de un proceso productivo agrícola, que puede tener una duración real muy larga, en un espacio de tiempo muy corto; un medio audiovisual también puede mostrar cómo otra gente trabaja en sus cosechas en otros lugares. Esta unión de tiempo y espacio es una ventaja única de una presentación audiovisual. Permite llevar a cabo la capacitación fuera de temporada, cuando los campesinos tienen menos carga de trabajo y solucionar uno de los principales problemas asociados a las técnicas tradicionales de capacitación y extensión; la necesidad de que el capacitador haga frecuentes visitas al campo a fin de explicar y demostrar las operaciones más importantes del proceso productivo. Por más deseables que sean estas visitas, son por lo general difíciles de cumplir salvo que exista un servicio de extensión altamente organizado y bien equipado como podría darse en los sistemas de capacitación y visita.

Por lo tanto, utilizar programas de vídeo cuando al mismo tiempo es posible llevar a cabo un trabajo práctico parecería ser un uso ineficiente del medio. Un extensionista, crítico del proyecto, hizo notar esto rápidamente cuando un programa de vídeo sobre la selección apropiada de semillas de papa fue seguido por una demostración física de lo que acababa de verse en la pantalla, y por una sesión final en la que los campesinos participaron directamente en la selección de semillas. El argumentó que, en ésta sesión, el vídeo no había aportado nada, y su posición se veía fortalecida por el hecho de que este programa específico tenía una baja calidad visual y, por lo tanto, la demostración física fue mucho más clara.

Sin embargo, el punto de vista de aquel extensionista no tomaba en cuenta otra función muy importante del vídeo, o de cualquier programa de vídeo: normaliza y actualiza la información que el técnico transmite a los campesinos. Todos hemos tenido la oportunidad de ver cómo en una cadena de información los mensajes son distorsionados al pasar de persona a persona. Es fácil imaginar cómo un extensionista, usualmente aislado y con poca oportunidad de actualizar sus conocimientos, puede transmitir información incompleta o inadecuada; y más aún, salvo que tengan una preparación adecuada o un talento natural para la comunicación, la manera de transmitir esta información es usualmente mal estructurada. Es precisamente por sus ventajas en normalizar y estructurar el contenido y consecuentemente en facilitar el trabajo, por lo que muchos técnicos valoran en forma especial la metodología del proyecto.

Por otro lado, los campesinos expresan prácticamente una satisfacción unánime con la metodología de vídeo. En la evaluación auspiciada por la Agencia Suiza (1986), 92 por ciento de la muestra de 315 campesinos opinaban que el vídeo era muy útil en hacer el tema entendible pues era como "estar en el mismo campo".

De esta misma muestra, el 80 por ciento expresó que desearía más capacitación por vídeo; porcentaje exactamente igual al obtenido de una muestra de 153 campesinos en 1978, cuando la metodología se encontraba aún en sus inicios. Otro resultado interesante de esa evaluación inicial fue que el 67 por ciento en la sierra habían hecho preguntas durante los cursos demostrándose así un alto nivel de participación en el proceso de aprendizaje.

De la evaluación de 1978 se obtuvieron resultados muy importantes que, si bien puedan haber sido superados en casos posteriores, aún deben ser considerados en el futuro planeamiento y para evitar futuros errores. En el momento de la evaluación la mayoría de los cursos aún se llevaban a cabo en el contexto de las cooperativas creadas bajo el programa de la reforma agraria. Se pudo comprobar que, en muchos casos, los administradores de las cooperativas acordaron llevar adelante determinados cursos sin discutir el asunto con los miembros cooperativistas y, luego, les ordenaban su participación

Fue más importante aun el hecho de que muchos participantes no percibían que pudieran poner en práctica lo que habían aprendido. Esto sucedía porque la capacitación del campesino era considerada como un objetivo en sí, y no se daba el suficiente apoyo al aspecto aplicativo. Por ejemplo, el curso de producción de ganado lechero podía darse en una cooperativa donde no había desarrollo lechero. Una parte de la información adquirida, por ejemplo, las técnicas adecuadas para ordeñar, podía ser aplicable, pero no aquéllas que requerían insumos y servicios externos, tales como la inseminación artificial o los alimentos concentrados. En suma, estos resultados reforzaron el principio de que la capacitación no debla estar aislada de otros insumos o servicios, de lo contrario podría ser causa de insatisfacción y frustración entre los participantes.

