CCP 03/7


COMITÉ DE PROBLEMAS DE PRODUCTOS BÁSICOS

64º período de sesiones

Roma, 18-21 de marzo de 2003

PRINCIPALES NOVEDADES Y CUESTIONES RELACIONADAS CON LOS MERCADOS DE PRODUCTOS BÁSICOS AGRÍCOLAS

Índice



I. INTRODUCCIÓN

1. El presente documento examina algunos de los principales factores que han influido en los mercados agrícolas internacionales durante los últimos años. Ha suscitado especial preocupación el descenso general de los precios agrícolas desde los niveles máximos registrados en el período 1995/96, debido sobre todo a los efectos de los precios bajos en la capacidad de los países en desarrollo para obtener divisas e ingresos de exportaciones y/o limitar sus costos de importación de alimentos básicos.

2. En general, durante la segunda mitad del decenio de 1990, en los mercados de productos básicos agrícolas influyó principalmente la respuesta de los suministros frente a los altos precios anteriores y los precios de los sucedáneos (p. ej. los sintéticos), la crisis financiera de Asia que socavó las perspectivas de crecimiento económico y redujo la demanda efectiva en muchos países, y el apoyo continuado a la producción y las exportaciones en varios países, tanto desarrollados como en desarrollo. Puede que otros factores también hayan influido en los mercados agrícolas y en sus posibilidades de desarrollo futuro: cabe mencionar al respecto los cambios observados en la estructura del mercado de algunos productos básicos, relacionados con variaciones en la configuración geográfica del comercio, con la substitución de las exportaciones a granel por un comercio con más valor añadido y con el nivel de concentración del comercio y los mercados. Los avances tecnológicos, sobre todo en el campo de la biotecnología, podrían tener considerables repercusiones en la producción, la comercialización y las corrientes comerciales internacionales. Por último, la creciente sensibilización de los consumidores y su mayor preocupación por la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente están provocando cambios en algunos mercados de productos básicos e impulsando políticas gubernamentales que buscan dar respuesta a estas preocupaciones.

II. EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS BÁSICOS

3. En términos generales, los precios de los productos básicos agrícolas alcanzaron un nivel máximo a mediados del decenio de 1990 y después mostraron una tendencia a la baja durante la segunda mitad del decenio, aunque en el caso de algunos productos básicos los precios empezaron a recuperarse a lo largo de 2001 y 2002.

A. PRODUCTOS ALIMENTICIOS BÁSICOS

4. Casi todos los precios de los productos alimenticios básicos se vieron sometidos a una presión a la baja durante la segunda mitad del decenio de 1990. Después del nivel máximo registrado en el período 1995/96, los precios nominales de los cereales sufrieron acusados descensos. En el período 1997/2001, los precios anuales medios de los cereales cayeron aproximadamente en un 40 por ciento respecto de los valores máximos registrados en 1996. Estas disminuciones parecen deberse a fuertes aumentos de la producción estimulados por unos precios anteriormente más altos y por políticas concretas de apoyo a la oferta, sobre todo en los principales países exportadores de cereales, así como por la escasa demanda de importaciones que se tradujo en la acumulación de excedentes. Sin embargo, las existencias de cereales han decrecido constantemente desde 1998/99, aunque los precios de los cereales no empezaron a reaccionar hasta 2002, cuando aumentaron en más del 7 por ciento. Cabe señalar, no obstante, que el incremento de los precios del trigo había comenzado antes, durante la campaña 2000/01, mientras que los de los cereales secundarios no comenzaron a recuperarse hasta mediados de 2002 y los precios del arroz iniciaron a subir más tarde ese mismo año. Aun así, el potencial de aumento de los precios de los cereales podría estar limitado por la amplia y, en algunos casos, creciente disponibilidad de excedentes de una serie de países exportadores no tradicionales o secundarios: en el caso del trigo, Ucrania, la Federación Rusa, Europa oriental e India; para el maíz, China y Brasil, y para el arroz, India y Myanmar.

5. Los precios internacionales de la mayoría de los aceites y grasas sufrieron una presión descendente durante gran parte del período 1999/2001 que se atribuye a condiciones de oferta excesiva respecto de la demanda, que determinaron la acumulación de existencias a causa del incremento superior a la media en la producción de aceites de palma y soja. Sin embargo, esta situación se revirtió hacia finales de la campaña 2000/01 y se mantuvo luego a lo largo de la campaña 2001/02. Los precios de las tortas y harinas oleaginosas tuvieron un comportamiento diferente por ser éste en gran medida el sector líder en la fijación de los precios de las semillas oleaginosas. El aumento de los precios en 2000/01 tuvo su causa principal en la demanda, alimentada especialmente por el brote de enfermedades de los animales en la UE que dio lugar a la prohibición del uso de harina de huesos y a una mayor demanda de harinas proteínicas en los piensos compuestos.

6. Los precios de la carne acusaron un marcado descenso después de 1998 como respuesta a los ciclos de producción animal (en particular la carne de vacuno), el creciente comercio de cortes de carne económicos, y las numerosas perturbaciones del mercado, incluidas las relacionadas con brotes de enfermedades de los animales. El año 2001 marcó un período de alza en los precios de la carne, especialmente de aves y cordero, tras registrarse brotes de enfermedades de los animales que acabaron por cerrar algunos mercados de carne y, en el caso de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), hicieron que crecer la preocupación relacionada con la salud humana. En el año 2002, los precios de la carne entraron en una fase descendente debido al incremento de la oferta de los principales países exportadores tras la atenuación de los efectos de las enfermedades animales y por las condiciones de sequía que provocaron el sacrificio de ganado en algunos países.

