9. La función de la investigación
en la seguridad alimentaria y
el desarrollo agrícola a nivel mundial


Documentos ténicos de referencia
© FAO, 1996


 7. El sistema mundial de investigación agronómica

7.1 Organizaciones e instituciones de diverso tipo realizan en todo el mundo investigaciones agronómicas. Cada una tiene una capacidad especial y trata de preferencia diferentes aspectos de los obstáculos a la producción agropecuaria sostenible. Estas instituciones han unido a menudo sus esfuerzos para aprovechar las ventajas de su especialización. No obstante, importantes cambios en la ciencia, en la mentalidad de los agricultores y su grado de organización colectiva, en la participación del sector privado y en las prioridades dentro de los organismos de ayuda han influido profundamente sobre la estructura de la investigación agronómica internacional en los últimos años. Las organizaciones e instituciones investigadoras deben ahora revisar sus funciones y responsabilidades para adaptarse a la menor disponibilidad de recursos y a la rápida evolución de la investigación agronómica. Este conjunto de instituciones se están vinculando cada vez más en un sistema mundial no formalista de investigación agronómica.

7.2 Dentro de este sistema naciente, cada componente tendrá que determinar el campo en que aventaje a los otros, encontrar su «nicho» y desarrollar las necesarias asociaciones con otros componentes para aprovechar mejor las energías, reducir solapos y redundancias, y responder adecuadamente a los beneficiarios en un sistema movido por la demanda. Esto puede realizarse como proceso deliberado dentro de la institución o mediante mecanismos de gestión cuando los accionistas y los clientes exijan más eficiencia en la generación y transferencia de tecnología. En esta sección se esboza la estructura institucional en gestación para el desarrollo de la investigación y la tecnología en el sistema mundial y su papel en el mejoramiento de la seguridad alimentaria y mitigación de la pobreza.

7.3 Los principales componentes del sistema mundial de investigación agronómica son los sistemas nacionales de investigación agronómica (SNIA) de los países en desarrollo y desarrollados, incluidas las investigaciones privadas y no gubernamentales, y los Centros Internacionales de Investigación Agrícola (CIIA). En 1995, los SNIA de los países desarrollados contribuyeron con el 48 por ciento a los gastos mundiales de investigación con un tercio de los científicos, mientras que los SNIA de los países en desarrollo contribuyeron en la misma proporción a los gastos pero con casi dos tercios de los científicos. Los CIIA aportaron el resto de aproximadamente el 4 por ciento de los gastos mundiales en investigación.

Sistemas nacionales de investigación agronómica de los países en desarrollo

7.4 Los SNIA son y seguirán siendo la piedra angular del sistema de investigación agronómica mundial, en la medida en que trabajan para elevar la productividad y la rentabilidad agropecuarias en sus respectivos países. Los SNIA están constituidos por varios institutos nacionales de agrononomía, universidades agrícolas, firmas del sector privado, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de agricultores. Aunque algunos tienen un largo historial, muchos SNIA de países en desarrollo están compuestos por instituciones bastante jóvenes y todos han cambiado en los últimos decenios. Dada la índole diversa de las condiciones agroecológicas y la ubicación específica de las pequeñas explotaciones agrícolas con sus problemas de gestión de los recursos naturales, es más destacado el papel de los SNIA de los países en desarrollo en el incremento de la producción de alimentos y en el fomento del crecimiento económico. La misión que les incumbe es responder a las necesidades de su clientela.

7.5 Los SNIA de los países en desarrollo son muy diversos por el número de investigadores y la financiación de que disponen. El notable aumento de científicos competentes que trabajan en estos sistemas ha sido una evolución muy positiva en los últimos decenios. Lamentablemente muchos de estos científicos están mal pagados, con lo que producen menos de lo que podrían. De todos modos, los SNIA desempeñan un papel clave al ser el eslabón imprescindible entre el sistema mundial de investigación y los usuarios de ésta, en particular los agricultores.