Afortunadamente, durante los últimos años el proyecto ha superado este problema al trabajar cada vez más en el contexto de desarrollo S locales específicos, y debe haber pocas dudas de que actualmente la capacitación ofrecida es más acorde a las circunstancias y posibilidades de los participantes.

Por otro lado, la mayoría de las instituciones se muestran más receptivas ante las solicitudes de campesinos que han participado en cursos. Por ejemplo, recientemente un curso sobre huertos domésticos realizado en la Sierra indujo a las campesinos a comunicar a las autoridades locales que la calidad de semillas disponible en Puno era deficiente: la corporación regional de desarrollo tomó acción inmediatemente a fin de obtener y ofrecer una mejor semilla.


Alcances del Proyecto

Desde su concepción, la hipótesis del proyecto fue que debería llevar a cabo capacitación en áreas rurales a una escala masiva. El objetivo para el período 1981-1984 fue llegar a no menos de 159 000 campesinos, pero en realidad sólo se llegó a 59 119. Si bien esta cifra no es nada despreciable, la diferencia con la meta establecida tampoco lo es y llama la atención sobre las dificultades existentes en organizar la capacitación en áreas rurales.

Se ha calculado que cuando el proyecto lleva a cabo en su totalidad la operación de capacitación con su propio personal (Capacitación Directa), una sola unidad de reproducción puede realizar 9 450 lecciones/participantes durante un año. Sin embargo, la experiencia muestra que cuando la responsabilidad de utilizar la metodología recae en otros, el número de personas alcanzado se reduce en razón proporcional a la participación remanente del proyecto. Bajo la Capacitación Conducida se puede esperar alcanzar un 80 por ciento de las 9 450 lecciones/ participantes, es decir 8 560 por año; mientras que bajo la Capacitación Implantada es posible que se llegue solamente al 65 por ciento de la capacidad máxima, es decir 6 140 lecciones/ participantes por año; Esta reducción en la eficiencia es un reflejo natural del menor nivel de compromiso con la metodología de un personal que no se encuentra directamente relacionado al proyecto.

También se debe mencionar que cuando el proyecto inició sus operaciones, las estimaciones referentes a la cantidad de personas que llegaron a ser capacitadas se basaban en el supuesto que continuaría trabajando intensamente con las cooperativas de la Costa. Los accesos relativamente buenos del área y el hecho que la gente ya se encontraba agrupada en cooperativas hizo más fácil llegar a grandes cantidades. Pero cuando el programa se orientó hacia la sierra emergieron nuevos problemas. En primer lugar, la naturaleza dispersa de la población hizo difícil llegar a una gran cantidad de personas y, en segundo lugar, los accesos son muy malos. Estos factores hicieron prácticamente imposible lograr el promedio de 2.5 lecciones diarias por unidad transmisora que había sido logrado en la Costa y que, su vez, había sido la base de las estimaciones para los objetivos de proyecto.

En determinado momento pereció que la reducción en el número de campesinos alcanzados podía afectar seriamente la relación costo/beneficio de la metodología, pero como se podrá ver en la sección dedicada a lo costos, estos siempre se mantuvieron a un nivel muy razonable. Sin embargo, el proyecto se preocupaba mucho con las dificultades para llegar a la población en una escala masiva, particularmente en la sierra, y por este motivo se viene pensando seriamente en un experimento con un transmisor de televisión pequeño y portátil. Dicho transmisor podría emitir una señal 10 o 12 unidades simultáneamente en un área.

Parece ser que estos transmisores son relativamente baratos, debiendose resolver algunos problemas organizativos y legislativos antes de proceder a su uso.


¿Porqué el Uso del Video en el Perú se ha Visto Limitado a la Capacitación?

Debe recordarse que en la parte inicial de este estudio de caso se hizo mención al uso del vídeo como un canal de comunicación abierto para mejorar la participación en el planeamiento del desarrollo, para crear un diálogo en ambos sentidos con las autoridades y para lograr un intercambio de información y experiencias entre comunidades. Sin embargo, estas funciones no han sido logradas plenamente en el contexto peruano, donde el uso del vídeo se ha limitado principalmente a una función de capacitación. Es necesario explicar esta limitación.

