ARC/02/INF/8


 

22ª CONFERENCIA REGIONAL PARA ÁFRICA

EL CAIRO, EGIPTO, 4-8 DE FEBRERO DE 2002

PROGRAMA CONTRA LA TRIPANOSOMIASIS AFRICANA (PCTA)

Índice



 

I. Introducción

1. La tripanosomiasis africana, transmitida por la mosca tsé-tsé a los seres humanos y a los animales, es una enfermedad endémica de África. La zona afectada abarca aproximadamente 10 millones de km2 en 37 países subsaharianos, superficie que corresponde a un tercio de África donde esa enfermedad amenaza, según estimaciones, a 50 millones de seres humanos y a 48 millones de animales. La tripanosomiasis repercute gravemente en el sector agropecuario africano. Se ha calculado que sólo en la producción pecuaria las pérdidas anuales oscilarán entre 1 000 y 1 200 millones de dólares EE.UU. A esta pérdida cabe agregar los efectos negativos indirectos que tiene la tripanosomiasis en la producción agrícola total. La enfermedad condiciona a las personas cuando deciden dónde van a vivir, cómo van a criar su ganado y cuál va a ser la intensidad de sus cultivos agrícolas. Todas estas circunstancias modifican el uso de la tierra y el medio ambiente, afectan al bienestar de las personas y aumentan la vulnerabilidad de las actividades agropecuarias.

2. La FAO ha señalado que el fortalecimiento de las actitudes agropecuarias es un elemento fundamental de la lucha contra la pobreza y de la mejora de la seguridad alimentaria en los países en desarrollo. Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en 1996, se subrayó que era preciso promover la agricultura, la salud y la seguridad alimentaria por ser requisitos previos para la reducción de la pobreza. En las zonas afectadas por la mosca tsé-tsé del África subsahariana es particularmente acuciante la necesidad de reducir la pobreza. En esa región, la mitad de la población carece de seguridad alimentaria. Aproximadamente el 85 por ciento de la población pobre se halla en zonas rurales, y más del 80 por ciento de la población total depende de la producción agropecuaria para su subsistencia.

3. Un elemento esencial de los programas destinados a reducir la pobreza es la coordinación eficaz entre los organismos y las instituciones que trabajan para alcanzar el mismo objetivo.

II. El Programa contra la Tripanosomiasis Africana (PCTA)

4. Para dar respuesta a la necesidad de concertar esfuerzos de los distintos organismos que luchan contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis que afectan tanto a personas como a animales, la Conferencia de la FAO aprobó en noviembre de 1997 el Programa contra la Tripanosomiasis Africana (PCTA), cuyo propósito es aunar las actividades de la FAO, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de la Unidad Africana/Oficina Interafricana de Recursos Animales (OUA/IBAR), a fin de:

-  garantizar que se adopte un enfoque armonioso y sostenible para mejorar la salud de los seres humanos y el desarrollo socioeconómico y agropecuario sostenible de las zonas infestadas por la mosca tsé-tsé;

-  promover y coordinar alianzas y actividades internacionales para colaborar en las intervenciones armonizadas contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis; y

-  lograr un control integrado de la tripanosomiasis en África.

5. Mediante sus actividades, el PCTA trata de representar el marco de política, las estrategias y los principios rectores de la lucha contra las plagas, que abarcan:

-  los factores socioeconómicos de la lucha contra la tripanosomiasis;

-  la repercusión de la tripanosomiasis en las actividades agropecuarias en África;

-  la participación de la comunidad;

-  la gestión de los productos farmacéuticos;

-  la integración de las técnicas pertinentes;

-  las preocupaciones relacionadas con el medio ambiente.

III. La Campaña panafricana de erradicación de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis (CPAETT)

6. Además de crear el PCTA, antes mencionado, la OUA ha iniciado, en fecha más reciente, la Campaña panafricana de erradicación de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis (CPAETT). Esta iniciativa fue aprobada primero por la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA celebrada en Lome, Togo, en julio de 2000. Posteriormente, en la cumbre celebrada en Lusaka, Zambia, en julio de 2001, se aprobó un primer proyecto de aplicación para la CPAETT.

