En 1999, los mercados internacionales de productos agrícolas se caracterizaron principalmente por una disminución continua, pronunciada y generalizada de los precios. El índice de los precios nominales de exportación de los productos agrícolas descendió a su nivel más bajo en más de veinte años, siendo la causa principal de esta situación del mercado la gran cantidad de los suministros, sustentada en algunos casos por los altos niveles de ayuda. La demanda, aunque mejorada con respecto a los niveles de 1998, siguió siendo relativamente débil, y recién en la última parte del año comenzaron a sentirse los efectos de la recuperación general lograda en las zonas y países perjudicados por las crisis económicas de 1998. La disminución de los precios fue un fenómeno generalizado en todos los mercados, pero el colapso de los precios del azúcar fue el más grave. En 1999, los precios de algunos productos mostraron más variabilidad que en los últimos años, debido más que nada a las crisis de producción relacionadas con las condiciones atmosféricas.
Debido principalmente a la disminución de los precios, el valor de los ingresos de exportación de los productos agrícolas se contrajo de forma pronunciada en 1999 por segundo año consecutivo. Las exportaciones mundiales de los principales productos agrícolas primarios descendieron casi un 13 por ciento a 146 mil millones de dólares. Los ingresos de exportación de los países en desarrollo acusaron un descenso desproporcionadamente mayor (del 15 por ciento), situándose en 68 mil millones de dólares.
Los gastos efectuados por los países en desarrollo en importaciones de alimentos básicos volvieron a descender en 1999, tornando a los niveles vigentes antes de los niveles de punta alcanzados por los precios de los cereales en 1995/96, debido en algunos casos a la disminución de los volúmenes de las importaciones y al aumento de los envíos de ayuda alimentaria. En algunos países en desarrollo, importadores tradicionales, la disminución de las importaciones puede explicarse en gran medida por la recuperación de la producción interna de cereales.
En 1999, se fortaleció el rendimiento económico mundial, particularmente en América del Norte. Entre los países en desarrollo, sin embargo, sólo la región asiática experimentó en 1999 aumentos significativos de los ingresos per cápita, que es un factor importante en aquellos países en desarrollo en los que la demanda de alimentos es más sensible a los ingresos. Según los pronósticos, el producto económico mundial seguirá fortaleciéndose en el 2000 debido al crecimiento sostenido que experimentan muchos países desarrollados y países en desarrollo, incluidos los mercados emergentes de Asia afectados por la crisis, en los que la recuperación ha sido más rápida de lo que se había previsto inicialmente. Este crecimiento debería contribuir a sustentar una cierta recuperación de los mercados.
La ronda de negociaciones comerciales multilaterales sobre la agricultura, que no pudo iniciar a finales de 1999, dio comienzo en marzo del 2000 con una participación sustancialmente mayor de los países en desarrollo. En una sección de la primera parte del presente examen se hace un balance de la situación actual de las negociaciones, y se examinan algunas de las cuestiones principales que enfrentan los miembros de la OMC. La primera parte concluye con una nota especial sobre la aplicación de los compromisos de la Ronda Uruguay en el sector de la carne.
Noticias más importantes sobre productos básicos
En el sector de las bebidas tropicales, los precios mundiales del café y el cacao continuaron su tendencia a la baja debido al debilitamiento de la demanda en algunos países consumidores tradicionales y al aumento de las disponibilidades exportables. Con respecto al café y a algunos otros productos, la presión a la baja se vio ulteriormente exacerbada por la devaluación del 40 por ciento del real brasileño, que estimuló la demanda de exportaciones más competitivas en el mercado mundial. En 1999, los ingresos de exportación de café y cacao de los países en desarrollo descendieron bruscamente en un 26 por ciento, o sea en 4,3 mil millones de dólares. Una ulterior
recuperación de las economías de Asia y América Latina puede contribuir a un incremento del consumo en el 2000, aunque es probable que a corto plazo los precios mundiales sigan siendo bajos. Los precios del té fueron bajando constantemente en el primer semestre de 1999, pero repuntaron en el segundo ya que las cosechas fueron inferiores a lo previsto y podrían continuar fortaleciéndose durante el 2000 si sigue aumentando la demanda. En una nota especial del presente examen se trata de una marca de té que tiene por objeto promover, con el apoyo de la FAO, los beneficios del consumo del té.
