IndicePágina siguiente


PRÓLOGO


LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA Y LA MALNUTRICIÓN AFLIGEN a un número muy grande de personas en los países en desarrollo a pesar de que la comunidad mundial expresara su intención de eliminar el hambre. Hoy en día, alrededor de 790 millones de personas carecen de suficientes alimentos para su consumo. La Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN) de 1992 y la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996 deliberaron sobre este tema y recomendaron que se elaboraran estrategias para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición. La CMA estableció el arduo objetivo de reducir a la mitad para el año 2015 el número de personas que pasan hambre.

El estado nutricional se reconoce internacionalmente como uno de los indicadores del desarrollo de los países, y una fuerza de trabajo bien alimentada y saludable es condición del buen desarrollo económico y social. Además, la agricultura es una importante fuente de ingresos y de empleo para las personas pobres del mundo. Por lo tanto, la inversión directa para mejorar el estado nutricional puede producir significativos beneficios traducidos en el incremento de la productividad de la mano de obra y de los ingresos. La investigación agrícola de los países, en su función de mejorar la producción de alimentos y la capacidad productiva de los mismos, puede beneficiarse de la información sobre las necesidades nutricionales específicas de los diversos sectores de la población, a fin de contribuir más acertadamente a mejorar la nutrición. En efecto, así se contribuiría al desarrollo del capital social de determinado país y se aceleraría su desarrollo económico.

El propósito de estas directrices es atraer el interés de la investigación agrícola a la seguridad alimentaria, de tal forma que se haga pertinente a las necesidades del país mejorar el estado de nutrición de su población. En esta perspectiva es necesario tomar en cuenta las consideraciones de género, a fin de promover la investigación de sistemas agrícolas y tecnología adecuados a las necesidades de las mujeres. Así se puede propiciar la importante función que ellas desempeñan en la agricultura de los países en desarrollo. Y también es importante porque son ellas las madres que nutren y cuidan a sus familias. Esto puede producir las máximas repercusiones para romper el ciclo generacional de la malnutrición.

Desde el punto de vista práctico, estas directrices proponen formas de incrementar y mejorar la calidad del diálogo entre la investigación agrícola, los campesinos de escasos recursos, los nutricionistas y los consumidores, a fin de que las actividades de investigación se orienten mejor a atender la seguridad alimentaria y las necesidades de nutrición. Esperamos que este documento logre promover el diálogo efectivo y la colaboración entre la investigación agrícola y las personas bien informadas de nutrición, para hacer del bienestar nutricional un objetivo común al alcance de la mano.

Kraisid Tontisirin
DIRECTOR
Dirección de Alimentación y Nutrición
ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA
AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, FAO
Viale delle Terme di Caracalla 00100
Rome, Italy


Inicìo de página Página siguiente