ALICOM 99/2





Conferencia sobre Comercio Internacional de Alimentos a partir del año 2000: Decisiones basadas en criterios científicos, armonización, equivalencia y reconocimiento mutuo
Melbourne, Australia, 11-15 de octubre de 1999

Respuesta a la Conferencia FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, Sustancias Químicas en los Alimentos y Comercio Alimentario de 1991

por

John R. Lupien, Director,
Dirección de Alimentación y Nutrición



Indice


I. Antecedentes

1. Esta conferencia internacional es la tercera de una serie que comenzó hace casi 40 años. En 1961, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, reconoció la necesidad de un foro intergubernamental para examinar cuestiones relacionadas con la inocuidad, la calidad y otros aspectos de los alimentos que son objeto de comercio internacional.

2. Como resultado de ello, en 1962 se celebró en Roma la primera Conferencia sobre Normas Alimentarias. Se ocupó principalmente de la puesta en marcha de un Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias y el funcionamiento eficaz de la Comisión del Codex Alimentarius, proyectada recientemente. De hecho, sus dos logros más notables fueron pedir a la Comisión del Codex Alimentarius que aplicara un programa conjunto FAO/OMS sobre normas alimentarias y crear el Codex Alimentarius, conocido también como código alimentario. Esta primera Conferencia estableció los principios que posteriormente seguirían la FAO, la OMS y la Comisión del Codex Alimentarius para alcanzar el objetivo primordial de asegurar el acceso de los consumidores a productos alimenticios inocuos y sanos, exentos de adulteración y correctamente etiquetados y presentados.

3. Tanto la Comisión del Codex Alimentarius como el propio Codex Alimentarius deben su existencia a esta primera Conferencia sobre Normas Alimentarias. El Codex Alimentarius, o código alimentario, se ha convertido en el punto de referencia mundial para los consumidores, productores y elaboradores de alimentos, organismos nacionales de control de alimentos y el comercio alimentario internacional. El Codex ha tenido una enorme repercusión sobre la manera de pensar de los productores y elaboradores de alimentos, así como sobre la conciencia de los usuarios finales, es decir los consumidores. Su influencia se extiende a todos los continentes y su contribución a la protección de la salud pública y a unas prácticas equitativas en el comercio alimentario es inestimable.

4. La Comisión del Codex Alimentarius, órgano encargado de preparar el Codex Alimentarius, ofrece a todos los países una oportunidad única para unirse a la comunidad internacional en la formulación y armonización de normas alimentarias y la promoción de su aplicación mundial. También les permite contribuir a la elaboración de códigos que regulan las prácticas de higiene para la producción, manipulación y elaboración de alimentos, y la formulación de recomendaciones relativas al cumplimiento de esas normas, así como otros aspectos de importancia para los alimentos que entran en el ámbito de actividad de la Comisión.

5. El 23º período de sesiones de la Comisión se celebró en Roma en julio de 1999. Asistieron a él unos 600 participantes, en representación de 103 países, la mayoría de los cuales eran países en desarrollo. Esta situación contrasta de modo sorprendente con la asistencia de 120 participantes al primer período de sesiones de la Comisión, celebrado en 1963, en el que estuvieron representados 30 países, la mayoría de ellos desarrollados. La Comisión cuenta actualmente con 165 Estados Miembros que reprsentan al 98 por ciento de la población mundial. Es un logro notable como quiera que se mida.

II. La Conferencia FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, Sustancias Químicas en los Alimentos y
Comercio Alimentario de 1991

6. La Conferencia sobre Normas Alimentarias de 1962 formó parte de una serie de reuniones intergubernamentales relacionadas entre sí que se inició en 1955 con la primera Conferencia FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios. Posteriormente se celebraron otras dos conferencias sobre aditivos alimentarios, contaminantes de los alimentos y residuos de plaguicidas. En 1991 se decidió agrupar todos estos asuntos.

7. La Conferencia FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, Sustancias Químicas en los Alimentos y Comercio Alimentario se celebró en Roma en 1991, en cooperación con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. Esta Conferencia se convocó con el fin de examinar futuras orientaciones para el Codex, la FAO, la OMS y los Estados Miembros, teniendo en cuenta los cambios en el carácter de la industria alimentaria y nuevos factores como la Ronda Uruguay de Negociaciones Multilaterales. Asistieron funcionarios gubernamentales superiores en representación de 79 países, además de observadores de 28 organizaciones internacionales, de la industria y de consumidores. El numero de participantes ascendió a 383.

