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Actividades forestales comunitarias
para la creación de medios de vida rurales sostenibles: un caso en América del Norte

C. Danks

Cecilia Danks es Directora de Investigación Socioeconómica
en el Watershed Research and Training Center (Centro de
investigación y formación sobre cuencas
hidrográficas) de Hayfork, California, Estados
Unidos de América. El presente artículo
se escribió con la ayuda de una subvención
de Switzer Environmental Leadership. La investigación
contó también con el apoyo de fondos de la
Estación de Investigación de la Región
Pacífica-Suroccidental, del Servicio Forestal del
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

En Trinity County, California, mediante las actividades forestales comunitarias se ofrecen oportunidades de ganarse el sustento en la administración forestal a las comunidades pobres que antes vivían de la extracción de madera.

Los trabajadores forestales de Trinity County que antes vivían de la
extracción de madera encuentran nuevas oportunidades de trabajo
en la ordenación de los bosques; estos trabajadores han construido
un puente como parte de un proyecto de restauración de un terreno
de acampada

- WATERSHED RESEARCH AND TRAINING CENTER

En los Estados Unidos, muchas co-munidades forestales son pobres pese a la abundancia de recursos forestales que las rodean. De hecho, conseguir medios de sustento rurales sos-tenibles y seguridad alimentaria puede ser algo tan problemático en las comunidades forestales pobres de los Estados Unidos como en muchos países en desarrollo. Las actividades forestales comunitarias se esfuerzan por crear oportunidades de ganar el sustento a partir de los recursos naturales desarrollando valores locales (en especial capital humano, social y físico) y promoviendo los cambios institucionales necesarios para que los residentes en comunidades forestales puedan ganarse la vida en la administración de los bosques.

Este artículo presenta una experiencia en Trinity County, California, zona anteriormente dedicada a la extracción de madera. Una organización comunitaria, de acuerdo con organismos gubernamentales y otros grupos, ha desarrollado la base de valores de las comunidades forestales locales suscitando oportunidades de trabajo en la administración, desarrollando tecnologías de recolección y de elaboración para dar valor añadido y buscando y promoviendo mercados para los productos forestales que los residentes locales puedan suministrar de manera sostenible.

COMUNIDADES FORESTALES EN LOS ESTADOS UNIDOS

Muchas comunidades forestales en los
Estados Unidos son relativamente pobres y apenas tienen poder de control sobre los bosques que las rodean (Fortmann y Kusel, 1999; Hoffmann y Fortmann, 1996). Por supuesto, hay diferencias entre estas comunidades, tanto por los factores socioeconómicos como por la naturaleza circundante. Algunas comunidades forestales menguan al declinar las industrias forestales, mientras que otras crecen al acoger a refugiados urbanos que buscan una mejor calidad de vida a bajo precio. En las comunidades más remotas, los residentes se enfrentan con los problemas de encontrar medios de vida para los trabajadores que antes dependían de la extracción de madera.

Los residentes en las comunidades forestales hablan a menudo de «colonias» para referirse a sus zonas, porque el control exterior y la extracción de recursos han dejado relativamente pobres y desvalidos a los habitantes locales. Aunque las comunidades forestales de los Estados Unidos obtienen ciertos beneficios de la tecnología y los recursos financieros de un país industrializado avanzado, tienen no obstante muchas características en común con las comunidades forestales marginadas de todo el mundo (Danks, 1997):

PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN FORESTAL

El papel de las comunidades frente al Estado varía mucho de un país a otro. En los Estados Unidos, el papel formal de las comunidades en la administración de los bosques nacionales ha sido bastante limitado. El Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos administra 57 millones de hectáreas de bosques nacionales. El Servicio Forestal dedica las tierras a la obtención de productos básicos, así como a fines recreativos y otros. (Para el Servicio de Parques Nacionales, en cambio, los objetivos primarios son actividades recreativas y protección.) Los ingresos generados por los bosques nacionales revierten al Tesoro de los Estados Unidos. De estos ingresos, el 25 por ciento va a las circunscripciones locales (condados) para costear escuelas y carreteras, ya que no se recaudan impuestos (con los que normalmente se pagarían estos servicios) en las grandes extensiones de terreno de propiedad federal. Las comunidades locales se han beneficiado también de las oportunidades de empleo derivadas de las actividades forestales, en especial extracción y elaboración de la madera.