7. En la nota explicativa de la Campaña se subraya que su objetivo final es la erradicación de la mosca tsé-tsé y de la tripanosomiasis de África. Con miras a lograr este objetivo, se procederá a organizar y coordinar las actividades pertinentes y a movilizar los recursos materiales, financieros y humanos necesarios.

IV. Desarrollo de la estrategia

8. El principal objetivo del PCTA es la elaboración y la aplicación de normas científicas para evaluar los costes y los beneficios económicos, sociales y ambientales de las actividades de erradicación de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis. El programa estudia y analiza el equilibrio entre las necesidades de los seres humanos, en términos de seguridad alimentaria y protección de los medios de subsistencia, la preservación de los recursos naturales y la prevención de la degradación del medio ambiente. Por tanto, las intervenciones de lucha contra ese problema tsé-tsé se incluyen en el contexto más amplio de la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria, y la pauta rectora para elaborar su estrategia es la promoción del desarrollo agropecuario. Muchos de los debates mantenidos en el marco del PCTA se centraron en la cuestión de dar prioridad a las intervenciones de lucha contra la mosca tsé-tsé, integradas en el programa general de producción agropecuaria, en determinadas zonas bien delimitadas. Con el tiempo, este principio se ha convertido en la condición sine qua non del éxito. La integración de las intervenciones contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en el proceso general de producción y desarrollo agropecuario ofrece la oportunidad de potenciar al máximo los beneficios que puede obtener la población pobre de las zonas rurales y, al mismo tiempo, reducir al mínimo los efectos perjudiciales para el medio ambiente. Por consiguiente, esta integración contribuirá a la gestión sostenible de las enfermedades en determinadas explotaciones agropecuarias y habrá más posibilidades de que los propietarios o productores de ganado adopten las medidas pertinentes.

9. A fin de abordar de forma global la complejidad y la magnitud del problema que plantean la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en el contexto de los planes de acción, nacionales y regionales, para mitigar la pobreza, se están remplazando progresivamente los enfoques basados en la tecnología, adoptados en el pasado, por actividades multidisciplinarias.

V. Ampliación de las perspectivas de la lucha contra la plaga: enfoque integrado

10. La tripanosomiasis afecta tanto a los seres humanos (enfermedad del sueño) como a los animales (nagana). Como se ha indicado antes, además de los efectos perjudiciales que tiene en la salud y en la producción de los animales, la presencia de la tripanosomiasis condiciona a los seres humanos cuando deciden dónde vivir, dónde criar su ganado o plantar sus cultivos y, por tanto, también repercute en el uso de la tierra. En todo el subcontinente infestado por la mosca tsé-tsé, existen diferentes zonas agroeconómicas, distintos grados de fertilidad del suelo asociados a distintos sistemas de cultivo, y combinaciones locales de modelos de desarrollo social, cultural y económico. La presión que se ejerce en uno de los elementos de cada sistema agroecológico repercute en el conjunto y esto debe tenerse en cuenta al plantear la lucha contra la plaga.

11. Aunque la tecnología de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis seguirá avanzando, es poco probable que por sí sola pueda crear el entorno necesarios para aplicar programas viables de intervención contra ese problema. Al establecer estrategias sostenibles de lucha contra las plagas hay que tomar en consideración toda la dimensión del problema.

12. Aunque cabe admitir que la identificación de zonas adecuadas para erradicar la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis es una empresa compleja, el PCTA definió los siguientes criterios para establecer prioridades:

-  la tripanosomiasis de los animales es uno de los principales obstáculos que impiden el desarrollo de sistemas mixtos de explotación agropecuaria en la zona;

-  las actividades de lucha contra la mosca tsé-tsé en la totalidad de la zona logran una mejora bastante rápida de la situación;

-  puede lograrse una mejora sostenible del nivel de productividad agropecuaria de la zona.