8. La dinámica de la Conferencia estuvo determinada por las condiciones imperantes en el comercio alimentario. Se habían iniciado los debates de la Ronda Uruguay del GATT y las perspectivas de la agricultura y la alimentación que se estaban incorporando en las normas y reglamentos internacionales en vigor eran prometedoras; las expectativas de los consumidores en cuanto a la calidad de los alimentos, especialmente respecto de su inocuidad, se habían intensificado; el advenimiento de acuerdos multilaterales de libre comercio estaba en el aire; el objetivo europeo de 1992 de unos reglamentos armonizados en el marco del "mercado único" había suscitado mucho interés internacional; la participación de países en desarrollo en el comercio alimentario internacional estaba creciendo rápidamente y, además, se habían hecho progresos muy importantes en las tecnologías asociadas con el cultivo, la elaboración y la comercialización de alimentos.

9. No es de extrañar, pues, que la Conferencia centrara sus debates en la labor de la FAO y la OMS en los países en desarrollo, para conseguir que las actividades de la Comisión del Codex relacionadas con las normas alimentarias respondieran en mayor medida a las necesidades de los gobiernos, examinar los logros y la eficacia de los Comités FAO/OMS de expertos en aditivos y residuos de plaguicidas y determinar los principales problemas en el control de las importaciones y exportaciones que obstaculizaban el comercio internacional de alimentos.

III. Logros de la Conferencia

10. Como resultado de unos debates intensos y profundos, la Conferencia llegó a muchas conclusiones y recomendaciones que habían de influir en las actividades de la FAO, la OMS y la Comisión del Codex Alimentarius. A continuación se ofrece una síntesis de las principales recomendaciones formuladas en la Conferencia, y el modo en que se están aplicando. (Para un resumen completo de todas las recomendaciones de la Conferencia de 1991, véase el Anexo).

11. En lo que respecta a las actividades FAO/OMS, la Conferencia recomendó, entre otras cosas:

12. En lo que concierne a la Comisión del Codex Alimentarius, la Conferencia, tras apoyar firmemente la labor de la Comisión, reconoció que la creciente internacionalización de la industria alimentaria redundaría de modo creciente en el recurso a decisiones reglamentarias basadas en principios científicos para contrarrestar el aumento previsto de los obstáculos técnicos al comercio y la solución de las diferencias consiguientes. Teniendo en cuenta el criterio de la Comisión respecto a la base científica de sus normas y la utilización prevista de estas normas en la solución de diferencias, la Conferencia recomendó que la Comisión:

13. La Conferencia pidió también a los gobiernos que adoptaran medidas encaminadas a mejorar la protección de los consumidores y promover el comercio. Además de asegurar recursos suficientes para la FAO/OMS, sus comités de expertos y la Comisión del Codex Alimentarius, la Conferencia recomendó que los gobiernos:

14. Es oportuno señalar que, a raíz de la Conferencia de 1991 tuvieron lugar otros dos acontecimientos importantes cuyos resultados dieron más valor a sus recomendaciones. El primero fue la Conferencia Internacional sobre Nutrición, celebrada en Roma en 1992 con la asistencia de delegados de 159 países y de la Unión Europea, entre ellos 137 ministros, representantes de 144 organizaciones no gubernamentales, 11 organizaciones intergubernamentales y 16 organizaciones de las Naciones Unidas. El número total de participantes fue de 1 387. La Conferencia reconoció que el acceso a alimentos inocuos y nutricionalmente adecuados es un derecho de toda persona y que los reglamentos alimentarios deben tener plenamente en cuenta las normas internacionales recomendadas de la Comisión del Codex Alimentarius. Sus 13 recomendaciones para proteger a los consumidores mediante la mejora de la calidad e inocuidad de los alimentos se hacen eco, en muchos aspectos, de las recomendaciones de la Conferencia de 1991.

15. El segundo acontecimiento fue la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en 1996. De los 186 países participantes, 41 estuvieron representados por Jefes de Estado y 15 por Jefes de Estado adjuntos. Asistieron más de 10 000 participantes. La Cumbre produjo la "Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria" y el "Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación", que en conjunto constituyeron un plan maestro para conseguir la seguridad alimentaria mundial, aliviar el hambre y asegurar alimentos suficientes para todos. En virtud del Compromiso Cuarto del Plan, los países convinieron en esforzarse por asegurar que las políticas de comercio alimentario y agrícola y de comercio en general contribuyeran a fomentar la seguridad alimentaria para todos a través de un sistema de comercio mundial leal y orientado al mercado. En cumplimiento del Compromiso, la comunidad internacional, en cooperación con los gobiernos, se comprometió a ayudar a los países a ajustar sus instituciones y sus normas, en lo que respecta al comercio exterior e interior, a los requisitos de inocuidad y salubridad de los alimentos.