Cuando se inició el proyecto, siempre se contempló que el vídeo sería usado en forma amplia en comunicación social y movilización, pero diversos eventos han dificultado estos objetivos. En 1976, el proyecto produjo un programa de vídeo cerca de Piura, en el norte peruano. Se trataba de una descripción de las condiciones históricas, sociales y económicas en un área de 30 000 km2, donde el gobierno tenía interés en iniciar un programa de desarrollo económico. El programa incluía muchas entrevistas, desde campesinos a autoridades locales. También examinaba la economía de la producción del sorgo y demostraba que, al nivel de precios prevalecientes, la producción de sorgo daba una pérdida de 10 dólares por hectárea. La última entrevista era con un miembro de cooperativa quien comentaba que los precios del sorgo y de los insumos agrícolas, tales como los fertilizantes, eran fijados por las mismas personas.

Esta cinta fue mostrada al Ministerio de Agricultura y autoridad locales, quienes opinaron que era muy interesante pero dieron instrucciones para que no fuera mostrada a nadie más. En ese momento, la idea de utilizar la metodología para un real desarrollo de comunicación fue enterrada antes de que naciera formalmente.

Sin embargo, en 1978 el proyecto se vió envuelto nuevamente en un proceso de comunicación que excedía largamente su área normal de campesinos. La asistencia suiza venía ayudando a un proyecto de asentamiento en la Selva, en Genaro Herrera, a unas 3 horas por río desde Iquitos.

El objetivo del proyecto era establecer una cooperativa de producción para unas 180 familias y un elemento importante era la introducción de vacas Brown Swiss.

El proyecto no marchaba bien y unas 60 familias abandonaron el lugar. La asistencia suiza bilateral solicitó al CESPAC hacer una serie de programas de vídeo a fin de analizar, con la gente del lugar, la conveniencia ecológica, sociológica, técnica y económica del diseño del proyecto. Como resultado, los suizos modificaron una serie de elementos del proyecto, incluyendo el cambio del ganado Brown Swiss por el Cebú.

En 1984, el proyecto nuevamente llevó a cabo un trabajo muy interesante que no estaba vinculado a una capacitación pura. En San Pedro de Casta, ubicado a 80 km de Lima, existe una área de 6 300 ha de antiguas terrazas Incas que se encontraban derruidas. Sin embargo, unas 1 300 ha podían ser recuperadas con mucha facilidad.

Un pequeño proyecto con financiamiento mínimo de la UNESCO fue establecido para pagar a los campesinos que trabajaran en la recuperación de las tierras. Sin embargo, solamente 22 jefes de familias, de un total de 350 comenzó a trabajar en ellas. El CESPAC hizo un vídeo documental con los 22 campesinos después de la primera siembra de papa y el programa fue llevado al pueblo. La gente estaba viendo una serie americana transmitida desde Lima pero la recepción era muy pobre, de tal manera que permitieron conectar la grabadora de vídeo a su aparato de televisión a fin de ver el documental que tenía una imagen mucho más clara que el programa que estaban viendo.

El documental debió ser mostrado cuatro veces, y la audiencia fue aumentando hasta llegar a 150. Como resultado de esa presentación, 67 campesinos fueron a trabajar a las terrazas y al cabo de siete meses, tres hectáreas más habían sido incorporadas a la producción.

Pero a pesar de estas experiencias que muestran el papel dinámico que el vídeo puede jugar en la mobilización social, el proyecto percibe que, en líneas generales, el clima político no ha sido favorable para sus propósitos. Aún debemos esperar para saber qué sucederá con el nuevo gobierno que inició su mandato en 1985. En todo caso, el informe sobre el proyecto elaborado en mayo de 1986 afirma que la metodología desarrollada por el proyecto debería ser utilizada experimentalmente en objetivos ajenos a la pura capacitación. Por ejemplo, podría ser muy útil en la fase de análisis de situación de los programas de desarrollo de agrupamiento de comunidades iniciados para estimular iniciativas de desarrollo, enseñando experiencias exitosas de otras comunidades a aquellas que aún no han iniciado esas acciones. Se tienen muchas esperanzas de que el proyecto encuentre el espacio y la libertad necesaria para ser más flexible e innovador. Pues para muchos el uso limitado del vídeo en capacitación es aprovecharlo solamente en una parte de su gran potencial.

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