Septiembre 1998 COFI/99/2

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FAO

COMITÉ DE PESCA
23º período de sesiones
Roma, Italia, 15-19 de febrero de 1999
ORDENACIÓN INTEGRADA DE RECURSOS PARA UNA PRODUCCIÓN PESQUERA CONTINENTAL SOSTENIBLE


RESUMEN

En este documento se analiza la producción pesquera continental que se obtiene con la acuicultura y las pesquerías, se describe la importancia de esa producción para la seguridad alimentaria local, y se debaten algunos retos claves para mantener y potenciar la producción pesquera continental. Se insiste en que la degradación de los recursos y del medio ambiente acuáticos son amenazas importantes para la producción potencial de pescado, actual y futura, en aguas continentales. Se proponen soluciones para una ordenación integrada de los recursos (OIR), subrayándose la necesidad de potenciar los intereses locales, las nuevas asociaciones y una mejor colaboración entre sectores y los interesados directamente. Se invita al Comité a asesorar a la FAO sobre necesidades nacionales e internacionales de OIR dentro del sector agropecuario, y sobre las posibles prioridades que en el futuro se ofrecen al Departamento de Pesca de la FAO.




I. PRODUCCIÓN DE PESCADO CONTINENTAL:
SITUACIÓN Y MARCO

Resumen sinóptico de la producción

1. En 1996, la producción que se daba como procedente de aguas continentales ascendía a más de 23 millones de toneladas métricas, correspondiendo 7,5 y 15,5 millones de toneladas a las pesquerías de captura y a la acuicultura, respectivamente. Como los rendimientos de las pesquerías, especialmente las de subsistencia están en gran parte notificadas por defecto, las cifras reales pueden ser el doble de las indicadas. Los rendimientos de las pesquerías en cuanto a volumen total son elevadísimos en Asia, pero no tan importantes en África. La pesca recreativa es económicamente importante en Europa y en América del Norte, y la tendencia es a que siga aumentando su importancia en otras partes. Las técnicas de potenciación de la pesca, especialmente la repoblación de las masas de agua naturales y artificiales con peces, que durante largo tiempo ha sido el sostén de las pesquerías recreativas, están contribuyendo a una gran proporción de las capturas destinadas a la alimentación, especialmente en Asia. El grueso de la producción acuícola procede de Asia, y principalmente de una acuicultura extensiva y semiextensiva de especies ícticas herbívoras y omnívoras de menor valor.

Producción pesquera continental y seguridad alimentaria

2. La producción de pescado en aguas interiores supone unas notables contribuciones a los suministros de proteínas animales en muchas zonas rurales. En algunas regiones, el pescado de aguas dulces representa una fuente esencial, a menudo irremplazable, de proteínas animales de gran calidad y baratas, que son cruciales para el equilibrio de las dietas en comunidades con una seguridad alimentaria marginal. La mayor parte de la producción continental de pescado se consume en el lugar, se comercializa internamente y con frecuencia contribuye a la subsistencia y medios de sustento de la población pobre. Algunos productos de la pesca continental se están también comerciando cada vez más a nivel internacional, generando así una riqueza adicional. El grado de participación, sobre todo de un número notable de mujeres y niños, en la pesquería y en la acuicultura puede ser alto en algunas comunidades rurales, y a menudo se lleva a cabo la producción de pescado como algo adicional a las actividades agrícolas o de otro tipo.

Producción de alimentos y degradación de los recursos

3. Todos los sectores productores de alimentos, incluidas las pesquerías y la acuicultura, tropiezan con problemas de degradación medioambiental y una escasez creciente de tierras y de aguas. El sector agrícola en su conjunto se enfrenta a una competencia cada vez mayor por los recursos hídricos ejercida por el desarrollo industrial y urbanístico, y por las necesidades cada vez mayores de disponer de suministros de agua potable buena. Estos problemas son especialmente agudos en muchos países en desarrollo, dada su elevada dependencia de la agricultura para obtener alimentos y generar ingresos. Evaluaciones recientes hechas a nivel mundial sobre los recursos de agua dulce y las reuniones internacionales conexas, en particular los períodos de sesiones últimos de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, han confirmado que algunas regiones están ya padeciendo graves escaceses de agua o las sufrirán1 2. Un tercio de la población del mundo vive en países que están experimentando un estrés hídrico mediano o elevado. La demanda de agua por varios sectores y la competencia entre ellos por este líquido, en cuanto a cantidad y calidad, aumentarán considerablemente las decisiones, políticamente difíciles que habrá que tomar sobre la distribución de los usos del agua, la determinación de sus precios, la eliminación de subvenciones, el control de la contaminación, así como otras medidas que se han sugerido para evitar una eminente crisis de agua.