En cuanto a la toma de decisiones, se considera que los miembros de la comunidad son parte del público, al que se da la posibilidad de presentar sus opiniones sobre las opciones contenidas en los documentos de planificación durante el período de comentarios públicos, una vez que se ha decidido ya sobre una serie de cuestiones básicas. El Servicio Forestal (u otros organismos federales de administración territorial) aportan los conocimientos especializados y gran parte del trabajo de la administración forestal. Muchos miembros de la comunidad, no obstante, son empleados o contratados por el Servicio Forestal. Lo que el Gobierno de los Estados Unidos ha hecho principalmente respecto a las comunidades próximas a los bosques nacionales ha sido ofrecerles una cantidad constante de madera para la venta, lo cual debía promover la estabilidad de la comunidad (Dana y Fairfax, 1980). Sin embargo, como se comprueba en el caso de Trinity County, la madera por sí sola no asegura una vida rural sostenible.

Los bosques nacionales en transición

La extracción de madera ha sido intensa en la región pacífica-noroccidental (incluida California septentrional), especialmente en los últimos años ochenta. La tala, la construcción de caminos madereros, la lucha contra incendios y la conversión de tierras forestales a usos no forestales han alterado los ecosistemas forestales y han llevado al borde de la extinción a muchas especies animales y vegetales.

A la población estadounidense le preocupa cada vez más la protección de los bosques frente a la sobreexplotación. La conservación de la biodiversidad es ahora una alta prioridad en la administración de los bosques nacionales (Committee of Scientists, 1999). En respuesta a las condiciones ambientales y a las preocupaciones sociales, el Servicio Forestal se está reorientando de la producción de madera a la gestión del ecosistema, lo que supone tener en cuenta las funciones del ecosistema en su integridad. Productos como la madera y los productos forestales no leñosos no se consideran ya como el objetivo primario de las actividades de gestión. El paso a la ordenación del ecosistema se ha traducido en un descenso muy considerable de la extracción de madera, lo que ha supuesto un impacto negativo para las comunidades tradicionalmente dependientes de la madera.

La ordenación del ecosistema, no obstante, ofrece también a las comunidades nuevas oportunidades económicas sin relación con la producción industrial de madera. Sin embargo, para que los miembros de la comunidad, a partir de su experiencia anterior, adquieran las capacidades necesarias para trabajar como administradores del ecosistema forestal, se requieren inversiones en capital humano, físico, social y financiero (Danks, 2000).

FIGURA 1: Hogares calentados con leña,
comunidades de Trinity County, Trinity County
y California
Fuente: Bureau of the Census, 1993.

TRINITY COUNTY Y HAYFORK

Trinity County es un ejemplo de las condiciones reinantes en las comunidades forestales vulnerables de los Estados
Unidos. Se trata de un condado rural de unas 810 000 hectáreas y 13 000 habitantes en el norte de California. Sus escarpadas montañas están cubiertas con ricos bosques de coníferas diversas, junto con algunos robledales y praderas. Weaverville, cabeza del condado, tiene 3 200 habitantes. Hayfork, el segundo núcleo de población, situada en medio del Trinity National Forest, tiene 2 500 habitantes. La única autoridad local es la Junta de Supervisores del condado. No hay municipios estructurados, ni alcaldes, ni ayuntamientos, ni tampoco semáforos. La mayoría de las comunidades están muy aisladas, con amplias extensiones de bosques entre ellas.

Más del 70 por ciento de las tierras del condado están controladas por el gobierno federal, fundamentalmente por el Servicio Forestal de los Estados Unidos pero también por la Oficina de Administración Territorial, otro organismo federal. Propietarios ajenos al condado poseen en él más del 99 por ciento de los bosques madereros privados (Trinity County Assessor, 1996).