7.6 A raíz de una reunión del GCIAI para dirigentes políticos celebrada en febrero de 1995 en Lucerna, Suiza, varias organizaciones multilaterales, deseosas de dar efectividad a los SNIA de los países en desarrollo, promovieron debates regionales sobre el futuro de la investigación agronómica en cada región, y en particular el papel que el sistema del GCIAI podría desempeñar. Todas las reuniones regionales que tuvieron lugar en 1996 (Africa subsahariana, Asia occidental y Africa del Norte, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe) recalcaron la necesidad de una participación más estrecha de las actuales organizaciones regionales de investigación agronómica y de sus miembros nacionales en la formulación de un programa internacional de investigación agronómica. Las reuniones regionales abogaron también por una colaboración más estrecha entre los SNIA, y entre éstos y el sistema del GCIAI, para la explotación más cabal de las actividades de investigación y para alcanzar una mayor eficiencia en la utilización de los recursos.

Institutos nacionales de agronomía

7.7 Los SNIA de los países en desarrollo han estado hasta ahora dominados por los institutos de agronomía del sector público. Estas instituciones sufren las debilidades comunes a las instituciones públicas, como falta de flexibilidad, exposición a las interferencias políticas, falta de adecuación a la demanda de los clientes, financiación escasa y falta de infraestructura. Es imperativo corregir estas debilidades institucionales; el sistema mundial de investigación no será efectivo sin unos institutos nacionales fuertes. Los institutos nacionales de agronomía pueden y deben establecer fuertes asociaciones con las universidades y con el sector privado, dentro y fuera del país. Necesitan también asumir más responsabilidades para generar las tecnologías que se precisan en sus respectivos países. Están bien situados para la investigación aplicada y con fines de adaptación; para trabajar con grupos de agricultores en la identificación de las necesidades de investigación para el futuro; para prestar apoyo a otras instituciones de los SNIA; y para facilitar retroinformación y apoyo a los planes y políticas nacionales de desarrollo.

7.8 Los institutos nacionales de agronomía en general se enfrentan con varias tareas. Necesitan un mecanismo fuerte y efectivo de extensión para transferir su tecnología a los usuarios e informar después sobre los resultados a los científicos y los administradores. Deberían prestar más apoyo a las necesidades tecnológicas del sector privado y recurrir en mayor medida a distribuidores privados para transferir más rápidamente los resultados a las explotaciones agrícolas. En general, los institutos de agronomía han terminado un período de rápido crecimiento, pero ahora deben consolidar sus programas, mejorar los sistemas de gestión y aplicarse a producir resultados.

Universidades

7.9 En la economía mundial de hoy, la competitividad del sector agrícola de un país depende cada vez más de la calidad y la habilidad técnica de sus recursos humanos dedicados a la investigación agronómica, las tareas de extensión y los sistemas agroindustriales. La educación superior facilita el desarrollo y la transferencia de tecnología y capacita a una nación para asimilar tecnologías mejoradas de otros países. Las universidades imparten conocimientos técnicos y forman a investigadores futuros. No obstante, en los últimos años se ha tendido a postergar la enseñanza de la agricultura en el tercer grado, centrándose la atención de los profesionales de la enseñanza en el nivel primario.

7.10 No hay duda de que un fuerte sistema de enseñanza primaria es importante para que los países en desarrollo resuelvan los problemas de seguridad alimentaria y pobreza. Las inversiones en enseñanza primaria son muy rentables. Pero a las universidades agrícolas incumbe un papel especial en lo tocante a la seguridad alimentaria, ya que están en mejor posición para la investigación básica y con fines de adaptación, para la educación y para la extensión dirigida a la transferencia eficiente de los resultados de la investigación. Las universidades deberían reforzar sus vínculos con los institutos de agronomía y con el sector privado. Las universidades pueden adoptar una posición independiente ante los temas de investigación y, en algunos casos, discrepar de la sabiduría convencional. Lo que necesitan es coordinar sus programas de investigación con los institutos de agronomía para contribuir mejor al crecimiento de la producción alimentaria y a la sostenibilidad de los recursos naturales y del medio ambiente.

