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Identificación de tierras análogas para la transferencia de tecnología agrícola en las zonas de sabana del mundo en desarrollo

F.O. Nachtergaele y R. Brinkman
Dirección de Fomento de Tierras y Aguas
FAO, Roma

INTRODUCCION

Pueden definirse tierras análogas aquellas en que el suelo, el terreno y las condiciones hidrológicas son similares. Para caracterizar las tierras análogas, se propone aquí una metodología basada en el método de zonas agroecológicas (ZAE) (FAO, 1978), completada con la Fertility Capability Classification (FCC) de los suelos (Buol, 1972; Buol et al., 1975; Sánchez, Couto y Buol, 1982) y vinculada al recién revisado Mapa mundial digital de suelos (FAO/UNESCO, 1971-1981; FAO, 1996). Se han formulado algoritmos que traducen la información sobre el suelo y el terreno contenida en el Mapa mundial de suelos, en particular las unidades de suelos y su composición, clases texturales de la capa superficial, fase del suelo y clase de pendiente, con indicadores específicos de fertilidad del suelo según la FCC. Sobre la base de los factores críticos del suelo y el terreno identificados con este método, puede hacerse una comparación de suelos similares y de sus factores restrictivos («impedimentos») entre países y entre regiones. Estos resultados se redefinen después utilizando parámetros climáticos definidos en el método de zonas agroecológicas mundiales, en especial la duración del período de crecimiento (PC) y el régimen térmico, que permite la identificación de los impedimentos de humedad y temperatura en función de las necesidades de cultivos específicos.

El uso de un Sistema de información geográfica (SIG) permite dibujar y caracterizar rápidamente zonas peculiares con un potencial y unos impedimentos similares de aprovechamiento de la tierra, sobre la base del método indicado.

METODOS Y PROCEDIMIENTOS

El proceso de clasificación en zonas (zonificación) de las superficies terrestres en función de sus impedimentos para la producción agrícola es complejo, porque:

Caracterización de suelos y terrenos

Existe un único mapa de suelos que abarca toda la superficie terrena del globo con detalle adecuado para los problemas que han de afrontarse a escalas mundial y regional: el Mapa mundial de suelos 1:5 000 000 FAO-UNESCO, publicado en el decenio de 1970 en 18 hojas y puesto recientemente en forma digital (FAO, 1996). Su leyenda constituye la base del sistema de clasificación de suelos de la FAO. Se reconoce que el mapa es imperfecto en algunos aspectos, pero es la mejor base de que hoy de dispone para la extrapolación espacial. El Servicio de Manejo, y Conservación de los Recursos de Suelos de la FAO (AGLS) está procediendo a la actualización del mapa región por región, y está en preparación un nuevo mapa digital de suelos para América Latina con un sistema SOTER adaptado (FAO/SICS/ISRIC/PNUD, 1993).

El Mapa mundial de suelos contiene información directa sobre la composición de cada unidad cartográfica en cuanto a tipo de suelo dominante, asociado o incluido, textura de la capa superficial del tipo de suelo dominante (tres clases: gruesa, media y fina), pendiente de la unidad (tres clases: 0 a 8 por ciento, 8 a 30 por ciento y más del 30 por ciento) y fase en que se encuentra el suelo (sálica, sódica, de profundidad, etc.), como se indica en la Figura 1a.

FIGURA 1a
Información edafológica directa contenida en el Mapa mundial de suelos

V8941s11.GIF (21692 bytes)

Esta información directa sobre los suelos puede ampliarse gracias a las reglas establecidas para la interpretación del Mapa mundial de suelos. Tales reglas se elaboraron en los estudios de zonas agroecológicas que la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas (AGL) de la FAO realizó en varios países como Mozambique, China, Bangladesh y Kenya. Utilizando estas reglas, la Figura 1a puede transformarse en la Figura 1b, que contiene información más precisa sobre suelos.

FIGURA 1b
Información edafológica derivada y composición de la unidad cartográfica

V8941s12.GIF (12643 bytes)

60% Acrisoles férricos, textura dominante de la capa superior media, pendiente 8-30%
20% Cambisoles ferrálicos, textura dominante de la capa superior media, pendiente 8-30%
10% Litosoles, textura dominante de la capa superior media, pendiente 8-30%
10% Litosoles, textura dominante de la capa superior media, pendiente > 30%

En una etapa siguiente, mediante relaciones conocidas y estadísticamente obtenidas entre unidades de suelos específicas y diferentes atributos de los suelos como pH, contenido de carbono orgánico, capacidad de cambio de cationes (CCC), saturación en bases y profundidad del suelo, se genera nueva información temática sobre los suelos. Un ejemplo de este tipo de transformación se da en el Cuadro 1 para el suelo dominante contenido en la unidad cartográfica antes descrita. Como todo el mapa está codificado en dígitos por vector y por cuadrícula
(5' x 5') y la base de datos es accesible mediante un ordenador personal, pueden producirse resultados temáticos instantáneamente en forma de cuadros o mapas temáticos impresos. El Cuadro 2 muestra un ejemplo de resultado obtenido respecto a capacidad de retención de la humedad del suelo; el trasfondo teórico del cuadro está en FAO (1996).