II. RETOS CLAVE

4. En la mayoría de los países, los principales retos para mantener y potenciar la producción pesquera continental y los beneficios sociales y económicos que ello lleva consigo, son:

Degradación de los recursos y del medio ambiente acuático

5. El desarrollo industrial y urbanístico, la deforestación, la extracción minera y los usos que se hacen de las tierras y aguas con fines agrícolas degradan a menudo el medio ambiente acuático, lo que constituye la mayor amenaza para la producción pesquera continental3. Los recursos pesqueros sufren las consecuencias de la destrucción y fragmentación del hábitat acuático, la contaminación acuática debida a la evacuación de efluentes industriales y urbanos y a la escorrentía de productos agroquímicos, embalsado y canalización de masas de agua, una excesiva extracción o desviación de las aguas, a la erosión de los suelos y manipulación de las características hidrológicas de los ríos, lagos y llanuras de aluvión 4 5. En estudios recientes6 se señala que la degradación de las tierras, la pérdida y degradación forestal, la pérdida de biodiversidad y la degradación del hábitat, junto con la escasez y contaminación de las aguas dulces, son realidades todas que van en aumento en África, Asia-Pacífico, América Latina y el Caribe, y Asia occidental. En otras regiones, especialmente en las zonas más desarrolladas, estas tensiones persisten a unos niveles elevados.

6. Las tensiones ecológicas son especialmente graves en las cuencas que ya están muy alteradas o degradadas7. Se intensifican las presiones sobre las cuencas asiáticas, que son motivo de preocupación porque corresponden a las zonas más importantes del mundo por lo que se refiere a producción pesquera continental. Las tendencias a nivel mundial de las faunas de peces de agua dulce indican que muchas de ellas se hallan en grave retroceso8, siendo máximas las pérdidas en los países industrializados, seguidos por regiones con climas áridos o mediterráneos, regiones tropicales con grandes poblaciones humanas y ríos caudalosos9. Hay una creciente sensibilización de la necesidad urgente de proteger los recursos acuáticos vivos en aguas continentales y la atención se centra especialmente en la necesidad de la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos acuáticos. Con objeto de hacer frente a las amenazas que se ciernen sobre la biodiversidad del agua dulce, se despliegan cada vez mayores esfuerzos internacionales, en particular los que se están fomentando dentro del marco de la Convención sobre la Diversidad Biológica.

Creciente competitividad por los recursos

7. Los productores de pescado en aguas continentales tendrán que afrontar la creciente competencia que sobre esos recursos ejercen otros sectores. Además de la demanda competitiva por el agua y las tierras, importa reconocer la fuerte dependencia que la acuicultura y las pesquerías de cultivo tienen respecto de los nutrientes que son necesarios para la alimentación y la fertilización. Muchos acuicultores utilizan los subproductos agrícolas y los fertilizantes por los que también se competirá cada vez más, además de que los agricultores producen con más eficacia y con menos desperdicios. En general, la competencia que existe por estos recursos tendrá a la larga efectos beneficiosos sobre la producción pesquera continental, dada la expectativa de que la competencia dará lugar a una eficacia cada vez mayor en la utilización de los recursos, la producción y la elaboración y comercialización del pescado de aguas interiores.

8. Habrá, sin embargo, casos en el que los recursos hasta ahora disponibles para la producción pesquera continental sean utilizados por otros usuarios de recursos que se demuestren más competitivos. Es de prever, que, en esos casos, la producción pesquera continental resulte perjudicada primero por el menor acceso al agua de la que ya no se podrá disponer en calidad y cantidades apropiadas. Un gran reto será el de garantizar una competencia abierta y leal por los recursos de suerte que las pesquerías acuícola y continental puedan tener acceso a recursos y mantener su producción. Para ello hará falta que el empleo de los recursos por otros sectores deje de estar subvencionado. Sin embargo, las condiciones sociales pueden hacer que las subvenciones sigan siendo instrumentos válidos de ordenación aún cuando cambien el empleo de un determinado recurso que dejaría de ser así un óptimo económicamente preferible. Asimismo, los intereses ecológicos pueden exigir unas intervenciones de política que, aunque económicamente no sean tan óptimas, traten de conservar el hábitat y los recursos acuáticos vivos.