Trinity County se encuentra en la provincia de Klamath, un centro de biodiversidad de importancia mundial (WWF, 1998). Durante los últimos 150 años, el medio ambiente ha sufrido alguna degradación por la minería, el pastoreo, la extracción de madera, las carreteras, la lucha contra incendios, los embalses y los incendios catastróficos, pero los recursos forestales conservan bien su riqueza. El 70 por ciento de las casas del condado se calientan con leña, proporción que llega al 90 por ciento en algunas comunidades (Bureau of the Census, 1993) (Figura 1). La caza y la pesca no sólo son actividades recreativas populares, sino complemento de la alimentación de muchos residentes locales. Trinity County es una de las zonas de la región pacífica-noroccidental en que la dependencia de los bosques es más acusada. La madera y las industrias recreativas son los sectores básicos de la economía. Más del 30 por ciento del empleo en el condado correspondía a la industria de la madera en los últimos años ochenta (Greber, 1994). Otros servicios locales comerciales y de apoyo (comercios, escuelas, servicios oficiales) y casi toda la actividad económica pública y privada se relacionan directamente con la administración de los bosques nacionales: extracción de madera, serrerías, actividades recreativas, turismo, reforestación, ordena- ción de cuencas hidrográficas y lucha contra incendios. La agricultura y la minería contribuyen actualmente muy poco a los ingresos locales.

FIGURA 2: Alumnos en el programa de almuerzo
gratuito y a precio reducido, escuela elemental
de Hayfork, 1989-1998

Fuente: Estadísticas del Distrito Escolar Unificado de Mountain Valley
y de la Oficina de Educación de Trinity County.

Por su aislamiento, su dependencia de los bosques nacionales, la falta de diversidad económica y el control exterior de los recursos naturales, la población de Trinity County es vulnerable a las alteraciones económicas resultantes de cambios en las prioridades de la administración forestal. En 1991, tras una corta de madera inusualmente intensa en los últimos años ochenta, un tribunal detuvo todas las ventas federales de madera en gran parte de la región pacífica-noroccidental, incluido todo el condado, en atención a una serie de problemas medioambientales.

Para hacer frente a estos problemas, el gobierno federal estableció un nuevo plan de ordenación del ecosistema para la región, el Plan forestal del noroeste, que se inició en 1994. Antes de ese año, las localidades madereras habían estado expuestas a fluctuaciones del mercado, como ocurrió por ejemplo en 1982, cuando la debilidad del mercado de la vivienda hundió los precios de la madera. En virtud del Plan forestal del noroeste, sin embargo, los niveles de extracción de madera se redujeron permanentemente en el 76 por ciento en toda la región, y en Trinity County la corta federal de madera bajó el 89 por ciento en seis años. Otro golpe fue el cierre en 1996 de la serrería de Hayfork, que era el primer empleador de la comunidad y una de las empresas mayores del condado. Se perdieron inmediatamente 150 puestos de trabajo. Varios comercios cerraron los meses siguientes, y la población menguó ligeramente en 1997 y 1998 por la emigración en busca de trabajo. Ya antes del cierre de la serrería, Trinity County tenía niveles de pobreza y desempleo relativamente altos. Entre 1980 y 1990, la tasa de pobreza en Trinity County subió un 62 por ciento, es decir el mayor aumento de la pobreza, con mucha diferencia, de todos los condados de California. En 1989, el 30 por ciento de los individuos y cerca del 50 por ciento de los niños de Hayfork vivían por debajo del umbral de pobreza (entendido como el nivel bajo el cual los ingresos no son suficientes para adquirir los alimentos más baratos que aseguren una nutrición adecuada más los gastos básicos de subsistencia, es decir 6 310 dólares anuales para una sola persona y 12 674 dólares para una familia de cuatro personas en 1989) (Bureau of the Census, 1992, 1993). En el conjunto del condado, el 19 por ciento de los residentes y el 27 por ciento de los niños vivían por debajo del umbral de pobreza en 1989, en comparación con el 13 por ciento de los californianos y el 18 por ciento de los niños californianos (Bureau of the Census, 1992). La pobreza siguió creciendo en los años noventa. La participación en programas que ofrecen almuerzos escolares gratuitos o a precio reducido para los niños de familias pobres que no pueden pagar una comida de mediodía ha aumentado desde 1989 (Figura 2). Actualmente más de la mitad de la población escolar del condado reúne las condiciones de admisión en este programa. En Hayfork, el 80 por ciento de los alumnos de las escuelas están en programas de almuerzos escolares. Para muchos de estos niños, esta es la única comida nutritiva del día.