CUADRO 1

Características medias del suelo de la unidad de suelos dominante de la unidad cartográfica Af31-2b Af-2 (60 por ciento de la unidad cartográfica)

Profundidad del suelo (cm)

pH H2O

OC %

N

C/N

CaCO3 (%)

B.D. (Mg/m3)

0-30

5,1

1,1

0,11

16

0

1,4

30-100

5,2

0,4

0,03

18

0

1,4

Profundidad del suelo, cm

Arcilla (%)

Limo (%)

Arena (%)

CCC, suelo (mmol/kg )

CCC, arcilla (mmol/kg )

Saturación de bases (%)

0-30

24

14

62

9,6

31

37

30-100

45

11

45

7,2

17

28

CUADRO 2

Capacidad de retención de la humedad del suelo en Níger: distribución en unidades cartográficas (porcentaje)

Unidad cartográfica

H*

>200

-150

-100

-60

-20

-0

Bv1

0

0

100

0

0

0

0

Bv5-2a

0

0

90

0

0

0

10

Bv7-a

0

0

70

30

0

0

0

Ge1

100

0

0

0

0

0

0

Ge10-1a

70

0

30

0

0

0

0

Ge5-1a

70

0

0

30

0

0

0

I

0

0

0

0

0

0

100

I-Lf-Qc

0

0

33

33

0

0

34

I-Lf-Ql

0

0

33

33

0

0

34

I-b

0

0

0

0

0

0

100

I-bc

0

0

0

0

0

0

100

Je33-1/3a

80

0

20

0

0

0

0

Lf18

0

0

100

0

0

0

0

Lf 36-1a

0

0

100

0

0

0

0

Lf40-1a

0

0

100

0

0

0

0

* H: humedales.

Se reconoce que esta metodología tiene limitaciones, sobre todo por la pequeña escala del mapa y su falta de fiabilidad en ciertas partes. También sería preciso verificar y afinar más los algoritmos utilizados, teniendo en cuenta factores como vegetación, condiciones climáticas pretéritas y actuales y geología, que determinan variaciones locales en los parámetros del suelo dentro de cierto tipo de suelos.
Otro obstáculo, especialmente para quienes hacen el modelo informático, es la complejidad de la información generada para cada punto o unidad cartográfica del mapa edafológico. En efecto, como en estos puntos se combinan diferentes clases para cada parámetro del suelo, y la mayoría de estos parámetros no son aditivos, a menudo es necesario hacer varias pasadas de ordenador para simular la realidad. Por ejemplo, una unidad cartográfica con el 50 por ciento de Vertisoles y el 50 por ciento de Leptosoles podría tener una capacidad de retención de la humedad de 100 mm en la mitad de su extensión y 20 mm en la otra mitad: un «promedio de 60 mm» no tendría sentido. Esta complejidad de la realidad hace aumentar exponencialmente el tiempo de ordenador necesario y da una cierta complejidad a la interpretación de los resultados. Esta dificultad es inherente a todos los mapas de suelos, excepto los de escala más detallada.
Una transformación específica que se intenta aquí consiste en traducir la información contenida en el Mapa mundial de suelos en el sistema de la Fertility Capability Clasification (FCC) de Buol y colaboradores (Buol et al., 1975). Este procedimiento tiene la ventaja adicional de que proporciona una manera de vincular la información edafológica con las intervenciones u opciones de aprovechamiento de la tierra. En la actualidad, la FAO está ampliando más el sistema al considerar otros factores de la capa superficial que tienen interés para el aprovechamiento de la tierra (FAO, en preparación).
El sistema FCC elaborado por Buol, Sánchez y colaboradores (Buol, 1972; Buol et al., 1975; Sánchez, Couto y Buol, 1982) es un sistema técnico que sirve para clasificar los suelos según los tipos de problemas que presentan para el tratamiento agronómico de sus propiedades químicas y físicas. El sistema hace hincapié en parámetros cuantificables de la capa superficial y en propiedades del subsuelo de importancia directa para el crecimiento de las plantas y los rendimientos. Consta de tres niveles clasificadores: tipo (textura de la capa superficial), tipo de substrato (textura del subsuelo) y 15 modificadores, entre ellos varios cambios de la versión original (Buol et al., 1975) que dan lugar a una segunda aproximación (Sánchez, Couto y Buol, 1982). A continuación se definen las clases dentro de cada nivel clasificador. Las designaciones de clases de los tres niveles se combinan para formar una unidad FCC.