13. Se optó por esos criterios porque, si el entorno de las actividades agropecuarias no está en proceso de transformación, en particular donde condiciona la evolución hacia una integración de ganadería y agricultura, de poco sirve difundir medidas de lucha contra la mosca tsé-tsé en toda la zona. El fundamento de esos criterios está vinculado a la evolución del uso de la tierra. Al aumentar la densidad demográfica, aumenta la presión que se ejerce sobre la tierra y, en las zonas afectadas por la mosca tsé-tsé, esta situación altera el medio ambiente biofísico/rural hasta el punto de que el entorno resulta menos favorable para la supervivencia de la mosca tsé-tsé.

14. Al preparar los programas de lucha contra la mosca tsé-tsé hay que tener en cuenta en particular que la repercusión de la ampliación de las zonas de cultivo, de caza, de recolección de leña, así como de otras alteraciones antropogénicas del paisaje, es diferente en función de los lugares y de las distintas especies de mosca tsé-tsé. Por tanto la comprensión del proceso de fragmentación/aislamiento del hábitat de la mosca tsé-tsé es uno de los elementos esenciales de la formulación de programas agropecuarios viables. La evolución del hábitat de la mosca debido a factores antropogénicos es más marcado cuando las presiones sobre la tierra son relativamente intensas, no obstante, en esas zonas la presencia de la mosca tsé-tsé a menudo obstaculiza la integración de agricultura y ganadería, ya que los agricultores residentes no pueden explotar de forma adecuada la energía de tracción animal en los cultivos.

15. Por consiguiente, donde la presión sobre la tierra es moderadamente intensa, la lucha contra la mosca tsé-tsé puede obtener resultados satisfactorios y conseguir finalmente su erradicación y, además es probable que aumenten los beneficios en términos de desarrollo agropecuario sostenible. La consiguiente reducción y/o eliminación de ese riesgo se mantendrá y consolidará de forma natural. Para llegar a esa situación, como preparación, o como complemento, de la lucha contra la mosca tsé-tsé habrá que aplicar programas de mejora de la sanidad animal y medidas para lograr una explotación agropecuaria sostenible. En ese caso, la mosca tsé-tsé desaparecería progresivamente de las tierras de cultivo y el consiguiente aumento de las actividades mixtas de explotación agropecuaria consolidaría la nueva situación de bajo riesgo respecto de la enfermedad. Sobre la base de estas consideraciones, el principal punto de partida de cualquier intervención de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis es la identificación de centros activos de desarrollo de sistemas mixtos de explotación agropecuaria.

16. Como se acaba de señalar, es evidente que, si se desea conseguir resultados satisfactorios en la lucha contra la mosca tsé-tsé, hay que comprender el proceso de aislamiento y de fragmentación de su hábitat a fin de aprovechar el efecto de la presión sobre la tierra. Además, también deberían tenerse en cuenta las diferencias ecológicas respecto de la interacción de la mosca con la agricultura en las distintas zonas geográficas, en particular el contraste entre África oriental y África occidental. Una vez iniciadas las operaciones, también será preciso analizar el proceso de fragmentación del hábitat de la mosca tsé-tsé para garantizar que las intervenciones sigan causando la retira espontánea o natural de la tsé-tsé.

17. Los beneficios de la lucha contra la mosca tsé-tsé, o de su erradicación, tendrán una serie de consecuencias positivas en las zonas adyacentes a las seleccionadas a esos efectos. En la zona intermedia podría estudiarse la posibilidad de iniciar una lucha antivectorial en una etapa posterior, en cuanto lo permitan las condiciones agrovectoriales. Por tanto, es importante que la paulatina discontinuación de las medidas activas de lucha contra la mosca tsé-tsé en toda la zona, cuyo propósito es la ampliación progresiva y gradual del espacio donde el riesgo de contraer la enfermedad es escaso, se realice de conformidad con la información pertinente sobre el modelo espacial dinámico de lucha "natural", "autónoma" o "agropecuaria" contra ese problema.