7. Aunque los precios de la leche subieron en un 8 por ciento a partir de mediados del decenio de 1990, iniciaron un considerable descenso a finales de 2001. Entre mediados de 2001 y mediados de 2002, los precios internacionales de los productos lácteos bajaron sustancialmente, y el índice de precios de los productos lácteos de la FAO cayó en casi un 35 por ciento. El descenso de precios alcanzó a todos los productos básicos, siendo la leche en polvo el más afectado debido a la reducción en la demanda de importación registrada en algunos mercados clave y a un aumento de las existencias disponibles en los principales países exportadores de productos lácteos.

B. PRODUCTOS HORTÍCOLAS Y AZÚCAR

8. Los precios mundiales del banano mostraron una tendencia descendente desde mediados del decenio de 1990 y alcanzaron su punto más bajo del decenio en el año 2000, cifrado en torno a un 23 por ciento menos que el promedio observado durante los años noventa. En 2001 se recuperaron y se mantuvieron estables hasta la primera mitad de 2002 gracias a una fuerte demanda de importación, sobre todo en la UE y Japón. No obstante, los precios de las importaciones siguen estando por debajo de los niveles de 2001 al aproximarse las campañas de otoño e invierno, lo que puede ser interpretado como una señal indicativa de que los precios decaerán aun más en lo que resta de 2002. En la UE existe una presión de la oferta ejercida por la producción interna y los proveedores ACP de África, lo cual viene a añadirse a los niveles ya considerables de América Latina. Los precios de los frutos cítricos frescos y del zumo de naranja descendieron a finales del decenio de 1990 pero se recuperaron en la campaña 2001/2002. Los precios del zumo de naranja cayeron debido a las abundantes cosechas de naranja recogidas desde mediados del decenio de 1990 hasta el año 2000 en Florida y Brasil, las principales regiones productoras del mundo. En cuanto a la campaña de 2002/03, las existencias brasileñas de zumo de naranja concentrado y congelado (ZNCC) deberían mantenerse relativamente bajas debido a la estabilidad de la demanda mundial y a que, según las previsiones, la cosecha de naranja en Florida será mucho menor que la de la campaña anterior. Por consiguiente, se espera que las existencias de ZNCC sigan siendo relativamente escasas y que los precios no varíen en 2002/03. Los precios de las principales frutas tropicales comercializadas (aguacate, mango, papaya, piña) también fueron bajos en la segunda mitad del decenio de 1990 y registraron niveles mínimos en el año 2001. Los precios de estos productos básicos siguieron siendo bajos en 2002 con la principal excepción de la piña, producto que domina el comercio internacional de frutas tropicales. Los precios de importación en el mercado al por mayor del Reino Unido se incrementaron en casi un 40 por ciento entre 2001 y 2002 (hasta la fecha); a ello contribuyeron la reducción de los suministros procedentes de Tailandia y la demanda de los mercados europeos, que siguió creciendo considerablemente.

9. Los precios promedio anuales del azúcar en el mercado internacional fueron a la baja después de mediado el decenio de 1990, alcanzando su nivel más bajo en 1999 al situarse en menos de la mitad del precio más alto fijado en 1995. En 2000 y 2001 se produjo una recuperación, pero parece haber sido efímera. Los precios volvieron a disminuir en el año 2002 ante la expectativa de un aumento de la disponibilidad de exportación como consecuencia de una abundante cosecha en Brasil, y el incremento de la producción de otros suministradores importantes incluida la UE. Los precios se estabilizaron ligeramente a finales de 2002 debido a las condiciones atmosféricas adversas que afectaron a la producción de EE.UU. El apoyo interno a la producción de azúcar en algunos países sigue siendo una importante cuestión de política comercial; a este respecto, tanto Australia como Brasil han iniciado procedimientos para presentar reclamaciones en la OMC contra las subvenciones al azúcar de la UE.

C. MATERIAS PRIMAS AGRÍCOLAS
(ALGODÓN, CAUCHO, YUTE, FIBRAS DURAS, CUEROS Y PIELES)

10. Tras un efímero repunte registrado en las campañas 1995-1996, los precios de muchas materias primas agrícolas alcanzaron niveles mínimos en 2001 o principios de 2002. La aparición de nuevos productores económicos, la expansión en demasía de la producción, la demanda de importación débil debida a la desaceleración del crecimiento económico, la persistente competencia de los productos sintéticos y factores cíclicos relacionados con niveles altos de producción y una acumulación de existencias, fueron en gran parte la causa de los precios extraordinariamente bajos del algodón, el caucho y el yute, y del descenso en los precios de los cueros y pieles. Los precios de las fibras duras también han descendido, en particular los del sisal y el abacá. Se prevé que en la campaña 2001/02 la producción mundial de algodón se reduzca como respuesta a los continuos precios bajos. Por otra parte, el aumento de la superficie dedicada a la plantación de algodón transgénico ha ampliado la producción contribuyendo con ello a mantener los precios en un nivel reducido. El apoyo interno a los productores de algodón de EE.UU. y la UE continúa siendo una importante cuestión de política comercial; los productores de países en desarrollo lo consideran, al menos en parte, como la causa de la caída de los precios mundiales del algodón. Los precios del caucho han experimentado últimamente un acusado incremento debido a que las malas condiciones atmosféricas redujeron temporalmente la producción a principios de 2002. No obstante, se prevé que vuelvan a registrarse desequilibrios en el mercado, con la consiguiente caída de los precios. Como respuesta a la persistente tendencia al exceso de oferta, los tres productores principales, Indonesia, Malasia y Tailandia, han promovido un acuerdo de control de la exportación y la producción.