16. Menciono estos dos acontecimientos porque forman parte del proceso ininterrumpido que ha culminado en la presente Conferencia y que se inició con la histórica Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Agricultura y la Alimentación celebrada en Hot Springs, Virginia, Estados Unidos de América, a mediados de 1943. En su Acta Final, que dio origen a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, esa Conferencia declaró que la condición básica para un nivel de vida decente es suministrar a todas las personas alimentos suficientes que les permitan llevar una vida libre de enfermedades y mantenerse en buen estado de salud.

IV. Respuesta a la Conferencia de 1991

17. Hay que decir que la respuesta a las recomendaciones de la Conferencia de 1991 ha sido positiva y efectiva. Esto no es sorprendente, dado que las recomendaciones eran prudentes y razonables. Además, fueron realmente oportunas, en un período de importantes cambios, para que la comunidad internacional reafirmara que las actividades de la FAO, la OMS y el Codex Alimentarius seguían siendo valoradas y que la orientación de la labor de la Comisión, en particular, era la adecuada. El resultado fue que la Conferencia confirmó la importancia de la labor de las tres organizaciones y recomendó firmemente su prosecución. Sin embargo, lo más importante fue que la Conferencia dio directrices inestimables sobre el modo en que cada una de ellas podía fortalecer sus actividades y, en el caso de la Comisión, proporcionó asesoramiento sobre el modo en que podía ajustar sus actividades para adecuarlas más directamente a las nuevas necesidades y percepciones de la comunidad.

18. Como respuesta, la FAO, en particular, y la OMS han aumentado su asistencia a los países en desarrollo para que adopten leyes alimentarias adecuadas y establezcan infraestructuras de control de los alimentos. Más concretamente,la asistencia a los países en desarrollo ha comprendido las actividades siguientes:

19. Las recomendaciones de la FAO sobre las actividades de la Comisión del Codex Alimentarius fueron adoptadas rápidamente. Por ejemplo, la Comisión hizo más hincapié en la aplicación del criterio horizontal a la normalización en materia de aditivos alimentarios e higiene de los alimentos, y el Comité del Codex sobre Aditivos Alimentarios y Contaminantes de los Alimentos estableció un grupo de trabajo para elaborar dicho criterio. La Comisión empezó también a examinar inmediatamente su estructura y sus procedimientos para la elaboración de normas. El resultado ha sido la adopción de un método rápido de elaboración de normas sin merma de la eficacia. Además, la Comisión comenzó a proporcionar una información más abundante y simplificada sobre sus procedimientos, incluida la evaluación de riesgos, como medio de dar a conocer sus actividades. La Comisión convino también en establecer un Comité que se ocupara de los problemas de las importaciones y exportaciones de alimentos, y el Comité del Codex sobre Sistemas de Inspección y Certificación de las Importaciones y Exportaciones de Alimentos, hospedado por Australia, ha celebrado hasta ahora siete reuniones y ha elaborado una serie de valiosas directrices, como había propuesto la Conferencia.

20. Sobre todo, la Conferencia contribuyó a que la Comisión adoptara un Plan a Plazo Medio para sus actividades. El primer Plan, para el período 1993-1998, preveía, entre otras cosas, la adopción de procedimientos uniformes simplificados para la elaboración de normas, la adopción de procedimientos perfeccionados de aceptación de normas, la armonización de las declaraciones de propiedades saludables y nutricionales y advertencias en el etiquetado de productos alimentarios para 1995, la adopción de recomendaciones generales sobre la utilización de aditivos alimentarios para 1995, la elaboración de especificaciones consultivas del Codex para los aditivos alimentarios, el establecimiento de procedimientos generales para el nivel de los contaminantes en los alimentos, el examen de las recomendaciones actuales y anteriores sobre límites máximos para residuos de plaguicidas, incluido el examen de buenas prácticas agrícolas, el establecimiento de límites máximos para contaminantes importantes en alimentos que son objeto de comercio internacional, especialmente aflatoxinas, para 1995, directrices para la evaluación de alimentos producidos mediante la biotecnología, el examen y actualización de los principios generales de higiene de los alimentos a fin de incorporar el sistema de análisis de riesgos y de los puntos críticos de control para 1995, la mejora de la participación de los países en desarrollo y de las organizaciones de consumidores, etc.

21. El Plan a Plazo Medio propuesto para 1993-98 terminó satisfactoriamente, habiéndose cumplido la mayoría de sus objetivos. Su adopción estuvo estrechamente relacionada con el espíritu de la Conferencia de 1991, en la medida en que contribuyó a que la labor de la Comisión se mantuviera a la par de los rápidos cambios en el plano internacional que tuvieron repercusiones para los gobiernos, los consumidores y el comercio alimentario.