18. Otro de los argumentos que justifica que se preste mayor atención al proceso natural de evolución del hábitat de la mosca es la importancia que tiene para la gestión de la enfermedad. Los agricultores que no se beneficien de la aplicación de medidas de lucha contra la mosca tsé-tsé en gran escala tendrán que depender de los medios e instrumentos disponibles localmente para proteger al ganado vulnerable. Las principales medidas de protección a los que recurren los propietarios de ganado son los insecticidas, que se aplican sobre los animales, o los tratamientos farmacéuticos contra la tripanosomiasis, que resultan sumamente costosos y que a menudo, las explotaciones agropecuarias adicionales no pueden usar continuadamente por motivos económicos. Como forma menos costosa de protección de los animales cabe citar la adaptación de las prácticas de pastoreo para evitar el contacto con la mosca. Una medida complementaria que se utiliza en África occidental es la cría de rumiantes domésticos que toleran la tripanosomiasis, en particular en zonas donde el riesgo de contraer la enfermedad es elevado y donde la lucha contra la mosca tsé-tsé no es aconsejable debido a las desfavorables condiciones agroclimáticas.

19. Los programas de desarrollo de carácter más general, no destinados especialmente a la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, pueden modificar, en cambio, las condiciones agroecológicas y mejorar las posibilidades de aplicación de programas satisfactorios de lucha contra ese problema. La dinámica evolución del entorno agropecuario en grandes zonas del África subsahariana hace que el riesgo de contraer la enfermedad sea muy variable de un lugar a otro, y puede variar en varias órdenes de magnitud, incluso entre aldeas. Por tanto, ante este fenómeno se han previsto programas de intervención contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis que se irán ampliando progresivamente, pero que tendrán que basarse en el control de la evolución del entorno y, en consecuencia, del hábitat de la mosca, del contacto entre mosca y animales y del grado de transmisión de la enfermedad.

20. También existen núcleos infestados por la mosca tsé-tsé en zonas periféricas de las ciudades. Este caso merece especial atención debido a las características ambientales específicas del emplazamiento. El aumento del consumo de proteínas en las principales ciudades del África subsahariana y el gradual, aunque progresivo, proceso de urbanización han causado un sustancial aumento de la demanda de productos de origen animal, incluso de leche. Para atender la demanda de leche a precios aceptables mediante el aumento de la producción local en la periferia de los centros urbanos se ha fomentado la intensificación de la producción pecuaria entre los pequeños productores de ganado. Los animales cruzados y de raza mejorada son más vulnerables y, en términos de salud y productividad, sufre más los efectos perjudiciales de la tripanosomiasis que el ganado autóctono. Por consiguiente, esta particular situación que existe en la periferia de las principales ciudades del África subsahariana exige que se tome en consideración la sanidad humana y animal, la planificación urbana y de la comercialización, así como la gestión de los recursos naturales de las zonas rurales, urbanas y de la periferia de las ciudades.

VI. Algunos resultados satisfactorios recientes

21. Desde su creación, la labor realizada por el PCTA ha incluido actividades tanto normativas como de fortalecimiento de las instituciones. Durante el período 2000-2001 se llevaron a cabo una serie de reuniones y talleres técnicos, con la participación de personal del PCTA y de representantes de la CPAETT, en los que se llegó a un acuerdo sobre los criterios y las medidas normativas que debían cumplirse al elaborar los planes estratégicos y seleccionar las zonas prioritarias para las intervenciones de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en toda la superficie correspondiente, por ejemplo, en el cinturón de la sabana húmeda de África occidental y en los valles de Etiopía. Se levantaron mapas geográficos donde figuraban la densidad y la distribución de la población de seres humanos y de animales, los cultivos, la situación del problema causado por la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en África occidental, la posible estrategia de intervención y los beneficios que se preveía obtener. En el apéndice se citan algunos ejemplos.

