Una sequía prolongada ha afectado a los departamentos occidentales de Alto Paraguay, Boquerón y Canindeyú en los que no ha llovido en los últimos 8 meses y se ha retrasado, por consiguiente, la siembra de las nuevas cosechas. La seguridad alimentaria de alrededor de 5 000 familias rurales que viven principalmente en un régimen de agricultura de subsistencia en pequeñas parcelas se ve comprometida. Se señala que las comunidades afectadas casi han agotado sus reservas alimentarias y que los sistemas de abastecimiento de agua están secos o contaminados. Un número cada vez mayor de personas, sobre todo niños, está contrayendo enfermedades infecciosas y también se han registrado varios casos de malnutrición. El gobierno ha declarado el estado nacional de emergencia y la comunidad internacional está prestando ayuda de socorro de urgencia a las familias más afectadas.