22. La Comisión está aplicando actualmente su Plan a Plazo Medio para 1998-2002. Este Plan responde también a las recomendaciones formuladas por la Conferencia de 1991 y entraña un examen continuo de diversas cuestiones tratadas en el Plan a Plazo Medio para 1993-1998. Por ejemplo, entre otras cosas, incluye una ulterior simplificación de los procedimientos uniformes para la elaboración de normas alimentarias y la mejora de los procedimientos de aceptación, así como el examen constante de las especificaciones consultivas del Codex para los aditivos alimentarios, un examen de las recomendaciones anteriores y actuales sobre límites máximos para residuos de plaguicidas y recomendaciones sobre alimentos obtenidos mediante la biotecnología. En el Plan se concede gran prioridad a las normas, directrices y otras recomendaciones basadas en criterios científicos que tienen por objeto eliminar obstáculos injustificados al comercio de alimentos.

23. Puede afirmarse con razón que la Conferencia de 1991 proporcionó las directrices que se esperaban de ella y que, como resultado de sus liberaciones, se ofreció una orientación a las actividades en curso de la FAO, la OMS y la Comisión del Codex Alimentarius a fin de que pudieran atender las necesidades de una comunidad mundial en evolución. Las expectativas que suscita la tercera Conferencia de la serie no son inferiores a las que provocó a la Conferencia de 1991, y es de prever que las recomendaciones que se formulen en ella ofrecerán orientación para la FAO, la OMS y la Comisión del Codex Alimentarius en el inicio del próximo milenio.


Apéndice I

RECOMENDACIONES DE LA CONFERENCIA FAO/OMS SOBRE NORMAS ALIMENTARIAS, SUSTANCIAS QUIMICAS EN LOS ALIMENTOS Y COMERCIO ALIMENTARIO

1. PARTICIPACIÓN DEL CONSUMIDOR EN LA TOMA DE DECISIONES (párr. 33)

La Conferencia acordó las siguientes recomendaciones:

i) Aumentar la participación del consumidor a nivel nacional:

a) En los países donde no existe un movimiento consolidado de protección del consumidor:

Los gobiernos y las organizaciones internacionales deberían sensibilizar al consumidor acerca de las cuestiones relacionadas con la calidad e inocuidad de los alimentos, así como de la labor de la Comisión del Codex Alimentarius, facilitando información por conducto de los medios de comunicación, las organizaciones competentes existentes y otros foros apropiados, y alentar la participación del consumidor en el proceso de adopción de decisiones. Los gobiernos deberían aprovechar también el asesoramiento y la asistencia técnica que ofrecen las organizaciones internacionales competentes.

b) En los países donde existe un movimiento consolidado de protección del consumidor:

Debería alentarse a los gobiernos a estudiar la posibilidad de establecer un procedimiento de asesoramiento periódico (por ejemplo, un grupo asesor nacional del Codex) en el que se tengan en cuenta en igual medida las opiniones representativas de los consumidores y las de los productores, los industriales y los comerciantes.

ii) Aumentar la participación del consumidor a nivel internacional

a) Debería reconocerse que puede resultar útil que en las delegaciones nacionales participen también representantes de los consumidores, pero que debe mantenerse como prioridad la consulta habitual con los consumidores al decidir acerca de la posición del país en reuniones del Codex y otros foros afines.

b) Debería alentarse a los gobiernos a apoyar y financiar la participación de expertos y representantes de los consumidores en la labor del Codex y otros trabajos sobre calidad e inocuidad de los alimentos.

iii) Información y prestación de apoyo:

a) La FAO/OMS debería examinar la posibilidad de redactar breves resúmenes de fácil lectura sobre las cuestiones y debates del Codex, para su distribución al público.

b) Los puntos nacionales de contacto del Codex deberían recibir orientación y apoyo sobre la mejor manera de difundir información a las organizaciones pertinentes, incluidas las organizaciones de los consumidores.

2. CRITERIOS "HORIZONTALES" PARA REGULAR EL USO DE LOS ADITIVOS DE LOS ALIMENTOS Y POSIBLEMENTE EN OTROS SECTORES (párrs. 61, 62)

i) La Conferencia apoyó firmemente la adopción de criterios "horizontales" como principal estrategia para regular el uso de los aditivos de los alimentos, y recomendó que la Comisión del Codex Alimentarius tomara las medidas necesarias para proceder en este sentido.

ii) La Conferencia recomendó a la Comisión que estudiara la posibilidad de aplicar los mismos criterios horizontales a cuatro sectores como, por ejemplo, los relacionados con los contaminantes químicos y biológicos y los métodos de análisis y muestreo.