D. BEBIDAS TROPICALES

11. El brusco descenso de los precios del café ha llamado la atención de casi todos los medios de comunicación. Niveles importantes de exceso de oferta en los mercados mundiales, debidos principalmente a la ampliación de la superficie plantada en Viet Nam y a la devaluación del real brasileño, dieron lugar a una baja de los precios del 29 por ciento en el año 2001, que siguió a la caída del 25 por ciento del año anterior. El prolongado período de precios bajos tuvo como resultado una reducción de la oferta, y ello, unido a algunas compras efectuadas por fondos de inversión, ha reforzado los precios recientes. Empero, el desequilibrio del mercado persiste. A este respecto, cabe señalar que el intento de resolver este problema a través del plan de retención de exportaciones de la Asociación de Países Productores de Café se saldó con un fracaso. Los precios del cacao siguieron una tendencia descendente similar, fundamentalmente por las mismas razones, pero presentaron una recuperación algo más fuerte en 2001/02 gracias a la entrada de fondos de inversión en el mercado y a la incertidumbre creada por el conflicto en Côte d’Ivoire, el principal productor del mundo. Los precios recientes del han tenido un comportamiento relativamente estable, debido ante todo a la demanda constante en la Federación Rusa y Cercano Oriente, aunque todavía muestran una tendencia general a la baja.

E. PRECIOS AGRíCOLAS EN DESCENSO, UN ARMA DE DOBLE FILO PARA LOS PAíSES EN DESARROLLO

12. El descenso en los precios internacionales que se ha producido en los últimos años ha moderado las facturas de importación de productos agrícolas de los países en desarrollo (Cuadro 2). Las facturas de importación de alimentos básicos se redujeron desde un máximo de 67 000 millones de dólares EE.UU. en 1996, a un promedio de 61 000 millones de dólares EE.UU. durante el período 1999/2001 a pesar del considerable incremento del volumen de importación. Por ejemplo, el volumen de importación de cereales se elevó un 12 por ciento en el mismo período mientras que las facturas de importación de los países en desarrollo descendieron de 33 000 millones de dólares EE.UU. en 1996 a un promedio de 25 500 millones de dólares EE.UU. Las principales excepciones fueron las semillas oleaginosas y la carne, que experimentaron un fuerte crecimiento de la demanda de importación con el consiguiente aumento de las facturas de importación durante la segunda mitad del decenio de 1990. Por lo que se refiere a los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), cabe señalar que sus facturas de importación de alimentos básicos han disminuido ligeramente desde el repunte de precios ocurrido en 1996. Sin embargo, en ambas categorías de países, las facturas de importación de alimentos básicos después de mediado el decenio de 1990 fueron por término medio superiores a las del período anterior al repunte de precios debido, en general, a un incremento del volumen de importación y a envíos de ayuda alimentaria más reducidos.

13. Los precios internacionales en descenso tal vez hayan aportado un alivio temporal a los países que se enfrentan a restricciones de la balanza de pagos y a los consumidores de esos países, siempre y cuando los precios internacionales bajos se hayan transmitido a los mercados interiores. Dado que los países en desarrollo en su conjunto se han convertido en importadores netos de alimentos y que, según las previsiones, su déficit de alimentos aumentará, la reducción de los precios de los alimentos básicos en los mercados mundiales resulta claramente beneficiosa. Así y todo, los precios internacionales bajos también pueden tener consecuencias negativas en la producción nacional de los países en desarrollo, lo cual podría afectar de manera persistente a su seguridad alimentaria.

14. Aunque es posible que muchos países se hayan beneficiado de los precios bajos, otros han visto afectada negativamente su capacidad de generar ingresos de exportación. En particular, los precios mundiales bajos redujeron los ingresos de los países en desarrollo exportadores de materias primas agrícolas, bebidas no alcohólicas y otros productos tropicales tras el repunte de precios de 1995/96 (Cuadro 3). Muchos de estos países dependen en buena medida de los ingresos que obtienen de la exportación de uno o varios productos agrícolas; tal es el caso, sobre todo, de los países en desarrollo exportadores de café, cacao, azúcar, banano y algodón. Cuarenta y tres países, concentrados en el África subsahariana, América Latina y el Caribe, obtienen de un único producto básico agrícola más del 20 por ciento del total de sus ingresos de exportación de mercancías y más del 50 por ciento del total de sus ingresos de exportación de productos agrícolas.

15. De especial importancia para la seguridad alimentaria es el hecho de que estos productos básicos proporcionen una importante fuente de ingresos a los PBIDA. Para estos países, las exportaciones de algodón, café, té y cacao representaron el 20 por ciento de sus ingresos en concepto de exportaciones agrícolas en el año 2000, sin olvidar 10 productos básicos más que elevaron este total hasta el 50 por ciento. Las fluctuaciones en los ingresos de exportación generados por este pequeño grupo de productos básicos desempeñan un importante papel en la seguridad alimentaria de esos países. Algunos de los mayores exportadores de banano del mundo son PBIDA (Ecuador, Honduras, Guatemala, Filipinas, Camerún, Côte d’Ivoire y Somalia). El banano constituye una parte significativa del volumen de exportación total de estos países y, por consiguiente, las oscilaciones de los precios del banano tienen considerables efectos en su capacidad para generar ingresos de exportación.

16. En términos generales, el valor de estos productos básicos exportados de los PBIDA parece haberse recuperado en una proporción que tal vez llegue al 20 por ciento en 2002, después de una importante contracción ocurrida en 2001. Entre los productos básicos que tuvieron ingresos de exportación positivos en 2002, algunos lo debieron al incremento de los precios y el volumen de las exportaciones (cacao, algodón, caucho), mientras que otros sólo se vieron beneficiados por la ampliación del volumen (banano, frutas tropicales); otros experimentaron una caída del valor de sus exportaciones originada por la combinación de precios bajos (azúcar, té) y volúmenes exportados menores (café).

17. Los ingresos de exportación obtenidos por países en desarrollo de la venta de productos alimenticios básicos también se redujeron. En términos generales, el valor de estas exportaciones descendió de 39 000 millones de dólares EE.UU. en 1998 a 31 000 millones de dólares EE.UU. en el año 2000. Aunque no mostraron tanta dependencia de las exportaciones de productos básicos, los PBIDA, en su conjunto, sufrieron menos pérdidas debido a la caída de los precios acontecida tras el repunte de precios registrado a mediados del decenio de 1990.

