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Actividades forestales de la FAO

14° Período de sesiones del Comité de Montes

Los delegados de 111 Estados Miembros de la FAO y observadores de países no miembros, organizaciones internacionales y ONG se reunieron en la Sede de la FAO con ocasión del 14° período de sesiones del Comité de Montes (COFO) de la FAO, que se celebró del 1 al 5 de marzo de 1999. El Comité es el vehículo más importante de la FAO para facilitar el diálogo en el sector forestal. Los períodos de sesiones del COFO reúnen a los jefes de los servicios forestales y a otros altos funcionarios gubernamentales para identificar nuevos problemas de carácter normativo y técnico, buscar soluciones y recomendar a la FAO y a otros organismos las medidas más apropiadas.

Aspectos principales de política

Entre las cuestiones de política importantes que se sometieron a la consideración del Comité cabe señalar la ejecución del programa forestal de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS). El Comité elogió a la FAO por su labor en este campo y por su apoyo al Grupo Intergubernamental sobre los Bosques y al Foro Intergubernamental sobre los Bosques. Asimismo, aprobó los esfuerzos realizados por el Equipo Interinstitucional sobre los Bosques, presidido por la FAO, para mejorar la cooperación con las Naciones Unidas y con sus organizaciones que tienen un mandato en el sector forestal. Los Estados Miembros pidieron a la FAO que les brindara apoyo en los aspectos técnicos, creación de capacidad, y asistencia en movilizar los ecursos financieros necesarios para cumplir los compromisos asumidos en el marco de los instrumentos acordados después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en relación con los bosques, en particular la Convención de Lucha contra la Desertificación, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención Marco sobre el Cambio Climático.

Otra cuestión destacada es la que se refiere a la función primordial de los programas forestales nacionales y de la correspondiente creación de capacidad, para conseguir la ordenación forestal sostenible. El Comité recomendó que su aplicación no se circunscribiera a los países en desarrollo y que la FAO intensificara la colaboración con organizaciones internacionales para respaldar los mencionados programas en los países dotados de una cubierta forestal exigua y en los que se ven afectados por la desertificación y la sequía.

El Comité reconoció también la importancia de los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible y recomendé que se hicieran esfuerzos para integrarlos más adecuadamente a nivel nacional y de la unidad de ordenación forestal. Se respaldó la labor realizada por la FAO en relación con la evaluación mundial de los recursos forestales, ante la proximidad de la Evaluación de los Recursos Forestales 2000 (FRA 2000). El Comité recomendó también que los recursos asignados al Departamento de Montes de la FAO estuvieran en consonancia con la importancia creciente de los bosques en los Estados Miembros y con el aumento de las peticiones que presentaban los países a la Organización.

Los estudios sobre las perspectivas mundiales del sector forestal tuvieron una acogida favorable en el Comité, que pidió que reflejaran las importantes diferencias existentes entre los sectores forestales de las diferentes regiones y países. El Comité subrayó también la importancia de otros factores, tales como los productos forestales no madereros, los beneficios sociales y ambientales que se obtienen de los bosques, el cambio tecnológico en la explotación y elaboración forestales, las políticas comerciales y de comercialización (incluida la certificación), las tendencias con respecto a la sustitución de la madera por otros materiales más perjudiciales para el medio ambiente, y la función del sector privado en el desarrollo forestal.

Al examinar los desafíos nacionales e internacionales existentes para la formulación de políticas forestales nacionales en favor de la sostenibilidad, el Comité reconoció que los conocimientos especializados de la FAO en los ámbitos de las actividades forestales, la agricultura, la zootecnia, la pesca y el desarrollo rural le permiten desempeñar una función de primer orden al abordar las cuestiones intersectoriales que afectan a las diversas condiciones y usos de los bosques nacionales.

Muchos países resaltaron que aunque la formulación de políticas era importante, los problemas que dificultan su aplicación (por ejemplo, la escasez de personal capacitado, la insuficiencia de los recursos científicos, técnicos y financieros y la ausencia de un compromiso político adecuado) constituyen un desafío de mayores dimensiones y exigen una atención considerable. El Comité pidió a la FAO que dedicara mayor atención a la prestación de asistencia a los países para la aplicación, seguimiento y evaluación de políticas, así como a las actividades conexas de fortalecimiento institucional.

