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6 PROBLEMAS Y POSICIONES EN LAS NEGOCIACIONES


Siendo uno de los principales exportadores agrícolas, Tailandia tiene interés en promover un acuerdo que impulse en mayor medida la liberalización del comercio mundial de productos agropecuarios. Pero, al mismo tiempo, algunos agricultores que producen cultivos que compiten con las importaciones quieren que se les proteja. Además, cuando los precios mundiales de los productos agropecuarios que constituyen las principales exportaciones tailandesas disminuyen, se ejercen presiones sobre el Gobierno para que sostenga los precios. Por otro lado, los elaboradores de alimentos tienen intereses contrapuestos entre sí, según tengan que competir con las importaciones o dependan de materias primas importadas. Por consiguiente, cada parte tiene sus propios intereses en las negociaciones de la OMC. En esta sección se examinarán brevemente los puntos de vista de estas partes interesadas, es decir: el gobierno, el sector privado y las ONG. Se intentará determinar los principales intereses y problemas de Tailandia en las actuales negociaciones sobre la agricultura, Por último, se realizará una evaluación cualitativa de las cuestiones relativas a las negociaciones que afectan a los intereses tailandeses.

6.1 Posiciones de las partes interesadas

Posición del Gobierno

Como miembro del Grupo Cairns, el gobierno de Tailandia respalda plenamente las propuestas de este Grupo en todas las esferas principales, es decir ayuda interna, acceso a los mercados y competencia de las exportaciones, pero con algunas diferencias menores.

Las propuestas del Gobierno con respecto a la reforma de las subvenciones internas son las siguientes:

Además, el Gobierno también respalda la propuesta de la ASEAN (presentada el 3 de octubre de 2000). Los aspectos importantes son los siguientes:

El Gobierno tailandés también está de acuerdo con el Grupo Cairns en que la reducción arancelaria en la nueva ronda debe seguir el enfoque múltiple en lugar del actual enfoque de la Ronda Uruguay. Sin embargo, no han llegado a un acuerdo con respecto a la fórmula adecuada. Una diferencia importante entre Tailandia y Australia/Nueva Zelandia es la determinación de las crestas arancelarias. Australia propone un tipo del 20 por ciento, mientras que Nueva Zelandia quiere que el tipo sea del 60 por ciento. El Ministerio de Agricultura ha emprendido un estudio para determinar los tipos arancelarios adecuados, así como la fórmula múltiple. Con respecto a los contingentes arancelarios, el Ministerio de Agricultura ha propuesto ampliar la lista de contingentes arancelarios a otros siete productos, a saber, productos de la yuca, hígados de pollo no reproductores, pollos enteros, hígados de aves de corral, pollos elaborados y vísceras. Además, recomienda ampliar los volúmenes contingentarios y reducir los tipos arancelarios aplicados dentro y fuera contingente.

Posición del sector privado

Las tres asociaciones del sector privado, es decir la Federación de Industrias Tailandesas, la Cámara de Comercio y la Asociación de Bancos Tailandeses constituyen un comité conjunto en la OMC. Este comité hace suya la propuesta del Gobierno de Tailandia de respaldar una amplia (o de base amplia) ronda de negociaciones y desea que estas negociaciones concluyan con un único compromiso.

En lo que se refiere a la agricultura, respalda las seis cuestiones siguientes:

Además, pide que los miembros de la OMC mejoren las medidas comerciales preferenciales para que sean no discriminatorias, equitativas y automáticas.

Posición de las ONG

La mayoría de las ONG de Tailandia no participan activamente en la actual ronda de negociaciones de la OMC. Una organización activa, RAFA, no quiere que el Gobierno tailandés participe en la actual ronda de negociaciones. Afirma que las normas de la OMC afectan gravemente a la soberanía de los agricultores tailandeses. Por ejemplo, los agricultores no están de acuerdo con la ampliación de los contingentes de importación de soja y maíz, porque los contingentes perjudican gravemente a los medios de subsistencia de los agricultores al hacer bajar los precios internos de estos productos. Otras ONG, sobre todo la Organización de Derechos de Propiedad Comunitarios, propone ampliar el nuevo acuerdo sobre la identificación geográfica para que abarque los nombres de las plantas nativas.