El sector privado

7.11 La importancia de la investigación agronómica del sector privado en los países en desarrollo ha crecido en los últimos años, pero varía según el nivel de desarrollo económico de cada país, el contexto político, la legislación sobre patentes y derechos de los fitogenetistas, y diversos factores del mercado. Ha sido importante la investigación privada en mejoramientos del germoplasma para los cultivos alimentarios y no alimentarios. La participación del sector privado en estudios para la ordenación de los recursos naturales, en cambio, ha sido muy limitada, habiéndose retraído por el elevado riesgo y la no exclusividad de los resultados de la investigación (pues no pueden restringirse los productos a quienes los pagan). Sin embargo, dado el problema de financiación que tiene la investigación del sector público en los países en desarrollo, el sector privado tendrá que asumir un papel cada vez más importante en la investigación aplicada y con fines de adaptación en el futuro. Al transformarse las economías y a medida que la agricultura se comercializa y depende más de la compra de insumos, habrá más espacio para la investigación del sector privado.

Organizaciones no gubernamentales

7.12 Muchos tipos de organizaciones no gubernamentales (ONG) han demostrado su efectividad para ayudar a los agricultores y a las comunidades rurales. Son intermediarios entre los hogares rurales desfavorecidos y las organizaciones de investigadores, donantes, financiadores, etc. Su flexibilidad, agilidad, dedicación social y estilo participativo convienen especialmente a la compleja tarea de desarrollo rural encaminada a mitigar la pobreza, en particular en los países donde intereses especiales o la inestabilidad política pueden llevar a los gobiernos y las burocracias a desentenderse de las necesidades de los pobres (Carroll, 1992). Un puñado de ONG internacionales han adquirido también una fuerza importante en investigación y desarrollo con fines de adaptación a nivel mundial, mientras que las ONG locales están siendo portavoces escuchados de las poblaciones rurales. En los países con grave inestabilidad política, las ONG pueden tener una presencia mucho más fuerte que otros actores y son un eslabón valioso en la cadena de transferencia de investigación y tecnología. Desempeñan asimismo un papel cada vez más importante en la aplicación de nuevas tecnologías.

7.13 El papel de las ONG seguirá siendo importante en el sistema mundial de investigación agronómica, aunque tenderán a ser más propiciadoras que ejecutoras de las investigaciones. En una época en que los presupuestos y las capacidades de los gobiernos se recortan, las ONG pueden ser más importantes para extender y adaptar las tecnologías al servicio de agricultores menos comercializados. También actuarán como portavoces de los clientes del sistema de investigación y de las preocupaciones ecológicas a las que deben responder los investigadores.

Organizaciones de agricultores

7.14 La sostenibilidad a largo plazo de la investigación agronómica en los países en desarrollo dependerá de la medida del apoyo público a la investigación. Para obtenerlo, los SNIA tendrán que estimular la participación de los agricultores y sus organizaciones en la definición de las prioridades de investigación y en la transferencia de los resultados de la investigación a las tierras de los campesinos. Los grupos de productores y organizaciones de agricultores son una importante fuerza potencial para determinar las prioridades de investigación en función de sus necesidades. En países como Chile, Kenya, Senegal y algunas partes de la India, los agricultores han desempeñado un papel importante en la formulación de sus demandas a los sistemas de investigación y aportando fondos a ésta, directa o indirectamente. Un análisis de estas experiencias de estímulo y promoción de la participación de los agricultores daría ideas sobre las medidas que deben tomarse para reproducir la situación en los mismos países respecto a distintos productos y en otros países y regiones. El programa futuro de investigaciones debe tener en cuenta a los agricultores en la determinación de prioridades y en las disposiciones institucionales pertinentes para que su voz se siga escuchando.