Tipo. Textura de la capa arable hasta una profundidad máxima de 20 cm:
S (sandy) = suelos arenosos: arenas francas y arenas (definición del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos);
L (loamy) = suelos francos: < 35% de arcilla, pero no arenas margosas ni arenas;
C (clayed) = suelos arcillosos: > 35% de arcilla;
O = suelos orgánicos: > 30% de materia orgánica hasta una profundidad de 50 cm o más.

Tipo del substrato (textura del subsuelo). Utilizado sólo si hay un cambio de textura acusado respecto a la capa superficial, o si se encuentra a menos de 50 cm una capa dura que sea una barrera para las raíces:
S = subsuelo arenoso: textura como en «Tipo»;
L = subsuelo franco: textura como en «Tipo»;
C = subsuelo arcilloso: textura como en «Tipo»;
R = roca u otra capa dura que actúa como barrera para las raíces.

Modificadores. Cuando se dan más criterios como modificadores, se prefiere el primero. Los demás pueden utilizarse si no es posible determinar el primero.
g = (gley): suelo o motas < 2 cromas hasta 60 cm de la superficie del suelo y por debajo de todos los horizontes A, o suelo saturado con agua durante > 60 días casi todos los años;
d = (seco): subsuelo seco > 90 días cumulativos al año de 20 a 60 cm de profundidad;
e = (baja capacidad de cambio de cationes): se aplica sólo a la capa arable hasta un máximo de 20 cm; CCC < 4 cmol(+)/kg por bases å + KCl-extraíble Al (CCC efectiva), o CCC < 7 cmol(+)/kg suelo por cationes å a pH 7, o CCC < 10 cmol(+)/kg suelo por cationes å + Al + H a pH 8,2;
a = (toxicidad aluminosa): > 60% saturación de Al de la CCC efectiva hasta 50 cm de la superficie, o > 67% saturación ácida de CCC por cationes å a pH 7 hasta 50 cm de la superficie, o > 86% saturación ácida de CCC por cationes å a pH 8,2 hasta 50 cm de la superficie, o pH inferior a 5,0 en 1:1 H2O hasta 50 cm, excepto en suelos orgánicos donde el pH debe ser menos de 4,7;
h = (ácido): 10-60% saturación de Al de la CCC efectiva hasta 50 cm de la superficie, o un pH en 1:1 H2O entre 5,0 y 6,0%;
i = (alta fijación de P por hierro): % libre Fe2O3/% arcilla > 0,15 y más de 35% arcilla, o tonos de 7,5 amarillo rojizo o más rojo y estructura granular. Este modificador se utiliza sólo en tipos arcillosos (C); se aplica sólo a la capa arable hasta un máximo de 20 cm;
x = (rayos X amorfo): pH > 10 en NaF 1 mol/1, o positivo al test de campo NaF, u otra prueba indirecta de dominación alófana en la fracción arcillosa;
v = (Vertisol): arcilla plástica muy viscosa; > 35% arcilla y > 50% de 2:1 arcillas expansivas, o encogimiento e hinchazón fuertes del suelo;
k = (bajas reservas de K): < 10% minerales meteorizables en su fracción sedimental y arenosa hasta 50 cm de la superficie, o K intercambiable < 0,20 cmol/kg, o K < 2% de bases å, y bases < 10 cmol(+)/kg;
b = (reacción básica): CaCO3 libre hasta 50 cm de la superficie (efervescencia con HCl), o pH > 7,3;
s = (salinidad): conductividad eléctrica de extracto saturado a 25°C > 4 dS/m hasta 1 m de la superficie;
n = (nátrico): > 15% saturación Na de CCC hasta 50 cm de la superficie;
c = (arcilla superficial, bisulfato): pH en 1:1 H2O < 3,5 después de seco y motas de jarosita con tonos 2,5 o más amarillo y cromas 6 o más hasta 60 cm de la superficie;
` = (grava): una virgulilla (`) indica 15-35% de grava (> 2 mm) o partículas más gruesas por volumen en cualquier tipo de suelo o textura del substrato (ejemplo: S'L = arena-gravera sobre franco; SL' = arenoso sobre franco gravilloso); dos virgulillas (") indican más del 35% de grava (> 2 mm) o partículas más gruesas por volumen en cualquier tipo de suelo o de substrato (ejemplo: LC" = franco sobre arcilloso esquelético; L'C" = franco gravilloso sobre arcilloso esquelético);
% = (pendiente): el porcentaje de pendiente se coloca entre paréntesis después del último modificador de condición (ejemplo: Sb (0-8%) = suelo uniformemente arenoso, calcáreo, reacción básica, pendiente entre 0 y 8%).