3. PARTICIPACIÓN DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO EN REUNIONES DEL CODEX Y REVISIÓN DE LAS NORMAS DEL CODEX PARA ELIMINAR LOS DETALLES NO ESENCIALES (párr. 81)

La Conferencia acordó someter al examen de la Comisión las recomendaciones siguientes:

i) Aunque la Conferencia reconocía la importancia de las iniciativas anteriores de la FAO y la OMS encaminadas a ayudar a los países en desarrollo a participar en las actividades del Codex, instó a la Comisión a que reafirmara la eficacia de las observaciones detalladas formuladas por escrito, que deberían ser examinadas y debatidas a fondo en las reuniones del Codex, en particular las observaciones de los países que no podían estar representados en las reuniones.

ii) La Conferencia sugirió que se revisaran los mecanismos para facilitar la participación de los países en desarrollo, tal vez habilitando recursos extrapresupuestarios, celebrando seminarios antes de las reuniones y enmendando el Reglamento del Codex (Artículo XI.4) respecto a la financiación de delegaciones nacionales.

iii) La Conferencia subrayó la importancia de que los Comités centraran su atención en la elaboración de disposiciones "horizontales" en las Normas del Codex por lo que respecta a la protección del consumidor (por ejemplo, disposiciones sobre salud, inocuidad) y la facilitación del comercio internacional. Se reconoció también la importancia de eliminar, donde fuera oportuno, los detalles, como factor importante para simplificar las normas y facilitar la aceptación de las normas del Codex por los gobiernos. La Conferencia recomendó que la Comisión examinara estas cuestiones. Deberían tenerse en cuenta asimismo, a este respecto, las deliberaciones del Comité del Codex sobre Pescado y Productos Pesqueros.

iv) Como medida inicial, se convino en que, para el próximo período de sesiones de la Comisión, se revisaran sobre la base de un documento que preparara la Secretaría del Codex, las normas del Codex vigentes, teniendo en cuenta las aceptaciones y en función de su importancia en el comercio internacional, con miras a simplificarlas. Se tomó nota de que se solicitarían las observaciones de los gobiernos para elaborar un orden de prioridad respecto a las normas que requerían ser revisadas.

4. EXAMEN DE LAS NORMAS DEL CODEX PARA DETERMINAR SU IMPORTANCIA EFECTIVA Y BASE CIENTIFICA SOLIDA TENIENDO EN CUENTA LAS NOVEDADES EN EL MARCO DEL GATT Y REVISION DE LOS PROCEDIMIENTOS PARA LA ELABORACIÓN, EXAMEN Y ACEPTACIÓN DE LAS NORMAS (párrs. 91, 92)

La Conferencia recomendó :

i) Establecer un programa de pronta revisión con objeto de examinar todas las normas del Codex para determinar su viabilidad y validez científica, con miras a facilitar el comercio internacional. Este programa comprendería la asignación de prioridades a las normas por examinar.

ii) Asegurar la aplicación oportuna de los procedimientos del Codex para la elaboración y revisión de normas. Tal vez sería necesario establecer procedimientos de examen periódico de las normas.

iii) Solicitar a todos los comités del Codex, así como al JECFA y a la JMPR, que siguieran basando sus evaluaciones en principios científicos apropiados y aseguraran la coherencia necesaria en sus procedimientos de evaluación de los riesgos.

La Conferencia recomendó también a la Comisión del Codex Alimentarius que se ocupara cuanto antes de las tareas siguientes:

a) examinar sus procedimientos de aceptación, con miras a adoptar un nuevo tipo de aceptación consistente en la notificación positiva de libre distribución de los productos que se ajustaran a las Normas del Codex;

b) examinar las demás formas de aceptación, en particular la aceptación con excepciones especificadas, para determinar si seguían siendo apropiadas y necesarias;

c) examinar su procedimiento de elaboración de normas, conforme a lo indicado en el párrafo 87 (d) del informe de la Conferencia;1

d) examinar la posibilidad de organizar racionalmente su labor en materia de normas para productos específicos.

e) fortalecer la labor horizontal de sus comités de asuntos generales para que las cuestiones de importancia general, como el etiquetado, los aditivos, los contaminantes y los métodos de análisis y toma de muestras fueran tratados exclusivamente por los comités de asuntos generales pertinentes. Estos comités serían la principal fuente de orientación en esas esferas y no dependerían de las propuestas ni de las disposiciones formuladas por los comités de productos. Ello se consideraba necesario para que la Comisión se ocupara de todos los alimentos objeto de comercio internacional y facilitara orientación de carácter general.