III. CAMBIOS EN LOS MERCADOS DE PRODUCTOS BÁSICOS AGRÍCOLAS

18. Las novedades observadas en los últimos años en los mercados nacionales e internacionales de productos básicos tienen su origen en importantes cambios del entorno económico, técnico, político e institucional en que operan los mercados. Entre estas modificaciones se incluyen: i) los cambios en el equilibrio de la competitividad entre países y la aparición de importantes nuevos suministradores de ciertos productos que han alterado la estructura del comercio; ii) la incorporación de la biotecnología a la producción de productos animales y vegetales; iii) la liberalización del mercado interior; y iv) el establecimiento y aplicación de reglas concertadas para el comercio internacional bajos los auspicios de la OMC.

A. ESTRUCTURA DEL COMERCIO

19. La estructura del comercio de productos básicos tiende a evolucionar con el paso del tiempo, pero en los últimos años se han producido significativas modificaciones en algunos mercados de productos básicos. El sector de los cereales ha registrado cambios en la estructura del comercio durante las dos últimas campañas debido a que exportadores secundarios o no tradicionales están ampliando su cuota del mercado mundial. Varios países que antes eran importadores netos de cereales han modificado por completo su posición hasta convertirse en grandes exportadores netos. En el caso del trigo, India, Hungría, Kazajstán, la Federación Rusa y Ucrania aumentaron su cuota media de mercado pasando del 6 por ciento en 1999/2000 al 18 por ciento durante las dos campañas más recientes. Se prevé que en 2002/03 países que son exportadores menores de cereales secundarios, principalmente Brasil, China, la Federación Rusa y Ucrania, llegarán a abarcar en torno al 20 por ciento del mercado mundial, en especial el del maíz. La cuota de exportación de arroz de Myanmar y Egipto ha aumentado de manera notable, aunque la novedad más sobresaliente ha sido la irrupción de India, país que, ayudado por una política de subvenciones a la exportación, es en la actualidad el segundo suministrador internacional de arroz más importante después de Tailandia. Por el contrario, China, un exportador de arroz tradicional, ha reducido constantemente sus envíos desde 2000 como consecuencia del descenso de la producción.

20. En los últimos años, algunos importadores tradicionales de semillas oleaginosas y sus productos (particularmente en Asia, con China a la cabeza) han elevado sus importaciones de semillas oleaginosas a costa de adquisiciones de aceites y harinas, los productos derivados de esta materia prima. Este cambio fue provocado fundamentalmente por una serie de políticas comerciales específicas (medidas no arancelarias y medidas arancelarias, como por ejemplo la progresividad arancelaria) encaminadas a prestar apoyo a las trituradoras locales y/o estimular la expansión de las industrias nacionales de trituración, elevando así el valor añadido interior. Esta novedad tiene teniendo repercusiones en la estructura del comercio en su conjunto puesto que algunos países exportadores se han especializado, o se están especializando, en la venta de semillas oleaginosas o en el suministro de aceites y harinas. Tal es el caso, por ejemplo, de Argentina, un exportador tradicional de aceite y harina de soja, y Brasil, país que exporta predominantemente la materia prima, es decir la soja. En los últimos años, Malasia e Indonesia se han especializado en la exportación de aceite de palma refinado y en bruto, respectivamente.

21. El equilibrio del mercado mundial se está desplazando de aquellos países que dependen de subvenciones para la exportación de productos lácteos (sobre todo Europa y América del Norte) a los que son capaces de exportar sin recurrir a tales subvenciones (principalmente Oceanía y algunos países sudamericanos). Esta tendencia se ha mantenido en los últimos años, y según las previsiones persistirá. Por lo que se refiere a las importaciones, la demanda creciente en países sin una fuerte tradición de consumo de productos lácteos (en particular el sudeste asiático y China) ha sido un elemento que ha influido de manera considerable en la evolución de la demanda mundial.

22. Como se ha señalado anteriormente, gran parte del desequilibrio y la consiguiente presión descendente sobre los precios del mercado mundial del café se han atribuido en general a la nueva presencia de Viet Nam como segundo mayor exportador mundial, aunque cabe decir que la expansión de las exportaciones de Brasil también ha desempeñado un papel destacado.

B. CONCENTRACIÓN DE LOS MERCADOS Y EL COMERCIO

23. Para algunos productos básicos agrícolas, la concentración del mercado es una realidad cada vez más patente. En el caso de los cereales, parece haberse dado en los últimos años cierta concentración entre los principales comerciantes así como una tendencia a la integración vertical en determinados mercados. Si bien las empresas mercantiles estatales han desempeñado tradicionalmente un papel importante en la importación y exportación, en los últimos años su influencia ha disminuido como consecuencia de las políticas de liberalización del comercio. El ejemplo más reciente es la transformación de la Australian Wheat Board en una empresa mercantil privada. Todavía se siguen intercambiando grandes volúmenes de arroz en el marco de transacciones comerciales de gobierno a gobierno. Sin embargo, varios países importantes están en proceso de reformar sus sistemas de explotación y comercialización del arroz, mientras que otros han abandonado hace poco el monopolio comercial estatal y han autorizado a comerciantes privados a participar en el comercio del arroz.

24. La concentración de las corrientes de exportación de semillas oleaginosas en manos de un número limitado de empresas es constante. Las razones principales que explican esta tendencia son las siguientes: i) algunos países están llevando a cabo activas campañas para promover la exportación, respaldadas por políticas gubernamentales específicas, y ii) la financiación pública y los elevados niveles de concentración vertical, con un número limitado de compañías privadas internacionales que operan a lo largo de toda la cadena (desde la producción de las semillas oleaginosas, pasando por su comercio, hasta la elaboración y comercialización de los productos de consumo), y se concentran en un número limitado de países.