VII. Acuerdo de colaboración entre organismos

22. El problema de la tripanosomiasis en el África subsahariana se considera prioritario en los programas de erradicación de la pobreza. Prioridad refrendada, porque en la reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas celebrada en junio de 2001 en Ginebra se destacó la importancia del PCTA y la CPAETT. Es sumamente urgente armonizar y consolidar las distintas iniciativas a fin de lograr una acción concertada en la planificación de la lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis. Para ello es preciso aceptar estas consideraciones, disponer además de criterios y directrices de carácter normativo para la gestión de la plaga y contar con una sustancial armonización institucional y estructural en los distintos aspectos intersectoriales de la reducción de la pobreza.

23. El PCTA es un programa asociativo cuyo propósito es abrir camino a la CPAETT. En el marco del PCTA, la alianza internacional, que incluye a la FAO, la OMS, el OIEA y la OUA/IBAR, realizará actividades conjuntas y aunará esfuerzos para aplicar medidas concretas en el próximo decenio. Será indispensable que la enfermedad del sueño se considere una cuestión de alta prioridad en los planes de intervención. Esto subraya la destacada función que desempeña la OMS para intensificar las actividades de vigilancia de la epidemia de la forma humana de la enfermedad y para mejorar los tratamientos con productos farmacéuticos. Por otra parte, la FAO tratará de orientar el uso de la tierra y se ocupará de los aspectos agropecuarios y de gestión de la plaga. En este planteamiento integrado de lucha contra el problema, el OIEA prestará asistencia respecto del uso específico de la técnica de insectos estériles, de conformidad con los factores ecogeográficos y epidemiológicos. La OUA a través de la IBAR, se encargará en general de la coordinación para dar a los diferentes elementos una cobertura política.

24. Por tanto, los cuatro organismos prestarán conjuntamente asistencia en la aplicación práctica de determinadas medidas específicas en los países afectados. A nivel nacional y local, los interesados sobre el terreno se ocuparán directamente de las actividades de intervención. La armonización PCTA-CPAETT es solamente un punto de partida y facilita a las autoridades nacionales y los asociados en el desarrollo de las directrices, las normas y los elementos necesarios para adoptar decisiones. El verdadero desafío es la coordinación de las distintas capacidades y prioridades de los respectivos organismos con miras a lograr el objetivo fundamental de la mitigación de la pobreza y de la eficacia en la lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en el África subsahariana.

25. En resumen, es preciso lograr una armonización constante entre PCTA y CPAETT para seguir avanzando y garantizar que i) el objetivo final de reducción de la pobreza mediante el uso sostenible de la tierra se alcance explícitamente, ii) el programa de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis sea llevado a cabo por los interesados africanos, iii) se respeten estrictamente los principios de gestión integrada de las plagas, iv) el programa de lucha contra la tripanosomiasis, abarque tanto la que afecta a los seres humanos como la que afecta a los animales, y v) el enfoque técnico que se adopte se ajuste a las normas y principios científicos internacionales.

VIII. Planes para el futuro

26. La FAO seguirá organizando talleres a fin de establecer directrices que sirvan de base para la planificación estratégica de la lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, que resulten adecuadas para las distintas regiones del África subsahariana y que sean aplicables en las respectivas zonas ecoclimáticas, económicas y agropecuarias. Esas directrices facilitarán la preparación de los programas subregionales.

27. En el contexto PCTA-CPAETT la armonización, la coordinación y la colaboración necesarios entre la FAO, la OMS el OIEA y la OUA/IBAR se fortalecerán al definir los vínculos entre organizaciones y sus respectivas funciones.