Sistemas nacionales de investigación agronómica de los países desarrollados

7.15 Los sistemas nacionales de investigación agronómica (SNIA) de los países desarrollados han contribuido notablemente a mejorar la situación de los pobres tanto en sus propios países como en el mundo en desarrollo. Les corresponde un importante papel en el sistema mundial de investigación y en la búsqueda de la seguridad alimentaria mundial y de la sostenibilidad de los recursos y del medio ambiente. Aun cuando su primera prioridad sea buscar soluciones a los problemas de la agricultura en sus propios países, es importante que en interés propio y de la productividad del sistema mundial de investigación sigan colaborando con otros SNIA y con los centros internacionales de investigación. Los países desarrollados y las organizaciones internacionales deben reconocer el valor de la investigación agronómica y seguir apoyando y fomentando la investigación básica y estratégica.

7.16 Muchas organizaciones de investigación de los países desarrollados tienen una fuerte capacidad en investigación básica y aplicada. Las universidades y la industria privada son componentes cada vez más importantes de los sistemas de investigación de estos países, sobre todo en biotecnología de alto costo. Es evidente que a los países en desarrollo les interesa encontrar maneras de movilizar esas competencias para trabajar sobre los problemas del desarrollo agrícola en los países pobres.

Universidades

7.17 Las universidades de los países desarrollados han ocupado de antiguo un puesto importante en la promoción y formación del sistema mundial de investigación, no sólo mediante sus actividades investigadoras sino también dando formación científica y tecnológica a investigadores agrónomos. Las universidades de los países desarrollados tienen también experiencia práctica en investigación aplicada, con una larga tradición de investigación integrada durante todo el proceso que va de la investigación básica a la concebida con fines de adaptación. En algunos países, las universidades integran efectivamente la investigación con la educación y la extensión. Muchas de ellas han dado formación a muchos científicos de los países en desarrollo. Pueden ofrecer fuertes estímulos científicos a la investigación, la educación y la extensión en los países en desarrollo actuando en más estrecha unión con las organizaciones de los países en desarrollo, incluidas las universidades. Muchas universidades han reconocido que, al progresar el mundo hacia una economía verdaderamente mundial, les interesa formular programas mundiales y dar a sus estudiantes una perspectiva mundial.

7.18 Un factor negativo es que, al reducirse los fondos públicos, las universidades de los países desarrollados hacen más sus investigaciones por contrato con firmas privadas. El corolario suele ser una reducción de su interés y de sus conocimientos técnicos en agricultura tropical y, a veces, importantes restricciones de la información que pueden intercambiar con investigadores de diversas instituciones. Esto puede retrasar la transferencia de ciencia y tecnología a los SNIA de los países en desarrollo y reducir la atención prestada a los grandes problemas mundiales.

El sector privado

7.19 Uno de los hechos más significativos en la investigación agronómica en los últimos años ha sido la mayor actividad del sector privado en los países desarrollados y en los países en desarrollo más avanzados. Sus realizaciones en biotecnología y su aplicación en las granjas han sido muy prometedoras. No obstante, el sector privado sólo investiga sobre tecnologías y productos que pueden ser protegidos por los derechos de propiedad intelectual (por ejemplo, variedades híbridas que no pueden repetir los agricultores y pla-guicidas). El fortalecimiento de las leyes sobre propiedad intelectual ha estimulado las inversiones del sector privado. Las reformas del mercado y unas políticas más abiertas para atraer inversiones privadas han alentado también al sector privado a invertir más en investigación y a desarrollar tecnologías idóneas para diferentes mercados agroecológicos. Por ejemplo en México, al abrirse el mercado de semillas poco después de 1990, se duplicó ampliamente la venta de semilla de maíz híbrido por compañías privadas (López-Pereira y García, 1994).

Centros internacionales de investigación agrícola

7.20 Los centros internacionales de investigación agrícola (CIIA) del GCIAI y otros centros asociados tienen ventajas particulares en la investigación estratégica y aplicada. Sus mandatos regionales o mundiales les permiten investigar problemas de interés en extensas regiones (investigación estratégica), y sus ubicaciones (principalmente en países en desarrollo) les dan la ventaja suplementaria de poder investigar sobre el terreno.