En 1998/99, la producción mundial de azúcar excedió del consumo por quinto año consecutivo, dando lugar a unas existencias remanentes sin precedentes y a una continua presión a la baja sobre los precios, que descendieron a los niveles más bajos en trece años. Los ingresos mundiales en concepto de exportación de azúcar descendieron en 1999 en un 28 por ciento. En respuesta a los precios mundiales continuamente bajos, algunos países pueden estar examinando la posibilidad de adoptar medidas comerciales más restrictivas con objeto de proteger sus industrias azucareras de los suministros mundiales más competitivos. Es probable que en 1999/2000 los precios sigan estando bajo presión.
En 1998/99, los precios de los cítricos frescos aumentaron a raíz de la producción muy reducida obtenida en las principales zonas productoras, pero en el 2000 deberían ir bajando si se normalizan las cosechas. Los precios del zumo de naranja concentrado y congelado, del que se habla en el presente examen por primera vez, decrecieron marcadamente respecto a la campaña anterior por efecto de las cuantiosas existencias que poseen los principales países productores y de la disminución de la demanda en los Estados Unidos, el mayor mercado mundial de zumo de naranja. Los precios de la banana se debilitaron en general en 1999, como consecuencia de los suministros abundantes que entraron en el comercio internacional, unidos a un crecimiento limitado de la demanda en algunos mercados emergentes. En el 2000, los precios podrían fortalecerse algo si disminuye la oferta debido a los precios bajos de 1999 y a los posibles daños causados por el mal tiempo, y si continúa la recuperación económica en Asia y la Federación de Rusia. En una nota especial del examen se estudia la parte, pequeña pero en rápido crecimiento, del mercado del banano - el mercado destinado a productos orgánicos.
Durante la mayor parte de 1999, los precios internacionales del arroz siguieron una tendencia descendente, ya que las buenas cosechas obtenidas en algunos de los principales países exportadores coincidieron con una recuperación de la producción en muchos de los principales países importadores, lo que se tradujo en un volumen grande de existencias exportables que excedió de la demanda mundial de importaciones. Aunque el aumento de las cosechas en algunos países importadores tradicionales redundó en una disminución de las importaciones mundiales, en 1999 el comercio mundial alcanzó casi los 25 millones de toneladas, 2,8 millones de toneladas menos que el año anterior, pero todavía el segundo nivel más alto que consta. Algunos países han adoptado medidas para limitar la demanda de importaciones, de manera que es probable que durante el 2000 los precios del arroz sigan estando bajo presión.
La producción de trigo disminuyó en 1999, pero el gran volumen de las existencias remanentes de los principales países exportadores, unido a la atonía de la demanda, continúa gravitando mucho sobre los precios en la campaña comercial 1999/2000. Es probable que los precios internacionales del trigo sigan siendo débiles al menos durante otro año más, ya que en general con toda probabilidad la oferta igualará o superará la demanda mundial prevista. Los precios mundiales de los cereales secundarios continuaron su tendencia descendente desde los niveles de punta alcanzados en 1995/96, y en lo que va de la campaña actual los precios han estado bajo presión debido al volumen grande de las existencias exportables. Para 1999/2000, se pronostica que el comercio mundial de cereales secundarios crecerá en alrededor de un 3 por ciento con respecto a la campaña anterior, debido principalmente al aumento de la demanda de la República de Corea, la Federación de Rusia y algunos países del Africa subsahariana.
