Conferencia Internacional sobre la
Contribución de los Criterios e Indicadores
para la Ordenación Forestal
Sostenible: El camino a seguir
Ciudad de Guatemala, Guatemala
Del 3 al 7
de febrero de 2003
Objetivo 2: Fomentar el compromiso político para el uso de criterios e indicadores como instrumentos para la ordenación forestal sostenible
Presidente: Dr. Ingwald
Gschwandtl
Director de Información y Política Forestal
Ministerio
Federal de Agricultura, Bosques, Medio Ambiente y Ordenación de Recursos Hídricos, Austria
Relator: Sra. Tiina Vahanen, FAO
A. Introducción
Las deliberaciones llevadas a cabo por este Grupo de Trabajo así como sus conclusiones y recomendaciones se basan en (1) el documento de base presentado en plenaria por el Dr. José Antonio Prado (Chile) titulado: "Fomento del compromiso político para el uso de criterios e indicadores como instrumentos para la ordenación forestal sostenible", y (2) los siguientes tres estudios de casos presentados en el debate de este grupo de trabajo:
1. "Fomento del compromiso político para el uso de criterios e indicadores como instrumentos para la ordenación forestal sostenible - experiencias europeas"; Dr. Ewald Rametsteiner; Asesor sobre Políticas, Conferencia Ministerial sobre la Protección de Bosques en Europa, Viena.
2. "El papel y las experiencias de la Organización Africana de la Madera en relación a los criterios e indicadores con referencia a sus 14 países miembros "; Sr. Emmanuel Siisi-Wilson; Director Técnico, Certificación de Ordenación Forestal, Organización Africana de la Madera (OAM), Libreville, República de Gabón.
3. "Criterios e Indicadores de Sostenibilidad del Bosque Amazónico. El Proceso de Tarapoto. Definiciones de Políticas Regionales"; Sr. Sergio Sánchez Ballivián, Embajador y Secretario General de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA); Proceso Tarapoto, Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil, Brasilia.
B. Conclusiones
1. La sustentabilidad es un concepto dinámico y en evolución que varía según las condiciones políticas, económicas y sociales de los países y los valores cambiantes de la sociedad. Los criterios e indicadores deberían revisarse periódicamente para reflejar estas condiciones, la experiencia adquirida, la nueva información científica, los avances tecnológicos y los conocimientos tradicionales relacionados con los bosques.
2. Desde 1990, cuando se inició la labor sobre los criterios e indicadores, se han hecho importantes avances en la ejecución de la ordenación forestal sostenible. Es preciso asegurar que no se pierda este impulso y que se logre un reconocimiento mundial de los criterios e indicadores.
3. Los avances en dirección de la ordenación forestal sostenible, inclusive la aplicación de criterios e indicadores, dependen de las condiciones de cada país, especialmente las capacidades técnicas y la disponibilidad de recursos.
4. La ayuda oficial para el desarrollo (AOD) en el sector forestal en los últimos años ha disminuido en muchos países en desarrollo. La comunidad de donantes se guía por las prioridades fijadas por los gobiernos nacionales. Por lo tanto, es necesario mejorar la imagen del sector forestal y el papel de la ordenación forestal sostenible y los criterios e indicadores en los programas de políticas nacionales.
5. Varias organizaciones internacionales y países donantes han facilitado recursos financieros y tecnologías ecológicamente racionales para apoyar los esfuerzos de los países en pro de la aplicación de criterios e indicadores. Sin embargo, se necesita una mayor cooperación internacional, inclusive el intercambio de información y experiencias, para aumentar las capacidades a nivel local y nacional en los países en desarrollo.
6. Para la elaboración y aplicación de criterios e indicadores, es indispensable contar con un compromiso político, especialmente a nivel nacional. A su vez, los criterios e indicadores pueden constituir un instrumento útil para supervisar la eficiencia y eficacia de las políticas nacionales y los programas y proyectos forestales existentes. Asimismo, es esencial contar con un compromiso político en el ámbito regional e internacional.
7. La participación de los países en los procesos regionales e internacionales de criterios e indicadores ya es una demostración de compromiso político y debería incrementarse. El compromiso regional debería fundamentarse en un compromiso a nivel nacional.
8. El compromiso político para los criterios e indicadores puede generar oportunidades para atraer financiación nacional y externa, inclusive del sector privado. Puede asimismo movilizar recursos y ayudar a asegurar un uso más eficiente de los mecanismos institucionales y de financiación existentes.