7.21 Como sus objetivos de investigación trascienden de los intereses nacionales y regionales, los CIIA están en situación privilegiada para realizar actividades para el bien público internacional. Están además bien colocados para convocar a otros componentes del sistema mundial, desempeñando un valioso papel catalítico en el establecimiento de nuevas relaciones de asociación y nuevas maneras de operar. Dadas las inversiones relativamente reducidas en los CIIA, deben seguir centrando sus actividades y poniendo sus prioridades en los sectores en que tengan clara ventaja sobre los sistemas nacionales.

El sistema del GCIAI

7.22 Desde su establecimiento en 1971, el liderazgo del GCIAI en la investigación internacional se ha robustecido. El sistema del GCIAI consta de 16 CIIA distribuidos por todo el mundo. Aunque realiza sólo el 4 por ciento de los gastos mundiales en investigación agrícola, sus efectos han sido significativos.

7.23 Inicialmente las investigaciones del GCIAI se orientaban a aumentar la productividad de los principales cereales alimentarios (trigo, maíz y arroz) para paliar la inseguridad alimentaria y la pobreza. Ulteriormente su atención se extendió a otros cultivos alimentarios y no alimentarios, el ganado, la pesca, la silvicultura, los recursos genéticos y las cuestiones de gestión de recursos naturales y sostenibilidad del medio ambiente. Se amplió pues el campo de interés más allá de la conservación y el mejoramiento del germoplasma. Los centros del GCIAI poseen juntos la mayor colección de germoplasma
existente.

7.24 Los centros del GCIAI tienen una función doble. Por una parte, necesitan que sus investigaciones produzcan resultados de calidad y en cantidad para resolver los problemas y ejercer un liderazgo autorizado en el sistema mundial de investigación. Por otro lado, tienen que ayudar a los SNIA a desarrollar su capacidad mediante investigaciones en colaboración y dando formación a científicos y administradores. Los centros del GCIAI han hecho un trabajo encomiable en ambos sentidos y deben continuarla para resolver verdaderamente los problemas de la inseguridad alimentaria, la pobreza y la degradación de recursos y del medio ambiente.

7.25 La falta de incentivos económicos suficientes para que la investigación privada cree tecnologías en los países en desarrollo, unida a la menor participación internacional de las universidades y los institutos de agronomía de los países desarrollados, ha realzado la ayuda del GCIAI en la creación de la tecnología que necesitan los países en desarrollo. Aunque el sistema ha participado en la formación de científicos y administradores de los países en desarrollo, está claro que el papel del GCIAI en la promoción de la capacidad de los SNIA sólo puede ser catalítica y cumplirse principalmente mediante colaboraciones en la realización de los programas de investigación. De todos modos, los centros del GCIAI contribuyen decisivamente con sus asociados a aumentar la producción alimentaria y a salvaguardar los recursos naturales y el medio ambiente facilitando tecnologías avanzadas para los pobres cuyas necesidades no son cubiertas por el mercado.

Vinculación entre investigadores de todo el mundo

7.26 Las instituciones que constituyen el sistema mundial de investigación agronómica necesitan encontrar medios nuevos y originales de colaboración para potenciar la eficiencia y la efectividad de unos recursos financieros escasos. Los SNIA deberían poner ahora empeño en establecer nuevas relaciones de asociación para rentabilizar los recursos compartidos en acuerdos regionales, tener acceso a metodologías avanzadas de investigación, como la biotecnología del sector privado, y mejorar la eficiencia de las investigaciones sobre ordenación de los recursos naturales, que caen fuera del ámbito de la investigación agronómica tradicional y tienen implicaciones internacionales. En suma, las relaciones de asociación deberían ser más numerosas, diversas, innovadoras y sustanciales (Lele y Coffman, 1995).

7.27 Al mismo tiempo, hay que reconocer que las asociaciones, los vínculos y la colaboración suponen gastos. Hay que reducir al mínimo estos gastos y definir los papeles de manera que los esfuerzos de colaboración no reduzcan la eficiencia ni impongan cargas aún mayores a unos presupuestos menguantes.

