FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias  - 11/02 - AFGANISTÁN (6 de noviembre)

AFGANISTÁN * (6 de noviembre)

La campaña agrícola de invierno ha comenzado en condiciones atmosféricas favorables, y es de esperar que las precipitaciones y nevadas caídas últimamente en algunas zonas favorezcan a los preparativos de la tierra. Una misión conjunta FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos visitó Afganistán desde el 15 de junio hasta el 13 de julio de 2002 y pronosticó la producción total de cereales de 2002 en alrededor de 3 590 000 toneladas (producto elaborado), que incluyen 2 690 000 toneladas de trigo, 345 000 toneladas de cebada, 298 000 toneladas de maíz y 260 000 toneladas de arroz elaborado. En este nivel, la producción de cereales sería superior en alrededor de un 82 por ciento a la cosecha afectada por la sequía del año pasado pero inferior en un 4 por ciento aproximadamente a la buena cosecha de 1998. En consecuencia, las necesidad de importación de cereales en la campaña comercial 2002/03 (julio/junio) se estima en 1 380 000 toneladas, alrededor de un 38 por ciento menos que en los dos años anteriores. Las importaciones comerciales se estiman en 911 000 toneladas, volumen semejante al de la media de los tres años anteriores. La ayuda alimentaria de urgencia que se está distribuyendo más las promesas ascienden a 219 000 toneladas, quedando un déficit de alrededor de 249 000 toneladas.

Sin embargo, pese a la recuperación de la producción agrícola de este año millones de afganos, particularmente pastores Kuchis, tienen poca posibilidad de conseguir alimentos debido a una grave reducción de su poder adquisitivo o a la pérdida de bienes de producción. Los efectos de años consecutivos de sequía, el deterioro de la infraestructura de riego y de otras infraestructuras, la imposibilidad de comprar los insumos agrícolas necesarios por parte de los agricultores, la falta de empleo dentro y fuera del sector de la agricultura, y el grave endeudamiento rural hacen cada vez más esencial una intervención oportuna y eficaz. Una inversión sostenida en el sector agrícola, particularmente para la rehabilitación, mejora y mantenimiento de la infraestructura de riego constituye un elemento fundamental para la rápida recuperación de la economía afgana.