6.2 Intereses y preocupaciones de Tailandia en la Ronda Doha

Dadas las diferentes opiniones de cada grupo de interesados, ¿cuáles serían los intereses más convenientes para Tailandia en la ronda de negociaciones sobre la agricultura en curso? Como un importante exportador de productos agropecuarios, Tailandia está interesado en llegar a un acuerdo que conceda un grado mayor de acceso a los mercados, ya sea mediante una reducción substancial de los aranceles NMF o mediante la ampliación de las importaciones contingentarias (o acceso mínimo). Propone que las preferencias comerciales se eliminen gradualmente para que las diferencias entre los aranceles preferenciales y los tipos NMF se reduzcan considerablemente. En el caso de que sea necesario conceder preferencias comerciales especiales a los países menos adelantados, el sistema debería basarse rigurosamente en los principios de no discriminación y transparencia del GATT.

Además, las exportaciones de Tailandia aumentarán si los países desarrollados reducen substancialmente sus subvenciones internas y las de las exportaciones. Otro beneficio consistiría en que Tailandia mismo se impondría la disciplina de no utilizar con demasiada frecuencia subvenciones para las medidas con efectos de distorsión del comercio. Pero Tailandia también necesitará una cantidad relativamente grande de subvenciones que no tengan efectos de distorsión del mercado para apoyar a los programas de desarrollo que contribuyen a estabilizar o aumentar los ingresos de los agricultores.

La mejora del acceso a los mercados no solo beneficiará a los agricultores tailandeses que producen para la exportación, sino que además favorecerá una utilización más eficaz de los recursos en el sector agropecuario, debido a que los recursos liberados que se utilizaban en productos sumamente protegidos pero ineficaces se transfieren a usos más eficaces.

Sin embargo, Tailandia también tendrá que conceder un mayor acceso a sus mercados (por ejemplo, ampliación de una gran cantidad de contingentes arancelarios) a otros miembros de la OMC. Esta medida perjudicará gravemente a un número considerable de agricultores cuya producción goza actualmente de protección, sobre todo si la reducción arancelaria es rigurosa y se lleva a cabo en un plazo breve. El Gobierno tailandés (y los países en desarrollo) deberían poder utilizar algunas medidas para garantizar que estos agricultores puedan adaptarse gradualmente a la creciente competencia. Puede que se necesite otorgar subvenciones especiales o adoptar otro tipo de medidas, tales como la aplicación de elevados aranceles consolidados por un determinado período de tiempo.

Quizá la preocupación más seria de los productores y comerciantes tailandeses es el abuso de las medidas sanitarias y fitosanitarias como protección comercial. Tailandia aboga por la aplicación más transparente posible de estas medidas y por la racionalización de todas las reglamentaciones innecesarias. Aunque reconoce el derecho de un país a imponer normas nacionales más rigurosas que las internacionales, Tailandia propone dos novedades. Primero, que los países que imponen tales normas deben estar dispuestos a ayudar a reforzar la capacidad de los países en desarrollo y/o a establecer un sistema de ensayo en estos países mediante la asignación de recursos efectivos. Los países desarrollados deben respetar el principio de “equivalencia” mediante la aceleración del proceso de Acuerdos de Reconocimiento Mutuo con los países en desarrollo. Segundo, los países desarrollados deben aceptar las importaciones de los países en desarrollo que se ajusten a las normas internacionales existentes aunque no cumplan del todo con las normas nacionales, siempre que estos productos estén debidamente etiquetados y clasificados. Estas etiquetas permitirán que los consumidores, y no los burócratas, elijan ellos mismos los productos.