25. Como consecuencia de las adquisiciones y el crecimiento, tanto en el ámbito nacional como entre países, las compañías de elaboración de productos lácteos están aumentando su tamaño, hasta tal punto que en determinados países, por ejemplo Uruguay, Israel y Dinamarca, un único elaborador representa más del 50 por ciento de la capacidad de elaboración nacional. En muchos países, este crecimiento y la reducción del número de elaboradores se refleja en la estructura agrícola, con una tendencia general a la existencia de explotaciones agrícolas menos numerosas pero más grandes, y en la estructura del sector de distribución al por menor, donde a menudo un número reducido de compañías domina el mercado.

26. Veinte cadenas de supermercados acaparan el sector minorista de frutas tropicales en el Japón, los Estados Unidos y Europa. Estas mismas cadenas se están expandiendo rápidamente en otros países. Su preferencia por tratar con pocos proveedores de gran tamaño, imponiendo sus propios criterios de certificación e inocuidad de los alimentos y eliminando en lo posible los intermediarios, ha creado problemas a algunos agricultores más pequeños y suministradores de países en desarrollo que no cuentan con el capital necesario para invertir en equipamiento o pagar las certificaciones exigidas por los supermercados. En lo que respecta al banano, algunos supermercados han llevado este proceso aun más lejos firmando contratos con suministradores multinacionales únicos, que excluyen la competencia de exportadores agrícolas menores. En los tres mercados de importación principales, las multinacionales abarcan ya más del 80 por ciento del mercado. La industria de elaboración de café presenta un nivel de concentración similar, ya que sólo cinco compañías compran cada año casi el 50 por ciento de la producción mundial.

C. COMERCIO EN EXPANSIÓN DE PRODUCTOS BÁSICOS DE VALOR AÑADIDO

27. La adición de valor a los productos básicos agrícolas exportables mediante la elaboración se considera desde hace tiempo como un elemento importante para aumentar las posibilidades de obtención de ingresos de los países en desarrollo. A continuación se analizan brevemente algunos de los grupos de productos básicos que mejor se prestan al comercio de productos elaborados.

28. De las semillas oleaginosas se obtiene, un gran número de productos, a menudo con un considerable valor añadido, sobre todo en el caso de los aceites y sus productos. La cuota de mercado de las semillas oleaginosas, comparada con la de los dos subproductos principales, aceites y harinas, se ha mantenido bastante estable en estos años y no se prevé que tengan lugar cambios importantes a corto y mediano plazo. En cambio, la elaboración de productos derivados de aceites y grasas depende de una industria bastante dinámica que produce los ingredientes de una amplia gama de productos alimentarios y no alimentarios. En particular, la industria oleoquímica (fabricante, entre otros productos, de jabones y detergentes) se ha desarrollado de manera constante en los últimos años y se prevé que crezca aun más a medio plazo. Hoy en día esta industria representa cerca del 15 por ciento del uso mundial de aceites y grasas, y el comercio de los productos oleoquímicos vive momentos de continuo desarrollo.

29. La creciente especialización de la producción y elaboración de carne, impulsada por las preferencias del consumidor por tipos y cortes específicos y productos cárnicos de mayor elaboración, está facilitando el comercio de un amplio abanico de productos cárnicos y cortes de carne especializados. La diferenciación de productos es cada vez mayor en los mercados, y los exportadores están sustituyendo los envíos de carnes en canal por productos deshuesados y más elaborados. El resultado es el incremento del comercio de productos cárnicos de valor añadido, una actividad que probablemente se acelerará.

30. La leche requiere cierto grado de elaboración antes de ser comercializada, pero por su propia naturaleza los productos lácteos se caracterizan también por su valor añadido. El comercio mundial ha pasado de estar dominado por países con subvenciones a la exportación a la situación actual en que los elementos más dinámicos son exportadores que no utilizan subvenciones; como consecuencia el centro de atención se ha desplazado de la liquidación de excedentes al desarrollo del mercado, con un alejamiento de productos simples a granel, como la mantequilla y la leche desnatada en polvo, que han perdido terreno en favor de productos lácteos con más valor añadido y altamente específicos, como la leche entera en polvo y el queso.

31. Si bien las posibles oportunidades de comercio de productos con valor añadido son fácilmente reconocibles, no es fácil para los países en desarrollo aprovechar estas oportunidades. El acceso a los mercados principales se ha visto limitado por la progresividad arancelaria que impone a los productos básicos elaborados tasas arancelarias más elevadas que a las importaciones de productos básicos a granel. Sin embargo, la eliminación de la progresividad arancelaria no es por sí sola una condición suficiente para que exista diversificación vertical eficaz. La estructura del mercado internacional de muchos de los principales productos básicos comercializados, canalizada por la concentración antes descrita, puede obstaculizar seriamente el acceso a la elaboración y exportación.

D. LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

32. Desde el decenio de 1960, las innovaciones tecnológicas aportadas por la revolución verde han estado a la vanguardia del aumento de la producción en muchos países en desarrollo. Más en general, las innovaciones mecánicas, agronómicas y ganaderas han tenido como resultado un mayor rendimiento de las cosechas y las explotaciones ganaderas de todo el mundo. Tal como sucede con la ordenación integrada de plagas, las innovaciones técnicas han reflejado una preocupación cada vez mayor por el impacto ambiental y la sostenibilidad. El incremento del rendimiento y la producción frente a una demanda que crece con relativa lentitud explica el descenso a muy largo plazo de los precios agrícolas reales. Los productores que tienen acceso a las nuevas tecnologías se benefician de la reducción de costos que éstas propician, pero los que no pueden acceder a ellas, localizados particulamente en África, se ven asfixiados por el descenso de sus precios sin reducciones concomitantes en los costos.