Durante más de un decenio, la tasa anual de desempleo en Trinity County ha sido aproximadamente el doble que la del estado de California. Trinity County no ha participado en el crecimiento económico experimentado por gran parte del resto de California y de los Estados Unidos en los años noventa. En 1998, la tasa de desempleo era 13,0 por ciento en Trinity County y 5,9 por ciento en el estado de California (California Employment Development Department, 1999). El empleo es muy estacional en el condado, alcanzando el desempleo sus niveles más altos en los meses de invierno (Figura 3). La relación con el bosque de los empleos referentes tanto a extracción de madera como a actividades recreativas contribuye a esta fuerte estacionalidad.

FIGURA 3: Tasas mensuales de desempleo, Trinity County y California,
1983-1998

Fuente: California Employment Development Department (1999).

Pobreza, madera y empleo forestal

La gran proporción de la población empleada en industrias de la madera podría hacer pensar que el aumento de la pobreza se relaciona directamente con el descenso de la extracción de madera. Sin embargo, los datos registrados sobre bienestar local no se corresponden bien con los niveles de extracción de madera en el condado.
La pobreza, medida por el número de familias socorridas, ha crecido en general pese a las fluctuaciones de la cosecha de madera (Figura 4). Antiguamente, el empleo industrial en Trinity County subía y bajaba al compás del volumen de madera extraída. En los últimos 15 años, no obstante, aunque el 90 por ciento de los empleos industriales siguen siendo de la industria de la madera, estos empleos no han guardado relación con los niveles de la cosecha de madera (Figura 5).

FIGURA 4: Madera extraída y casos de ayuda a familias con hijos a cargo,
Trinity County, 1970-1997

Fuentes: Estadísticas del California State Board of Equalization y del California Department of Social Services.

FIGURA 5: Madera extraída y empleo en la industria. Trinity County,
1972-1997

Fuentes: Estadísticas del California State Board of Equalization y del California Department of Social Services.

La pobreza, el desempleo y la degradación ambiental en las regiones forestales pueden explicarse mejor por una desconexión de los recursos forestales, y no simplemente por un excesivo apego a ellos. Un estudio de las ventas de madera y los contratos de servicios locales reveló que los residentes en Trinity County reciben sólo alrededor del 7 por ciento de la madera vendida y el 6 por ciento del trabajo de servicios disponibles en el Bosque Nacional de Trinity (Danks y Jungwirth, 1999), y algo similar se ha observado en otras zonas forestales. Grandes compañías ajenas a las comunidades forestales controlan la mayor parte del trabajo en el bosque, desde cartografía con alta tecnología hasta plantación de árboles. Los organismos gubernamentales prefieren trabajar con grandes compañías antes que trasladar empleados y equipo de un lugar a otro.

La tendencia en la elaboración de la madera es paralela a la del trabajo en el bosque. Hubo un tiempo en que las serrerías eran las mayores proveedoras de empleo estable en las comunidades forestales. Más tarde, las pequeñas serrerías cerraron, pues la consolidación de la industria de la madera se ha traducido en menos fábricas pero más grandes en lugares céntricos. La mayor parte de la madera local se elabora ahora fuera del condado.

