Se evalúan los efectos de las altas tasas de sacrificio de las vacas preñadas sobre las tasas de reposición de los rebaños y sobre la producción de carne, y se cuantifican las pérdidas financieras resultantes de las de terneros en Bamenda, provincia del noroeste del Camerún. De las 8 692 cabezas de ganado sacrificadas durante el período del estudio en 1989-90, 3 035 (35 por ciento) eran hembras. El 22 por ciento de las hembras sacrificadas estaban preñadas con fetos de 1 a 7 meses de edad. Las proyecciones de los efectos de este hecho a escala nacional indicaban que, con una tasa de sacrificio del 22 por ciento de vacas preñadas y un ritmo de extracción del 11,3 por ciento, se registraba una reducción de 88 100 animales, que representaban una pérdida de 14 660 toneladas de carne, cuando los animales eran sacrificados en la edad madura. Por lo tanto, para aumentar la producción nacional de carne, habrá que adoptar medidas encaminadas a reducir la pérdida de terneros durante el sacrificio de las reses.