Los suelos se clasifican determinando si la característica está presente o no. La mayoría de los límites cuantitativos son criterios que pueden deducirse o calcularse a partir de la leyenda del Mapa mundial de suelos (FAO/UNESCO, 1974; FAO/UNESCO/ISRIC, 1988). Este procedimiento se ha automatizado, y en el Cuadro 3 se da un ejemplo del resultado del programa informático para un país concreto (Burkina Faso). La «fórmula» FCC completa de tipo, subtipo y modificadores podría conducir teóricamente a gran número de combinaciones posibles, pero en la práctica sólo aparecen 24 combinaciones en la zona de sabana de Africa. Se han agrupado estas combinaciones en siete grandes categorías, como se indica en el Cuadro 4.

CUADRO 3

Unidades FCC en Burkina Faso con su extensión

Burkina Faso Unidad FCC

Km2

%

 

L R

(8 - 30%)

14113

5

L R

( > 30%)

12093

4

L h

(8 - 30%)

3758

1

L C h

(0 - 8 %)

30338

11

L C h

(8 - 30%)

25261

9

L C g h

(0 - 8 %)

16559

6

L C g h

(8 - 30%)

7815

3

S L g h

(0 - 8 %)

1651

1

L

(8 - 30%)

39681

14

C v

(0 - 8 %)

14759

5

L C a k

(0 - 8 %)

2561

1

S L e

(0 - 8 %)

12832

5

S L e

(8 - 30%)

5173

2

C v

(8 - 30%)

9925

4

L g h

(0 - 8 %)

696

0

C

(8 - 30%)

78

0

L C k

(8 - 30%)

320

0

L C g n

(0 - 8 %)

10731

4

L v

(8 - 30%)

433

0

L v

(0 - 8 %)

2129

1

L' R

(8 - 30%)

21

0

L' R

( > 30%)

21

0

L

(0 - 8 %)

604

0

L g

(0 - 8 %)

79

0

S L h

(0 - 8 %)

22631

8

C g h

(0 - 8 %)

2864

1

L C h k

(8 - 30%)

4404

2

S e

(0 - 8 %)

1160

0

S e

(8 - 30%)

1160

0

S

(0 - 8 %)

29901

11

S C g n

(0 - 8 %)

1865

1

TOTAL:

 

275615 km2

100

LIMITACION

Km2

%

Gley (g)

42262

15

CCC baja (e)

20324

7

Seco (d)

0

0

Alta fijación de P (i)

0

0

Acido (h)

115977

42

Toxicidad aluminosa (a)

2561

0

Rayos X amorfo (x)

0

0

Vertisol (v)

27245

9

Bajas reservas de K (k)

7285

2

Reacción básica (b)

0

0

Salinidad (s)

0

0

Nátrico (n)

12579

4

Arcilla superficial (c)

0

0

Pendientes fuertes (8 - 30%)

112142

40

Pendientes muy fuertes (> 30%)

12114

4

Tierras misceláneas

0

0

Suelos orgánicos (O)

0

0

Baja retención de humedad

76372

27

Suelos poco profundos (R)

26248

9

Suelos expuestos a la erosión

55087

19

Deficientes en fósforo

76372

27

CUADRO 4

Grupos de unidades FCC principales en la zona de sabana de Africa y sus respectivas extensiones

1.

Suelos superficiales sobre roca

1.1

LR (pendiente 8-30%)

BKF1 (5)2; GUI (15); GBS (6); KEN (6); MLI (6); NER (6); SEN (5); SIL (5); TOG (6); ZIM (5)

1.2

LR (> 30%)

GUI (6); KEN (7); MLW (11); NIR (5); GBS (6); ZIM (5)

2.

Suelos tóxicos Al con bajas reservas de K

2.1

Lak (0-8%)

ANG (10); PRC (6); CAF (6); BDI (8); CMR (23); GBS (7); GUI (6); LIR (10); MLW (6); MOZ (6); SIL (21); UGA (17); ZAI (12); ZAM (10)

2.2

Lak (8-30%)

ANG (6); PRC (11); CAF (16); CMR (19); GAB (20); GUI (8); LIR (18); SIL (31); UGA (11)

2.3

LCak (0-8%)

GHA (9); GUI (13); IVC (24); URT (9); UGA (8)

2.4

LCak (8-30%)

CAF (10; CMR (6); GHA (11); IVC (14); UGA (8); URT (6); LIR (8)

2.5

Caik (0-8%)

MLW (5); ZAI (12); ZAM (10)

2.6

Caik (8-30%)

BDI (24); GAB (6); RWA (12); ZAI (10)

2.7

Seak (0-8%)

PRC (12); LIR (5); ZAI (10); ZAM (7)

3.