Durante la campaña 1998/99, los precios internacionales de los productos oleaginosos estuvieron supeditados a una fuerte presión a la baja, a causa principalmente de unas cosechas voluminosas y de la abundancia de las existencias. Mientras los precios de las tortas y harinas oleaginosas dejaron de disminuir al comienzo de la campaña 1999/2000, los de los aceites y las grasas siguieron descendiendo hasta llegar a su nivel más bajo desde 1992/93. La disminución de los precios del aceite se ha debido a unos aumentos excepcionalmente pronunciados, pero temporales, de la producción de aceite de palma, ya que las plantaciones de palma de aceite de Asia se recuperaron de las anomalías meteorológicas de 1998. Sin embargo, hacia fines de 1999 los precios de la mayoría de las semillas oleaginosas y de sus productos subieron, marcando una tendencia que debería continuar en el resto de la campaña actual.
En 1999, el mercado mundial de la carne se vio influenciado por los bajos precios de los piensos, la recuperación de la demanda asiática y la utilización creciente de programas de exportación (subvenciones a la exportación, ayuda alimentaria y facilidades de crédito) por parte de los países desarrollados. El fuerte crecimiento de la demanda hizo que el comercio mundial de carne se expandiera un 5 por ciento, y los precios experimentaron una inflexión, tímida pero sostenida, respecto a la tendencia descendente que había caracterizado a los precios de la carne desde mediados de los años noventa. En 1999, las tendencias positivas registradas en el mercado de la carne se debieron en su mayor parte a la carne de bovino; pero en el 2000 se prevé que un crecimiento económico sostenido y una situación más ajustada de los suministros sostendrán la recuperación de los precios de la mayoría de las categorías de carne.
Los precios del algodón descendieron de forma pronunciada durante la primera parte de la campaña 1999/2000, debido en particular a una disminución sustancial del precio de las fibras manufacturadas. Una demanda débil y unas cosechas abundantes harán que los precios sigan siendo bajos durante el resto de la campaña, aunque el aumento de los precios del petróleo y un crecimiento económico más fuerte deberían impulsar la demanda de algodón y aumentar los precios en el futuro. Los precios del sisal descendieron de forma pronunciada hacia fines de 1999 debido a un debilitamiento de la demanda y a una acumulación de las existencias durante el año. Los precios del caucho descendieron de un 40 por ciento en 1999 al nivel más bajo en 30 años. Pese a alguna recuperación de la demanda pronosticada para el 2000, es probable que los precios sigan estando bajo una presión a la baja. Existe la posibilidad de que aumenten ulteriormente los suministros debido a que los pequeños agricultores de algunos países, tales como Indonesia, han intensificado las explotaciones, y en otros ha aumentado la capacidad de producción, como en Viet Nam, donde en los últimos años se han hecho inversiones considerables. La demanda mundial de cueros y productos de cuero se estancó en 1999 por segundo año consecutivo, ejerciendo una ulterior presión a la baja sobre los precios. Aunque es posible que éstos se afirmen en el 2000 en base a la disminución de la producción, se pronostica que la demanda seguirá siendo débil, de manera que es probable que cualquier incremento que se produzca en los precios de pieles y cueros sea de poca monta.
En 1999, la tendencia descendente que había caracterizado a los precios internacionales de los productos forestales desde 1995 se detuvo y, por lo que respecta a algunos productos, cambió de signo. Se estima que el valor total del comercio mundial de productos forestales ha aumentado un 5 por ciento en 1999, debido a las mejoras de la demanda asiática y al continuo crecimiento de las economías norteamericanas y europeas.
Según estimaciones provisionales, la producción de pescado, que en 1998 había descendido a 117 millones de toneladas, seguirá disminuyendo en 1999. Aunque el comercio de productos pesqueros había disminuido en 1998 y siguió deprimido en el primer semestre de 1999, al final del año la demanda y los precios dieron señales de recuperación, particularmente en el mercado japonés.