LA SILVICULTURA COMUNITARIA EN HAYFORK

El Programa de formación
de técnicos en ordenación
del ecosistema ayudó a
los residentes a adaptar
viejos conocimientos y
a adquirir otros nuevos:

Un participante aprende a
utilizar la sierra de
cadena para hacer
cavidades en grandes
árboles que
sirvan de nido a
murciélagos que han
perdido su hábitat al
ser derribados los árboles
viejos

- WATERSHED
RESEARCH AND TRAINING CENTER

Para facilitar el reencuentro de las comunidades forestales con los bosques vecinos es preciso, por un lado, cambiar la manera de actuar del Servicio Forestal y, por otro, desarrollar la capacidad local.
La silvicultura comunitaria -ordenación institucional mediante la cual las comunidades locales participan en los beneficios de los bosques vecinos, tienen voz en la toma de decisiones y asumen un papel activo en la ordenación de los bosques- se presenta por muchos de sus defensores como una manera de llevar a cabo estos cambios necesarios.

Hayfork ha llegado a ser el centro de un amplio conjunto de esfuerzos encaminados a desarrollar medios de vida rurales sostenibles mediante la silvicultura comunitaria. El Centro de Investigación y Formación sobre Cuencas Hidrográficas, junto con el Servicio Forestal y otros colaboradores, estableció en Trinity County en 1995 un Programa de formación de técnicos en ordenación del ecosistema con el objeto de reorientar profesionalmente a los trabajadores que se hubieran quedado sin empleo para realizar trabajos en el nuevo sector de la ordenación del ecosistema. El programa combinaba la capacitación durante el empleo con el estudio en cursos acreditados de alto nivel. Aprovechaba la experiencia del terreno y los conocimientos locales que muchos residentes poseían ya.

El trabajo de ordenación del ecosistema requiere conocimientos especializados sobre inventarios, recolección de datos y uso de medios de determinación de posición geográfica y sistemas de información geográfica; técnicas de restauración del hábitat natural, prevención de la erosión y reducción del peligro de incendios; y comprensión de los procesos y funciones del ecosistema. El programa de formación pretendía impartir estos conocimientos teóricos y prácticos a los trabajadores locales para que pudieran aspirar en buenas condiciones a ocupar los nuevos puestos de trabajo relacionados con la transición a la ordenación del ecosistema.

El Watershed Center trazó el plan de estudios y convocó a las instituciones financiadoras y gubernamentales. El Servicio Forestal proporcionó y financió parcialmente la mayoría de los proyectos de trabajo utilizados para la formación. El programa de formación de Hayfork vino a ser un prototipo para otros varios programas de formación de técnicos en ordenación del ecosistema en los estados de California y Oregón. Veinte trabajadores recibieron formación cada año de 1995 a 1997. El 70 por ciento de los graduados encontraron trabajo en ordenación del ecosistema, aunque muchos sólo pudieron obtener empleos temporales. Desde 1998, el Watershed Center ha impartido formación en técnicas avanzadas y capacidad contractual para dar a los trabajadores posibilidades de opción a mejores puestos de trabajo.

Un participante aprende a utilizar
el sistema mundial de fijación de
posiciones para hacer un inventario
de carreteras

Participación de las comunidades forestales en la restauración de los bosques

En la medida en que la nueva ordenación del ecosistema cambia el tipo de trabajo realizado en el bosque, la población local está interesada en las oportunidades de trabajar en la administración de la tierra en lugar de hacerlo en la extracción de recursos en beneficio de las empresas. Hay una amplia corriente de apoyo a alguna forma de participación local, no sólo porque beneficiaría a las comunidades locales, sino también porque llevaría a una mejor gestión y a bosques más sanos gracias a los conocimientos locales de lugares específicos, mejores oportunidades para obtener rentabilidad de los costos y unos vínculos más estrechos entre los trabajadores y los resultados deseados.