IX. Conclusiones

28. Habida cuenta las consecuencias que puede tener la tripanosomiasis en las actividades agropecuarias y en la salud de los seres humanos de las zonas rurales, las actuales iniciativas para lograr la adopción de medidas concertadas merecen la máxima atención de la comunidad internacional. La lucha contra el problema de la tripanosomiasis en el África subsahariana debe considerarse prioritaria en relación con la reducción de la pobreza. Ya que el PCTA y la CPAETT han sido destacados al más alto nivel del sistema de las Naciones Unidas es indispensable que se especifiquen de forma más práctica las diversas estrategias para la gestión de la plaga y para el desarrollo agropecuario y humano en las zonas infestadas por la mosca tsé-tsé. Los esfuerzos conjuntos de los equipos multidisciplinarios de la alianza internacional permitirán abordar de forma más amplia el problema de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, comenzando en zonas prioritarias previamente seleccionadas y bien demarcadas. Se prestará especial atención a los beneficios económicos, sociales y medioambientales, así como a los posibles costos de la gestión del problema. Sólo una estrategia global de esas características podrá asegurar el equilibrio entre las necesidades inmediatas, en términos de alimentos y de mantenimiento de sus medios de subsistencia, que tienen los seres humanos y la necesidad de realizar una explotación sostenible de los recurso naturales y de los ecosistemas agropecuarios.

29. Amplias partes de la zona subsahariana infestada por la mosca tsé-tsé (aproximadamente 10 millones de km2) ofrecen considerables posibilidades para la producción agropecuaria sostenible aunque, con miras a alcanzar este objetivo, las medidas políticas y financieras nacionales e internacionales deben centrarse en la promoción del bienestar de los seres humanos en las zonas rurales. Como se ha indicado antes, en los países infestados por la mosca tsé-tsé, el 85 por ciento de la población pobre vive en zonas rurales y más del 80 por ciento de la población total depende de la producción agropecuaria para su subsistencia.

30. Así pues, al promover programas integrados de intervención estratégica contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, el PCTA servirá de catalizador para que se produzca un desarrollo agropecuario que favorezca a los pobres.

X. Recomendaciones

31. A los gobiernos miembros

    1. Los países del África subsahariana infestados por la mosca tsé-tsé deberían volver a examinar la función de la lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis y su repercusión en la salud de los seres humanos y la producción agropecuaria, en particular en lo que respecta a sus respectivas políticas de reducción de la pobreza.
    2. En los casos pertinentes, la intervención o intervenciones de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis deberían ser uno de los elementos prioritarios de los planes de desarrollo agropecuario, como contribución fundamental para la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza.
    3. Los gobiernos deberían ocupar una posición de vanguardia en lo que respecta a ultimar el programa o programas de intervención nacional contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, con el apoyo del PCTA y de la CPAETT a nivel internacional.

32. A las organizaciones internacionales

    1. Las cuatro organizaciones internacionales, la FAO, la OMS, el OIEA y la OUA/IBAR deberían tratar de lograr una armonización eficaz y eficiente respecto del PCTA y de la CPAETT.
    2. Las organizaciones deberían definir con mayor claridad sus respectivas funciones y responsabilidades en lo tocante a los programas de intervención contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, a fin de potenciar al máximo la sinergia y las aportaciones complementarias y reducir la duplicación de esfuerzos.
    3. La FAO está en una posición óptima para promover la formulación de principios y directrices de carácter normativo que rijan la planificación estratégica de las intervenciones contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en zonas extensas. El enfoque metodológico con base científica previamente elaborado para África occidental, cuyos resultados satisfactorios son ampliamente reconocidos, permite hacer extensivo su ámbito de aplicación a otras esferas de interés.

33. Otros interesados

    1. Debería darse a conocer mejor el problema de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis recurriendo a diversas vías y medios de difusión.
    2. Debería prestarse mayor atención a la participación de grupos comunitarios, de organizaciones no gubernamentales, del sector privado y de los servicios públicos locales en las actividades de planificación, aplicación y mantenimiento de los programas integrados de intervención.

 

En un entorno ecogeográfico determinado, el inicio y el desarrollo de explotaciones agropecuarias viene determinado por tres elementos principales: la población de seres humanos y de ganado (densidad y distribución), y los cultivos agrícolas. Los componentes de esas explotaciones y, de forma más general, de la producción agropecuaria desempeñan una importante función y repercuten en el proceso de selección de zonas prioritarias donde sea más probable que las intervenciones estratégicas e integradas de lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis obtengan resultados satisfactorios y redunden en beneficios económicos y humanitarios.

