XII. Recomendaciones
1. El maíz como recurso genético
- Para profundizar en el conocimiento de las variedades aún prevalentes de maíz, se sugiere llevar a cabo acciones de recolección de materiales genéticos de maíz en el Departamento de Huehuetenango, para una más profunda identificación de las razas presentes, compararlas con la información presentada por Welhausen et al (1957) y comprobar si se ha conservado el recurso genético en un período transcurrido de 40 años. Para disminuir los riesgos de pérdida del material genético existente, es importante que se desarrollen mecanismos de conservación del germoplasma del maíz tanto en condiciones in situ, fortaleciendo el rol de las comunidades rurales en la conservación de la biodiversidad; como ex situ, mediante la elaboración de un banco de germoplasma. Ambos considerados a la base del desarrollo de un programa de mejoramiento del maíz tomando en cuenta la base cultural y las necesidades locales.
- Así mismo, hay que determinar las áreas en las cuales todavía se encuentra presente el teosintle, haciéndose una caracterización además, de estudiar las posibilidades de conservación in situ como sucede en la reserva de la biosfera de la sierra de Manantlán en México, en donde se conserva el teosintle mexicano (Benz, 1988).
2. El maíz como cultivo
- Es fundamental que la entidad nacional responsable del mejoramiento y transferencia tecnológica en el sector agropecuario (ICTA) pueda ampliar sus programas de mejoramiento del maíz tomando como base la diversidad genética presente en el Departamento de Huehuetenango y la participación activa de los y las agricultoras dela región, los cuales tienen el conocimiento específico de sus requerimientos productivos y de las prácticas que acompañan el cultivo del grano.
- En años recientes se ha ido incrementando la práctica de la selección y conservación del material de siembra a partir del uso de procesos participativos con las poblaciones directamente involucradas en la producción del cultivo. Para ello, se han puesto en práctica metodologías, que contemplan básicamente las siguientes cuatro etapas:
- Identificación de las necesidades de los agricultores en cuanto a un cultivo específico.
- Búsqueda de materiales genéticos que puedan responder a las necesidades de los agricultores.
- Experimentación en los campos de los agricultores para observar su aceptabilidad.
- Amplia diseminación entre lo/as agricultores de los materiales genéticos preferidos por éstos.
- Los programas de mejoramiento tecnológico de las distintas instituciones (gobierno, universidades, ONG's) deberían profundizar y ampliar sus investigaciones del cultivo del maíz, en aspectos relativos a asociación de maíz en otros cultivos, fertilización orgánica, sistemas agroforestales, etc., todos los cuales podrían contribuir a aumentar su rentabilidad tomando en cuenta los aspectos esenciales de conservación de la diversidad genética del grano y en consecuencia de los sistemas productivos locales y la seguridad alimentaria de la población.
3. Reconocimiento de la participación de la mujer en el cultivo y conservación del maíz
- Tanto los organismos de gobierno como las ONG's que trabajan en el Departamento de Huehuetenango podrían incluir en sus programas acciones que conlleven apoyo y fortalecimiento al papel que desempeña la mujer en todo el proceso productivo del cultivo del maíz, para que ésta pueda introducir innovaciones en el modo en que interviene en el cultivo, conservación y utilización del grano.
- Aunque se ha podido determinar en este estudio la responsabilidad que tiene la mujer en el proceso de selección de semillas, a través del cual influye en la preservación del material genético y en la prevalencia de conservación de determinadas variedades; es conveniente profundizar y expandir la comprensión de los distintos móviles de la domesticación y selección de las distintas variedades de maíz. Para ello, es importante, llevar a cabo un estudio cuantitativo de los diferentes usos que tiene el maíz y la relación de éstos con los materiales genéticos presentes en el área de estudio; así como el papel y responsabilidad que hombres y mujeres productores tienen en las decisiones sobre los materiales a utilizar y conservar. La fase de desgrane de las mazorcas seleccionadas para semilla constituye sólo uno de los mecanismos de selección; a ello es de interés agregar el conocimiento de los otros móviles de selección vinculados al proceso de evolución bajo domesticación.