5. BUENAS PRACTICAS AGRICOLAS (BPA) EN EL USO DE PLAGUICIDAS Y ACEPTACIÓN DE LIMITES MÁXIMOS DEL CODEX PARA RESIDUOS DE PLAGUICIDAS (LMR) (párr. 117)

La Conferencia recomendó lo siguiente:

i) Deberían proporcionarse a la JMPR datos toxicológicos y de residuos completos y en el momento oportuno. Los datos deberían incluir información específica sobre BPA que reflejaran los usos aprobados en los países.

ii) La JMPR y el CCPR deberían hacer todo lo posible por informar a los países acerca de los elementos en que se basaba la evaluación, para aumentar la transparencia del procedimiento y para tomar medidas con miras a resolver cualesquiera diferencias metodológicas que pudieran surgir entre el CCPR y la JMPR y las autoridades nacionales. Este procedimiento debería conducir en último término a lograr una mayor aceptación de los LMR del Codex.

iii) La información sobre las BPA que se proporcionara a la JMPR debería ser, en la medida de lo posible, objeto de constante examen y reflejar también los efectos producidos en el medio ambiente.

iv) La FAO debería examinar la forma de prestar asistencia a los países en desarrollo para recabar datos sobre las BPA.

6. RECURSOS PARA LA COMISION DEL CODEX ALIMENTARIUS, EL JECFA, LA JMPR Y OTROS COMITES AUXILIARES DE EXPERTOS CIENTÍFICOS (párr. 124)

Se recomendó que los gobiernos de los países, la FAO y la OMS colaboraran para asegurar la disponibilidad de recursos suficientes para las actividades de la Comisión del Codex Alimentarius, así como para el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos de Aditivos Alimentarius, así como para el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas (JMPR) y otros comités auxiliares de expertos científicos, de conformidad con las prioridades establecidas en esta Conferencia.

7. PRODUCTOS DERIVADOS DE LA BIOTECNOLOGIA (párrs. 132, 133)

A. JECFA

La Conferencia convino en recomendar que se ampliaran las actividades del JECFA conforme a las siguientes propuestas:

i) Que la FAO y la OMS examinaran el mandato del JECFA para asignarle la facultad y responsabilidad de examinar productos alimenticios obtenidos mediante la aplicación de la biotecnología contemporánea.

ii) Que la FAO y la OMS velaran por que se invitara a expertos competentes para realizar la evaluación de tales productos alimenticios, cuando fueran examinados por el JECFA.

iii) Que las evaluaciones del JECFA fueran transparentes, de forma que todas las partes interesadas, incluidas las organizaciones de consumidores, pudieran disponer fácil y prontamente de la información científica elaborada por el JECFA.

B. CCFAC

La Conferencia recomendó que se pidiera al CCFAC que estableciera prioridades para los trabajos sobre productos nuevos que habían de asignarse al JECFA.

C. Comisión del Codex Alimentarius

La Conferencia recomendó que la Comisión examinara estos nuevos productos alimenticios desde el punto de vista de la nutrición y el etiquetado.

8. JECFA Y JMPR (párrs. 146, 147, 161)

A. La Conferencia adoptó las recomendaciones siguientes:

a) que se pidiera a la FAO y la OMS que examinaran la posibilidad de facilitar más información sobre la competencia profesional de los expertos participantes en las evaluaciones de inocuidad de los alimentos:

b) que, conforme al deseo de acelerar el proceso para realizar en el momento oportuno las evaluaciones, y para poder ampliar la base científica y de recursos del JECFA, se pidiera a la FAO y la OMS que invitaran al Comité a examinar medios y maneras de:

i) establecer una cooperación más estrecha con las organizaciones científicas regionales, nacionales e internacionales que participaban en la evaluación de la inocuidad de los alimentos, con miras a intercambiar información y datos científicos, señalando siempre que el JECFA debía quedar convencido de la validez de todos los datos utilizados en sus evaluaciones;

ii) ampliar la gama de expertos contratados, recurriendo incluso a especialistas técnicos, para que prestaran asistencia al Comité en su labor.

c) que la FAO y la OMS estudiaran la posibilidad de pedir al JECFA que examinara periódicamente todas las sustancias cuyo empleo había sido ya autorizado anteriormente. (Véase también el párrafo 161 del informe de la Conferencia).

Al adoptar estas recomendaciones, la Conferencia señaló que la mayor parte estaban relacionadas con la labor tanto de la JMPR como del JECFA.