33. Actualmente la biotecnología es el centro del debate público. Estas tecnologías innovadoras que pueden rebajar los costos de producción y procurar una ulterior mejora de la productividad, y prometen ofrecer nuevos medios para obtener productos agrícolas tradicionales y crear productos nuevos, ya están haciendo sentir su influencia en la producción, la comercialización y el comercio internacional de los productos agrícolas. El desarrollo, adaptación y uso de organismos modificados genéticamente (OMG) ya se ha afirmado considerablemente en algunos países, tanto desarrollados como en desarrollo. Así, la soja modificada genéticamente representa casi la mitad de la superficie mundial plantada con soja, y prácticamente ha sustituido a las variedades convencionales en los Estados Unidos y Argentina; las variedades transgénicas de algodón, seleccionadas para obtener la resistencia a los insectos y virus y la tolerancia a los herbicidas, así como un mayor rendimiento y una calidad mejor del algodón, abarcaron casi 7 millones de hectáreas en 2001, cerca del 20 por ciento de la superficie mundial de plantaciones de algodón; el maíz modificado genéticamente representó el 7 por ciento de la superifice maicera mundial en el año 2001.

34. Sin embargo, la cuestión de la aceptación de estos cultivos y de los productos derivados por parte del consumidor sigue dominando el debate e influirá decisivamente a la hora de determinar el alcance del mercado para dichos productos. La presencia de productos modificados genéticamente (MG) ha afectado al comercio, tanto en las transacciones comerciales como en los suministros de ayuda alimentaria. Se están desarrollando mercados independientes para productos no modificados genéticamente a fin de dar respuesta a las preferencias del consumidor; algunos países se orientan a abastecer los mercados de productos básicos no modificados géneticamente y algunos importadores importantes están adquiriendo parte de sus productos en países donde se sabe que no se producen variedades MG. En el caso de algunos productos, es posible que las variedades no MG reciban un sobreprecio, pero los agricultores de importantes países productores y exportadores, como Argentina y los Estados Unidos, están adoptando estas nuevas tecnologías que ofrecen menores costos de cultivo y rendimientos medios más elevados.

35. La ampliación de la producción y comercio de cultivos MG también se hace más lenta a causa de la aplicación de medidas reglamentarias. Un número cada vez mayor de países somete la comercialización de estos productos a una serie de disposiciones como el etiquetado obligatorio, el ensayo y la conservación de la identidad a lo largo de toda la cadena de comercialización, que inevitablemente han aumentado los costos de manipulación y afectado a las corrientes comerciales. A fin de impedir que tales normas se empleen para limitar el comercio fuera de la reglamentación acordada a nivel internacional y de facilitar el ajuste a las industrias interesadas, parece esencial establecer una serie de reglamentos y normas armonizados y de aceptación general. Si se tiene en cuenta que los mercados mundiales de los productos MG siguen siendo relativamente pequeños y todavía no están consolidados, es probable que el crecimiento futuro dependa más de las preferencias del consumidor y de las políticas gubernamentales que de los beneficios suplementarios para los productores. La principal excepción podría ser el potencial que se ofrece a los agricultores de países en desarrollo que se enfrentan con limitaciones de la productividad y a la producción en tierras marginales.

IV. IMPORTANCIA CRECIENTE DE LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL CONSUMIDOR

36. Las preocupaciones del consumidor, respaldadas por políticas gubernamentales, influyen cada vez más en la producción y el comercio de los productos básicos. Además de los temas relacionados con la biotecnología, hay dos áreas que suscitan interés especial: la inocuidad de los alimentos y los sistemas de producción alternativos.

A. INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

37. En numerosos países, los gobiernos y el sector privado han adoptado una reglamentación en materia de inocuidad de los alimentos y niveles de calidad. Esto está en consonancia con una tendencia general, estrechamente relacionada con la creciente preocupación de los consumidores acerca de la inocuidad de los alimentos, por un lado, y de las cuestiones ambientales por otro. La mayor atención que se presta a la inocuidad de los alimentos y la consiguiente proliferación de normas nacionales aumentan la complejidad de los mercados mundiales de productos básicos y ponen de relieve la importancia de medidas armonizadas basadas en normas internacionales, como las puestas en práctica por la Comisión del Codex Alimentarius (Codex). El desafío que se plantea es el de mejorar la transparencia del sistema de notificación, consulta y resolución de controversias comerciales y ayudar a los países exportadores, en particular los países en desarrollo, que son los que en última instancia tienen que hacer frente a mayores costos como resultado de la imposición de normas internacionales más exigentes. La carne y los productos pecuarios presentan dificultades específicas. Las notificaciones relacionadas con la carne y los productos pecuarios representan una gran parte de las casi 3 0000 notificaciones de medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) enviadas a la OMC desde la puesta en práctica del proceso de notificación en 1995. La mayor atención dirigida a los sistemas de producción de carne y la adopción de un enfoque integral ”de la granja a la mesa” para abordar la inocuidad y calidad de los alimentos aumentan el riesgo de proliferación de normas alimentarias, seguros sanitarios y procedimientos de certificación que son difíciles de comparar, en detrimento de los países en desarrollo exportadores de carne que deben afrontar costos más elevados para someterse a estos requisitos cambiantes.

B. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ALTERNATIVOS

38. En los últimos años, ha aumentado la preocupación entre los consumidores por las condiciones ambientales y sociales de la producción y elaboración agrícolas. Algunas organizaciones no gubernamentales han intentado abordar estas preocupaciones creando normas, programas y etiquetas para certificar que los productos que salen a la venta se han obtenido y comercializado conforme a ciertos criterios ambientales y sociales específicos. La agricultura orgánica y el “comercio justo” son las dos iniciativas que han recibido más atención hasta la fecha. Las ventas de productos derivados de la agricultura orgánica se han incrementado muy rápidamente, aunque desde una base reducida, impulsadas en particular por una serie de alarmas alimentarias. Se estima que las ventas mundiales al por menor de productos orgánicos se elevaron a 16 000 millones de dólares EE.UU. en el año 2000 (entre el 1 y el 2 por ciento del total de ventas de alimentos) y es muy posible que en 2001 hayan alcanzado los 20 000 millones de dólares EE.UU. Los productos orgánicos certificados se consumen principalmente en países desarrollados y suelen venderse a precios más altos que los de los alimentos convencionales. Puede que este mercado ofrezca oportunidades a los países en desarrollo pero existen importantes obstáculos que superar, incluida la certificación. El mercado de productos de comercio justo es mucho menor, si bien ha experimentado un crecimiento moderado.