Reconocimiento institucional y político insuficiente

9. Uno de los impedimentos principales para incrementar la producción pesquera continental es que los administradores de pesquerías/acuicultura en todo el mundo consideran difícil defender los intereses de su sector. Las decisiones sobre eventos que afectan a las pesquerías, a la acuicultura y al medio ambiente acuático se toman a menudo sin tener para nada en cuenta esos sectores, fundamentalmente por falta de unas evaluaciones económicas fidedignas del valor actual en el caso de las pesquerías continentales y por la carencia de proyecciones de valor potencial en el caso de la acuicultura y de unas pesquerías continentales potenciadas.

10. La mayoría de los que toman decisiones políticas en otros sectores no tienen conciencia de la importancia de la producción pesquera continental en cuanto a suministros de alimentos y a generación de ingresos. Este sector no está muchas veces debidamente representado o valorado dentro de los aparatos institucionales actuales. La mayor parte de los productores continentales de pescado adolecen de la falta o insuficiencia de: i) unos derechos definidos sobre su quehacer específico, y ii) de apoyo institucional, público y privado. Esto da lugar a dificultades para obtener crédito, tener acceso a la información y atraer esfuerzos para la creación de capacidad, en particular capacitación y extensión, además del trabajo de las inversiones que se hacen en este sector. Dada la falta de poder político, los intereses y necesidades de los productores de pescado quedan a veces ignorados o descuidados, sobre todo a nivel local.

III. MEDIDAS PARA SUPERAR LOS RETOS

11. En la mayoría de los casos, estos retos no pueden ser afrontados únicamente por los directamente interesados en la pesca, sobre todo porque muchos de los problemas se generan fuera del sector pesquero10. La integración, y especialmente una mejor coordinación de la planificación y ordenación de los recursos compartidos por las pesquerías y otros usuarios, son elementos necesarios para favorecer una producción pesquera continental sostenible. Los administradores de pesca y los directamente interesados deben buscar oportunidades para participar en la formulación de medidas de integración y en su aplicación.

12. En el siguiente cuadro se ofrece un resumen sinóptico de los problemas básicos de ordenación y de las posibles políticas e instrumentos de integración que pueden emplearse, a ser posible como combinación de determinadas intervenciones más bien que como medidas sueltas, para afrontar las dificultades a una producción pesquera continental.

 

Posibles políticas e instrumentos de integración

Problemas

incentivos económicos

instrumentos reglamentarios

marco jurídico e institucional

  • reducciones en la disponibilidad de tierras, agua y capacidad asimiladora del medio ambiente

  • acceso abierto característico de los recursos

  • multidisciplinaridad de las cuestiones de ordenación

  • descoordinación entre dependencias de administración y las de ordenación

  • recursos múltiples: dependencia de las comunidades

  • subvenciones sólidas

  • principio de quien contamina paga

  • empleo comerciable o derechos de propiedad

  • cánones del usuario

  • planificación del uso de la tierra y zonificación

  • planificación de la utilización del agua y su distribución

  • licencias/subastas

  • asignación sobre la base de la evaluación del impacto ecológico y social

  • normas sobre efluentes y emisiones

  • legislación coherente

  • delegación de facultades de ordenación

  • mecanismos de consulta y participación

  • código de prácticas

  • coordinación intersectorial

  • ordenación de ecosistema y utilización de los recursos por zonas/regiones (coordinación ecorregional)

  • servicios integrados de extensión y capacitación


  • Una mejor integración de la producción pesquera en la producción agrícola

    13. La soluciones integradas a la ordenación de recursos son arduas, pero ofrecen grandes posibilidades a la potenciación de la producción pesquera. Concretamente, hace falta mejorar la integración de las pesquerías continentales y de la acuicultura dentro de una planificación del desarrollo agrícola, especialmente por lo que se refiere a prácticas y decisiones sobre ordenación de aguas y tierras. Hay muchas oportunidades para aumentar la eficacia en el empleo de recursos e incrementar el valor añadido en los recursos compartidos. Existen varios niveles y sectores en que las medidas de integración para potenciar la producción pesquera son posibles o convenientes, por ejemplo:

    Posibles medidas por las administraciones de pesca

    14. La integración de la producción pesquera y una mayor participación de los interesados directos en la ordenación y planificación de recursos requerirá grandes esfuerzos por parte de las administraciones nacionales de pesca, en particular para:

    IV. CONCLUSIONES

    15. Entre las características básicas de una buena ordenación integrada de recursos (OIR) están la formación de asociaciones amplias y una estrecha intervención de los intereses locales. Los interesados directos en las pesquerías y en la agricultura, tanto del sector público como privado, pudieran por lo tanto emprender medidas que tiendan a:

    16. La OIR puede comenzar por mejorar la cooperación intersectorial en los subsectores de la agricultura, la silvicultura y la pesca. Sin embargo, tal vez sea necesario una ayuda técnica adicional y una orientación política sobre la OIR para una producción sostenible de pescado y otros alimentos en zonas de cuencas. Ese empeño de OIR es a menudo también necesario para el plano internacional, y sobre todo regional, y podría hacer falta una ulterior ayuda para la toma regional de decisiones a efectos de la ordenación transfronteriza de cuenca hidrográficas y lagos compartidos.

    V. MEDIDAS QUE SE PROPONEN PARA SU ADOPCIÓN
    POR EL COMITÉ

    17. Se invita al Comité a analizar los varios temas planteados en este documento, evaluar la conveniencia de los criterios sugeridos y dar orientaciones a fin de promover una ordenación integrada de los recursos para una producción pesquera continental sostenible.




    1 Naciones Unidas (Consejo Económico y Social), 1997. Evaluación general de los recursos de agua dulce del mundo. Informe del Secretario General (E/CN.17/1997/9) al quinto período de sesiones de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, Nueva York, 5-25 de abril de 1997.
    2 Naciones Unidas (Consejo Económico y Social), 1998. Criterios estratégicos para la ordenación del agua dulce. Informe del Secretario General (E/CN.17/1998/2) al sexto período de sesiones de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible. Nueva York, 20 de abril a 1º de mayo de 1998.
    3 Coates, D. 1995. Inland capture fisheries and enhancement: status, constraints and prospects for food security. KC/FI/95/TECH/3. 82 págs. Documento presentado a la Conferencia Internacional sobre la Contribución Sostenible de las Pesquerías a la Seguridad Alimentaria, Kyoto, Japón, 4-9 de diciembre de 1995, organizada por el Gobierno del Japón, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
    4 Petr, T. y M. Morris (eds.), 1995. Comisión de Pesca del Indopacífico. Documentos presentados al Simposio regional sobre desarrollo sostenible de las pesquerías continentales en situaciones ecológicas limitadas. Bangkok, Tailandia,
    19-21 de octubre de 1994, e informes por países presentados al sexto período de sesiones de la CPIP. Grupo de trabajo de expertos sobre pesquerías continentales. Bangkok, Tailandia, 17-21 de octubre de 1994. FAO: Informes de Pesca No. 512 (Suppl.). 262 págs.
    5 Barg, U., I.G. Dunn, T. Petr y R.L. Welcomme, 1997. Inland fisheries, págs. 439-476. In A.K. Biswas (ed) Water Resources Environmental Planning, Management and Development. New York, McGraw-Hill. 737 págs.
    6 PNUMA, Informe sobre el estado mundial del medio ambiente, 1997.
    7 Ravenga, C. et al., 1998. Watersheds of the world. Ecological value and vulnerability. Publicación conjunta del Instituto Mundial sobre Recursos y del Worldwatch Intitute, Washington, EE.UU
    8 FAO, 1998. Informe de la primera reunión del Comité Asesor sobre Investigaciones Pesqueras. Roma, Italia, 25-28 de noviembre de 1997. FAO: Informe de Pesca (571): 36 págs
    9 Leidy, R.A. y P.B. Moyle. 1998. Conservation status of the world's fish fauna: In:Fiedler, P.L. y P.M. Kareiva (eds.) Conservation Biology, Second Edition. Chapman y Hall, Nueva York. 187-227 págs.
    10 El objetivo general de una integración es conseguir unos niveles más altos de eficacia elevando al máximo las interacciones sinergéticas y minimizando las interacciones antagónicas entre usos de recursos, usuarios y sectores.