B. La Conferencia recomendó lo siguiente:

i) En vista de la importancia de las estimaciones de las ingestas dietéticas, los países y la industria deberían hacer todo lo posible por facilitar datos suficientes, para que los examinaran los grupo de expertos FAO/OMS. Tales datos eran especialmente importantes para llegar a LMR que fueran generalmente aceptables.

ii) Debería darse alta prioridad a la evaluación, por el JECFA, de las sustancias que pasan de los materiales de envasado a los alimentos. El Comité del Codex sobre Aditivos Alimentarios y Contaminantes de los Alimentos (CCFAC) debía asignar prioridades para cada sustancia.

iii) Debería asignarse también una prioridad a la evaluación, por el JECFA, de las sustancias tóxicas presentes naturalmente, es decir una prioridad similar al de las sustancias que pasan de los materiales de envasado a los alimentos.

iv) A todas las categorías de sustancias evaluadas por el JECFA y la JMPR deberían aplicarse criterios análogos para el establecimiento de prioridades.

v) La FAO y la OMS deberían determinar los criterios de prioridad para el examen periódico de sustancias a las que se haya asignado una IDA u otro valor limite similar.

vi) La OMS debería procurar elaborar principios internacionalmente acordados para la evaluación de los riesgos derivados de residuos de sustancias sobre las que se hayan observado efectos carcinógenos en estudios con animales.

C. La Conferencia reconoció la importancia de la JMPR y del JECFA para proporcionar evaluaciones basadas en sólidos principios científicos y en la determinación de riesgos, por lo que recomendó que la OMS y la FAO adoptaran medidas para que se tuviera mayor conciencia de estos principios (párrs. 209 del informe de la Conferencia).

9. COMISIÓN DEL CODEX ALIMENTARIUS Y EVALUACIÓN DE RIESGOS (párr. 210)

La Conferencia recomendó asimismo que la Comisión del Codex Alimentarius y los Comités del Codex encargados de elaborar normas, códigos de prácticas o directrices relacionados con la protección de la salud humana indicaran explícitamente los métodos que hubieran utilizado para evaluar los riesgos.

10. MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD, ARMONIZACIÓN DE LOS REQUISITOS E INSTITUCIÓN DE INFRAESTRUCTURAS DE INSPECCIÓN APROPIADAS EN MATERIA DE ALIMENTOS - ASISTENCIA A LOS PAISES EN DESARROLLO (párr. 73)

La Conferencia reconoció que los países en desarrollo necesitaban recibir asistencia para mejorar la calidad, armonizar los requisitos e instituir sistemas de inspección apropiados en materia de alimentos. La Conferencia recomendó en consecuencia que la FAO y la OMS siguieran prestando asistencia y reforzaran su ayuda a los países en desarrollo en todas las fases de la producción de alimentos, desde las materias primas hasta los productos finales, y les ayudarán también a adoptar leyes alimentarias apropiadas y a establecer infraestructuras de control para su aplicación.

11. PROBLEMAS DE INSPECCIÓN DE IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES - ASISTENCIA A PAÍSES EN DESARROLLO (párr. 173)

La Conferencia adoptó las recomendaciones siguientes:

a) La Conferencia recomendó que los países exportadores de alimentos mejoraran y reforzaran sus sistemas de producción, elaboración y distribución de alimentos para proteger la integridad e inocuidad de los alimentos y evitar pérdidas. Nunca se lograría insistir lo suficiente en que los alimentos debían ser de buena calidad e inocuos, par lo cual se requería la aplicación de buenas prácticas agrícolas y de fabricación a lo largo de toda la cadena alimentaria. La dependencia excesiva de la inspección final, tal vez no siempre redundaba en beneficio del consumidor ni de la economía del país.

b) La Conferencia reconoció plenamente las necesidades de asistencia técnica de los países en desarrollo para reforzar sus sistemas de control de los alimentos, y recomendó que la FAO, la OMS y los países desarrollados importadores de alimentos redoblaran sus esfuerzos constantes para ofrecer capacitación y otro tipo de apoyo en este sector. Solamente mejorando los sistemas de inspección de los alimentos de los países en desarrollo se conseguiría asegurar la conformidad de sus exportaciones de alimentos con los requisitos internacionales y los exigidos por los países importadores.

c) Reconociendo la labor importante emprendida por el Grupo de Calidad de los Alimentos y Protección del Consumidor, de la FAO, la Conferencia recomendó que se hicieran esfuerzos constantes por acrecentar la base de recursos de este grupo según fuera necesario, para que pudiera seguir prestando apoyo a los países en desarrollo, especialmente promoviendo la aplicación de las normas y códigos de prácticas del Codex como directrices para mejorar sus sistemas de control de los alimentos.