Se identificaron numerosas cuestiones de gran trascendencia para la formulación y ejecución de la política forestal nacional, tales como el fortalecimiento de las instituciones nacionales, la transferencia de tecnología, el desarrollo de los recursos humanos y la utilización eficaz de instrumentos jurídicos.

El Comité señalé asimismo la necesidad de mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales, de conformidad con los compromisos internacionales en vigor, y de propiciar que el sector privado desempeñe un papel importante en el sector forestal. Muchos miembros indicaron que la certificación debería ser transparente, voluntaria y orientada al mercado, y el Comité pidió a la FAO que se mantuviera neutral a este respecto, que controlara la evolución de los acontecimientos y facilitara asesoramiento cuando se le solicitara.

Varios países señalaron las dificultades con que se enfrentaban algunos países en desarrollo para cumplir los compromisos contraídos en virtud de los acuerdos internacionales y otros instrumentos, y la asistencia limitada que brindaban los países desarrollados. Otros manifestaron que la ordenación forestal sostenible se podía alcanzar de forma autónoma si se establecían las políticas e instituciones nacionales adecuadas. Algunos indicaron la conveniencia de crear un fondo internacional de desarrollo forestal para financiar la ordenación forestal sostenible.

Los programas de la FAO relacionados con el sector forestal

El Comité respaldó los esfuerzos desplegados por la FAO para ayudar a los países en la formulación y ejecución de políticas encaminadas a lograr la ordenación forestal sostenible, y en particular, su labor en relación con la evaluación de los bienes y servicios no madereros, los códigos de prácticas para la explotación de bajo impacto ambiental, los programas forestales comunitarios, incluso los esfuerzos de ordenación forestal participativa, la protección de los bosques, principalmente la lucha contra los incendios forestales y la lucha integrada contra las plagas, y el desarrollo sostenible de las zonas de montaña mediante la ordenación integrada de las cuencas hidrográficas.

El Comité pidió que se hicieran esfuerzos decididos para afrontar los problemas de las zonas áridas y semiáridas y de los países con una cubierta forestal exigua, incluso la lucha contra la desertificación y la mitigación de la sequía mediante el manejo de la vegetación, las actividades de repoblación forestal, forestación y ordenación de suelos; la ordenación de la fauna y flora silvestres en las zonas forestales, particularmente en África; y el análisis de la función de los espacios protegidos en la ordenación forestal sostenible.

Marco Estratégico para la FAO, 2000-2015

El Comité elogió los valores, la misión y la visión contenidos en el Marco Estratégico para la FAO, 2000-2015. Más concretamente, subrayó que sus objetivos debían ser compatibles con los del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y acogió favorablemente la importancia que atribuía a la interdisciplinariedad y cooperación, y a las asociaciones y alianzas.

El Comité convino en que la FAO era un centro de excelencia en la actividad forestal. Recomendó que se diera mayor realce a la actividad forestal en el Marco Estratégico y que la misión, las metas y los objetivos que figuran en el Plan Estratégico Forestal se integraran más íntimamente en el Marco Estratégico.

El Comité elogió a la FAO por la forma participativa y transparente en que había elaborado el Plan Estratégico Forestal. Se aceptaron en términos generales la declaración de misión, las metas, los objetivos a medio plazo y la visión de futuro. El Comité pidió que el Departamento de Montes elaborara objetivos e indicadores cuantificables para hacer el seguimiento y evaluación de los progresos alcanzados. Pidió también que se prestara mayor atención a las actividades de forestación y reforestación en los países que tienen una cubierta forestal exigua o están expuestos a la desertificación; a la ordenación sostenible de la fauna y flora silvestres; y a los pequeños Estados insulares en desarrollo.

El Comité acordó celebrar su próximo período de sesiones en Roma, en los primeros días de marzo del año 2001.


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