7.28 La privatización de la investigación y los derechos de propiedad intelectual tienden a atribuir al sector privado un papel bastante más destacado. Es preciso reforzar los lazos entre instituciones de investigación privadas y públicas, sobre todo en los países en desarrollo que deben estar al día de los adelantos en nuevas tecnologías y aprovechar plenamente sus beneficios. Estos lazos acelerarán la comercialización de los resultados y productos de la investigación pública, reduciendo el lapso entre la formulación y la adopción de nuevas tecnologías. Nadie sabe todavía exactamente qué formas adoptará o deberían adoptar esos lazos de asociación, pues no es fácil conciliar una serie de objetivos diferentes y a veces aparentemente conflictivos. En particular, es legítimo que las entidades privadas busquen obtener mayores beneficios para sí mismas, mientras que la legitimidad de las instituciones públicas radica en la prosecución del bien público y de beneficios sociales (mitigación de la pobreza, conservación de los recursos naturales, educación pública). Afortunadamente, hay ya muchos ejemplos diferentes de asociaciones fecundas entre la investigación agronómica pública y la privada. Estos ejemplos revelan que la colaboración es posible y pueden mostrar el camino para alcanzarla.

7.29 Mientras la investigación privada se centra en cultivos de alto valor y tecnologías patentables, el sector público internacional sigue interesado por tecnologías que son patrimonio público nacional o internacional. Los grandes problemas de la seguridad alimentaria, la mitigación de la pobreza y la sostenibilidad de los recursos y del medio ambiente no se limitan a un país ni a una región del mundo. En un mundo cada vez más interdependiente, crecerán las oportunidades para la colaboración bilateral y multilateral con miras a resolver estos problemas nacionales y regionales. Estas colaboraciones permitirán realizar grandes economías de escala y de campo de aplicación, contabilizar mejor los efectos externos negativos y positivos y aprovechar mejor las oportunidades de explotar los adelantos modernos de la biotecnología, los sistemas de información geográfica y las tecnologías de la comunicación.

7.30 Por último, los beneficiarios de las tecnologías deben participar plenamente en el sistema. Un sistema impulsado por la demanda significa que los usuarios finales de las tecnologías puedan hacer oír su voz con fuerza en la determinación de prioridades, la evaluación de la tecnología y la aceptación de los resultados. El sistema mundial de investigación debería aplicarse a fondo a alimentar a una población que no sólo se multiplica sino que además consume productos de más calidad y más valiosos.


8. Conclusiones

8.1 Las inversiones en investigación agronómica nacional e internacional deberían aumentar en el futuro. Es preciso desarrollar constantemente nuevas tecnologías y técnicas para responder a la creciente demanda de alimentos (productos agropecuarios, pesca y productos forestales) sin subir los precios ni deteriorar los recursos naturales ni el medio ambiente. Las inversiones en investigación agronómica han sido y seguirán siendo muy beneficiosas para la sociedad en atención a la solución de los problemas de la inseguridad alimentaria y la pobreza. La investigación y el desarrollo de tecnologías son esenciales para la transformación estructural del sector agrícola. El desarrollo agrícola y rural, a su vez, es imprescindible para el progreso económico, social, político y cultural general de la humanidad.

8.2 Puede darse por seguro que el necesario aumento de los recursos totales dedicados en el mundo a la investigación agronómica no tendrá lugar mientras los investigadores y las instituciones de investigación no demuestren que pueden elevar la productividad y la efectividad de los recursos ya dedicados a tal investigación. Para ello habrá que proceder a importantes reformas institucionales, entre ellas:

8.3 El desarrollo actual de las organizaciones regionales de SNIA y su papel más activo en la escena internacional son signos positivos. Estas organizaciones regionales tienen tres ventajas principales. Primero, promueven la colaboración regional, permitiendo que los SNIA menores se beneficien de economías de escala y de campo de aplicación; y, en el caso de los SNIA mayores, pueden ser instrumentos muy útiles para superar la burocracia sofocante que les impide centrar sus esfuerzos en objetivos específicos de desarrollo. La segunda ventaja potencial es que las organizaciones regionales ayudan a organizar y coordinar las numerosas iniciativas exteriores, por ejemplo de los CIIA, de organizaciones de investigación avanzada y de donantes individuales. La tercera ventaja consiste en ocuparse de cuestiones y dificultades que sólo pueden resolverse eficazmente mediante la colaboración regional, por ejemplo la ordenación de los recursos naturales más allá de las fronteras nacionales.