Suelos muy arcillosos con propiedades vérticas en terreno llano

3.1

Cv (0-8%)

CHD (6); URT (6); BKF (5); ZIM (8)

4.

Suelos ácidos con drenaje malo o muy malo en terreno llano

4.1

Lga (0-8%)

GAB (6); ZAI (11)

4.2

Lg (0-8%)

GAM (14); URT (5); ZAI (5); ZAM (8)

4.3

Lgh (0-8%)

LIR (13); PRC (14)

5.

Suelos arenosos con baja capacidad para retener nutrientes en terreno llano

5.1

Se (0-8%)

ANG (8); CHD (12); MOZ (8)

5.2

Sek (0-8%)

ANG (16); PRC (10); CAF (11); GAB (5); ZAI (8)

5.3

SLe (0-8%)

SEN (16); BKF (5)

6.

Suelos con bajas reservas de potasio

6.1

LCk (8-30%)

GUI (5); GBS (8); RWA (7)

6.2

LChk (8-30%)

BEN (7); BDI (10); CMR (9); TOG (6)

6.3

Chk (>30%)

BDI (5); RWA (11)

7.

Otros suelos ácidos

7.1

Lh (0-8%)

GAB (8); TOG (6)

7.2

Lh (8-30%)

RWA (7); PRC (6); CAF (6); GAB (11); GUI (5); IVC (9); SIL (8); TOG (6)

7.3

SLh (0-8%)

BEN (7); GAM (10); GHA (7); NIR (5); GBS (16); BKF (8); TOG (6); SEN (11); ZIM (16)

7.4

LCh (0-8%)

BKF (11); ZIM (19); BEN (48); GUI (6); KEN (8); MLI (5); MOZ (8); TOG (36); GBS (7); NIR (14)

7.5

LCh (8-30%)

BEN (8); GHA (29); GUI (6); KEN (6)

1ANG: Angola; BEN: Benin; BKF: Burkina Faso; BDI: Burundi; CMR: Camerún; CAF:República Centroafricana; CHD: Chad; PRC: Congo; GAB: Gabón; GAM: Gambia; GHA: Ghana; GUI: Guinea; GBS: Guinea Bissau; IVC: Côte d'Ivoire; KEN: Kenya; LIR: Liberia; MLW: Malawi; MLI: Malí; MOZ: Mozambique; NER: Níger; NIR: Nigeria; RWA: Rwanda; SEN: Senegal; SIL: Sierra Leona; URT: Tanzanía, Rep. Unida; TOG: Togo; UGA: Uganda; ZAI: Zaire; ZAM: Zambia; ZIM: Zimbabwe.

2 ( ): Porcentajes de la superficie total del país (no se incluyen los menores del 5%).

Caracterización climática e inventario

El período de crecimiento se definió en el estudio de zonas agroecológicas (FAO, 1978) como el período del año en el que ni la humedad ni la temperatura limitan el crecimiento de los cultivos. El concepto de período de crecimiento no debe confundirse con el ciclo real de crecimiento, que es una característica fisiológica de la planta, mientras que el período de crecimiento se concibe como un parámetro puramente medioambiental. Para el trabajo práctico y los cálculos, la duración del período de crecimiento se define como el tiempo (en días) durante el año en que las precipitaciones son superiores a la mitad de la evapotranspiración potencial total, más el período necesario para evapotranspirar un máximo de 100 mm de agua procedente de las precipitaciones sobrantes almacenada en el perfil del suelo. Se excluye del período de crecimiento todo intervalo de tiempo durante el cual las temperaturas sean demasiado bajas para el crecimiento de los cultivos (FAO, 1978).

Con los años, esta definición se ha refinado y adaptado a condiciones climáticas particulares: por ejemplo, Kassam en FAO (1984), para tener en cuenta distribuciones bimodales de precipitaciones; Van Velthuizen y Wood (comunicación personal), para la disponibilidad de humedad en climas con inviernos muy fríos; Brammer et al. en FAO (1988), para influencia de inundaciones, y varios autores para la variabilidad de las condiciones de humedad y la temperatura entre años, v.gr. Bruggeman y Nachtergaele en FAO (1986); De Pauw (1982; 1983); Nachtergaele (1985); Nachtergaele y De Pauw (1985); y FAO (1991). Para una evaluación general a escala regional y mundial no se necesitan estos refinamientos y variantes de las definiciones originales, pero conviene consultarlos, considerarlos y adaptarlos en su caso al emprender estudios más detallados
Se considera que la zona de sabana en Africa tiene períodos de crecimiento (PC) de entre 150 y 270 días y un régimen de temperatura tropical cálida (temperatura media de 24 horas durante el período de crecimiento superior a 20°C). En Africa, esto se traduce en unos 175 millones de hectáreas para la zona de PC de 150-179 días, 226 millones de hectáreas para la zona de PC de 180-209 días, 130 millones de hectáreas para la zona de PC de 210-239 días y 134 millones de hectáreas para la zona de PC de 240-269 días: un total de 665 millones de hectáreas (20 por ciento de la superficie total del continente).
En el mapa de la Figura 2 se resumen las duraciones de los períodos de crecimiento y los regímenes térmicos en Africa.