En aras de la sencillez y la claridad, la descripción de los sistemas de explotación agropecuario (población, cultivos y ganado), la distribución de la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis, y los elementos para basar las decisiones referentes a la gestión de la plaga (vulnerabilidad a la mosca tsé-tsé y riesgo de que se produzca una nueva invasión) se ilustran en una serie de mapas elaborados mediante la tecnología del sistema de información geográfica. Cada mapa va acompañado por un texto explicativo.

*Sobre la base del documento "People, Crops and Livestock in West Africa: development foci and their implications for pest control" (Personas, cultivos y ganado en África occidental: focos de desarrollo y repercusión en la lucha contra las plagas) (G. Hendrickx, J. Slingenbergh, R.C. Mattioli, W. Wint), presentado en la conferencia internacional sobre el tema. La mejora de los medios de subsistencia y de la gestión de los recursos naturales en África occidental mediante una producción agropecuaria sostenible, celebrada del 19 al 22 de noviembre de 2001 en Ibadan, Nigeria.

Mapa 1

Undisplayed Graphic

 

 

 

 

 

 

 

 

A. Los sistemas donde la ganadería es de intensidad alta y el cultivo de cereal es escaso existen en dos zonas distintas:

a. la franja septentrional, seca (señalada en gris claro);
b. la franja meridional y costera, húmeda (señalada en gris oscuro).

El clima septentrional constituye un importante obstáculo para los cultivos agrícolas, pero en la franja meridional húmeda predominan los cultivos perennes y las zonas boscosas (por ejemplo, en Liberia y Côte d´Ivoire).

B. Además de contar con la zona forestal, la franja meridional y costera se caracteriza por la presencia de sistemas donde predominan los cultivos de cereales de intensidad mediana y alta (señalados en azul claro y en azul oscuro) y la ganadería es relativamente escasa. Esos sistemas abarcan la mayor parte de las regiones meridionales de Ghana, Togo, Benin y Nigeria.

C. Los sistemas mixtos de explotación agropecuaria (señalados en amarillo), donde coexisten la agricultura y la ganadería, se hallan principalmente alrededor de las zonas de cultivos de alta intensidad (señaladas en rojo) en la franja de cultivos de intensidad mediana a alta: la meseta Joe y la cercana región habitada de Nigeria, el sur de Níger, el centro de Burkina Faso (Ouagadougou) y la región de Dakar, en el Senegal. Allí existen distintos núcleos de sistemas mixtos de explotación agropecuaria donde predominan los cultivos o el ganado: el primer caso se da en el sur de Níger (señalado en verde oscuro: superficie elevada - sistemas mixtos de explotación agropecuaria de bajo rendimiento) y el segundo caso se da, de forma más dispersa, en Nigeria y Burkina Faso (señalado en verde claro).

D. Las zonas donde predomina la ganadería con una intensidad de cultivo baja (señalados en marrón) se sitúan en los extremos de los sistemas mixtos de explotación agropecuaria de la franja central. En las regiones más secas corresponden a las zonas de pastoreo tradicionales, mientras que en las zonas más húmedas del sur ha aumentado considerablemente la ganadería tras los períodos de sequía registrados en los decenios de 1970 y 1980. Actualmente, la mayor parte de esas zonas está libre de oncocercosis, circunstancia que fomenta la llegada de agricultores. Las zonas que habitualmente pueden considerarse precursoras a este respecto son a) el sur de Malí, el sur de Burkina Faso y el norte de Côte d´Ivoire, b) el noreste de Ghana y 9c) el noreste de Benin.

E. En la meseta de Adamawa y Mambilla de Camerún y de Nigeria hay un sistema específico de ganadería de intensidad alta.

Mapa 2 y Mapa 3

Mapa 2

Undisplayed Graphic

Mapa 3

Undisplayed Graphic

La comparación entre las densidades medias de población (Mapa 2) confirma la existencia de tres franjas distintas de sistemas predominantes (Mapa 3).