V. CONCLUSIONES

39. Los dos años anteriores han sido testigo de cambios significativos en los mercados de varios productos básicos agrícolas. Muchos mercados de productos básicos han empezado a experimentar un giro ascendente en los precios internacionales después de varios años de declive constante. Mientras que algunos países en desarrollo se han beneficiado de la caída de precios desde mediado el decenio de 1990 a causa de un descenso en las facturas de importación, otros han sufrido una disminución de sus ingresos de exportación, especialmente aquellos países muy dependientes de una o varias exportaciones de productos básicos agrícolas como el café, el cacao, el azúcar, el banano y el algodón.

40. Durante el período examinado también se produjeron cambios en las estructuras del mercado. Entre los ejemplos de cambios en las modalidades del comercio se incluyen los exportadores no tradicionales de cereales, que han aumentado su cuota de mercado durante las dos últimas campañas, y el comercio de semillas oleaginosas, con una marcada tendencia a dividirse entre las semillas oleaginosas y sus productos al haber más países importadores que promocionan las industrias de elaboración locales. Las industrias pecuarias también se orientan en mayor medida hacia el comercio de productos elaborados como respuesta a los cambios en las preferencias del consumidor. Hubo asimismo indicios de que varios mercados de productos básicos tendían a una concentración mayor, tanto a nivel mundial (semillas oleaginosas y productos lácteos) como en los mercados interiores (frutas tropicales). La diversificación de los mercados puede tener efectos positivos para la seguridad alimentaria mundial al distribuir los riesgos de déficit productivo en la producción entre varios países en lugar de que se concentren en unos pocos exportadores principales. Por otra parte, la creciente concentración del mercado podría coartar la capacidad de los exportadores potenciales para entrar en el mercado. El comercio en expansión de productos básicos con valor añadido ofrece esperanzas a los países en desarrollo de conseguir una mayor proporción del precio final, pero la progesividad arancelaria sigue limitando sus posibilidades de acceso a nuevos mercados.

41. En los últimos años, en algunos mercados de productos básicos ha habido novedades espectaculares con respecto a la aplicación y adopción de nuevas tecnologías. Desde mediados del decenio de 1990, la producción y el comercio de soja, maíz, canola y algodón modificados genéticamente han sufrido un brusco aumento. Al mismo tiempo ha cobrado fuerza la oposición a los cultivos modificados genéticamente, hasta tal punto que algunos países han levantado barreras eficaces para impedir su entrada. Esta cuestión está íntimamente relacionada con las preocupaciones de los consumidores y los gobiernos sobre la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente, las cuales marcan los temas para el debate futuro. Estas mismas preocupaciones también han alentado la producción y el comercio de productos básicos orgánicos y del “comercio justo”. El hecho de que se sigan manteniendo como mercados especializados dependerá en gran medida de las opiniones de los consumidores y de las políticas gubernamentales.

42. A la luz de lo expuesto anteriormente, puede que el Comité desee centrar sus debates en los temas que afectan a los mercados de productos básicos de países en desarrollo. En particular, quizás desee analizar las vías para mejorar el acceso al mercado de los países que dependen de unas pocas exportaciones de productos básicos agrícolas, y las posibilidades de generar ingresos suplementarios añadiendo valor a los productos.

43. Es posible asimismo que el Comité desee examinar la manera de lograr un equilibrio entre los beneficios potenciales de la nueva biotecnología aplicada a la producción de cosechas para los agricultores de países en desarrollo y las preocupaciones expresadas por los consumidores, las ONG y los gobiernos.

Cuadro 1: Precios internacionales promedio de los productos básicos agrícolas en 1990-94, 1995-96 y 1997-01

1990-94

1995-96

1997-2001

(. . . . . . . .  . . . $/tonelada. . . . . . . . .  .)

Trigo 1

142

180

131

Cereales secundarios 2

106

145

98

Arroz 3

279

344

254

Azúcar 4

232

279

192

Soja 5

246

282

230

Aceite de soja 6

485

588

462

Aceite de palma 7

386

579

450

Harina de soja 8

200

233

194

Carne de vacuno 9

2575

1844

1925

Carne de cerdo 10

3037

2602

2220

Carne de ave 11

896

950

690

Carne de ovino 12

2704

2958

2857

Leche 13

1516

2038

1766

Café 14

1701

2647

1933

Cacao 15

1215

1444

1282

16

1628

1531

1828

Banano 17

648

633

578

Yute 18

337

410

290

Algodón 19

1625

1810

1247

Caucho 20

869

1461

704

1 Duro rojo de invierno EE.UU. No.2
2 Maíz, amarillo EE.UU. No.2
3 Arroz molido, Thai 100% B, segunda cat.
4 Azúcar sin refinar, CIA
5 EE.UU., cif Rotterdam
6 Holandés, fob ex fábrica
7 Cruce, Europa del norte y occidental cif
8 Gránulos de soja, 44/45%, Argentina, cif Rotterdam
9 Carne de vaca elaborada, Australia, cif
10 Congelada, valores unitarios de exportación, EE.UU.

11 Cortes de pollo, valores unitarios de exportación, EE.UU.
12 Nueva Zelandia, precios al por mayor, Londres
13 Leche entera en polvo 26%, fob, puerto Europa occidental
14
OIC, precio compuesto indicador
15 ICCO, promedio anual del precio diario ICCO
16 Precio compuesto de la FAO, calculado usando 4 precios
17 Precios de importación medios ponderados
18 Mongla, BWD, fob
19 Boletín ICAC, Índice COTLOOK A
20 Boletín ISRG, Kuala Lumpur RSS3

  

Cuadro 2: Valor de las importaciones de los productos alimenticios básicos (miles de millones de dólares EE.UU.)
 