8.4 También se puede aumentar la eficiencia y el impacto de las aportaciones de los donantes mejorando y consolidando el apoyo de los donantes a los SNIA de los países en desarrollo. Como participantes en el sistema, los donantes deben encontrar maneras de colaborar y apoyar la investigación agronómica evitando solapos e ineficiencias. Para reformar la financiación se requerirá un gran esfuerzo y apoyo político. Es esencial que haya una voluntad nacional decidida en los más altos niveles políticos y financieros, y no sólo a nivel de directores de los SNIA y donantes.

8.5 El papel de la investigación agronómica en favor de la seguridad alimentaria y del desarrollo agrícola está claro: elevar la productividad de manera ambientalmente sostenible. Las reformas económicas, incluidos los cambios de políticas y la liberalización comercial, ofrecerán un contexto favorable para futuros aumentos de la producción. No obstante, se precisan todavía innovaciones tecnológicas y de gestión para mantener y aumentar la producción de alimentos en zonas de alto o bajo potencial, a menudo en lugares donde los recursos naturales están ya sometidos a fuertes presiones. La tecnología agronómica basada en la investigación puede alcanzar esos objetivos a condición de que:

8.6 Se precisan inversiones y cambios institucionales ante todo y sobre todo en los SNIA, y ello tanto en los países desarrollados, que tienen en general un buen historial a este respecto, como en los países en desarrollo, algunos de los cuales tienen un triste historial de incongruencia en el apoyo a los sistemas de conocimientos agronómicos. No es posible recomendar una financiación incondicional, pero se precisa un apoyo financiero bastante mayor en muchos países. Para mejorar la seguridad alimentaria de manera sostenible muchos países en desarrollo necesitarán con frecuencia una inversión en su sistema de investigación agronómica del orden del 1 por ciento del valor de la producción agropecuaria a corto plazo, y del 2 por ciento a largo plazo (Pinstrup-Andersen, 1995b).

8.7 Es esencial que los donantes continúen y aumenten su apoyo a los programas nacionales, aunque esto pueda condicionarse a un compromiso adecuado del país. También es esencial una mayor coordinación de los esfuerzos de los donantes. Debe reforzarse el apoyo financiero al sistema internacional de investigación agronómica para que éste a su vez apoye a los SNIA de los países en desarrollo. Las inversiones para investigación en el GCIAI deberían aumentarse para facilitar su misión de fomento de una agricultura sostenible y eficiente para la seguridad alimentaria, la mitigación de la pobreza y la protección del medio ambiente.

8.8 Las aportaciones monetarias, aunque necesarias, no serán suficientes. Se precisan también paralelamente inversiones y cambios en las instituciones pertinentes a nivel regional, internacional y mundial. Todos los interesados en todos los niveles deben buscar y practicar nuevas relaciones y nuevas modalidades de colaboración, haciendo que la ciencia moderna se ocupe en especial de los problemas de los países pobres. Los beneficiarios de la tecnología de la investigación deben hacer oír su voz con fuerza y deben participar en el esfuerzo común. Todos estos cambios permitirán una rápida evolución de un extenso, aunque a menudo incipiente, sistema mundial de investigación agronómica.

8.9 Para que ocurran estos cambios es esencial que se manifieste una voluntad política en todos los niveles, en países en desarrollo y desarrollados, en apoyo de la investigación agronómica. Si no se hacen las transformaciones ni unas inversiones suficientes en investigación agronómica, las consecuencias serán una mayor inseguridad alimentaria, especialmente para quienes tienen poco o ningún poder adquisitivo, un aumento de la pobreza y una mayor degradación de los recursos y del medio ambiente. Un sector agrícola próspero es una condición necesaria para el crecimiento económico, para que los pobres dispongan de alimento, ingresos y puestos de trabajo, y para la mejor conservación de los recursos y protección del medio ambiente.


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