FIGURA 2
Inventario climático generalizado - Africa: principales divisiones climáticas y zonas por duración del período de crecimiento

V8941s13.GIF (84791 bytes)

Fuente: FAO, 1978.

Identificación de tierras análogas

Se obtienen unidades de tierras análogas mediante superposición de las unidades climáticas, basadas principalmente en el PC, y los grupos de unidades FCC antes presentados. En la Figura 3a se indican los suelos con bajas reservas de K y que padecen toxicidad aluminosa en la zona africana de sabana.

FIGURA 3a
Suelos de textura media y fina con bajo contenido de K y toxicidad aluminosa en Africa tropical (período de crecimiento 150-270 días)

V8941s14.GIF (82667 bytes)

Proyección polar cuártica (superficie igual)

Este método no se limita a un continente determinado: suelos similares se indican para las mismas zonas climáticas en América Latina y Asia en las Figuras 3b y 3c respectivamente. Un ejemplo de resultados en forma tabular por países en esos tres continentes se presenta en el Cuadro 5. Para otros grupos FCC y combinaciones climáticas, el Sr. Nachtergaele dispone de resultados.

FIGURA 3b
Suelos de textura media y fina con bajo contenido de K y toxicidad aluminosa en América Latina (período de crecimiento 150-270 días)

V8941s15.GIF (36326 bytes)

Proyección polar cuártica (superficie igual)

 

FIGURA 3c
Suelos de textura media y fina con bajo contenido de K y toxicidad aluminosa en Asia tropical (período de crecimiento 150-270 días)

V8941s16.GIF (53910 bytes)

Proyección polar cuártica (superficie igual)

CUADRO 5

Principales extensiones de suelos de textura media/(fina) con bajas reservas de K y riesgo de toxicidad aluminosa en zonas tropicales cálidas con un período de crecimiento entre 240 y 269 días: ejemplos por países

País

Millones de ha

Africa

 

Angola

4,9

Camerún

1,3

Rep, Centroafricana

6,9

Côte d'Ivoire

3,5

Guinea

2,1

Nigeria

1,2

Sudán

3,3

Uganda

2,9

Zaire

3,6

   

Asia

 

Camboya

1,2

India

1,1

Filipinas

1,0

Tailandia

1,4

Viet Nam

2,3

   

América del Sur

 

Bolivia

30,3

Brasil

>100

Colombia

14,0

Guyana

3,5

Venezuela

23,2

APLICACION DE LA METODOLOGIA DE TIERRAS ANALOGAS

La combinación de las características de fertilidad del suelo con factores del terreno e indicadores climáticos permite fácilmente identificar porciones de tierras con una similaridad general en cuanto a características físicas, potencial de cultivo e impedimentos, y describirlas en términos comprensibles por los agrónomos y otros especialistas. Se evita así la confusión derivada de términos de clasificación utilizados en mapas de suelos y climas. Este ejercicio de zonificación es muy útil en sí mismo al permitir una selección racional, por ejemplo, de lugares para granjas de investigación que deban localizarse en tierras con características de suelo y clima en correspondencia con amplias extensiones del país. Al mismo tiempo, las características físicas identificadas permiten formular una primera opinión general sobre prácticas de gestión recomendables para contrarrestar los impedimentos identificados. Véase a continuación un ejemplo respecto a algunos de los principales grupos de fertilidad del suelo identificados.

Suelos superficiales sobre roca. Estos suelos no ofrecen base suficiente para la mayoría de los cultivos, y son también frecuentes los problemas de retención de la humedad. Muchos de estos suelos se encuentran en pendientes pronunciadas y están expuestos a la erosión. Su dedicación a la agricultura requeriría medidas de conservación. En muchos casos, tales tierras deben dejarse con su vegetación natural, o proceder a replantaciones si ya la han perdido.