La corta de madera y los trabajos de servicios en los bosques nacionales se han adjudicado generalmente mediante contratos de corta duración separados para cada tarea, incluso en el mismo lugar y en el mismo año. Cada tarea debe hacerse en un breve plazo -en general pocas semanas- y es inspeccionado por el Servicio Forestal. Los contratos de administración local, en cambio, dan al contratista local la responsabilidad de múltiples tareas de ordenación del ecosistema (como inventarios, cuidado de la vegetación, mantenimiento de caminos y vigilancia de la fauna) en un espacio determinado durante varias estaciones. Este sistema permite al contratista distribuir el trabajo durante el año y tomar decisiones económicas y ecológicas delicadas. Es también ventajoso para los trabajadores forestales porque así pueden utilizar sus conocimientos cerca de su hogar y participar en la vida comunitaria y familiar. Además, el Servicio Forestal consigue más mano de obra a menor costo, ya que hay menos contratos que preparar, sacar a concurso y administrar.

Al cerrarse la serrería de Hayfork, el
Watershed Center adquirió, para
desarrollar la capacidad local de
elaboración en
pequeña escala, un pequeño
equipo portátil de aserrado para
árboles de menos de 25,5
cm de diámetro

- WATERSHED
RESEARCH AND TRAINING CENTER

El proyecto Grassy Flats, uno de los 23 proyectos piloto nacionales en contratos de administración local, es un ejemplo de contrato de este tipo concebido en función de las necesidades de la comunidad y de la agencia. Un grupo de contratistas locales y de vecinos interesados empezaron a reunirse en 1997 para estudiar cómo podrían modificarse las prácticas de contratación para ayudar a los trabajadores en las comunidades forestales comba-tivas. Con las aportaciones del grupo, el Servicio Forestal diseñó un plan trienal de trabajo mixto de administración a escala adecuada para contratistas locales. El contrato de administración forestal local se ha sacado a licitación, y se ha constituido un Equipo de Supervisión y Evaluación para recoger datos, evaluar el proyecto y hacer recomendaciones para contratos futuros de este tipo.

Conocimientos y tecnología para la recogida y la utilización de madera de pequeño diámetro

Subproductos corrientes de los bosques son los materiales de aclareo de pinos de plantación y de pinos de Oregón abatidos con diámetros inferiores a 25,5 cm, que tienen escaso valor de mercado. Anteriormente, el Servicio Forestal pagaba por realizar aclareos para dar más vigor al rodal y reducir la carga de combustible. Los productos del aclareo se solían amontonar y quemar sobre el terreno o, según el mercado, se vendían como leña menuda o seroja. El Water-shed Center tenía interés en revalorizar esta madera para contribuir a hacer más económico el aclareo tanto para el Servicio Forestal como para los contratistas locales, obteniendo un valor añadido mediante la elaboración local de la madera.

Para que los productos del aclareo resultaran lucrativos se requería una inversión en investigación sobre cada uno de los factores que antes habían hecho inviable la venta comercial de tales productos. En un estudio administrativo titulado «Chopsticks» (palillos), realizado por el Servicio Forestal, el Watershed Center procedió del siguiente modo:

Se enseñó a los trabajadores a utilizar un instrumental de fabricación local poco perturbador y a manejar y transportar de manera práctica troncos pequeños. Los pinos retirados, aunque de pequeño diámetro, tenían la resistencia de la madera vieja pero requerían un tratamiento especial en el aserradero y el secado para evitar el alabeo. Una vez ultimados estos procedimientos, el Watershed Center pudo empezar a desarrollar un mercado para este producto nuevo.

El estudio administrativo «Chop-sticks» proporcionó al Servicio Forestal una información útil sobre la mejor manera de medir el volumen de los árboles de pequeño diámetro, de calcular su valor, de escribir prescripciones y especificaciones contractuales apropiadas y de identificar mercados potenciales. Esta información puede ayudar al Servicio Forestal a transformar unos contratos de servicios caros para el tratamiento de los peligros derivados de la materia combustible en ventas de madera provechosas. El Servicio Forestal envió personal de Washington, D.C. para estudiar las conclusiones del Watershed Center sobre la utilización de los materiales de aclareo de pequeño diámetro.