Aunque el Gobierno tailandés ha promulgado un número considerable de medidas sanitarias y fitosanitarias en contra de las importaciones, todavía no ha logrado garantizar su cumplimiento. Los países en desarrollo, entre ellos Tailandia, disponen de limitados recursos y capacidades técnicas para garantizar el cumplimiento de todas las medidas sanitarias y fitosanitarias promulgadas. En este caso, si se ven obligados a reducir considerablemente los aranceles que constituyen su última defensa, y a menos que quieran adoptar una actitud proteccionista en el ámbito comercial, no tendrán ningún medio eficaz para defenderse contra un aumento rápido de las importaciones. Dado que no se les recomienda utilizar medidas de salvaguardia especial, derechos antidumping o derechos compensatorios, los países en desarrollo deben tener alguna posibilidad de utilizar aranceles consolidados elevados como salvaguardia contra graves perturbaciones.

6.3 Evaluación de las repercusiones de las negociaciones en curso

A pesar de tener un sector agrícola orientado a la exportación, Tailandia es uno de los países que aplica los aranceles medios más altos a los productos alimentarios y agropecuarios. Aunque el Ministerio de Agricultura se resiste a reducir considerablemente los aranceles aplicados a los productos agropecuarios, su propuesta presentada al Comité de Políticas Económicas Internacionales no rechaza abiertamente la idea de efectuar amplias reducciones arancelarias. Como se mencionó anteriormente, está en vías de determinar los tipos arancelarios adecuados para la negociación. Por consiguiente, en el supuesto de una amplia reducción arancelaria, Tailandia tendrá que reducir tajantemente los aranceles aplicados a un gran número de productos que tienen crestas arancelarias. Además, el Gobierno también tendrá que reducir el sesgo negativo en contra de las materias primas utilizadas en el sector alimentario. Este sesgo obedece a la estructura de la progresividad arancelaria. La amplia reducción arancelaria afectará gravemente a los agricultores marginales que actualmente producen cultivos que compiten con las importaciones, por ejemplo aceite de palma y soja. Un número considerable de estos agricultores tendrán que orientarse hacia el cultivo de otros productos menos rentables pero más competitivos. Sin embargo, perdurará un pequeño número de agricultores intramarginales. Como consecuencia de la sustitución de productos, la composición de las actividades agrícolas cambiará, orientándose probablemente hacia un número menor de productos más especializados. En caso de que se redujese la progresividad arancelaria, se invertirán más recursos en la mejora de la calidad de los productos agropecuarios utilizados como insumos por las industrias de elaboración de alimentos.

Para los cultivos de exportación, la siguiente ronda de amplias reducciones arancelarias tendrá importantes repercusiones en las exportaciones agropecuarias y alimentarias tailandesas, dado que el país tiene enormes ventajas comparativas en una amplia variedad de productos y que su sector agropecuario tiene el mayor grado de apertura. Además, la calidad de sus productos también es superior a las de competidores comerciales. Las reducciones arancelarias en Tailandia determinarán un aumento de las importaciones de algunos productos alimentarios, especialmente de carne y productos lácteos, para los que Tailandia tiene una ventaja comparativa. Resulta difícil predecir las repercusiones en las exportaciones netas de productos agropecuarios y alimentarios. Sin embargo, se debería producir un aumento de las exportaciones netas, dado que desde 1995 Tailandia ha reducido los aranceles a un gran número de materias primas agrícolas. Los agricultores que actualmente cultivan productos protegidos orientarán sus recursos hacia los cultivos para los que Tailandia tiene ventajas comparativas, con la consiguiente mejora de la eficacia. Los consumidores también estarán mejor, pues tendrán acceso a alimentos de calidad más baratos y mayores posibilidades de elegir.