9. No basta con que sólo los profesionales forestales y las instituciones y organizaciones relacionadas con los bosques participen en los procesos orientados a la ordenación forestal sostenible, tales como la elaboración y aplicación de criterios e indicadores. Se necesita la coordinación nacional para ayudar a asegurar que la ordenación forestal sostenible contribuya a los avances y esfuerzos de otros sectores y se beneficie con los mismos, por ejemplo en materia de erradicación de la pobreza, agricultura, seguridad alimentaria, energía, recursos hídricos, minería, diversidad biológica y el desarrollo sostenible en general.
10. Con una amplia participación de los sectores gubernamental y no gubernamental en el trabajo relacionado con los criterios e indicadores, se mejora:
a. la comprensión de las ventajas de los criterios e indicadores;
b. el desarrollo de un compromiso político para una acción sostenida a largo plazo;
c. el perfeccionamiento y refuerzo de los criterios e indicadores haciéndolos más significativos.
11. La integración de los criterios e indicadores en los programas forestales nacionales u otros procesos de políticas equivalentes consolidará la acción en pro de la ordenación forestal sostenible y facilitará el control del progreso hacia la misma. Por lo tanto, los criterios e indicadores y los programas forestales nacionales pueden beneficiarse y apoyarse mutuamente.
12. Los procesos políticos regionales más amplios pueden ofrecer un sólido compromiso, por ejemplo, en la Conferencia Ministerial sobre la Protección de Bosques en Europa (CMPBE), la Organización Africana de la Madera (OAM), el Proceso de Tarapoto y el Proceso de Lepaterique. El compromiso a nivel regional puede facilitar la compatibilidad de ideas, ayudar a evitar la superposición de esfuerzos y aprovechar al máximo las capacidades técnicas. El compromiso a nivel ministerial y a otro alto nivel (inclusive a través de reuniones ministeriales regulares) en el ámbito regional puede brindar un sólido marco para los esfuerzos nacionales.
13. Es preciso utilizar eficazmente el FNUB como un foro de políticas a escala mundial que puede aumentar la acción y el compromiso a alto nivel en favor de la ordenación forestal sostenible en el ámbito nacional e internacional.
14. Con un conjunto común de criterios entre los procesos regionales se puede fomentar la credibilidad y el progreso a nivel internacional. Un conjunto clave de indicadores podría constituir también una herramienta útil en el futuro.
C. Recomendaciones
1. Los países deberían fomentar la amplia participación de los sectores gubernamental y no gubernamental, especialmente las comunidades locales, en la elaboración y aplicación de los criterios e indicadores.
2. Además del compromiso político, debería fortalecerse la cooperación internacional, inclusive a través de apoyo financiero y la transferencia de tecnología y conocimientos técnicos, para apoyar a los países en desarrollo en la elaboración y aplicación de criterios e indicadores.
3. Los países deberían crear mecanismos o utilizar los ya existentes para la cooperación y coordinación intersectorial.
4. Los países deberían integrar los criterios e indicadores en los programas forestales nacionales u otros marcos de políticas similares y, cuando corresponda, en otros procesos existentes orientados al desarrollo sostenible.
5. Los gobiernos nacionales de los países en desarrollo deberían fortalecer el desarrollo de capacidad y movilizar recursos financieros (tanto nacionales como externos) para la elaboración y aplicación de criterios para la ordenación forestal sostenible mediante alianzas bilaterales y multilaterales, y la comunidad de donantes debería consolidar el apoyo orientado a estos esfuerzos.
6. Los países deberían estimular un entorno favorable para las inversiones nacionales y extranjeras en el sector forestal.
7. Los procesos de criterios e indicadores deberían fortalecer la cooperación entre procesos y aumentar el intercambio de experiencias para aprovechar mejor los conocimientos técnicos existentes.
8. Deberían aprovecharse mejor las redes y grupos de expertos existentes para respaldar una mayor elaboración y aplicación de criterios e indicadores.
9. Los gobiernos deberían ayudar a asegurar que el diálogo internacional de alto nivel, inclusive en el FNUB, tenga un enfoque claro sobre la ordenación forestal sostenible y que se reconozca la contribución de los criterios e indicadores a la ordenación forestal sostenible, así como la contribución de ésta última a otros sectores y al desarrollo sostenible.
10. Las organizaciones internacionales deberían racionalizar los requisitos para la presentación de informes a los procesos internacionales, incluso mediante criterios e indicadores, a fin de reducir la carga en materia de presentación de información.
11. En las Evaluaciones de los Recursos Forestales Mundiales (ERF) se deberían establecer sólidos vínculos con los criterios e indicadores.
12. Se alienta a los países miembros a buscar apoyo para sus actividades sobre criterios e indicadores, inclusive el fortalecimiento de la colaboración regional, a través de la FAO, la OIMT, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y otras organizaciones pertinentes.