 

1990-94

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001*

2002*

Países en desarrollo

 

 

 

Total de alimentos básicos

43,4

64,0

67,2

63,7

62,5

60,9

61,0

60,9

68,2

Cereales 1

20,3

29,4

33,2

28,2

26,6

25,3

25,7

25,5

28,6

Carne

5,4

6,8

6,9

6,9

7,1

7,7

8,4

8,2

8,9

Productos lácteos

6,3

8,3

8,3

8,3

7,5

7,4

7,7

7,7

7,6

Aceites y semillas oleaginosas

11,4

19,5

18,8

20,3

21,2

20,4

19,2

19,5

23,1

PBIDA

 

Total

19,5

31,0

31,9

28,1

29,9

29,8

29,8

30,8

34,5

Cereales 1

10,3

15,1

16,1

12,1

12,7

11,9

11,5

12,3

14,2

Carne

1,8

2,8

3,0

3,1

3,0

3,5

3,7

3,6

3,9

Productos lácteos

2,2

3,1

3,0

3,0

2,8

3,0

3,0

3,0

2,8

Aceites y semillas oleaginosas

5,2

10,0

9,8

9,9

11,4

11,4

11,6

11,9

13,6


* Los valores de importación para 2001 y 2002 corresponden a estimaciones provisionales y se basan en las variaciones del volumen del comercio y los precios representativos del mercado mundial. Los datos relativos al comercio en 1996-2000 están tomados de FAOSTAT e incluyen las corrientes de ayuda alimentaria. Los valores de importación se expresan en términos cif.
1 El trigo incluye la harina en equivalente de trigo. B28

  

Cuadro 3: Valor de las exportaciones de los principales productos básicos agrícolas (miles de millones de dólares EE.UU.)
 

 

1990-94

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001*

2002*

Países en desarrollo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total de alimentos básicos

23,4

34,4

33,8

37,9

38,8

34,4

31,4

34,6

38,4

Cereales 1

6,5

8,4

9,0

10,9

11,8

9,0

9,1

9,8

11,0

Carne

5,5

7,7

8,0

6,8

6,7

6,9

7,1

7,9

8,6

Productos lácteos

0,6

1,1

1,2

1,3

1,3

1,3

1,4

1,3

1,0

Aceites y semillas oleaginosas

10,8

17,2

15,6

18,9

19,0

17,2

13,8

15,6

17,8

Otros productos básicos agrícolas

27,0

36,8

37,3

37,4

34,4

30,0

27,8

25,9

27,0

Banano

2,8

3,3

3,3

3,6

3,3

3,1

3,0

3,9

3,6

Cacao

1,9

2,3

3,1

2,6

2,7

2,7

2,0

2,5

4,0

Café: verde

6,5

11,3

9,6

12,1

10,9

9,0

7,6

5,4

5,0

Algodón

2,8

3,0

3,7

2,8

2,3

2,2

2,6

1,7

2,2

Fibras duras

0,3

0,4

0,3

0,3

0,3

0,3

0,3

0,3

0,3

Cueros y pieles

0,5

0,7

0,6

0,6

0,5

0,5

0,4

0,3

0,3

Yute

0,6

0,6

0,6

0,6

0,5

0,4

0,4

0,4

0,4

Caucho

3,2

6,3

6,2

4,8

3,8

3,2

3,6

3,4

3,9

Azúcar

6,0

6,8

7,3

6,8

6,5

5,6

4,7

5,0

4,5

2,0

1,8

2,0

2,4

2,8

2,3

2,4

2,1

2,1

Frutas tropicales 2

0,4

0,5

0,6

0,6

0,7

0,7

0,8

0,8

0,8

PBIDA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total de alimentos

7,6

11,6

11,7

12,3

11,1

9,7

10,8

11,2

12,5

Cereales 1

2,2

2,7

2,6

3,3

4,2

2,8

3,3

3,1

4,0

Carne

2,2

3,7

4,0

2,5

2,0

2,0

2,4

2,6

2,4

Productos lácteos

0,2

0,3

0,3

0,3

0,3

0,3

0,4

0,4

0,4

Aceites y semillas oleaginosas

3,0

4,9

4,8

6,2

4,6

4,6

4,7

5,0

5,7

Total de productos no alimentarios

15,4

18,4

20,1

18,9

18,4

15,8

15,4

14,2

15,9

Banano

1,3

1,5

1,7

2,0

1,7

1,5

1,6

2,2

1,9

Cacao

1,5

2,1

2,8

2,4

2,5

2,6

1,9

2,4

3,8

Café: verde

2,4

4,4

3,8

4,1

3,8

3,0

2,8

2,0

1,8

Algodón

2,8

3,0

3,7

2,8

3,2

2,7

3,2

2,2

2,7

Fibras duras

0,2

0,3

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

Cueros y pieles

0,4

0,5

0,4

0,4

0,4

0,4

0,3

0,2

0,2

Yute

0,5

0,5

0,6

0,6

0,5

0,4

0,4

0,4

0,4

Caucho

1,3

2,5

2,6

2,0

1,5

1,2

1,2

1,2

1,5

Azúcar

3,0

1,8

2,3

1,9

1,8

1,5

1,2

1,3

1,2

1,8

1,7

1,8

2,3

2,6

2,1

2,2

1,9

1,9

Frutas tropicales 2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

  

* Los valores de exportación para 2001 y 2002 son provisionales y se basan en las variaciones del volumen del comercio y los precios representativos del mercado mundial. Los datos relativos al comercio en 1996-2000 están tomados de FAOSTAT e incluyen las corrientes de ayuda alimentaria, así como las reexportaciones. Los valores de exportación se expresan en cifras cif.
1
El trigo incluye la harina en equivalente de trigo.
2
Las frutas tropicales incluyen el valor total de las exportaciones de las principales frutas tropicales frescas (aguacate, mango, papaya, piña).