A. Un sistema de cultivos baja intensidad en zonas áridas, donde el clima es un factor condicionante.

B. Sistemas mixtos complejos en evolución, donde el incremento de población redunda en una mayor intensidad de la agricultura y de la ganadería.

C. Sistemas con predominio de los cultivos, en la zona meridional húmeda, donde la presión que ejerce la población es ya elevada, salvo en las zonas forestales, y donde no cabe esperar un aumento importante de la cabaña de ganado como consecuencia de la desaparición de la mosca tsé-tsé.

Mapa 4

Undisplayed Graphic

El Mapa 4 indica la relación de los distintos sistemas identificados con los diversos aspectos del complejo problema de la tripanosomiasis. En el norte de la zona infestada por la mosca, todo el ganado es del tipo cebú. Esos animales realizan migraciones estacionales al norte de la franja de distribución de la mosca tsé-tsé (señalada en amarillo). Esta franja meridional ofrece una serie de características particularmente interesantes para las actividades de erradicación de la mosca.

Mapa 5

Undisplayed Graphic

En este mapa se expone de forma esquemática el modelo para fundamentar la adopción de decisiones.

Mapa 6 y Mapa 7

Mapa 6

Undisplayed Graphic

Mapa 7

Undisplayed Graphic

Las características de la zona, como la evolución del clima, influye mucho en la ecología de la mosca tsé-tsé. Desplazándose de norte a sur, el clima es cada vez más húmedo. Por tanto, es más probable que en el norte las poblaciones de mosca tsé-tsé estén más fragmentadas, sean más vulnerables y resulte más fácil conseguir su erradicación permanente, además, es menos probable que se produzca una nueva invasión porque, al crearse espacios donde las condiciones para su reproducción no son favorables, es imposible que se difunda. En cambio, en la franja meridional infestada por la mosca, el riesgo de una nueva invasión puede impedir su erradicación permanente. En esas circunstancias, las técnicas integradas de gestión de la plaga, entre las que cabe citar las estrategias adaptadas de pastoreo, la cría de ganado que tolera la tripanosomiasis, y un control veterinario y vectorial en las zonas de mayor riesgo, podrán conseguir una gestión sostenible de la plaga a largo plazo.

Mapa 8

Undisplayed Graphic

La aplicación de modelos que tienen en cuenta las condiciones climáticas y los sistemas mixtos de explotación agropecuaria existentes en la zona permite que el riesgo de una nueva invasión de la mosca tsé-tsé en África occidental sea previsible.

Conclusión

En este documento hemos facilitado un ejemplo (simplificado) de enfoque metodológico de la planificación estratégica de la gestión integrada de la lucha contra la mosca tsé-tsé y la tripanosomiasis en toda una zona. Este enfoque estratégico abarca en una sola entidad los distintos elementos y las fuerzas intrínsecas que condicionan e impulsan la evolución de los sistemas de explotación agropecuaria (personas, cultivos y ganado). También hay que tomar en consideración los principales factores climáticos que afectan a los sistemas y a la densidad y distribución de los vectores. El enfoque de gestión de la plaga que se ha expuesto permite seleccionar las zonas prioritarias donde es probable que la adopción de medidas equilibradas y puntuales obtenga mayores resultados satisfactorios y consiga más beneficios para el bienestar de la población, preservando al mismo tiempo el medio ambiente.

__________________________

*Sobre la base del documento "People, Crops and Livestock in West Africa: development foci and their implications for pest control" (Personas, cultivos y ganado en África occidental: focos de desarrollo y repercusión en la lucha contra las plagas) (G. Hendrickx, J. Slingenbergh, R.C. Mattioli, W. Wint), presentado en la conferencia internacional sobre el tema. La mejora de los medios de subsistencia y de la gestión de los recursos naturales en África occidental mediante una producción agropecuaria sostenible, celebrada del 19 al 22 de noviembre de 2001 en Ibadan, Nigeria.