Desde el punto de vista de las exportaciones, es posible que la propuesta de aumentar el volumen de contingentes arancelarios no dispense muchos beneficios a los cuatro principales productos de exportación tailandeses, es decir arroz, yuca, pollos y azúcar, por dos motivos. Primero, los Estados Unidos y la UE siguen administrando de manera restrictiva las importaciones de azúcar y utilizan factores políticos como criterios principales. Estos dos mercados son un club cerrado al que Tailandia no puede y no debe entrar. A menos que se eliminen las preferencias comerciales en el comercio de azúcar, Tailandia no podrá penetrar en los mercados de azúcar de la UE y los Estados Unidos. Segundo, muchos importantes países importadores de arroz de Asia, es decir Indonesia, Malasia y Filipinas, todavía utilizan organismos estatales como importador exclusivo. El volumen efectivo de importaciones depende de la disponibilidad de los suministros en cada año, y suele fluctuar mucho de un año a otro. Cuando las cosechas son particularmente abundantes, las importaciones de alimentos desciende considerablemente. La causa principal es el alto nivel de protección aplicado en la forma de aranceles contingentarios elevados y obstáculos no arancelarios. En el caso de los productos de la yuca, unos cuantos países ya se han comprometido a ampliar los volúmenes de los contingentes de importación. Pero los tipos contingentarios siguen siendo elevados para los gránulos y comprimidos de yuca en la República de Corea. Tailandia estaría en mejores condiciones si, primero, se redujeran los aranceles contingentarios y, después, se redujeran considerablemente los aranceles aplicados fuera del contingente.

Por lo que se refiere a las importaciones, Tailandia no tiene nada que temer si ofrece retirar algunos productos de la lista de los contingentes arancelarios, concretamente, el arroz, el azúcar y el longán seco, debido a que es el principal exportador de bajo costo. También debería retirar muchos otros productos a los que se les ha permitido la importación libre con aranceles aplicados inferiores a los tipos consolidados, por ejemplo, maíz, soja y tortas de soja. La medida mejoraría la competitividad del mercado para la producción de piensos y la elaboración de aceites vegetales. El poder ejercido sobre el mercado por unas pocas empresas agroindustriales se reducirá.

Paradójicamente, el Ministerio de Agricultura está examinando la posibilidad de añadir más productos a la lista de contingentes arancelarios, puesto que las negociaciones de la OMC se proponen eliminar todos los obstáculos no arancelarios. No existe una explicación racional del por qué quiere añadir los productos de la yuca a la lista de contingentes arancelarios. Tailandia es el más grande exportador de este producto, mientras que el segundo exportador más importante no tiene más que una pequeña participación en el mercado mundial.

Con respecto a las subvenciones internas, una reducción importante de la ayuda del compartimento ámbar y el fortalecimiento de las disciplinas relativas a las medidas del compartimento verde beneficiarán a los contribuyentes y agricultores tailandeses en general. Primero, dado el bajo nivel de crecimiento económico de los próximos años, la reducción del presupuesto para la intervención en los precios contribuirá a restablecer la disciplina impositiva mediante la reducción del déficit fiscal y, por tanto, del endeudamiento gubernamental. Segundo, el fortalecimiento de las disciplinas del compartimento verde garantizará que los escasos recursos se encaucen hacia programas prioritarios que refuercen los intereses a largo plazo de los agricultores y la sociedad en su conjunto. Sin embargo, si otros países desarrollados siguen el reciente ejemplo de los Estados Unidos de aumentar la ayuda a sus agricultores, se tendrá como consecuencia un considerable exceso de suministros de algunos productos agropecuarios, lo que sin duda deprimirá los precios mundiales. Los países en desarrollo que son productores de bajo costo de estos productos no podrán competir con estos precios tan bajos.

Sin duda, Tailandia se beneficiará considerablemente de la eliminación de las subvenciones a las exportaciones y por ello las partes interesadas defienden enérgicamente esta posición. Los precios del azúcar mejorarán debido a la reducción de las exportaciones de azúcar de la UE. Además, el arroz tailandés tendrá más posibilidades de competir con las exportaciones de arroz de los Estados Unidos que están financiando créditos subvencionados para la exportación, pero Tailandia tendrá que reducir su conjunto de facilidades crediticias a las exportaciones de arroz.


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