Suelos con toxicidad aluminosa y bajas reservas de K. El exceso de aluminio perjudica o inhibe la producción de cultivos comunes, a menos que se aplique cal en cantidades moderadas. Aun así, la toxicidad aluminosa en suelos más profundos puede restringir el desarrollo de las raíces, impidiendo el uso del agua contenida en el suelo. Estos suelos se han formado sobre materiales pobres en potasio, por lo que conviene aplicar fertilizante de K además de la cal. Algunos cultivos pueden desarrollarse bien en estos suelos pese al aluminio. No obstante hay que excluir el té, por el régimen desfavorable de temperaturas en la región de sabana. La piña tropical es tal vez el cultivo que mejor se adapta con aplicaciones suficientes de K, y el mijo con ligeros insumos externos.

Suelos ácidos con drenaje malo o muy malo. Estos suelos se encuentran en amplias zonas de la sabana africana y de otros continentes. Padecen inundaciones temporales o permanentes, una capa freática muy alta durante parte del año o agua estancada en la superficie. El laboreo es dificultoso. El drenaje y la protección contra inundaciones son prácticas adecuadas, según la causa de la situación hidromórfica. Algunos de estos suelos pueden adaptarse a cultivos como el arroz. Aunque tales terrenos suelen tener mejor régimen hídrico que las zonas contiguas, particularmente en la zona de sabana más seca (PC inferior a 180 días), las intervenciones requeridas para una producción sostenida son a menudo costosas, y muchas de estas zonas sólo se han utilizado hasta ahora solo para pastoreo estacional.

Habría que completar estas indicaciones generales de explotación con un análisis del PC y del régimen térmico y habría que identificar otros impedimentos o alicientes para cultivos específicos: plagas y enfermedades, así como malezas presentes en la agricultura de bajos insumos cuando el PC es superior a 180 días, en particular para el algodón; y dificultades para el laboreo, incluidas las que afectan a las operaciones agrícolas como recolección, operaciones mecanizadas y manejo y almacenamiento de los productos en las partes más húmedas de la sabana cuando el PC es superior a 210 días. Algunos impedimentos de cultivos comunes se presentan en el Cuadro 6. La comparación entre la duración del ciclo de crecimiento del cultivo y la duración del período (disponible) de crecimiento permite también evaluar la sequía y sus efectos sobre determinados cultivos (véase FAO, 1978).

CUADRO 6

Impedimentos agroclimáticos para determinados cultivos en zonas tropicales y subtropicales

Duración del período de crecimiento (días)

Impedimentos

 

Puntuación

insumos

Ejemplos

Puntuación

insumos

Ejemplos

Puntuación

insumos

Ejemplos

Puntuación

insumos

Ejemplos

 

Bajos abcd

Altos abcd

 

Bajos abcd

Altos abcd

 

Bajos abcd

Altos abcd

 

Bajos abcd

Altos abcd

 
 

Mijo

Sorgo

Maíz

Soja

75- 89

2010

2010

Pluviosidad variable

2110

2010

Pluviosidad variable

2120

2020

Pluviosidad variable

2020

2020

Pluviosidad variable

90-119

1000

1000

Quelea

2100

2000

Quelea; Striga

2110

2010

Desecación de barbas

2010

2010

 

120-149

0000

0000

 

1100

1000

 

1100

1000

 

1000

1000

 

150-179

0000

0000

 

0000

0000

 

0000

0000

 

1000

1000

 

180-209

0100

0100

 

0000

0000

 

0000

0000

 

0100

0000

 

210-239

0110

0111

 

0110

0011

 

0100

0001

 

0110

0001

 

240-269

0221

0222

Mildiu

0121

0022

Mildiu

0101

0002

 

0110

0002

Mancha foliar

270-299

0221

0222

Barrenillo

0221

0122

Barrenillo; mosca de brotes

0101

0102

Barrenillo

0111

0102

Cicádidos

300-329

0221

0222

Cecidomia; cornezuelo

0221

0222

Mohos

0101

0102

Mancha foliar; añublo

0211

0112

Barrenillo de vaina

330-364

0222

0222

Caries

0222

0222

Caries; cecidomia

0112

0112

Virus estriado; prod.húmedo

0222

0122

Producto húmedo

365

0222

0222

Dif.laboreo

0222

0222

Dif.laboreo

0222

0222

Dif.laboreo

0222

0222

Dif.laboreo

 

Frijoles "phaseolus"

Algodón

Batata

Yuca

                       

75- 89

2020

2020

Pluviosidad variable

2000

2000

Pluviosidad variable

2010

2010

Pluviosidad variable

2010

2010

Pluviosidad variable

90-119

2010

2010

Poor pod set/grain quality

2110

2000

 

2010

2010

 

2010

2010

 

120-149

1000

1000

 

1110

1000

 

1001

1001

Recolección con suelo seco/compacto

1011

1011

Recolección con suelo seco/compacto

150-179

0000

0000

 

0110

0000

 

