Prólogo

 

 

En 1996, dirigentes de todo el mundo reunidos la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, en Roma, se comprometieron a que sus países redujeran a la mitad el número de personas hambrientas para el año 2015. La consecución de este objetivo exigirá una acción concertada de muchas partes y en un frente amplio. La FAO, que convocó la Cumbre, tiene una importante función que cumplir alentando y vigilando los progresos, y una importante contribución directa que hacer a través de sus propios programas de asistencia a sus Miembros.

El presente Marco Estratégico fue aprobado por la Conferencia de la FAO en su 30º período de sesiones de noviembre de 1999 para orientar las actividades de la FAO hasta el año 2015. En este texto se establece el marco oficial para los programas futuros de la Organización, que se elaborarán mediante sucesivos planes a plazo medio y Programas de labores y presupuesto.

Se ha formulado por medio de amplias consultas con las partes interesadas en las actividades de la FAO, a saber:

  • sus Miembros, a través de una correspondencia directa y de no menos de 14 reuniones intergubernamentales, entre ellas la Conferencia que lo aprobó;
  • sus asociados, entre ellos el sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones intergubernamentales, así como organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, a través del examen de proyectos anteriores y su participación en reuniones de la FAO en calidad de observadores;
  • el personal de su Secretaría, en cuyas propuestas se basó el primer proyecto, que ha contribuido a los amplios debates mantenidos entre los departamentos y dentro de estos a medida que se desarrollaba el documento.

    Teniendo en cuenta las novedades previstas en el entorno externo en los próximos años y a la luz del mandato y la misión de la Organización, el Marco Estratégico 2000-1015 define una serie de estrategias que se basan en los principios de la interdisciplinariedad y la colaboración. Constituirán la plataforma para nuestro esfuerzo actual encaminado a asegurar que la Organización supere el importante desafío que tiene ante sí al comienzo del nuevo milenio: conjugar la continuidad de su tarea con la flexibilidad de su planteamiento en un mundo en evolución.

    Así pues, estoy persuadido de que será considerado por los Miembros como el plan maestro que ellos mismos han establecido para que sirva de base a la Organización; por los asociados como una declaración de las intenciones de la FAO de ampliar y fortalecer las relaciones mutuas, y por el personal de la Secretaría a todos los niveles como el fundamento de un modo de abordar nuestra labor que atañe realmente a toda la Organización.

    Jacques Diouf
    Director General
    de la FAO