d) La Conferencia recomendó que la FAO, la OMS y sus Estados Miembros siguieran buscando medios y maneras de mejorar la asistencia y participación de los países en desarrollo en la Comisión del Codex Alimentarius y/o otros órganos internacionales que se ocupan de examinar y elaborar políticas sobre sistemas de control de los alimentos.

e) La Conferencia recomendó a los gobiernos miembros que examinaran sus sistemas de comunicación en lo referente a los rechazos de alimentos y productos alimenticios y mejoraran el diálogo con los gobiernos de los países exportadores de alimentos, con miras a ayudar a éstos a solucionar sus problemas de inspección alimentaria y mejorar las posibilidades de aceptación de sus alimentos.

f) La Conferencia recomendó a la FAO que examinara la posibilidad de establecer un sistema apropiado para obtener y recoger información sobre rechazos y asuntos conexos, que tal vez sirviera de base para análisis ulteriores y pudiera ayudar a todas las autoridades nacionales de control alimentario a mejorar su eficacia y facilitar también la elaboración de estrategias nacionales e internacionales a plazo más largo.

g) La Conferencia recomendó que la FAO/OMS examinara la posibilidad de elaborar una lista de oportunidades de capacitación y otras formas de apoyo existentes que pudieran ayudar a los países en desarrollo a mejorar sus capacidades de control de los alimentos.

12. RECOMENDACIÓN A LA COMISIÓN DEL CODEX ALIMENTARIUS PARA QUE EXAMINE EL POSIBLE ESTABLECIMIENTO DE UN COMITÉ QUE SE OCUPE DE PROBLEMAS DE IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN

La Conferencia acordó recomendar que la Comisión del Codex Alimentarius examinara la propuesta de establecer un comité que se ocupara de los problemas de importación y exportación, con sujeción a que el Comité examinara la necesidad de proseguir sus actividades después de haber celebrado dos reuniones. La Conferencia acordó también recomendar que el nuevo comité propuesto elaborara directrices y no normas.

13. NUEVOS CRITERIOS PARA EXAMINAR LOS REQUISITOS DE IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN EN EL MARCO DE LOS SISTEMAS NACIONALES DE CONTROL DE LOS ALIMENTOS (párr. 201)

La Conferencia recomendó:

i) Que la FAO, por conducto de su grupo de calidad de los alimentos y protección del consumidor, intensificara sus esfuerzos destinados a ayudar a los países en desarrollo a satisfacer sus necesidades de información, lo que permitiría mejorar la aceptación de sus productos alimenticios por parte de los países importadores;

ii) Que la FAO y la OMS examinaran sus sistemas de intercambio de información, incluidos equipos y programas a fin de determinar lo que podía resultar útil para los países en desarrollo y tuvieran también en cuenta las futuras necesidades de dichos países en materia de planificación de proyectos relacionados con las importaciones y exportaciones, para prestarles asistencia;

iii) Que al preparar la circular propuesta (véase el párrafo 195 del tema 16 del programa) sobre detenciones y rechazos de productos se formularan también observaciones acerca de necesidades de información y el intercambio de datos;

iv) Que los puntos de contacto del Codex deberían constituir los centros nacionales del sistema de intercambio de información, así como de coordinación de las actividades de capacitación, tal como se había propuesto en la reunión de los puntos de contacto de los países de la región de América Latina y el Caribe que se había celebrado recientemente en Chile. En la lista de los puntos de contacto del Codex deberían incluirse también sus números de teléfono y telefax para permitir una rápida comunicación.

14. CONTAMINACIÓN MICROBIOLÓGICA DE LOS ALIMENTOS (párr. 205)

La Conferencia recomendó que la OMS, la FAO y la Comisión del Codex Alimentarius prestaran atención prioritaria a la cuestión de la contaminación microbiológica de los alimentos e incrementaran sus esfuerzos en este sector, para asegurar que los consumidores de todo el mundo pudieran disponer de productos que estuvieran lo menos contaminados posible, desde el punto de vista de la protección de la salud humana.

1 Una revisión del procedimiento de elaboración a efectos de que se suprimieran los trámites 6 y 7, cuando una mayoría de las delegaciones presentes en las reuniones del Comité del Codex pertinente lo considerara necesario o apropiado, siempre que se obtuviera la confirmación de una mayoría de dos tercios de las delegaciones presentes en la Comisión, aplicándose un procedimiento análogo al de la adopción de límites máximos para residuos.