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Introducción

1. En el presente documento se establecen las prioridades estratégicas para la Comisión del Codex Alimentarius (Comisión) y se proporcionan las bases para la elaboración del Plan a Plazo Medio correspondiente al período 2003-2007. La visión estratégica y las metas que persigue el Codex son el fundamento de la gran prioridad que las organizaciones de las que depende, a saber, la FAO y la OMS, conceden a la inocuidad de los alimentos. El Marco Estratégico de la FAO para el período 2000-2015 otorga la máxima prioridad a fomentar marcos normativos y reglamentarios para los alimentos tanto a nivel internacional como nacional. De igual modo, la 53ª Asamblea Mundial de la Salud admitió la necesidad de destacar aspectos relacionados con la salud en el comercio internacional de alimentos y reconoció la importancia de que la Comisión asegure los mayores niveles posibles de protección de la salud de los consumidores. En la resolución también se instaba a la OMS a que se esforzase por integrar la inocuidad de los alimentos como una de sus funciones esenciales respecto de la salud pública con el fin de elaborar sistemas sostenibles e integrados de inocuidad de los alimentos a fin de reducir los riesgos para la salud a lo largo de toda la cadena alimentaria. El mandato fundamental de la Comisión consiste en elaborar normas y criterios internacionales para la protección de la salud de los consumidores y unas prácticas leales en el comercio alimentario.

2. La Comisión ha trabajado siempre en un entorno de cambio y progreso tecnológico. El crecimiento del comercio mundial de alimentos, los avances en la comunicación moderna y el incremento de la movilidad de las poblaciones están contribuyendo a dar más realce a la inocuidad y reglamentación de los alimentos y a aumentar su importancia. Hay una creciente preocupación a nivel internacional relacionada con la aparición/incremento observados de enfermedades transmitidas por los alimentos. Los consumidores de todo el mundo están más sensibilizados que nunca con respecto a las cuestiones de inocuidad de los alimentos y tratan de conseguir cada vez mayores garantías en relación con la inocuidad y la calidad de los alimentos que consumen. La innovación y el desarrollo de nuevos procedimientos (incluida la biotecnología moderna) están dando lugar a la elaboración de productos nuevos con características medicinales, nutricionales y funcionales concretas. En este empeño por promover la inocuidad y la calidad de los alimentos, es necesario que la Comisión examine oportunidades para reforzar la asociación con las partes interesadas, en particular los consumidores y sus organizaciones representativas, a nivel mundial y nacional. Otra novedad es el interés creciente por los alimentos orgánicos, que probablemente constituirán una parte importante del mercado internacional en el futuro. También es probable que una proporción en aumento del comercio alimentario y agrícola a nivel mundial corresponda a los países en desarrollo. Estos acontecimientos, aunque interesantes, presentan también nuevos desafíos (relativos o no a la inocuidad de los alimentos) para la Comisión y los gobiernos nacionales.

3. El reconocimiento y la condición actualmente adquiridos por las normas, directrices y otras recomendaciones del Codex en el marco del Acuerdo de la OMC sobre Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo sobre MSF) también plantearon nuevos desafíos y responsabilidades, entre ellos la necesidad de asegurar que sus normas y textos afines se basen en principios científicos y satisfagan las necesidades y el mandato de la organización. El Acuerdo de la OMC sobre Obstáculos Técnicos al Comercio es también de gran interés dada la importancia de las disposiciones relativas a la descripción, etiquetado, envasado y calidad de los productos para información de los consumidores y unas prácticas leales en el comercio. Aunque las disposiciones en materia de calidad están fundamentalmente determinadas por el mercado, la Comisión desempeña un papel importante al asegurar que las disposiciones relativas a la calidad sean racionales, estén basadas en criterios de esencialidad y no constituyan obstáculos encubiertos al comercio.

4. Esos acontecimientos han generado un interés renovado por la labor de la Comisión y han derivado en un crecimiento sustancial del número de miembros de la Organización, representando en la actualidad los países en desarrollo la mayoría del total. Dada la importancia que la OMC concede a la armonización internacional, actualmente es incluso más indispensable para la Comisión y sus Miembros asegurar que la Organización mantenga su condición preeminente de órgano reconocido internacionalmente a fin de que sus normas y criterios alimentarios sean aplicados lo más ampliamente posible por todos los Miembros como base para la reglamentación nacional y el comercio internacional.

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