Comercialización de productos con valor añadido

Trabajadores participantes en el estudio
«Chopsticks» miden las características
de árboles de pequeño diámetro talados
en el sotobosque

- WATERSHED RESEARCH AND
TRAINING CENTER

Es preciso que los productos forestales proporcionen ingresos para que los organismos puedan realizar actividades de ordenación y las comunidades obtengan beneficios. Sin embargo, para los pequeños fabricantes en las comunidades forestales es a menudo difícil comercializar sus productos por el pequeño volumen de éstos, el aislamiento respecto a las redes comerciales y los elevados costos de transporte. En consecuencia, el Watershed Center se asoció con una organización regional no gubernamental, Sustainable Northwest, para constituir una cooperativa de comercialización al servicio de los pequeños productores de artículos de madera a partir de madera reciclada o material de aclareo de pequeño diámetro, tales como estacas y postes (para vallados y cobertizos), suelos, estanterías y mobiliario regional. Combinando sus esfuerzos con los de otras comunidades forestales, estos productores pueden ofrecer las cantidades y adquirir los conocimientos necesarios para acceder a mercados especializados.

El nombre de la cooperativa de comercialización, «Healthy Forests, Healthy Communities» (Bosques sanos, comunidades sanas) da a entender que los productos no sólo no son nocivos para el medio ambiente sino que además propician los objetivos sociales de las comunidades forestales. La cooperativa atrae a los consumidores etiquetando los productos con el historial (comprobado por el programa de supervisión de la cooperativa) de la procedencia de la madera, la identidad de los artesanos y la medida en que su venta ayuda a la comunidad. Aunque la cooperativa debe poner precios competitivos, los antecedentes de responsabilidad social y ecológica de los productos ayudan a tener acceso a algunos mercados urbanos.

CONCLUSIÓN: LA SILVICULTURA COMUNITARIA COMO MEDIO DE VIDA RURAL SOSTENIBLE

Para que la silvicultura comunitaria pueda constituir un medio de vida rural sostenible se precisan nuevos procedimientos de trabajo, de contratación, de recolección y elaboración del material de aclareo y de comercialización de productos con valor añadido. Cada paso requiere no sólo la promoción de capacidades locales sino también cambios en las políticas y prácticas de los organismos gubernamentales. En la misma dirección están trabajando comunidades forestales dispersas por todo el territorio de los Estados Unidos. Hayfork merece destacarse sólo porque aquellos cuatro componentes están confluyendo con carácter innovador en un solo lugar.

Se diseñó y fabricó localmente un equipo
especial para el manejo de troncos
pequeños, como las pinzas de esta
cargadora mecánica

- WATERSHED RESEARCH
AND TRAINING CENTER

Los vecinos de la comunidad ofrecen no sólo su capacidad de organización, su presencia permanente y sus conocimientos locales, sino también sus perspectivas peculiares como trabajadores forestales y habitantes que deben experimentar las consecuencias de la ordenación forestal. Por estas razones, las organizaciones comunales se entienden bien con los organismos gubernamentales para ordenar las tierras forestales. Algunas comunidades forestales pobres pueden necesitar la ayuda del Gobierno para desarrollar sus medios de capital y su capacidad que les permitan ser copartícipes en el futuro. Las actividades descritas en este artículo fueron iniciadas y realizadas por grupos comunitarios. Sus esfuerzos, no obstante, recibieron el impulso y la ayuda de directrices dictadas al más alto nivel que recomendaban a los organismos federales trabajar con las comunidades locales.

Para promover una industria comunal que cuide de las tierras forestales y las enriquezca hará falta tiempo. Tras esforzarse durante cinco años, los residentes en Hayfork siguen luchando. No es probable que los recursos forestales resuelvan todos los problemas económicos y sociales de núcleos de población como Hayfork. Pero el planteamiento esbozado en este artículo puede ser una forma viable de desarrollo económico, ya que aprovecha las potencialidades y los recursos que poseen las comunidades forestales.

Las inversiones en capital humano, físico, financiero y social pueden ayudar a desarrollar medios de sustento que restauren el capital natural. La silvicultura comunitaria en los Estados Unidos se encuentra todavía en una fase incipiente, pero promete mejorar mucho la salud de los ecosistemas y de las comunidades forestales.

Bibliografía


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