0000

0000

 

1101

1001

 

180-209

0100

0000

 

0110

0000

 

0000

0000

 

0100

0000

 

210-239

0110

0001

 

0110

0110

Chinche tintórea

0000

0000

 

0100

0000

 

240-269

0210

0002

Mancha foliar

0110

0111

Gusano de la cápsula

0010

0000

 

0100

0000

 

270-299

 

0211

0102

Mosca blanca

0121

0121

Hoja abarquillada; chinche chupadora

0010

0001

 

0100

0000

300-329

0211

0112

Virosis

0221

0122

Marchitez

0020

0012

Prodredumbe blanda/seca

0100

0000

Mosaico foliar; añublo

330-364

0222

0122

Cicádidos

0222

0222

Alta temperat. notturna

0020

0012

Gorgojo de raíz; prodredumbe negra

0110

0011

Mosca blanca; nematodos

365

0222

0222

Dif.laboreo

0222

0222

Dif.laboreo

0021

0022

Dif.laboreo

0111

0012

Dif.laboreo

                         

Fuente: FAO, 1978.

Notas: 0 = ninguna o ligeras limitaciones; 1 = limitaciones moderadas; 2 = limitaciones graves.

Columna a - pérdidas totales de biomasa o rendimientos debidas a falta o exceso de agua; Columna b - pérdidas de rendimiento debidas a plagas, enfermedades y malezas; Columna c - pérdidas debidas a plagas, enfermedades y limitaciones climáticas (falta de agua, temperatura, humedad o lluvia estacional) que afectan a componentes esenciales del potencial de rendimiento y a la formación y calidad del producto; Columna d - pérdidas de rendimiento debidas a limitaciones de laboreo (todas las operaciones de cultivo, incluida la manipulación del producto).

Aunque la metodología que aquí se presenta ha sido aplicada en escala muy pequeña y general (1:5 000 000), puede adaptarse y utilizarse en escalas mayores, dando lugar a consejos mucho más detallados para el aprovechamiento de la tierra. Para los suelos, el sistema FCC puede aplicarse en cualquier escala (y es fácil caracterizar de esta manera perfiles concretos de suelos). Según los resultados obtenidos por Sánchez, Couto y Buol (1982), la comparación directa con pruebas sobre el terreno y pruebas en centros de investigación llevó a correlaciones muy buenas para varios cultivos.
En cuanto al clima, la consideración del PC y del régimen térmico tiene sus limitaciones de escala. El método explicado aquí basado en el uso de valores normales (media de 30 años) sólo debe aplicarse a escala continental. Con retoques (véase Caracterización climática e inventario, p. 36), se han obtenido buenos resultados a escala nacional (1:500 000 a 1:1 000 000) en Bangladesh (Brammer et al. en FAO, 1988) y Kenya (FAO, 1991), entre otros. Para una evaluación más detallada, el concepto de período de crecimiento parece limitado y convendría sustituirlo por modelos climáticos de simulación de crecimiento de los cultivos y de balance hídrico, que permiten una evaluación mucho más detallada de la sequía sobre las fases de crecimiento y del rendimiento de cada cultivo.
Por último, este análisis continental puede utilizarse para identificar tierras similares en países vecinos o en otros continentes, y podrían establecerse contacto para poner en común los resultados de las investigaciones estratificados por características del terreno. Esto es imprescindible para la transferencia de la tecnología agraria. Es sabido que los factores culturales, sociales y económicos determinan a menudo la selección de los agricultores locales respecto a un cultivo determinado y pueden limitar mucho los rendimientos, como por ejemplo si no se dispone de los insumos necesarios o si éstos son demasiado caros. Hay que dar también cabida, por consiguiente, a la estratificación socioeconómica para poder utilizar los resultados en la planificación del aprovechamiento de la tierra.

CONCLUSIONES

Sobre la base de la información cartográfica pueden establecerse correlaciones a larga distancia entre tierras similares por su suelo, sus restricciones topográficas y climáticas y su capacidad potencial para la agricultura. Se facilitan así la selección de opciones de aprovechamiento de la tierra, la transferencia de tecnología y la identificación de aspectos que requieren una investigación más minuciosa en relación con una estimación parcial. Las mismas informaciones e interpretaciones permiten definir prioridades en función de la extensión de terreno afectada por un problema concreto, gracias a la fácil disponibilidad de información. Este enfoque contrasta con los esfuerzos por establecer modelos de simulación muy detallados para el crecimiento de los cultivos, para lo cual es preciso determinar gran número de factores que, si se calibran debidamente, conducen a resultados cuantitativos para lugares muy específicos. Estos últimos resultados son difíciles de generalizar y no permiten extrapolaciones a zonas predeterminadas.

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